Visitas destacadas
Mont Blanc
El mítico Mont Blanc es el gran reclamo turístico de Chamonix. Cada año, desde el siglo XVIII, miles de apasionados del alpinismo y los deportes de invierno llegan hasta aquí atraídos por el magnetismo de este fascinante pico, el más alto de los Alpes con 4.810 metros y cuya cima comparten dos países: Francia e Italia. Numerosas agencias de la ciudad ofrecen servicios de guía para realizar el ascenso al macizo y sus glaciares. Existen numerosas rutas que conducen hasta lo más alto de la montaña; tienen dificultades distintas aunque todas requieren una cierta preparación y experiencia ya que, aunque muy transitado en temporada alta, el camino no está exento de riesgos como la caída de piedras, el mal agudo de montaña o el cambio repentino de tiempo. Las rutas más fáciles son las de Gouter y la de los tres montes. En el extremo contrario se encuentran la travesía de Miage y el espolón de la tournette. A lo largo de la historia, decenas de alpinistas han perdido la vida intentando subir a lo más alto del Mont Blanc por lo que es importante extremar las precauciones para disfrutar sin sustos de esta majestuosa montaña.
Casa de la Memoria y el Patrimonio
La Casa de la Memoria y el Patrimonio permite sumergirse en la historia de Chamonix Mont Blanc y conocer cada pequeño detalle de este valle francés enmarcado entre fabulosas montañas. El museo alberga en su interior archivos fotográficos y audiovisuales de gran interés para el visitante que llega hasta esta pequeña localidad. En el centro también se realizan exposiciones y todo tipo de eventos culturales. El edificio de la Casa de la Memoria y el Patrimonio de Chamonix Mont Blanc ha pasado por sucesivas manos desde su apertura en 1828 como un colegio femenino de las Hermanas de la Caridad. Durante buena parte del siglo XX fue propiedad de la familia Baud hasta que fue donada a una congregación religiosa. En 2002 la adquirió el ayuntamiento de la ciudad, aunque cuatro años después fue destruida en un incendio. Para su reconstrucción se mantuvo la fachada original, aunque el recinto fue rehecho por completo en su interior. El edificio mantiene el estilo arquitectónico de las granjas típicas de Alta Saboya, con volúmenes simples y el típico tejado con tres bajantes.
Dirección: 90 rue des Moulins. 74400 Chamonix-Mont-Blanc
Teléfono : +33(0)4 50 54 78 55
Correo electrónico : accueilmmp@chamonix.fr
Museo alpino
Como no podía ser de otra manera, dadas su historia y ubicación privilegiada a las faldas del macizo del Mont Blanc, Chamonix ha querido honrar a todos aquellos aficionados al alpinismo y a los deportes de invierno que han contribuido a su desarrollo como ciudad con el museo Alpino. Está ubicado en el más antiguo de los tres palacetes construidos en la ciudad a principios del siglo XX. Este encantador museo, con voluntad pero sin grandes pretensiones, hace un recorrido desde los primeros viajeros que llegaron a la ciudad atraídos por los famosos glaciares de Saboya hasta la era dorada de los deportes de invierno. Los visitantes que atraviesan las puertas del edificio pueden comprobar los cambios sufridos en la localidad desde el siglo XVIII hasta el XX a través de una colección de fotografías, dibujos, mapas en relieve, vestimentas y otros objetos antiguos que no dejarán indiferente y que constituyen la memoria histórica del valle. Descubrir el museo Alpino de Chamonix es una de las experiencias que el turista que visita la ciudad no debería pasar por alto.
Dirección: La résidence. 89 avenue Michel Croz. 74400 Chamonix-Mont-Blanc
Teléfono: +33(0)4 50 53 25 93
Correo electrónico: musee-alpin@cc-valleedechamonixmb.fr
Precio de la entrada: 5 €/Adultos
Alpenrose
A una corta distancia del centro de la ciudad se puede visitar el chalet de Alpenrose, la rosa de los Alpes, antigua residencia-taller del pintor Marcel Wibault (1904-1998) y hoy reconvertido en un museo en su memoria. El propio artista se encargó de su construcción, que inició en 1943 para albergar a su familia y el taller en el que daba rienda suelta a su arte y recibía a sus clientes. El interior, pintado y esculpido con sus propias manos, transmite la calidez del artista Era un apasionado de la montaña, como dejó patente en sus lienzos a lo largo de toda su vida. De hecho no era extraño verle pasear por el macizo del Mont Blanc en cualquier época del año. Quiso y supo transmitir su entusiasmo por la montaña, pero también por la geología y por los grandes personajes de la historia que nunca dejó de estudiar. Una parte de su colección se encuentra expuesta en el chalet Alpenrose para disfrute de los visitantes. Tras su muerte, su hijo y también pintor, Lionel Wibault, decidió abrir el chalet familiar y compartir el legado paterno con el resto del mundo.
