Presentación
Logroño es una localidad indisolublemente unida a la cultura del vino. La capital de La Rioja, una región geográfica que ha dado a conocer sus prestigiosos caldos en todo mundo, se ubica a orillas del río Ebro ocupando una amplia llanura. Está localizada al norte de España y a pesar de ser una localidad de mediano tamaño, con unos 152.650 habitantes según el censo de 2008, tiene las ventajas de una gran urbe y ninguno de sus inconvenientes. Reclamos turísticos le sobran. Su centro histórico es animado y bello; en él lo mismo se puede disfrutar de la arquitectura monumental que degustar la famosa gastronomía riojana en sus múltiples bares de tapas. La ciudad también cuenta con agradables zonas arboladas de paseo junto al río o de increíbles y vanguardistas museos. Una visita a sus famosas bodegas es la mejor forma de conocer todo lo que el mundo del vino encierra y alrededor del cual gira la economía de la región. Logroño es una gran desconocida con mucho que ofrecer.
La localidad de Logroño pertenece (de mayor a menor) a la comunidad La Rioja y a la provincia La Rioja.
La localidad de Logroño cubre 80 km², tiene 152.650 habitantes (censo 2008) y una densidad de 1.908,12 habitantes por km². La altitud media es de 384 m.
El actual alcade de Logroño es Concepción Gamarra (Parti populaire) para el período 2011-2015.
El gentilicio para los habitantes de Logroño es Logroñés/esa. El nombre francés de la localidad es Logroño.
El Patrón de la localidad de Logroño es Barnabé. La página web de Logroño es http://www.logro-o.org
Visitas destacadas
El centro histórico de Logroño es un lugar animado y lleno de vida. Recorrerlo a pie y dejarse sorprender por sus calles estrechas que se abren a grandes plazas, por sus edificios antiguos de bellas fachadas y por sus bares típicos donde practicar el popular deporte del “tapeo" y del “chiquiteo” es toda una experiencia que no hay que perderse. El epicentro de la vida logroñesa es la calle Portales, llamada así por sus famosos soportales que albergan infinidad de comercios. La Plaza del Mercado y la Concatedral de Santa María la Redonda completan una estampa que en las fiestas de San Mateo (a finales de septiembre) se torna taurina, ya que este es el lugar principal de los encierros. Pero si de ir de pinchos se trata, nada como la calle Laurel, declarada de Interés Turístico Nacional, para probar lo más típico de la gastronomía riojana acompañado de un buen vino, o las muy próximas de San Juan o de San Agustín… Este dédalo de calles se conoce popularmente como la “senda de los elefantes” porque quien entra suele salir trompa. Los precios no son excesivos y de ahí el exceso, pero aún se pueden encontrar más baratos en una nueva zona conocida como Laurel Pobre, la de la calle María Teresa de Gárate: a 1 euro de media, el corto más pincho.
El puente de piedra de San Juan de Ortega sobre el Ebro es una de las entradas a la ciudad. Es el más famoso de los cuatro que cruza este majestuoso río y el último al que se llega si se toma el sendero que va paralelo al curso fluvial del Parque del Ebro, el más conocido de la ciudad. El Parque del Ebro es el resultado de un trabajo de recuperación puesto en marcha hace algunos años para limpiar, repoblar y devolver a la ciudad zonas del cauce del río que estaban muy abandonadas. El camino es muy agradable, con la vista del agua y del abundante arbolado, pero además desde esta senda se pueden admirar algunos de los monumentos más importantes de la ciudad: las iglesias de Palacio y Santiago y la Concatedral de La Redonda. Además hay varios puntos de interés en el recorrido, como Los Molinos, una obra de Asdrúbal González, que son cuatro molinillos con los cuatro colores de la bandera riojana; la chimenea de ladrillo de la antigua central eléctrica y la Puerta del Ebro, firmada por Guillermo Grisaleña y realizada en acero oxidado. También se atraviesan los cuatro puentes que cruzan sobre el río Ebro y que no hay que dejar de ver: el de piedra, el de hierro, la pasarela peatonal y el denominado “cuarto” puente, el más moderno.
