Presentación
Brest es una ciudad que mira al océano. Situada en el extremo más occidental de la Bretaña francesa, está enclavada en un área costera espectacular, con preciosos paisajes de acantilados y frondosa vegetación que salpica de verde el azul de fondo Atlántico. Forma parte del Parque natural regional d´Armorique y frente a ella se extienden otras tantas reservas marinas. Sus orígenes se remontan a los celtas que habitaban en el Reino Unido, y que tras la llegada de los pueblos anglos y sajones, decidieron huir hacia el continente y establecerse en tierras de la Galia. Denominaron a esta región Bretaña, para recordar su procedencia. Su gran bahía natural es famosa en toda Francia por su gran belleza e importancia, ya que aloja el mayor puerto del país y uno de los principales del mundo. ¡Un destino turístico realmente sorprendente!
La localidad de Brest pertenece (de mayor a menor) a la región Bretagne, al departamento Finistère, al distrito Brest y al cantón Brest.
La localidad de Brest cubre 49,51 km², tiene 141.303 habitantes (censo 2010) y una densidad de 2.854,03 habitantes por km². La altitud mínima es de 0 m, la altitud máxima es de 103 m, la altitud media es de 34 m.
El actual alcade de Brest es François Cuillandre (Socialist Party) para el período 2008–2014.
El gentilicio para los habitantes de Brest es Brestois. El nombre francés de la localidad es Brest, el nombre inglés de la localidad es Brest.
La página web de Brest es http://www.brest.fr
Visitas destacadas
Una parada muy frecuentada por los barcos que vienen desde el continente americano, el puerto de Brest es un inmenso complejo que se divide a su vez en varios sectores, según las distintas actividades desarrolladas: militares, comerciales, deportivas y turísticas. Un paseo por el animadísimo muelle del puerto comercial del Commandant-Malbert dará una de las mejores imágenes de la ciudad: un centenar de boyas multicolores se divisan entre los faros y balizas de Finisterre, el Abeille-Flandres (uno de los remolcadores más potentes del mundo), los astilleros navales de madera y la mítica goleta La Recouvrance. El puerto del Moulin Blanc y el de El Castillo no son menos interesantes desde el punto de vista turístico. El primero, bien situado en la parte inferior de la ensenada, es lugar habitual de competiciones y eventos náuticos y deportivos internacionales. Desde aquí también parten numerosos cruceros para explorar la bahía o a las islas de Ouessant y Molène. A dos pasos desde el puerto comercial y a tiro de piedra del centro de la ciudad, el denominado Puerto del Castillo, en servicio desde 2009 como un importante activo económico y turístico para el área metropolitana, que completa la oferta de amarres para veleros y otras embarcaciones deportivas de Moulin Blanc.
Para rastrear en las raíces de esta histórica ciudad hay que remontarse al siglo III, cuando los romanos construyeron una fortaleza. Impresionante, el castillo de Brest es el monumento más antiguo de la ciudad, nada menos que 18 siglos le contemplan. Sobre un castro romano fue edificada la ciudadela defensiva de Vauban cuya estructura no ha dejado de ser reconstruida y ampliada a lo largo del tiempo para protegerse de cualquier ataque por tierra o por mar. El castillo está ubicado en un magnífico emplazamiento, justo en la desembocadura del río Penfeld, recortándose su silueta imponente y magestuosa contra el mar. Su arquitectura ecléctica es el resultado de la adaptación continua a las nuevas técnicas defensivas navales. Es monumento histórico de Francia desde 1923. En la actualidad, en su interior está instalado el Museo Marítimo Nacional, que alberga un patrimonio único, testigo de la gran aventura naval del arsenal de Brest con la Marina Francesa. Asimismo se pueden descubrir las obras maestras de la decoración naval, las vidas de los convictos o incluso icónicos buques armados contemporáneos. Entre sus fondos destaca una impresionante colección de maquetas, réplicas de barcos de las flotas francesas, así como pinturas con temas náuticos. Museo Naval: www.musee-marine.fr
Brest fue bombardeada durante la II Guerra Mundial, por lo que muchos de sus edificios e infraestructuras quedaron destruidas y tuvieron que ser sustituidas por modernas construcciones. Eso sucedió con prácticamente todo el corazón de la ciudad, que se reconstruyó siguiendo un trazado urbanístico moderno y con un diseño arquitectónico y uso de materiales “muy de la época de los 50”. Uno de los mejores ejemplos de lo expuesto es el ayuntamiento de la ciudad, con una estructura a base de cubos de hormigón, que tanto recuerda la estética soviética de los años de la “Guerra Fría”. En contraposición a este estilo compacto de la postguerra, una de las obras de ingeniería más colosales de Brest se remonta a los años 90: el puente de tirantes de Iroise, inaugurado en 1994 sobre el río Elorn. Sólido pero de una elegancia ligera, es una bella muestra de la nueva ciudad. Se recomienda mirarlo desde la distancia para enmarcar su grandioso porte en el entorno y después cruzarlo para disfrutar de las vistas sobre el río. Desde el puente Albert Louppe (exclusivo para bicicletas y peatones) se obtendrán las mejores panorámicas.
