Visitas destacadas
Esquí para toda la familia
Esta estación de esquí es ideal para aquellos que quieran disfrutar de un lugar sin coches, tranquila y relajada. Se trata de una estación ideal para familias que cuenta con la etiqueta “Famillle Plus”, esto es que garantiza la mejor atención, incluidos los más pequeños. Situada en el corazón del macizo Arvan – Villards ofrece unas impresionantes vistas panorámicas de los glaciares y las cimas. Su máxima ventaja es el hecho de que prácticamente todos los alojamientos en Le Corbier ofrecen acceso directo a las pistas o a los medios de elevación por lo que permite unas vacaciones totalmente distendidas sin preocuparse por el coche, el aparcamiento o los atascos. A esto se suma que las distintas residencias quedan comunicadas por un pasaje de tiendas y establecimientos donde conocer gente, pasear, tomar algo y dejar que los niños correteen sin tener que preocuparse. Además, la estación cuenta con 90 kilómetros de pistas y 25 sistemas de elevación. En ellas se puede disfrutar de recorridos con distintos niveles de dificultad para que disfruten todos. Si todo esto te parece poco, la estación conecta directamente con otras para aumentar la diversión.
Iglesias: ejemplo de arquitectura e historia
El pequeño pueblo de Villarembert tiene una iglesia que depende de la diócesis de Maurienne. Aunque no acuda al oficio religioso puede acercarse a admirar la arquitectura de este edificio y hacer algunas fotos del maravilloso paisaje que la rodea. A tan sólo 2 kilómetros y medio nos encontramos con una interesante iglesia del patrimonio de Fountcouverte – La Toussuire, que data del siglo XIX. Se trata de la Iglesia Charvin que comenzó a construirse en 1864, pero que por falta de recursos se completó en 1895. Es muy agradable dar un paseo por los alrededores de esta pequeña iglesia, que al igual que la anterior también ofrece unas vistas y un entorno insuperable. A la misma distancia que la anterior podemos encontrar también la Capilla de La Rochette que es una muestra de la planificación de las urbes en las montañas. Se encuentra totalmente integrada entre las casas vecinas. A pesar de que su primera construcción data de 1601 fue prácticamente reconstruida de cero en 1789 y a pesar de esto después se construyó nuevamente en otro lugar más seguro.
Más información: www.fountcouverte-latoussuire.com Contacto: mairie@fountcouverte-latoussuire.com / Tel.: 04 79 56 71 57
Parque Nacional de Ecrins
A tan sólo 30 kilómetros de Villarembert encontramos un lugar que hará las delicias de escaladores y excursionistas. Se trata del Parque Nacional de Ecrins que fue declarado oficialmente Parque Nacional en 1973 y ahora es uno de los 10 parques nacionales que hay en Francia. Desde entonces, numerosos actores se encargan de que este vasto territorio permanezca bien cuidado, protegido y podamos todos disfrutarlo. Existen algunas casas prefabricadas esparcidas por el territorio que es donde se muestra a los visitantes toda la flora y la fauna que hay en el parque, las actividades que se organizan o los eventos que se preparan. También es el lugar donde se reúnen todos los que participan en la protección y mantenimiento del Parque. Una de las cosas que podemos destacar del parque es que es una tierra de altas montañas que alcanzan los 4.102 metros. En total, hay más de 150 picos que superan los 3.000 metros y todavía hay restos de glaciares. Hasta el parque se puede llegar en coche, en tren y en autobús. Hay que llegar hasta Briaçon, población con la que el Parque hace un triángulo y donde se puede dejar el vehículo para comenzar a disfrutar.
Más información: www.ecrins-parcnational.fr
El Museo Allevard
Este museo alberga en su interior diferentes exposiciones y colecciones muy interesantes sobre la historia de la región y todo lo que más ha influenciado sobre ella. Entre ellas nos encontramos con una colección de fotografías, documentos y demás que narran el nacimiento del turismo en esta zona de Francia a partir de finales del siglo XVIII. La colección de herrería está relacionada con las minas de Taillat y cuenta con un sinfín de herramientas, minerales, equipos eléctricos de principios del siglo XX y muestras de distintas técnicas de documentación. Por otro lado, la colección de pinturas que tiene este museo cuenta con unas 40 obras, sobre todo de artistas locales. Y también cuenta con una colección etnológica donde dan visibilidad al mundo rural y a la vida cotidiana en las montañas. En resumen, una muestra de todas las pequeñas pinceladas que forman la vida en esta región.
