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Un paseo por su historia
Argentoratum fue el nombre original con que los romanos bautizaron el campamento militar en el que se establecieron en el siglo XII AC, cambiando su denominación durante la Edad Media por la de Strateburgum (“ciudad de muchos caminos”) dada su privilegiada situación como punto de encuentro de las vías de comunicación que iban de norte-sur y de este-oeste. Esto no solo determina su desarrollo comercial, además ese flujo humano supone la confluencia de corrientes ideológicas llegadas de distintas zonas de Europa, que configuran un carácter muy marcado por esa amalgama. Estrasburgo ha pertenecido desde su fundación a distintos territorios geopolíticos: del Sacro Imperio Romano pasó en periodos alternos a manos alemanas y francesas, hasta que después de la II Guerra Mundial es liberada del poder de los nazis y recuperada definitivamente como territorio galo. Toda esta rica y convulsa historia queda reflejada en la diversidad de su patrimonio artístico y cultural. Estrasburgo conserva un legado arquitectónico que ha llegado perfectamente conservado hasta nuestros días y que se concentra en Le Grande Ille, una isla fluvial formada por la canalización del río III próximo a su desembocadura en el Rin. El ejemplo más sobresaliente es la catedral de Notre-Dame.
La Catedral de Notre-Dame
Homónima de su hermana parisina, Notre-Dame es una joya en el corazón del centro histórico. Se comenzó a principios del siglo XI, prolongándose su construcción durante dos siglos y medio. Sobre un templo románico, del que solo queda la cripta, se levantó el edificio actual, auténtica obra maestra del gótico. Su fachada está decorada con cientos de esculturas que parecen sobresalir del plano vertical gracias a la portentosa utilización arquitectónica de las luces y las sombras. El hábil aprovechamiento de este recurso “transforma” el color de la piedra arenisca rosa con que está edificado según la hora del día. En uno de los lados de la fachada apunta al cielo su bellísima torre de 142 metros de altura. El interior, con una larga nave central, está iluminado por numerosas vidrieras de los siglos XII al XIV y por un gran rosetón. Cabe mencionar el órgano y el famoso Reloj Astronómico, pieza del Renacimiento cuyo mayor atractivo son las figuras animadas, entre ellas los doce apóstoles, que salen todos los días a desfilar a las 12,30 pm. La catedral puede visitarse todos los días. La entrada es gratuita y hay facilidad de acceso para discapacitados.
www.cathedrale-strasbourg.fr
Casas emblemáticas
Uno de los atractivos turísticos de Estrasburgo son sus bellas casas construidas en piedra y madera y con el tejado inclinado. No hay que dejar de visitar dos de las más interesantes. La casa Kammerzell. Es, sin duda, la más bella de Estrasburgo y uno de los símbolos de la ciudad. Perteneció desde siglos a ricos mercaderes. De Philippe Kammerzell, que la compró a mediados del XIX, heredó su nombre. Pero la casa fue edificada en el siglo XVI, y antes de eso ya se vendían distintos productos bajo los arcos de piedra que la sustentan. De estilo gótico tardío, el edificio tiene varios pisos construidos en entramado de madera tallada, que muestra escenas sagradas y profanas. Los interiores están decorados con frescos del pintor alsaciano Léo Schung. Hoy alberga un restaurante donde se pueden degustar especialidades alsacianas.
La Casa Egipcia es otro de los edificios que merecen una visita. Su estilo art Nouveu, su ornamentación floral y con motivos orientales, sus balcones de hierro y ventanas decoradas sirven de marco a la figura de un egipcio, fresco que ocupa uno de los lados de la fachada. La casa data de 1905 y está en pleno Barrio Alemán.
La Petite France y El Krutenau
Encantador y pintoresco, La Petite France es un barrio con casas típicamente alsacianas alineadas a ras del río: un lugar que parece sacado de un cuento. Los edificios datan de los siglos XVI-XVII y están construidos en entramado de madera y con tejados inclinados, formando junto al agua un paisaje colorista y romántico. Es relajante pasear por las calles medievales de la antigua Estrasburgo, donde vivían y trabajaban los distintos gremios: pescadores, curtidores de pieles, molineros... y contemplar cómo el río se ramifica en los distintos canales. Y en cada esquina un rincón mágico espera al visitante.
