Presentación
Un puerto en Apulia que, aún hoy, mantiene importantes lazos de unión turísticos y mercantiles con países de ultramar, Brindisi está al sureste de Italia, en el “tacón” de la bota. Para los romanos, Brindisi marcó el final de la vía Appia, hoy en día es una ciudad portuaria con un pintoresco casco antiguo e infinidad de joyas arquitectónicas de la época medieval, renacentista y barroca. La Via Roma es una de las calles mejores para ir de tiendas en la ciudad, y las callejuelas del centro histórico resultan un auténtico paraíso para el turista ávido de adentrarse en sus viejas iglesias, sus fortalezas y castillos, sus casas llenas de flores. Durante el verano se pueden ver en su puerto grandes yates amarrados, y nada como deleitarse en cualquiera de sus terrazas y restaurantes con una buena parrillada de marisco acompañados del sonido del mar y disfrutando del atardecer…
La localidad de Brindisi pertenece (de mayor a menor) a la región Puglia, a la provincia Brindisi y al distrito Brindisi.
La localidad de Brindisi cubre 328 km², tiene 89.780 habitantes (censo 2011) y una densidad de 273,72 habitantes por km². La altitud mínima es de 15 m, la altitud máxima es de 15 m, la altitud media es de 15 m.
El actual alcade de Brindisi es Cosimo Consales para el período 2.012.
El gentilicio para los habitantes de Brindisi es brindisini. El nombre francés de la localidad es Brindisi, el nombre inglés de la localidad es Brindisi.
El Patrón de la localidad de Brindisi es Laurent de Brindisi. La página web de Brindisi es http://www.comune.brindisi.it
Visitas destacadas
La ciudad tiene dos fortalezas, la más antigua y grande es el castillo Suevo, o “de tierra”, para distinguirlo del castillo aragonés o “de mar”.
Fue mandado levantar en el año 1227 por Federico II como una fortificación para los soldados de su guarnición y el material utilizado fue extraído de las antiguas murallas y de los monumentos en ruinas. La planta original trapezoidal, como el de Bari o Trani, pero con sistema defensivo normando. Esta magnífica obra tiene dos torres cilíndricas y hacia el este y en medio de otras dos torres cuadradas se creó una pentagonal. En 1488 los aragoneses construyeron otra muralla externa y un foso; de esta manera, la parte interior se ha mantenido intacta durante siglos. El foso fue cubierto por bóvedas y así se crearon instalaciones internas alrededor del núcleo central, destinado a Federico II. Con los siglos, la fortaleza fue abandonada por los españoles y convertida en una prisión por Joachim Murat en 1813. El castillo ha sido utilizado como una importante base naval durante las dos últimas guerras mundiales.
En la entrada del puerto de Brindisi se encuentra la fortaleza de la isla de San Andrés, lo que se denomina el castillo aragonés, ya que fue el rey Fernando de Aragón el que mandó levantar la construcción para proteger la ciudad de las invasiones turcas. Solo cuatro años después, Alfonso, duque de Calabria, transformó el torreón original en castillo, denominado también por esta razón Alfonsino. No se pudo completar hasta 1492 y en 1558 se reforzó el aspecto defensivo con el fin resguardar al resto de la isla de los desembarcos de las tropas enemigas con un fuerte, que queda unido a tierra. El complejo se compone de dos partes diferenciadas: el castillo rojo, llamado así por la coloración típica de la piedra recogida de la isla, que toma este color especialmente al atardecer, y el fuerte, construido y utilizado para el alojamiento de la guarnición. Ambos espacios separados y a la vez unidos por una dársena. El fuerte cubría una parte de la superficie de la isla, así que se decidió aislarlo realizando un corte en la roca, en el norte de la isla y creando así un "Canal virreinal”. El fuerte aragonés es una espectacular obra de ingeniería que combina técnica y estrategia defensiva.
