Presentación
Antigua ciudad fundada en el siglo XVI a orillas del río Suerre o Reventazón, San Francisco se halla a dos pasos de San José, la capital de Costa Rica. Hoy es un distrito residencial -concretamente el 6- que pertenece al cantón de ésta. Debido a dicha proximidad, San Francisco se conoce como un suburbio o extrarradio capitalino. Tiene una población de 20.209 habitantes y su nombre completo es el de San Francisco de Dos Ríos. Debe este apelativo al santo italiano, amante de los animales, y a los dos cursos fluviales que la bañan. Está situada en la provincia de Heredia, en pleno Valle Central costarricense. Su ubicación geográfica, en el mismo corazón del país, es perfecta para recorrerlo en cualquiera de sus direcciones y llegar en poco tiempo tanto al mar Caribe, en el este, como al Océano Pacífico, en el oeste, así como para explorar los numerosos parques naturales que la rodean.
La localidad de San Francisco pertenece (de mayor a menor) a la provincia Heredia y al cantón Heredia.
El actual alcade de San Francisco es Ed Lee.
El gentilicio para los habitantes de San Francisco es San Franciscan. El nombre inglés de la localidad es San Francisco.
El apodo de la localidad es "The City by the Bay; Fog City; S.F.; Frisco;" y el lema de San Francisco es "Oro en Paz, Fierro en Guerra". La localidad de San Francisco fue fundada en 1776.
Visitas destacadas
La economía del distrito de San Francisco se basa principalmente en la industria y el comercio, concentrándose este último en la calle principal de la ciudad. Entre sus diferentes barrios, los denominados de Desamparados y Zapote ofrecen gran cantidad de bares, restaurantes, pizzerías… En San Francisco de Dos Ríos, así como en la cercana capital de San José, el mestizaje es el signo de identidad de su población. Hay presencia afro-costarricense, , colombiana, china y estadounidense, mucha de ella vinculada a las actividades religiosas. Aunque el catolicismo es la religión oficial en Costa Rica, la libertad de culto está garantizada. Casi la totalidad de los costarricenses practican la fe cristiana en la iglesia católica, y a su patrón está dedicado el mayor templo de la ciudad, la Iglesia de San Francisco de Dos Ríos (situada en diagonal a la Escuela República Dominicana en el centro del distrito). Otro templo destacable es la iglesia de El Bosque, llamada así por el parque contiguo, que sirve de explanada para la iglesia y a la vez como área de esparcimiento. También hay templos dedicados a otros cultos: evangélicos, mormones, testigos de Jehová, adventista…
San Francisco es una ciudad con numerosos parques. Muchas de sus barriadas disponen de uno, pero si hay que destacar alguno por su originalidad, basta con mencionar el Parque Okayama, construido para conmemorar los 30 años de hermanamiento de la ciudad costarricense con la japonesa que ha dado nombre al parque. Siguiendo la estética tradicional del país nipón, el agua está muy presente en este espacio natural, y cuenta con estanques, cascadas y fuentes con peces de colores y patos. También hay un jardín de piedra. La realización del proyecto estuvo a cargo de la arquitecta local Mayela Fallas y su diseño se basa en los principios de la filosofía oriental del Feng Shui. El norte del parque se reservó para una cancha de fútbol de tierra para niños y un kiosco de madera y bambú. A continuación está el estanque y el anfiteatro, que tiene una capacidad para unas 100 personas. Finalmente, en una pequeña colina, hay fuentes y aquí se origina la cascada que desemboca en el estanque. También es el montículo donde se ubica la estatua de Momotarō, personaje protagonista de uno los cuentos tradicionales más famosos de Japón. Por último, uno de los extremos del parque está destinado al arte urbano, y los grafiteros lo han llenado de originales pinturas.
