Presentación
Maceió es una ciudad atlántica al Nordeste de Brasil que ofrece al viajero maravillosas playas de aguas turquesas e infraestructuras de primer orden para una estancia cómoda y agradable. Con más de un millón de habitantes, la capital de estado de Alaguas, unos 250 km al Sur de Recife, es uno de los enclaves vacacionales más conocidos de Brasil. La localidad cuenta con quince playas tropicales de exuberante belleza y aguas siempre cálidas que bañan su arena fina y blanca. Los arrecifes de coral jalonan la costa formando auténticas piscinas naturales. Los cocoteros llegan hasta la orilla del mar. El viajero que se acerca a Brasil atraído por la belleza de las playas no puede pedir más... La ciudad dispone además de otros atractivos, como los edificios coloniales y neoclásicos de su casco histórico, ya que su origen es un pequeño ingenio azucarero del siglo XVIII que más tarde dio lugar a una villa de pescadores. Su nombre significa “lo que tapa el pantano”. Y es que Maceió está situada entre una laguna y el Océano Atlántico.
La localidad de Maceió pertenece (de mayor a menor) à la región Nordeste y al estado Alagoas.
La localidad de Maceió cubre 511 km², tiene 924.965 habitantes (censo 2010) y una densidad de 1.810,11 habitantes por km². La altitud media es de 7 m.
El actual alcade de Maceió es José Cícero.
El gentilicio para los habitantes de Maceió es maceioense y el idioma oficial de Maceió es Portugués. El nombre francés de la localidad es Maceió, el nombre inglés de la localidad es Maceió, el nombre español es Maceió.
El apodo de la localidad es "The Paradise of Waters". La localidad de Maceió fue fundada en 1815. La página web de Maceió es http://www.maceio.al.gov.br
Visitas destacadas
El principal atractivo de Maceió son sus playas tropicales bañadas por el Atlántico. Al Norte, la llamada Costa de los Corales está jalonada por una barrera de coral que forma piscinas naturales en bajamar. El litoral Sur se caracteriza, sin embargo, por la cercanía de un sistema de lagunas interiores que van al encuentro del mar...
La Playa de la Avenida es la más céntrica: tiene un hermoso paseo marítimo, pero no es apta para el baño. Ponta Verde, en uno de los barrios más elegantes de la ciudad, tiene aguas tranquilas y piscinas naturales con marea baja; es punto de encuentro de los jóvenes en la ciudad. Pero la playa más conocida de la ciudad es Pajuçara, resguardada por los arrecifes, que hacen de sus aguas un lugar muy seguro para el baño.
Hacia el Norte, la playa de Garça Torta, a 9 km, y la playa de Ipioca, a 18 km, están llenas de cocoteros y sus aguas turquesas son muy adecuadas para el turismo familiar. La playa Mirante da Sereia, 12,5 km al Norte, igualmente adecuada para las vacaciones familiares, tiene sorpresa: con marea baja permite ver la estatua de una sirena de grandes proporciones en sus arrecifes de coral.
Los amantes de los lugares genuinos no deben perderse la playa de Riacho Doce, a media hora por carretera, con su mezcla de turismo y gente sencilla que vive del mar.
Para la práctica del surf, las playas ideales son Barra de San Miguel, Sobral (no apta para el baño), Jacarecica (con pueblo de pescadores tradicional), Cruz das Almas y Jatiúca. Al Sur, la playa del Francés.
