Visitas destacadas
Una ruta por el Modernismo
Sabadell está llena de magníficos ejemplos de este movimiento artístico que en España tiene sus mayores manifestaciones en Cataluña. Una ruta completa ocuparía varias jornadas, aunque si se quiere realizar un recorrido de “aproximación”, este llevará sin duda al emblemático Hotel Suís (1902), al Despatx Lluch (1908), a las sedes de Unnim y la de la Obra Social (1907 y 1915) y, por supuesto, al Mercado Central y la Torre d l´Aigua. El Hotel Suís (1902) es obra del arquitecto Juli Batllevell, que firma muchos otros edificios de la ciudad. Se trata de una preciosa construcción ornamentada con estucos, mosaico cerámico, baldosa vidriada, estarcidos y que presenta también un bello trabajo de forja de los balcones y de las ventanas. Se encuentra en la calle de la Industria, así como el Despacho Lluch, otra buena muestra modernista, hoy habilitado como Oficina de Atención Ciudadana de Sabadell. Las sedes sabadellenses de Unnim y la de la Obra Social de Unnim están instaladas en dos edificios emblemáticos del centro de la ciudad. Construidos por el arquitecto Jeroni Martorell, ofrecen una majestuosa fachada y un no menos impresionante interior ornamentado con arcos y columnas y claraboyas de vidriera. Hay talleres y visitas para grupos. Tel. 696 406 767.
El Mercat Central y la Torre del Aigua
Mención aparte en esta ruta del Modernismo merecen estos dos edificios públicos históricos. A pesar de su reciente restauración, el Mercado Central (1927-1930) conserva sus rasgos originales más característicos: la espectacular estructura metálica que puede verse desde el interior y, en la parte exterior, las vidrieras de las puertas de entrada y los elementos decorativos mediterráneos, presentes en toda la obra de su autor, el arquitecto Josep Renom. El mercado sigue funcionando como tal de lunes a sábados y es todo un espectáculo disfrutar de su actividad en pleno horario comercial. Más información: www.mercatcentralsabadell.com. La Torre del Aigua se levanto en el año 1918 en hormigón y es uno de los signos de identidad de Sabadell. Se trata de un depósito elevado, construido por el arquitecto Lluís Homs, que abastecía de agua a las industrias, los lavaderos públicos y las fuentes de la ciudad. Dejó de funcionar en 1967, pero se puede visitar y subir a su planta mirador para obtener una buena panorámica de Sabadell. Información de visitas, al MHS. Tel. 93 727 85 55.
Chimeneas: patrimonio industrial
Sabadell llegó a ser considerada “la Manchester catalana” durante la época de mayor desarrollo industrial de la ciudad.. Este apodo se debe a la importancia de su actividad económica, que la emparejaba con la de la famosa urbe británica. La intensa actividad textil durante en estos últimos dos siglos ha dejado huella en el paisaje urbano, jalonado de fábricas, vapores y chimeneas, construcciones todas ellas que forman parte del legado patrimonial protegido de Sabadell. De chimeneas se conservan nada menos que 45, que llenan la ciudad con sus “mástiles” rojos y recortan el horizonte con su característico revestimiento de ladrillo rojo. La mayoría datan del siglo XIX. Algunas de ellas están señalizadas con una placa que describe la historia del vapor o la fábrica de las que formaban parte. Algunas de estas chimeneas se pueden visitar y se encuentran en espacios urbanizados: son las del Vapor Escapçat, Vapor d'en Palà (o de Bonaventura Brutau), Vapor Gran del Cotó, Vapor de Cal Marcet, Vapor de Cal Molins y Vapor de Ca l'Estruch, y las de las fábricas de Francesc Sampere i Germans, Fitisa y Garriga Germans…
Información de visitas, al MHS. Tel. 93 727 85 55
El Museo del Gas
Este interesante museo está ubicado -como no podía ser de otra manera- en la Plaza del Gas de Sabadell, un lugar de la ciudad en la que se producía electricidad a partir de gas a principios de siglo XX. Es un atractivo edificio histórico de estilo modernista, que se conoce popularmente como La Energía, ampliado con un vanguardista anexo e inaugurado en 2012. El museo propone un recorrido por la historia de la compañía, desde el año 1843 como Sociedad Catalana para el Alumbrado por Gas hasta la actual Gas Natural Fenosa, y da a conocer la evolución de la industria del gas y la electricidad en los siglos XIX y XX, así como el futuro de la energía y la importancia de utilizar de manera eficiente los recursos naturales. Además el edificio acoge un centro de documentación el Archivo Histórico de la Fundación Gas Natural Fenosa y ofrece un amplio abanico de actividades y talleres didácticos, combinando la exposición permanente y las temporales con la organización de cursos y conferencias. No hay que dejar de subir al mirador del edificio para disfrutar de una buena panorámica de la ciudad. Más información: http://www.fundaciongasnaturalfenosa.org
