Presentación
En lo profundo del corazón de la región boscosa de Žilina se encuentra el pueblo de cuento de hadas del mismo nombre. A 200 km de Bratislava, la capital eslovaca, Žilina está cerca de la frontera polaca y la checa y ocupa una bella ubicación junto al río Váh. Con una población de cerca 85,000 habitantes, Žilina está rodeada de maravillosas sierras y muchas áreas protegidas y goza de estaciones distintas, con primaveras templadas, veranos cálidos, otoños apacibles e inviernos fríos. La ciudad es famosa también por tener uno de los escudos municipales más antiguos de Europa, que se ha usado desde 1378. Los residentes hablan eslovaco, usan el euro y su huso horario es el de Europa central (TUC +1).
La localidad de Žilina pertenece (de mayor a menor) al condado Žilinský kraj, al distrito Žilina y al municipio Žilina.
La localidad de Žilina cubre 80,03 km², tiene 85.302 habitantes (censo 2009) y una densidad de 1.065,88 habitantes por km². La altitud máxima es de 345 m, la altitud media es de 378 m.
El actual alcade de Žilina es Igor Choma.
El nombre francés de la localidad es Žilina, el nombre inglés de la localidad es Žilina, el nombre español es Žilina.
La página web de Žilina es http://www.zilina.sk
Visitas destacadas
Los amantes del arte harán bien en acercarse a este tranquilo edificio neoclásico blanco que en 1976 se estableció como museo para celebrar el arte y la cultura en la ciudad. Al momento de su fundación, el museo se especializó en dibujos eslovacos contemporáneos, pero al paso del tiempo ha expandido sus horizontes y ahora exhibe arte de las décadas de los 60, 70 y 80. De pinturas modernistas a instalaciones enigmáticas, arte gráfico pop y posters a fotografías elegantes, magníficas esculturas a complejos grabados, usted lo encontrará todo aquí. Los proyectos anuales se enfocan en temas y artistas particulares y las exposiciones permanentes también valen la pena. En especial usted puede conocer más de uno de los más talentosos artistas eslovacos, Vincent Hložník, un destacado proponente del expresionismo y la temprana vanguardia en los años siguientes a la Segunda Guerra Mundial.
Dirección: M. R. Štefánika č.2010 01, Žilina. Teléfono: +421 41 562 25 22. Entrada: adultos, tres euros; adultos mayores, estudiantes y niños, €1.50. Horario: martes a sábado de 9 a 12 y de 12:30 a 5; cerrado los lunes.
Tal vez el más famoso edificio de la ciudad, el simple castillo blanco de Budatín, con sus techos, pináculos y torres gris perla, muy bien merece una visita. Se construyó a finales del siglo XIII para recolectar impuestos de los viajeros que utilizaban los ríos Kysuca y Váh para transportar sus bienes. A comienzos del siglo XIV, el castillo quedó en control de Máté Csák, el noble húngaro que gobernó la Hungría medieval de entonces. En 1487, el aristócrata local Gašpar Suňog tomó el control del edificio y éste perteneció a su familia hasta el siglo XVIII. Con los años, el castillo se fortificó, amplió y se volvió a ampliar por sus diversos habitantes a la par de las modas arquitectónicas del momento, pero por desgracia las revoluciones en el imperio austríaco en 1848 también tuvieron repercusión aquí y las tropas imperiales dañaron seriamente el castillo. Afortunadamente, se restauró y ahora aloja algunas exposiciones de museo.
Dirección: Topoľová 1, 010 03, Žilina. Teléfono: +421 41 500 1510.
Este vibrante y maravilloso centro artístico ocupa parte de la vieja estación de trenes que alguna vez enlazó Žilina y Záriečie. Stanica es el lugar más animado en la ciudad para salir y atrae multitudes de estudiantes, profesionistas jóvenes y bohemios, que se reúnen aquí para disfrutar de un programa de actividades diverso y emocionante. En parte manejado por voluntarios, Stanica es un verdadero empeño de amor, lo que se muestra en la calidad del programa: desde cine vanguardista como la oda al bajo mundo de Tokio de Gaspar Noé, "Entrar al vacío", a exposiciones como la de Marián Grolmus, "Pan y circos", que examina las nociones de paz, el banquete sonoro de Ján Gašparovič, “Ruido blanco”, o la exploración de Tomáš Svoboda en torno de las crisis de la vida adulta, hay siempre algo interesante. Obras de teatro, música, festivales temporales y happenings mantienen las buenas vibraciones. Hay también talleres de diseño, actividades para niños y escuelas y un magnífico bar donde le garantizamos encontrará gente interesante. Visite su sitio web para mayor información: http://www.stanica.sk/en/.
