Presentación
Descubra las playas de la ciudad principal de la provincia de Elqui. Coquimbo es un destino muy popular entre los chilenos en verano, con sus extensas playas, deportes acuáticos y fantásticos mariscos frescos. Esta franja de litoral fue alguna vez escondite de piratas, antes de que su puerto se desarrollara y hubiese un flujo de comerciantes europeos ricos en el siglo XIX, cuyo legado se puede percibir en el Barrio inglés, un conjunto de casas británicas que ahora albergan tiendas especializadas, cafés y restaurantes y un centro de artes escénicas. Éste es el lugar para bailar y disfrutar de la vida nocturna. Diríjase a la Avenida Costanera, la explanada frente al mar con los mejores restaurantes de pescado. Recorra a pie el monte Del Carmen, donde encontrará el Fuerte Coquimbo, que alguna vez se utilizó en la defensa contra piratas. Desde el fuerte tendrá una vista fantástica del mar y del ocaso. No se pierda los dos edificios religiosos en Coquimbo; ambos magníficos. La Cruz del Tercer Milenio es una enorme estructura en la cima de una colina en cuyos brazos se tiene la mejor vista de la ciudad y del mar. El Centro Cultural Islámico Mohammed VI y su mezquita son estupendos por su arquitectura y el arte de sus mosaicos.
La localidad de Coquimbo pertenece (de mayor a menor) al departamento IV - Coquimbo y a la provincia Elqui.
La localidad de Coquimbo cubre 1.429 km², tiene 203.036 habitantes (censo 2002) y una densidad de 142,08 habitantes por km². La altitud media es de 15 m.
El actual alcade de Coquimbo es Cristian Galleguillos para el período 2012-2016.
El gentilicio para los habitantes de Coquimbo es Coquimbano/na. El nombre francés de la localidad es Coquimbo, el nombre inglés de la localidad es Coquimbo.
La localidad de Coquimbo fue fundada en 1867. La página web de Coquimbo es http://www.municoquimbo.cl
Visitas destacadas
El referente más destacado de Coquimbo, además de su vista al mar, es la Cruz del Tecer Milienio, que domina la ciudad desde lo alto de una colina. Con 103 metros de alto es el edficio religioso más grande de Sudamérica; no sólo un elemento escultórico, sino también un edificio de tres plantas rodeado y lleno de arte religioso. En el exterior, se encuentran obras en bronce de las estaciones del via crucis. La primera planta tiene una capilla y un museo con fotografías de la construcción de la cruz, que se completó en 2000. En la segunda planta, se encuentra una réplica de la estatua de Miguel Ángel de la Virgen María con su recién crucificado hijo descansando en su regazo. Sobre los brazos de la cruz, se encuentran bustos de bronce de arzobispos chilenos y de los Papas Juan Pablo II y Benedicto XVI. Se paga una pequeña cantidad por usar el elevador. Usted puede caminar desde el puerto si le place andar colina arriba, pero es mejor no andar solo por la colina, que ha sido históricamente una de las zonas más pobres de la ciudad.
Visite las hermosas playas de Tongoy, a sólo 48 kilómetros al sur de Coquimbo, para pescar róbalo, relajarse sobre la arena y disfrutar del ocaso desde las piscinas de los balnearios que dan al mar. Tongoy tiene dos playas: Socos, que es perfecta para la natación, el kayakismo y la pesca costera. Váyase de campamento, reserve una cabaña o encuentre un balneario de precio razonable y pase unos cuantos días relajándose bajo el sol. Se pueden reservar en el puerto paseos en barco para ir de pesca y disfrutar de la satisfacción de cocinar a la brazas el pescado que usted mismo pesque. Si no ha tenido suerte, vaya a alguno de los restaurantes alrededor de la plaza principal y elija entre un fantástico platillo chileno de pescado, empanadas y ostiones frescos. Tongoy es famoso en Chile por sus deliciosos mariscos. En las temporadas más cálidas hay a menudo música viva y una bulliciosa vida nocturna en la plaza principal en la península que separa Socos de Playa Grande y hay por lo común fiestas locales en la playa con fogatas y música. Disfrute la naturaleza chilena en una expedición de observación de aves en la reserva natural de Humedales de Pachingo y esté alerto por si aparecen pingüinos en las aguas de la playa de Socos.
