Visitas destacadas
Senderismo por el valle Ötzal
El valle Ötzal parece estar apresado por las inmensas montañas de los Alpes, ya que es un valle estrecho de 50 kilómetros de largo que parece desplazarse hacia el sur. Este valle era el paraíso del relax para los austriacos hasta hace poco, por lo que sus senderos están muy poco explorados y, por lo tanto, son ideales para vivir en naturaleza casi virgen. Desde 1991, fecha en la que se descubrió congelado a un hombre del neolítico, el valle es conocido mundialmente y recibe muchas más visitas, aunque aún no ha perdido su esencia, su paz.
Gracias a todas estas circunstancias, recorrer el valle caminando es una de las mejores actividades a realizar cuando se visita Längenfeld en verano. El valle dispone de senderos claramente marcados, rutas accesibles, divisiones por dificultad y guías informativas en todas las ciudades importantes. Durante los recorridos se podrá disfrutar de los pastos verdes, las praderas con flores de colores, los lagos de agua cristalina e incluso disfrutar de una parada agradable en uno de los muchos hoteles con encanto que salpican el valle.
Los más atrevidos pueden optar por alguno de los senderos que abandonan el valle y suben la montaña, desde la que se obtendrán vistas espectaculares del valle y se podrá visitar un típico refugio de montaña alpino.
Deportes de aventura
La región de los Alpes en general, y el valle de Ötzal en particular, es uno de los mejores destinos para practicar deportes de aventura. Aquellos que deseen soltar adrenalina durante sus vacaciones encontrarán muy cerca de Längenfeld muchas opciones en un lugar privilegiado. Las montañas de los Alpes son tan impresionantes, tan altas, que practicar la escalada en una de ellas es un reto hasta para el más aventurero.
Esta zona no sólo permite practicar escalada, también hay muchas posibilidades para practicar bicicleta de montaña, rafting en los ríos que bajan con mucho caudal durante la primavera o montar en canoa en las espectaculares gargantas que ofrecen los Alpes.
El Área 47, situado al comienzo del valle, ofrece muchas instalaciones para practicar cualquier tipo de deporte de aventura, y se encuentra a solo 23 kilómetros de Längenfeld. En Área 47 se puede practicar escalada a 27 metros de altura, e incluso participar en pruebas de velocidad. Los que quieran ver el valle a vista de pájaro podrán hacerlo en el "Flying Fox", o participar en las actividades acuáticas. Para llegar hay que coger la línea 4194 de autobús en dirección Imst Terminal Post hasta la parada Öztaler Höhe.
Página Web: http://www.area47.at/
e-mail: http://www.area47.at/
Disfrutar del esquí y la nieve en invierno
Alrededor de Längenfeld se encuentran algunas de las mejores pistas de esquí de Austria. Estaciones que llevan años en funcionamiento y que ofrecen los mejores servicios para que el deportista se preocupe solamente de mejorar sus habilidades con los esquíes. Ötzal ofrece muchos kilómetros de pistas para practicar esquí alpino o esquí de fondo, pistas para practicar snowboard, lugares para disfrutar en familia o especializados para niños además de una gran oferta de actividades après-ski.
La estación de Oetz, a 17 kilómetros de Längenfeld, ofrece una pequeña estación con 34 kilómetros esquiables ideal para disfrutar en familia y sin aglomeraciones.
Sölden, a 13 kilómetros de Längenfeld, dispone de una estación mucho más completa con 154 kilómetros de pistas. En esta estación se encuentran los picos Gaislachkog, Schwarze Schneid, Tiefenbachkogl y Wildspitze con entre 3.058 y 3.774 metros de altura. Además los glaciares Tiefenbach y Rettenbach aseguran la nieve durante toda la temporada además de permitir el esquí en un lugar poco común y de gran belleza.
Los que disfrutan en ambientes más selectos encontrarán en Obergurgl, a 27 kilómetros de Längenfeld, una estación de esquí alejada de la civilización. En ella se acaban las carreteras y sólo hay montaña, por lo se tiene la sensación de encontrarse en el fin del mundo. 100 kilómetros de pistas con picos de entre 2.150 y 3.80 metros de altura.
El invierno en Längenfeld: mucho más que esquí
Durante el invierno en Längenfeld hay muchas más cosas que hacer que disfrutar del esquí, muchos más deportes para disfrutar del aire libre y la naturaleza aptos para toda la familia. Entre todas las opciones disponibles se encuentra recorrer el valle nevado por los mismos senderos que en primavera para descubrir que los paisajes parecen diferentes bajo un manto de nieve y, eso sí, con algo más de dificultad.
