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La magnífica costa de Kavaja
Son, sin duda, uno de los mayores tesoros que posee la ciudad, al menos desde un punto de vista turístico y también natural, ya que conforman un paisaje único, realmente bello. El soleado clima de la zona invita a disfrutar de los tesoros naturales del litoral de Kavaja, que cuenta con magníficas playas. Playa Golemi es una de las que componen la costa de esta ciudad. Se trata de un lugar muy frecuentado, quizá la playa más visitada, y cuenta con aguas poco profundas y un especial bosque de finos tras la franja de arena. En temporada alta se llena de familias dispuestas a disfrutar del verano. Otra playa destacada es Mali i Robit, una zona turística repleta de hoteles y alojamientos diversos, especialmente pensada para aquellos que buscan una playa con todos los servicios necesarios. Hay tiendas, cafeterías y restaurantes muy cerca de la playa. Y, por último, podemos hablar de las playas de Qerreti y Karpen, dos playas conectadas entre sí, muy familiares y perfectas para ir con niños pequeños, ya que son de aguas calmadas y poco profundas por lo que los más pequeños pueden disfrutar a sus anchas y los padres están más tranquilos.
Dos playas ideales que merece la pena visitar
En las inmediaciones de la ciudad de Kavaja, a muy poca distancia junto al pueblo de Spille, se localiza la playa del mismo nombre, una de las más conocidas de la zona. Se trata de una playa de rocas y de arena, casi virgen, en la que se disfruta de una tranquilidad especial, ya que no es de las más frecuentadas de la ciudad. También merece una mención especial la Playa del General, que está considerada una de las más bellas de Kavaja. Se trata de una bahía tranquila y un tanto escondida, lo que la preserva de las masas de turistas. Su nombre procede de una historia especial. Al parecer, en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, un general italiano descubrió esta playa en una de sus incursiones bélicas. Tanto le gustó, que una vez terminada la guerra, traía a su familia en verano para pasar un tiempo en ella. Desde entonces se la conoce como la Playa del General.
El Museo Etnográfico de Kavaja
Aunque cuando uno pasa unos días de vacaciones en Kavaja la costa es el principal atractivo y visitar sus bellas playas la actividad más frecuente en la que se ocupa el tiempo, no está de más programar alguna visita cultural. En este sentido, merece la pena visitar el Museo Etnográfico de Kavaja, uno de los más destacados de la ciudad, por no decir que es el más importante. Se alberga en un edificio que data del siglo XVIII y que fue restaurado después con el objetivo de servir de escenario a este museo. Su arquitectura recuerda a las antiguas villas que se construyeron en esta parte de Albania en tiempos remotos. El museo ha dotado al edificio de una dimensión cultural que lo hace aún más interesante. Se inauguró en el año 1971 y tiene una gran importancia desde el punto de vista de la etnografía. Además de mostrar las características arquitectónicas del edificio, que son en sí mismas un interesante elemento etnográfico, el museo cuenta con una colección muy interesante con muchísimos objetos de diferente procedencia. Destacan en especial los trabajos realizados por artesanos albaneses, no sólo de la ciudad sino también de otras zonas del país, que incluyen objetos de cerámica, cobre y textiles.
Las mezquitas e iglesias de la ciudad
Pasear por las calles de Kavaja es una actividad muy interesante para conocer la ciudad en profundidad. En el centro encontramos uno de los muchos rincones agradables y turísticos que posee esta ciudad albanesa: la mezquita y la Torre del Reloj, ambos construidos en los tiempos en los que se produjo la invasión otomana de Kavaja. Se la conoce como la Mezquita Kubelie, y fue construida en 1736 por Kapllan Pasha. Sin embargo, desgraciadamente, el edificio original fue demolido por el régimen comunista en 1967. En su lugar se construyó una nueva mezquita en 1994, la mayor de la ciudad, a la que se añadieron los arcos originales del templo antiguo, lo único que consiguió salvarse. En Kavaja existen otras mezquitas e iglesias interesantes que visitar. Una de ellas es la mezquita de la Piedad, de reciente construcción. Se terminó en el año 2001 en el barrio conocido como Zguraj. También destaca la mezquita Dedei, que fue edificada en 2005. Además de estos lugares religiosos, en Kavaja destaca también la iglesia ortodoxa de Shen Kolli, reconstruida y renovada en el año 1997. Otro de los templos interesantes de Kavaja es la iglesia Kisha Shen e Premtes (en inglés Saint Friday’s Church), que data del siglo XIII y que guarda unos interesantes frescos del pintor Kostandin Shpataraku.
