Presentación
La ciudad portuaria de Vlora es la entrada a la Riviera albana. Costas impresionantes de aguas turquesa empiezan en Vlora, donde el mar adriático se encuentra con el jónico, y se extienden al sudeste hasta Saranda. Los cálidos veranos y cristalinas aguas de las playas y bahías circundantes hacen de Vlora un refugio perfecto para disfrutar del mar y de los deportes acuáticos. Deléitate con los vinos locales, el aceite de oliva y el marisco más fresco con el atardecer sobre el mar de fondo. Vlora tiene una larga y variada historia de invasión por parte de griegos, romanos y turcos, aunque la independencia albana del imperio otomano se proclamó en 1912, y pueden encontrarse varios monumentos dedicados a este momento a lo largo de la ciudad. El área está mucho menos desarrollada que otros destinos de playa europeos, así que podrás disfrutar de avenidas con palmeras, museos, y playas sin multitudes.
La localidad de Vlora pertenece (de mayor a menor) al condado Vlorë y al círculo Vlorë.
La localidad de Vlora cubre 12 km², tiene 124.000 habitantes (censo 2011) y una densidad de 10.333,33 habitantes por km². La altitud máxima es de 0 m, la altitud media es de 0 m.
El actual alcade de Vlora es Shpëtim Gjika.
El nombre francés de la localidad es Vlora, el nombre español es Vlorë.
El apodo de la localidad es "Qyteti i Pavarësisë" y el lema de Vlora es "Përherë kuqezi". El Patrón de la localidad de Vlora es Ismail Qemali. La página web de Vlora es http://www.bashkiavlore.org
Visitas destacadas
La independencia albanesa del Imperio otomano se proclamó en Vlora el 28 de noviembre de 1912, y el primer museo del país, fundado en 1936, conmemora este episodio de la historia. El museo se encuentra en el edificio que sirvió durante en breve periodo de tiempo como oficinas del Primer ministro albanés, Ismail Qemali. Se encuentra cerca del mar al final del bulevar Ismail Qemali. La independencia de Albania se ganó tras las revueltas contra las injusticias percibidas del Imperio otomano y por la falta de libertades religiosas y culturales. En el Día de la independencia, Ismail Qemali ondeó la hoy bandera de Albania (un águila de dos cabezas sobre un fondo rojo) antes de la Asamblea de Vlora. El Museo Nacional de la Independencia ofrece una oportunidad para entender la historia de la ocupación de Albania, su libertad e identidad nacional a través de documentos históricos, arte, banderas, correspondencia y fotografías que datan desde los tiempos del Renacimiento hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial. Muchas de las habitaciones se mantienen igual que estaban durante el mandato de Ismail Qemali como Primer ministro. Su silla, un sello gubernamental y un regalo de independencia de los americanos se encuentran entre los tesoros históricos. La entrada al museo cuesta alrededor de 2 euros, y el horario de apertura es de 09:00 a 13:00 y de 17:00 a 20:00 de lunes a sábado, y de 09:00 a 12:00 y de 17:00 a 20:00 los domingos.
Este pintoresco monasterio del siglo XIII, construido en una isla, solo es accesible a través de un largo puente de madera desde el pueblo de Zvernec, un poco al norte de Vlora. Los edificios de estilo bizantino conformados de azulejos de piedra y terracota están dedicados a la Virgen María. El tranquilo monasterio está rodeado de pinares y de las aguas de la laguna Narta, convirtiéndolo en uno de los lugares más tranquilos y pintorescos donde ver la puesta de sol. En el monasterio se exhiben obras religiosas del siglo XVI. El 15 de agosto hay una celebración anual por el cumpleaños de Santa María que se lleva a cabo en la isla, y para este evento llegan peregrinos de todas partes a la Iglesia central de Sagrada María. La isla también es el lugar de descanso de Marigo Posio, la mujer que impartía en secreto las primeras clases para niñas a espaldas de los otomanos y cosió el águila de dos cabezas en la bandera izada en la Declaración de Independencia albanesa. Este es un bello lugar en el que observar cientos de especies de aves marinas migratorias y aves acuáticas, o para pasar unas horas pescando besugos y lubinas. Algunos grupos realizan visitas guiadas al monasterio y a Narta, la cercana aldea de cultivo de vino y olivas, donde puede disfrutarse de algunos de los mejores vinos de Albania.