Logroño es parada obligada del Camino de Santiago. Por esta circunstancia durante la Edad Media muchos de los templos originales de la ruta jacobea fueron reformados con añadidos y modificaciones, y así edificaciones románicas se reintrepretaron en clave gótica. El templo dedicado a San Bartolomé es un claro ejemplo de ello. La Iglesia fue construida a principios del siglo XIII, adosada a la muralla medieval, formando su cabecera y torre campanario parte de los elementos defensivos de la ciudad. Es una magnífica construcción en la que lo más destacado es su portada. Construida en un cuerpo adosado al muro oeste, fue realizada a finales del siglo XIII. Su distribución tiene una clara influencia francesa. El interior es alto y luminoso, con hermosas bóvedas góticas. Tampoco hay que dejar de mencionar la Concatedral de Santa María la Redonda, cuya planta circular le da el sobrenombre. Fue construida en el siglo XV sobre la primitiva iglesia románica de San Lucas, pero posteriormente sufrió numerosas modificaciones, las más numerosas ejecutadas en el siglo XVIII. Consta de tres naves, tres ábsides poligonales y capillas en las naves laterales, entre la que destaca la capilla de Nuestra Señora de la Paz, de estilo plateresco. http://www.laredonda.org
Uno de los lugares más emblemáticos de Logroño es esta plaza, también llamada Paseo del Príncipe, presidida por la estatua ecuestre del General Espartero y rodeada por una fuente. Los cuatro leones que completan el conjunto monumental fueron fundidos con el bronce procedente de antiguos cañones. Fue obra del arquitecto Luis y Tomás, realizada por el escultor Pablo Gibert e inaugurada en 1872. En esta misma plaza logroñesa también se encuentra La Rosaleda, refrescada por otra fuente más pequeña en esta ocasión conocida como de las ranitas, porque las bocas de estos batracios hacen las veces de surtidores. Un poco más allá podemos ver La Concha, un auditorium con dicha forma que en 1954 vino a ocupar el lugar donde estaba el antiguo kiosco de música. La Concha es obra del arquitecto Luis Barrón, con motivos decorativos del escultor Lucarini, autor también de las ranitas instaladas en los estanques de la Rosaleda. El auditorio se construyó siguiendo el modelo de otro similar que se había instalado en la ciudad norteamericana de San Francisco. La parte trasera de la Concha se ha renovado por completo en la actualidad y aquí tiene su sede la Oficina de Turismo, inaugurada en 1996.
Decir Logroño es decir vino y no se puede conocer bien esta ciudad sin hacer una parada en alguna de las muchas bodegas que hay en ella. Son un magnífico reclamo turístico, ya que a la visita de las instalaciones, cata de vino y posibilidad de comer en el restaurante del que disponen algunas de ellas se une el hecho de que están en edificios de gran interés arquitectónico. Hay bodegas antiquísimas y otras modernísimas, que hacen gala de la nueva imagen de La Rioja. Ese es el caso de la bodega Darien, situada en el kilómetro 7 de la carretera de Logroño a Zaragoza. Inaugurada en 2007, el exterior es un complejo edificio de módulos superpuestos y el diseño interior es puro minimalismo. Por el contrario, las bodegas Franco-Españolas son reflejo de sus 125 años de historia. Están a cinco minutos del centro de la ciudad, en una ubicación inmejorable, ya que se puede acceder andando en un bonito paseo desde el corazón de Logroño por dos de los puentes sobre el Ebro. Estas bodegas son un referente a la hora de hablar del mundo del vino. Las instalaciones han sido renovadas con mucho gusto manteniendo en sus muros el encanto del pasado. http://www.francoespanolas.com
El mercado de abastos está abierto y en funcionamiento desde el año 1930. Ocupa un bonito edificio, obra del arquitecto Fermín Álamo, y cuenta con tiendas de alimentación de todo tipo. Nada como pasear entre los puestos para disfrutar con el animado ambiente de las horas punta y conocer los productos típicos que da esta tierra: pimientos, espárragos, chorizos, setas… La planta baja bulle de color con las frutas y verduras de la huerta riojana. Está en la calle Sagasta nº 1.
