Presentación
Un ambiente marinero, bohemio y con el encanto de las ciudades balneario del siglo XIX... Trouville-sur-Mer es una pequeña localidad que enamora al primer vistazo. Situada en la Normandía francesa, en la desembocadura del río Touques, muy cerca de Deauville y de La Havre. Con una magnífica playa atlántica, centro de reunión de la aristocracia francesa decimonónica, su paseo marítimo está delimitado por elegantes palacetes y su barrio pesquero, de calles laberínticas y pintorescas, tiene todo el sabor a mar de la indómita y bellísima Costa Florida. Trouville ofrece un marco espléndido para unas vacaciones tranquilas y llenas de glamour. Basta con dar un paseo por esta encantadora ciudad -por sus animadas plazas, por su puerto lleno de color, por su legendario casino- para respirar esa mezcla entre tradición y modernidad. Trouville-sur-Mer es una fotografía en sepia... y en color.
La localidad de Trouville-sur-Mer pertenece (de mayor a menor) a la región Basse-Normandie, al departamento Calvados, al distrito Lisieux y al cantón Trouville-sur-Mer.
Visitas destacadas
Así fue denominada la de Trouville-sur-Mer a medidados del siglo XIX, cuando empezó a ser frecuentada por las clases altas francesas, atraidas por las imágenes que de ella había retratado el famoso pintor Charles Mozin. Mozin quedó impactado por el pequeño pueblo pesquero que se encontraba a poco más de 200 kilómetros de París. Y en especial por su playa virgen, cubierta de arena fina, de dunas salvajes y festoneada por infinitas conchas. Cuando presentó en el Louvre una de sus exposiciones, Mozin dio a conocer a sus coetáneos esta joya “en estado puro”. Pintores como Monet, Corot, Isabey. Escritores como Proust, Dumas, Flaubert cayeron rendidos a sus encantos. El efecto llamada no se hizo esperar y también esa aristocracia ávida de lugares exclusivos eligió esta playa como balneario de verano. Trouville dio a conocer por extensión toda la Costa Florida y popularizó la costumbre de los baños de mar durante la época de Napoleón III. Durante el Segundo Imperio la ciudad vivió una época de esplendor, llenándose de magníficas villas construidas entre 1860 y 1880, bellos edificios de distintos estilos de acuerdo a las modas imperantes, que se alinean frente a una playa de poco más de un kilómetro, junto al paseo marítimo. Este recorrido no solo obligado en Trouville sino que, además, resulta de altamente relajante.
Ciudad portuaria por antonomasia, la arquitectura y el diseño de los muelles, callejuelas y callejones sin salida ilustran la historia de un pequeño puerto pesquero que más allá de sus límites vio crecer el gran complejo residencial construido en el siglo XIX. Hoy el puerto de Trouville-sur-Mer, junto con el del vecino Deauville, continúa como en sus orígenes dedicando su actividad a la pesca. Muestra de su dinamismo comercial, el mercado de pescado, situado junto al muelle, abre todos los días del año. Ofrece un género variado que abastece a los numerosos restaurantes de la ciudad. Pescado y marisco a la parrilla son dos de las especialidades gastronómicas de este lugar de la Costa Florida, y no hay mejor lugar para disfrutarlo que sentado frente al mar en una de las muchas terrazas de verano del paseo marítimo.
Por otro lado, un gran mercado generalista abre dos veces por semana. Los miércoles y domingos por la mañana se llenan de color y de animación en este espacio en el que se puede encontrar fruta, verduras, productos locales y artículos diversos. El puerto también acoge el Club Náutico, que funciona a pleno rendimiento. Desde aquí salen numerosas excursiones en barco para conocer el litoral de Normandía. Muy cerca también se encuentra el Acuario de la ciudad.