También en su día El Krutenau era un distrito atravesado por canales y habitado por barqueros y pescadores, tal como recuerdan los nombre de sus calles, rue St-Nicolas-aux-Ondes o rue de la Tour des Pêcheurs. Hoy es una zona muy agradable y animada donde hay numerosos bares y restaurantes, galerías de arte contemporáneo y tiendas de moda. Aquí se encuentra la Escuela Superior de las Artes Decorativas, con su fachada decorada por frescos, el Museo de Zoología y la popular fuente Zurichois.
Hacia el Barrio Europeo
Caminar por la ribera del río es una de las formas más agradables de descubrir la ciudad, sus calles, monumentos y edificios más importantes. A paso lento, rodeados de arboleda y sin el ruido del tráfico. Un recorrido que discurre paralelo al agua llevará también al Barrio Europeo, con edificios de arquitectura moderna que abrigan las principales instituciones. El Parlamento Europeo se encuentra a los pies de un lago grande que forma el mismo río. Es un moderno edificio en forma de ala de la que emerge la cúpula del hemiciclo. Las visitas (para grupos) se deben solicitar por escrito y con antelación a: Antenne du Parlement Européen. Allé du Printemps- BP 1024 F. 67070 Strasbourg Cedex.
El Palacio de Europa es un enorme cuadrado de arenisca rosada, vidrio y acero. Las banderas de los países afiliados al Consejo de Europa ondean en el pórtico. Se puede visitar concertando cita previa con un mínimo de 15 personas. El Palacio de Derechos Humanos es un proyecto del arquitecto británico Richard Rogers, diseñador también del edificio Lloyd, en Londres, y del centro Beauburg en París.
www.echr.coe.int
La Iglesia de Santo Tomás
Conocida también como “La petite cathédrale” (la pequeña catedral), Santo Tomás es un templo protestante y una de tesoros góticos-alsacianos de Estrasburgo. Con cinco naves de igual altura, tiene 800 años de existencia. En el coro se encuentra el mauselo del Mariscal Saxe, una obra maestra del arte funerario barroco del siglo XVIII. Destacan asimismo el órgano Silbermann, que data de 1741, y en que se dice tocó el gran compositor Mozart. Se puede visitar todos los días en distintos horarios, dependiendo del mes.
Entrada gratuita.
Para más información: www.saint-thomas-strasbourg.fr
Caminar de plaza en plaza
Un buen punto de partida para empezar una visita a la ciudad es la céntrica plaza del Hombre de Hierro (L´homme de fer). A pocos metros, se halla la Plaza Kleber. Es la de mayor tamaño y el corazón del área comercial. La preside la estatua del general que le da nombre y que alberga la urna funeraria con sus restos. Cerca de la plaza Kleber se llega a la dedicada al inventor de la imprenta. Gutenberg, oriundo de Maguncia, vivió desterrado en Estrasburgo durante diez años. Desde este lugar y siguiendo algunas calles más se desemboca en la Plaza de la Catedral,el corazón de la vieja Estrasburgo.
El Barrio Imperial Alemán
Mención aparte merece La Plaza de la República, así como el parque que la rodea, situados en el centro del Barrio Imperial Alemán. El desarrollo de esta zona, también conocida como la "ciudad nueva", vino dado por un modelo urbanístico (ele stilo Imperial) que transformó a partir de 1870 una zona fuera del casco antiguo en un área de calles anchas, edificios administrativos y culturales, así como de casas privadas de lujo. En los alrededores de esta plaza está el Palacio del Rin, la Biblioteca de la Universidad y el Teatro Nacional, los más significativos ejemplos del grandioso estilo Imperial.
Los principales museos
Le palais Rohan es una antigua residencia de los príncipes-obispos construida entre 1732 y 1742. El edificio alberga tres museos: el Museo Arqueológico, el Museo de Artes Decorativas y el Museo de Bellas Artes. El Notre-Dame Museo Oeuvre ocupa varios edificios de los siglos XIV-XVI. Incluye algunas de las mejores obras de escultura medieval, vidrieras, piezas de arte renano y salas dedicadas al Renacimiento y el siglo XVII. El Museo de Arte moderno y contemporáneo cuenta con obras de artistas como Monet, Picasso, Kandinsky y Brauner: un soberbio conjunto de arte de los últimos siglos.
Para más información: www.musees.strasbourg.eu
Redactor :
Marion Rouillot
