Presentación
Junto al río Neretva, en Bosnia-Herzegovina, se alza una de las ciudades más importantes del país y la quinta más grande. Es muy antigua, pues se sabe que ya en la prehistoria hubo un asentamiento en el lugar que hoy ocupa la actual Mostar, y por ella han pasado numerosos pueblos y civilizaciones que han dejado su impronta. Precisamente esta diversidad ha dotado a la ciudad de una rica y pintoresca belleza. Y aunque Mostar fue muy castigada por la Guerra de Bosnia (1992-1995) que destruyó muchos de sus monumentos, hoy es una ciudad renovada a la que acuden miles de turistas cada año para admirar su belleza, conocer su historia y descubrir su esencia. Aunque su clima es mediterráneo, los inviernos son fríos, los veranos calurosos y las precipitaciones muy abundantes. La primavera, con temperaturas suaves y agradables, es una buena época para viajar a Mostar.
La localidad de Mostar pertenece (de mayor a menor) a la federación Federacija Bosne i Hercegovine y al cantón Hercegovačko-Neretvanski kanton.
La localidad de Mostar cubre 97 km², tiene 111.186 habitantes (censo 2009) y una densidad de 1.146,25 habitantes por km². La altitud máxima es de 55 m, la altitud media es de 60 m.
El actual alcade de Mostar es Ljubo Bešlić (Croatian Democratic Union of Bosnia and Herzegovina) para el período 2008-2012.
El nombre francés de la localidad es Mostar, el nombre español es Mostar.
La localidad de Mostar fue fundada en 1452. La página web de Mostar es http://www.mostar.ba
Visitas destacadas
El Stari Most o Puente Viejo es uno de los monumentos más importantes de Mostar. Está localizado en el casco viejo de la ciudad y, como éste, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2005. Construido por los turcos en el siglo XVI para conectar ambas márgenes del río Neretva. Es un puente de piedra caliza, sobrio y elegante, y con un solo arco. Mide cerca de 30 metros de longitud, alzándose aproximadamente 21 metros por encima del nivel del agua. El arco tiene unas dimensiones de 8,56 metros de ancho y 4,15 metros de altura. En el siglo XVII se añadió a cada lado del puente una torre, la torre Halebija y la torre Tara, donde se refugiaban los guardianes y que también se utilizaban para guardar munición y armas.
Durante la Guerra de Bosnia, que enfrentó a bosnios y croatas, el puente fue destruido por completo en noviembre de 1993. Cuando finalizó el conflicto armado, el Stari Most fue reconstruido con ayuda de la Unesco, en un proyecto que duró varios años y que terminó en julio de 2004. Así, el puente se convirtió en un símbolo de paz y de reconciliación de los pueblos.
Es la parte más antigua de la ciudad y la que tiene mayor encanto. De hecho, fue incluida en la lista de lugares Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2005. Es un entramado de estrechas calles medievales, pavimentadas con adoquines y repletas de antiguas casas de piedra, muchas de las cuales tuvieron que ser reconstruidas tras la guerra. De hecho sorprende comprobar cómo esta parte de la ciudad, tan devastada por la guerra, ha logrado ser reconstruida sin perder un ápice de su encanto y autenticidad. Pasear por estas calles, admirar las muchas tiendas que encontraremos y tomar un café en alguna de las cafeterías típicas de la zona, es toda una experiencia de la que no hay que prescindir. En el casco viejo, concretamente en el margen izquierdo del río Neretva, está la calle Kujundziluz, la más recoleta y pintoresca de todo Mostar. En ella abundan las tiendas de artesanía, ya que está en el corazón del que era el barrio de los artesanos por excelencia. Hoy se pueden encontrar establecimientos de todo tipo: peleterías, relojerías, tiendas de objetos decorativos, etc.
Son las dos mezquitas más importantes de Mostar. De la primera, la de Karadjoz-bey, se dice que es la más hermosa de toda la región Herzegovina. Fue proyectada en 1557 por el arquitecto turco Kodza Mimar Sinan con una gran cúpula que despierta admiración y un minarete desde el que se disfruta de una estupenda vista de la ciudad. También destaca el patio de abluciones con una hermosa fuente. Esta mezquita no escapó al desastre de la guerra. Fue destruida en parte durante la Segunda Guerra Mundial y casi del todo en la guerra de Bosnia. Sin embargo, fue reconstruida posteriormente y hoy puede admirarse de nuevo en todo su esplendor.
Precio: entrada a la mezquita, 1,50 €. Acceso al minarete: 2,55 €.
