Presentación
En el pequeño país centroamericano de Honduras se encuentra Catacamas, municipio localizado en el valle del mismo nombre y que pertenece al Departamento de Olancho. Ambos, municipio y departamento, son los más grandes de Honduras. La “Ciudad Florida”, como le llamó el gran poeta y escritor olanchano Froylán Turcios, ya se menciona en algunos documentos apenas 50 años después de la llegada de los españoles. En 1764 adquirió el rango de “pueblo” y pasó a llamarse San Francisco de Catacamas como homenaje al patrón de la vila, pero a finales del siglo XVIII recuperó su antiguo nombre y en la actualidad se la conoce como tal. El municipio se extiende sobre una vasta planicie regada por el Río Guayape y está rodeado de zonas naturales de extraordinaria belleza, reservas de la biosfera y cuevas mundialmente famosas. Es increíble que una superficie tan reducida contenga joyas naturales como las que el lugar ofrece.
La localidad de Catacamas pertenece (de mayor a menor) al departemento Olancho y al municipio Catacamas.
La localidad de Catacamas tiene 44.198 habitantes (censo 2010). La altitud media es de 450 m.
Es Ciudad de Catacamas y el alcade es Lincoln Alejandro Figueroa.
El gentilicio para los habitantes de Catacamas es Catacamense. El nombre francés de la localidad es Catacamas, el nombre español es Catacamas.
Visitas destacadas
Rica en producción de lácteos, carnes y cereales básicos, Catacamas soporta la mayor parte de su economía en la agricultura y la ganadería. De los principales productos agrícolas destacan el frijol, el maíz así como el café y la yuca. En cuanto a los industriales, destacan los materiales de construcción y textiles. Catacamas ha cambiado en los últimos años su apariencia gracias a la pavimentación de calles en el área urbana, así como la creación de nuevas calles y bulevares.En el área rural se han pavimentado las vías de tal manera de que el transporte de productos se ha hecho mucho más cómodo. El sector de servicios y de comercio ha experimentado en los últimos años un crecimiento, también lo ha hecho el turismo, que se ha orientado especialmente al diseño de eco-rutas turísticas y de servicios como restaurantes, hoteles, etc.Otro proceso innovador es la certificación de algunas fincas de café de la región con el Rainforest Alliance Certificate, un certificado de producción sostenible. La certificación permite lograr mejores precios para el café y al mismo tiempo conservar la naturaleza.
Al norte de Catacamas está el “Cerro de la Cruz”. Es un monumento ubicado en el centro de la ciudad e inaugurado en el año 1996 con fines religiosos y recreativos. Este lugar, junto con la colina El Cuartel, al oeste, son dos de los lugares donde mejores panorámicas se obtienen de la ciudad. El Cerrito de la Cruz se trata de un mirador al que se asciende por una escalinata larga y empinada y en cuya parte superior se eleva una cruz. De ahí el nombre. Esta atalaya está dentro del núcleo urbano pero al mismo tiempo bastante aislada, por lo que resulta muy tranquila. Debido a ello es uno de los rincones preferidos por las parejas de enamorados de Catacamas: pasar un día en el Cerrito de la Cruz es visita obligada, pues la tradición marca que las parejitas se den cita en dicho lugar para disfrutar de la paz y el ambiente romántico que ofrece este bonito lugar. Desde la colina llamada El Cuartel, en las cercanías de la Casa de la Cultura, se divisa un horizonte parecido, aunque desde este ángulo también se puede contemplar el Parque Polideportivo y Cultural “Ramón Díaz López”.
El origen del nombre Catacamas tiene varias versiones. Una de ellas hace referencia al cacique Katac-Amac, que se trasladó a esa comarca. Otra relaciona el topónimo con el maíz: los indios golpeaban las mazorcas sobre sus camas de cuero produciendo un sonido similar a cata, cata. Por último, otra teoría sostiene que podría ser una palabra de origen nahual, de la comunidad de los nahuas… Lo cierto es que esta tierra estuvo habitada por varias tribus nativas hasta la llegada de los colonizadores españoles hacia el año 1500. Hacia 1540 comenzó un mestizaje que queda reflejado en algunos símbolos arquitectónicos de la ciudad. Del siglo XVII es la iglesia caótica de San Francisco de Asís, consagrada al santo patrono de Catacamas. Se trata de un templo colonial de gran sencillez y encanto. Pintado de blanco, resalta los elementos ornamentales en color terracota. Su fachada y entrada está realzada con columnas y la nave principal queda escoltada por una sola torre-campanario que termina en pequeña bóveda. El atrio de la iglesia es hermoso, con amplios corredores y muchas plantas, y en el interior, muy sencillo, destaca su techo de madera. Una iglesia preciosa que es un orgullo para la ciudad.