La Serena es la segunda ciudad más antigua de Chile y se erige en la costa sobre playas de arena blanca populares entre los que aprenden a surfear. Explore las calles llenas de arquitectura colonial y neocolonial y con cerca de 30 iglesias. La más antigua es la iglesia de San Francisco, construida en el siglo XVII, una estructura que luce extraordinariamente fuerte y que ha experimentado restauraciones tras terremotos. Si desea conocer algo de historia de la zona, visite el Museo Histórico Casa Gabriel González Videla, con exposiciones sobre el político del mismo nombre, o el Museo Arqueológico, donde conocerá más acerca del periodo Paleoindio, el Holoceno y los incas. Se pueden encontrar artesanías con variaciones de los patrones utilizados por las culturas antiguas en el mercado municipal de La Recova, donde en ocasiones hay también actividades culturales. Contemple las estrellas a altas horas de la noche en el Observatorio Turístico Collowara o asista a los bares o tabernas de jazz en la ciudad para gozar de la vida nocturna. Vuelva a la naturaleza en el cercano Parque Nacional Bosque de Fray Jorge, donde puede hacer senderismo entre bosques de helechos envueltos en niebla costera y plenos de aves y vida salvaje. Tome un barco a la impresionante Isla Damas, parte de la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt para ver todas las formas de vida marina, incluidos delfines, nutrias, focas y pingüinos.
Recorra a pie un parque nacional de bosque valdiviano rodeado de desierto costero. Este oasis en el desierto recibe escasa precipitación pluvial, por lo que sobrevive gracias a la niebla costera que puede verse colgando sobre los árboles y que le da una apariencia pintoresca y única. Pasee por arboledas de caneleros, helechos y tepas musgosas para echar un vistazo al paisaje chileno como era en el último periodo glacial hace miles de años. Este bosque es un sobreviviente extravagante de esa era y ha sido declarado Reserva de la Biosfera de la UNESCO. Algunas de las plantas que encontrará aquí están en peligro de extinción y son en mayor parte endémicas de Chile. Abra bien sus ojos para encontrar colibríes, zorros culpeos y gatos salvajes, al igual que especies de aves de presa. A dos kilómetros de la entrada al parque encontrará el centro de información, donde hay a su disposición mapas e información sobre los senderos. Ocho kilómetros cuesta arriba conduciendo en tracción en cuatro ruedas se llega al bosque. El bosque es húmedo, pero un poco más arriba en las montañas hace más frío que abajo, así que lleve consigo ropa cálida. Hay un cargo de 2500 pesos por la entrada al parque. El parque se encuentra a dos horas en coche de Coquimbo.
Viaje en barco a una importante reserva de vida salvaje del litoral chileno. Y no olvide llevar su cámara. De camino manténgase alerta para ver sobre las aguas prístinas tursiops, tortugas, ballenas e incluso nutrias marinas. Es posible que llegue a ver un albatros haciendo círculos en el aire. En la costa rocosa verá leones marinos jugueteando y al pingüino de Humboldt resbalarse y contornearse al salir del mar. Muchas de las criaturas que verá aquí están en peligro de extinción. También se puede reservar una práctica de buceo alrededor de las aguas de la reserva. Los barcos que van a la reserva salen de Punta de Choros, a dos hora de manejo en tracción en cuatro ruedas desde Coquimbo. Se trata de un hermoso pueblito pesquero de playas de arena blanca y suave. Los precios varían entre barcos privados y entre los que pertenecen a la reserva, que salen con horario fijo. Es posible llegar a un arreglo con los pescadores locales para llevarlo. En algunos recorridos usted puede pasear por la isla por una hora, pero esto tiene un costo adicional, que se paga a la Oficina de Parques Nacionales de Chile. En otros sólo se pasa por la isla, por lo que debe asegurarse que ha optado por la experiencia que desea. Es mejor reservar su boleto de barco, ya que el recorrido es muy popular y se pueden agotar rápidamente y causarle una decepción.