La segunda mezquita más grande y relevante de Mostar es la de Koski Mehmed Pasha, no tan antigua como la anterior y algo más pequeña. Se localiza en el casco antiguo, cerca del Puente Viejo, en una estratégica situación que hace que las vistas del casco viejo de Mostar desde su minarete sean absolutamente impresionantes. Se terminó de construir en 1618 y, como la mezquita Karadjoz-bey, también fue destruida por la guerra y tuvo que ser reconstruida de nuevo.
El dominio que el imperio otomano ejerció en una época determinada sobre la ciudad de Mostar ha dejado interesantes monumentos que merecen ser visitados. Y quizá uno de los más importantes y frecuentados por los turistas sea la Casa de Muslibegovica, un ejemplo de arquitectura turca digno de admirar. Es todo un tesoro arquitectónico que fue construido en Mostar hace más de 300 años. Se localiza en las proximidades de la mezquita Karadjoz-bey y es uno de las muestras más hermosas y fidedignas de cómo era una casa otomana en aquella época y lugar. En su interior existían dependencias reservadas a las mujeres y otras usadas únicamente por los hombres. Su arquitectura y la ornamentación de los espacios mezcla elementos turcos con otros de influencia mediterránea, siendo el resultado una de las muestras más bellas de residencia turca de la zona de los Balcanes.
Horarios: 15 de abril al 15 de octubre, de 10.00 a 18.00 h.
Precios: entrada general, 2 €.
Toda la historia de Bosnia Herzegovina, o al menos una parte considerable, está reunida en este museo de Mostar (Bajatova Street, 4). Un lugar de gran interés para conocer las raíces, la cultura y la idiosincrasia de este pueblo. Fundado en el año 1950, desde el principio tuvo el firme propósito de recopilar y conservar el patrimonio cultural e histórico del país. El edificio que lo alberga, la casa de Džemal Bijedić (antiguo jefe del gobierno yugoslavo) data del periodo austro-húngaro y mezcla en su arquitectura elementos austriacos y orientales. El museo y su contenido es hoy el guardián de un auténtico tesoro: la cultura y la historia del país. Entre las piezas más valiosas que guarda se cuentan importantes documentos, fotografías, piezas arqueológicas de suma relevancia, escritos antiguos, piezas numismáticas, una interesante biblioteca, etc.
Horario: de 8:00 a 16:00 h. Cierra los lunes.
Precio: entrada general, 2,55 €.
Una de las excursiones casi obligadas cuando uno viaja a Mostar es el precioso pueblo de Blagaj, a 12 kilómetros al sur de Mostar. Se levanta sobre el emplazamiento de la ciudad romana de Bona y el paisaje que la rodea es realmente espectacular. En este entorno, el río Buna emerge de una corriente subterránea abriéndose paso a través de la piedra caliza, surgiendo de una cueva. Una de las cosas que caracterizan a Blagaj y sus alrededores es que la temperatura de la zona es siempre agradable y suave, incluso en pleno invierno (de hecho, Blagaj en bosnio significa suave).
El valle del río Neretva va marcando la ruta hacia el Adriático y allí, a unos 25 kilómetros de Mostar, se encuentra Pocitelj, una ciudad medieval que es uno de los lugares más interesantes de la zona. Aunque no se conoce del todo la historia de la ciudad, sí se sabe que existe como fortaleza desde 1444 y que pasó a estar dominada por el imperio otomano en 1471. Sus calles, repletas de casas de piedra de estilo turco, guardan una mezquita que data de 1563 y una imponente torre del reloj. Sorprende la belleza del entorno, ya que Pocitelj fue edificada en lo alto de una ladera rocosa con vistas al río.
A pesar de que están a una hora de viaje desde Mostar, cerca de la ciudad de Ljubuski, visitar las cascadas Kravica, en el río Trebizat, es una de las mejores decisiones que se pueden tomar si se quieren conocer los lugares más interesantes de esta parte de Bosnia-Herzegovina. Se trata de un paraje de increíble belleza, en el que la fuerza del río unida al desnivel del terreno han creado un espectáculo natural único. Las cascadas Kravica tienen una altura de entre 26 y 28 metros y forman un círculo de un diámetro de cerca de 120 metros. Durante el verano, la zona se llena de bañistas dispuestos a zambullirse en las piscinas naturales.
