Visitas destacadas
De su fundación a nuestros días
Los primeros pobladores que habitaron el municipio fueron de raza kakchiquel, por lo que su origen fue prehispánico. Los colonizadores llegaron alrededor del año 1540, cuando se fundó el municipio y se procedió a la reducción o concentración de los indígenas en los denominados “pueblos indios”. En la actualidad, una gran parte de su población es nativa. En San Lucas se habla además del español el idioma Tzutuhil. También resulta algo natural ver ataviados a mujeres y hombres como hace siglos, con sus trajes típicos multicolores, sobre todo en la fiesta titular de este municipio, del 15 al 20 de octubre, siendo el día principal el 18 de octubre, fecha en que la Iglesia Católica celebra a San Lucas Evangelista, patrono del lugar. La Plaza Central es, como su nombre indica, el corazón de la ciudad. En ella se levanta este imponente templo de estilo barroco, un magnífico edificio de tres naves, con la fachada central dividida en dos cuerpos. El casco antiguo, con calles empedradas de cantos rodados, tiene el sabor y el color de las ciudades coloniales, con sus edificios soportados por arcadas y en vivos amarillos, azules, naranjas… Y, por supuesto, sus típicos mercados, que llenan de alegría y ambiente festivo la ciudad. Se celebran los martes y los domingos.
Un paisaje montañoso y cafetero
La economía de San Lucas Tolimán se basa en la producción agrícola, siendo sus principales cultivos el café, producto de gran importancia para el lugar, el maíz, el frijol, etc. El territorio de este municipio corresponde a las tierras altas volcánicas, con variedad de montañas, climas y cráteres. Los principales son el volcán Atitlán, este último uno de los más altos del país, con 3.537 metros, y el Tolimán. El volcán Tolimán fue declarado Reserva Biológica, aunque por el momento no se ha determinado su superficie, esta es administrada por el Consejo Nacional de Areas Protegidas CONAP. Existe además una Reserva Natural Privada El Cerro Pachuj, que cuenta con una superficie de 250 hectáreas, y la del cerro Iq´itiw, que posee gran biodiversidad de especies. Si se llega a San lucas por la carretera de Escuintla saliendo de la capital o de la Antigua Guatemala, las ciudades coloniales, se atraviesa una zona tropical húmeda. Se podrá ver por la carretera a muchos vendedores de cocos y plátanos. Luego, en el cruce para San lucas, empieza la subida. El clima se hace más frío, y en media hora ya estás en la montaña.
El lago Atitlán, pura belleza
A decir de muchos, el lago más bonito del planeta es el de Atitlán. Además de belleza, aporta una importante fuente de recursos a la región, pues a su atractivo turístico se une el hecho de que es una vía de transporte de mercancías entre los pueblecitos que lo rodean, doce para ser exactos, muchos de ellos llamados como los 12 apóstoles (Santiago de Atitlán, San Pedro La Laguna, San Juan La Laguna, etc.). El lago tiene 18 km de longitud y está a 1.560 metros sobre el nivel del mar, escoltado por los volcanes de Atitlán (3.537 msnm ), Tolimán (3.158 msnm) y San Pedro (3.020 msnm). Hay varias teorías sobre el origen del lago. Una de las más sólidas es la se basa en que fue una inmensa montaña volcánica cuya cima explotó hace 85.000 años con consecuencias climáticas planetarias. El lago se encuentra en el cráter de los restos de la explosión del volcán. También se dice que el lugar que ocupa fue una isla, epicentro de la actividad maya en la época Preclásica (600 a. C. - 250 a.D.). Rutas escénicas, playas bien equipadas y pueblos aledaños, complementan la belleza del Lago de Atitlán: recorrerlo a ritmo lento es uno de los mayores placeres que puede deparar este lugar de Guatemala.