Este gran parque temático de 9.000 m2 no solo da a conocer toda la fauna marina del planeta, sino que se plantea como un entretenido e interesantísimo viaje didáctico por los distintos ecosistemas. Dispone de tres pabellones: Polar, Tropical y Templado con sesenta y ocho acuarios y 4 millones de litros de agua del mar, así como una magnífica exposición sobre biodiversidad. En el pabellón Polar se descubren los grandes continentes blancos -el Ártico y el Antártico- y una sorprendente proyección transporta a la mayor colonia de pingüinos de los helados mares del norte. En el pabellón dedicado al clima templado, numerosas ventanas abren al visitante el paisaje marino bretón, su flora y su fauna, entre otras interesantes temáticas. El Tropical lleva a cálidos océanos y mares que bañan el cinturón que se extiende a ambos lados del Ecuador, incluyendo todas las aguas cuya temperatura permanece por encima de 20 ° C. El pabellón Tropical ilustra la gran diversidad de organismos marinos, entre ellos los tiburones que viven en los corales, sin mencionar numerosas especies de coloridos peces e invertebrados… Más información sobre horarios y precios: http://www.oceanopolis.co
Situado en el departamento de Finisterre, este parque abarca una extensión de paisajes muy diversos, clasificados en cuatro territorios: las islas del Mar de Iroise, la Península de Crozon, la región marítima del río Aulne y los Montes de Arrée. Su superficie comprende 172.000 hectáreas, de las que 60.000 son espacio marítimo. Cuenta con un entorno excepcional desde el punto de vista de la fauna, la flora y los hábitats naturales, y su singular topografía y su ubicación han creado una variedad de paisajes: desde las dunas de las islas a los picos de la montañas Darree… El agua cincela las rocas en las grutas marinas de Morgat y los acantilados del Cabo de la Chèvre. La carrasquilla azul, aquí conocida como crozonnaise, salpica con su color intenso las lindes de Las Landas. Bosques de pinos avanzan hasta las calas y playas formando un bellísimo cordón vegetal. Desde lo alto de las cimas áridas se despliegan magníficas panorámicas… El Parque natural regional d´Armorique (Armórica en su traducción al castellano) es un auténtico tesoro. La mejor forma de descubrir los secretos que encierra es ponerse unas botas y salir de excursión. Hay cientos de sendas señalizadas para todos los niveles de dificultad que harán del camino un verdadero placer para deportistas y no deportistas.
Este evento que se celebra cada agosto en Brest y reúne lo mejor de la música de este estilo no es apta para todos los públicos: solo los más “duros” sobrevivirán al ritmo y volúmen infernal. Por el Festival Rave de Brest han pasado artistas como Laurent Garnier, Manu le Malin, Justice o Birdy Nam Nam y está inspirado en las raves de finales de los 80. Se desarolla en distintos escenarios, desde el puerto comercial al Cabaret Vauban, del Astroclub al Palacete de Keroual… desde hace ya quince años. Una cita para incondicionales.