Hasta 1988 no había un lugar de oración para los musulmanes chilenos. Esta mezquita y centro cultural, construidos en 1989 es un ejemplo maravilloso de arquitectura islámica, repleto de azulejos y una fachada inspirados en el arte marroquí. Su minarete, construido de mármol blanco y rosa, es una copia fiel de la más antigua mezquita de Marruecos, Koutoubia, en Marrakesh, y se levanta a 37 metros de altura. La mezquita no es sólo un lugar de oración, sino también alberga un centro cultural, una biblioteca y museo multilingües con la intención de invitar al diálogo libre entre culturas y religiones y está abierta a todo público. Vale la pena visitar la mezquita por su arquitectura, ya que despliega paneles en madera tallada, vitrales y mosaicos pintados en las paredes y techos. La entrada es gratuita.
A unos cuantos kilómetros del centro de Coquimbo se encuentra esta preciosa y tranquila playa rodeada de balnearios. Alguna vez fue una simple zona pesquera y antes una bahía pirata, pero en estos días la playa está rodeada de cafés y restaurantes, áreas de campismo y hoteles. La bahía en forma de herradura se extiende por cerca de dos kilómetros y tiene aguas tranquilas, así que es perfecta para largas caminatas en la playa o nado tranquilo. La vista del ocaso con la Cruz del Tercer Milenio iluminándose en la cima de la colina vale la pena. Los deportes acuáticos son populares aquí y hay un club de yates cercano para los que quieren velear. Hay algunos bares y lugares para comer alrededor de la playa, que permanece notablemente tranquila a pesar de todo.
El Barrio inglés es el lugar de la cultura, el entretenimiento, la buena comida y la vida nocturna. Ubicado entre las calles de Aldunate y Melgarejo, es el barrio viejo de la ciudad, donde encontrará edificios del siglo XIX con fachadas pintorescas construidas en la época en que Coquimbo floreció como puerto gracias a los mercaderes ricos. Han sido restaurados y estas bellezas de color pastel albergan ahora tiendas especializadas en chocolate, vino y artesanías, al igual que restaurantes y teatros, clubes de jazz y de tango. Deambule por el barrio hasta llegar a la plaza Prat (también conocida como la plaza Vicuña Mackenna), una explanada que domina el puerto y alberga varias esculturas.
Si está buscando lo máximo en relajación, vaya a las termas a cerca de dos horas al sur de Coquimbo en coche, cerca de Punitaquai. Relájase en las piscinas de agua mineral, saunas y jacuzzis de las termas de Socos o goce de una sesión de masaje. Las aguas contienen minerales que se dice son buenos para la piel y pueden ser potables también. Hay incluso versiones con flúor para los que no gustan del sabor a mineral. Haga campismo o pase una velada en el rústico y cómodo hotel ubicado cerca de las termas. El restaurante del hotel sirve fantásticas comidas con ingredientes locales como langostinos.
¿Cómo llegar?
Vuele al aeropuerto nacional de La Serena desde otras importantes ciudades de Chile o tome un autobús directo de Santiago a Coquimbo. Hay autobuses que también van de La Serena a Coquimbo y otros pueblos cercanos. También puede cruzar por autobús a Argentina. Muchos visitantes llegan a la ciudad por crucero, que maneja un servicio de autobuses del puerto de Coquimbo a La Serena para los que quieren salir a un paseo al mar. También hay taxis en la ciudad y usted puede alquilar taxis colectivos si encuentra a otros que quieran visitar los mismos lugares. Los autobuses y los taxis se encuentran al otro lado del muelle del crucero, en la bahía. Si le gusta andar en bicicleta por la playa, puede alquilar bicicletas en los hoteles de La Serena y Coquimbo. Puede reservar visitas guiadas a los parques nacionales cercanos y a la Reserva Pingüino de Humboldt, pero si decide hacerlo, es mejor en vehículos de tracción en cuatro ruedas, pues algunos caminos desérticos pueden ser muy difíciles. Buena parte de Coquimbo y La Serena es fácilmente accesible a pie. La ruta a lo largo de la explanada hasta el Fuerte de Coquimbo en la cima de la colina es un paseo magnífico para cualquier condición física. El Barrio inglés en particular se presta muy bien a la exploración a pie.
