Presentación
Obergurgl es un pequeño enclave de alta montaña situado en los Alpes tiroleses, en Austria, que multiplica su población de 400 habitantes cuando llega la temporada de nieve. Se ubica en el valle Ötzal, el mayor valle transversal del Tirol con 67 kilómetros de longitud, a casi 2.000 metros de altitud, junto a la frontera con Italia. Sin duda, se trata del lugar ideal para disfrutar de los deportes de invierno y de muchos otros de aire libre también en verano. Su situación justo en el centro de Europa lo hace accesible en coche desde muchos países en sólo unas horas de viaje. Además de disponer de una estación de deportes de invierno con todas las infraestructuras para la práctica del esquí y muchas otras actividades, Obergurgl está rodeado de enclaves naturales de los que es posible disfrutar a tope durante el deshielo. Son parques naturales con una gran diversidad de flora y fauna, así como formaciones geológicas impresionantes. Además es posible aproximarse a las formas de vida prehistóricas de los Alpes gracias a las huellas halladas en la zona y a la momia de un hombre neolítico que dos turistas alemanes encontraron perfectamente conservada en hielo. Y no conviene abandonar la zona sin visitar antes preciosos pueblos de montaña como Ötz, que da nombre al valle, y otras aldeas a gran altitud, que aún conservan muestras de arquitectura popular muy relevantes.
Visitas destacadas
Obergurgl, al fondo del valle Ötzal, donde terminan todas las carreteras, es un enclave de alta montaña con estupendas infraestructuras para recibir una selecta cantidad de turistas cada año, que buscan practicar allí sus deportes de nieve favoritos con bastante tranquilidad y sin apreturas. La estación de esquí de Obergurgl-Horchgurgl es visitada sobre todo por alemanes, británicos, holandeses y belgas. Se trata de una estación bastante exclusiva, visitada por un público familiar, que cuenta con 110 kilómetros de pistas (la mayoría para esquiadores intermedios) y numerosas actividades deportivas aptas para todos los gustos, edades y condición física. Aquí, la nieve está garantizada durante toda la temporada de esquí debido a la altitud de la estación (de 1.800 a 3.080 metros), y además existe equipamiento para la fabricación de nieve artificial. Hay en total 24 remontes mecánicos y total ausencia de colas para tomarlos en las pistas de esquí. No hay que perderse el bar con mirador Top Mountain, a más de 3.000 metros, con su futurista restaurante. Los numerosos hoteles y espacios de la estación están perfectamente equipados para recibir a un público deportista y ofrecerles también actividades après-ski complementarias relacionadas con el ocio y la salud. La estación cuenta con su propia guardería-escuela de esquí para niños, y también con un centro termal con spa y más actividades y servicios wellness.
La localidad autriaca de Obergurgl, en los Alpes tiroleses, comenzó a recibir visitantes en 1840. Era un turismo principalmente compuesto por paisajistas e investigadores científicos que se alojaban en la única pensión de la localidad, la casa Kuraten. Por entonces se trataba de una población de montaña dedicada a la agricultura y la ganadería en la que había 14 granjas. Pero en 1931 el aterrizaje de emergencia de un globo aerostático en el glaciar Gurgler Ferner hizo que Obergurlg pasara a ser un nombre conocido en todo el mundo. El monumento Piccard, erigido en 1989 en la ciudad, recuerda este acontecimiento. Corría el mes de mayo de 1931 cuando el profesor Auguste Piccard y su asistente Paul Kipfer comenzaban en Augsburg un vuelo en globo a la estratosfera, a 16.000 metros de altitud. Por razones técnicas, los dos científicos tuvieron que realizar un aterrizaje de emergencia, y globo y cesta cayeron sobre el plácido glaciar, lo que rápidamente se difundió por los periódicos de todo el mundo. Fue a partir de 1939 cuando la influencia del turismo se hizo más notable.