Otros pueblos del lago
La cuenca del Lago de Atitlán es zona de increíble riqueza cultural, la de los pueblos presentes en sus márgenes. Se puede viajar de uno a otro por carretera o cruzando el lago en barco, que va dejando en las diferentes localidades. Santiago de Atitlán es un fascinante e histórico pueblo que mezcla una práctica religiosa de católicismo con los “adorantes" de Maximón. La veneración hacia Maximón por los mayas es trascendental en esta región. Los rituales incluyen que al visitar su imagen tallada enciendas una vela, le fumes un puro, o le brindes un trago. Además, Santiago es un lugar reconocido por su hermosa artesanía. Panajachel es quizá el pueblo más volcado al turismo. Está situado entre plantaciones de café, jardines y vegetación. La localidad en sí no tiene gran encanto, pero sí mucho ambiente y buenos servicios. Al este de Panajachel se encuentra el valle histórico de San Buenaventura, hogar de reservas naturales y hábitat de mariposas. Dentro del bosque hay rutas de escalada y caminatas dentro de una finca de café orgánico. Santa Catarina Palopó es una pequeña aldea, donde las mujeres visten huipiles y venden artesanía, al igual que en San Antonio Palopó, con producción de muebles de madera, cerámica y textiles. Hay aproximadamente 150 talleres tanto individuales como familiares. Tiene un bonita Iglesia Colonial, construida en el siglo XVI.
Ascenso al volcán Tolimán
Si se está en San Lucas Tolimán y se es aficionado al montañismo, este es un ascenso obligado. El Volcán Tolimán, también llamado con el nombre indigena de “Oxiqahol”, no tiene erupciones conocidas y su cráter norte es el más importante, con unos 40 m. de profundidad y unos 150 o 200 mts. de diámetro. Tiene dos cimas; la norte, con 3.134, y la sur que es la más alta, con 3158. La ruta de subida más común de las muchas que tiene es la que la que parte del pueblo rumbo suroeste y a la altura de la finca Pampojilá dobla a la derecha con dirección a la horqueta existente entre los volcanes Atitlán y Tolimán, para doblar a su vez en dicho punto a la derecha nuevamente, rumbo norte y con dirección a la cumbre principal del primero. El tiempo estimado de ascenso es de 7 a 8 horas aproximadamente, y de 4-5 horas el descenso. La ruta no es fácil, el volcán Tolimán tiene laderas bastantes empinadas, grandes barrancas, bosques y selva cerrada y la caminata hacia su cumbre es agotadora. Se necesita una buena preparación física para lograr los 3158 msnm y el servicio de un buen guía que conozca la zona la perfección. Una vez en la cima, la aventura habrá merecido la pena.
Actividades en el lago
En un lago como este, sin duda alguna hay muchas atracciones y excelentes oportunidades para todo tipo de deportes acuáticos: pesca deportiva para el Black Bass, navegar (se puede alquilar un bote), hacer kayak, esquí acuático, y muchos deportes más...visitar las fincas de café orgánico, las reservas naturales, paseos por el bosque, el hábitat de las mariposas, escuelas de meditación, disfrutar de los restaurantes locales, compras en los mercados de artesanías o, simplemente, relajarse a orillas de este pintoresco lago rodeado por volcanes.
El Cerro del Oro
Este rincón escondido junto al lago está muy cerca de San Lucas Tolimán. Desde el pueblo sale una pequeña carretera que va bordeando el perpetro de aquel a más de 1.500 metros de altura,parando en varios miradores que hay a lo largo de la carretera y en las playitas que se extienden en esta parte del Cerro de Oro. Es una zona residencial, con villas de familias acomodadas guatemaltecas, algunas se pueden alquilar para pasar unos días o un fin de semana disfrutando de la naturaleza del entorno y de los deportes al aire libre.
Tradiciones y fiestas
La celebración del día de difuntos es una de las mayores fiestas en San Lucas Tolimán. Cumpliendo con la tradición, los luqueños llegan a los cementerios a rendir homenaje a los seres queridos que han partido hacia el más allá, Por un día el camposanto se convierte en el centro de reunión de cientos de personas que llevan consigo flores, platillos típicos, bebidas de cualquier tipo e, incluso, música de mariachis. Otra tradición muy colorista y ancestral es la que se celebra en el pueblo de Santiago Tolimán: los rezos al Maximón, dios de los mayas: una imagen tallada en madera, vestida con sombreros, bufandas, dulces y puros, con cigarros, alcohol y flores traídos como ofrendas para que Maximón interceda por la lluvia, la suerte y todo lo que se puede pedir.
Mercados de alimentos y artesanía
Cada pueblo del lago cuenta fiestas y mercados coloristas y alegres, donde las mujeres y hombres vestidos con sus bonitos trajes típicos venden todo tipo de productos de la tierra, así como artesanías hechas a mano. La producción artesanal se basa en la confección de tejidos típicos de algodón, muebles de madera, cestería, cerería, cueros y petates de tul. Los precios son muy buenos y la calidad excelente. Además, el regateo es una práctica habitual que anima mucho la compra. No hay que dejar de visitar estos lugares llenos de vida y encanto.