Se trata de la cueva más grande de Bosnia-Herzegovina y una de las más relevantes de la cordillera del Dinar, y hará las delicias de los aficionados a la espeleología. Está muy cerca de una pequeña aldea llamada Zavala, al sur del país. Se han logrado explorar algo más de 6 kilómetros de canales (la vía principal tiene más de dos kilómetros de longitud), aunque los expertos creen que podría tener de 15 a 20 kilómetros. Una de las riquezas de la cueva de Vjetrenica es su diversidad desde el punto de vista zoológico, ya que alberga crustáceos, moluscos, insectos y otras especies endémicas.
Más información en http://www.vjetrenica.com/
¿Cómo llegar?
Por carretera: Mostar tiene fácil acceso por carretera desde ciudades como Sarajevo, a unas dos horas de viaje. También se accede fácilmente desde la ciudad croata de Dubrovnik, a 60 kilómetros de Mostar.
En avión: el Aeropuerto Internacional de Mostar (Ortiješ bb, PO Box 04, 88000 Mostar) está a unos 4 kilómetros a las afueras de la ciudad, aunque los vuelos son limitados y solo operan a Zagreb (Croacia) y Estambul (Turquía).
Web: www.mostar-aeropuerto.ba
Tel. +387 (0) 36350212.
Correo electrónico: info@mostar-airport.ba
En tren: viajar desde Sarajevo a Mostar en tren es una opción muy recomendable, ya que el paisaje del trayecto es realmente precioso, aunque la red ferroviaria no es tan frecuente ni cómoda como la de autobuses. La estación de Mostar se localiza en pleno centro (Trg Ivana Krndelja, 1).
Web: www.zfbh.ba
Tel.: +387 (0) 36552305.
En autobús: desde Sarajevo hay autobuses a Mostar cada dos horas aproximadamente (www.centrotrans.com). También hay autobuses que conectan Dubrovnik con Mostar con bastante frecuencia (www.autobusni-kolodvor.com). Igualmente, desde Mostar parten autobuses a la mayoría de las ciudades importantes de Bosnia y Herzegovina.
Transporte público y taxis: la red de autobuses de Mostar es la mejor alternativa para cruzar la ciudad y llegar a todas partes.
Mostar Bus (Bulevar Narodne revolucije, 11).
Tel.: + 387 (0)3658021
Web: www.mostarbus.ba
Los taxis en Mostar no se paran en mitad de la calle, sino que hay que cogerlos en una de las muchas estaciones de taxis que existen en la ciudad.
Presentación
Junto al río Neretva, en Bosnia-Herzegovina, se alza una de las ciudades más importantes del país y la quinta más grande. Es muy antigua, pues se sabe que ya en la prehistoria hubo un asentamiento en el lugar que hoy ocupa la actual Mostar, y por ella han pasado numerosos pueblos y civilizaciones que han dejado su impronta. Precisamente esta diversidad ha dotado a la ciudad de una rica y pintoresca belleza. Y aunque Mostar fue muy castigada por la Guerra de Bosnia (1992-1995) que destruyó muchos de sus monumentos, hoy es una ciudad renovada a la que acuden miles de turistas cada año para admirar su belleza, conocer su historia y descubrir su esencia. Aunque su clima es mediterráneo, los inviernos son fríos, los veranos calurosos y las precipitaciones muy abundantes. La primavera, con temperaturas suaves y agradables, es una buena época para viajar a Mostar.
La localidad de Mostar pertenece (de mayor a menor) a la federación Federacija Bosne i Hercegovine y al cantón Hercegovačko-Neretvanski kanton.
La localidad de Mostar cubre 97 km², tiene 111.186 habitantes (censo 2009) y una densidad de 1.146,25 habitantes por km². La altitud máxima es de 55 m, la altitud media es de 60 m.
El actual alcade de Mostar es Ljubo Bešlić (Croatian Democratic Union of Bosnia and Herzegovina) para el período 2008-2012.
El nombre francés de la localidad es Mostar, el nombre español es Mostar.
La localidad de Mostar fue fundada en 1452. La página web de Mostar es http://www.mostar.ba
Visitas destacadas
El Stari Most o Puente Viejo es uno de los monumentos más importantes de Mostar. Está localizado en el casco viejo de la ciudad y, como éste, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2005. Construido por los turcos en el siglo XVI para conectar ambas márgenes del río Neretva. Es un puente de piedra caliza, sobrio y elegante, y con un solo arco. Mide cerca de 30 metros de longitud, alzándose aproximadamente 21 metros por encima del nivel del agua. El arco tiene unas dimensiones de 8,56 metros de ancho y 4,15 metros de altura. En el siglo XVII se añadió a cada lado del puente una torre, la torre Halebija y la torre Tara, donde se refugiaban los guardianes y que también se utilizaban para guardar munición y armas.