Es una visita inexcusable para los que llegan a Maceió en busca del paraíso tropical. Se encuentran a unos 2 km de la costa, y se forman con la marea baja. Sus aguas templadas y cristalinas son el lugar ideal para practicar el buceo en aguas tranquilas. Las embarcaciones que llegan a las piscinas parten de las playas cercanas y apenas tardan un cuarto de hora en desembarcar a los viajeros. Todo el litoral al Norte de Maceió hasta Recife está lleno de piscinas naturales junto al arrecife visitables desde estas playas: Japaratinga, Paripueira, Barra de Santo Antonio, Playas de Porto de Pedras… En esta última zona se encuentran las piscinas naturales más tranquilas, sin duda, las más adecuadas para visitar cuando se busca tranquilidad rodeado de naturaleza pura. En la playa de Pajuçara se ofrece una posibilidad diferente para toda la familia: el paseo se realiza en una balsa tradicional de pesca del nordeste de Brasil llamada jangada, también para personas discapacitadas. Las autoridades turísticas locales recomiendan informarse con anterioridad a la visita de los horarios más adecuados para adentrarse en el arrecife, consultando la Tabla de Mareas y contratar los servicios de barqueros acreditados.
Desde la costa, nada hace sospechar el tesoro lacustre que esconde Maceió en su interior. La ciudad está enclavada entre el mar y la laguna de Mundaú, a la que siguen una sucesión de muchas otras lagunas. En total, en el estado de Alagoas hay casi 30 lagunas enclavadas cerca de la costa (de ahí, su nombre: lagoa=lago en portugués). La laguna Mundaú tiene una superficie de 23 km2. En realidad, se trata de un extenso manglar cuyos nueve canales (y respectivas islas) se encaminan sinuosamente hacia el mar. Cerca está también la Laguna Manguaba, con una superficie algo mayor (34 km2). En ambas se ofrecen paseos en barco para conocer las diferentes islas y canales y apreciar los peces, crustáceos y moluscos que viven en este ecosistema, uno de los mayores del Estado de Alaguas. Uno de los momentos más emocionantes del recorrido es salir al encuentro de las aguas dulces con las saladas del Océano Atlántico. El paseo por la laguna de Mundaú dura casi cuatro horas y parte del barrio artesano de Pontal da Barra.
En el barrio histórico, resguardados del litoral entre calles empedradas, se encuentran las casonas coloniales y los grandes edificios de estilo neoclásico. Elegante y pintoresco, el barrio está situado a las orillas mismas del mar, en el área de Jaraguá, y es una frecuentada zona de paseo durante todo el día. También es lugar de encuentro de la gente joven, pues tiene mucha animación nocturna y allí se reúnen en grupos para charlar o tomar un refesco. La catedral metropolitana, consagrada a Nossa Senhora dos Prazeres, fue fundada en 1859 por el emperador Pedro II, en la plaza que lleva su nombre, sobre una pequeña capilla del siglo XVII levantada por los conquistadores portugueses. La arquitectura es de estilo ecléctico, fusión de diferentes corrientes, y está presidida por dos altas torres. Es el verdadero centro de la ciudad y el origen de la actual población, pues allí se fundaron las primeras fábricas con las que se inició el desarrollo económico del muicipio y, por ende, de toda la zona: azúcar, algodón, madera, harina, especias, cuero…
Uno de los lugares más atractivos al sur es la hoz del Río San Francisco. En su desembocadura, las arenas doradas, los cocoteros y las lagunas de aguas tusquesas son todo un estímulo para los sentidos. Penedo, adentrándose unos 160 km hacia el interior por este río, merece una excursión de un día. Fundada en 1535, conserva un bello casco histórico, mezcla de estilos holandés y portugués.De nuevo en el litoral, hay dos playas relativamente distantes que los turistas que van a Maceió no se suelen perder: son Japaratinga y Maragogi. La playa de Japaratinga está al Norte, a medio camino entre Recife y Maceió, de la que dista 115 km. Es un centro turístico lleno de nuevos hoteles y restaurantes, presidido por una playa paradisiaca con piscinas naturales junto a la barrera de coral. Maragogi, cerca de Japaratinga, y a 125 km de Maceió, es otro tesoro natural con dos atractivos principales: sus piscinas naturales a 6 km de la orilla del mar, llenas de peces sargento que reciben alborozados al bañista, y el manglar, hábitat del amenazado pez manatí, que se puede explorar en kayak. También es posible desde Maceió realizar rutas senderistas de interior para conocer de cerca la llamada mata atlántica, una formación vegetal neotropical cada vez más amenazada, visitando cascadas naturales como las cercanas a Uniao dos Palmares.