Presentación
Descubra las playas de la ciudad principal de la provincia de Elqui. Coquimbo es un destino muy popular entre los chilenos en verano, con sus extensas playas, deportes acuáticos y fantásticos mariscos frescos. Esta franja de litoral fue alguna vez escondite de piratas, antes de que su puerto se desarrollara y hubiese un flujo de comerciantes europeos ricos en el siglo XIX, cuyo legado se puede percibir en el Barrio inglés, un conjunto de casas británicas que ahora albergan tiendas especializadas, cafés y restaurantes y un centro de artes escénicas. Éste es el lugar para bailar y disfrutar de la vida nocturna. Diríjase a la Avenida Costanera, la explanada frente al mar con los mejores restaurantes de pescado. Recorra a pie el monte Del Carmen, donde encontrará el Fuerte Coquimbo, que alguna vez se utilizó en la defensa contra piratas. Desde el fuerte tendrá una vista fantástica del mar y del ocaso. No se pierda los dos edificios religiosos en Coquimbo; ambos magníficos. La Cruz del Tercer Milenio es una enorme estructura en la cima de una colina en cuyos brazos se tiene la mejor vista de la ciudad y del mar. El Centro Cultural Islámico Mohammed VI y su mezquita son estupendos por su arquitectura y el arte de sus mosaicos.
La localidad de Coquimbo pertenece (de mayor a menor) al departamento IV - Coquimbo y a la provincia Elqui.
La localidad de Coquimbo cubre 1.429 km², tiene 203.036 habitantes (censo 2002) y una densidad de 142,08 habitantes por km². La altitud media es de 15 m.
El actual alcade de Coquimbo es Cristian Galleguillos para el período 2012-2016.
El gentilicio para los habitantes de Coquimbo es Coquimbano/na. El nombre francés de la localidad es Coquimbo, el nombre inglés de la localidad es Coquimbo.
La localidad de Coquimbo fue fundada en 1867. La página web de Coquimbo es http://www.municoquimbo.cl
Visitas destacadas
El referente más destacado de Coquimbo, además de su vista al mar, es la Cruz del Tecer Milienio, que domina la ciudad desde lo alto de una colina. Con 103 metros de alto es el edficio religioso más grande de Sudamérica; no sólo un elemento escultórico, sino también un edificio de tres plantas rodeado y lleno de arte religioso. En el exterior, se encuentran obras en bronce de las estaciones del via crucis. La primera planta tiene una capilla y un museo con fotografías de la construcción de la cruz, que se completó en 2000. En la segunda planta, se encuentra una réplica de la estatua de Miguel Ángel de la Virgen María con su recién crucificado hijo descansando en su regazo. Sobre los brazos de la cruz, se encuentran bustos de bronce de arzobispos chilenos y de los Papas Juan Pablo II y Benedicto XVI. Se paga una pequeña cantidad por usar el elevador. Usted puede caminar desde el puerto si le place andar colina arriba, pero es mejor no andar solo por la colina, que ha sido históricamente una de las zonas más pobres de la ciudad.
Visite las hermosas playas de Tongoy, a sólo 48 kilómetros al sur de Coquimbo, para pescar róbalo, relajarse sobre la arena y disfrutar del ocaso desde las piscinas de los balnearios que dan al mar. Tongoy tiene dos playas: Socos, que es perfecta para la natación, el kayakismo y la pesca costera. Váyase de campamento, reserve una cabaña o encuentre un balneario de precio razonable y pase unos cuantos días relajándose bajo el sol. Se pueden reservar en el puerto paseos en barco para ir de pesca y disfrutar de la satisfacción de cocinar a la brazas el pescado que usted mismo pesque. Si no ha tenido suerte, vaya a alguno de los restaurantes alrededor de la plaza principal y elija entre un fantástico platillo chileno de pescado, empanadas y ostiones frescos. Tongoy es famoso en Chile por sus deliciosos mariscos. En las temporadas más cálidas hay a menudo música viva y una bulliciosa vida nocturna en la plaza principal en la península que separa Socos de Playa Grande y hay por lo común fiestas locales en la playa con fogatas y música. Disfrute la naturaleza chilena en una expedición de observación de aves en la reserva natural de Humedales de Pachingo y esté alerto por si aparecen pingüinos en las aguas de la playa de Socos.