Se cree que esta histórica mezquita del siglo XVI fue diseñada por el arquitecto otomano nacido albanés, Mimar Sinani. Sinani es conocido por sus mezquitas y palacios construidos durante el periodo de Suliman el Magnífico, y es más conocido como el arquitecto de la abovedada mezquita de Estambul, la gran Süleymaniye. Se cree que la mezquita se construyó durante la estancia de Suliman el Magnífico antes de su presión para atacar Italia. La mezquita Muradie ha sobrevivido a los siglos, la ocupación Nazi, y el régimen soviético. Y fue propuesta varias veces como museo arquitectónico durante el mandato comunista. La estructura de mármol, caliza y ladrillo está iluminada por tres filas de ventanas a cada lado, y contiene una habitación para rezar, un alto minarete, y un abovedado techo tallado en piedra. Es un edificio histórico importante que muestra la influencia de la ocupación otomana en Albania en lo que a arquitectura local se refiere. Se cree que es una de las mezquitas más antiguas de Albania y está en buenas condiciones, aunque con los años se han necesitado algunas restauraciones. Esta está en un distrito histórico que está cerca de la tumba del Primer ministro de Albania y del Monumento de la Independencia en la Plaza de la Bandera, y del Cementerio de los mártires donde se conmemora a aquellos que murieron liberando a Albania de los Nazis.
Aprende sobre oficios artesanales, tejidos, y la vida diaria de los albaneses de esta región en el Museo Etnográfico. Se encuentra en una casa tradicional del siglo XIX, uno de las edificios supervivientes más antiguos de Vlora. Más de 300 objetos dan sentido a la cultura albanesa. Utensilios de madera, trabajos de madera, grabados, trabajo de metal, y tapices hechos a mano muestran la destreza manual de los lugareños. Uno de los artefactos más valiosos es la camisa y chaleco de Zihni Abaz Kanina, un político y activista que estuvo implicado en la Declaración de Independencia. También hay una colección del Club Patriótico Laberia, que en el siglo XIX utilizó esta casa como base para su trabajo alentando la cultura albanesa y educación a pesar de lo estricto del mandato otomano. Llega a comprender el funcionamiento de la economía principal del área a través de las épocas en la habitación que alberga las herramientas de pesca tradicional y pesca de anguilas, al igual que un barco tallado tradicional de pesca. Otra habitación alberga el equipamiento para procesar las olivas, y una casa estilo granja ofrece una percepción del estilo de vida de la agricultura a través de la historia de Vlora. El Museo Etnográfico abre de 09:00 a 14:00 de lunes a sábado, y la entrada cuesta menos de 1 euro.
Visita este antiguo Castillo construido en la cima de la montaña Shushica para contemplar las vistas de la pintoresca bahía de Vlora. Inicialmente construido por el príncipe de Kanina durante el siglo III en un asentamiento aún más antiguo, el castillo fue ampliado a fortaleza el siglo siguiente. El emperador romano del imperio Bizantino, Justiniano I, lo remodeló en el siglo V y el castillo se convirtió en el centro estratégico de los ocupantes Serbios durante el siglo XIV. Los venecianos y los turcos también batallaron por obtener el control de la fortaleza de la cima de la montaña, así que el área alberga múltiples capas de historia tanto de los albaneses como de las culturas ocupantes. Se cree que el turco Evlia Celebi, viajante y crónico del siglo XVII, visitó el castillo en sus viajes a través del imperio otomano. Pasea a través de las ruinas de piedra, y escala las murallas para presenciar una inolvidable puesta de sol. También vale la pena dar un paseo a través de las casas y edificios del pueblo de Kanina para llegar a conocer este histórico lugar y disfrutar de las vistas panorámicas de las montañas y el mar. El castillo de Kanina está a menos de media hora de Vlora, y entrar es gratis.