San Francisco, en el extrarradio de San José, se halla perfectamente conectada con su capital. Una capital que es el centro político, económico y social del territorio costarricense, así como el nudo principal para el transporte y las telecomunicaciones. Rodeada de suaves ondulaciones y cruzada por varios ríos, San José todavía conserva el encanto de una ciudad con numerosas influencias europeas y con un claro aire colonial. No hay que perderse su centro histórico de edificios neoclásicos y barrocos y sus magníficos museos, que merece la pena visitar. En la Plaza de la Cultura en el distrito de Catedral, está el Museo de Oro Precolombino y la mayor colección de arte plástico nacional. Mención aparte merece el Museo Nacional de Costa Rica, que ocupa el bellísimo Cuartel Bellavista. Exhibe objetos de la historia del país antes de la llegada de los españoles, muestra la visión espiritual de los indígenas hacia el oro en una sección dedicada en exclusiva a este metal, y da a conocer las técnicas que utilizaron en la elaboración de las piezas. Por último, una de las salas presenta una síntesis del desarrollo de Costa Rica, desde el desembarco de Colón hasta la actualidad. Un espacio para la reflexión y el conocimiento
El rico legado cultural también se ve reflejado en los teatros de San José, las iglesias y muchas de las casas de los barrios históricos, como Aranjuez, Amón, Tournón y Otoya: en total, setenta casas y edificios de la capital han sido declarados patrimonio histórico y cultural de la nación costarricense. El Teatro Popular Melico Salazar, de estilo barroco, y el Teatro Variedades, de estilo neobarroco, son dos ejemplos de la bella arquitectura de la ciudad tica. En el barrio Amón encontramos el Castillo del Moro, de influencia mudéjar, donde resaltan dos mil mosaicos con escenas de El Quijote. El edificio de Correos y Telégrafos, construido en 1917, es otra de las joyas arquitectónicas de estilo neoclásico europeo, diseñado por el arquitecto Luis Llach Llagostera. En 1980 fue declarado Reliquia de Valor Histórico y Arquitectónico. Alberga el Museo Filatélico Nacional de Costa Rica desde 1985. La botica Solera, uno de los edificios más representativos de Barrio México, está inspirado en el icónico rascacielos Flatiron de Nueva York…
Y además de estas bellas construcciones, no hay que olvidar los antiguos mercados tradicionales, coloristas y llenos de vida, en los que se puede encontrar desde una variada muestra de la gastronomía costarricense a piezas de artesanía, ropa… Muy recomendables son: el Mercado Central de San José, el Mercado Borbón, el Mercado de Artesanías y el Mercado del Antiguo Registro.
La proximidad a este volcán de San Francisco y de otras urbes del valle Central, incluida la capital San José, hace de este parque nacional uno de los más visitados de Costa Rica. No podía ser de otra forma: el volcán Poás es un impresionante lugar a 2.700 metros sobre el nivel del mar con uno de los cráteres más grandes en el planeta. El bellísimo paisaje enmarca una de las imágenes más fotografíadas, la famosa laguna Botos, de un intenso verde esmeralda, que también fue un cráter originalmente. En el volcán se pueden recorrer muchos senderos seguros y en el centro de visitantes obtener completa información sobre toda la zona. También hay un museo, área de picnic, una pequeña cafetería y un aparcamiento.
Para llegar al volcán Poás, se pueden tomar los autobuses que salen de Alajuela los sábados o los domingos. Hay uno también los domingos desde San José. Es posible asimismo contratar una excursión organizada. En coche particular, se debe tomar la autopista Interamericana hacia Alajuela y pasar por el parque Central de esa ciudad. Siga la misma ruta hasta San Pedro de Poás, desde allí seguir al volcán. Teléfono del parque: 2482-2165.