La Serena es la segunda ciudad más antigua de Chile y se erige en la costa sobre playas de arena blanca populares entre los que aprenden a surfear. Explore las calles llenas de arquitectura colonial y neocolonial y con cerca de 30 iglesias. La más antigua es la iglesia de San Francisco, construida en el siglo XVII, una estructura que luce extraordinariamente fuerte y que ha experimentado restauraciones tras terremotos. Si desea conocer algo de historia de la zona, visite el Museo Histórico Casa Gabriel González Videla, con exposiciones sobre el político del mismo nombre, o el Museo Arqueológico, donde conocerá más acerca del periodo Paleoindio, el Holoceno y los incas. Se pueden encontrar artesanías con variaciones de los patrones utilizados por las culturas antiguas en el mercado municipal de La Recova, donde en ocasiones hay también actividades culturales. Contemple las estrellas a altas horas de la noche en el Observatorio Turístico Collowara o asista a los bares o tabernas de jazz en la ciudad para gozar de la vida nocturna. Vuelva a la naturaleza en el cercano Parque Nacional Bosque de Fray Jorge, donde puede hacer senderismo entre bosques de helechos envueltos en niebla costera y plenos de aves y vida salvaje. Tome un barco a la impresionante Isla Damas, parte de la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt para ver todas las formas de vida marina, incluidos delfines, nutrias, focas y pingüinos.
Recorra a pie un parque nacional de bosque valdiviano rodeado de desierto costero. Este oasis en el desierto recibe escasa precipitación pluvial, por lo que sobrevive gracias a la niebla costera que puede verse colgando sobre los árboles y que le da una apariencia pintoresca y única. Pasee por arboledas de caneleros, helechos y tepas musgosas para echar un vistazo al paisaje chileno como era en el último periodo glacial hace miles de años. Este bosque es un sobreviviente extravagante de esa era y ha sido declarado Reserva de la Biosfera de la UNESCO. Algunas de las plantas que encontrará aquí están en peligro de extinción y son en mayor parte endémicas de Chile. Abra bien sus ojos para encontrar colibríes, zorros culpeos y gatos salvajes, al igual que especies de aves de presa. A dos kilómetros de la entrada al parque encontrará el centro de información, donde hay a su disposición mapas e información sobre los senderos. Ocho kilómetros cuesta arriba conduciendo en tracción en cuatro ruedas se llega al bosque. El bosque es húmedo, pero un poco más arriba en las montañas hace más frío que abajo, así que lleve consigo ropa cálida. Hay un cargo de 2500 pesos por la entrada al parque. El parque se encuentra a dos horas en coche de Coquimbo.
Viaje en barco a una importante reserva de vida salvaje del litoral chileno. Y no olvide llevar su cámara. De camino manténgase alerta para ver sobre las aguas prístinas tursiops, tortugas, ballenas e incluso nutrias marinas. Es posible que llegue a ver un albatros haciendo círculos en el aire. En la costa rocosa verá leones marinos jugueteando y al pingüino de Humboldt resbalarse y contornearse al salir del mar. Muchas de las criaturas que verá aquí están en peligro de extinción. También se puede reservar una práctica de buceo alrededor de las aguas de la reserva. Los barcos que van a la reserva salen de Punta de Choros, a dos hora de manejo en tracción en cuatro ruedas desde Coquimbo. Se trata de un hermoso pueblito pesquero de playas de arena blanca y suave. Los precios varían entre barcos privados y entre los que pertenecen a la reserva, que salen con horario fijo. Es posible llegar a un arreglo con los pescadores locales para llevarlo. En algunos recorridos usted puede pasear por la isla por una hora, pero esto tiene un costo adicional, que se paga a la Oficina de Parques Nacionales de Chile. En otros sólo se pasa por la isla, por lo que debe asegurarse que ha optado por la experiencia que desea. Es mejor reservar su boleto de barco, ya que el recorrido es muy popular y se pueden agotar rápidamente y causarle una decepción.