Es la reserva natural más grande y cercana a la ciudad de Catacamas. Este Parque Nacional se creó para proteger una superficie de unos 738 km2 con gran variedad de especies botánicas y nada menos que 80 variedades de orquídeas. Dentro del parque, poblado de coníferas y bosque tropical húmedo, conviven infinidad de aves, incluidos los míticos quetzales, y animales salvajes como monos aulladores, tigrillos, guatusas, coyotes, armadillos y muchos más. Enclavado en un sistema montañoso, cuenta con la montaña Blanca al norte y la montaña del Balsamo, más pequeña, al sur. Además con la "reserva de montaña de Malacate" y el "bosque nacional de sierra de Río Tinto”. El PN Sierra de Agalta tiene innumerables cuevas y quebradas que bajan por sus laderas formando cascadas como las de Babilonia, en Gualaco, las cuales se pueden apreciar desde la carretera que conduce a Trujillo, y con varios sitios especiales para visitar siendo. Uno de ellos es El Pico De La Picucha, el más alto de Olancho y el cuarto más alto de Honduras. En el parque nacional se desarrollan investigaciones biológicas y actividades de ecoturismo, gracias a los 400 km2 de bosque original, lo que le convierten en el reducto de bosque nuboso más extenso del país. http://ns.rds.org.hn/sierradeagalta/
En el extremo sur de la Sierra de Agalta se encuentra este tesoro geológico. Las Cuevas de Talgua tienen una extensión de 132,5 km2. Es un paisaje configurado por formaciones geomorfológicas, restos arqueológicos, valores botánicos, fauna y un río. El parque tiene dos cuevas que los visitantes pueden explorar: la cueva de abajo y la cueva grande. La primera, habilitada para el turismo, dispone de luz eléctrica y tiene un recorrido guiado que dura unos 45 minutos. Son espectaculares sus formaciones de estalactitas, estalagmitas, columnas, cortinas… todavía en desarrollo. La cueva grande no tiene luz y hay que alumbrarse con linternas, además no hay caminos marcados, por lo que es obligatorio visitarla con un buen guía que conozca la zona en profundidad. En 2011 se encontraron en las cuevas de Talgua huesos humanos con miles de años. Las “Cabezas Luminosas” de los restos aparentemente reposaban en una almohadas de piedra, por lo que se deduce que eran personajes importantes a quien rindieron tributos especiales. La población que floreció aquí fue una de las primeras civilizaciones de América, establecida en los valles olanchanos 900 años antes de Cristo, a 7 kilómetros al noreste de la ciudad de Catacamas. http://lascuevasdetalguacatacamas.blogspot.com.es
Las aguas del río Guayape junto con el curso fluvial del Guayambre forman el río Patuca, el más caudaloso de Honduras después del Segovia. Entre ambos se extiende la cordillera Entre Ríos, perteneciente al municipio de Catacamas. Este río riega la vasta llanura que ocupa la localidad y tiene una fama legendaria, ya que es un lugar en el que se encontró oro en el pasado. De hecho, una importante cantidad de pepitas de este material precioso fueron halladas en su lecho a lo largo de los siglos. Incluso hoy en día se pueden ver todavía personas buscando oro y haciendo el lavado en el río, actividad que -si hay suerte- genera los ingresos necesarios para subsistir.
Un poco más alejada de Catacamas está esta reserva natural localizada sobre el río Plátano, en La Mosquitia, región de la costa caribeña de Honduras. La reserva abarca tanto las montañas como las tierras bajas de selva tropical, con una gran riqueza en flora y una fauna muy diversa. Posee árboles de 50 metros de alto y también posee más de 69 sitios arqueológicos. La Reserva de la Biosfera de Río Plátano ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera por la Unesco, en el año 1980. Está habitada por al menos 2000 indígenas que siguen viviendo de modo tradicional.