Durante la Guerra de Bosnia, que enfrentó a bosnios y croatas, el puente fue destruido por completo en noviembre de 1993. Cuando finalizó el conflicto armado, el Stari Most fue reconstruido con ayuda de la Unesco, en un proyecto que duró varios años y que terminó en julio de 2004. Así, el puente se convirtió en un símbolo de paz y de reconciliación de los pueblos.
Es la parte más antigua de la ciudad y la que tiene mayor encanto. De hecho, fue incluida en la lista de lugares Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2005. Es un entramado de estrechas calles medievales, pavimentadas con adoquines y repletas de antiguas casas de piedra, muchas de las cuales tuvieron que ser reconstruidas tras la guerra. De hecho sorprende comprobar cómo esta parte de la ciudad, tan devastada por la guerra, ha logrado ser reconstruida sin perder un ápice de su encanto y autenticidad. Pasear por estas calles, admirar las muchas tiendas que encontraremos y tomar un café en alguna de las cafeterías típicas de la zona, es toda una experiencia de la que no hay que prescindir. En el casco viejo, concretamente en el margen izquierdo del río Neretva, está la calle Kujundziluz, la más recoleta y pintoresca de todo Mostar. En ella abundan las tiendas de artesanía, ya que está en el corazón del que era el barrio de los artesanos por excelencia. Hoy se pueden encontrar establecimientos de todo tipo: peleterías, relojerías, tiendas de objetos decorativos, etc.
Son las dos mezquitas más importantes de Mostar. De la primera, la de Karadjoz-bey, se dice que es la más hermosa de toda la región Herzegovina. Fue proyectada en 1557 por el arquitecto turco Kodza Mimar Sinan con una gran cúpula que despierta admiración y un minarete desde el que se disfruta de una estupenda vista de la ciudad. También destaca el patio de abluciones con una hermosa fuente. Esta mezquita no escapó al desastre de la guerra. Fue destruida en parte durante la Segunda Guerra Mundial y casi del todo en la guerra de Bosnia. Sin embargo, fue reconstruida posteriormente y hoy puede admirarse de nuevo en todo su esplendor.
Precio: entrada a la mezquita, 1,50 €. Acceso al minarete: 2,55 €.
La segunda mezquita más grande y relevante de Mostar es la de Koski Mehmed Pasha, no tan antigua como la anterior y algo más pequeña. Se localiza en el casco antiguo, cerca del Puente Viejo, en una estratégica situación que hace que las vistas del casco viejo de Mostar desde su minarete sean absolutamente impresionantes. Se terminó de construir en 1618 y, como la mezquita Karadjoz-bey, también fue destruida por la guerra y tuvo que ser reconstruida de nuevo.
El dominio que el imperio otomano ejerció en una época determinada sobre la ciudad de Mostar ha dejado interesantes monumentos que merecen ser visitados. Y quizá uno de los más importantes y frecuentados por los turistas sea la Casa de Muslibegovica, un ejemplo de arquitectura turca digno de admirar. Es todo un tesoro arquitectónico que fue construido en Mostar hace más de 300 años. Se localiza en las proximidades de la mezquita Karadjoz-bey y es uno de las muestras más hermosas y fidedignas de cómo era una casa otomana en aquella época y lugar. En su interior existían dependencias reservadas a las mujeres y otras usadas únicamente por los hombres. Su arquitectura y la ornamentación de los espacios mezcla elementos turcos con otros de influencia mediterránea, siendo el resultado una de las muestras más bellas de residencia turca de la zona de los Balcanes.
Horarios: 15 de abril al 15 de octubre, de 10.00 a 18.00 h.
Precios: entrada general, 2 €.
Toda la historia de Bosnia Herzegovina, o al menos una parte considerable, está reunida en este museo de Mostar (Bajatova Street, 4). Un lugar de gran interés para conocer las raíces, la cultura y la idiosincrasia de este pueblo. Fundado en el año 1950, desde el principio tuvo el firme propósito de recopilar y conservar el patrimonio cultural e histórico del país. El edificio que lo alberga, la casa de Džemal Bijedić (antiguo jefe del gobierno yugoslavo) data del periodo austro-húngaro y mezcla en su arquitectura elementos austriacos y orientales. El museo y su contenido es hoy el guardián de un auténtico tesoro: la cultura y la historia del país. Entre las piezas más valiosas que guarda se cuentan importantes documentos, fotografías, piezas arqueológicas de suma relevancia, escritos antiguos, piezas numismáticas, una interesante biblioteca, etc.