Dos columnas gemelas realizadas después del siglo II dC guardaban el puerto de Brindisi. De estos dos monumentos, verdaderas señas de identidad de la ciudad, solo queda una en pie y un resto de la otra. La que aún permanece entera remata una bella escalinata y se asoma al puerto desde sus más de 18 metros de altura. Se cree que las columnas se erigieron para celebrar la victoria (o el posible éxito de alguna expedición militar). Están construidas con un mármol de Preconneso (isla en el estrecho de los Dardanelos, en Turquía) y quedan rematadas por un capitel corintio decorado con flores de acanto y con bustos de figuras mitológicas, entre las que se reconoce al dios Neptuno, a Marte, a la diosa Minerva… El capitel de la columna en pie es una réplica en resina, ya que el original se retiró para preservarlo del deterioro que producía el salitre y actualmente se muestran en el interior del palacio de la Corte de Assise. La otra columna se derrumbo en 1528 y cayó al suelo, permaneciendo abandonada durante más de un siglo. Posteriormente fue donada a la vecina ciudad de Lecce, donde hoy forma parte de la columna de Sant'Oronzo. El capitel de esta columna contó con cuatro figuras femeninas, pero fue completamente restaurada antes de ser erigida en la Plaza de dicha localidad.
No es posible enumerar en unas pocas líneas todo lo que se puede visitar en Brindisi. Esta ciudad cuenta con numerosas iglesias, palacios, edificios defensivos y civiles… Es una belleza arquitectónica que impide hacer una selección. Baste con mencionar que la parte del centro histórico todavía está delimitado por las murallas aragonesas de mediados del siglo XV, ampliadas y modificadas después por Carlos V con mayor número de torres y baluartes. Entre ellas destaca la de San Jaime, la puerta Mesagne, entrada principal de Brindisi, y la Puerta Lecce, el baluarte de Levante, o el torreón del Infierno. A lo largo del recorrido que conduce a la piazza Duomo, se puede admirar el Palazzo Granafei de estilo renacentista, construido en el año 1565, y ya una vez en la plaza, sorprende la magnífica catedral de Brindisi, la basílica de San Juan Bautista. El pórtico de Cateniano, del siglo con sus hermosos arcos de piedra de dos colores. La Logia del Palazzo Balsamo, que data del siglo XIV, formaba parte de un gran edificio que ocupaba la manzana entera. La biblioteca Arzobispal, fundada en 1798, alberga más de 60.000 volúmenes, algunos muy antiguos. Y en la vecina Piazza Santa Teresa, el Monumento al Caduti, la iglesia de Santa Teresa, elMuseo Diocesano “G.Tarantini”. Un poco más lejos, el Palazzo Fest…
La primera se halla cerca del aeropuerto de Brindisi y es un magnífico ejemplo del estilo románico gótico en el siglo XIII. Nombrada Monumento Nacional desde 1875, cuenta con una elegante fachada de ladrillo y piedra blanca, con una bella portada. La planta es de cruz latina y el interior está decorado con preciosos frescos bizantinos “sacados a la luz” durante el siglo pasado, tras haber estado ocultos durante siglos con un mortero aplicado en el periodo barroco. En su interior hay una columna de mármol con una cruz del siglo IX. En mayo de 1310 aquí se instaló el Tribunal Iniciado por el Papa Clemente V para juzgar a miembros de la orden de los Templarios, que fue suprimida dos años más tarde. La primera piedra de la catedral fue colocada por el papa Urbano II en el año1089 y completada en el 1143. Pero tras el terremoto de 1743, la catedral de San Juan Bautista fue reconstruida. Del románico, conserva la planta basilical con tres naves sin transepto. La posición actual de la fachada es el mismo que el románico; en el interior hay algunos fragmentos de suelo de mosaico de 1178, también se conserva el coro de madera de 1594, la pila bautismal del siglo XVI y muchas valiosas pinturas de diversas épocas.
