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Intramuros, el corazón histórico de la ciudad
El río Pasig desemboca en la bahía de Manila y divide la ciudad en dos partes. En la mitad sur se localiza Intramuros, la antigua ciudad amurallada española que fue fundada en 1571 por el colonizador español Miguel López de Legazpi. Y aunque estaba repleta de edificios históricos, iglesias y buenos ejemplos de la arquitectura española de aquel tiempo, la Segunda Guerra Mundial destruyó la gran mayoría, por lo que hoy solo podemos disfrutar de una pequeña parte de lo que fue. Aún así, todavía quedan algunos edificios dignos de visitar. Como la iglesia de San Agustín, que no fue bombardeada y que es la más antigua de Filipinas. También se encuentran en esta parte de la ciudad la catedral de Manila, el Fuerte Santiago y otros lugares de interés. Intramuros fue una vez el centro comercial, cultural e histórico de la ciudad, y esa relevancia aún se respira en el ambiente. En la actualidad es una de las zonas más animadas de Manila, ya que la restauración de sus calles, plazas y edificios ha incluido parques, restaurantes, tiendas y galerías de arte, por lo que Intramuros está siempre rebosante de gente y actividad.
Iglesia de San Agustín, la más antigua del país
Es una de las paradas obligatorias en la visita a Intramuros, ya que se trata de la iglesia más antigua de Filipinas. Se terminó de construir en el año 1606, y entre los tesoros de los que hace gala se encuentran su maravillosa puerta tallada, el púlpito de estilo barroco y un órgano del siglo XVIII. Pero lo que realmente despierta el interés del visitante, es el museo que alberga el monasterio anexo a la iglesia, y que guarda una más que interesante colección de arte religioso, la mayoría procedente del periodo colonial español. Pintura, tallas y objetos de oro y plata componen el tesoro del museo. El conjunto de la iglesia de San Agustín y su museo fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993.
La dirección es: calle General Luna, Intramuros. Tel. +63 2 527 12 15. La iglesia se puede visitar todos los días de 7.00-7.30 y de 17.00-18.00 h. El horario de visita del museo es de 9.00-12.00 y de 13.00 a 17.00, todos los días de la semana. La página web de la iglesia (http://sanagustinchurch.org/) ofrece más información y es posible contactar con el párroco en el email: el89desabiduria@yahoo.es
Fuerte Santiago, antigua prisión española
El Fuerte Santiago se localiza también en Intramuros y es uno de los lugares más interesantes de Manila. Lo que era un antiguo cuartel militar de la época colonial española es hoy un frondoso y recoleto parque rebosante de plantas, flores y aves. El conjunto arquitectónico data de 1571. Fue mandado construir por el español Miguel López de Legazpi y se utilizó durante siglos como prisión y lugar de tortura de presos políticos. Allí pasó sus últimos días el escritor anticolonialista José Rizal, que fue ejecutado en diciembre de 1896 por insurrecto en este lugar. Se puede visitar la celda que ocupó al final de su vida este héroe nacional, e incluso leer su último poema que está escrito en la celda en varios idiomas. La construcción ha sufrido desde sus inicios varias reconstrucciones, ya que fue destruida en varias ocasiones. Hoy merece la pena visitar este reducto de la historia de la ciudad, y pasear por el parque que lo rodea. El Fuerte Santiago se localiza en la calle General Luna. El teléfono de contacto es el +63 2 527 2889.
Parque Rizal, el pulmón de Manila
Con sus 58 hectáreas de terreno, el Parque Rizal es la zona verde más extensa de la ciudad. Pero no sólo eso, también es uno de los parques más grandes de todo el sudeste de Asia. Se llama así en homenaje al escritor y filósofo José Rizal, que dedicó su vida a luchar contra el colonialismo español y que fue encarcelado y ejecutado por ello. Rizal cuenta con un monumento conmemorativo en el parque. En la actualidad es uno de los lugares de recreo favoritos de los filipinos, que acuden al parque para divertirse en contacto con la naturaleza, hacer deporte, practicar Tai-chi al aire libre o pasear. Pero no solo lo visitan ciudadanos que desean escapar de la rutina y el bullicio de la ciudad. También son muchos los turistas que se acercan al parque, ya que es uno de los lugares emblemáticos de Manila. Por su gran extensión y por todas las atracciones que incluye, el Parque Rizal es un lugar que merece la pena descubrir sin prisas. Alberga varios museos, una pista de patinaje, jardines de diferentes estilos y un auditorio en el que se celebran conciertos gratuitos todos los domingos del año. El parque está abierto todos los días de 7.00-19.00 h. Para obtener más información se puede visitar la página web http://www.nationalparks.ph/rizalpark/main.htm, o llamar al teléfono 302 70 79.