Rafael Moneo proyectó entre los años 1973 y 1974 el edificio que hoy alberga la Casa consistorial logroñesa. Construido en piedra arenisca, es un magnífico y singular ejemplo para conocer y comprender la arquitectura civil española de los últimos años. Está enclavado en una gran plaza en la prolongación de la ciudad vieja y abierto al ensanche oriental del nuevo Logroño. Hasta ella se llega tras pasar por el Muro de Cervantes, un conjunto de casas antiguas que forman un alegre mosaico con sus colores y balcones de forja, y de la Escuela Superior de Diseño, que ofrece una bellísima fachada y se continua por la Avenida de la Paz.
Como todas las ciudades medievales, Logroño estaba rodeada de gran muralla. De ella aún quedan algunos restos que hasta hace poco estaban ocultos por construcciones posteriores y que en gran parte siguen estándolo. Las zonas mejor conservadas son la puerta y el arco del Revellín. También siguen en pie en la ciudad otro tipo de construcciones posteriores pero no menos interesantes, muestras de arquitectura industrial de finales del siglo XIX y principios del XX, como la antigua Tabacalera, que hoy es un museo histórico del tabaco y cuya chimenea de ladrillo despunta al igual que otra localizada en el Parque del Ebro y que perteneció a la antigua central eléctrica.
Resulta extraño encontrar en un polígono industrial un museo de arte contemporáneo. Pero la ubicación del mismo no es gratuita, al contrario, es uno de sus rasgos de identidad. Su creador, Reinhold Würth, dueño de una multinacional de material para profesionales y apasionado coleccionista de arte, tiene como objetivo en todos sus museos repartidos por Europa fusionar en un mismo espacio cultura y empresa. De ahí que los edificios se parezcan más a una construcción industrial que a un lugar ideado para contener obras de arte. Y las de la colección del Museo Wüth de Logroño son además excepcionales. Incluye artes gráficas, pintura, escultura, fotografía, videoarte e instalaciones de corrientes artísticas desde finales del siglo XIX. Su contenido es valiosísimo con obras de artistas como Max Beckmann, Max Ernst, Ernst Ludwig Kirchner, Edvard Munch, Emil Nolde o Pablo Picasso. Impresionante. http://www.museowurth.es
¿Cómo llegar?
En avión: El aeropuerto Logroño-Agoncillo ofrece vuelos locales con las principales ciudades españolas. Está a 9 km de la ciudad.
Otros aeropuertos más cercanos se encuentran en Bilbao (a 152 kilómetros), Vitoria (a 86 kilómetros) y Pamplona (a 92 kilómetros). Más información: http://www.aena-aeropuertos.es
En tren: Logroño tiene estación de tren que conecta la ciudad con el resto del territorio español. Está en la Avenida de Colón, n º 83. Para ver servicios y horarios: http://www.renfe.es
En autobús: Hay distintas compañías que enlazan Logroño con los pueblos y ciudades de la provincia y con otras provincias españolas. Más información: http://logrono-virtual.com/transportes/ir-a-logrono-en-autobuses/gmx-niv75.htm
En coche: Logroño está conectado con el resto de ciudades españolas por medio de la LO-20, la A-12, la A-11 y la Autopista AP-68, que comunica Logroño con Vitoria, Bilbao, Pamplona, San Sebastián, Zaragoza, Soria, Madrid y Barcelona. A Madrid 334 km; a Bilbao 124 km; a Zaragoza 170 km; a Pamplona 90 km.; a Burgos 111 km; a Barcelona 468 km.
Para moverse por Logroño:
Autobuses urbanos conectan los distintos puntos de la ciudad. Para ver líneas y recorridos: http://www.autobuseslogro-o.es.
