Presentación
Muy cerca del mar Báltico, al norte de Alemania, se encuentra Lübeck, la joya medieval. Menos conocida de lo que merece, la ciudad ostenta sin embargo el segundo lugar en importancia en el estado de Schleswig-Holstein. Situada a tan solo 58 km de Hamburgo, su sobrenombre “ciudad de las siete torres” (stadt der Sieben Türme)” hace referencia a las numerosas agujas de las iglesias de su casco histórico. Localizado en una isla fluvial rodeado por los ríos Trave y Wakenitzes, el centro antiguo atesora un importante patrimonio artístico, por lo que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Nada como pasear por sus calles empedradas descubriendo en cada rincón sus casas de ladrillo rojo y ornamentados tejados, herencia de los siglos en el que Lübeck fue capital de la Liga Hanseática, o asomarse a sus bellos y cuidados patios, para transportarse a un pasado lleno de magia y de historia.
La localidad de Lübeck pertenece (de mayor a menor) al estado Schleswig-Holstein y al distrito Lübeck.
La localidad de Lübeck cubre 214,14 km², tiene 210.892 habitantes (censo 2008) y una densidad de 984,83 habitantes por km². La altitud media es de 13 m.
El actual alcade de Lübeck es Bernd Saxe.
El nombre francés de la localidad es Lübeck.
La página web de Lübeck es http://www.luebeck.de
Visitas destacadas
Si hubiera que elegir el monumento más emblemático de Lübeck, esa sería la puerta Holsten (Holstentor). De estilo gótico, fue construida entre 1464 y 1478 con carácter defensivo. Cuenta con dos imponentes torres que flanquean el cuerpo central. Vista a cierta distancia, se aprecia un conjunto asimétrico debido a que una de las torres está más hundida que la otra como consecuencia del desigual asentamiento en el terreno pantanoso sobre el que se levantaron. Esta inclinación devuelve una imagen irregular que ya forma parte de la estampa típica de la ciudad. La puerta fue restaurada en dos ocasiones, la primera para frenar su progresivo hundimiento, y la segunda para renovar el tejado y parte de la estructura de mampostería. Su interior aloja un museo dedicado al importante papel de Lübeck como ciudad comercial También conocida como "Reina Hanseática", Lübeck asentó su posición de primacía dentro del grupo de las ciudades que conformaban esta alianza de pueblos mercantes en el norte de Europa y llegó a ser la más importante de todas,siendo su arquitectura y sus leyes modelo para otras villas de la Liga.
El skyline de Lübeck está dibujado con las agujas de sus numerosas iglesias. Las de la catedral (Dom) miden nada menos que 120 metros. Construida entre los siglos XII-XIII, la catedral es uno de los edificios más antiguos de la ciudad. De estilo gótico, con tres naves y una fachada caracterizada por el color rojizo de sus ladrillos, el interior alberga importantes tesoros, entre los que destaca El gran triunfo de la cruz, una obra en madera tallada de 17 metros del artista Bernt Notke, el altar de Hans Memling y el hermoso reloj astronómico Lettner.
Información: www.domzuluebeck.de
De mayor altura que el Dom pero de idéntica belleza, la iglesia de Santa María (Marienkirsche) es la tercera en importancia en Alemania. Pertenece al mismo estilo gótico “adaptado” a esta región del Báltico que el ayuntamiento de Lübeck, del que se halla muy cercana.
Cabe mencionar la iglesia de San Jacobo (Jacobikirche), dedicada a los marineros desde la Edad Media, que se conserva prácticamente intacta. Por último, la de San Pedro, convertida hoy en un dinámico centro de eventos y exposiciones. Desde lo más alto de este templo se contemplan las mejores panorámicas de la ciudad.
El edificio del ayuntamiento es uno de los más bonitos de Alemania. En ladrillo oscuro, descansa sobre una galería porticada siguiendo la arquitectura tradicional hanseática, con edificios colindantes también de gran interés. La puerta norte data del siglo XIII presentando dos curiosos orificios que dejan pasar el fuerte viento que sopla en esta zona. Frente a este ala se construyó un antecuerpo renacentista en arenisca muy trabajada. En el extremo del ala este está el Neues Gemach (1440), con una laboriosa fachada calada. Por la galería que da a Breite Strasse se accede a una escalera de piedra de estilo renacentista con bellos motivos florales y diversas pinturas que muestran la historia de la ciudad en tiempos de la Liga Hanseática. El interior cuenta con una gran sala de audiencias (especie de juzgados) con puertas a diferentes alturas. Los acusados que salían absueltos podían usar la puerta alta, mientras que los condenados tenían que quitarse el sombrero y salir por la puerta baja.
