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Un buen destino para el turismo gay
Construida a partir de 1962 para la explotación turística, Playa del Inglés era hasta esa fecha un área agrícola destinada al cultivo de cereal y más tarde al tomate. Muchos años después se ha convertido en un imán para turistas de todo el mundo. La playa, dividida en zonas, ofrece un área exclusiva para practicar el nudismo y otra en la que se suele concentrar el turismo gay (el sector 7). Considerada una de las mecas europeas para este colectivo, hay que remontarse a 1978, cuando abrió sus puertas el "Jeans", primer bar “de ambiente”, antes de que viviera su esplendor el Centro Comercial Nilo. La tolerancia grancanaria y la multiplicación de ofertas de alojamiento y ocio dirigidas a la comunidad homosexual ha hecho que aumente exponencialmente el número de visitantes de año en año. El sur de Gran Canaria dispone de numerosos complejos "gay exclusive", la mayoría en Playa del Inglés. Y también aquí se encuentra el mayor centro comercial gay de Europa, el Centro Comercial Yumbo. Durante el día es un sitio popular donde buscar gangas y comprar en tiendas adaptadas a la comunidad LGBT, y en la noche uno de los puntos en los que encontrar diversión hasta el amanecer. Además, las calles de Playa del Inglés son el escenario del mayor desfile del día del Orgullo Gay de Canarias, una celebración de renombre dentro del calendario europeo.
Paraíso de los deportes acuáticos
La playa es el punto neurálgico de este resort de fama internacional, pero también el lugar donde se reúnen los amantes del deporte. Hay zonas dotadas de instalaciones de voley y fútbol playa, aunque sin duda los deportes acuáticos cuentan con muchos más adeptos. Toda la costa que se extiende de Maspalomas a San Agustín es destino de surfistas, que sobre su tabla cabalgan las olas. El viento favorable y la temperatura templada del agua -de 18 a 22 º-son los mejores reclamos. Hay mucha afición por el surf en toda la isla, así como por todas sus variantes: bodyboard, kitesurf, etc. Si se quiere probar esta experiencia, no hay más que acercarse a cualquiera de las numerosas escuelas existentes y que además ofrecen clases de otros deporte náuticos: vela, buceo, pesca deportiva… Una de las experiencias más apasionantes es el submarinismo. Nada como conocer un mundo de silencio bajo el mar y la riqueza de los fondos marinos de la isla. En la zona sur hay mil lugares para sumergirse y descubrir arrecifes de coral, barcos hundidos, paisajes marinos increíbles a muy pocos metros de la superficie. Baja de Pasito Blanco es una de las zonas cercanas para buenas inmersiones, así como la de Arguineguín, al oeste de Maspalomas.
A dos pasos, las bellas Dunas de Maspalomas
Esta gran área protegida en la zona de Maspalomas es única en Gran Canarias. Está formada por dos importantes ecosistemas, el campo de dunas y la Charca de Maspalomas. En el campo de dunas hay a su vez dunas móviles y dunas fijas. Las primeras forman una franja entre la playa del Inglés, donde se originan, y la Charca de Maspalomas. Se trata de grandes acumulaciones de arena formadas por cordones transversales y depresiones interdunares en constante movimiento por la acción del viento. No hay casi vegetación debido precisamente a ese movimiento continuo. La Charca de Maspalomas es una pequeña laguna costera de aguas salobres, que ocupa lo que en su día fueron las “marismas de Maspalomas” y que desaparecieron por la urbanización de la zona. La charca queda separada del mar por una barrera de arena que se rompe con los aguaceros y así se renueva el agua y por tanto la vida en ella. Nunca es igual el nivel de agua, ni de salinidad ni el tipo de hábitat de la charca (peces, aves), sometida a esta característica de estacionalidad. Cuenta con vegetación acuática de carrizales y Bosquecillos de Tarajales y es un excelente refugio para las aves, tanto migratorias como nidificantes.
Una caminata hasta el faro de Maspalomas
Al final de la larga playa de Maspalomas se encuentra su famoso faro. Es todo un símbolo que desde sus 55 metros de altura ha visto crecer la zona desde sus inicios con la llegada de los primeros turistas y transformarse en lo que es hoy. Se tomó la decisión de levantarlo en 1861, pero las obras tardaron 28 años, así que la luz se encendió por primera vez en 1890 para guiar a los barcos que cubrían las rutas entre Europa y América. Era la única construcción al final de la línea de arena en la que no había nada más: El sur de la isla era un paraje deshabitado e incomunicado por completo, de tal modo que los materiales para la construcción del faro no podían llegar más que por mar. Una de las caminatas más repetidas y famosas es la que recorre los 6 kilómetros que separan la playa del Inglés del faro subiendo y bajando las dunas de Maspalomas y observando a los bañistas de cada sector. El ambiente es más familiar cuanto más se aleja uno del faro. Existen varios chiringuitos o kioscos que ayudan a orientarse, pues están numerados. En ellos se venden bocadillos y todo tipo de bebidas. El recorrido acaba junto al famoso faro que ahora se encuentra al inicio de una concurrida zona de paseo y muy cerca del yacimiento arqueológico Punta Mujeres.