Hasta 1988 no había un lugar de oración para los musulmanes chilenos. Esta mezquita y centro cultural, construidos en 1989 es un ejemplo maravilloso de arquitectura islámica, repleto de azulejos y una fachada inspirados en el arte marroquí. Su minarete, construido de mármol blanco y rosa, es una copia fiel de la más antigua mezquita de Marruecos, Koutoubia, en Marrakesh, y se levanta a 37 metros de altura. La mezquita no es sólo un lugar de oración, sino también alberga un centro cultural, una biblioteca y museo multilingües con la intención de invitar al diálogo libre entre culturas y religiones y está abierta a todo público. Vale la pena visitar la mezquita por su arquitectura, ya que despliega paneles en madera tallada, vitrales y mosaicos pintados en las paredes y techos. La entrada es gratuita.
A unos cuantos kilómetros del centro de Coquimbo se encuentra esta preciosa y tranquila playa rodeada de balnearios. Alguna vez fue una simple zona pesquera y antes una bahía pirata, pero en estos días la playa está rodeada de cafés y restaurantes, áreas de campismo y hoteles. La bahía en forma de herradura se extiende por cerca de dos kilómetros y tiene aguas tranquilas, así que es perfecta para largas caminatas en la playa o nado tranquilo. La vista del ocaso con la Cruz del Tercer Milenio iluminándose en la cima de la colina vale la pena. Los deportes acuáticos son populares aquí y hay un club de yates cercano para los que quieren velear. Hay algunos bares y lugares para comer alrededor de la playa, que permanece notablemente tranquila a pesar de todo.
El Barrio inglés es el lugar de la cultura, el entretenimiento, la buena comida y la vida nocturna. Ubicado entre las calles de Aldunate y Melgarejo, es el barrio viejo de la ciudad, donde encontrará edificios del siglo XIX con fachadas pintorescas construidas en la época en que Coquimbo floreció como puerto gracias a los mercaderes ricos. Han sido restaurados y estas bellezas de color pastel albergan ahora tiendas especializadas en chocolate, vino y artesanías, al igual que restaurantes y teatros, clubes de jazz y de tango. Deambule por el barrio hasta llegar a la plaza Prat (también conocida como la plaza Vicuña Mackenna), una explanada que domina el puerto y alberga varias esculturas.
Si está buscando lo máximo en relajación, vaya a las termas a cerca de dos horas al sur de Coquimbo en coche, cerca de Punitaquai. Relájase en las piscinas de agua mineral, saunas y jacuzzis de las termas de Socos o goce de una sesión de masaje. Las aguas contienen minerales que se dice son buenos para la piel y pueden ser potables también. Hay incluso versiones con flúor para los que no gustan del sabor a mineral. Haga campismo o pase una velada en el rústico y cómodo hotel ubicado cerca de las termas. El restaurante del hotel sirve fantásticas comidas con ingredientes locales como langostinos.
¿Cómo llegar?
Vuele al aeropuerto nacional de La Serena desde otras importantes ciudades de Chile o tome un autobús directo de Santiago a Coquimbo. Hay autobuses que también van de La Serena a Coquimbo y otros pueblos cercanos. También puede cruzar por autobús a Argentina. Muchos visitantes llegan a la ciudad por crucero, que maneja un servicio de autobuses del puerto de Coquimbo a La Serena para los que quieren salir a un paseo al mar. También hay taxis en la ciudad y usted puede alquilar taxis colectivos si encuentra a otros que quieran visitar los mismos lugares. Los autobuses y los taxis se encuentran al otro lado del muelle del crucero, en la bahía. Si le gusta andar en bicicleta por la playa, puede alquilar bicicletas en los hoteles de La Serena y Coquimbo. Puede reservar visitas guiadas a los parques nacionales cercanos y a la Reserva Pingüino de Humboldt, pero si decide hacerlo, es mejor en vehículos de tracción en cuatro ruedas, pues algunos caminos desérticos pueden ser muy difíciles. Buena parte de Coquimbo y La Serena es fácilmente accesible a pie. La ruta a lo largo de la explanada hasta el Fuerte de Coquimbo en la cima de la colina es un paseo magnífico para cualquier condición física. El Barrio inglés en particular se presta muy bien a la exploración a pie.