Obergurgl es también conocida entre la comunidad científica por ser el sitio en el que apareció el cuerpo de un cazador que vivió hace 5.300 años perfectamente conservado en un glaciar de los Alpes tiroleses. El hecho ocurrió en 1991, cuando dos senderistas alemanes encontraron lo que ellos consideraron el cuerpo de un montañero perdido años atrás. Las investigaciones pronto descubrieron que se trataba de la momia del cazador más antiguo descubierto en Europa. La conservación de este hombre neolítico (de unos 45 años y muerto a traición con una flecha por la espalda) era tal que incluso apareció con sus ropas primitivas de piel animal. Después de comprobar exhaustivamente el trazado de la frontera entre Austria e Italia después de los tratados de la I Guerra Mundial, el cuerpo momificado se trasladó al Museo Arqueológico de Bolzano (Italia), donde se puede visitar. En el lugar exacto del hallazgo del conocido como “Ötzi” se levantó un monumento que se puede visitar. El poblado de Ötzi o Ötzi-dorf en Umhausen es una visita muy interesante, ya que documenta los principales descubrimientos preshistóricos en los Alpes recreando de forma amena las formas de vida de la época. Más información en http://www.oetzi-dorf.at/en/home.html.
Si Obergurgl es un sitio perfecto para disfrutar de la nieve durante el invierno, todavía puede serlo más para disfrutar de la naturaleza en estado puro durante el verano. De entre todos los lugares que se pueden visitar, no hay que perderse dos de ellos…
La cascada Stuibenfall. Las cascadas de agua son numerosas en el valle Ötzal. La mayor de todas las del Tirol es la cascada Stuibenfall, donde el agua cae desde una altura de 159 metros. Este espectáculo natural se puede contemplar desde varios miradores en el sendero que recorre la zona.
El lago Piburger. El Piburger See, uno de los lagos tiroleses más bellos, está cerca de Obergurgl. Resultado de una catástrofe natural después de la última glaciación, surgió en lo que antes era un valle paralelo al de Ötzal. En la superficie, la temperatura del agua alcanza los 24º C en verano, mientras que a una profundidad de 25 metros es de sólo 4ºC, y constante todo el año. Designado monumento natural en 1929, es un destino popular para darse un baño, montar en canoa o pescar (previo permiso expedido por la autoridad municipal) mientras se disfruta de un extraordinario paisaje.
Una de las más conocidas rutas de senderismo, y apta para toda condición física, es la ruta geológica de Forchet. Se trata de una vertiente de montaña con un paisaje totalmente diferente del resto de la zona, que por su escarpado relieve apenas ha sido alterada por el hombre. Se calcula que hace 3.000 años una ingente cantidad de material rocoso mal asentado se deslizó enterrando la entrada del valle Ötztal. Dos ríos de la zona se abrieron camino entre la acumulación de rocas, en el que aún hoy sigue siendo un espacio de increíble y serena belleza, agreste e imposible de cultivar. La ruta es accesible desde los pueblos de Sautens, Haiming y Roppen.
Una pasarela suspendida de 46 metros de largo en Rofen construida en 1967 por los hermanos Klotz, y renovada veinte años después, permite disfrutar de un espectáculo de inigualable belleza en una garganta sobre el río Rofnerache, a 31 metros de altura. Es el puente colgante de Rofen, cerca de la pequeña población de Vent, y también de las granjas de Rofenhöfe, donde vivieron los antepasados de los hermanos Klotz, pioneros del montañismo en la zona.
Es el primer pueblo cuando el viajero se adentra en el valle. Se trata de una pequeña población muy pintoresca con un casco histórico bien conservado, que consta de una iglesia barroca y varios ejemplos de la arquitectura popular del valle bien abigarrados en sus estrechas calles. Desde aquí es posible iniciar rutas de barranquismo y rafting por el río Ötztaler Ache durante los meses de verano. Para el invierno dispone de una pequeña estación de esquí frecuentada por un público muy familiar. En la cercana Lehn existe un interesante museo etnológico, donde se puede descubrir cómo era la vida rural en el valle hasta mediados del siglo XX. Allí se puede visitar una granja tradicional y un edificio que data del siglo XVII.
El Hohler Stein de Vent es un yacimiento arqueológico, a 10 km en línea recta del lugar donde se encontró el hombre de hielo, que permite conocer la forma de vida de los habitantes de la zona (cazadores y pastores) durante la Edad de Piedra. Está situado a 2.050 metros de altitud, y se remonta a un punto indeterminado de la Prehistoria entre 8.000 y 4.000 antes de Cristo. El yacimiento es fruto de los estudios de científicos de la Universidad de Innsbruck tras el descubrimiento del hombre de hielo.
Otro enclave que los visitantes de la zona no se suelen perder es Farst, uno de los asentamientos ganaderos más antiguos del valle donde se sabe que hubo una granja ya en el siglo XIII, y al que se accede por una serpenteante carretera. A una hora y media de camino a pie es posible acceder a los pastos de Reichalm, un espacio inigualable para los amantes de la naturaleza...