Cuevas y barcos hundidos, afilados acantilados y playas aisladas convierten esta larga península en la alegría de exploradores aventureros. Solo es accesible en barco y está rodeada de reserva marina, así que la península ha permanecido como un área intocable de increíble belleza natural. Las cuevas de esta área son de visita obligada. De diez metros de ancho y quince de alto, la cueva más grande de Albania, Haxhi Ali, es perfecta para explorar en barco. Tómate tu tiempo para explorar la cueva llena de estalagmitas de Duke Gjoni. La península es un sitio muy popular para bucear, en especial alrededor de los bancos hundidos de la Segunda Guerra Mundial y restos más recientes que sirven de hogar para algunas especies marinas. Visita Gramates y la bahía de Arusha para hacer un picnic en la playa y para nadar en sus aguas turquesa.
La bahía de Vlora está llena de playas de roca, pero algunas de sus mejores playas de arena se encuentran muy al sur. Dhermi Beach está a una hora al sur de Vlora, y es el mejor lugar para tomar el sol mediterráneo en una hamaca, disfrutando de la vegetación circundante. Pasea a través de los campos de olivos hasta Drymades Beach para alojarte justo en la playa, o monta una tienda para experimentar una acampada litoral. Hay un montón de vida nocturna en Dhermi y Drymades, con un montón de restaurantes y bares de playa donde famosos DJ pinchan en épocas punta. Jala beach es el sitio ideal para un hospedaje de lujo en una colina que sobresale al mar.
Este parque nacional en la cordillera de Cika es el lugar ideal para disfrutar de la serenidad de las montañas, probar las especialidades locales, como el cordero asado, y observar la vida salvaje local. La montaña está prácticamente cubierta de pinares, y en ella viven ciervos salvajes, muchas especies de pájaros y lobos. En los días claros la vista desde el Paso de Llogora sobre el mar jónico es impresionante. Alójate en una cabina alpina, haz una excursión y monta en parapente desde Llogora hasta Dhermi beach. Visita el árbol “Flag Pine”, al que el viento le ha dado la forma del águila de dos cabezas de la bandera albanesa. El parque Llogora está a unos treinta kilómetros al sudeste de Vlora.
Esta ribera en Vlora es conocida por sus hoteles, bares, restaurantes y clubs. Se le llama “Agua fría” por los manantiales minerales del área. Relájate bajo una sombrilla en Uji I Ftohte beach y disfruta de un baño antes de una noche de baile con famosos DJ locales e internacionales. Ya que esta playa está un poco lejos del puerto, es una de las playas de ciudad más limpias que Vlora ofrece, y las tumbonas al sol cuestan menos de 2 euros por persona. Come al aire libre con vistas al mar, y asegúrate de probar los platos de mariscos de influencia italiana, todo fresco. Las pizzas al horno también son muy asequibles.
¿Cómo llegar?
Desde Tirana, la capital de Albania, salen autobuses y un tren hasta Vlora, al igual que desde Durres, la segunda ciudad más grande. El viaje en autobús desde Tirana tarda unas 3 o 4 horas y cuesta unos 3 euros, llegando a la terminal de autobús de Vlora, cerca de la mezquita de Muradi. El tren desde Tirana tarda unas 5 o 6 horas y cuesta unos 2 euros. Para aquellos que quieran ver las vistas de la Riviera Albanesa, tres buses diarios salen desde Vlora hasta Saranda, un viaje de unas 5 o 6 horas por unos 5 euros. En la mezquita de Muradi también puedes montar una furgoneta (minibús), el modo más barato de moverse por la ciudad y entre los pueblos a lo largo de la costa. No esperes un horario fijo con estos pequeños autobuses, ya que paran en cualquier punto en el que haya pasajeros que necesiten ser recogidos a lo largo del camino. Sin embargo, las furgonetas son baratas (a veces menos de 1 euro), sociales y pintorescas y permiten algunas de las mismas libertades que viajar con coche de alquiler. El conductor incluso parará para permitirte comprar de los puestos que veas al lado de la carretera. Los taxis son relativamente baratos si tienes que moverte por la ciudad, pero el coste por kilómetro aumenta cuando dejas los límites de esta. Explora a pie el bulevar que conecta el centro de la ciudad con la zona portuaria. El puerto es donde encontrarás restaurantes con vistas al mar, clubs, bares y hospedaje en la costa, y la ciudad es donde encontrarás los museos, mezquitas y centro de transportes.