Rodeada de la bella y espesa selva tropical se hallan los restos de una desconocida y antigua civilización. Se asentaba al norte de Olancho y al sur de Colón, desde los ríos Plátano y Sico hasta el Patuca, abarcando parte de los municipios de Catacamas y de Dulce Nombre de Culmí. Casas derrumbadas con paredes de piedra y techos de madera, restos de viviendas, una fábrica de molienda, miles de pequeñas figuras indígenas… son algunos de los vestigios de esta cultura indígena. Lo que intriga a muchos es que la ciudad paso desapercibida durante años (fue descubierta en 2012). Se estima que su tamaño era de unos 50 km cuadrados.
Un placer tan grande como conocer su desbordante naturaleza es probar los platos típicos de la región de Olancho: el tapado olanchano, la sopa de arroz de maíz, la cazuela, los tradicionales nacatamales… Y, por supuesto, regarlos a voluntad con el ya también tradicional vino de coyol, que solo se extrae en la temporada de Semana Santa. Catacamas y los pueblos aledaños cuentan con restaurantes de comida casera que hacen las delicias del visitante y acercan un poco más a su cultura: ¡salud!
¿Cómo llegar?
En avión: El aeropuerto regional El Aguacate, en la zona de Catacamas, tiene una pista de 2.300 metros en fase de pavimentación. Es de uso militar pero con posibilidades de aprovechamiento civil.
El aeropuerto internacional más cercano es el de la capital, Tegucigalpa, a 210 km. Solo se puede ir por carretera desde esta ciudad a Catacamas.
En coche: Carretera asfaltada hasta la capital (Catacamas – Tegucigalpa, 210 km) con conexión a SPS (Catacamas – San Pedro Sula, 545km) y Costa norte, Carretera de tierra transitable todo el año a Dulce Nombre de Culmí (Catacamas – Culmi, 40 km)
Carretera de tierra al municipio de Patuca transitable todo el año.
En autobus: Algunas empresas privadas,como Tica Bus hacen el recorrido Tegucigalpa-Catacamas.Dirección: Bo. Villa Adela 5-6A. 16C., Tegucigalpa, Francisco Morazán, HondurasTeléfono: 2200590Teléfono: 2200579
Presentación
En el pequeño país centroamericano de Honduras se encuentra Catacamas, municipio localizado en el valle del mismo nombre y que pertenece al Departamento de Olancho. Ambos, municipio y departamento, son los más grandes de Honduras. La “Ciudad Florida”, como le llamó el gran poeta y escritor olanchano Froylán Turcios, ya se menciona en algunos documentos apenas 50 años después de la llegada de los españoles. En 1764 adquirió el rango de “pueblo” y pasó a llamarse San Francisco de Catacamas como homenaje al patrón de la vila, pero a finales del siglo XVIII recuperó su antiguo nombre y en la actualidad se la conoce como tal. El municipio se extiende sobre una vasta planicie regada por el Río Guayape y está rodeado de zonas naturales de extraordinaria belleza, reservas de la biosfera y cuevas mundialmente famosas. Es increíble que una superficie tan reducida contenga joyas naturales como las que el lugar ofrece.
La localidad de Catacamas pertenece (de mayor a menor) al departemento Olancho y al municipio Catacamas.
La localidad de Catacamas tiene 44.198 habitantes (censo 2010). La altitud media es de 450 m.
Es Ciudad de Catacamas y el alcade es Lincoln Alejandro Figueroa.
El gentilicio para los habitantes de Catacamas es Catacamense. El nombre francés de la localidad es Catacamas, el nombre español es Catacamas.
Visitas destacadas
Rica en producción de lácteos, carnes y cereales básicos, Catacamas soporta la mayor parte de su economía en la agricultura y la ganadería. De los principales productos agrícolas destacan el frijol, el maíz así como el café y la yuca. En cuanto a los industriales, destacan los materiales de construcción y textiles. Catacamas ha cambiado en los últimos años su apariencia gracias a la pavimentación de calles en el área urbana, así como la creación de nuevas calles y bulevares.En el área rural se han pavimentado las vías de tal manera de que el transporte de productos se ha hecho mucho más cómodo. El sector de servicios y de comercio ha experimentado en los últimos años un crecimiento, también lo ha hecho el turismo, que se ha orientado especialmente al diseño de eco-rutas turísticas y de servicios como restaurantes, hoteles, etc.Otro proceso innovador es la certificación de algunas fincas de café de la región con el Rainforest Alliance Certificate, un certificado de producción sostenible. La certificación permite lograr mejores precios para el café y al mismo tiempo conservar la naturaleza.
