Presentación
En el noroeste de la isla australiana de Tasmania, el hogar del famoso diablo, se localiza la pequeña ciudad de Perth, cuya población oscila en torno a los 2.300 habitantes. Con sus calles y plazas rebosantes de sabor colonial y sus edificios históricos del siglo XIX, Perth se ha convertido en uno de los destinos ideales para conocer esta parte del país. Tomar la ciudad como punto de partida para descubrir los grandes tesoros que encierra Tasmania, con su especial naturaleza salvaje y bella, es una gran idea. La zona ofrece grandes posibilidades para los amantes del senderismo y las actividades al aire libre. En cualquier caso, para viajar a Perth hay que tener en cuenta el clima. Allí es verano de diciembre a febrero, mientras que el invierno va de junio a agosto. En esta época es también cuando más llueve.
Visitas destacadas
Es uno de los lugares más interesantes para visitar en los alrededores de la ciudad de Perth. Se trata de una granja australiana de principios del siglo XIX, que está abierta al público con el objetivo de dar a conocer cómo era la vida en la época en aquella zona de Tasmania. En los dominios de la fincan se incluyen varios edificios en los que pueden verse un amplio repertorio de objetos de aquellos tiempos, desde piezas de mobiliario y obras de arte, hasta fotografías y documentos. La granja fue fundada en 1817 por Thomas Archer. Desde entonces, nada menos que seis generaciones de la misma familia han vivido en la propiedad, manteniéndola de padres a hijos. De esta forma, la finca y todo lo que contiene ha preservado su valor y el patrimonio se ha mantenido en perfectas condiciones a pesar del paso de los años. Además, la granja posee un bello jardín amurallado que fue proyectado por el mismo Thomas Archer alrededor de 1840. La Fundación Woolmers lo ha restaurado en los últimos años mediante la replantación de árboles, arbustos y rosales, de los que existen un amplio repertorio, ya que en primavera florecen en el jardín más de 5.000 rosas que lo dotan de una belleza espectacular. Horario: de lunes a sábado, de 9:00 a 16:30 h. Hay visitas guiadas a las 11:00, 12:30, 14:00 y 15:30 h. Domingos y festivos cerrado. Web: www.woolmers.com.au Precio: entrada adultos, 13,60 €. Niños, 4,75 €.
Se trata de otra de las granjas históricas que pueden visitarse en las inmediaciones de Perth, y que cuenta con la particularidad de pertenecer a la lista de lugares Patrimonio de la Humanidad. Un conjunto de unos veinte edificios, a modo de pequeño pueblo, componen la propiedad que fue establecida por William Archer en 1824, y que fue construida por convictos. Desde entonces la familia Archer ha sido la propietaria de la granja, que lleva siete generaciones en la familia. Hay una capilla de apariencia gótica, graneros y almacenes, diversos cobertizos y una gran casa de estilo georgiano, alrededor de la cual se han establecido un amplio jardín de cuatro hectáreas de extensión que exhibe bellas plantaciones de rosas, entre otras muchas especies. Hay un jardín inglés, un rincón para especies exóticas y árboles como robles, cedros y olmos. También hay un espacio dedicado a la huerta y diversos animales de granja. Junto con Woolmers Estate, la granja Brickendon fue declarada en el año 2010 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Horario: de martes a domingo, de 9:00 a 17:00 h. Tel.: +61 3 6391 1383 Web: www.brickendon.com.au Precio: entrada adultos, 8,50 €. Niños, 3,40 €.
Si bien hemos hablado de la especial granja histórica de Brickendon, mención aparte merecen sus espectaculares jardines, los Estate Gardens. Se trata de una de las colecciones de árboles más especiales de toda Australia, ya que reúne un sinfín de ejemplares muy antiguos de robles, olmos, cedros, pinos, tejos y tilos, algunos de ellos con unos 180 años de vida. También se pueden ver en el jardín árboles muy exóticos procedentes de todo el mundo, como robles africanos, alcornoques portugueses. El artífice de este maravilloso rincón verde de Tasmania es William Archer, fundador también de la granja en la que se localiza el jardín. Además de los maravillosos árboles que se pueden ver en el jardín, hay grandes plantaciones de rosas y especies anuales y perennes, así como muchos arbustos silvestres. La mejor época para visitar el jardín es en primavera, cuando florecen las miles de flores en un estallido de color y aromas. En Australia la estación primaveral discurre entre los meses de noviembre a abril. Precio: la visita guiada de una hora y media de duración cuesta 9,50 € por persona. Más información en el tel. +61 3 6391 1383.