Presentación
La ciudad portuaria de Vlora es la entrada a la Riviera albana. Costas impresionantes de aguas turquesa empiezan en Vlora, donde el mar adriático se encuentra con el jónico, y se extienden al sudeste hasta Saranda. Los cálidos veranos y cristalinas aguas de las playas y bahías circundantes hacen de Vlora un refugio perfecto para disfrutar del mar y de los deportes acuáticos. Deléitate con los vinos locales, el aceite de oliva y el marisco más fresco con el atardecer sobre el mar de fondo. Vlora tiene una larga y variada historia de invasión por parte de griegos, romanos y turcos, aunque la independencia albana del imperio otomano se proclamó en 1912, y pueden encontrarse varios monumentos dedicados a este momento a lo largo de la ciudad. El área está mucho menos desarrollada que otros destinos de playa europeos, así que podrás disfrutar de avenidas con palmeras, museos, y playas sin multitudes.
La localidad de Vlora pertenece (de mayor a menor) al condado Vlorë y al círculo Vlorë.
La localidad de Vlora cubre 12 km², tiene 124.000 habitantes (censo 2011) y una densidad de 10.333,33 habitantes por km². La altitud máxima es de 0 m, la altitud media es de 0 m.
El actual alcade de Vlora es Shpëtim Gjika.
El nombre francés de la localidad es Vlora, el nombre español es Vlorë.
El apodo de la localidad es "Qyteti i Pavarësisë" y el lema de Vlora es "Përherë kuqezi". El Patrón de la localidad de Vlora es Ismail Qemali. La página web de Vlora es http://www.bashkiavlore.org
Visitas destacadas
La independencia albanesa del Imperio otomano se proclamó en Vlora el 28 de noviembre de 1912, y el primer museo del país, fundado en 1936, conmemora este episodio de la historia. El museo se encuentra en el edificio que sirvió durante en breve periodo de tiempo como oficinas del Primer ministro albanés, Ismail Qemali. Se encuentra cerca del mar al final del bulevar Ismail Qemali. La independencia de Albania se ganó tras las revueltas contra las injusticias percibidas del Imperio otomano y por la falta de libertades religiosas y culturales. En el Día de la independencia, Ismail Qemali ondeó la hoy bandera de Albania (un águila de dos cabezas sobre un fondo rojo) antes de la Asamblea de Vlora. El Museo Nacional de la Independencia ofrece una oportunidad para entender la historia de la ocupación de Albania, su libertad e identidad nacional a través de documentos históricos, arte, banderas, correspondencia y fotografías que datan desde los tiempos del Renacimiento hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial. Muchas de las habitaciones se mantienen igual que estaban durante el mandato de Ismail Qemali como Primer ministro. Su silla, un sello gubernamental y un regalo de independencia de los americanos se encuentran entre los tesoros históricos. La entrada al museo cuesta alrededor de 2 euros, y el horario de apertura es de 09:00 a 13:00 y de 17:00 a 20:00 de lunes a sábado, y de 09:00 a 12:00 y de 17:00 a 20:00 los domingos.
Este pintoresco monasterio del siglo XIII, construido en una isla, solo es accesible a través de un largo puente de madera desde el pueblo de Zvernec, un poco al norte de Vlora. Los edificios de estilo bizantino conformados de azulejos de piedra y terracota están dedicados a la Virgen María. El tranquilo monasterio está rodeado de pinares y de las aguas de la laguna Narta, convirtiéndolo en uno de los lugares más tranquilos y pintorescos donde ver la puesta de sol. En el monasterio se exhiben obras religiosas del siglo XVI. El 15 de agosto hay una celebración anual por el cumpleaños de Santa María que se lleva a cabo en la isla, y para este evento llegan peregrinos de todas partes a la Iglesia central de Sagrada María. La isla también es el lugar de descanso de Marigo Posio, la mujer que impartía en secreto las primeras clases para niñas a espaldas de los otomanos y cosió el águila de dos cabezas en la bandera izada en la Declaración de Independencia albanesa. Este es un bello lugar en el que observar cientos de especies de aves marinas migratorias y aves acuáticas, o para pasar unas horas pescando besugos y lubinas. Algunos grupos realizan visitas guiadas al monasterio y a Narta, la cercana aldea de cultivo de vino y olivas, donde puede disfrutarse de algunos de los mejores vinos de Albania.
