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Excelentes dominios blancos
El valle de Montafon cuenta nada menos que con 218 kilómetros de pistas de esquí entre verdes, azules, rojas y negras, divididas entre las estaciones de Silvretta –la más grande, con 140 km y 37 remontes- y la más cercana al pueblo de St. Gallen-Gortipohl. Las otras estaciones son la de Gargellen, Golm y Kristbergbahn, todas ellas perfectamente equipadas con teleféricos y remontes. Montafon concentra once pueblos distintos que comparten cinco dominios esquiables de distinto tamaño. Es por lo tanto, un destino ideal para el Ski Safari y para descubrir distintas estaciones cada día. El forfait incluye el uso de los eficientes Ski Buses y del tren de Montafon. En cuanto al snowboard, los terrenos abiertos que caracterizan la mayoría de estaciones son ideales para el Freeride. También hay ocho pistas de trineo en todo el valle. Si se quiere un descenso emocionante, nada como probar una de las más largas que existen en la región: son 5,4 kilómetros de excitante recorrido. Otros deportes que se pueden practicar en el valle: esquí de fondo y travesía, snowboard, raquetas de nieve, patinaje...
Los otros pueblos del valle
St. Anton es un pueblecito rodeado de bosques de coníferas. Está muy cercano a las pistas de esquí de Golm y a unos 15-20 minutos de las de Silvretta Nova .En una caminata de media hora se llega a la verdadera "seña de identidad" de la localidad: un salto de agua de 30 metros de altura. St. Anton ofrece también una magnífica red de carriles bici, por lo que es un punto de partida ideal para recorrer la región sobre ruedas.
El pueblo de Gargellen es muy bonito, tranquilo y típico. Su estación de esquí, a 1.423 metros, es la de mayor altura del valle. Bartholomäberg es otro de los destinos que no pueden faltar en una visita a Montafon, ya que se considera la cuna del valle. Fue asentamiento celta y un próspero centro minero. Posee una pintoresca iglesia barroca y unas vistas impresionantes.
Por último, cabe mencionar los pueblos de Gaschurn y Partenen, dos localidades encantadoras que, sin embargo, no tienen acceso a ningún dominio de esquí alpino.
Si se dispone de tiempo, nada como completar el circuito con una visita a la ciudad histórica de Bludenz, en las inmediaciones del valle. No defraudará.
La escalera más larga de Europa
En Partene sale uno de los circuitos de fitness más largos y populares de la zona: Europatreppe 400. Se trata de una larguísima escalera que en origen se utilizaba como ruta de abastecimiento de material en la construcción de los grandes embalses en Silvretta. Hoy “la escalera de Europa” aciende por la montaña salvando un desnivel de 700 metros, siendo la más larga y empinada del mundo. Además se ha convertido en uno de los lugares de entrenamiento de deportistas de élite. El tiempo que se tarda en recorrer los 3.609 peldaños de los que consta se puede contabilizar con relojes instalados en el inicio y el final del recorrido. Cada año se celebra una carrera amateur, en la que participan aficionados de 10 a 75 años para batir el actual récord, que está en 20:28 minutos. Por ilustrar la dureza de esta carrera, se puede decir que la Empire State Building Run-Up, otra famosa competición que consiste en llegar a lo más alto del emblemático edificio neoyorquino, “solo” tiene 1.575 escalones... Sin embargo, todos aquellos que no deseen plusmarcas pueden subir por la Europatreppe 4000 tranquilamente, ya que hay numerosos bancos a lo largo del recorrido que invitan al descanso y a recrearse en las maravillosas vistas.
Una visita a sus iglesias
Con un estilo arquitectónico muy similar, el va lle conserva algunas iglesias de especial interés. Son verdaderas joyas, cuyas torres despuntan en mitad de paisajes de cuento. La iglesia parroquial de St. Gallenkirch del siglo XV, y ampliada con una torre en el XVII, es un bello conjunto de una nave con tejado a dos aguas y otra más pequeña. La torre tiene dos plantas superiores octogonales con ventanas en arco y está coronada por la llamativa cúpula.El interior es, sin duda, más ostentoso que el exterior, con frescos creados por el pintor Christoph Klausner y vidrieras “tirolesas”. El Altar mayor cuenta con un retablo que representa al patrón de la localidad y las capillas laterales están decoradas con distintos conjuntos escultóricos barrocos. Además del púlpito, ornamentado de filigranas, destaca el espléndido órgano.