En la zona de Obergurgl es posible disfrutar del termalismo en un ambiente relajado y exclusivo.
Un gran spa en Längenfeld, el Aqua Dome Spa Centre, es el mayor de todo el Tirol. Ofrece todo tipo de tratamientos para los adultos, pero destacan sobre todo los baños a 40º C al aire libre. También ofrece diversión infinita para los niños en sus piscinas. Más información en http://www.aqua-dome.at.
El Area 47 es un gran parque acuático al aire libre, justo en el extremo opuesto del valle. Más información en: http://www.area47.at/
¿Cómo llegar?
En avión: hay varias líneas aéreas regulares y otras low cost estacionales que llegan al aeropuerto de Innsbruck (www.innsbruck-airport.com), desde donde se puede contratar un transfer directo hacia Ötz. Las principales compañías que tienen servicios regulares con capitales europeas e internacionales son Austrian Airlines, Swiss y Lufthansa. La línea F conecta el aeropuerto de Innsbruck con la estación central de trenes / la estación de autobuses de Innsbruck. Servicio diario, de 5.59 h a 22.59 h. La duración del trayecto es de 17 minutos, aproximadamente, y el recorrido pasa por el exterior del casco antiguo y por la calle Maria-Theresien-Straße en el centro. El centro de la ciudad se encuentra a unos 10 minutos a pie de la estación.
Autobús: Desde la estación central existen muy buenas comunicaciones por autobús o tranvía a muchos pueblos y estaciones de esquí de los alrededores de Innsbruck. Para más información de los autobuses que conectan esta ciudad con el Tirol: http://www.vvt.at
Por carretera: desde el Oeste, por la autopista 12, tomar la salida Ötzal, y seguir la carretera B186 durante 50 km; desde el Norte y el Este, acceder a la autopista 12 hacia Innsbruck, tomando la salida Ötzal. En verano, la zona también es accesible por el puerto de montaña de Timmelsjoch.
En tren: la estación de Ötz ofrece conexión ferroviaria con la zona, en trenes rápidos y muy cómodos. Para más información de destinos y horarios visitar la página http://www.oebb.at
Presentación
Obergurgl es un pequeño enclave de alta montaña situado en los Alpes tiroleses, en Austria, que multiplica su población de 400 habitantes cuando llega la temporada de nieve. Se ubica en el valle Ötzal, el mayor valle transversal del Tirol con 67 kilómetros de longitud, a casi 2.000 metros de altitud, junto a la frontera con Italia. Sin duda, se trata del lugar ideal para disfrutar de los deportes de invierno y de muchos otros de aire libre también en verano. Su situación justo en el centro de Europa lo hace accesible en coche desde muchos países en sólo unas horas de viaje. Además de disponer de una estación de deportes de invierno con todas las infraestructuras para la práctica del esquí y muchas otras actividades, Obergurgl está rodeado de enclaves naturales de los que es posible disfrutar a tope durante el deshielo. Son parques naturales con una gran diversidad de flora y fauna, así como formaciones geológicas impresionantes. Además es posible aproximarse a las formas de vida prehistóricas de los Alpes gracias a las huellas halladas en la zona y a la momia de un hombre neolítico que dos turistas alemanes encontraron perfectamente conservada en hielo. Y no conviene abandonar la zona sin visitar antes preciosos pueblos de montaña como Ötz, que da nombre al valle, y otras aldeas a gran altitud, que aún conservan muestras de arquitectura popular muy relevantes.
Visitas destacadas
Obergurgl, al fondo del valle Ötzal, donde terminan todas las carreteras, es un enclave de alta montaña con estupendas infraestructuras para recibir una selecta cantidad de turistas cada año, que buscan practicar allí sus deportes de nieve favoritos con bastante tranquilidad y sin apreturas. La estación de esquí de Obergurgl-Horchgurgl es visitada sobre todo por alemanes, británicos, holandeses y belgas. Se trata de una estación bastante exclusiva, visitada por un público familiar, que cuenta con 110 kilómetros de pistas (la mayoría para esquiadores intermedios) y numerosas actividades deportivas aptas para todos los gustos, edades y condición física. Aquí, la nieve está garantizada durante toda la temporada de esquí debido a la altitud de la estación (de 1.800 a 3.080 metros), y además existe equipamiento para la fabricación de nieve artificial. Hay en total 24 remontes mecánicos y total ausencia de colas para tomarlos en las pistas de esquí. No hay que perderse el bar con mirador Top Mountain, a más de 3.000 metros, con su futurista restaurante. Los numerosos hoteles y espacios de la estación están perfectamente equipados para recibir a un público deportista y ofrecerles también actividades après-ski complementarias relacionadas con el ocio y la salud. La estación cuenta con su propia guardería-escuela de esquí para niños, y también con un centro termal con spa y más actividades y servicios wellness.
