Presentación
Una sorprendente ciudad en el centro de la Grecia Continental aguarda al visitante. Se trata de Ioannina, la capital de la región de Epiro. Aunque situada tierra adentro, Ioannina está a orillas de un bellísimo “mar interior”, el lago Pamvotis – verdadera seña de identidad- y rodeada de un paisaje fértil y deslumbrante: por algo es la puerta de entrada al Parque Nacional de Vikos-Aoos. Pero además de naturaleza en estado puro, la ciudad ofrece muchos otros alicientes. Muestra de su pasado histórico, Ioannina es fiel reflejo del crisol de pueblos que dejaron su huella en la zona. Numerosos ejemplos arquitectónicos, monumentos y museos de todas las culturas recogen este rico patrimonio. El pasado se respira en Ioannina, pero la ciudad no ha quedado anclada en él, muy al contrario se ha convertido en una urbe de 100.000 habitantes, moderna y llena de vida. Aquí se encuentra una de las principales universidades del centro de Grecia, llenando de ambiente joven sus calles rebosantes de restaurantes, cafés... Y con una proverbial vida nocturna. Una ciudad en la que pasado y presente se unen en una simbiosis perfecta.
La localidad de Ioannina pertenece (de mayor a menor) a la periferia Epirus y a la prefectura Ioannina.
La localidad de Ioannina cubre 46,6 km², tiene 65.038 habitantes (censo 2001) y una densidad de 1.395,67 habitantes por km². La altitud media es de 491 m.
El actual alcade de Ioannina es Nikolaos Godas para el período 2007-....
El nombre local de la localidad es Ιωάννινα. El nombre francés de la localidad es Ioannina, el nombre inglés de la localidad es Ioannina.
La página web de Ioannina es http://www.Ioannina.gr
Visitas destacadas
Ioannina ha estado bajo el dominio de distintos pueblos a los largo de los siglos. La ciudad se fundó en el año 528 dC, cuando el Imperio bizantino levantó una fortaleza -el castillo- para defender sus fronteras. También fue parte del Imperio búlgaro y conquistada por los nomardos. En el siglo XIII pasa a ser la capital de la “Despotate de Epiro” y finalmente al poder de los turcos. Pero su mayor desarrollo acontece entre 1787 y 1822 durante el mandato de Ali Pasha, un personaje crucial en la historia del progreso de la ciudad. Ali Pasha la convierte en el centro administrativo de la región y crea un sistema organizativo muy similar al modelo de los países europeos, lo que se refleja en un importante crecimiento económico. Además impulsa la vida cultural de la ciudad, favoreciendo las artes y la educación y convirtiendo a Ioannina en “la metrópolis de todos los conocimientos”. Este glorioso pasado como centro intelectual ha dejado su huella a lo largo del tiempo. Ioannina ha sido el hogar de un gran número de novelistas y poetas, y en la actualidad acoge numerosos eventos artísticos y culturales de gran relevancia.
El clima, el carácter, la historia de la ciudad están determinados por el lago Pamvotis. Ioannina se extiende a sus orillas, como si de un mar interior se tratara: el lago cubre una superficie de 23 km2 y un perímetro de 33 km. Un paseo por Ioannina con el lago como horizonte devuelve una sensación de paz que, en realidad, no se corresponde con el ritmo de la ciudad, siempre dinámico y lleno de vida. También se puede dar una vuelta al lago a bordo de un barco turístico que hace el recorrido en una hora. El lago Pamvotis supone una importante fuente de ingresos económicos para Ioannina no solo por el turismo, también por la pesca. Es, asimismo, un importante escenario de eventos deportivos internacionales: competiciones de esquí acuático, kayak, canoa... Por si fuera poco, el lago ofrece un atractivo añadido, una isla llena de vegetación a la que se puede llegar fácilmente en barco. La isla tiene un único pueblecito lleno de restaurantes y tabernas donde degustar buen pescado y fumar una narguile cuando cae la noche. Merece la pena una visita.