Horario de visitas: de lunes a viernes 11 horas, 12 horas y 15:00 los sábados y domingos a las 1.30 pm (siempre y cuando otros eventos no estén teniendo lugar).
El trazado urbanístico medieval se puede contemplar todavía hoy en la parte este del centro histórico: calles estrechas que discurren entre bonitos Höfe (patios) y casitas modestas. Esta zona, densamente poblada en la Edad Media, fue resultado del rápido desarrollo comercial de Lübeck como capital hanseática. Las pequeñas casas de una sola planta y una habitación sustituyeron a las originales de madera. Los estrechos callejones que las unen desembocan en encantadores patios (Höfe) con más viviendas de ladrillo. Perderse en este entramado urbanístico es como retrodecer cinco siglos. Los Höfe más interesantes pueden verse en la calle Glockengiesser Straße. Algunas de estas casas tienen más de 400 años, muchas se utilizan hoy día como apartamentos turísticos y otras siguen habitadas tras una importante restauración. Cabe destacar el pórtico barroco de Füchtingshof 23, que da paso a varias casas que fueron construidas hacia 1639 para las viudas de los mercaderes y los capitanes. La calle toma el nombre del antiguo concejal Johann Füchting que en 1636 dejó una tercera parte de su herencia para "el uso y beneficio de los pobres". Otros patios los encontramos en la parte oeste, cerca del río Trave, alrededor de la calle Engelsgrube.
Uno de los tesoros más interesantes de Lübeck son sus mavillosas casas. Casas de ladrillo con fachada escalonada, infinitas ventanas, tejados rojos... Casas renacentistas, casas góticas... que antes pertenecieron a personajes ilustres y que hoy son museos.
En el número 4 de la calle Mengstrasse se encuentra la Buddenbrook-Haus, con su fachada rococó de 1758. Esta casa fue residencia de la familia Mann entre 1841 y 1891. Aquí el premio nobel Thomas escribió 'Los Buddenboook'. La casa es actualmente un museo dedicado a los dos autores, Einrich y Thomas. Reúne documentos, obras y la historia familiar de los años en que aquí vivieron. www.buddenbrookhaus.de
También merece una visita la interesante residencia de otro premio nobel de las letras alemanas contemporáneas, Günter Grass. La Günter Grass-Haus ocupa el 21 de Glockengiesstrasse. www.grass-haus.de
Y retrocedemos al siglo XVIII, porque lo que fueron dos casas palaciegas, Behnhouse y Drägerhouse, son hoy la sede del magnífico museo que lleva el mismo nombre. Acoge una importante colección de pinturas del siglo XIX y XX, pero además de cuadros, las distintas salas exponen una muestra de la decoración neoclásica de interiores de la época, en especial las habitaciones privadas de los señores de la casa. Son una muestra de los interiores neoclásicos más eminentes del norte de Alemania.
www.museum-Behnhaus-draegerhaus.de
Al lado de la Puerta de Holsten, a orillas del río Trave, se conservan las Saltzspeicher, antiguos depósitos de sal construidos en los años 1579-1745. Estos edificios de estilo renacentista muestran la importancia que la sal tenía desde el punto de vista comercial para la conservación del pescado. Su silueta iluminada junto al río sirvió de “set” para el rodaje de la película "Nosferatu: A Symphony of Horror" . En la actualidad los edificios se utilizan como almacenes textiles.
Financiado por los burgueses de la ciudad durante la Edad Media como hospital de caridad para enfermos sin recursos, el Hospital del Espíritu Santo es uno de los más antiguos de Europa. Data de 1260. Todavía en perfecto estado de conservación, está situado en el centro del casco antiguo y funcionó durante siglos hasta hace poco más de cincuenta años. La cubierta gótica del vestíbulo y las paredes están decoradas con frescos, y la nave se divide en diminutas salas, llamadas Kabäuschen. En el sótano hay un restaurante, Kartofell Keler (Cava de la patata) donde se puede degustar buena comida alemana.