Surf, kit-surf, wakeboard, kayak… se podría estar enumerando hasta veinte variantes de actividades y deportes acuáticos que se pueden disfrutar en las costas de Brest. Y también de experiencias náuticas, ya que las escuelan de vela de la ciudad disponen de cursos para todos los niveles: óptimist para los más jóvenes o vela ligera para los amantes de la velocidad… Y si se prefiere la natación sin más ni más, hay bellas playas donde poder disfrutar del agua transparente y fría de esta zona del Atlántico, como las de Moulin Blanc, Caro o Roscanvel, bien protegidas por la bahía.
Las ruinas de una antigua abadía junto a un imponente faro y el viento soplando con fuerza: parece un escenario de película y así es en la punta de Saint-Mathieu, que se encuentra a poca distancia de Brest. De la abadía se conserva la fachada romana, las bóvedas de piedra del coro y los arcos de la nao. La capilla de Notre-Dame-de-Grâce alberga un museo con algunos vestigios de la antigua abadía. También se pueden ver en esta zona de Bretaña los menhires cristianizados, dos piedras coronadas por una cruz conocidas como “Horca de los monjes”, y si se suben los 163 escalones del faro la recompensa será la de unas maravillosas vistas hasta donde alcanza el horizonte. No lejos de ahí, Le Conquet es el punto de partida hacia Ouessant y Molène.
Frente a la costa y a 30 km de la punta de Saint-Mathieu, se encuentra el archipiélago de Ouessant, con siete islas de las que solo Molène y Ouessant están habitadas. Las piscifactorías y un turismo discreto se han unido a las actividades tradicionales de la pesca y la agricultura. La isla de Ouessant es quizás la más impresionante de ellas por el tamaño de los acantilados que la cortan a pico sobre el mar. Esa es una las razones por las que se alzan varios faros en distintos puntos de la isla. El de Créac’h, con sus rayas blancas y negras es uno de los más potentes del mundo.
¿Cómo llegar?
En avión: El aeropuerto internacional de Brest Bretagne sirve al departamento de Finisterre. Opera con vuelos domésticos y vuelos directos a Londres y Dublin y otros destinos internacionales, aunque en su mayoría con escalas en puntos de Inglaterra, España, Grecia, Turquía y Marruecos, entre otros. Sitio Web Oficial: brest.aeroport.fr/ Shuttles y taxis comunican al aeropuerto con el área urbana. Existe un servicio de Shuttle que une el centro de la ciudad de Brest con el aeropuerto regularmente varias veces al día (duración del trayecto: 10 min); y el billete puede adquirirse directamente en el autobús.
En autobús: El autobús en el área metropolitana de Brest es Bibus, billete para un viaje: 1,40€; 10 viajes cuestan 11,65€. La red también tienen tranvías. www.Bibus.frplansreseau.aspx
"La navette" es el servicio de autobuses al aeropuerto. http:www.Brest.Aeroport.frvols-et destinationsdestinationsdestinations-France
En el departamento de FInisterre hay servicios de transporte público de autobuses que conectan las distintas ciudades de la comarca con el resto de Francia, el bus regional de Penn-ar-Bed. http://www.viaoo29.fr. Información sobre todos los tipos de transporte: http:www.breizhgo.combretagneen
En coche: Brest está comunicada por la N165 o la N12.
Planificador de rutas: www.viamichelin.com. Para obtener información de tráfico: www.v-trafic.com.
En taxi: http://www.taxisbrestois.com/
En tren: La compañía nacional de ferrocarriles (SNCF para abreviar) incluye trenes de alta velocidad (TGV) que unen París con Marsella y París a Lyon en menos de tres horas y también TER (Région Bretagne). Casi todas las ciudades en Francia son fácilmente accesibles.
En barco: Desde el puerto de Roscoff (a 65 km de Brest). Brittany Ferries cubre los servicios hacia Inglaterra (Plymouth), Irlanda (Cork) y España (Bilbao). http:www.Brittany-Ferries.co.uk
Algunos cruceros se detienen aquí: http:www.Brest.Port.frfrinfos-pratiquesplan-d-acces.