Si hay una construcción verdaderamente emblemática en Ioannina es su fortaleza. Levantada en el 528 dC por el emperador Justiniano, fue el conjunto fundacional de la ciudad y una expresión del poder del imperio bizantino. La gran superficie que la compone se divide en varias secciones y está rodeada de una muralla con un perímetro de 2 km y una altura de 10 metros. Se trata de un símbolo no solo por sus inmensas proporciones, sino por muchas otras razones. La más importante es que esta fortaleza bizantina es la más antigua de todo Grecia y en su interior se encuentran numerosos rastros del pasado de la ciudad. Durante el tiempo de Ali Pasha no cumplió únicamente una función defensiva, también fue un destacado centro intelectural, además de la residencia del propio gobernante. Por otro lado, el castillo emana un halo de leyendas emocionantes y sobrecogedoras. Entre sus paredes tuvieron lugar desgarradores sucesos, hazañas épicas de amor y de venganza entre la que destaca la trágica historia de la dama griega Kira Frosini, amante del hijo y del propio Ali Pasha, que fue arrojada al lago como castigo a su adulterio.
La fortaleza está dividida en varias zonas: las murallas exteriores, en el noroeste la ciudadela -con la mezquita de Aslan Pasha-, y lo más destacable, la vieja ciudad o Kastro, que ocupa una pequeña península sobre el lago. La Mezquita de Aslan Pasha fue construida en 1618 y hoy alberga el Museo Etnográfico, con sus distintos departamentos dedicados a griegos, otomanos, musulmanes y judíos. El paso de todos estos pueblos ha dejado un mestizaje cultural que se aprecia de manera evidente en el casco histórico. No hay mejor entretenimiento que perderse en el evocador barrio antiguo, el Kastro, con sus callejuelas estrechas que muestran sorpresas a cada paso. Aquí está el Museo Bizantino, levantado sobre los restos del edificio que fue el serrallo de Ali Pasha. Alberga una importante colección de arte de los primeros cristianos y de Bizancio: cerámica, monedas, iconos, libros...
La Mezquita de Fethiye (de la Victoria), también en esta zona, se construyó en el 1611, después de un fallido levantamiento de los griegos contra los turcos que, finalmente fueron expulsados de la ciudad. La sinagoga judía, por último, es una muestra de la presencia activa de esta comunidad en Ioannina hasta la II Guerra Mundial.
Es recomendable alejarse un poco de la ciudad para visitar dos lugares que no pueden faltar en un recorrido por Ioannina. El Museo de figuras de cera Pavlos Vrellis y el Teatro griego de Dodona. El Museo de figuras es el mayor y más importante de toda Grecia y uno de los más completos. No se trata de un museo de cera al uso, en él se reproducen con gran realismo escenas completas de la historia de Epiro y de todo el país, grandes momentos de la epopeya griega. Está a solo 12 kilómetros de Ioannina, en la región Mpizani. El Teatro de Dodona fue construido por Pirro en la Antigua Grecia, formando parte del Santuario del que tomó su nombre. Se trata de un anfiteatro clásico, situado al pie del monte Tomaros. Reformado en el 148 aC y reutilizado para espectáculos de fieras y lucha durante el reinado del emperador Augusto hasta el siglo IV. En el XIX sufrió algunas modificaciones por parte de un equipo de arqueológos griegos con el fin de recuperar sus funciones y aspecto originales.
A poco más de diez minutos en barco se llega desde Ioannina a Nisi, una islita con un único pueblo -diminuto- que basa su existencia en el turismo. Desde el puerto, lleno de pequeñas embarcaciones, se sube hasta la aldea, donde el mayor atractivo son sus restaurantes y tabernas, en los que degustar los mejores pescados de la zona. Pero además, en esta isla hay siete monasterios. El más antiguo fue “residencia de verano” del archifamoso Ali Pacha y lugar en el que fue asesinado. Hoy es un museo que puede visitarse todos los días.
Con más de un millón y medio de años, esta maravilla de la naturaleza se encuentra a solo cuatro kilómetros de Ioannina, en la carretera que va desde Metsovo a Trikala, justo debajo del pueblo que le da nombre. El interior es un impresionante espacio cubierto de estalactitas y estalagmitas formando las más increíbles formas. También se han encontrado fósiles y huesos de animales, dientes de raras especies de oso que vivieron en la cueva durante la Prehistoria. Todo un universo de siluetas y colores se suceden en las diferentes salas de esta cueva que está considerada como una de las mejores del mundo.