Junto a la laguna Mundaú, en Maceió, este tradicional barrio de pescadores es conocido por su artesanía. Lo más cotizado es el filé, un tejido hecho a mano con 200 años de historia cuya técnica pasa de madres a hijas: se confecciona una red similar a las de pesca en un telar de madera con aguja e hilo de algodón. Su geometría multicolor no tiene parangón y una prenda, bolso, etc. de filé es un atractivo recuerdo de la zona. Las esculturas de madera son otro preciado souvenir: réplicas de animales de la fauna brasileña, y santos. También llama la atención la riqueza de detalles de la cerámica y piezas en fibra de coco.
En Maceió y todo el Nordeste de Brasil las comidas de origen indígena, africano y portugués consiguen un punto de equilibrio estupendo. Son muchas las exquisiteces de la gastronomía local que se pueden probar: tapioca, cuscús de maíz, patata dulce, macaxeira, bollos de mandioca y de mijo… Pero, sin duda, encabezan la carta de los restaurantes el marisco y los crustáceos. No en vano son 230 km de litoral, y de unión de aguas dulces y saladas. Con esta exquisita materia prima, así como con los moluscos y pescados locales, se cocinan platos como la fritada de cangrejo, tradicionales peixadas con pirao y salsa de pimienta, etc.
No son museos lo que busca el turista tipo de Maceió. Aún así, son varias las colecciones históricas que albergan bellos edificios de la ciudad para los más inquietos por la cultura. El Museo del Instituto Histórico y Geográfico de Alagoas, que muestra la famosa porcelana indígena Marajoara de grupos del Amazonas en un edificio de finales del XIX; el Museo Théo Brandao, con su colección de arte popular en un palacio decimonónico; Museo de Arte de la Fundación Pierre Chalita, con arte sacro de los siglos XVII y XVIII; Museos del Comercio de Alagoas y de la Tecnología del siglo XX…
El Carnaval se celebra en Maceió en el barrio de Pajuçara, que se llena de atracciones como las paradas de las escuelas de samba, el buey del carnaval, elección del Rey Momo y la Reina del Carnaval… Las juninas son otras fiestas que tienen lugar en junio, con grupos de baile y música tradicional. A la fiesta de fin de año, con espectáculos musicales y fuegos artificiales, le sigue en enero la fiesta Guerreiro, un evento que fusiona varias representaciones populares con canciones y baile. Lo más llamativo son las ropas de cintas multicolor y los sombreros de espejos, tratando de emular la seda, los brocados y las piedras preciosas de la nobleza colonial.
¿Cómo llegar?
El aeropuerto Internacional de Maceió- Zumbi dos Palmares es el lugar de acceso a la ciudad de la mayoría de los turistas. Está localizado a menos de 20 km del centro y cuenta con vuelos a las principales ciudades de Brasil, así como a otros países de Latinoamérica y Europa. Las compañías brasileñas que operan en este aeropuerto son Tam, Oceanair (Avianca), Azul/Trip y Gol/Varig. Desde Madrid, Tam y Air Europa tienen vuelos a Maceió con escala de tránsito largo (mínimo 14 horas) en Sao Paulo.Desde allí hay un servicio de autobús (Tropical, (82)3354-2043) que une el aeropuerto con el centro de la ciudad y Ponta Verde, desde las 5 de la mañana a las 22 horas. También se puede alquilar un coche (Avis, Localiza o Unidas) o tomar un taxi (Comtal, 24 horas, (82) 3322-2530).Si se llega por tierra en autobús, el turista se encontrará en la terminal de autobuses de Maceió, en el barrio Feitosa (tel. (82) 3221-4615). Desde allí un taxi o transporte público le llevará cerca del lugar donde se hospede.