Descubrir esta maravillosa tierra a vista de pájaro. Esta es, precisamente, una de las experiencias que pueden vivirse en Perth. Allí, y también en las localidades cercanas, existen numerosas empresas que ofrecen vuelos panorámicos, perfectos para conocer desde el aire los lugares más interesantes de este rincón de Australia. Existe un amplio repertorio de vuelos entre los que elegir en los alrededores de Perth. Como el que sobrevuela el Parque Nacional de Ben Lomond, un rincón natural de belleza extraordinaria en el que destacan los acantilados de Stacks Bluff, o la zona de South West Tasmania. Una de las empresas es el Tasmanian Aero Club que organiza vuelos sobre la ciudad de Launceston, el cercano lago Pedder (en el Wilderness Area de Patrimonio Mundial de Tasmania) o la isla de Flinders. La duración de los vuelos varía entre 30 minutos a 6 horas como máximo, en función del recorrido, y los precios oscilan entre los 7 y los 6.800 €. Otra empresa que ofrece este mismo tipo de vuelos panorámicos en la zona es Launceston Flying Services. Tanto el tipo de vuelos como los precios son similares a los del Tasmanian Aero Club.
Muy cerca de Perth encontramos un lugar de gran interés, especialmente para todos aquellos amantes de los animales. Se trata del Tasmania Zoo, un parque zoológico que se localiza en el valle del Tamar, y que es el mayor de toda Tasmania. Son nada menos que 360 hectáreas de terreno, principalmente de frondosos bosques, en los que vive una gran cantidad de animales silvestres, entre los que no pueden faltar el famoso demonio de Tasmania. Pero no es el único animal exótico que reside en el parque. También pueden verse koalas, canguros, emús, wombats y otros muchos ejemplares animales que no estamos acostumbrados a ver normalmente. En el zoo se está desarrollando un programa de cría de demonios de Tasmania, así como otro de protección de animales en peligro de extinción. La colección de aves del parque, con unos 80 ejemplares, es también muy importante. Una de las experiencias que pueden vivir los visitantes en el parque es la de dar de comer a los demonios de Tasmania (se organizan pases a las 10:30, 13:00 y 15:30 h.), así como al pingüino azul. Horario: abre todos los días, de 9:00 a 17:00 h. Tel.: 03 6396 6100 / +613 6396 6100 (llamadas internacionales). Precio: entrada adultos, 17 €. Niños, 8,50 €.
Launceston, a 18 km. de Perth, es una ciudad cultural en la que se pueden visitar numerosos lugares interesantes relacionados con el mundo de la cultura y el arte. Como el Museo Reina Victoria Galería de Arte, QVMAG según sus siglas en inglés, que es uno de los mayores museos de todo el país. Es el lugar perfecto para visitar si lo que queremos es descubrir y conocer la historia de la zona y la idiosincrasia de sus gentes. Reúne importantes obras de arte colonial, así como trabajos de diseño y otras artes decorativas, además de colecciones de ciencias naturales, etc. Más información en www.qvmag.tas.gov.au
El segundo núcleo urbano más grande de Tasmania, Launceston, es uno de los lugares más interesantes para visitar desde Perth, ya que ambas ciudades están relativamente cerca (a solamente 18 km.). Es, además, una de las ciudades más antiguas de Australia, por lo que cuenta con numerosos lugares de interés que visitar, especialmente unos bellos edificios antiguos que merece la pena contemplar. Su clima templado y benigno es un aliciente más para visitar la ciudad.
En el noroeste de Tasmania, muy cerca de Perth (a unos 7 km.), se localiza la ciudad de Longford, que se sitúa geográficamente en el lugar en el que confluyen los ríos Macquarie y South Esk. De entre los muchos lugares importantes que posee y que merecen una visita, sobresale la iglesia de Cristo, que data del año 1839, construida en un estilo muy peculiar, con elementos góticos y coloniales. Posee una torre cuadrada y un destacado reloj que fue un regalo del rey George IV.