En el centro histórico de la ciudad está situado el antiguo barrio de San Pietro degli Schiavoni, llamado así debido a la presencia de una iglesia dedicada al santo “de los habitantes eslavos y albaneses” que residieron en Brindisi desde la segunda mitad del siglo XV. De la iglesia no quedan vestigios, aunque gracias a distintos documentos se ha podido identificar la ubicación exacta. Asimismo, al derribar algunas casas y edificios antiguos se dejaron a la luz hallazgos arqueológicos del Brindisi romano de gran valor histórico. En la actualidad, todavía siguen apareciendo interesantes restos de aquella época.
Es un agradable recorrido que se puede realizar a pie para admirar todas las bellezas que encierra la ciudad de Brindisi: el atractivo puerto a un lado y al otro jardines, palacios, deliciosas callejuelas… En la Piazza Vittorio Emanuele II los jardines refrescan la caminata, en ella se podrá descubrir el reloj de sol del puerto, construido en 1917 por el capitán Alberto de Albertis, un experto italiano en relojes solares. Continuando el paseo marítimo sorprende el Palazzo Dionisi, de estilo veneciano y la Palazzina del Belvedere, edificio situado al final de la escalinata de la columna romana. O el antiguo eficio denominado Casa del Turista, o el bello Palazzo Montenegro, el mejor ejemplo de arquitectura barroca en la ciudad…
Cruzando el canal Pigonatti se accede al puerto interior, naturalmente dividido en dos partes llamadas levante y poniente. Aquí está el monumento al marinero de Italia construido en 1933 en forma de timón y que mide unos 54 metros de altura. Visto desde lejos parece un ave con las alas replegadas. En el interior del monumento hay salas-museo, con objetos y artefactos históricos y en la parte superior hay una terraza abierta al público con las mejores vistas de la ciudad y del puerto. En la parte inferior se encuentra la capilla en la que se recuerdan a los caídos de las guerras mundiales. Por último, frente a la plaza de entrada se pueden ver dos anclas pertenecientes a buques de guerra austro-húngaros. En la parte superior se colocó en 1954 la estatua de la Virgen en mármol.
Brindisi es un magnífico puerto natural, que gracias a su forma y localización siempre fue uno de los más seguros del Adriático. Es como un embudo dentro de una amplia ensenada de la costa. Su característica morfología ramificada en dos brazos es el resultado de la erosión hecha por los cursos de agua, hoy el canal Cillarese en el poniente y la confluencia con el canal Palmarini en el levante, que han formado un valle fluvial que se adentra en el mar. En el pasado también hubo una tercera rama del puerto interior, un canal llamado la Mena que fue cubierto en el siglo XVIII. El paisaje que forma es realmente bello.
¿Cómo llegar?
En avión: Aeropuerto del Salento - Brindisi (già Papola Casale - tel. 0831 4117208). Numerosas compañías aéreas a y desde diferentes ciudades europeas vuelan a Brindisi: como Air Berlín a Munich, Venecia-Marco Polo (One-Air), París-Orly (EasyJet) y Milan-Linate (Meridiana Fly).
Del aeropuerto al centro de la ciudad hay 6 km.
En autobús: Brindisi está comunicado con frecuentes servicios de autobuses con las ciudades principales de Italia y también cuenta con un magnífico servicio de autobuses urbanos para moverse en la misma ciudad.
Más información: http://www.brindisiweb.it/en/bus_suburban.asp
En tren: La estación está Piazza Crispi - El número de información para ver horarios y conexiones es gratuíto: 848-888088. Más información: http://www.fsitaliane.it
En coche: Desde el norte por la autopista A14 hasta Bari, luego SS379-SS16 (120 km). Desde el sur y el oeste, hasta llegar a Tarento, luego por carretera SS7 (75 km).
En barco: desde le puerto de Brindisi hay servicio a: Grecia (Patras, Corfu, Igoumenitsa, Zakynthos, Paxos, Kefalonia / Sami)
Albania: Vlore, Durres.