Taxis: Tele Taxi 941 222 122
Radio Taxi 941 505 050
http://www.riojanosenlared.com/TAXIS.htm
Presentación
Logroño es una localidad indisolublemente unida a la cultura del vino. La capital de La Rioja, una región geográfica que ha dado a conocer sus prestigiosos caldos en todo mundo, se ubica a orillas del río Ebro ocupando una amplia llanura. Está localizada al norte de España y a pesar de ser una localidad de mediano tamaño, con unos 152.650 habitantes según el censo de 2008, tiene las ventajas de una gran urbe y ninguno de sus inconvenientes. Reclamos turísticos le sobran. Su centro histórico es animado y bello; en él lo mismo se puede disfrutar de la arquitectura monumental que degustar la famosa gastronomía riojana en sus múltiples bares de tapas. La ciudad también cuenta con agradables zonas arboladas de paseo junto al río o de increíbles y vanguardistas museos. Una visita a sus famosas bodegas es la mejor forma de conocer todo lo que el mundo del vino encierra y alrededor del cual gira la economía de la región. Logroño es una gran desconocida con mucho que ofrecer.
La localidad de Logroño pertenece (de mayor a menor) a la comunidad La Rioja y a la provincia La Rioja.
La localidad de Logroño cubre 80 km², tiene 152.650 habitantes (censo 2008) y una densidad de 1.908,12 habitantes por km². La altitud media es de 384 m.
El actual alcade de Logroño es Concepción Gamarra (Parti populaire) para el período 2011-2015.
El gentilicio para los habitantes de Logroño es Logroñés/esa. El nombre francés de la localidad es Logroño.
El Patrón de la localidad de Logroño es Barnabé. La página web de Logroño es http://www.logro-o.org
Visitas destacadas
El centro histórico de Logroño es un lugar animado y lleno de vida. Recorrerlo a pie y dejarse sorprender por sus calles estrechas que se abren a grandes plazas, por sus edificios antiguos de bellas fachadas y por sus bares típicos donde practicar el popular deporte del “tapeo" y del “chiquiteo” es toda una experiencia que no hay que perderse. El epicentro de la vida logroñesa es la calle Portales, llamada así por sus famosos soportales que albergan infinidad de comercios. La Plaza del Mercado y la Concatedral de Santa María la Redonda completan una estampa que en las fiestas de San Mateo (a finales de septiembre) se torna taurina, ya que este es el lugar principal de los encierros. Pero si de ir de pinchos se trata, nada como la calle Laurel, declarada de Interés Turístico Nacional, para probar lo más típico de la gastronomía riojana acompañado de un buen vino, o las muy próximas de San Juan o de San Agustín… Este dédalo de calles se conoce popularmente como la “senda de los elefantes” porque quien entra suele salir trompa. Los precios no son excesivos y de ahí el exceso, pero aún se pueden encontrar más baratos en una nueva zona conocida como Laurel Pobre, la de la calle María Teresa de Gárate: a 1 euro de media, el corto más pincho.
El puente de piedra de San Juan de Ortega sobre el Ebro es una de las entradas a la ciudad. Es el más famoso de los cuatro que cruza este majestuoso río y el último al que se llega si se toma el sendero que va paralelo al curso fluvial del Parque del Ebro, el más conocido de la ciudad. El Parque del Ebro es el resultado de un trabajo de recuperación puesto en marcha hace algunos años para limpiar, repoblar y devolver a la ciudad zonas del cauce del río que estaban muy abandonadas. El camino es muy agradable, con la vista del agua y del abundante arbolado, pero además desde esta senda se pueden admirar algunos de los monumentos más importantes de la ciudad: las iglesias de Palacio y Santiago y la Concatedral de La Redonda. Además hay varios puntos de interés en el recorrido, como Los Molinos, una obra de Asdrúbal González, que son cuatro molinillos con los cuatro colores de la bandera riojana; la chimenea de ladrillo de la antigua central eléctrica y la Puerta del Ebro, firmada por Guillermo Grisaleña y realizada en acero oxidado. También se atraviesan los cuatro puentes que cruzan sobre el río Ebro y que no hay que dejar de ver: el de piedra, el de hierro, la pasarela peatonal y el denominado “cuarto” puente, el más moderno.