Presentación
Maceió es una ciudad atlántica al Nordeste de Brasil que ofrece al viajero maravillosas playas de aguas turquesas e infraestructuras de primer orden para una estancia cómoda y agradable. Con más de un millón de habitantes, la capital de estado de Alaguas, unos 250 km al Sur de Recife, es uno de los enclaves vacacionales más conocidos de Brasil. La localidad cuenta con quince playas tropicales de exuberante belleza y aguas siempre cálidas que bañan su arena fina y blanca. Los arrecifes de coral jalonan la costa formando auténticas piscinas naturales. Los cocoteros llegan hasta la orilla del mar. El viajero que se acerca a Brasil atraído por la belleza de las playas no puede pedir más... La ciudad dispone además de otros atractivos, como los edificios coloniales y neoclásicos de su casco histórico, ya que su origen es un pequeño ingenio azucarero del siglo XVIII que más tarde dio lugar a una villa de pescadores. Su nombre significa “lo que tapa el pantano”. Y es que Maceió está situada entre una laguna y el Océano Atlántico.
La localidad de Maceió pertenece (de mayor a menor) à la región Nordeste y al estado Alagoas.
La localidad de Maceió cubre 511 km², tiene 924.965 habitantes (censo 2010) y una densidad de 1.810,11 habitantes por km². La altitud media es de 7 m.
El actual alcade de Maceió es José Cícero.
El gentilicio para los habitantes de Maceió es maceioense y el idioma oficial de Maceió es Portugués. El nombre francés de la localidad es Maceió, el nombre inglés de la localidad es Maceió, el nombre español es Maceió.
El apodo de la localidad es "The Paradise of Waters". La localidad de Maceió fue fundada en 1815. La página web de Maceió es http://www.maceio.al.gov.br
Visitas destacadas
El principal atractivo de Maceió son sus playas tropicales bañadas por el Atlántico. Al Norte, la llamada Costa de los Corales está jalonada por una barrera de coral que forma piscinas naturales en bajamar. El litoral Sur se caracteriza, sin embargo, por la cercanía de un sistema de lagunas interiores que van al encuentro del mar...
La Playa de la Avenida es la más céntrica: tiene un hermoso paseo marítimo, pero no es apta para el baño. Ponta Verde, en uno de los barrios más elegantes de la ciudad, tiene aguas tranquilas y piscinas naturales con marea baja; es punto de encuentro de los jóvenes en la ciudad. Pero la playa más conocida de la ciudad es Pajuçara, resguardada por los arrecifes, que hacen de sus aguas un lugar muy seguro para el baño.
Hacia el Norte, la playa de Garça Torta, a 9 km, y la playa de Ipioca, a 18 km, están llenas de cocoteros y sus aguas turquesas son muy adecuadas para el turismo familiar. La playa Mirante da Sereia, 12,5 km al Norte, igualmente adecuada para las vacaciones familiares, tiene sorpresa: con marea baja permite ver la estatua de una sirena de grandes proporciones en sus arrecifes de coral.
Los amantes de los lugares genuinos no deben perderse la playa de Riacho Doce, a media hora por carretera, con su mezcla de turismo y gente sencilla que vive del mar.
Para la práctica del surf, las playas ideales son Barra de San Miguel, Sobral (no apta para el baño), Jacarecica (con pueblo de pescadores tradicional), Cruz das Almas y Jatiúca. Al Sur, la playa del Francés.