Turquía: Cesme
Presentación
Un puerto en Apulia que, aún hoy, mantiene importantes lazos de unión turísticos y mercantiles con países de ultramar, Brindisi está al sureste de Italia, en el “tacón” de la bota. Para los romanos, Brindisi marcó el final de la vía Appia, hoy en día es una ciudad portuaria con un pintoresco casco antiguo e infinidad de joyas arquitectónicas de la época medieval, renacentista y barroca. La Via Roma es una de las calles mejores para ir de tiendas en la ciudad, y las callejuelas del centro histórico resultan un auténtico paraíso para el turista ávido de adentrarse en sus viejas iglesias, sus fortalezas y castillos, sus casas llenas de flores. Durante el verano se pueden ver en su puerto grandes yates amarrados, y nada como deleitarse en cualquiera de sus terrazas y restaurantes con una buena parrillada de marisco acompañados del sonido del mar y disfrutando del atardecer…
La localidad de Brindisi pertenece (de mayor a menor) a la región Puglia, a la provincia Brindisi y al distrito Brindisi.
La localidad de Brindisi cubre 328 km², tiene 89.780 habitantes (censo 2011) y una densidad de 273,72 habitantes por km². La altitud mínima es de 15 m, la altitud máxima es de 15 m, la altitud media es de 15 m.
El actual alcade de Brindisi es Cosimo Consales para el período 2.012.
El gentilicio para los habitantes de Brindisi es brindisini. El nombre francés de la localidad es Brindisi, el nombre inglés de la localidad es Brindisi.
El Patrón de la localidad de Brindisi es Laurent de Brindisi. La página web de Brindisi es http://www.comune.brindisi.it
Visitas destacadas
La ciudad tiene dos fortalezas, la más antigua y grande es el castillo Suevo, o “de tierra”, para distinguirlo del castillo aragonés o “de mar”.
Fue mandado levantar en el año 1227 por Federico II como una fortificación para los soldados de su guarnición y el material utilizado fue extraído de las antiguas murallas y de los monumentos en ruinas. La planta original trapezoidal, como el de Bari o Trani, pero con sistema defensivo normando. Esta magnífica obra tiene dos torres cilíndricas y hacia el este y en medio de otras dos torres cuadradas se creó una pentagonal. En 1488 los aragoneses construyeron otra muralla externa y un foso; de esta manera, la parte interior se ha mantenido intacta durante siglos. El foso fue cubierto por bóvedas y así se crearon instalaciones internas alrededor del núcleo central, destinado a Federico II. Con los siglos, la fortaleza fue abandonada por los españoles y convertida en una prisión por Joachim Murat en 1813. El castillo ha sido utilizado como una importante base naval durante las dos últimas guerras mundiales.
En la entrada del puerto de Brindisi se encuentra la fortaleza de la isla de San Andrés, lo que se denomina el castillo aragonés, ya que fue el rey Fernando de Aragón el que mandó levantar la construcción para proteger la ciudad de las invasiones turcas. Solo cuatro años después, Alfonso, duque de Calabria, transformó el torreón original en castillo, denominado también por esta razón Alfonsino. No se pudo completar hasta 1492 y en 1558 se reforzó el aspecto defensivo con el fin resguardar al resto de la isla de los desembarcos de las tropas enemigas con un fuerte, que queda unido a tierra. El complejo se compone de dos partes diferenciadas: el castillo rojo, llamado así por la coloración típica de la piedra recogida de la isla, que toma este color especialmente al atardecer, y el fuerte, construido y utilizado para el alojamiento de la guarnición. Ambos espacios separados y a la vez unidos por una dársena. El fuerte cubría una parte de la superficie de la isla, así que se decidió aislarlo realizando un corte en la roca, en el norte de la isla y creando así un "Canal virreinal”. El fuerte aragonés es una espectacular obra de ingeniería que combina técnica y estrategia defensiva.