Ioannina es la ciudad más cercana al Parque Nacional Vikos Aoos, fabuloso espacio natural y verdadero paraíso del senderismo. Una de las rutas más conocidas es la que transcurre por la garganta de Vikos, de unos 12 kilómetros de longitud. El desfiladero comienza en la localidad de Monodendri, a 1.090 metros de altitud, y finaliza en las aldeas de Megalo Papingo y en Mikro Papingo. El paisaje a lo largo del camino es espectacular, con una naturaleza desbordante y sorprendentes contrastes entre zonas boscosas y otras semidesérticas o con aluvión de rocas. Un recorrido largo pero sin demasiada dificultad.
Uno de los legados culturales más importantes de esta zona es su gastronomía. Y su ubicación junto a un lago hacen obligado el uso del pescado en infinidad de sus especializades. Anguilas, truchas...y el bocado preferido de esta zona de Grecia: las ancas de rana. Los postres tienen un lugar de honor también en esta localidad. El famoso 'bourek sker'o 'pastel de azúcar', o la deliciosa baklava, son algunos de los más famosos. Un producto que se fabrica sólo en Ioannina y en ninguna otra parte de Grecia es licor sin alcohol, mezcla de vinagre, néctar, fruta, hierbas... Y se si quiere una bebida con contenido alcohólico, nada como el vino Zitsa y el raki. ¡Salud!
¿Cómo llegar?
En avión: Hasta el aeropuerto de Atenas (www.aia.gr) y después por carretera o por vuelo interior.
Epiro tiene vuelos frecuentes en avión hacia y desde el Aeropuerto Rey Pirro, de Ioannina.
coche: La distancia desde Atenas es de 445 km por Patra, que es el
camino más corto, en la ruta maravillosa sobre el puente Rio Antirio.
El viaje tiene una duración de aproximadamente 6 horas con una velocidad media normal.La distancia desde Salónica es de 260 km. El viaje tiene una duración de aproximadamente 2 horas.
En autobús: Hay diez servicios al día desde Atenas a Ioannina y también desde Patra, Agrinio, Arta, Preveza. Con menor frecuencia desde Igoumenitsa y otras grandes ciudades.
Números útiles de estaciones de autobuses:
Atenas KTEL: (210) 5129363
Ioannina KTEL: (26510) 26286
Patra KTEL: (2610) 623886
Tesalónica KTEL: (2310) 512444
En barco: También existe la alternativa de tomar el ferry a Igoumenitsa y desde allí continuar en coche a Ioannina.
Presentación
Una sorprendente ciudad en el centro de la Grecia Continental aguarda al visitante. Se trata de Ioannina, la capital de la región de Epiro. Aunque situada tierra adentro, Ioannina está a orillas de un bellísimo “mar interior”, el lago Pamvotis – verdadera seña de identidad- y rodeada de un paisaje fértil y deslumbrante: por algo es la puerta de entrada al Parque Nacional de Vikos-Aoos. Pero además de naturaleza en estado puro, la ciudad ofrece muchos otros alicientes. Muestra de su pasado histórico, Ioannina es fiel reflejo del crisol de pueblos que dejaron su huella en la zona. Numerosos ejemplos arquitectónicos, monumentos y museos de todas las culturas recogen este rico patrimonio. El pasado se respira en Ioannina, pero la ciudad no ha quedado anclada en él, muy al contrario se ha convertido en una urbe de 100.000 habitantes, moderna y llena de vida. Aquí se encuentra una de las principales universidades del centro de Grecia, llenando de ambiente joven sus calles rebosantes de restaurantes, cafés... Y con una proverbial vida nocturna. Una ciudad en la que pasado y presente se unen en una simbiosis perfecta.
La localidad de Ioannina pertenece (de mayor a menor) a la periferia Epirus y a la prefectura Ioannina.
La localidad de Ioannina cubre 46,6 km², tiene 65.038 habitantes (censo 2001) y una densidad de 1.395,67 habitantes por km². La altitud media es de 491 m.
El actual alcade de Ioannina es Nikolaos Godas para el período 2007-....
El nombre local de la localidad es Ιωάννινα. El nombre francés de la localidad es Ioannina, el nombre inglés de la localidad es Ioannina.