Frente al mar se encuentra uno de los espacios artísticos más importantes de Trouville. La Villa Montebello acoge el museo que ha tomado su mismo nombre. Creado en 1972, el Museo Montebello reúne una colección de pinturas y grabados de los siglos XIX y XX, así como numerosos carteles e ilustraciones publicitarias donadas por artistas franceses como André Hambour y el famoso Raymond Savignac. Este pintor se instala en Trouville-sur-Mer en 1979. A él está dedicado el paseo marítimo, espacio público que también exhibe sus numerosos trabajos como si de una galería al aire libre se tratara. En Villa Montebello se puede ver asimismo un resumen de la historia de la ciudad como spa-balneario. La mansión fue construida en 1865 siguiendo un estilo de arquitectura costera en ladrillo y piedra, típica de la sociedad del Segundo Imperio. La marquesa de Montebello quería una villa similar a los castillos del siglo XII y así la diseñó el arquitecto Jean-Louis Celinski. La villa está sobre una colina desde la que las vistas a la bahía del Sena son inmejorables. En la actualidad el museo ofrece un amplio programa de exposiciones temporales de fotografía, arte popular y tradiciones.
Más información: www.facebook.com/museevillamontebello
Las lujosas villas que bordean la costa de Trouville-sur-Mar dan fe del pasado glorioso de la ciudad. Bellísimos edificios reconvertidos en la actualidad en lujosos hoteles, llenos del encanto y del glamour de otros tiempos. Cada villa conserva un estilo diferente y eso es lo que enriquece el patrimonio arquitectónico de una ciudad con buenas muestras de art Decò. El Hôtel Ler Fer à Cheval, el Hôtel de la Paix, Ville Caroline, Le Central son algunos de estos palacetes que hoy sirven de alojamiento a los numerosos turistas que se acercan a conocer esta región francesa. El Casino Barrière es otro de los grandes símbolos de Trouville. Iluminado como una isla en medio de una gran plaza, está situado entre el puerto y la playa. Es visita recomendada no solo por su belleza arquitectónica y la de sus interiores, totalmente renovados por el decorador Jacques Garcia. También porque es una alternativa de ocio en las tranquilas noches de la pequeña Trouville. Cuenta con una sala de juegos tradicionales, póquer, billar, máquinas tragaperras... La oferta se completa con una programación de espectáculos de teatro, cabaret, música, etc.
En el estuario del río Sena y mirando al Atlántico, Le Havre siempre fue un importante enclave estratégico y comercial a lo largo de los siglos. Rica ciudad de intercambio gracias a su gran puerto, destruida y reconstruida varias veces, en 1944 el 80 por ciento de la ciudad desapareció bajo los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Pasados los años es reinventada por uno de los mayores arquitectos del siglo XX, Auguste Perret. Conocido como el “poeta del hormigón”, Perret logra el desafío de inspirarse en la tradición clásica y dejarse guiar por una fuerte voluntad de modernización, para convertir las 150 hectáreas del centro de la ciudad devastada en una metrópoli de arquitectura armoniosa y decididamente innovadora, siendo el primer conjunto urbano europeo del siglo XX incluido en el Patrimonio Mundial de la Unesco. La Iglesia Saint-Joseph, una de las obras maestras, el Museo Malraux, que contiene la primera colección impresionista después de la del Museo de Orsay en París, el Volcán, espacio cultural obra del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, son algunos de los edificios modernos más destacables de la “nueva” Le Havre. Pero la ciudad tiene mucho más que ofrecer: no hay que dejar de visitarla.
Así se denomina la franja de litoral enclavado en la Baja Normandía en el que se encuentra Trouville-sur-Mer. La Costa Florida alterna playas de arena fina con rocas y acantilados vertiginosos. Un paseo en barco desde el puerto da una idea del cambiante y excepcional paisaje que incluye espacios naturales tan importantes como la Reserva Natural del Estuario del Sena, pueblecitos marineros y elegantes ciudades de veraneo que han resistido al paso de los años con un encanto atemporal: Deauville, Honfleur, Cabourg, Diver-sur-Mer...