Al norte de Catacamas está el “Cerro de la Cruz”. Es un monumento ubicado en el centro de la ciudad e inaugurado en el año 1996 con fines religiosos y recreativos. Este lugar, junto con la colina El Cuartel, al oeste, son dos de los lugares donde mejores panorámicas se obtienen de la ciudad. El Cerrito de la Cruz se trata de un mirador al que se asciende por una escalinata larga y empinada y en cuya parte superior se eleva una cruz. De ahí el nombre. Esta atalaya está dentro del núcleo urbano pero al mismo tiempo bastante aislada, por lo que resulta muy tranquila. Debido a ello es uno de los rincones preferidos por las parejas de enamorados de Catacamas: pasar un día en el Cerrito de la Cruz es visita obligada, pues la tradición marca que las parejitas se den cita en dicho lugar para disfrutar de la paz y el ambiente romántico que ofrece este bonito lugar. Desde la colina llamada El Cuartel, en las cercanías de la Casa de la Cultura, se divisa un horizonte parecido, aunque desde este ángulo también se puede contemplar el Parque Polideportivo y Cultural “Ramón Díaz López”.
El origen del nombre Catacamas tiene varias versiones. Una de ellas hace referencia al cacique Katac-Amac, que se trasladó a esa comarca. Otra relaciona el topónimo con el maíz: los indios golpeaban las mazorcas sobre sus camas de cuero produciendo un sonido similar a cata, cata. Por último, otra teoría sostiene que podría ser una palabra de origen nahual, de la comunidad de los nahuas… Lo cierto es que esta tierra estuvo habitada por varias tribus nativas hasta la llegada de los colonizadores españoles hacia el año 1500. Hacia 1540 comenzó un mestizaje que queda reflejado en algunos símbolos arquitectónicos de la ciudad. Del siglo XVII es la iglesia caótica de San Francisco de Asís, consagrada al santo patrono de Catacamas. Se trata de un templo colonial de gran sencillez y encanto. Pintado de blanco, resalta los elementos ornamentales en color terracota. Su fachada y entrada está realzada con columnas y la nave principal queda escoltada por una sola torre-campanario que termina en pequeña bóveda. El atrio de la iglesia es hermoso, con amplios corredores y muchas plantas, y en el interior, muy sencillo, destaca su techo de madera. Una iglesia preciosa que es un orgullo para la ciudad.
Es la reserva natural más grande y cercana a la ciudad de Catacamas. Este Parque Nacional se creó para proteger una superficie de unos 738 km2 con gran variedad de especies botánicas y nada menos que 80 variedades de orquídeas. Dentro del parque, poblado de coníferas y bosque tropical húmedo, conviven infinidad de aves, incluidos los míticos quetzales, y animales salvajes como monos aulladores, tigrillos, guatusas, coyotes, armadillos y muchos más. Enclavado en un sistema montañoso, cuenta con la montaña Blanca al norte y la montaña del Balsamo, más pequeña, al sur. Además con la "reserva de montaña de Malacate" y el "bosque nacional de sierra de Río Tinto”. El PN Sierra de Agalta tiene innumerables cuevas y quebradas que bajan por sus laderas formando cascadas como las de Babilonia, en Gualaco, las cuales se pueden apreciar desde la carretera que conduce a Trujillo, y con varios sitios especiales para visitar siendo. Uno de ellos es El Pico De La Picucha, el más alto de Olancho y el cuarto más alto de Honduras. En el parque nacional se desarrollan investigaciones biológicas y actividades de ecoturismo, gracias a los 400 km2 de bosque original, lo que le convierten en el reducto de bosque nuboso más extenso del país. http://ns.rds.org.hn/sierradeagalta/