Dos columnas gemelas realizadas después del siglo II dC guardaban el puerto de Brindisi. De estos dos monumentos, verdaderas señas de identidad de la ciudad, solo queda una en pie y un resto de la otra. La que aún permanece entera remata una bella escalinata y se asoma al puerto desde sus más de 18 metros de altura. Se cree que las columnas se erigieron para celebrar la victoria (o el posible éxito de alguna expedición militar). Están construidas con un mármol de Preconneso (isla en el estrecho de los Dardanelos, en Turquía) y quedan rematadas por un capitel corintio decorado con flores de acanto y con bustos de figuras mitológicas, entre las que se reconoce al dios Neptuno, a Marte, a la diosa Minerva… El capitel de la columna en pie es una réplica en resina, ya que el original se retiró para preservarlo del deterioro que producía el salitre y actualmente se muestran en el interior del palacio de la Corte de Assise. La otra columna se derrumbo en 1528 y cayó al suelo, permaneciendo abandonada durante más de un siglo. Posteriormente fue donada a la vecina ciudad de Lecce, donde hoy forma parte de la columna de Sant'Oronzo. El capitel de esta columna contó con cuatro figuras femeninas, pero fue completamente restaurada antes de ser erigida en la Plaza de dicha localidad.
No es posible enumerar en unas pocas líneas todo lo que se puede visitar en Brindisi. Esta ciudad cuenta con numerosas iglesias, palacios, edificios defensivos y civiles… Es una belleza arquitectónica que impide hacer una selección. Baste con mencionar que la parte del centro histórico todavía está delimitado por las murallas aragonesas de mediados del siglo XV, ampliadas y modificadas después por Carlos V con mayor número de torres y baluartes. Entre ellas destaca la de San Jaime, la puerta Mesagne, entrada principal de Brindisi, y la Puerta Lecce, el baluarte de Levante, o el torreón del Infierno. A lo largo del recorrido que conduce a la piazza Duomo, se puede admirar el Palazzo Granafei de estilo renacentista, construido en el año 1565, y ya una vez en la plaza, sorprende la magnífica catedral de Brindisi, la basílica de San Juan Bautista. El pórtico de Cateniano, del siglo con sus hermosos arcos de piedra de dos colores. La Logia del Palazzo Balsamo, que data del siglo XIV, formaba parte de un gran edificio que ocupaba la manzana entera. La biblioteca Arzobispal, fundada en 1798, alberga más de 60.000 volúmenes, algunos muy antiguos. Y en la vecina Piazza Santa Teresa, el Monumento al Caduti, la iglesia de Santa Teresa, elMuseo Diocesano “G.Tarantini”. Un poco más lejos, el Palazzo Fest…
La primera se halla cerca del aeropuerto de Brindisi y es un magnífico ejemplo del estilo románico gótico en el siglo XIII. Nombrada Monumento Nacional desde 1875, cuenta con una elegante fachada de ladrillo y piedra blanca, con una bella portada. La planta es de cruz latina y el interior está decorado con preciosos frescos bizantinos “sacados a la luz” durante el siglo pasado, tras haber estado ocultos durante siglos con un mortero aplicado en el periodo barroco. En su interior hay una columna de mármol con una cruz del siglo IX. En mayo de 1310 aquí se instaló el Tribunal Iniciado por el Papa Clemente V para juzgar a miembros de la orden de los Templarios, que fue suprimida dos años más tarde. La primera piedra de la catedral fue colocada por el papa Urbano II en el año1089 y completada en el 1143. Pero tras el terremoto de 1743, la catedral de San Juan Bautista fue reconstruida. Del románico, conserva la planta basilical con tres naves sin transepto. La posición actual de la fachada es el mismo que el románico; en el interior hay algunos fragmentos de suelo de mosaico de 1178, también se conserva el coro de madera de 1594, la pila bautismal del siglo XVI y muchas valiosas pinturas de diversas épocas.