Se cree que esta histórica mezquita del siglo XVI fue diseñada por el arquitecto otomano nacido albanés, Mimar Sinani. Sinani es conocido por sus mezquitas y palacios construidos durante el periodo de Suliman el Magnífico, y es más conocido como el arquitecto de la abovedada mezquita de Estambul, la gran Süleymaniye. Se cree que la mezquita se construyó durante la estancia de Suliman el Magnífico antes de su presión para atacar Italia. La mezquita Muradie ha sobrevivido a los siglos, la ocupación Nazi, y el régimen soviético. Y fue propuesta varias veces como museo arquitectónico durante el mandato comunista. La estructura de mármol, caliza y ladrillo está iluminada por tres filas de ventanas a cada lado, y contiene una habitación para rezar, un alto minarete, y un abovedado techo tallado en piedra. Es un edificio histórico importante que muestra la influencia de la ocupación otomana en Albania en lo que a arquitectura local se refiere. Se cree que es una de las mezquitas más antiguas de Albania y está en buenas condiciones, aunque con los años se han necesitado algunas restauraciones. Esta está en un distrito histórico que está cerca de la tumba del Primer ministro de Albania y del Monumento de la Independencia en la Plaza de la Bandera, y del Cementerio de los mártires donde se conmemora a aquellos que murieron liberando a Albania de los Nazis.
Aprende sobre oficios artesanales, tejidos, y la vida diaria de los albaneses de esta región en el Museo Etnográfico. Se encuentra en una casa tradicional del siglo XIX, uno de las edificios supervivientes más antiguos de Vlora. Más de 300 objetos dan sentido a la cultura albanesa. Utensilios de madera, trabajos de madera, grabados, trabajo de metal, y tapices hechos a mano muestran la destreza manual de los lugareños. Uno de los artefactos más valiosos es la camisa y chaleco de Zihni Abaz Kanina, un político y activista que estuvo implicado en la Declaración de Independencia. También hay una colección del Club Patriótico Laberia, que en el siglo XIX utilizó esta casa como base para su trabajo alentando la cultura albanesa y educación a pesar de lo estricto del mandato otomano. Llega a comprender el funcionamiento de la economía principal del área a través de las épocas en la habitación que alberga las herramientas de pesca tradicional y pesca de anguilas, al igual que un barco tallado tradicional de pesca. Otra habitación alberga el equipamiento para procesar las olivas, y una casa estilo granja ofrece una percepción del estilo de vida de la agricultura a través de la historia de Vlora. El Museo Etnográfico abre de 09:00 a 14:00 de lunes a sábado, y la entrada cuesta menos de 1 euro.
Visita este antiguo Castillo construido en la cima de la montaña Shushica para contemplar las vistas de la pintoresca bahía de Vlora. Inicialmente construido por el príncipe de Kanina durante el siglo III en un asentamiento aún más antiguo, el castillo fue ampliado a fortaleza el siglo siguiente. El emperador romano del imperio Bizantino, Justiniano I, lo remodeló en el siglo V y el castillo se convirtió en el centro estratégico de los ocupantes Serbios durante el siglo XIV. Los venecianos y los turcos también batallaron por obtener el control de la fortaleza de la cima de la montaña, así que el área alberga múltiples capas de historia tanto de los albaneses como de las culturas ocupantes. Se cree que el turco Evlia Celebi, viajante y crónico del siglo XVII, visitó el castillo en sus viajes a través del imperio otomano. Pasea a través de las ruinas de piedra, y escala las murallas para presenciar una inolvidable puesta de sol. También vale la pena dar un paseo a través de las casas y edificios del pueblo de Kanina para llegar a conocer este histórico lugar y disfrutar de las vistas panorámicas de las montañas y el mar. El castillo de Kanina está a menos de media hora de Vlora, y entrar es gratis.