La localidad autriaca de Obergurgl, en los Alpes tiroleses, comenzó a recibir visitantes en 1840. Era un turismo principalmente compuesto por paisajistas e investigadores científicos que se alojaban en la única pensión de la localidad, la casa Kuraten. Por entonces se trataba de una población de montaña dedicada a la agricultura y la ganadería en la que había 14 granjas. Pero en 1931 el aterrizaje de emergencia de un globo aerostático en el glaciar Gurgler Ferner hizo que Obergurlg pasara a ser un nombre conocido en todo el mundo. El monumento Piccard, erigido en 1989 en la ciudad, recuerda este acontecimiento. Corría el mes de mayo de 1931 cuando el profesor Auguste Piccard y su asistente Paul Kipfer comenzaban en Augsburg un vuelo en globo a la estratosfera, a 16.000 metros de altitud. Por razones técnicas, los dos científicos tuvieron que realizar un aterrizaje de emergencia, y globo y cesta cayeron sobre el plácido glaciar, lo que rápidamente se difundió por los periódicos de todo el mundo. Fue a partir de 1939 cuando la influencia del turismo se hizo más notable.
Obergurgl es también conocida entre la comunidad científica por ser el sitio en el que apareció el cuerpo de un cazador que vivió hace 5.300 años perfectamente conservado en un glaciar de los Alpes tiroleses. El hecho ocurrió en 1991, cuando dos senderistas alemanes encontraron lo que ellos consideraron el cuerpo de un montañero perdido años atrás. Las investigaciones pronto descubrieron que se trataba de la momia del cazador más antiguo descubierto en Europa. La conservación de este hombre neolítico (de unos 45 años y muerto a traición con una flecha por la espalda) era tal que incluso apareció con sus ropas primitivas de piel animal. Después de comprobar exhaustivamente el trazado de la frontera entre Austria e Italia después de los tratados de la I Guerra Mundial, el cuerpo momificado se trasladó al Museo Arqueológico de Bolzano (Italia), donde se puede visitar. En el lugar exacto del hallazgo del conocido como “Ötzi” se levantó un monumento que se puede visitar. El poblado de Ötzi o Ötzi-dorf en Umhausen es una visita muy interesante, ya que documenta los principales descubrimientos preshistóricos en los Alpes recreando de forma amena las formas de vida de la época. Más información en http://www.oetzi-dorf.at/en/home.html.
Si Obergurgl es un sitio perfecto para disfrutar de la nieve durante el invierno, todavía puede serlo más para disfrutar de la naturaleza en estado puro durante el verano. De entre todos los lugares que se pueden visitar, no hay que perderse dos de ellos…
La cascada Stuibenfall. Las cascadas de agua son numerosas en el valle Ötzal. La mayor de todas las del Tirol es la cascada Stuibenfall, donde el agua cae desde una altura de 159 metros. Este espectáculo natural se puede contemplar desde varios miradores en el sendero que recorre la zona.
El lago Piburger. El Piburger See, uno de los lagos tiroleses más bellos, está cerca de Obergurgl. Resultado de una catástrofe natural después de la última glaciación, surgió en lo que antes era un valle paralelo al de Ötzal. En la superficie, la temperatura del agua alcanza los 24º C en verano, mientras que a una profundidad de 25 metros es de sólo 4ºC, y constante todo el año. Designado monumento natural en 1929, es un destino popular para darse un baño, montar en canoa o pescar (previo permiso expedido por la autoridad municipal) mientras se disfruta de un extraordinario paisaje.
Una de las más conocidas rutas de senderismo, y apta para toda condición física, es la ruta geológica de Forchet. Se trata de una vertiente de montaña con un paisaje totalmente diferente del resto de la zona, que por su escarpado relieve apenas ha sido alterada por el hombre. Se calcula que hace 3.000 años una ingente cantidad de material rocoso mal asentado se deslizó enterrando la entrada del valle Ötztal. Dos ríos de la zona se abrieron camino entre la acumulación de rocas, en el que aún hoy sigue siendo un espacio de increíble y serena belleza, agreste e imposible de cultivar. La ruta es accesible desde los pueblos de Sautens, Haiming y Roppen.