Yacimiento arqueológico Punta Mujeres
Se trata de un ejemplo de asentamiento costero con antiguas estructuras domésticas de los aborígenes canarios. En concreto, hay una cocina al aire libre en piedra y una muralla, así como restos de casas. Data de los siglos VII-IX d.C, incluso pudiera ser que hasta el XV, fecha en que la isla es conquistada. Este espacio se halla delante del Centro Comercial Bulevar El Faro. Los aborígenes levantaron su poblado en las cercanías del de la Charca de Maspalomas, donde disponían de agua durante y también comida, dada la abundante pesca y marisco, así como las aves migratorias y algunas especies de tierra, como los famosos lagartos canarios. Posteriormente estas ruinas fueron utilizadas como refugio de pastores y pescadores, o como corrales para el ganado, y sufrieron también el deterioro que supuso construir una pista de acceso hasta el faro. Finalmente, en el año 2000, se decide recuperar y restaurar el yacimiento y hacer un museo para dar a conocer la forma de vida de los primeros pobladores de Gran Canaria. Para todo el que esté interesado en este patrimonio isleño se puede llegar dando un paseo desde el propio faro, ya que se encuentra en la mitad del Paseo de Meloneras.
Seguir el rastro a los delfines
La Red Natura 2000 considera a Gran Canaria uno de los espacios geográficos con mayor valor ecológico de Europa. Por eso este lugar les gusta tanto a los delfines… Denominados toninas por los isleños, la visión de sus aletas asomando por la superficie es muy frecuente: basta adentrarse unas pocas millas hacia el interior del océano. Su avistamiento se convierte en la principal atracción del día en cualquiera de los “safaris” que salen desde los puertos del sur de Gran Canaria, excursiones que siguen su rastro en embarcaciones autorizadas para acercarse a sus hábitats. Además del mular, se pueden observar fácilmente delfines comunes, delfines listados y moteados. Es emocionante verlos saltar y hacer cabriolas en el aire: ¡Toda una experiencia!
Palmitos Park, un acercamiento a la flora canaria
Este parque no es un jardín botánico al uso, aunque reúne una gran variedad de flora subtropical, un jardín de cáctus y una casa de orquídeas. También se puede ver aquí una colección de animales que harán las delicias de los más pequeños -aves, peces, reptiles, y las estrellas de la fiesta, los delfines y su estupendo show. Si se viaja con niños, es una buena forma de darles a conocer la riqueza natural isleña -hay actividades didácticas destinadas a fomentar la educación medioambiental- y disfrutar en familia con las exhibiciones de rapaces, con la casa de las mariposas o el gran acuario que aloja una gran variedad de peces tropicales.
Barranco de Los Palmitos, s/n, C.P. 35109, San Bartolomé de Tirajana, Las Palmas. Teléfono: 928 79 70 70.
Mundo aborigen, un parque cultural canario
En el municipio de San Bartolomé de Tirajana se encuentra este parque temático que rescata la historia, costumbres y forma de vida de los antiguos pobladores de la isla representados por figuras a escala natural y en un entorno de flora endémica con gran variedad de especies. Unos 35.000 individuos se cree que podrían vivir en la isla y que según los estudios no tenían (o habían perdido) los conocimientos de navegación, por lo que cada isla vivía al margen de las otras y desarrolló su propia cultura. Un recorrido muy entretenido e interesante por la historia de los canario y los guanches.
Dirección: Carretera de Playa del Inglés a Fataga Km. 6, en San Bartolomé de Tirajana. Tlfno.: 928.172.295 www.mundoaborigen.com
Bordear la costa sur
Desde Playa del Inglés se puede realizar un recorrido por toda la zona sur de la Isla que mostrará un paisaje único y autóctono caracterizado por sus escarpados barrancos. En dirección oeste y a pocos kilómetros se llega al o pueblo marinero de Arguineguín, donde se puede visitar un poblado prehispánico de más de 400 casas. Se continúa por Patalavaca, pasando por acantilados hasta Puerto Rico, centro de la náutica y pesca deportiva. Dejando atrás los barrancos de Tauro y Taurito, se alcanza Puerto de Mogán, también conocida como la pequeña Venecia del Atlántico, una villa marinera que rodea el puerto-deportivo a través de canales floreados y pequeñas casas blancas con tejados coloridos. El pueblo propiamente dicho se encuentra a 12 km y también merece una visita.
Redactor :
Anne Chabot