Museo Nacional de Filipinas, historia y cultura
Para descubrir la rica cultura de las islas Filipinas en general, y de Manila en particular, no puede faltar en el recorrido por la ciudad una visita al Museo Nacional de Filipinas. Allí se guarda el patrimonio histórico, cultural y natural del país, cuidadosamente clasificado en cinco temáticas diferentes: botánica, arte, geología, zoología, y antropología. Estas diversas colecciones se albergan desde 1901, año en que se fundó el museo, en dos edificios situados en el Parque Rizal: el Museo Nacional (que incluye los tesoros relativos a historia natural y etnografía) y el Museo Nacional del Pueblo Filipino (dedicado a la antropología y arqueología). En ambos edificios el visitante podrá admirar numerosos tesoros de diferentes ámbitos, como el cráneo del Hombre de Tabón (los restos humanos más antiguos encontrados en Filipinas) o lo que queda de un galeón español hundido hace siglos. El horario de visita de los museos es de martes a domingo, de 10.00 a 17.00. La entrada individual de adulto cuesta 2,60 euros. Los domingos es gratuita. La página oficial del Museo de Filipinas es http://www.nationalmuseum.gov.ph y el teléfono de contacto es el +632 527 12 09.
La Isla del Corregidor, un reducto histórico
Para llevarse una impresión más real y completa del país, no podemos limitar nuestra visita a la ciudad de Manila. Acercarse hasta la isla de Corregidor es una experiencia muy recomendable. Está situada a tan solo media hora de la bahía de Manila, y pertenece al término municipal de Cavite. Tiene aproximadamente 5 kilómetros cuadrados de superficie total, y mide unos 6 kilómetros de largo por 1,6 kilómetros de ancho. La isla del Corregidor fue escenario de muchas batallas y guarda una interesante visión de la historia que se refleja en sus monumentos y museos.
Las Piñas, la auténtica esencia popular
Una alternativa interesante cuando uno está en Filipinas es conocer alguno de los pueblos típicos de la zona. Como Las Piñas, localizado muy cerca de Manila, a menos de 20 kilómetros, y que brinda la oportunidad de realizar una agradable excursión. Las Piñas es un pueblo tranquilo que no ha perdido ni un ápice de su esencia tradicional, por lo que los visitantes se llevan una idea de cómo era la vida en Filipinas antes de la llegada del progreso. El pueblo cuenta con el atractivo de la iglesia de San José, en la que se guarda un famoso órgano fabricado con bambú, único en el mundo.
El volcán Taal, una isla dentro del cráter
Situado al sur de la isla de Luzón, a unos 50 kilómetros de Manila, se encuentra el volcán Taal, en la provincia de Batangas. Es una interesante excursión que brinda la oportunidad de conocer un volcán dentro de un lago, que tiene a su vez otro lago en el interior del cráter. El volcán Taal, en realidad una isla volcánica, pertenece a la cadena de volcanes del Anillo de Fuego del Pacífico y lleva inactivo desde 1977. Para llegar hasta él, hay que realizar una travesía en barca y, una vez en la isla, ascender hasta el cráter por un sendero. La subida supone unos 45 minutos a pie, pero se hace dura por el intenso calor y porque no hay vegetación para refugiarse. En cualquier caso, el espectáculo que se contempla desde la cima merece la pena.
Volcan Pinatubo, ascensión por un paisaje lunar
La excursión al volcán Pinatubo es muy habitual entre los turistas que visitan Manila, dada la belleza del entorno y la peculiaridad del paisaje de este célebre volcán situado en la isla de Luzón. Se puede llegar hasta él en cualquiera de los autocares que salen del centro de Manila. El Pinatubo permanece activo y experimentó su última erupción en 1991, que fue una de las más violentas del siglo XX. La primera parte de la subida al cráter se hace en todoterreno, atravesando un paisaje volcánico y lunar muy especial, y la última a pie. Una vez alcanzada la cima, además de gozar de unas espectaculares vistas, es posible darse un chapuzón en el lago que hay arriba.
Redactor :
Marion Rouillot