Dirección: Plaza des Forges, 38580 Allevard Contacto: museejadis@allevard.fr / Tel.: 04 76 45 16 40 Más información: www.museedallevard.wordpress.com Entrada: General 2€. Menores de 12 años gratis Horario: del 5 de mayo al 27 de septiembre de 15:00 a 18:00. Cerrado los sábados.
Queso y vino de Saboya
Gracias a la calidad de la hierba de la zona de Saboya, las vacas que se crían en esta región reciben una excelente alimentación que hace que eso repercuta en la calidad de los quesos que obtendremos de su leche. La mayoría de pueblos y lugares de la región realizan los quesos de Saboya con pautas biológicas y de forma lo más artesanal posible, manteniendo recetas ancestrales y formas de cuidado y crianzas de vacas lo más natural posible. De esta excelente combinación entre calidad de hierba, crianza natural de vacas y elaboración biológica del queso salen resultados como el queso Tomme de Saboya, uno de los más antiguos de la región y que en provenzal significa algo así como “queso de la montaña”. Por otro lado también obtenemos el queso Beaufort que proviene de la leche de las vacas tarine, que son vacas de Saboya y que se utiliza principalmente para hacer fondue. Por lo tanto, ya tenemos un plato más que añadir a nuestra lista. No podemos salir de la región sin probar la fondue. Además, la podemos acompañar de alguno de los vinos típicos de Saboya, donde a parte de buen queso también tienen buenos vinos, sobre todo blanco, con denominación de origen y que maridan a la perfección con el queso de la fondue.
Annecy, la Venecia de Saboya
Esta ciudad es la capital de la Alta Saboya, situada aproximadamente a hora y media de camino ofrece a los visitantes una homogeneidad arquitectónica asombrosa. Pasear por el casco antiguo de la ciudad es fascinante y los cautivadores canales te dejan sin palabras. Los preciosos puentes y las casas de colores hacen que pasear por sus calles sea un auténtico placer. Con numerosos edificios arquitectónicos e históricos que visitar, la ciudad bien se merece un día entero de nuestro tiempo. Si dispone de él en sus vacaciones no se pierda esta visita.
El lago de Le Bourget
Se trata del mayor lago de origen glaciar de Francia y cuenta con una superficie de 44 kilómetros cuadrados. Se presenta rodeado de montañas y colinas y aunque está protegido se permiten realizar numerosas actividades acuáticas y deportivas. Incluso presenta varios puertos deportivos y pesqueros. Se puede gozar de una fantástica vista del lago si suben al monte Revard, en el macizo de Les Bauges. Desde allí podrán divisar el precioso lago con la ciudad termal de Aix-les-Bains de fondo. Entre finales de septiembre y principios de octubre se pueden disfrutar de conciertos de música clásica en el lago.
La abadía de Hautecombe
Encontramos esta abadía en la región de Saboya, en Francia. En un lugar privilegiado, en lo alto del romántico lago Bourget. En este lugar se encuentran enterrados los príncipes de la casa de Saboya. Hoy en día el lugar está habitado por una orden religiosa pero sí se puede visitar la iglesia que es de estilo gótico-trovador. Si acudió a ver el lago, puede unir las dos visitas en una y disfrutar, desde la abadía de las vistas que ofrece y del entorno que la rodea. Le dejará sin palabras.
Ciudad medieval de Albertville
Esta ciudad situada a una hora escasa en coche de Villarembert es una ciudad con mucha historia. Se puede aprovechar la visita para recorrerla con un guía o realizar allí talleres que nos introducen en un mundo medieval. La arquitectura predominante en la ciudad es de esta época y las calle empedradas y estrechas y los anchos muros de las paredes de los edificios ayudan a transportarnos hacia otra época. Es un lugar con encanto donde pasar un buen día y aprovechar para comer algún plato típico de la gastronomía de la zona en cualquiera de los restaurantes del lugar.
Redactor :
Anne Chabot