En el extremo sur de la Sierra de Agalta se encuentra este tesoro geológico. Las Cuevas de Talgua tienen una extensión de 132,5 km2. Es un paisaje configurado por formaciones geomorfológicas, restos arqueológicos, valores botánicos, fauna y un río. El parque tiene dos cuevas que los visitantes pueden explorar: la cueva de abajo y la cueva grande. La primera, habilitada para el turismo, dispone de luz eléctrica y tiene un recorrido guiado que dura unos 45 minutos. Son espectaculares sus formaciones de estalactitas, estalagmitas, columnas, cortinas… todavía en desarrollo. La cueva grande no tiene luz y hay que alumbrarse con linternas, además no hay caminos marcados, por lo que es obligatorio visitarla con un buen guía que conozca la zona en profundidad. En 2011 se encontraron en las cuevas de Talgua huesos humanos con miles de años. Las “Cabezas Luminosas” de los restos aparentemente reposaban en una almohadas de piedra, por lo que se deduce que eran personajes importantes a quien rindieron tributos especiales. La población que floreció aquí fue una de las primeras civilizaciones de América, establecida en los valles olanchanos 900 años antes de Cristo, a 7 kilómetros al noreste de la ciudad de Catacamas. http://lascuevasdetalguacatacamas.blogspot.com.es
Las aguas del río Guayape junto con el curso fluvial del Guayambre forman el río Patuca, el más caudaloso de Honduras después del Segovia. Entre ambos se extiende la cordillera Entre Ríos, perteneciente al municipio de Catacamas. Este río riega la vasta llanura que ocupa la localidad y tiene una fama legendaria, ya que es un lugar en el que se encontró oro en el pasado. De hecho, una importante cantidad de pepitas de este material precioso fueron halladas en su lecho a lo largo de los siglos. Incluso hoy en día se pueden ver todavía personas buscando oro y haciendo el lavado en el río, actividad que -si hay suerte- genera los ingresos necesarios para subsistir.
Un poco más alejada de Catacamas está esta reserva natural localizada sobre el río Plátano, en La Mosquitia, región de la costa caribeña de Honduras. La reserva abarca tanto las montañas como las tierras bajas de selva tropical, con una gran riqueza en flora y una fauna muy diversa. Posee árboles de 50 metros de alto y también posee más de 69 sitios arqueológicos. La Reserva de la Biosfera de Río Plátano ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera por la Unesco, en el año 1980. Está habitada por al menos 2000 indígenas que siguen viviendo de modo tradicional.
Rodeada de la bella y espesa selva tropical se hallan los restos de una desconocida y antigua civilización. Se asentaba al norte de Olancho y al sur de Colón, desde los ríos Plátano y Sico hasta el Patuca, abarcando parte de los municipios de Catacamas y de Dulce Nombre de Culmí. Casas derrumbadas con paredes de piedra y techos de madera, restos de viviendas, una fábrica de molienda, miles de pequeñas figuras indígenas… son algunos de los vestigios de esta cultura indígena. Lo que intriga a muchos es que la ciudad paso desapercibida durante años (fue descubierta en 2012). Se estima que su tamaño era de unos 50 km cuadrados.
Un placer tan grande como conocer su desbordante naturaleza es probar los platos típicos de la región de Olancho: el tapado olanchano, la sopa de arroz de maíz, la cazuela, los tradicionales nacatamales… Y, por supuesto, regarlos a voluntad con el ya también tradicional vino de coyol, que solo se extrae en la temporada de Semana Santa. Catacamas y los pueblos aledaños cuentan con restaurantes de comida casera que hacen las delicias del visitante y acercan un poco más a su cultura: ¡salud!
¿Cómo llegar?
En avión: El aeropuerto regional El Aguacate, en la zona de Catacamas, tiene una pista de 2.300 metros en fase de pavimentación. Es de uso militar pero con posibilidades de aprovechamiento civil.
El aeropuerto internacional más cercano es el de la capital, Tegucigalpa, a 210 km. Solo se puede ir por carretera desde esta ciudad a Catacamas.
En coche: Carretera asfaltada hasta la capital (Catacamas – Tegucigalpa, 210 km) con conexión a SPS (Catacamas – San Pedro Sula, 545km) y Costa norte, Carretera de tierra transitable todo el año a Dulce Nombre de Culmí (Catacamas – Culmi, 40 km)
Carretera de tierra al municipio de Patuca transitable todo el año.
En autobus: Algunas empresas privadas,como Tica Bus hacen el recorrido Tegucigalpa-Catacamas.Dirección: Bo. Villa Adela 5-6A. 16C., Tegucigalpa, Francisco Morazán, HondurasTeléfono: 2200590Teléfono: 2200579