Entre el mar y el campo, Deauville está frente a Trouville-sur-Mer, en la otra orilla del río. Lo que hoy es una cosmopolita y refinada ciudad fue en origen un pequeño pueblo agrícola con una zona de marismas y dunas debajo de la aldea. A partir de este espacio natural se creo a medidados de siglo XIX una lujosa ciudad-balneario, con magníficas villas, hipódromo, casino, hoteles de lujo y enlace ferroviario a su playa de arena salpicada de multicolores sombrillas y tumbonas. Deauville es actualmente uno de los centros vacacionales más chic de la Costa Florida con un rico patrimonio histórico y una nutrida programación de eventos culturales y deportivos durante todo el año, entre los que destacan sus famosas carreras de caballos.
En la orilla izquierda del estuario del Sena, dentro del Parque Natural Regional de los Boucles de la Seine, se encuentra la marisma Vernier, la mayor turbera de Francia. Declarada zona de interés ecológico europeo, se trata de una amplia superficie cubierta de cañaverales y praderas húmedas, paraíso del ganado vacuno Highland Cattle. Esta zona posee una rica flora. Arboles y plantas tales como alisos, sauces, orquídeas salvajes... comparten extensión con verdes campiñas. Además, una gran variedad ornitológica convierte la zona en un buen centro de observación de aves. Aquí se pueden ver garzas reales, cercetas, cigüeñas blancas, águilas pescadoras... La ruta se completa con su interesantísimo patrimonio arquitectónico tradicional, compuesto por casitas de campo con el típico entramado de madera y techumbre de paja al estilo de los cottages británicos.
Trouville se encuentra muy cerca de la zona conocida como Pays dÁuge, entre Caen y Rouens. Esta preciosa región francesa, con pueblos pintorescos y una naturaleza verde y luminosa, es famosa por sus ganaderías, quesos y manzanos. Una de las excursiones más populares en el Pays d´Auge es la Ruta de la Sidra (La Route du Cidre), un recorrido circular de unos 40 km a lo largo de numerosos pueblos productores de esta tradicional bebida, como Beuvron-en-Auge, Victot-Pontfol, Cambremer, Saint-Ouen-le-Pin, Bonnebosq y Beaufour-Druval. En los caminos sinuosos que llevan hasta ellos se podrán contemplar campos y huertos, castillos, casas rurales con entramado de madera, casas solariegas...Todo el encanto del Pays d'Auge.
¿Cómo llegar?
En avión: Los aeropuertos más cercanos son los de Deauville y El Havre. Enlaces Deauville Normandía aeropuerto (8 km)
• Aeropuerto de Caen-Carpiquet (45 km de Deauville): +33 (0) 2 31 71 20 10
• Aeropuerto de El Havre-Octeville (45 km de Deauville): +33 (0) 2 35 54 65 00
En barco: Conexiones diarias con Gran Bretaña
• Brittany Ferries : Portsmouth - Caen / Ouistreham - Tél.: +33 (0) 825 828 828
(tiempo de cruce: 6hrs día ferry desde abril a octubre Hora 03:30)
• LD Lines : Portsmouth - Le Havre - Tel: +33 (0) 825 304 304 (desde el extranjero +33 (0) 2 32 14 47 29)
En autobús:
Tél.. : +33 (0) 810 214 214
www.bus-verts.fr
Línea 20 - Le Havre-Honfleur, Deauville, Cabourg, Caen. Trouville Off: Iglesia-Tamaris-Camping-Hennequeville.
Línea 21 - tronco de traslado Trouville / Deauville-Trouville Tourgéville-Hennequeville-TouquesHorarios disponibles en la Oficina de Turismo.
En tren: www. sncf . com
Online Trouville / Deauville - Dives - Cabourg - París.
Horarios disponibles en la Oficina de Turismo.