Pasear es la mejor manera de recorrer la ciudad antigua y admirar su hermosa arquitectura. Y la Grosse Petersgrube es una de las calles más indicadas para hacerlo, flanqueada por edificios góticos, barrocos y neoclásicos con hermosísimas fachadas y frontones. En esta calle también se encuentran dos lugares que merecen una visita, el Theatre Figuren Museum, con una de las mayores colecciones de marionetas y títeres, y el Figurentheater, un teatro de marionetas con una completa programación: una auténtica gozada para niños y menos niños.
www.figurentheater-luebeck.de
Georg Niederegger estableció en Lübeck la primera fábrica de mazapán en el siglo XVIII. Fábrica que todavía pertenece a la familia, convirtiéndose en todo un símbolo de la ciudad. El Salón del Mapazán se encuentra en la misma plaza del ayuntamiento. En este antiguo edificio se puede conocer la historia de esta delicia a través de los siglos, aprender cómo se hace el mazapán y probar la especialidad en el Niederegger Café. Un agradable punto y final a una tarde de turismo.
¿Cómo llegar?
En avión: Lübeck tiene su propio aeropuerto (www.flughafen-luebeck.de), aunque la única compañía que lo enlaza con España es Ryanair desde Palma de Mallorca.
El aeropuerto grande más cercano es Hamburgo (www.airport.de).
En tren: Hay servicios que cubren rutas desde las principales ciudades alemanas a Lübeck. Desde Hamburgo, servicios regulares conectan las dos ciudades en poco menos de una hora (www.reiseauskunft.bahn.de).
En autobús: Hay servicios que cubren rutas desde las principales ciudades alemanas a Lübeck. Desde Hamburgo, servicios regulares conectan las dos ciudades en poco menos de una hora (www.scout-sh.de).
Por carretera: Desde Hamburgo hay 68,2 km. El tiempo estimado es de 55 minutos.
Presentación
Muy cerca del mar Báltico, al norte de Alemania, se encuentra Lübeck, la joya medieval. Menos conocida de lo que merece, la ciudad ostenta sin embargo el segundo lugar en importancia en el estado de Schleswig-Holstein. Situada a tan solo 58 km de Hamburgo, su sobrenombre “ciudad de las siete torres” (stadt der Sieben Türme)” hace referencia a las numerosas agujas de las iglesias de su casco histórico. Localizado en una isla fluvial rodeado por los ríos Trave y Wakenitzes, el centro antiguo atesora un importante patrimonio artístico, por lo que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Nada como pasear por sus calles empedradas descubriendo en cada rincón sus casas de ladrillo rojo y ornamentados tejados, herencia de los siglos en el que Lübeck fue capital de la Liga Hanseática, o asomarse a sus bellos y cuidados patios, para transportarse a un pasado lleno de magia y de historia.
La localidad de Lübeck pertenece (de mayor a menor) al estado Schleswig-Holstein y al distrito Lübeck.
La localidad de Lübeck cubre 214,14 km², tiene 210.892 habitantes (censo 2008) y una densidad de 984,83 habitantes por km². La altitud media es de 13 m.
El actual alcade de Lübeck es Bernd Saxe.
El nombre francés de la localidad es Lübeck.
La página web de Lübeck es http://www.luebeck.de
Visitas destacadas
Si hubiera que elegir el monumento más emblemático de Lübeck, esa sería la puerta Holsten (Holstentor). De estilo gótico, fue construida entre 1464 y 1478 con carácter defensivo. Cuenta con dos imponentes torres que flanquean el cuerpo central. Vista a cierta distancia, se aprecia un conjunto asimétrico debido a que una de las torres está más hundida que la otra como consecuencia del desigual asentamiento en el terreno pantanoso sobre el que se levantaron. Esta inclinación devuelve una imagen irregular que ya forma parte de la estampa típica de la ciudad. La puerta fue restaurada en dos ocasiones, la primera para frenar su progresivo hundimiento, y la segunda para renovar el tejado y parte de la estructura de mampostería. Su interior aloja un museo dedicado al importante papel de Lübeck como ciudad comercial También conocida como "Reina Hanseática", Lübeck asentó su posición de primacía dentro del grupo de las ciudades que conformaban esta alianza de pueblos mercantes en el norte de Europa y llegó a ser la más importante de todas,siendo su arquitectura y sus leyes modelo para otras villas de la Liga.