De similares características y sorprendente interior son otras dos iglesias del valle que no deben dejar de verse tanto por el valor artístico como por la excepcional zona paisajística en la que se encuentran: la iglesia de San Nicholas, en Gortipohl, y la de María Magdaleña en Gargellen.
Alta montaña, escalada y senderismo
Desde la montaña más alta de Montafon -el Piz Buiz-, el valle se contempla en toda su extensión. Coronar este pico de 3.312 metros no es fácil. Solo apto para deportistas experimentados, se necesitará conocer bien las condiciones de la montaña y llevar material adecuado. Una buena opción es contratar un servicio de guías profesionales que facilitarán el equipo que se precise y acompañarán en una ascensión realmente fascinante. También los apasionados de la escalada encontrarán suficientes desafíos en la vía ferrata que lleva hasta los picos de Gargellner, una ruta llena de emoción y riesgos bien controlados, con puentes tibetanos y paredes rectas que hay que subir casi a pulso. Pero los montañeros menos avezados tendrán asimismo posibilidad de descubrir los tesoros del valle en excursiones más sencillas y aptas para todos los públicos, como el recorrido que durante dos días discurre por la “Ruta de los Contrabandistas”. Se asciende hasta 2.600 metros de altura y se cruza la frontera entre Austria y Suiza entre prados, bosques y montañas. Toda una aventura para niños y menos niños.
La ruta del queso
KäseStrasse (ruta del queso) es una plataforma de comercialización en la que agricultores, productores de leche, artesanos y comerciantes se han unido para preservar el paisaje y la diversidad de los productos locales. El queso alpino o "Bergkäse" es la especialidad regional, una marca protegida en la UE y base de muchos platos tradicionales. La KäseStrasse incluye lecherías y fabricantes, granjas privadas abiertas al público, corrales domésticos, casas de huéspedes con platos especiales de queso en sus menús, carnicería, panadería, tiendas y artesanía tradicional. Los miembros de esta red ofrecen degustaciones durante todo el año.
Tour panorámico en bicicleta
Nada como descubrir esta región sobre dos ruedas en una ruta panorámica que está al alcance de cualquier ciclista, tanto si es aficionado como si ya se ha llegado al grado de veterano. Hay alternativas para todos los niveles de exigencia. He aquí dos ejemplos de recorrido, uno sencillo y otro más duro. Ambos ofrecen vistas espectaculares. Nivel fácil: 21,2 kilómetros y desnivel de 710 metros. Parque de actividades de Montafon- Hochjoch, tren a Kropfen - Kapell - Schwarzsee y vuelta. Nivel medio-alto: 25,9 kilómetros y 1.370 metros de desnivel. Recorrido de El Harte: Parque de actividades de Montafon- Kropfen- Kapell- Schwarzsee y retorno.
Trek en la presa
La caminata para conocer el gran embalse de Kops Stausee y sus “tripas” subterráneas es también una excusa para disfrutar de las vistas panorámicas a las montañas y de los glaciares del Silvretta. El recorrido comienza a los pies del Tafamuntbahn, que se eleva hasta los 1.500 metros. Se sigue en dirección a Verbella Alpe y a Kopsspeicher, para llegar hasta la inmensa presa de Kops Stausee inmersa en el paisaje alpino. Después se puede descender al “mundo subterráneo” de túneles, pozos y turbinas y conocer las dimensiones abrumadoras y la enorme escala de esta construcción. La visita al interior, además incluye una interesante explicación sobre la energía hidroeléctrica y su utilización práctica.
Paisaje y arte
Un paseo por el valle depara interesantes sorpresas, como la ruta escultórica del artista Roland Haas, que ha homenajeado a esta bella región con trece esculturas ubicadas en diversos puntos de un recorrido alpino de gran atractivo. La temática de las obras es el paisaje de montaña; las esculturas invitan a reflexionar sobre la importancia de preservar este patrimonio natural. La ruta se puede combinar con paradas que darán a conocer más detalles de la cultura de Montafon. Por ejemplo, en el centro Alpe Spora los visitantes asisten a la elaboración de los quesos y otras variedades culinarias de las montañas.
Redactor :
Anne Chabot