Presentación
Brest es una ciudad que mira al océano. Situada en el extremo más occidental de la Bretaña francesa, está enclavada en un área costera espectacular, con preciosos paisajes de acantilados y frondosa vegetación que salpica de verde el azul de fondo Atlántico. Forma parte del Parque natural regional d´Armorique y frente a ella se extienden otras tantas reservas marinas. Sus orígenes se remontan a los celtas que habitaban en el Reino Unido, y que tras la llegada de los pueblos anglos y sajones, decidieron huir hacia el continente y establecerse en tierras de la Galia. Denominaron a esta región Bretaña, para recordar su procedencia. Su gran bahía natural es famosa en toda Francia por su gran belleza e importancia, ya que aloja el mayor puerto del país y uno de los principales del mundo. ¡Un destino turístico realmente sorprendente!
La localidad de Brest pertenece (de mayor a menor) a la región Bretagne, al departamento Finistère, al distrito Brest y al cantón Brest.
La localidad de Brest cubre 49,51 km², tiene 141.303 habitantes (censo 2010) y una densidad de 2.854,03 habitantes por km². La altitud mínima es de 0 m, la altitud máxima es de 103 m, la altitud media es de 34 m.
El actual alcade de Brest es François Cuillandre (Socialist Party) para el período 2008–2014.
El gentilicio para los habitantes de Brest es Brestois. El nombre francés de la localidad es Brest, el nombre inglés de la localidad es Brest.
La página web de Brest es http://www.brest.fr
Visitas destacadas
Una parada muy frecuentada por los barcos que vienen desde el continente americano, el puerto de Brest es un inmenso complejo que se divide a su vez en varios sectores, según las distintas actividades desarrolladas: militares, comerciales, deportivas y turísticas. Un paseo por el animadísimo muelle del puerto comercial del Commandant-Malbert dará una de las mejores imágenes de la ciudad: un centenar de boyas multicolores se divisan entre los faros y balizas de Finisterre, el Abeille-Flandres (uno de los remolcadores más potentes del mundo), los astilleros navales de madera y la mítica goleta La Recouvrance. El puerto del Moulin Blanc y el de El Castillo no son menos interesantes desde el punto de vista turístico. El primero, bien situado en la parte inferior de la ensenada, es lugar habitual de competiciones y eventos náuticos y deportivos internacionales. Desde aquí también parten numerosos cruceros para explorar la bahía o a las islas de Ouessant y Molène. A dos pasos desde el puerto comercial y a tiro de piedra del centro de la ciudad, el denominado Puerto del Castillo, en servicio desde 2009 como un importante activo económico y turístico para el área metropolitana, que completa la oferta de amarres para veleros y otras embarcaciones deportivas de Moulin Blanc.
Para rastrear en las raíces de esta histórica ciudad hay que remontarse al siglo III, cuando los romanos construyeron una fortaleza. Impresionante, el castillo de Brest es el monumento más antiguo de la ciudad, nada menos que 18 siglos le contemplan. Sobre un castro romano fue edificada la ciudadela defensiva de Vauban cuya estructura no ha dejado de ser reconstruida y ampliada a lo largo del tiempo para protegerse de cualquier ataque por tierra o por mar. El castillo está ubicado en un magnífico emplazamiento, justo en la desembocadura del río Penfeld, recortándose su silueta imponente y magestuosa contra el mar. Su arquitectura ecléctica es el resultado de la adaptación continua a las nuevas técnicas defensivas navales. Es monumento histórico de Francia desde 1923. En la actualidad, en su interior está instalado el Museo Marítimo Nacional, que alberga un patrimonio único, testigo de la gran aventura naval del arsenal de Brest con la Marina Francesa. Asimismo se pueden descubrir las obras maestras de la decoración naval, las vidas de los convictos o incluso icónicos buques armados contemporáneos. Entre sus fondos destaca una impresionante colección de maquetas, réplicas de barcos de las flotas francesas, así como pinturas con temas náuticos. Museo Naval: www.musee-marine.fr
Brest fue bombardeada durante la II Guerra Mundial, por lo que muchos de sus edificios e infraestructuras quedaron destruidas y tuvieron que ser sustituidas por modernas construcciones. Eso sucedió con prácticamente todo el corazón de la ciudad, que se reconstruyó siguiendo un trazado urbanístico moderno y con un diseño arquitectónico y uso de materiales “muy de la época de los 50”. Uno de los mejores ejemplos de lo expuesto es el ayuntamiento de la ciudad, con una estructura a base de cubos de hormigón, que tanto recuerda la estética soviética de los años de la “Guerra Fría”. En contraposición a este estilo compacto de la postguerra, una de las obras de ingeniería más colosales de Brest se remonta a los años 90: el puente de tirantes de Iroise, inaugurado en 1994 sobre el río Elorn. Sólido pero de una elegancia ligera, es una bella muestra de la nueva ciudad. Se recomienda mirarlo desde la distancia para enmarcar su grandioso porte en el entorno y después cruzarlo para disfrutar de las vistas sobre el río. Desde el puente Albert Louppe (exclusivo para bicicletas y peatones) se obtendrán las mejores panorámicas.