Logroño es parada obligada del Camino de Santiago. Por esta circunstancia durante la Edad Media muchos de los templos originales de la ruta jacobea fueron reformados con añadidos y modificaciones, y así edificaciones románicas se reintrepretaron en clave gótica. El templo dedicado a San Bartolomé es un claro ejemplo de ello. La Iglesia fue construida a principios del siglo XIII, adosada a la muralla medieval, formando su cabecera y torre campanario parte de los elementos defensivos de la ciudad. Es una magnífica construcción en la que lo más destacado es su portada. Construida en un cuerpo adosado al muro oeste, fue realizada a finales del siglo XIII. Su distribución tiene una clara influencia francesa. El interior es alto y luminoso, con hermosas bóvedas góticas. Tampoco hay que dejar de mencionar la Concatedral de Santa María la Redonda, cuya planta circular le da el sobrenombre. Fue construida en el siglo XV sobre la primitiva iglesia románica de San Lucas, pero posteriormente sufrió numerosas modificaciones, las más numerosas ejecutadas en el siglo XVIII. Consta de tres naves, tres ábsides poligonales y capillas en las naves laterales, entre la que destaca la capilla de Nuestra Señora de la Paz, de estilo plateresco. http://www.laredonda.org
Uno de los lugares más emblemáticos de Logroño es esta plaza, también llamada Paseo del Príncipe, presidida por la estatua ecuestre del General Espartero y rodeada por una fuente. Los cuatro leones que completan el conjunto monumental fueron fundidos con el bronce procedente de antiguos cañones. Fue obra del arquitecto Luis y Tomás, realizada por el escultor Pablo Gibert e inaugurada en 1872. En esta misma plaza logroñesa también se encuentra La Rosaleda, refrescada por otra fuente más pequeña en esta ocasión conocida como de las ranitas, porque las bocas de estos batracios hacen las veces de surtidores. Un poco más allá podemos ver La Concha, un auditorium con dicha forma que en 1954 vino a ocupar el lugar donde estaba el antiguo kiosco de música. La Concha es obra del arquitecto Luis Barrón, con motivos decorativos del escultor Lucarini, autor también de las ranitas instaladas en los estanques de la Rosaleda. El auditorio se construyó siguiendo el modelo de otro similar que se había instalado en la ciudad norteamericana de San Francisco. La parte trasera de la Concha se ha renovado por completo en la actualidad y aquí tiene su sede la Oficina de Turismo, inaugurada en 1996.
Decir Logroño es decir vino y no se puede conocer bien esta ciudad sin hacer una parada en alguna de las muchas bodegas que hay en ella. Son un magnífico reclamo turístico, ya que a la visita de las instalaciones, cata de vino y posibilidad de comer en el restaurante del que disponen algunas de ellas se une el hecho de que están en edificios de gran interés arquitectónico. Hay bodegas antiquísimas y otras modernísimas, que hacen gala de la nueva imagen de La Rioja. Ese es el caso de la bodega Darien, situada en el kilómetro 7 de la carretera de Logroño a Zaragoza. Inaugurada en 2007, el exterior es un complejo edificio de módulos superpuestos y el diseño interior es puro minimalismo. Por el contrario, las bodegas Franco-Españolas son reflejo de sus 125 años de historia. Están a cinco minutos del centro de la ciudad, en una ubicación inmejorable, ya que se puede acceder andando en un bonito paseo desde el corazón de Logroño por dos de los puentes sobre el Ebro. Estas bodegas son un referente a la hora de hablar del mundo del vino. Las instalaciones han sido renovadas con mucho gusto manteniendo en sus muros el encanto del pasado. http://www.francoespanolas.com
El mercado de abastos está abierto y en funcionamiento desde el año 1930. Ocupa un bonito edificio, obra del arquitecto Fermín Álamo, y cuenta con tiendas de alimentación de todo tipo. Nada como pasear entre los puestos para disfrutar con el animado ambiente de las horas punta y conocer los productos típicos que da esta tierra: pimientos, espárragos, chorizos, setas… La planta baja bulle de color con las frutas y verduras de la huerta riojana. Está en la calle Sagasta nº 1.