Cuevas y barcos hundidos, afilados acantilados y playas aisladas convierten esta larga península en la alegría de exploradores aventureros. Solo es accesible en barco y está rodeada de reserva marina, así que la península ha permanecido como un área intocable de increíble belleza natural. Las cuevas de esta área son de visita obligada. De diez metros de ancho y quince de alto, la cueva más grande de Albania, Haxhi Ali, es perfecta para explorar en barco. Tómate tu tiempo para explorar la cueva llena de estalagmitas de Duke Gjoni. La península es un sitio muy popular para bucear, en especial alrededor de los bancos hundidos de la Segunda Guerra Mundial y restos más recientes que sirven de hogar para algunas especies marinas. Visita Gramates y la bahía de Arusha para hacer un picnic en la playa y para nadar en sus aguas turquesa.
La bahía de Vlora está llena de playas de roca, pero algunas de sus mejores playas de arena se encuentran muy al sur. Dhermi Beach está a una hora al sur de Vlora, y es el mejor lugar para tomar el sol mediterráneo en una hamaca, disfrutando de la vegetación circundante. Pasea a través de los campos de olivos hasta Drymades Beach para alojarte justo en la playa, o monta una tienda para experimentar una acampada litoral. Hay un montón de vida nocturna en Dhermi y Drymades, con un montón de restaurantes y bares de playa donde famosos DJ pinchan en épocas punta. Jala beach es el sitio ideal para un hospedaje de lujo en una colina que sobresale al mar.
Este parque nacional en la cordillera de Cika es el lugar ideal para disfrutar de la serenidad de las montañas, probar las especialidades locales, como el cordero asado, y observar la vida salvaje local. La montaña está prácticamente cubierta de pinares, y en ella viven ciervos salvajes, muchas especies de pájaros y lobos. En los días claros la vista desde el Paso de Llogora sobre el mar jónico es impresionante. Alójate en una cabina alpina, haz una excursión y monta en parapente desde Llogora hasta Dhermi beach. Visita el árbol “Flag Pine”, al que el viento le ha dado la forma del águila de dos cabezas de la bandera albanesa. El parque Llogora está a unos treinta kilómetros al sudeste de Vlora.
Esta ribera en Vlora es conocida por sus hoteles, bares, restaurantes y clubs. Se le llama “Agua fría” por los manantiales minerales del área. Relájate bajo una sombrilla en Uji I Ftohte beach y disfruta de un baño antes de una noche de baile con famosos DJ locales e internacionales. Ya que esta playa está un poco lejos del puerto, es una de las playas de ciudad más limpias que Vlora ofrece, y las tumbonas al sol cuestan menos de 2 euros por persona. Come al aire libre con vistas al mar, y asegúrate de probar los platos de mariscos de influencia italiana, todo fresco. Las pizzas al horno también son muy asequibles.
¿Cómo llegar?
Desde Tirana, la capital de Albania, salen autobuses y un tren hasta Vlora, al igual que desde Durres, la segunda ciudad más grande. El viaje en autobús desde Tirana tarda unas 3 o 4 horas y cuesta unos 3 euros, llegando a la terminal de autobús de Vlora, cerca de la mezquita de Muradi. El tren desde Tirana tarda unas 5 o 6 horas y cuesta unos 2 euros. Para aquellos que quieran ver las vistas de la Riviera Albanesa, tres buses diarios salen desde Vlora hasta Saranda, un viaje de unas 5 o 6 horas por unos 5 euros. En la mezquita de Muradi también puedes montar una furgoneta (minibús), el modo más barato de moverse por la ciudad y entre los pueblos a lo largo de la costa. No esperes un horario fijo con estos pequeños autobuses, ya que paran en cualquier punto en el que haya pasajeros que necesiten ser recogidos a lo largo del camino. Sin embargo, las furgonetas son baratas (a veces menos de 1 euro), sociales y pintorescas y permiten algunas de las mismas libertades que viajar con coche de alquiler. El conductor incluso parará para permitirte comprar de los puestos que veas al lado de la carretera. Los taxis son relativamente baratos si tienes que moverte por la ciudad, pero el coste por kilómetro aumenta cuando dejas los límites de esta. Explora a pie el bulevar que conecta el centro de la ciudad con la zona portuaria. El puerto es donde encontrarás restaurantes con vistas al mar, clubs, bares y hospedaje en la costa, y la ciudad es donde encontrarás los museos, mezquitas y centro de transportes.