En Tasmania existen varios parques nacionales. Uno de ellos, el de Mole Creek Karst, destaca especialmente por su peculiar sistema de cuevas, de las que se cuentan más de 200. Las cuevas fueron descubiertas en la década de 1830 y, a principios del siglo XX, concretamente en 1912 se abrió al público la llamada Cueva de Marakoopa. Hoy esta zona pertenece al Área del Patrimonio Mundial de Tasmania. Merece la pena contemplar sus especiales formaciones rocosas, sus estalactitas y la cavidad que se conoce con el nombre de Gran Catedral. Tampoco puede faltar el recorrido por la Cueva del Rey Salomón, de 228 metros de longitud con un variado repertorio de formaciones rocosas que son todo un espectáculo.
¿Cómo llegar?
- Por carretera: aunque se llegue volando a Tasmania, después habrá que conducir hasta Perth. Las carreteras de esta parte del país son buenas, y las distancias no muy largas. Sin embargo, aunque están en buen estado, las carreteras son sinuosas y los trayectos llevan su tiempo. Para llegar a Perth se puede tomar la Nacional 1 que va de Hobart a Burnie, y que pasa cerca de Launceston, a menos de 20 km. de Perth. - En avión: la opción más lógica y práctica para llegar a Tasmania y concretamente a la ciudad de Perth, es hacerlo en avión. A pesar de ello, los dos aeropuertos de Tasmania no acogen vuelos internacionales, por lo que hay que volar vía Melbourne. Se trata del Aeropuerto de Hobart y del aeropuerto de Launceston, muy cerca de Perth. A este último llegan vuelos procedentes de Melbourne, Sidney y Brisbane. - En barco: es posible llegar a Tasmania en barco, ya que existe un servicio de ferry diario entre Melbourne y Devonport, aunque es más caro que viajar en avión. - Transporte público: aunque la ciudad no es tan grande como para no poder recorrerla a pie, la mejor alternativa para moverse por la zona es alquilar un coche. Esto nos dará libertad para visitar los muchos lugares de interés que posee esta tierra.
Presentación
En el noroeste de la isla australiana de Tasmania, el hogar del famoso diablo, se localiza la pequeña ciudad de Perth, cuya población oscila en torno a los 2.300 habitantes. Con sus calles y plazas rebosantes de sabor colonial y sus edificios históricos del siglo XIX, Perth se ha convertido en uno de los destinos ideales para conocer esta parte del país. Tomar la ciudad como punto de partida para descubrir los grandes tesoros que encierra Tasmania, con su especial naturaleza salvaje y bella, es una gran idea. La zona ofrece grandes posibilidades para los amantes del senderismo y las actividades al aire libre. En cualquier caso, para viajar a Perth hay que tener en cuenta el clima. Allí es verano de diciembre a febrero, mientras que el invierno va de junio a agosto. En esta época es también cuando más llueve.
Visitas destacadas
Es uno de los lugares más interesantes para visitar en los alrededores de la ciudad de Perth. Se trata de una granja australiana de principios del siglo XIX, que está abierta al público con el objetivo de dar a conocer cómo era la vida en la época en aquella zona de Tasmania. En los dominios de la fincan se incluyen varios edificios en los que pueden verse un amplio repertorio de objetos de aquellos tiempos, desde piezas de mobiliario y obras de arte, hasta fotografías y documentos. La granja fue fundada en 1817 por Thomas Archer. Desde entonces, nada menos que seis generaciones de la misma familia han vivido en la propiedad, manteniéndola de padres a hijos. De esta forma, la finca y todo lo que contiene ha preservado su valor y el patrimonio se ha mantenido en perfectas condiciones a pesar del paso de los años. Además, la granja posee un bello jardín amurallado que fue proyectado por el mismo Thomas Archer alrededor de 1840. La Fundación Woolmers lo ha restaurado en los últimos años mediante la replantación de árboles, arbustos y rosales, de los que existen un amplio repertorio, ya que en primavera florecen en el jardín más de 5.000 rosas que lo dotan de una belleza espectacular. Horario: de lunes a sábado, de 9:00 a 16:30 h. Hay visitas guiadas a las 11:00, 12:30, 14:00 y 15:30 h. Domingos y festivos cerrado. Web: www.woolmers.com.au Precio: entrada adultos, 13,60 €. Niños, 4,75 €.