San Frascisco está indisolublemente unida a San José. En esta metrópoli rodeada de naturaleza en estado puro ha emergido una urbe moderna y dinámica, una ciudad que no para de crecer y desarrollarse. Esto se refleja en sus amplias avenidas, en sus infraestructuras y en una arquitectura que se eleva al cielo en vertical, como en el Paseo Colón, o en el Bulevar de la Avenida Central, con sus imponentes rascacielos, concentrados muchos de ellos en zonas como Rohrmoser, Pavas y los alrededores del Parque Metropolitano La Sabana. El edificio habitable más alto de la ciudad era hasta 2011 el del Banco Nacional de Costa Rica, superado por las Torres Paseo Colón, que miden nada menos que 82 metros y 22 pisos, sumando la azotea y el helipuerto.
Localizado a algo más de 20 kilómetros al noreste de San Francisco, la sección más visitada se encuentra al sur del parque, accesible mediante la carretera a la costa atlántica o por el pueblo de Siquirre. Este espacio protegido es una de las regiones con acceso mas difícil del país: todo el terreno se compone de rascacielos montañosos de origen volcánico. La mayoría del parque es un bosque primario, con árboles ancestrales, heliconias y una gran cantidad de palmeras. También es posible encontrar gran cantidad de vida silvestre, en especial aves. Algunos de los mamíferos más comunes son monos, dantas, jaguares, pumas, venados, puerco espines y perezosos. Un paraíso natural casi inexpugnable.
Por una carretera que enlaza el centro del país con la costa se llega al Parque Nacional Carara. Está a menos de dos horas de San Francisco, entre ciudad de Puntarenas y Playa Jaco en la provincia de Puntarenas. Es esta una zona de transición ecológica única, y lo es entre otras razones porque tiene clima seco en el Pacífico norte y mucha humedad en la costa sur, lo que convierte el parque en un lugar de asombrosa diversidad de flora y fauna: es el hogar de varios ecosistemas como los esteros, lagunas y bosques y de una riquísima variedad de especies animales. Además, es también uno de los pocos lugares donde los visitantes pueden llegar a ver la Guacamaya Escarlata o disfrutar con sitios arqueológicos precolombinos que datan de 2.000 años de antiguedad. La visita es obligada desde la ciudad de San Francisco.
Dada su buena ubicación en el centro del país, San Francisco es un destino formidable para viajeros activos, ofreciendo una gran variedad de oportunidades de aventura a dos pasos, en las grandes reservas naturales que rodean la ciudad. Descender por los rápidos y las aguas bravas sumergidos en la densa vegetación de los bosques lluviosos, hacer caminatas o rutas en bicicleta por senderos de gran valor ecológico, practicar canopy y sobrevolar la gran masa forestal a vista de pájaro... son emociones únicas que en este escenario natural se disfrutan a tope: un paraíso de excepción para los deportes de “acción”.
¿Cómo llegar?
Generalmente los vuelos de carácter internacional llegan directamente al aeropuerto internacional Juan Santamaría de San José y Daniel Oduber Quirós, y la tasa fijada para vuelos de carácter internacional es de aproximadamente diecisiete dólares. Desde aquí hasta San Francisco se puede llegar en un autobús interurbano.
No obstante, dentro del país existen también dos líneas aéreas importantes, SANSA y Travelair, en dónde es imprescindible reservar su vuelo con la mayor antelación posible.
Como dato a tener en cuenta cabe la posibilidad de que algunos ciudadanos de diferentes países, entre ellos España, puedan permanecer en el país durante noventa días sin la necesidad de presentar una visa.
Por carretera:Desde Nicaragua se destaca como punto fronterizo la zona denominada como Peñas Blancas, más exactamente sobre la costa oeste. Entre Costa Rica y Panamá, los pasos posibles son Paso Canoas, Sixaola/Guabito y Río Sereno.
En autobús: El transporte público se caracteriza por estar bien desarrollado, y San José es el principal centro transportista hacia la mayor parte del país, el sistema puede resultar sí el más económico pero no el más cómodo.
La opción acertada en este caso sería el alquiler de un taxi por todo el día, o por las horas que considere necesario contar con dicho servicio.