La página web de Ioannina es http://www.Ioannina.gr
Visitas destacadas
Ioannina ha estado bajo el dominio de distintos pueblos a los largo de los siglos. La ciudad se fundó en el año 528 dC, cuando el Imperio bizantino levantó una fortaleza -el castillo- para defender sus fronteras. También fue parte del Imperio búlgaro y conquistada por los nomardos. En el siglo XIII pasa a ser la capital de la “Despotate de Epiro” y finalmente al poder de los turcos. Pero su mayor desarrollo acontece entre 1787 y 1822 durante el mandato de Ali Pasha, un personaje crucial en la historia del progreso de la ciudad. Ali Pasha la convierte en el centro administrativo de la región y crea un sistema organizativo muy similar al modelo de los países europeos, lo que se refleja en un importante crecimiento económico. Además impulsa la vida cultural de la ciudad, favoreciendo las artes y la educación y convirtiendo a Ioannina en “la metrópolis de todos los conocimientos”. Este glorioso pasado como centro intelectual ha dejado su huella a lo largo del tiempo. Ioannina ha sido el hogar de un gran número de novelistas y poetas, y en la actualidad acoge numerosos eventos artísticos y culturales de gran relevancia.
El clima, el carácter, la historia de la ciudad están determinados por el lago Pamvotis. Ioannina se extiende a sus orillas, como si de un mar interior se tratara: el lago cubre una superficie de 23 km2 y un perímetro de 33 km. Un paseo por Ioannina con el lago como horizonte devuelve una sensación de paz que, en realidad, no se corresponde con el ritmo de la ciudad, siempre dinámico y lleno de vida. También se puede dar una vuelta al lago a bordo de un barco turístico que hace el recorrido en una hora. El lago Pamvotis supone una importante fuente de ingresos económicos para Ioannina no solo por el turismo, también por la pesca. Es, asimismo, un importante escenario de eventos deportivos internacionales: competiciones de esquí acuático, kayak, canoa... Por si fuera poco, el lago ofrece un atractivo añadido, una isla llena de vegetación a la que se puede llegar fácilmente en barco. La isla tiene un único pueblecito lleno de restaurantes y tabernas donde degustar buen pescado y fumar una narguile cuando cae la noche. Merece la pena una visita.
Si hay una construcción verdaderamente emblemática en Ioannina es su fortaleza. Levantada en el 528 dC por el emperador Justiniano, fue el conjunto fundacional de la ciudad y una expresión del poder del imperio bizantino. La gran superficie que la compone se divide en varias secciones y está rodeada de una muralla con un perímetro de 2 km y una altura de 10 metros. Se trata de un símbolo no solo por sus inmensas proporciones, sino por muchas otras razones. La más importante es que esta fortaleza bizantina es la más antigua de todo Grecia y en su interior se encuentran numerosos rastros del pasado de la ciudad. Durante el tiempo de Ali Pasha no cumplió únicamente una función defensiva, también fue un destacado centro intelectural, además de la residencia del propio gobernante. Por otro lado, el castillo emana un halo de leyendas emocionantes y sobrecogedoras. Entre sus paredes tuvieron lugar desgarradores sucesos, hazañas épicas de amor y de venganza entre la que destaca la trágica historia de la dama griega Kira Frosini, amante del hijo y del propio Ali Pasha, que fue arrojada al lago como castigo a su adulterio.
La fortaleza está dividida en varias zonas: las murallas exteriores, en el noroeste la ciudadela -con la mezquita de Aslan Pasha-, y lo más destacable, la vieja ciudad o Kastro, que ocupa una pequeña península sobre el lago. La Mezquita de Aslan Pasha fue construida en 1618 y hoy alberga el Museo Etnográfico, con sus distintos departamentos dedicados a griegos, otomanos, musulmanes y judíos. El paso de todos estos pueblos ha dejado un mestizaje cultural que se aprecia de manera evidente en el casco histórico. No hay mejor entretenimiento que perderse en el evocador barrio antiguo, el Kastro, con sus callejuelas estrechas que muestran sorpresas a cada paso. Aquí está el Museo Bizantino, levantado sobre los restos del edificio que fue el serrallo de Ali Pasha. Alberga una importante colección de arte de los primeros cristianos y de Bizancio: cerámica, monedas, iconos, libros...
La Mezquita de Fethiye (de la Victoria), también en esta zona, se construyó en el 1611, después de un fallido levantamiento de los griegos contra los turcos que, finalmente fueron expulsados de la ciudad. La sinagoga judía, por último, es una muestra de la presencia activa de esta comunidad en Ioannina hasta la II Guerra Mundial.