Ninguna visita a esta ciudad está completa sin un día de ocio caminando por su centro histórico. Reconstruido con buen gusto a principios de la década de los 1990, el gobierno llama al centro una “mestská pamiatková rezervácia”, o “reserva de monumentos de la ciudad”, en reconocimiento de los muchos bellos edificios que se encuentran aquí. Comience en la plaza Andrej Hlinka, donde puede admirar la enorme iglesia de El apóstol San Pablo, construida por los misioneros jesuitas alrededor de 1654. El viejo edificio del Concejo de la ciudad también se encuentra aquí, junto con una adorable estatua barroca de la Virgen María. Desde la plaza, camine por el vecindario para descubrir galerías de casas burguesas de los siglos XVI y XVII. La plaza Mariánske Námestie aloja 44 de estas casas y 106 pasajes de galería. No muy lejos encontrará la iglesia estilo renacentista de la Santísima Trinidad, una catedral desde 2008 que data de 1400 y ha sobrevivido tres veces la total destrucción en los incendios de 1678, 1848 y 1886. Suba a la torre para bellas vistas del centro de la ciudad y luego tome una pausa para beber una cerveza y comer un bocadillo de queso ahumado en forma de trenza.
La historia judía de Eslovaquia se extiende hasta el siglo XI, cuando los primeros judíos se establecieron en la región. Sin embargo, no fue hasta la segunda mitad del siglo XIX que se pudo establecer una comunidad judía de importancia en Žilina a causa de las políticas antisemitas del pueblo que sólo permitían dos familias judías dentro de sus límites. En 1850 se abrieron una casa de oración y una escuela pública y en 1881 se abrió en Žilina la primera sinagoga. En 1931 se fundó un club deportivo judío, Makabi, que pronto se convirtió en una institución cultural. En 1927 se construyó una sinagoga ortodoxa. La impresionante sinagoga neológica modernista diseñada por el mundialmente famoso arquitecto Peter Berhrens está abierta también al público. Sin embargo, no todos los sitios son tan glamorosos. En el Memorial, construido de granito sueco en memoria de los muertos durante el Holocausto, el verdadero precio de la limpieza étnica de Hitler puede leerse tallado en la piedra en la lista de los 2668 hombres y mujeres judíos que no sobrevivieron la guerra. El Memorial del Camino sin retorno en la calle Závodská atestigua los miles de judío que fueron deportados para nunca regresar.
Diríjase a Vratna para practicar senderismo y esquí o a Terchová para explorar la bella arquitectura tradicional de madera y visitar la iglesia de los santos Cirilo y Metodio, donde encontrará un encantador nacimiento de madera que muestra la Natividad todo el año. Ambos pueblos son un buen punto de inicio para explorar el parque nacional, que se empezó a proteger en 1967 en reconocimiento de su ecosistema montañoso único. La increíble vida silvestre incluye águilas doradas, osos, lobos y gatos salvajes, y hay igualmente plantas raras como el zapatito de la virgen y el rocío de sol común en los ondulantes bosques mixtos de hayas, bosques de pinos y prados.
Alrededor de 16 km al este de Žilina, el evocador castillo de Strečno definitivamente merece una visita entre abril y octubre, cuando abre al público. Construido en 1316, el castillo fue objeto de renovaciones y mejoras en el siglo XVII, y es particularmente famoso entre los eslovacos por su cripta, donde reposan los restos de la noble del siglo XVII Zsófia Bosnyák. Tras su muerte, su cuerpo siguió tan bien preservado que parecía como si sólo estuviera dormida.
Čičmany es una verdadera joya escondida y una de las últimas verdaderas aldeas folclóricas de Europa central. Está alrededor de 30 a 40 minutos en coche desde Žilina y es famosa en particular por los patrones bellamente pintados en las casas negras de madera. La aldea data de 1282 y ha sobrevivido el fuego y las plagas, y mantiene sus bellas música y danzas folclóricas y sus intactos trajes típicos. Los bosques cercanos son hermosos, conservados y perfectos para un paseo por la tarde.