Presentación
Antigua ciudad fundada en el siglo XVI a orillas del río Suerre o Reventazón, San Francisco se halla a dos pasos de San José, la capital de Costa Rica. Hoy es un distrito residencial -concretamente el 6- que pertenece al cantón de ésta. Debido a dicha proximidad, San Francisco se conoce como un suburbio o extrarradio capitalino. Tiene una población de 20.209 habitantes y su nombre completo es el de San Francisco de Dos Ríos. Debe este apelativo al santo italiano, amante de los animales, y a los dos cursos fluviales que la bañan. Está situada en la provincia de Heredia, en pleno Valle Central costarricense. Su ubicación geográfica, en el mismo corazón del país, es perfecta para recorrerlo en cualquiera de sus direcciones y llegar en poco tiempo tanto al mar Caribe, en el este, como al Océano Pacífico, en el oeste, así como para explorar los numerosos parques naturales que la rodean.
La localidad de San Francisco pertenece (de mayor a menor) a la provincia Heredia y al cantón Heredia.
El actual alcade de San Francisco es Ed Lee.
El gentilicio para los habitantes de San Francisco es San Franciscan. El nombre inglés de la localidad es San Francisco.
El apodo de la localidad es "The City by the Bay; Fog City; S.F.; Frisco;" y el lema de San Francisco es "Oro en Paz, Fierro en Guerra". La localidad de San Francisco fue fundada en 1776.
Visitas destacadas
La economía del distrito de San Francisco se basa principalmente en la industria y el comercio, concentrándose este último en la calle principal de la ciudad. Entre sus diferentes barrios, los denominados de Desamparados y Zapote ofrecen gran cantidad de bares, restaurantes, pizzerías… En San Francisco de Dos Ríos, así como en la cercana capital de San José, el mestizaje es el signo de identidad de su población. Hay presencia afro-costarricense, , colombiana, china y estadounidense, mucha de ella vinculada a las actividades religiosas. Aunque el catolicismo es la religión oficial en Costa Rica, la libertad de culto está garantizada. Casi la totalidad de los costarricenses practican la fe cristiana en la iglesia católica, y a su patrón está dedicado el mayor templo de la ciudad, la Iglesia de San Francisco de Dos Ríos (situada en diagonal a la Escuela República Dominicana en el centro del distrito). Otro templo destacable es la iglesia de El Bosque, llamada así por el parque contiguo, que sirve de explanada para la iglesia y a la vez como área de esparcimiento. También hay templos dedicados a otros cultos: evangélicos, mormones, testigos de Jehová, adventista…
San Francisco es una ciudad con numerosos parques. Muchas de sus barriadas disponen de uno, pero si hay que destacar alguno por su originalidad, basta con mencionar el Parque Okayama, construido para conmemorar los 30 años de hermanamiento de la ciudad costarricense con la japonesa que ha dado nombre al parque. Siguiendo la estética tradicional del país nipón, el agua está muy presente en este espacio natural, y cuenta con estanques, cascadas y fuentes con peces de colores y patos. También hay un jardín de piedra. La realización del proyecto estuvo a cargo de la arquitecta local Mayela Fallas y su diseño se basa en los principios de la filosofía oriental del Feng Shui. El norte del parque se reservó para una cancha de fútbol de tierra para niños y un kiosco de madera y bambú. A continuación está el estanque y el anfiteatro, que tiene una capacidad para unas 100 personas. Finalmente, en una pequeña colina, hay fuentes y aquí se origina la cascada que desemboca en el estanque. También es el montículo donde se ubica la estatua de Momotarō, personaje protagonista de uno los cuentos tradicionales más famosos de Japón. Por último, uno de los extremos del parque está destinado al arte urbano, y los grafiteros lo han llenado de originales pinturas.