Acceso: A 200 km de París por la A13 autopista
Presentación
Un ambiente marinero, bohemio y con el encanto de las ciudades balneario del siglo XIX... Trouville-sur-Mer es una pequeña localidad que enamora al primer vistazo. Situada en la Normandía francesa, en la desembocadura del río Touques, muy cerca de Deauville y de La Havre. Con una magnífica playa atlántica, centro de reunión de la aristocracia francesa decimonónica, su paseo marítimo está delimitado por elegantes palacetes y su barrio pesquero, de calles laberínticas y pintorescas, tiene todo el sabor a mar de la indómita y bellísima Costa Florida. Trouville ofrece un marco espléndido para unas vacaciones tranquilas y llenas de glamour. Basta con dar un paseo por esta encantadora ciudad -por sus animadas plazas, por su puerto lleno de color, por su legendario casino- para respirar esa mezcla entre tradición y modernidad. Trouville-sur-Mer es una fotografía en sepia... y en color.
La localidad de Trouville-sur-Mer pertenece (de mayor a menor) a la región Basse-Normandie, al departamento Calvados, al distrito Lisieux y al cantón Trouville-sur-Mer.
Visitas destacadas
Así fue denominada la de Trouville-sur-Mer a medidados del siglo XIX, cuando empezó a ser frecuentada por las clases altas francesas, atraidas por las imágenes que de ella había retratado el famoso pintor Charles Mozin. Mozin quedó impactado por el pequeño pueblo pesquero que se encontraba a poco más de 200 kilómetros de París. Y en especial por su playa virgen, cubierta de arena fina, de dunas salvajes y festoneada por infinitas conchas. Cuando presentó en el Louvre una de sus exposiciones, Mozin dio a conocer a sus coetáneos esta joya “en estado puro”. Pintores como Monet, Corot, Isabey. Escritores como Proust, Dumas, Flaubert cayeron rendidos a sus encantos. El efecto llamada no se hizo esperar y también esa aristocracia ávida de lugares exclusivos eligió esta playa como balneario de verano. Trouville dio a conocer por extensión toda la Costa Florida y popularizó la costumbre de los baños de mar durante la época de Napoleón III. Durante el Segundo Imperio la ciudad vivió una época de esplendor, llenándose de magníficas villas construidas entre 1860 y 1880, bellos edificios de distintos estilos de acuerdo a las modas imperantes, que se alinean frente a una playa de poco más de un kilómetro, junto al paseo marítimo. Este recorrido no solo obligado en Trouville sino que, además, resulta de altamente relajante.
Ciudad portuaria por antonomasia, la arquitectura y el diseño de los muelles, callejuelas y callejones sin salida ilustran la historia de un pequeño puerto pesquero que más allá de sus límites vio crecer el gran complejo residencial construido en el siglo XIX. Hoy el puerto de Trouville-sur-Mer, junto con el del vecino Deauville, continúa como en sus orígenes dedicando su actividad a la pesca. Muestra de su dinamismo comercial, el mercado de pescado, situado junto al muelle, abre todos los días del año. Ofrece un género variado que abastece a los numerosos restaurantes de la ciudad. Pescado y marisco a la parrilla son dos de las especialidades gastronómicas de este lugar de la Costa Florida, y no hay mejor lugar para disfrutarlo que sentado frente al mar en una de las muchas terrazas de verano del paseo marítimo.
Por otro lado, un gran mercado generalista abre dos veces por semana. Los miércoles y domingos por la mañana se llenan de color y de animación en este espacio en el que se puede encontrar fruta, verduras, productos locales y artículos diversos. El puerto también acoge el Club Náutico, que funciona a pleno rendimiento. Desde aquí salen numerosas excursiones en barco para conocer el litoral de Normandía. Muy cerca también se encuentra el Acuario de la ciudad.