Un famoso pueblo de balneario, Rajecké Teplice ofrece aire limpio de montaña, un paisaje espectacular, maravillosa vida salvaje y antiguas aguas termales que se descubrieron en 1372. Durante el siglo XIX, Rajecké Teplice se volvió un destino de descanso famoso para los huéspedes de la aristocracia, y ahora usted puede probar la vida con estilo mediante una visita al balneario Afrodita. Además de las aguas curativas, hay tratamientos disponibles y la oportunidad de sólo relajarse en los jacuzzis y saunas. Para saber más, vea http://www.spa.sk/en.
¿Cómo llegar?
Muchos visitantes llegan a Žilina en tren; hay trenes directos desde Praga, en la República Checa, Varsovia, en Polonia, Moscú, en Rusia, y desde la capital de Eslovaquia, Bratislava. La ciudad también se une por tren a destinos más lejanos, incluidos Viena, Cracovia e incluso Ucrania. El tren a Žilina sale cada 60 a 90 minutos y cuesta sólo €10. Praga está a sólo cinco horas y cuesta el boleto alrededor de €20. Eslovaquia tiene una muy desarrollada red de autobuses y hay conexiones internacionales de autobús a la República Checa y Polonia, Tres importantes carreteras europeas pasan por Žilina, la E75 de Bratislava, la E50 de Brno vía Žilina a Kosice y la E442 de Olomouc. Žilina también tiene su propio aeropuerto, ubicado cerca de la villa de Dolný Hričov, alrededor de 10 km al oeste de la ciudad. Sin embargo, la mayoría de los visitantes internacionales que llegan por aire aterrizarán en la capital, que ofrece vuelos a Grecia y Turquía, la República Checa, Noruega, Italia, Gran Bretaña y muchos otros. Disfrute de un paseo por el centro de la ciudad o súbase en alguno de los muchos autobuses por sólo 50c el viaje.
Presentación
En lo profundo del corazón de la región boscosa de Žilina se encuentra el pueblo de cuento de hadas del mismo nombre. A 200 km de Bratislava, la capital eslovaca, Žilina está cerca de la frontera polaca y la checa y ocupa una bella ubicación junto al río Váh. Con una población de cerca 85,000 habitantes, Žilina está rodeada de maravillosas sierras y muchas áreas protegidas y goza de estaciones distintas, con primaveras templadas, veranos cálidos, otoños apacibles e inviernos fríos. La ciudad es famosa también por tener uno de los escudos municipales más antiguos de Europa, que se ha usado desde 1378. Los residentes hablan eslovaco, usan el euro y su huso horario es el de Europa central (TUC +1).
La localidad de Žilina pertenece (de mayor a menor) al condado Žilinský kraj, al distrito Žilina y al municipio Žilina.
La localidad de Žilina cubre 80,03 km², tiene 85.302 habitantes (censo 2009) y una densidad de 1.065,88 habitantes por km². La altitud máxima es de 345 m, la altitud media es de 378 m.
El actual alcade de Žilina es Igor Choma.
El nombre francés de la localidad es Žilina, el nombre inglés de la localidad es Žilina, el nombre español es Žilina.
La página web de Žilina es http://www.zilina.sk
Visitas destacadas
Los amantes del arte harán bien en acercarse a este tranquilo edificio neoclásico blanco que en 1976 se estableció como museo para celebrar el arte y la cultura en la ciudad. Al momento de su fundación, el museo se especializó en dibujos eslovacos contemporáneos, pero al paso del tiempo ha expandido sus horizontes y ahora exhibe arte de las décadas de los 60, 70 y 80. De pinturas modernistas a instalaciones enigmáticas, arte gráfico pop y posters a fotografías elegantes, magníficas esculturas a complejos grabados, usted lo encontrará todo aquí. Los proyectos anuales se enfocan en temas y artistas particulares y las exposiciones permanentes también valen la pena. En especial usted puede conocer más de uno de los más talentosos artistas eslovacos, Vincent Hložník, un destacado proponente del expresionismo y la temprana vanguardia en los años siguientes a la Segunda Guerra Mundial.