San Francisco, en el extrarradio de San José, se halla perfectamente conectada con su capital. Una capital que es el centro político, económico y social del territorio costarricense, así como el nudo principal para el transporte y las telecomunicaciones. Rodeada de suaves ondulaciones y cruzada por varios ríos, San José todavía conserva el encanto de una ciudad con numerosas influencias europeas y con un claro aire colonial. No hay que perderse su centro histórico de edificios neoclásicos y barrocos y sus magníficos museos, que merece la pena visitar. En la Plaza de la Cultura en el distrito de Catedral, está el Museo de Oro Precolombino y la mayor colección de arte plástico nacional. Mención aparte merece el Museo Nacional de Costa Rica, que ocupa el bellísimo Cuartel Bellavista. Exhibe objetos de la historia del país antes de la llegada de los españoles, muestra la visión espiritual de los indígenas hacia el oro en una sección dedicada en exclusiva a este metal, y da a conocer las técnicas que utilizaron en la elaboración de las piezas. Por último, una de las salas presenta una síntesis del desarrollo de Costa Rica, desde el desembarco de Colón hasta la actualidad. Un espacio para la reflexión y el conocimiento
El rico legado cultural también se ve reflejado en los teatros de San José, las iglesias y muchas de las casas de los barrios históricos, como Aranjuez, Amón, Tournón y Otoya: en total, setenta casas y edificios de la capital han sido declarados patrimonio histórico y cultural de la nación costarricense. El Teatro Popular Melico Salazar, de estilo barroco, y el Teatro Variedades, de estilo neobarroco, son dos ejemplos de la bella arquitectura de la ciudad tica. En el barrio Amón encontramos el Castillo del Moro, de influencia mudéjar, donde resaltan dos mil mosaicos con escenas de El Quijote. El edificio de Correos y Telégrafos, construido en 1917, es otra de las joyas arquitectónicas de estilo neoclásico europeo, diseñado por el arquitecto Luis Llach Llagostera. En 1980 fue declarado Reliquia de Valor Histórico y Arquitectónico. Alberga el Museo Filatélico Nacional de Costa Rica desde 1985. La botica Solera, uno de los edificios más representativos de Barrio México, está inspirado en el icónico rascacielos Flatiron de Nueva York…
Y además de estas bellas construcciones, no hay que olvidar los antiguos mercados tradicionales, coloristas y llenos de vida, en los que se puede encontrar desde una variada muestra de la gastronomía costarricense a piezas de artesanía, ropa… Muy recomendables son: el Mercado Central de San José, el Mercado Borbón, el Mercado de Artesanías y el Mercado del Antiguo Registro.
La proximidad a este volcán de San Francisco y de otras urbes del valle Central, incluida la capital San José, hace de este parque nacional uno de los más visitados de Costa Rica. No podía ser de otra forma: el volcán Poás es un impresionante lugar a 2.700 metros sobre el nivel del mar con uno de los cráteres más grandes en el planeta. El bellísimo paisaje enmarca una de las imágenes más fotografíadas, la famosa laguna Botos, de un intenso verde esmeralda, que también fue un cráter originalmente. En el volcán se pueden recorrer muchos senderos seguros y en el centro de visitantes obtener completa información sobre toda la zona. También hay un museo, área de picnic, una pequeña cafetería y un aparcamiento.
Para llegar al volcán Poás, se pueden tomar los autobuses que salen de Alajuela los sábados o los domingos. Hay uno también los domingos desde San José. Es posible asimismo contratar una excursión organizada. En coche particular, se debe tomar la autopista Interamericana hacia Alajuela y pasar por el parque Central de esa ciudad. Siga la misma ruta hasta San Pedro de Poás, desde allí seguir al volcán. Teléfono del parque: 2482-2165.
