Visitas destacadas
El santuario de Dargah Sharif, símbolo de la ciudad
Es, seguramente, la mayor atracción que puede visitarse en la ciudad de Ajmer. Un santuario en el que está la tumba del santo sufí Moinuddin Chishti. Se localiza a los pies de la colina Taragarh y es uno de los principales lugares de peregrinación del país. De hecho, cerca de 125.000 peregrinos, devotos de multitud de sectas y religiones, visitan este lugar cada día. El santuario se compone de varios edificios de mármol blanco dispuestos en torno a dos patios. Destaca la puerta del edificio principal, que fue donada por el Nizam de Hyderabad, un antiguo monarca. En el santuario de Dargah Sharif se celebra cada año la fiesta de Urs, en la que se homenajea al santo Moinuddin Chishti y se le hacen peticiones. Durante estas celebraciones llegan peregrinos procedentes de todas partes del mundo. Otros templos interesantes que pueden verse en Ajmer son el templo de Brahma, que data del siglo XIV; el Antiguo Templo Rangji, que fue construido en el siglo XIX, y el templo Savitri, dedicado a la primera esposa de Brahma, que se localiza detrás del templo de Brahma, en lo alto de una colina. Desde allí las vistas son increíbles.
La imponente fortaleza Taragarh
En Ajmer destaca la fortaleza Taragarh como uno de las atracciones turísticas de la ciudad. Allí se localizaba la sede de los gobernantes Chauhan. De hecho, fue construida por el rey Ajaypal Chauhan en la cima de la colina con vistas a Ajmer. La fortalezas poseía un muro perimetral de 3 kilómetros de circunferencia y tres puertas de entrada que llevan los nombres de Lakshmi Pol, Phuta Darwaza y Gagudi ki Phatak, aunque en la actualidad están en ruinas. En su época de esplendor la fortaleza Tagarah contaba con un entramado subterráneo de túneles que ahora son del todo inaccesibles. Destaca el Burj Bhim, un bastión o baluarte realizado en el siglo XVI, en el que se instaló un gran cañón que llevaba el nombre de Garbh Gunjam. La fortaleza contaba con depósitos para almacenar agua para las épocas de sequía. Dentro del recinto fortificado se incluía el palacio Rani Mahan, que fue construido para las esposas de los gobernantes. Este precioso palacio cayó en el abandono y perdió parte del encanto que tuvo en origen. Las panorámicas de la ciudad desde la fortaleza Taragarh son dignas de contemplarse.
El Museo del Gobierno
Este maravilloso museo se localiza en el Palacio de Akbar, una magnífica construcción que data del siglo XVI. El museo se inauguró a principios del siglo XX, concretamente en el año 1908, de la mano del entonces Director General de Arqueología de la India, sir John Marshall. Actualmente depende del Departamento de Arqueología y Museos del Gobierno de Rajastán. Allí se guarda una impresionante colección de pinturas, armas antiguas e interesantes esculturas. También hay obras de arte y objetos de artesanía, aunque la sección más interesante del museo es la relativa a las esculturas, algunas de las cuales son realmente relevantes y proceden de todos los rincones de la India. También guarda el museo una serie de inscripciones de gran importancia histórica y artística. Uno de los lugares más interesantes del museo es su rica biblioteca, que posee una formidable colección de libros de historia, arte y arqueología.
Horario: todos los días, excepto los viernes, de 10:00 a 16:30 h. El museo cierra en los días festivos. Precio: entrada general indios, 0,06 €. Entrada general extranjeros, 0,12 €.
El prestigioso colegio Mayo
Es uno de los colegios más reconocidos del mundo, y uno de los más antiguos del país, ya que fue fundado en el año 1875 por Richard Bourke, conde de Mayo y virrey de la India. Un internado público de chicos varones cuyos edificios se construyeron al más puro estilo del Rajastán, de mármol blanco y con una arquitectura indo-sarracena. Este estilo del renacimiento indo-sarraceno fue adoptado por los arquitectos ingleses en la India británica durante el siglo XIX. Consistía en combinar los elementos puramente indios con otros propios del renacimiento gótico o neoclásico. El colegio Mayo pretendía ser un centro inglés en la India en el que pudiesen estudiar los niños de clase alta de la sociedad india. Para ingresar en el colegio había que realizar un examen de acceso y una entrevista personal. El colegio alberga el museo Mathur Danmal, con antigüedades de gran valor. El colegio está rodeado por los bellos jardines de Mughal. Son muchas las celebraciones que tienen lugar en el colegio, como la entrega de premios anuales. Se dice que en los primeros tiempos se separaba con una cuerda los invitados ingleses de los invitados ingleses de los indios en esta ceremonia.