Dirección: M. R. Štefánika č.2010 01, Žilina. Teléfono: +421 41 562 25 22. Entrada: adultos, tres euros; adultos mayores, estudiantes y niños, €1.50. Horario: martes a sábado de 9 a 12 y de 12:30 a 5; cerrado los lunes.
Tal vez el más famoso edificio de la ciudad, el simple castillo blanco de Budatín, con sus techos, pináculos y torres gris perla, muy bien merece una visita. Se construyó a finales del siglo XIII para recolectar impuestos de los viajeros que utilizaban los ríos Kysuca y Váh para transportar sus bienes. A comienzos del siglo XIV, el castillo quedó en control de Máté Csák, el noble húngaro que gobernó la Hungría medieval de entonces. En 1487, el aristócrata local Gašpar Suňog tomó el control del edificio y éste perteneció a su familia hasta el siglo XVIII. Con los años, el castillo se fortificó, amplió y se volvió a ampliar por sus diversos habitantes a la par de las modas arquitectónicas del momento, pero por desgracia las revoluciones en el imperio austríaco en 1848 también tuvieron repercusión aquí y las tropas imperiales dañaron seriamente el castillo. Afortunadamente, se restauró y ahora aloja algunas exposiciones de museo.
Dirección: Topoľová 1, 010 03, Žilina. Teléfono: +421 41 500 1510.
Este vibrante y maravilloso centro artístico ocupa parte de la vieja estación de trenes que alguna vez enlazó Žilina y Záriečie. Stanica es el lugar más animado en la ciudad para salir y atrae multitudes de estudiantes, profesionistas jóvenes y bohemios, que se reúnen aquí para disfrutar de un programa de actividades diverso y emocionante. En parte manejado por voluntarios, Stanica es un verdadero empeño de amor, lo que se muestra en la calidad del programa: desde cine vanguardista como la oda al bajo mundo de Tokio de Gaspar Noé, "Entrar al vacío", a exposiciones como la de Marián Grolmus, "Pan y circos", que examina las nociones de paz, el banquete sonoro de Ján Gašparovič, “Ruido blanco”, o la exploración de Tomáš Svoboda en torno de las crisis de la vida adulta, hay siempre algo interesante. Obras de teatro, música, festivales temporales y happenings mantienen las buenas vibraciones. Hay también talleres de diseño, actividades para niños y escuelas y un magnífico bar donde le garantizamos encontrará gente interesante. Visite su sitio web para mayor información: http://www.stanica.sk/en/.
Ninguna visita a esta ciudad está completa sin un día de ocio caminando por su centro histórico. Reconstruido con buen gusto a principios de la década de los 1990, el gobierno llama al centro una “mestská pamiatková rezervácia”, o “reserva de monumentos de la ciudad”, en reconocimiento de los muchos bellos edificios que se encuentran aquí. Comience en la plaza Andrej Hlinka, donde puede admirar la enorme iglesia de El apóstol San Pablo, construida por los misioneros jesuitas alrededor de 1654. El viejo edificio del Concejo de la ciudad también se encuentra aquí, junto con una adorable estatua barroca de la Virgen María. Desde la plaza, camine por el vecindario para descubrir galerías de casas burguesas de los siglos XVI y XVII. La plaza Mariánske Námestie aloja 44 de estas casas y 106 pasajes de galería. No muy lejos encontrará la iglesia estilo renacentista de la Santísima Trinidad, una catedral desde 2008 que data de 1400 y ha sobrevivido tres veces la total destrucción en los incendios de 1678, 1848 y 1886. Suba a la torre para bellas vistas del centro de la ciudad y luego tome una pausa para beber una cerveza y comer un bocadillo de queso ahumado en forma de trenza.