Rafael Moneo proyectó entre los años 1973 y 1974 el edificio que hoy alberga la Casa consistorial logroñesa. Construido en piedra arenisca, es un magnífico y singular ejemplo para conocer y comprender la arquitectura civil española de los últimos años. Está enclavado en una gran plaza en la prolongación de la ciudad vieja y abierto al ensanche oriental del nuevo Logroño. Hasta ella se llega tras pasar por el Muro de Cervantes, un conjunto de casas antiguas que forman un alegre mosaico con sus colores y balcones de forja, y de la Escuela Superior de Diseño, que ofrece una bellísima fachada y se continua por la Avenida de la Paz.
Como todas las ciudades medievales, Logroño estaba rodeada de gran muralla. De ella aún quedan algunos restos que hasta hace poco estaban ocultos por construcciones posteriores y que en gran parte siguen estándolo. Las zonas mejor conservadas son la puerta y el arco del Revellín. También siguen en pie en la ciudad otro tipo de construcciones posteriores pero no menos interesantes, muestras de arquitectura industrial de finales del siglo XIX y principios del XX, como la antigua Tabacalera, que hoy es un museo histórico del tabaco y cuya chimenea de ladrillo despunta al igual que otra localizada en el Parque del Ebro y que perteneció a la antigua central eléctrica.
Resulta extraño encontrar en un polígono industrial un museo de arte contemporáneo. Pero la ubicación del mismo no es gratuita, al contrario, es uno de sus rasgos de identidad. Su creador, Reinhold Würth, dueño de una multinacional de material para profesionales y apasionado coleccionista de arte, tiene como objetivo en todos sus museos repartidos por Europa fusionar en un mismo espacio cultura y empresa. De ahí que los edificios se parezcan más a una construcción industrial que a un lugar ideado para contener obras de arte. Y las de la colección del Museo Wüth de Logroño son además excepcionales. Incluye artes gráficas, pintura, escultura, fotografía, videoarte e instalaciones de corrientes artísticas desde finales del siglo XIX. Su contenido es valiosísimo con obras de artistas como Max Beckmann, Max Ernst, Ernst Ludwig Kirchner, Edvard Munch, Emil Nolde o Pablo Picasso. Impresionante. http://www.museowurth.es
¿Cómo llegar?
En avión: El aeropuerto Logroño-Agoncillo ofrece vuelos locales con las principales ciudades españolas. Está a 9 km de la ciudad.
Otros aeropuertos más cercanos se encuentran en Bilbao (a 152 kilómetros), Vitoria (a 86 kilómetros) y Pamplona (a 92 kilómetros). Más información: http://www.aena-aeropuertos.es
En tren: Logroño tiene estación de tren que conecta la ciudad con el resto del territorio español. Está en la Avenida de Colón, n º 83. Para ver servicios y horarios: http://www.renfe.es
En autobús: Hay distintas compañías que enlazan Logroño con los pueblos y ciudades de la provincia y con otras provincias españolas. Más información: http://logrono-virtual.com/transportes/ir-a-logrono-en-autobuses/gmx-niv75.htm
En coche: Logroño está conectado con el resto de ciudades españolas por medio de la LO-20, la A-12, la A-11 y la Autopista AP-68, que comunica Logroño con Vitoria, Bilbao, Pamplona, San Sebastián, Zaragoza, Soria, Madrid y Barcelona. A Madrid 334 km; a Bilbao 124 km; a Zaragoza 170 km; a Pamplona 90 km.; a Burgos 111 km; a Barcelona 468 km.
Para moverse por Logroño:
Autobuses urbanos conectan los distintos puntos de la ciudad. Para ver líneas y recorridos: http://www.autobuseslogro-o.es.
Taxis: Tele Taxi 941 222 122
Radio Taxi 941 505 050
http://www.riojanosenlared.com/TAXIS.htm