La fortaleza Bashtova, un tesoro medieval
Es uno de los monumentos más relevantes situados en las inmediaciones de Kavaja. Localizado muy cerca de la aldea de Bashtova y del lugar donde desemboca el río Shkumbini, el castillo data del siglo XV. En el momento en que fue construido, sus artífices, los venecianos, eligieron ese lugar para su ubicación porque Bashtova era un punto de desembarco de mercancías en el río Shkumbini. Una especie de puerto fluvial que se empleaba para el transporte en la exportación de cereales a otros puntos del país. También se cree que los venecianos construyeron el castillo sobre unas ruinas anteriores que podrían datar del siglo VI, época en la que esta zona estaba bajo el dominio del imperio bizantino. La fortaleza Bashtova, de estructura y planta rectangular, tiene unas dimensiones considerables y altos muros. Se encuentra en buen estado de conservación, aunque algunas de sus partes tuvieron que ser reconstruidas en el siglo XVIII. Una de las maravillas del castillo son las espectaculares vistas que pueden contemplarse desde la parte más alta, que abarcan todo el golfo de Durres. Además, muy cerca del castillo Bashtova se localiza el Bosque de los Laureles, una zona verde de alrededor de 60 hectáreas de extensión.
Conocer la bella ciudad de Tirana
La ciudad de Tirana, a 53 km. de Kavaja, es una de las excursiones más interesantes para hacer en un día. Tiene muchísimas cosas que ver, entre ellas sus magníficos castillos. Como el Castillo de Petrella, del siglo XV, localizado muy cerca del centro urbano. O el Castillo de Preza, ubicado a las afueras de la ciudad en lo alto de un cerro, lo que le dota de unas vistas impresionantes. Data del siglo XV y fue levantado por el Imperio Otomano. Otros monumentos que hay que ver en Tirana son la Mezquita de Etem Beu o la Iglesia de Santa María.
La Mezquita de Etem Beu
Se trata, probablemente, del conjunto monumental más visitado de Tirana, y no es para menos ya que su belleza es especial. Tanto es así, que fue declarada Monumento Nacional. La mezquita se inició en el año 1794 por Mulla Beu, y fue terminada en 1821 por su hijo, Etem Beu, de quien adoptó el nombre. Destaca la sala de oración, con su cúpula, y también el pórtico con sus catorce arcos sobre columnas de piedra realizadas en una sola pieza con capiteles decorados con motivos vegetales. Junto a él, el minarete realizado en piedra bellamente esculpida. La mezquita abre de 9:00 a 12:00 h. y de 14:00 a 18:00 h. Más información en el tel. +355 4 222 37 01.
Las playas de Durres
La segunda ciudad más grande de toda Albania se localiza a 21 km. de Kavaja, y es uno de los puntos clave para viajar hasta allí, sobre todo si lo hacemos en tren o autobús. Existen muchas cosas interesantes que visitar en Durres, además de su popular playa urbana, de arena fina y aguas claras y poco profundas, lo que hace de ella una playa muy familiar. La playa de Currila, también en Durres, es muy bonita, con muchas rocas y un frondoso pinar. También destaca la playa de Porto Romano, que combina zonas de rocas y arena. Cualquiera de ellas resulta perfecta para pasar un día junto al mar.
La Cueva de Pëllumbasi
Kavaja y la región en la que se enclava poseen bellos tesoros naturales cuya visita es muy recomendable si se dispone de tiempo suficiente. Uno de estos tesoros es la Cueva de Pëllumbasi, próxima al pueblo del mismo nombre, en el lugar en el que desemboca el río Skorana. Una cueva en la que se han encontrado restos arqueológicos de gran relevancia, como huesos de osos de hace entre 10.000 y 400.000 años, y objetos de humanos del Paleolítico. La cueva es un pasadizo de unos 360 metros de largo, en el que es posible contemplar estalactitas y formaciones rocosas muy bellas.