Este gran parque temático de 9.000 m2 no solo da a conocer toda la fauna marina del planeta, sino que se plantea como un entretenido e interesantísimo viaje didáctico por los distintos ecosistemas. Dispone de tres pabellones: Polar, Tropical y Templado con sesenta y ocho acuarios y 4 millones de litros de agua del mar, así como una magnífica exposición sobre biodiversidad. En el pabellón Polar se descubren los grandes continentes blancos -el Ártico y el Antártico- y una sorprendente proyección transporta a la mayor colonia de pingüinos de los helados mares del norte. En el pabellón dedicado al clima templado, numerosas ventanas abren al visitante el paisaje marino bretón, su flora y su fauna, entre otras interesantes temáticas. El Tropical lleva a cálidos océanos y mares que bañan el cinturón que se extiende a ambos lados del Ecuador, incluyendo todas las aguas cuya temperatura permanece por encima de 20 ° C. El pabellón Tropical ilustra la gran diversidad de organismos marinos, entre ellos los tiburones que viven en los corales, sin mencionar numerosas especies de coloridos peces e invertebrados… Más información sobre horarios y precios: http://www.oceanopolis.co
Situado en el departamento de Finisterre, este parque abarca una extensión de paisajes muy diversos, clasificados en cuatro territorios: las islas del Mar de Iroise, la Península de Crozon, la región marítima del río Aulne y los Montes de Arrée. Su superficie comprende 172.000 hectáreas, de las que 60.000 son espacio marítimo. Cuenta con un entorno excepcional desde el punto de vista de la fauna, la flora y los hábitats naturales, y su singular topografía y su ubicación han creado una variedad de paisajes: desde las dunas de las islas a los picos de la montañas Darree… El agua cincela las rocas en las grutas marinas de Morgat y los acantilados del Cabo de la Chèvre. La carrasquilla azul, aquí conocida como crozonnaise, salpica con su color intenso las lindes de Las Landas. Bosques de pinos avanzan hasta las calas y playas formando un bellísimo cordón vegetal. Desde lo alto de las cimas áridas se despliegan magníficas panorámicas… El Parque natural regional d´Armorique (Armórica en su traducción al castellano) es un auténtico tesoro. La mejor forma de descubrir los secretos que encierra es ponerse unas botas y salir de excursión. Hay cientos de sendas señalizadas para todos los niveles de dificultad que harán del camino un verdadero placer para deportistas y no deportistas.
Este evento que se celebra cada agosto en Brest y reúne lo mejor de la música de este estilo no es apta para todos los públicos: solo los más “duros” sobrevivirán al ritmo y volúmen infernal. Por el Festival Rave de Brest han pasado artistas como Laurent Garnier, Manu le Malin, Justice o Birdy Nam Nam y está inspirado en las raves de finales de los 80. Se desarolla en distintos escenarios, desde el puerto comercial al Cabaret Vauban, del Astroclub al Palacete de Keroual… desde hace ya quince años. Una cita para incondicionales.