Se trata de otra de las granjas históricas que pueden visitarse en las inmediaciones de Perth, y que cuenta con la particularidad de pertenecer a la lista de lugares Patrimonio de la Humanidad. Un conjunto de unos veinte edificios, a modo de pequeño pueblo, componen la propiedad que fue establecida por William Archer en 1824, y que fue construida por convictos. Desde entonces la familia Archer ha sido la propietaria de la granja, que lleva siete generaciones en la familia. Hay una capilla de apariencia gótica, graneros y almacenes, diversos cobertizos y una gran casa de estilo georgiano, alrededor de la cual se han establecido un amplio jardín de cuatro hectáreas de extensión que exhibe bellas plantaciones de rosas, entre otras muchas especies. Hay un jardín inglés, un rincón para especies exóticas y árboles como robles, cedros y olmos. También hay un espacio dedicado a la huerta y diversos animales de granja. Junto con Woolmers Estate, la granja Brickendon fue declarada en el año 2010 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Horario: de martes a domingo, de 9:00 a 17:00 h. Tel.: +61 3 6391 1383 Web: www.brickendon.com.au Precio: entrada adultos, 8,50 €. Niños, 3,40 €.
Si bien hemos hablado de la especial granja histórica de Brickendon, mención aparte merecen sus espectaculares jardines, los Estate Gardens. Se trata de una de las colecciones de árboles más especiales de toda Australia, ya que reúne un sinfín de ejemplares muy antiguos de robles, olmos, cedros, pinos, tejos y tilos, algunos de ellos con unos 180 años de vida. También se pueden ver en el jardín árboles muy exóticos procedentes de todo el mundo, como robles africanos, alcornoques portugueses. El artífice de este maravilloso rincón verde de Tasmania es William Archer, fundador también de la granja en la que se localiza el jardín. Además de los maravillosos árboles que se pueden ver en el jardín, hay grandes plantaciones de rosas y especies anuales y perennes, así como muchos arbustos silvestres. La mejor época para visitar el jardín es en primavera, cuando florecen las miles de flores en un estallido de color y aromas. En Australia la estación primaveral discurre entre los meses de noviembre a abril. Precio: la visita guiada de una hora y media de duración cuesta 9,50 € por persona. Más información en el tel. +61 3 6391 1383.
Descubrir esta maravillosa tierra a vista de pájaro. Esta es, precisamente, una de las experiencias que pueden vivirse en Perth. Allí, y también en las localidades cercanas, existen numerosas empresas que ofrecen vuelos panorámicos, perfectos para conocer desde el aire los lugares más interesantes de este rincón de Australia. Existe un amplio repertorio de vuelos entre los que elegir en los alrededores de Perth. Como el que sobrevuela el Parque Nacional de Ben Lomond, un rincón natural de belleza extraordinaria en el que destacan los acantilados de Stacks Bluff, o la zona de South West Tasmania. Una de las empresas es el Tasmanian Aero Club que organiza vuelos sobre la ciudad de Launceston, el cercano lago Pedder (en el Wilderness Area de Patrimonio Mundial de Tasmania) o la isla de Flinders. La duración de los vuelos varía entre 30 minutos a 6 horas como máximo, en función del recorrido, y los precios oscilan entre los 7 y los 6.800 €. Otra empresa que ofrece este mismo tipo de vuelos panorámicos en la zona es Launceston Flying Services. Tanto el tipo de vuelos como los precios son similares a los del Tasmanian Aero Club.