Patinar sobre hielo es otro de los atractivos del invierno y aún más si se puede hacer al aire libre sobre un lago congelado de los Alpes. Patinar sobre hielo natural es una experiencia irrepetible. El lago Weissensee, a 60 kilómetros de Längenfeld tiene una extensión de más de 6 kilómetros cuadrados, convirtiéndose en el área más grande para patinaje al aire libre de toda la región. Gracias a su gran extensión se puede utilizar el lago para patinar, practicar hockey e incluso para montar en coche de caballos.
Aquellos que no saben esquiar pero quieren disfrutar de la sensación de deslizarse por la nieva podrán probar la experiencia conocida como "toboganing". En el valle de Stubaital, a 90 kilómetros de Längenfeld, se puede disfrutar de 8 kilómetros de pistas para lanzarse en trineo.
Museo de Längenfeld
Längenfeld ofrece actividades para realizar dentro del casco urbano. El Museo de Längenfeld es el lugar perfecto para conocer la historia de la ciudad y comprender mejor el carácter y estilo de vida de sus habitantes. El museo se encuentra ubicado en una antigua granja construida en la arquitectura típica de los Alpes, son dos edificios de almacenaje unidos entre sí y con tejados de madera y granero. Junto al edificio principal se encuentra un tipo de hórreo que se utilizaba también como almacén construido en el siglo XVII y que muestra a los visitantes el estilo de vida tan modesto que los habitantes de las montañas llevaron durante mucho tiempo.
Además de los edificios el museo muestra utensilios de trabajo utilizados en este tipo de granjas tanto para labrar el campo como para cuidar de los animales. Entre estos utensilios se encuentran las herramientas necesarias para tratar el lino, que durante el siglo XIX fue la principal fuente de ingresos en el valle de Ötzal. En el complejo se pueden ver también algunas instalaciones utilizadas para la agricultura, como las que funcionan gracias al paso del caudal del arroyo Lehnbach.
Dirección: Lehn 24, Längenfeld, Austria.
Horario: L-V 10:00-12:00 y 14:00-17:00; D 14:00-16:00.
Precio: 4 euros.
e-mail: info@oetztal-museum.at
Página Web: http://www.oetztal-museum.at/
Innsbruck
Innsbruck, la capital del Tirol, se encuentra a 74 kilómetros de Längenfeld y es una visita obligada si se pasan unas vacaciones en Lägenfeld. El Tejadillo del Oro, en el barrio histórico de la ciudad, es una de las atracciones más visitadas. Consite en un pequeño balcón con un tejado dorado que Maximiliano I mandó construir para celebrar su enlace y que se ha convertido en el símbolo de la ciudad. La Iglesia de la Corte es también una visita muy interesante en la que se puede ver el monumento funerario de Maximiliano I.
Desde Längenfeld se debe llegar hasta Ötzal con un autobús de la línea 4194 y allí tomar un tren de la línea 2 hasta Innsbruck.
Museo Arqueológico de Ötzi
En la localidad de Umhausen se encuentra el Museo Arqueológico de Ötzi, un museo al aire libre en el que se muestra el modo de vida durante la era neolítica. La principal atracción del museo es Ötzi, nombre con el que se conoce al hombre del neolítico que permaneció congelado durante más de 3.000 años y que se encontró en este lugar en 1.991. Después de aprender sus costumbres y ver las herramientas que utilizaba se puede terminar la visita con una sesión de fotos junto a Ötzi.
Para llegar a Umhausen desde Längenfeld hay que coger la línea 4194 hasta Umhausen Feuerwehr, el trayecto dura alrededor de 15 minutos.
Füssen
La localidad alemana de Füssen se encuentra a 97 kilómetros de Längenfeld. En Füssen se encuentra uno de los castillos más visitados del mundo, el castillo del rey loco, aquel en el que se inspiró Walt Disney para diseñar el castillo que hoy en día es símbolo de la compañía. El castillo de Neuschwanstein se construyó en un lugar perdido en la montaña debido a que Luis II quería huir de los ruidos de la ciudad. Se debe tener en cuenta que las entradas no pueden comprarse en la puerta del castillo, por lo que hay que comprarlas antes de comenzar el ascenso.
La mejor opción para llegar hasta Füssen es coger la carretera B179, el trayecto dura una hora y media aproximadamente.
Landeck
En la localidad de Landeck se encuentra un castillo mucho menos famoso que el de Neuschwanstein pero que merece la pena visitar. Se encuentra en lo alto de una colina, rodeado de pinos, observando la ciudad. El castillo se construyó como defensa en el siglo XIII y hoy en día es el símbolo de la ciudad y alberga un museo que cuenta su historia. A lo largo de todo el año se organizan en él exposiciones itinerantes y conciertos, durante el adviento el castillo retrocede y se presenta como un castillo de cuento de hadas.
Para llegar a Landeck hay que desplazarse desde Längenfeld hasta Ötzal y posteriormente coger un autobús de la línea 4206 o un tren RJ.
Redactor :
Anne Chabot