Es una visita inexcusable para los que llegan a Maceió en busca del paraíso tropical. Se encuentran a unos 2 km de la costa, y se forman con la marea baja. Sus aguas templadas y cristalinas son el lugar ideal para practicar el buceo en aguas tranquilas. Las embarcaciones que llegan a las piscinas parten de las playas cercanas y apenas tardan un cuarto de hora en desembarcar a los viajeros. Todo el litoral al Norte de Maceió hasta Recife está lleno de piscinas naturales junto al arrecife visitables desde estas playas: Japaratinga, Paripueira, Barra de Santo Antonio, Playas de Porto de Pedras… En esta última zona se encuentran las piscinas naturales más tranquilas, sin duda, las más adecuadas para visitar cuando se busca tranquilidad rodeado de naturaleza pura. En la playa de Pajuçara se ofrece una posibilidad diferente para toda la familia: el paseo se realiza en una balsa tradicional de pesca del nordeste de Brasil llamada jangada, también para personas discapacitadas. Las autoridades turísticas locales recomiendan informarse con anterioridad a la visita de los horarios más adecuados para adentrarse en el arrecife, consultando la Tabla de Mareas y contratar los servicios de barqueros acreditados.
Desde la costa, nada hace sospechar el tesoro lacustre que esconde Maceió en su interior. La ciudad está enclavada entre el mar y la laguna de Mundaú, a la que siguen una sucesión de muchas otras lagunas. En total, en el estado de Alagoas hay casi 30 lagunas enclavadas cerca de la costa (de ahí, su nombre: lagoa=lago en portugués). La laguna Mundaú tiene una superficie de 23 km2. En realidad, se trata de un extenso manglar cuyos nueve canales (y respectivas islas) se encaminan sinuosamente hacia el mar. Cerca está también la Laguna Manguaba, con una superficie algo mayor (34 km2). En ambas se ofrecen paseos en barco para conocer las diferentes islas y canales y apreciar los peces, crustáceos y moluscos que viven en este ecosistema, uno de los mayores del Estado de Alaguas. Uno de los momentos más emocionantes del recorrido es salir al encuentro de las aguas dulces con las saladas del Océano Atlántico. El paseo por la laguna de Mundaú dura casi cuatro horas y parte del barrio artesano de Pontal da Barra.
En el barrio histórico, resguardados del litoral entre calles empedradas, se encuentran las casonas coloniales y los grandes edificios de estilo neoclásico. Elegante y pintoresco, el barrio está situado a las orillas mismas del mar, en el área de Jaraguá, y es una frecuentada zona de paseo durante todo el día. También es lugar de encuentro de la gente joven, pues tiene mucha animación nocturna y allí se reúnen en grupos para charlar o tomar un refesco. La catedral metropolitana, consagrada a Nossa Senhora dos Prazeres, fue fundada en 1859 por el emperador Pedro II, en la plaza que lleva su nombre, sobre una pequeña capilla del siglo XVII levantada por los conquistadores portugueses. La arquitectura es de estilo ecléctico, fusión de diferentes corrientes, y está presidida por dos altas torres. Es el verdadero centro de la ciudad y el origen de la actual población, pues allí se fundaron las primeras fábricas con las que se inició el desarrollo económico del muicipio y, por ende, de toda la zona: azúcar, algodón, madera, harina, especias, cuero…
Uno de los lugares más atractivos al sur es la hoz del Río San Francisco. En su desembocadura, las arenas doradas, los cocoteros y las lagunas de aguas tusquesas son todo un estímulo para los sentidos. Penedo, adentrándose unos 160 km hacia el interior por este río, merece una excursión de un día. Fundada en 1535, conserva un bello casco histórico, mezcla de estilos holandés y portugués.De nuevo en el litoral, hay dos playas relativamente distantes que los turistas que van a Maceió no se suelen perder: son Japaratinga y Maragogi. La playa de Japaratinga está al Norte, a medio camino entre Recife y Maceió, de la que dista 115 km. Es un centro turístico lleno de nuevos hoteles y restaurantes, presidido por una playa paradisiaca con piscinas naturales junto a la barrera de coral. Maragogi, cerca de Japaratinga, y a 125 km de Maceió, es otro tesoro natural con dos atractivos principales: sus piscinas naturales a 6 km de la orilla del mar, llenas de peces sargento que reciben alborozados al bañista, y el manglar, hábitat del amenazado pez manatí, que se puede explorar en kayak. También es posible desde Maceió realizar rutas senderistas de interior para conocer de cerca la llamada mata atlántica, una formación vegetal neotropical cada vez más amenazada, visitando cascadas naturales como las cercanas a Uniao dos Palmares.