Los lagos Ana Sagar y Foy Sagar
La ciudad de Ajmer cuenta, en sus inmediaciones, con dos grandes lagos artificiales: el Ana Sagar y el Foy Sagar. El primero de ellos fue construido en el siglo XII, concretamente entre los años 1135 y 1150, por el Maharajá aunque los pabellones no se hicieron hasta 1637. En el centro del lago hay una isla a la que puede accederse en barco. Existe un servicio para alquilar barcos y motos de agua en la orilla este. Los jardines que rodean el lago llevan el nombre de Daulat Bagh. Si el visitante llega a la ciudad en temporada de verano, ha de saber que probablemente el lago esté seco durante los meses de calor intenso. El segundo lago de la ciudad de Ajmer es el Foy Sagar. Debe su nombre al ingeniero inglés que lo construyó en las afueras de la ciudad, en un lugar especial con vistas a las montañas Aravalli.
Los templos de Pushkar
Un enclave turístico que se localiza en los alrededores de Ajmer es Pushkar, una de las ciudades más antiguas de la India. Programar una visita desde Ajmer es una buena opción, ya que está a solamente 11 km. de distancia. Una vez allí conviene acercarse al lago de Pushkar, que los hindúes consideran sagrado, y al templo de Brahma del siglo XIV. Además de este, la ciudad tiene otros templos interesantes de visitar que, aunque no son muy antiguos, sí son muy bellos desde un punto de vista arquitectónico. Muchos fueron destruidos durante la invasión musulmana de esta zona de la India, y reconstruidos posteriormente.
Jaipur, capital de Rajastán
Construida por orden del Maharajá Sawai Jai Singh II en el siglo XVIII, la ciudad de Jaipur muestra una curiosa disposición en damero, una estructura cuadriculada de inspiración astronómica. Sin embargo, allí se respira el ambiente encantador y un tanto caótico que tienen las ciudades de la India. Y es que en la “Ciudad Rosa”, los turistas pueden descubrir un colorista entramado de calles repletas de bazares y puestos de artesanía. En el centro de la capital del Rajastán está el recinto amurallado del Palacio de la Ciudad, que guarda en su interior el Palacio de los Vientos donde se alojaban las mujeres de palacio. Se localiza a 131 km. de Ajmer.
La Reserva de Tigres de Sariska
Es uno de los Parques Nacionales de la India y se localiza en el distrito de Alwar. Allí el paisaje combina los bosques caducos con terrenos rocosos y algunos prados. La zona comprende un área de 866 kilómetros cuadrados. Fue declarada Reserva Natural en 1955 y, en 1978 se la nombró Reserva de Tigres, por ser un lugar en el que se han reubicado con éxito los tigres de Bengala, lo que no es nada frecuente. Estos tigres fueron llevados al lugar y se adaptaron muy bien a este ecosistema y su población creció en poco tiempo. También viven en la reserva leopardos, hienas, chacales, jabalíes, monos y un largo repertorio de aves y reptiles.
La fortaleza Kishangarh
A 31 km. de Ajmer encontramos la ciudad de Kishangarh, que se dibuja como uno de los destinos a tener en cuenta si queremos explorar los alrededores de Ajmer. Se trata de una ciudad bella, repleta de lugares de interés que visitar como sus templos, la fortaleza Kishangarh, construida a mediados del siglo XVII por el Maharajá Roop Singh y que combina los estilos arquitectónicos de Rajput y Mughal. Todo el recinto de la fortaleza, que comprende palacios, patios ajardinados, torreones, almacenes, etc., está rodeado por un profundo foso. En el interior no hay que perderse el Palacio de las Flores, cuyas paredes se adornan con preciosos frescos y pinturas murales.