El skyline de Lübeck está dibujado con las agujas de sus numerosas iglesias. Las de la catedral (Dom) miden nada menos que 120 metros. Construida entre los siglos XII-XIII, la catedral es uno de los edificios más antiguos de la ciudad. De estilo gótico, con tres naves y una fachada caracterizada por el color rojizo de sus ladrillos, el interior alberga importantes tesoros, entre los que destaca El gran triunfo de la cruz, una obra en madera tallada de 17 metros del artista Bernt Notke, el altar de Hans Memling y el hermoso reloj astronómico Lettner.
Información: www.domzuluebeck.de
De mayor altura que el Dom pero de idéntica belleza, la iglesia de Santa María (Marienkirsche) es la tercera en importancia en Alemania. Pertenece al mismo estilo gótico “adaptado” a esta región del Báltico que el ayuntamiento de Lübeck, del que se halla muy cercana.
Cabe mencionar la iglesia de San Jacobo (Jacobikirche), dedicada a los marineros desde la Edad Media, que se conserva prácticamente intacta. Por último, la de San Pedro, convertida hoy en un dinámico centro de eventos y exposiciones. Desde lo más alto de este templo se contemplan las mejores panorámicas de la ciudad.
El edificio del ayuntamiento es uno de los más bonitos de Alemania. En ladrillo oscuro, descansa sobre una galería porticada siguiendo la arquitectura tradicional hanseática, con edificios colindantes también de gran interés. La puerta norte data del siglo XIII presentando dos curiosos orificios que dejan pasar el fuerte viento que sopla en esta zona. Frente a este ala se construyó un antecuerpo renacentista en arenisca muy trabajada. En el extremo del ala este está el Neues Gemach (1440), con una laboriosa fachada calada. Por la galería que da a Breite Strasse se accede a una escalera de piedra de estilo renacentista con bellos motivos florales y diversas pinturas que muestran la historia de la ciudad en tiempos de la Liga Hanseática. El interior cuenta con una gran sala de audiencias (especie de juzgados) con puertas a diferentes alturas. Los acusados que salían absueltos podían usar la puerta alta, mientras que los condenados tenían que quitarse el sombrero y salir por la puerta baja.
Horario de visitas: de lunes a viernes 11 horas, 12 horas y 15:00 los sábados y domingos a las 1.30 pm (siempre y cuando otros eventos no estén teniendo lugar).
El trazado urbanístico medieval se puede contemplar todavía hoy en la parte este del centro histórico: calles estrechas que discurren entre bonitos Höfe (patios) y casitas modestas. Esta zona, densamente poblada en la Edad Media, fue resultado del rápido desarrollo comercial de Lübeck como capital hanseática. Las pequeñas casas de una sola planta y una habitación sustituyeron a las originales de madera. Los estrechos callejones que las unen desembocan en encantadores patios (Höfe) con más viviendas de ladrillo. Perderse en este entramado urbanístico es como retrodecer cinco siglos. Los Höfe más interesantes pueden verse en la calle Glockengiesser Straße. Algunas de estas casas tienen más de 400 años, muchas se utilizan hoy día como apartamentos turísticos y otras siguen habitadas tras una importante restauración. Cabe destacar el pórtico barroco de Füchtingshof 23, que da paso a varias casas que fueron construidas hacia 1639 para las viudas de los mercaderes y los capitanes. La calle toma el nombre del antiguo concejal Johann Füchting que en 1636 dejó una tercera parte de su herencia para "el uso y beneficio de los pobres". Otros patios los encontramos en la parte oeste, cerca del río Trave, alrededor de la calle Engelsgrube.
Uno de los tesoros más interesantes de Lübeck son sus mavillosas casas. Casas de ladrillo con fachada escalonada, infinitas ventanas, tejados rojos... Casas renacentistas, casas góticas... que antes pertenecieron a personajes ilustres y que hoy son museos.