En el centro histórico de la ciudad está situado el antiguo barrio de San Pietro degli Schiavoni, llamado así debido a la presencia de una iglesia dedicada al santo “de los habitantes eslavos y albaneses” que residieron en Brindisi desde la segunda mitad del siglo XV. De la iglesia no quedan vestigios, aunque gracias a distintos documentos se ha podido identificar la ubicación exacta. Asimismo, al derribar algunas casas y edificios antiguos se dejaron a la luz hallazgos arqueológicos del Brindisi romano de gran valor histórico. En la actualidad, todavía siguen apareciendo interesantes restos de aquella época.
Es un agradable recorrido que se puede realizar a pie para admirar todas las bellezas que encierra la ciudad de Brindisi: el atractivo puerto a un lado y al otro jardines, palacios, deliciosas callejuelas… En la Piazza Vittorio Emanuele II los jardines refrescan la caminata, en ella se podrá descubrir el reloj de sol del puerto, construido en 1917 por el capitán Alberto de Albertis, un experto italiano en relojes solares. Continuando el paseo marítimo sorprende el Palazzo Dionisi, de estilo veneciano y la Palazzina del Belvedere, edificio situado al final de la escalinata de la columna romana. O el antiguo eficio denominado Casa del Turista, o el bello Palazzo Montenegro, el mejor ejemplo de arquitectura barroca en la ciudad…
Cruzando el canal Pigonatti se accede al puerto interior, naturalmente dividido en dos partes llamadas levante y poniente. Aquí está el monumento al marinero de Italia construido en 1933 en forma de timón y que mide unos 54 metros de altura. Visto desde lejos parece un ave con las alas replegadas. En el interior del monumento hay salas-museo, con objetos y artefactos históricos y en la parte superior hay una terraza abierta al público con las mejores vistas de la ciudad y del puerto. En la parte inferior se encuentra la capilla en la que se recuerdan a los caídos de las guerras mundiales. Por último, frente a la plaza de entrada se pueden ver dos anclas pertenecientes a buques de guerra austro-húngaros. En la parte superior se colocó en 1954 la estatua de la Virgen en mármol.
Brindisi es un magnífico puerto natural, que gracias a su forma y localización siempre fue uno de los más seguros del Adriático. Es como un embudo dentro de una amplia ensenada de la costa. Su característica morfología ramificada en dos brazos es el resultado de la erosión hecha por los cursos de agua, hoy el canal Cillarese en el poniente y la confluencia con el canal Palmarini en el levante, que han formado un valle fluvial que se adentra en el mar. En el pasado también hubo una tercera rama del puerto interior, un canal llamado la Mena que fue cubierto en el siglo XVIII. El paisaje que forma es realmente bello.
¿Cómo llegar?
En avión: Aeropuerto del Salento - Brindisi (già Papola Casale - tel. 0831 4117208). Numerosas compañías aéreas a y desde diferentes ciudades europeas vuelan a Brindisi: como Air Berlín a Munich, Venecia-Marco Polo (One-Air), París-Orly (EasyJet) y Milan-Linate (Meridiana Fly).
Del aeropuerto al centro de la ciudad hay 6 km.
En autobús: Brindisi está comunicado con frecuentes servicios de autobuses con las ciudades principales de Italia y también cuenta con un magnífico servicio de autobuses urbanos para moverse en la misma ciudad.
Más información: http://www.brindisiweb.it/en/bus_suburban.asp
En tren: La estación está Piazza Crispi - El número de información para ver horarios y conexiones es gratuíto: 848-888088. Más información: http://www.fsitaliane.it
En coche: Desde el norte por la autopista A14 hasta Bari, luego SS379-SS16 (120 km). Desde el sur y el oeste, hasta llegar a Tarento, luego por carretera SS7 (75 km).
En barco: desde le puerto de Brindisi hay servicio a: Grecia (Patras, Corfu, Igoumenitsa, Zakynthos, Paxos, Kefalonia / Sami)
Albania: Vlore, Durres.
Turquía: Cesme