Frente al mar se encuentra uno de los espacios artísticos más importantes de Trouville. La Villa Montebello acoge el museo que ha tomado su mismo nombre. Creado en 1972, el Museo Montebello reúne una colección de pinturas y grabados de los siglos XIX y XX, así como numerosos carteles e ilustraciones publicitarias donadas por artistas franceses como André Hambour y el famoso Raymond Savignac. Este pintor se instala en Trouville-sur-Mer en 1979. A él está dedicado el paseo marítimo, espacio público que también exhibe sus numerosos trabajos como si de una galería al aire libre se tratara. En Villa Montebello se puede ver asimismo un resumen de la historia de la ciudad como spa-balneario. La mansión fue construida en 1865 siguiendo un estilo de arquitectura costera en ladrillo y piedra, típica de la sociedad del Segundo Imperio. La marquesa de Montebello quería una villa similar a los castillos del siglo XII y así la diseñó el arquitecto Jean-Louis Celinski. La villa está sobre una colina desde la que las vistas a la bahía del Sena son inmejorables. En la actualidad el museo ofrece un amplio programa de exposiciones temporales de fotografía, arte popular y tradiciones.
Más información: www.facebook.com/museevillamontebello
Las lujosas villas que bordean la costa de Trouville-sur-Mar dan fe del pasado glorioso de la ciudad. Bellísimos edificios reconvertidos en la actualidad en lujosos hoteles, llenos del encanto y del glamour de otros tiempos. Cada villa conserva un estilo diferente y eso es lo que enriquece el patrimonio arquitectónico de una ciudad con buenas muestras de art Decò. El Hôtel Ler Fer à Cheval, el Hôtel de la Paix, Ville Caroline, Le Central son algunos de estos palacetes que hoy sirven de alojamiento a los numerosos turistas que se acercan a conocer esta región francesa. El Casino Barrière es otro de los grandes símbolos de Trouville. Iluminado como una isla en medio de una gran plaza, está situado entre el puerto y la playa. Es visita recomendada no solo por su belleza arquitectónica y la de sus interiores, totalmente renovados por el decorador Jacques Garcia. También porque es una alternativa de ocio en las tranquilas noches de la pequeña Trouville. Cuenta con una sala de juegos tradicionales, póquer, billar, máquinas tragaperras... La oferta se completa con una programación de espectáculos de teatro, cabaret, música, etc.
En el estuario del río Sena y mirando al Atlántico, Le Havre siempre fue un importante enclave estratégico y comercial a lo largo de los siglos. Rica ciudad de intercambio gracias a su gran puerto, destruida y reconstruida varias veces, en 1944 el 80 por ciento de la ciudad desapareció bajo los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Pasados los años es reinventada por uno de los mayores arquitectos del siglo XX, Auguste Perret. Conocido como el “poeta del hormigón”, Perret logra el desafío de inspirarse en la tradición clásica y dejarse guiar por una fuerte voluntad de modernización, para convertir las 150 hectáreas del centro de la ciudad devastada en una metrópoli de arquitectura armoniosa y decididamente innovadora, siendo el primer conjunto urbano europeo del siglo XX incluido en el Patrimonio Mundial de la Unesco. La Iglesia Saint-Joseph, una de las obras maestras, el Museo Malraux, que contiene la primera colección impresionista después de la del Museo de Orsay en París, el Volcán, espacio cultural obra del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, son algunos de los edificios modernos más destacables de la “nueva” Le Havre. Pero la ciudad tiene mucho más que ofrecer: no hay que dejar de visitarla.
Así se denomina la franja de litoral enclavado en la Baja Normandía en el que se encuentra Trouville-sur-Mer. La Costa Florida alterna playas de arena fina con rocas y acantilados vertiginosos. Un paseo en barco desde el puerto da una idea del cambiante y excepcional paisaje que incluye espacios naturales tan importantes como la Reserva Natural del Estuario del Sena, pueblecitos marineros y elegantes ciudades de veraneo que han resistido al paso de los años con un encanto atemporal: Deauville, Honfleur, Cabourg, Diver-sur-Mer...