En el número 4 de la calle Mengstrasse se encuentra la Buddenbrook-Haus, con su fachada rococó de 1758. Esta casa fue residencia de la familia Mann entre 1841 y 1891. Aquí el premio nobel Thomas escribió 'Los Buddenboook'. La casa es actualmente un museo dedicado a los dos autores, Einrich y Thomas. Reúne documentos, obras y la historia familiar de los años en que aquí vivieron. www.buddenbrookhaus.de
También merece una visita la interesante residencia de otro premio nobel de las letras alemanas contemporáneas, Günter Grass. La Günter Grass-Haus ocupa el 21 de Glockengiesstrasse. www.grass-haus.de
Y retrocedemos al siglo XVIII, porque lo que fueron dos casas palaciegas, Behnhouse y Drägerhouse, son hoy la sede del magnífico museo que lleva el mismo nombre. Acoge una importante colección de pinturas del siglo XIX y XX, pero además de cuadros, las distintas salas exponen una muestra de la decoración neoclásica de interiores de la época, en especial las habitaciones privadas de los señores de la casa. Son una muestra de los interiores neoclásicos más eminentes del norte de Alemania.
www.museum-Behnhaus-draegerhaus.de
Al lado de la Puerta de Holsten, a orillas del río Trave, se conservan las Saltzspeicher, antiguos depósitos de sal construidos en los años 1579-1745. Estos edificios de estilo renacentista muestran la importancia que la sal tenía desde el punto de vista comercial para la conservación del pescado. Su silueta iluminada junto al río sirvió de “set” para el rodaje de la película "Nosferatu: A Symphony of Horror" . En la actualidad los edificios se utilizan como almacenes textiles.
Financiado por los burgueses de la ciudad durante la Edad Media como hospital de caridad para enfermos sin recursos, el Hospital del Espíritu Santo es uno de los más antiguos de Europa. Data de 1260. Todavía en perfecto estado de conservación, está situado en el centro del casco antiguo y funcionó durante siglos hasta hace poco más de cincuenta años. La cubierta gótica del vestíbulo y las paredes están decoradas con frescos, y la nave se divide en diminutas salas, llamadas Kabäuschen. En el sótano hay un restaurante, Kartofell Keler (Cava de la patata) donde se puede degustar buena comida alemana.
Pasear es la mejor manera de recorrer la ciudad antigua y admirar su hermosa arquitectura. Y la Grosse Petersgrube es una de las calles más indicadas para hacerlo, flanqueada por edificios góticos, barrocos y neoclásicos con hermosísimas fachadas y frontones. En esta calle también se encuentran dos lugares que merecen una visita, el Theatre Figuren Museum, con una de las mayores colecciones de marionetas y títeres, y el Figurentheater, un teatro de marionetas con una completa programación: una auténtica gozada para niños y menos niños.
www.figurentheater-luebeck.de
Georg Niederegger estableció en Lübeck la primera fábrica de mazapán en el siglo XVIII. Fábrica que todavía pertenece a la familia, convirtiéndose en todo un símbolo de la ciudad. El Salón del Mapazán se encuentra en la misma plaza del ayuntamiento. En este antiguo edificio se puede conocer la historia de esta delicia a través de los siglos, aprender cómo se hace el mazapán y probar la especialidad en el Niederegger Café. Un agradable punto y final a una tarde de turismo.
¿Cómo llegar?
En avión: Lübeck tiene su propio aeropuerto (www.flughafen-luebeck.de), aunque la única compañía que lo enlaza con España es Ryanair desde Palma de Mallorca.
El aeropuerto grande más cercano es Hamburgo (www.airport.de).
En tren: Hay servicios que cubren rutas desde las principales ciudades alemanas a Lübeck. Desde Hamburgo, servicios regulares conectan las dos ciudades en poco menos de una hora (www.reiseauskunft.bahn.de).
En autobús: Hay servicios que cubren rutas desde las principales ciudades alemanas a Lübeck. Desde Hamburgo, servicios regulares conectan las dos ciudades en poco menos de una hora (www.scout-sh.de).
Por carretera: Desde Hamburgo hay 68,2 km. El tiempo estimado es de 55 minutos.