La historia judía de Eslovaquia se extiende hasta el siglo XI, cuando los primeros judíos se establecieron en la región. Sin embargo, no fue hasta la segunda mitad del siglo XIX que se pudo establecer una comunidad judía de importancia en Žilina a causa de las políticas antisemitas del pueblo que sólo permitían dos familias judías dentro de sus límites. En 1850 se abrieron una casa de oración y una escuela pública y en 1881 se abrió en Žilina la primera sinagoga. En 1931 se fundó un club deportivo judío, Makabi, que pronto se convirtió en una institución cultural. En 1927 se construyó una sinagoga ortodoxa. La impresionante sinagoga neológica modernista diseñada por el mundialmente famoso arquitecto Peter Berhrens está abierta también al público. Sin embargo, no todos los sitios son tan glamorosos. En el Memorial, construido de granito sueco en memoria de los muertos durante el Holocausto, el verdadero precio de la limpieza étnica de Hitler puede leerse tallado en la piedra en la lista de los 2668 hombres y mujeres judíos que no sobrevivieron la guerra. El Memorial del Camino sin retorno en la calle Závodská atestigua los miles de judío que fueron deportados para nunca regresar.
Diríjase a Vratna para practicar senderismo y esquí o a Terchová para explorar la bella arquitectura tradicional de madera y visitar la iglesia de los santos Cirilo y Metodio, donde encontrará un encantador nacimiento de madera que muestra la Natividad todo el año. Ambos pueblos son un buen punto de inicio para explorar el parque nacional, que se empezó a proteger en 1967 en reconocimiento de su ecosistema montañoso único. La increíble vida silvestre incluye águilas doradas, osos, lobos y gatos salvajes, y hay igualmente plantas raras como el zapatito de la virgen y el rocío de sol común en los ondulantes bosques mixtos de hayas, bosques de pinos y prados.
Alrededor de 16 km al este de Žilina, el evocador castillo de Strečno definitivamente merece una visita entre abril y octubre, cuando abre al público. Construido en 1316, el castillo fue objeto de renovaciones y mejoras en el siglo XVII, y es particularmente famoso entre los eslovacos por su cripta, donde reposan los restos de la noble del siglo XVII Zsófia Bosnyák. Tras su muerte, su cuerpo siguió tan bien preservado que parecía como si sólo estuviera dormida.
Čičmany es una verdadera joya escondida y una de las últimas verdaderas aldeas folclóricas de Europa central. Está alrededor de 30 a 40 minutos en coche desde Žilina y es famosa en particular por los patrones bellamente pintados en las casas negras de madera. La aldea data de 1282 y ha sobrevivido el fuego y las plagas, y mantiene sus bellas música y danzas folclóricas y sus intactos trajes típicos. Los bosques cercanos son hermosos, conservados y perfectos para un paseo por la tarde.
Un famoso pueblo de balneario, Rajecké Teplice ofrece aire limpio de montaña, un paisaje espectacular, maravillosa vida salvaje y antiguas aguas termales que se descubrieron en 1372. Durante el siglo XIX, Rajecké Teplice se volvió un destino de descanso famoso para los huéspedes de la aristocracia, y ahora usted puede probar la vida con estilo mediante una visita al balneario Afrodita. Además de las aguas curativas, hay tratamientos disponibles y la oportunidad de sólo relajarse en los jacuzzis y saunas. Para saber más, vea http://www.spa.sk/en.
¿Cómo llegar?
Muchos visitantes llegan a Žilina en tren; hay trenes directos desde Praga, en la República Checa, Varsovia, en Polonia, Moscú, en Rusia, y desde la capital de Eslovaquia, Bratislava. La ciudad también se une por tren a destinos más lejanos, incluidos Viena, Cracovia e incluso Ucrania. El tren a Žilina sale cada 60 a 90 minutos y cuesta sólo €10. Praga está a sólo cinco horas y cuesta el boleto alrededor de €20. Eslovaquia tiene una muy desarrollada red de autobuses y hay conexiones internacionales de autobús a la República Checa y Polonia, Tres importantes carreteras europeas pasan por Žilina, la E75 de Bratislava, la E50 de Brno vía Žilina a Kosice y la E442 de Olomouc. Žilina también tiene su propio aeropuerto, ubicado cerca de la villa de Dolný Hričov, alrededor de 10 km al oeste de la ciudad. Sin embargo, la mayoría de los visitantes internacionales que llegan por aire aterrizarán en la capital, que ofrece vuelos a Grecia y Turquía, la República Checa, Noruega, Italia, Gran Bretaña y muchos otros. Disfrute de un paseo por el centro de la ciudad o súbase en alguno de los muchos autobuses por sólo 50c el viaje.