Dirección: 62 chemin du Cé, Chamonix
Teléfono : +33 4 50 53 04 35
Precio de la entrada : 3€/Adulto
Chalet de la reserva de Aiguilles Rouges
El chalet de la reserva de Aiguilles Rouges es una visita muy recomendada para todos aquellos turistas amantes de la naturaleza, especialmente si se viaja con niños. Está abierta sólo desde mediados de mayo hasta mediados de septiembre/octubre debido a que se encuentra en una zona de avalanchas. Todo el que se acerque hasta aquí podrá conocer con detalle la fauna, flora, glaciología, geomorfología y geología de las montañas cercanas a Chamonix ya que el recinto permite, entre otras cosas, realizar observaciones con microscopio, contemplar las exposiciones temporales, disfrutar de distintas proyecciones y asistir a conferencias y jornadas temáticas. Otra posibilidad es recorrer el sendero botánico que existe en las inmediaciones del puerto de Les Montets. El chalet de la reserva de Aiguilles Rouges cuenta con cafetería con una terraza con fabulosas vistas al parque, en la que también se pueden adquirir pequeños recuerdos cuyo importe se destina íntegramente a la conservación del chalet por parte de la Asociación de la Reserva de Aiguilles Rouges.
Teléfono: +33 4 50 54 02 24
Página web: www.rnaiguillesrouges.org
Correo electrónico: info@rnaiguillesrouges.org
Precio de las salidas temáticas: 10€/Adultos
La visita al Sendero del Descubrimiento es gratuita
Tren de Montenvers
¿Se imagina acceder hasta el mayor glaciar de Francia en tan sólo 20 minutos y disfrutando de una vista incomparable? El Tren de Montenvers es un pequeño tren de cremallera que asciende desde Chamonix hasta Mer de Glace, a 1913 metros de altitud. Una vez en el gran glaciar se puede visitar la gruta del hielo, la galería de los cristales o los senderos temáticos de Montenvers. El tren realiza varias salidas al día durante los meses de verano. Para conocer los distintos horarios se puede entrar en www.compagniedumontblanc.fr. El precio del billete para un adulto i/v es de 27,50€.
Esquí y snowboard
El valle de Chamonix engloba cinco grandes estaciones de esquí, hasta las que se llega fácilmente desde la ciudad. Las de Les Houches y Le Tour son el destino ideal para aquellos aficionados de este deporte que todavía no dispongan de un nivel demasiado elevado. Por el contrario, Grands Montets o Breven son perfectas para los esquiadores experimentados. En conjunto suman 157 kilómetros de pistas y ofrecen todos los servicios necesarios para disfrutar de unas vacaciones blancas inolvidables. El forfait permite esquiar también en las estaciones vecinas de Suiza e Italia. El precio del forfait de un día es de 54€; el de 6 días cuesta 266€.
Teleférico Le Brévent
Para muchos el mejor lugar para obtener las vistas más espectaculares del Mont Blanc es el teleférico de Le Brévent, en funcionamiento los doce meses del año. Para llegar a él desde Chamonix primero es necesario tomar el teleférico hasta Plan Praz, a 1.999 metros de altitud. Desde aquí se pueden realizar varias excursiones por la zona, como la ruta que va al lago Cornu. Pero lo mejor es seguir subiendo y enlazar con el teleférico que conduce a Le Brévent, que sube hasta una altura de 2.525 metros. Tenga la cámara de fotos preparada porque va a necesitarla. Precio: alrededor de 27€ por persona i/v.
Annecy
A apenas 60 kilómetros de Chamonix encontramos la bella Annecy; una ciudad que guarda intacto su casco antiguo medieval y que recibe numerosos visitantes cada año. Está situada junto al lago del que recibe el nombre y por el que se pueden dar agradables paseos en barco, nadar o hacer windsurfing y kayak. Un día puede ser suficiente para perderse por la parte vieja, admirar el castillo y atravesar los pequeños puentes que sortean los canales de la ciudad, antes de dirigirse hasta el lago y hacer un alto en el camino mientras se disfruta de la increíble vista.
Redactor :
Marion Rouillot