Junto a la laguna Mundaú, en Maceió, este tradicional barrio de pescadores es conocido por su artesanía. Lo más cotizado es el filé, un tejido hecho a mano con 200 años de historia cuya técnica pasa de madres a hijas: se confecciona una red similar a las de pesca en un telar de madera con aguja e hilo de algodón. Su geometría multicolor no tiene parangón y una prenda, bolso, etc. de filé es un atractivo recuerdo de la zona. Las esculturas de madera son otro preciado souvenir: réplicas de animales de la fauna brasileña, y santos. También llama la atención la riqueza de detalles de la cerámica y piezas en fibra de coco.
En Maceió y todo el Nordeste de Brasil las comidas de origen indígena, africano y portugués consiguen un punto de equilibrio estupendo. Son muchas las exquisiteces de la gastronomía local que se pueden probar: tapioca, cuscús de maíz, patata dulce, macaxeira, bollos de mandioca y de mijo… Pero, sin duda, encabezan la carta de los restaurantes el marisco y los crustáceos. No en vano son 230 km de litoral, y de unión de aguas dulces y saladas. Con esta exquisita materia prima, así como con los moluscos y pescados locales, se cocinan platos como la fritada de cangrejo, tradicionales peixadas con pirao y salsa de pimienta, etc.
No son museos lo que busca el turista tipo de Maceió. Aún así, son varias las colecciones históricas que albergan bellos edificios de la ciudad para los más inquietos por la cultura. El Museo del Instituto Histórico y Geográfico de Alagoas, que muestra la famosa porcelana indígena Marajoara de grupos del Amazonas en un edificio de finales del XIX; el Museo Théo Brandao, con su colección de arte popular en un palacio decimonónico; Museo de Arte de la Fundación Pierre Chalita, con arte sacro de los siglos XVII y XVIII; Museos del Comercio de Alagoas y de la Tecnología del siglo XX…
El Carnaval se celebra en Maceió en el barrio de Pajuçara, que se llena de atracciones como las paradas de las escuelas de samba, el buey del carnaval, elección del Rey Momo y la Reina del Carnaval… Las juninas son otras fiestas que tienen lugar en junio, con grupos de baile y música tradicional. A la fiesta de fin de año, con espectáculos musicales y fuegos artificiales, le sigue en enero la fiesta Guerreiro, un evento que fusiona varias representaciones populares con canciones y baile. Lo más llamativo son las ropas de cintas multicolor y los sombreros de espejos, tratando de emular la seda, los brocados y las piedras preciosas de la nobleza colonial.
¿Cómo llegar?
El aeropuerto Internacional de Maceió- Zumbi dos Palmares es el lugar de acceso a la ciudad de la mayoría de los turistas. Está localizado a menos de 20 km del centro y cuenta con vuelos a las principales ciudades de Brasil, así como a otros países de Latinoamérica y Europa. Las compañías brasileñas que operan en este aeropuerto son Tam, Oceanair (Avianca), Azul/Trip y Gol/Varig. Desde Madrid, Tam y Air Europa tienen vuelos a Maceió con escala de tránsito largo (mínimo 14 horas) en Sao Paulo.Desde allí hay un servicio de autobús (Tropical, (82)3354-2043) que une el aeropuerto con el centro de la ciudad y Ponta Verde, desde las 5 de la mañana a las 22 horas. También se puede alquilar un coche (Avis, Localiza o Unidas) o tomar un taxi (Comtal, 24 horas, (82) 3322-2530).Si se llega por tierra en autobús, el turista se encontrará en la terminal de autobuses de Maceió, en el barrio Feitosa (tel. (82) 3221-4615). Desde allí un taxi o transporte público le llevará cerca del lugar donde se hospede.