Muy cerca de Perth encontramos un lugar de gran interés, especialmente para todos aquellos amantes de los animales. Se trata del Tasmania Zoo, un parque zoológico que se localiza en el valle del Tamar, y que es el mayor de toda Tasmania. Son nada menos que 360 hectáreas de terreno, principalmente de frondosos bosques, en los que vive una gran cantidad de animales silvestres, entre los que no pueden faltar el famoso demonio de Tasmania. Pero no es el único animal exótico que reside en el parque. También pueden verse koalas, canguros, emús, wombats y otros muchos ejemplares animales que no estamos acostumbrados a ver normalmente. En el zoo se está desarrollando un programa de cría de demonios de Tasmania, así como otro de protección de animales en peligro de extinción. La colección de aves del parque, con unos 80 ejemplares, es también muy importante. Una de las experiencias que pueden vivir los visitantes en el parque es la de dar de comer a los demonios de Tasmania (se organizan pases a las 10:30, 13:00 y 15:30 h.), así como al pingüino azul. Horario: abre todos los días, de 9:00 a 17:00 h. Tel.: 03 6396 6100 / +613 6396 6100 (llamadas internacionales). Precio: entrada adultos, 17 €. Niños, 8,50 €.
Launceston, a 18 km. de Perth, es una ciudad cultural en la que se pueden visitar numerosos lugares interesantes relacionados con el mundo de la cultura y el arte. Como el Museo Reina Victoria Galería de Arte, QVMAG según sus siglas en inglés, que es uno de los mayores museos de todo el país. Es el lugar perfecto para visitar si lo que queremos es descubrir y conocer la historia de la zona y la idiosincrasia de sus gentes. Reúne importantes obras de arte colonial, así como trabajos de diseño y otras artes decorativas, además de colecciones de ciencias naturales, etc. Más información en www.qvmag.tas.gov.au
El segundo núcleo urbano más grande de Tasmania, Launceston, es uno de los lugares más interesantes para visitar desde Perth, ya que ambas ciudades están relativamente cerca (a solamente 18 km.). Es, además, una de las ciudades más antiguas de Australia, por lo que cuenta con numerosos lugares de interés que visitar, especialmente unos bellos edificios antiguos que merece la pena contemplar. Su clima templado y benigno es un aliciente más para visitar la ciudad.
En el noroeste de Tasmania, muy cerca de Perth (a unos 7 km.), se localiza la ciudad de Longford, que se sitúa geográficamente en el lugar en el que confluyen los ríos Macquarie y South Esk. De entre los muchos lugares importantes que posee y que merecen una visita, sobresale la iglesia de Cristo, que data del año 1839, construida en un estilo muy peculiar, con elementos góticos y coloniales. Posee una torre cuadrada y un destacado reloj que fue un regalo del rey George IV.
En Tasmania existen varios parques nacionales. Uno de ellos, el de Mole Creek Karst, destaca especialmente por su peculiar sistema de cuevas, de las que se cuentan más de 200. Las cuevas fueron descubiertas en la década de 1830 y, a principios del siglo XX, concretamente en 1912 se abrió al público la llamada Cueva de Marakoopa. Hoy esta zona pertenece al Área del Patrimonio Mundial de Tasmania. Merece la pena contemplar sus especiales formaciones rocosas, sus estalactitas y la cavidad que se conoce con el nombre de Gran Catedral. Tampoco puede faltar el recorrido por la Cueva del Rey Salomón, de 228 metros de longitud con un variado repertorio de formaciones rocosas que son todo un espectáculo.
¿Cómo llegar?
- Por carretera: aunque se llegue volando a Tasmania, después habrá que conducir hasta Perth. Las carreteras de esta parte del país son buenas, y las distancias no muy largas. Sin embargo, aunque están en buen estado, las carreteras son sinuosas y los trayectos llevan su tiempo. Para llegar a Perth se puede tomar la Nacional 1 que va de Hobart a Burnie, y que pasa cerca de Launceston, a menos de 20 km. de Perth. - En avión: la opción más lógica y práctica para llegar a Tasmania y concretamente a la ciudad de Perth, es hacerlo en avión. A pesar de ello, los dos aeropuertos de Tasmania no acogen vuelos internacionales, por lo que hay que volar vía Melbourne. Se trata del Aeropuerto de Hobart y del aeropuerto de Launceston, muy cerca de Perth. A este último llegan vuelos procedentes de Melbourne, Sidney y Brisbane. - En barco: es posible llegar a Tasmania en barco, ya que existe un servicio de ferry diario entre Melbourne y Devonport, aunque es más caro que viajar en avión. - Transporte público: aunque la ciudad no es tan grande como para no poder recorrerla a pie, la mejor alternativa para moverse por la zona es alquilar un coche. Esto nos dará libertad para visitar los muchos lugares de interés que posee esta tierra.