Surf, kit-surf, wakeboard, kayak… se podría estar enumerando hasta veinte variantes de actividades y deportes acuáticos que se pueden disfrutar en las costas de Brest. Y también de experiencias náuticas, ya que las escuelan de vela de la ciudad disponen de cursos para todos los niveles: óptimist para los más jóvenes o vela ligera para los amantes de la velocidad… Y si se prefiere la natación sin más ni más, hay bellas playas donde poder disfrutar del agua transparente y fría de esta zona del Atlántico, como las de Moulin Blanc, Caro o Roscanvel, bien protegidas por la bahía.
Las ruinas de una antigua abadía junto a un imponente faro y el viento soplando con fuerza: parece un escenario de película y así es en la punta de Saint-Mathieu, que se encuentra a poca distancia de Brest. De la abadía se conserva la fachada romana, las bóvedas de piedra del coro y los arcos de la nao. La capilla de Notre-Dame-de-Grâce alberga un museo con algunos vestigios de la antigua abadía. También se pueden ver en esta zona de Bretaña los menhires cristianizados, dos piedras coronadas por una cruz conocidas como “Horca de los monjes”, y si se suben los 163 escalones del faro la recompensa será la de unas maravillosas vistas hasta donde alcanza el horizonte. No lejos de ahí, Le Conquet es el punto de partida hacia Ouessant y Molène.
Frente a la costa y a 30 km de la punta de Saint-Mathieu, se encuentra el archipiélago de Ouessant, con siete islas de las que solo Molène y Ouessant están habitadas. Las piscifactorías y un turismo discreto se han unido a las actividades tradicionales de la pesca y la agricultura. La isla de Ouessant es quizás la más impresionante de ellas por el tamaño de los acantilados que la cortan a pico sobre el mar. Esa es una las razones por las que se alzan varios faros en distintos puntos de la isla. El de Créac’h, con sus rayas blancas y negras es uno de los más potentes del mundo.
¿Cómo llegar?
En avión: El aeropuerto internacional de Brest Bretagne sirve al departamento de Finisterre. Opera con vuelos domésticos y vuelos directos a Londres y Dublin y otros destinos internacionales, aunque en su mayoría con escalas en puntos de Inglaterra, España, Grecia, Turquía y Marruecos, entre otros. Sitio Web Oficial: brest.aeroport.fr/ Shuttles y taxis comunican al aeropuerto con el área urbana. Existe un servicio de Shuttle que une el centro de la ciudad de Brest con el aeropuerto regularmente varias veces al día (duración del trayecto: 10 min); y el billete puede adquirirse directamente en el autobús.
En autobús: El autobús en el área metropolitana de Brest es Bibus, billete para un viaje: 1,40€; 10 viajes cuestan 11,65€. La red también tienen tranvías. www.Bibus.frplansreseau.aspx
"La navette" es el servicio de autobuses al aeropuerto. http:www.Brest.Aeroport.frvols-et destinationsdestinationsdestinations-France
En el departamento de FInisterre hay servicios de transporte público de autobuses que conectan las distintas ciudades de la comarca con el resto de Francia, el bus regional de Penn-ar-Bed. http://www.viaoo29.fr. Información sobre todos los tipos de transporte: http:www.breizhgo.combretagneen
En coche: Brest está comunicada por la N165 o la N12.
Planificador de rutas: www.viamichelin.com. Para obtener información de tráfico: www.v-trafic.com.
En taxi: http://www.taxisbrestois.com/
En tren: La compañía nacional de ferrocarriles (SNCF para abreviar) incluye trenes de alta velocidad (TGV) que unen París con Marsella y París a Lyon en menos de tres horas y también TER (Région Bretagne). Casi todas las ciudades en Francia son fácilmente accesibles.
En barco: Desde el puerto de Roscoff (a 65 km de Brest). Brittany Ferries cubre los servicios hacia Inglaterra (Plymouth), Irlanda (Cork) y España (Bilbao). http:www.Brittany-Ferries.co.uk
Algunos cruceros se detienen aquí: http:www.Brest.Port.frfrinfos-pratiquesplan-d-acces.