Es recomendable alejarse un poco de la ciudad para visitar dos lugares que no pueden faltar en un recorrido por Ioannina. El Museo de figuras de cera Pavlos Vrellis y el Teatro griego de Dodona. El Museo de figuras es el mayor y más importante de toda Grecia y uno de los más completos. No se trata de un museo de cera al uso, en él se reproducen con gran realismo escenas completas de la historia de Epiro y de todo el país, grandes momentos de la epopeya griega. Está a solo 12 kilómetros de Ioannina, en la región Mpizani. El Teatro de Dodona fue construido por Pirro en la Antigua Grecia, formando parte del Santuario del que tomó su nombre. Se trata de un anfiteatro clásico, situado al pie del monte Tomaros. Reformado en el 148 aC y reutilizado para espectáculos de fieras y lucha durante el reinado del emperador Augusto hasta el siglo IV. En el XIX sufrió algunas modificaciones por parte de un equipo de arqueológos griegos con el fin de recuperar sus funciones y aspecto originales.
A poco más de diez minutos en barco se llega desde Ioannina a Nisi, una islita con un único pueblo -diminuto- que basa su existencia en el turismo. Desde el puerto, lleno de pequeñas embarcaciones, se sube hasta la aldea, donde el mayor atractivo son sus restaurantes y tabernas, en los que degustar los mejores pescados de la zona. Pero además, en esta isla hay siete monasterios. El más antiguo fue “residencia de verano” del archifamoso Ali Pacha y lugar en el que fue asesinado. Hoy es un museo que puede visitarse todos los días.
Con más de un millón y medio de años, esta maravilla de la naturaleza se encuentra a solo cuatro kilómetros de Ioannina, en la carretera que va desde Metsovo a Trikala, justo debajo del pueblo que le da nombre. El interior es un impresionante espacio cubierto de estalactitas y estalagmitas formando las más increíbles formas. También se han encontrado fósiles y huesos de animales, dientes de raras especies de oso que vivieron en la cueva durante la Prehistoria. Todo un universo de siluetas y colores se suceden en las diferentes salas de esta cueva que está considerada como una de las mejores del mundo.
Ioannina es la ciudad más cercana al Parque Nacional Vikos Aoos, fabuloso espacio natural y verdadero paraíso del senderismo. Una de las rutas más conocidas es la que transcurre por la garganta de Vikos, de unos 12 kilómetros de longitud. El desfiladero comienza en la localidad de Monodendri, a 1.090 metros de altitud, y finaliza en las aldeas de Megalo Papingo y en Mikro Papingo. El paisaje a lo largo del camino es espectacular, con una naturaleza desbordante y sorprendentes contrastes entre zonas boscosas y otras semidesérticas o con aluvión de rocas. Un recorrido largo pero sin demasiada dificultad.
Uno de los legados culturales más importantes de esta zona es su gastronomía. Y su ubicación junto a un lago hacen obligado el uso del pescado en infinidad de sus especializades. Anguilas, truchas...y el bocado preferido de esta zona de Grecia: las ancas de rana. Los postres tienen un lugar de honor también en esta localidad. El famoso 'bourek sker'o 'pastel de azúcar', o la deliciosa baklava, son algunos de los más famosos. Un producto que se fabrica sólo en Ioannina y en ninguna otra parte de Grecia es licor sin alcohol, mezcla de vinagre, néctar, fruta, hierbas... Y se si quiere una bebida con contenido alcohólico, nada como el vino Zitsa y el raki. ¡Salud!
¿Cómo llegar?
En avión: Hasta el aeropuerto de Atenas (www.aia.gr) y después por carretera o por vuelo interior.
Epiro tiene vuelos frecuentes en avión hacia y desde el Aeropuerto Rey Pirro, de Ioannina.
coche: La distancia desde Atenas es de 445 km por Patra, que es el
camino más corto, en la ruta maravillosa sobre el puente Rio Antirio.
El viaje tiene una duración de aproximadamente 6 horas con una velocidad media normal.La distancia desde Salónica es de 260 km. El viaje tiene una duración de aproximadamente 2 horas.
En autobús: Hay diez servicios al día desde Atenas a Ioannina y también desde Patra, Agrinio, Arta, Preveza. Con menor frecuencia desde Igoumenitsa y otras grandes ciudades.
Números útiles de estaciones de autobuses:
Atenas KTEL: (210) 5129363
Ioannina KTEL: (26510) 26286
Patra KTEL: (2610) 623886
Tesalónica KTEL: (2310) 512444
En barco: También existe la alternativa de tomar el ferry a Igoumenitsa y desde allí continuar en coche a Ioannina.