Parc Catalunya, un oasis en la ciudad
Este amplio espacio verde fue inaugurado en el año 1992. Tiene una extensión de casi 45 hectáreas y está dentro de la zona conocida como el eje Macià. Es un lugar de esparcimiento en el que se puede disfrutar no solo de la naturaleza, también del arte y de la cultura, del deporte y de atracciones turísticas para toda la familia. Tiene anfiteatro para conciertos, lago artificial con embarcadero, pistas para practicar skate y biketrial, áreas de juego infantiles… y hasta un tren en miniatura que hace un recorrido de 20 minutos. Aquí se halla también el Observatorio de la Agrupación Astronómica de Sabadell. Tanto desde este punto como en cualquiera de sus encantadores rincones se pueden contemplar los bellos atardeceres y disfrutar de la línea del cielo de la ciudad, con su perfil de modernos edificios dibujándose contra el cielo. También el arte tiene su manifestación en este magnífico parque urbano, con las esculturas El hombre de bronce, de Agustí Puig, A barca, de Joan Brossa y Antoni Marqués, y Árbol de hierro, del último autor. En la entrada hay algunos restaurantes con una interesante oferta gastronómica. Es un magnífico espacio natural para pasar un día de ocio y entretenimiento al aire libre.
Teatro Principal
Obra del arquitecto Francesc Daniel Molina y del maestro de obras Josep Antoni Obradors, este precioso edificio presenta la tipología de un teatro a la italiana, con el escenario y la sala en forma de herradura. Es un ejemplo de recuperación patrimonial respetuosa con el pasado y funcional al mismo tiempo. Consta de platea, dos pisos de palcos y un tercer piso. La decoración interior es de una gran riqueza, con pinturas en el techo, relieves, dorados y columnas. El Teatro Principal es uno de los edificios más importantes de la ciudad y hoy día acoge una importante programación artística. Dirección: C. de Sant Pau, 6 Tel. 93 727 08 33
El entorno del río Ripoll
La creación de un parque fluvial en los márgenes del río ha supuesto la recuperación de una zona natural hasta hace poco olvidada y muy deteriorada. En la actualidad se han creado infraestructuras para disfrutar del lugar, como carriles bici o zonas de picnic. En este área se pueden ver restos de la antigua arquitectura de las fábricas textiles que aprovechaban el agua del río, huertos urbanos, zonas de ocio… y molinos harineros que con los siglos se convirtieron en molinos de paños, dedicados al apresto de paños de lana, y a partir del siglo XVIII en molinos papeleros.
Santuario de la Mare de Déu de la Salut
Corona una colina de Sabadell, desde la que además parten algunas rutas de senderismo. El santuario de la Salut data de finales del siglo XIX, aunque fue reconstruido hacia 1940 y es el enclave religioso por antonomasia de la ciudad. El interior está decorado con las pinturas murales y las vidrieras del pintor sabadellense Antoni Vila Arrufat. En el parque donde se encuentra el Santuario hay restos arqueológicos de una villa romana y de la ermita románica de Sant Iscle y Santa Victòria. También hay una hospedería. El Aplec de la Salut se considera la segunda fiesta mayor de Sabadell y es una de las manifestaciones más antiguas de la ciudad, con más de 300 años de historia. Se celebra en honor de la Mare de Déu.
Las cuevas de San Oleguer
Se trata de una serie de cavernas en la roca, que sirvieron de casas a los inmigrantes que llegaban a la ciudad en los años de expansión económica. Viviendas subterráneas o troglodíticas que habitaban en purísimas condiciones, aprovechando y ocupando los recovecos de la colina de San Oleguer, donde se originó el barrio obrero del mismo nombre. La forma de vida y la penosa historia de estas gentes se han convertido en “Espacio de la Memoria” en estas cuevas que se pueden conocer sobre el terreno.