San Frascisco está indisolublemente unida a San José. En esta metrópoli rodeada de naturaleza en estado puro ha emergido una urbe moderna y dinámica, una ciudad que no para de crecer y desarrollarse. Esto se refleja en sus amplias avenidas, en sus infraestructuras y en una arquitectura que se eleva al cielo en vertical, como en el Paseo Colón, o en el Bulevar de la Avenida Central, con sus imponentes rascacielos, concentrados muchos de ellos en zonas como Rohrmoser, Pavas y los alrededores del Parque Metropolitano La Sabana. El edificio habitable más alto de la ciudad era hasta 2011 el del Banco Nacional de Costa Rica, superado por las Torres Paseo Colón, que miden nada menos que 82 metros y 22 pisos, sumando la azotea y el helipuerto.
Localizado a algo más de 20 kilómetros al noreste de San Francisco, la sección más visitada se encuentra al sur del parque, accesible mediante la carretera a la costa atlántica o por el pueblo de Siquirre. Este espacio protegido es una de las regiones con acceso mas difícil del país: todo el terreno se compone de rascacielos montañosos de origen volcánico. La mayoría del parque es un bosque primario, con árboles ancestrales, heliconias y una gran cantidad de palmeras. También es posible encontrar gran cantidad de vida silvestre, en especial aves. Algunos de los mamíferos más comunes son monos, dantas, jaguares, pumas, venados, puerco espines y perezosos. Un paraíso natural casi inexpugnable.
Por una carretera que enlaza el centro del país con la costa se llega al Parque Nacional Carara. Está a menos de dos horas de San Francisco, entre ciudad de Puntarenas y Playa Jaco en la provincia de Puntarenas. Es esta una zona de transición ecológica única, y lo es entre otras razones porque tiene clima seco en el Pacífico norte y mucha humedad en la costa sur, lo que convierte el parque en un lugar de asombrosa diversidad de flora y fauna: es el hogar de varios ecosistemas como los esteros, lagunas y bosques y de una riquísima variedad de especies animales. Además, es también uno de los pocos lugares donde los visitantes pueden llegar a ver la Guacamaya Escarlata o disfrutar con sitios arqueológicos precolombinos que datan de 2.000 años de antiguedad. La visita es obligada desde la ciudad de San Francisco.
Dada su buena ubicación en el centro del país, San Francisco es un destino formidable para viajeros activos, ofreciendo una gran variedad de oportunidades de aventura a dos pasos, en las grandes reservas naturales que rodean la ciudad. Descender por los rápidos y las aguas bravas sumergidos en la densa vegetación de los bosques lluviosos, hacer caminatas o rutas en bicicleta por senderos de gran valor ecológico, practicar canopy y sobrevolar la gran masa forestal a vista de pájaro... son emociones únicas que en este escenario natural se disfrutan a tope: un paraíso de excepción para los deportes de “acción”.
¿Cómo llegar?
Generalmente los vuelos de carácter internacional llegan directamente al aeropuerto internacional Juan Santamaría de San José y Daniel Oduber Quirós, y la tasa fijada para vuelos de carácter internacional es de aproximadamente diecisiete dólares. Desde aquí hasta San Francisco se puede llegar en un autobús interurbano.
No obstante, dentro del país existen también dos líneas aéreas importantes, SANSA y Travelair, en dónde es imprescindible reservar su vuelo con la mayor antelación posible.
Como dato a tener en cuenta cabe la posibilidad de que algunos ciudadanos de diferentes países, entre ellos España, puedan permanecer en el país durante noventa días sin la necesidad de presentar una visa.
Por carretera:Desde Nicaragua se destaca como punto fronterizo la zona denominada como Peñas Blancas, más exactamente sobre la costa oeste. Entre Costa Rica y Panamá, los pasos posibles son Paso Canoas, Sixaola/Guabito y Río Sereno.
En autobús: El transporte público se caracteriza por estar bien desarrollado, y San José es el principal centro transportista hacia la mayor parte del país, el sistema puede resultar sí el más económico pero no el más cómodo.
La opción acertada en este caso sería el alquiler de un taxi por todo el día, o por las horas que considere necesario contar con dicho servicio.