Horario: de 8:00 a 16:00 h. Cierra los lunes.
Precio: entrada general, 2,55 €.
Una de las excursiones casi obligadas cuando uno viaja a Mostar es el precioso pueblo de Blagaj, a 12 kilómetros al sur de Mostar. Se levanta sobre el emplazamiento de la ciudad romana de Bona y el paisaje que la rodea es realmente espectacular. En este entorno, el río Buna emerge de una corriente subterránea abriéndose paso a través de la piedra caliza, surgiendo de una cueva. Una de las cosas que caracterizan a Blagaj y sus alrededores es que la temperatura de la zona es siempre agradable y suave, incluso en pleno invierno (de hecho, Blagaj en bosnio significa suave).
El valle del río Neretva va marcando la ruta hacia el Adriático y allí, a unos 25 kilómetros de Mostar, se encuentra Pocitelj, una ciudad medieval que es uno de los lugares más interesantes de la zona. Aunque no se conoce del todo la historia de la ciudad, sí se sabe que existe como fortaleza desde 1444 y que pasó a estar dominada por el imperio otomano en 1471. Sus calles, repletas de casas de piedra de estilo turco, guardan una mezquita que data de 1563 y una imponente torre del reloj. Sorprende la belleza del entorno, ya que Pocitelj fue edificada en lo alto de una ladera rocosa con vistas al río.
A pesar de que están a una hora de viaje desde Mostar, cerca de la ciudad de Ljubuski, visitar las cascadas Kravica, en el río Trebizat, es una de las mejores decisiones que se pueden tomar si se quieren conocer los lugares más interesantes de esta parte de Bosnia-Herzegovina. Se trata de un paraje de increíble belleza, en el que la fuerza del río unida al desnivel del terreno han creado un espectáculo natural único. Las cascadas Kravica tienen una altura de entre 26 y 28 metros y forman un círculo de un diámetro de cerca de 120 metros. Durante el verano, la zona se llena de bañistas dispuestos a zambullirse en las piscinas naturales.
Se trata de la cueva más grande de Bosnia-Herzegovina y una de las más relevantes de la cordillera del Dinar, y hará las delicias de los aficionados a la espeleología. Está muy cerca de una pequeña aldea llamada Zavala, al sur del país. Se han logrado explorar algo más de 6 kilómetros de canales (la vía principal tiene más de dos kilómetros de longitud), aunque los expertos creen que podría tener de 15 a 20 kilómetros. Una de las riquezas de la cueva de Vjetrenica es su diversidad desde el punto de vista zoológico, ya que alberga crustáceos, moluscos, insectos y otras especies endémicas.
Más información en http://www.vjetrenica.com/
¿Cómo llegar?
Por carretera: Mostar tiene fácil acceso por carretera desde ciudades como Sarajevo, a unas dos horas de viaje. También se accede fácilmente desde la ciudad croata de Dubrovnik, a 60 kilómetros de Mostar.
En avión: el Aeropuerto Internacional de Mostar (Ortiješ bb, PO Box 04, 88000 Mostar) está a unos 4 kilómetros a las afueras de la ciudad, aunque los vuelos son limitados y solo operan a Zagreb (Croacia) y Estambul (Turquía).
Web: www.mostar-aeropuerto.ba
Tel. +387 (0) 36350212.
Correo electrónico: info@mostar-airport.ba
En tren: viajar desde Sarajevo a Mostar en tren es una opción muy recomendable, ya que el paisaje del trayecto es realmente precioso, aunque la red ferroviaria no es tan frecuente ni cómoda como la de autobuses. La estación de Mostar se localiza en pleno centro (Trg Ivana Krndelja, 1).
Web: www.zfbh.ba
Tel.: +387 (0) 36552305.
En autobús: desde Sarajevo hay autobuses a Mostar cada dos horas aproximadamente (www.centrotrans.com). También hay autobuses que conectan Dubrovnik con Mostar con bastante frecuencia (www.autobusni-kolodvor.com). Igualmente, desde Mostar parten autobuses a la mayoría de las ciudades importantes de Bosnia y Herzegovina.
Transporte público y taxis: la red de autobuses de Mostar es la mejor alternativa para cruzar la ciudad y llegar a todas partes.
Mostar Bus (Bulevar Narodne revolucije, 11).
Tel.: + 387 (0)3658021
Web: www.mostarbus.ba
Los taxis en Mostar no se paran en mitad de la calle, sino que hay que cogerlos en una de las muchas estaciones de taxis que existen en la ciudad.