Entre el mar y el campo, Deauville está frente a Trouville-sur-Mer, en la otra orilla del río. Lo que hoy es una cosmopolita y refinada ciudad fue en origen un pequeño pueblo agrícola con una zona de marismas y dunas debajo de la aldea. A partir de este espacio natural se creo a medidados de siglo XIX una lujosa ciudad-balneario, con magníficas villas, hipódromo, casino, hoteles de lujo y enlace ferroviario a su playa de arena salpicada de multicolores sombrillas y tumbonas. Deauville es actualmente uno de los centros vacacionales más chic de la Costa Florida con un rico patrimonio histórico y una nutrida programación de eventos culturales y deportivos durante todo el año, entre los que destacan sus famosas carreras de caballos.
En la orilla izquierda del estuario del Sena, dentro del Parque Natural Regional de los Boucles de la Seine, se encuentra la marisma Vernier, la mayor turbera de Francia. Declarada zona de interés ecológico europeo, se trata de una amplia superficie cubierta de cañaverales y praderas húmedas, paraíso del ganado vacuno Highland Cattle. Esta zona posee una rica flora. Arboles y plantas tales como alisos, sauces, orquídeas salvajes... comparten extensión con verdes campiñas. Además, una gran variedad ornitológica convierte la zona en un buen centro de observación de aves. Aquí se pueden ver garzas reales, cercetas, cigüeñas blancas, águilas pescadoras... La ruta se completa con su interesantísimo patrimonio arquitectónico tradicional, compuesto por casitas de campo con el típico entramado de madera y techumbre de paja al estilo de los cottages británicos.
Trouville se encuentra muy cerca de la zona conocida como Pays dÁuge, entre Caen y Rouens. Esta preciosa región francesa, con pueblos pintorescos y una naturaleza verde y luminosa, es famosa por sus ganaderías, quesos y manzanos. Una de las excursiones más populares en el Pays d´Auge es la Ruta de la Sidra (La Route du Cidre), un recorrido circular de unos 40 km a lo largo de numerosos pueblos productores de esta tradicional bebida, como Beuvron-en-Auge, Victot-Pontfol, Cambremer, Saint-Ouen-le-Pin, Bonnebosq y Beaufour-Druval. En los caminos sinuosos que llevan hasta ellos se podrán contemplar campos y huertos, castillos, casas rurales con entramado de madera, casas solariegas...Todo el encanto del Pays d'Auge.
¿Cómo llegar?
En avión: Los aeropuertos más cercanos son los de Deauville y El Havre. Enlaces Deauville Normandía aeropuerto (8 km)
• Aeropuerto de Caen-Carpiquet (45 km de Deauville): +33 (0) 2 31 71 20 10
• Aeropuerto de El Havre-Octeville (45 km de Deauville): +33 (0) 2 35 54 65 00
En barco: Conexiones diarias con Gran Bretaña
• Brittany Ferries : Portsmouth - Caen / Ouistreham - Tél.: +33 (0) 825 828 828
(tiempo de cruce: 6hrs día ferry desde abril a octubre Hora 03:30)
• LD Lines : Portsmouth - Le Havre - Tel: +33 (0) 825 304 304 (desde el extranjero +33 (0) 2 32 14 47 29)
En autobús:
Tél.. : +33 (0) 810 214 214
www.bus-verts.fr
Línea 20 - Le Havre-Honfleur, Deauville, Cabourg, Caen. Trouville Off: Iglesia-Tamaris-Camping-Hennequeville.
Línea 21 - tronco de traslado Trouville / Deauville-Trouville Tourgéville-Hennequeville-TouquesHorarios disponibles en la Oficina de Turismo.
En tren: www. sncf . com
Online Trouville / Deauville - Dives - Cabourg - París.
Horarios disponibles en la Oficina de Turismo.
Acceso: A 200 km de París por la A13 autopista