Una pasarela suspendida de 46 metros de largo en Rofen construida en 1967 por los hermanos Klotz, y renovada veinte años después, permite disfrutar de un espectáculo de inigualable belleza en una garganta sobre el río Rofnerache, a 31 metros de altura. Es el puente colgante de Rofen, cerca de la pequeña población de Vent, y también de las granjas de Rofenhöfe, donde vivieron los antepasados de los hermanos Klotz, pioneros del montañismo en la zona.
Es el primer pueblo cuando el viajero se adentra en el valle. Se trata de una pequeña población muy pintoresca con un casco histórico bien conservado, que consta de una iglesia barroca y varios ejemplos de la arquitectura popular del valle bien abigarrados en sus estrechas calles. Desde aquí es posible iniciar rutas de barranquismo y rafting por el río Ötztaler Ache durante los meses de verano. Para el invierno dispone de una pequeña estación de esquí frecuentada por un público muy familiar. En la cercana Lehn existe un interesante museo etnológico, donde se puede descubrir cómo era la vida rural en el valle hasta mediados del siglo XX. Allí se puede visitar una granja tradicional y un edificio que data del siglo XVII.
El Hohler Stein de Vent es un yacimiento arqueológico, a 10 km en línea recta del lugar donde se encontró el hombre de hielo, que permite conocer la forma de vida de los habitantes de la zona (cazadores y pastores) durante la Edad de Piedra. Está situado a 2.050 metros de altitud, y se remonta a un punto indeterminado de la Prehistoria entre 8.000 y 4.000 antes de Cristo. El yacimiento es fruto de los estudios de científicos de la Universidad de Innsbruck tras el descubrimiento del hombre de hielo.
Otro enclave que los visitantes de la zona no se suelen perder es Farst, uno de los asentamientos ganaderos más antiguos del valle donde se sabe que hubo una granja ya en el siglo XIII, y al que se accede por una serpenteante carretera. A una hora y media de camino a pie es posible acceder a los pastos de Reichalm, un espacio inigualable para los amantes de la naturaleza...
En la zona de Obergurgl es posible disfrutar del termalismo en un ambiente relajado y exclusivo.
Un gran spa en Längenfeld, el Aqua Dome Spa Centre, es el mayor de todo el Tirol. Ofrece todo tipo de tratamientos para los adultos, pero destacan sobre todo los baños a 40º C al aire libre. También ofrece diversión infinita para los niños en sus piscinas. Más información en http://www.aqua-dome.at.
El Area 47 es un gran parque acuático al aire libre, justo en el extremo opuesto del valle. Más información en: http://www.area47.at/
¿Cómo llegar?
En avión: hay varias líneas aéreas regulares y otras low cost estacionales que llegan al aeropuerto de Innsbruck (www.innsbruck-airport.com), desde donde se puede contratar un transfer directo hacia Ötz. Las principales compañías que tienen servicios regulares con capitales europeas e internacionales son Austrian Airlines, Swiss y Lufthansa. La línea F conecta el aeropuerto de Innsbruck con la estación central de trenes / la estación de autobuses de Innsbruck. Servicio diario, de 5.59 h a 22.59 h. La duración del trayecto es de 17 minutos, aproximadamente, y el recorrido pasa por el exterior del casco antiguo y por la calle Maria-Theresien-Straße en el centro. El centro de la ciudad se encuentra a unos 10 minutos a pie de la estación.
Autobús: Desde la estación central existen muy buenas comunicaciones por autobús o tranvía a muchos pueblos y estaciones de esquí de los alrededores de Innsbruck. Para más información de los autobuses que conectan esta ciudad con el Tirol: http://www.vvt.at
Por carretera: desde el Oeste, por la autopista 12, tomar la salida Ötzal, y seguir la carretera B186 durante 50 km; desde el Norte y el Este, acceder a la autopista 12 hacia Innsbruck, tomando la salida Ötzal. En verano, la zona también es accesible por el puerto de montaña de Timmelsjoch.
En tren: la estación de Ötz ofrece conexión ferroviaria con la zona, en trenes rápidos y muy cómodos. Para más información de destinos y horarios visitar la página http://www.oebb.at