Presentación
Ischia es una isla que se localiza frente a las costas de Nápoles, en el mar Tirreno. Se trata de un emplazamiento muy turístico, que atrae a numerosos visitantes debido a su naturaleza volcánica de gran belleza, a sus impresionantes playas y a su benigno clima, cálido durante la mayor parte del año. Las buenas temperaturas hacen que la temporada turística se alargue en Ischia. La principal ciudad de la isla, del mismo nombre, posee aproximadamente 17.000 habitantes y se compone de dos núcleos diferenciados: Ischia Porto e Ischia Ponte. Además de conocer los tesoros de la ciudad de Ischia, hay otras muchas excursiones interesantes que hacer en la isla, como conocer los emplazamientos de Forio o Casamicciola, muy recomendables.
La localidad de Ischia pertenece (de mayor a menor) a la región Campania, a la provincia Napoli y al distrito Ischia.
La localidad de Ischia cubre 46,3 km², tiene 62.027 habitantes (censo 2009) y una densidad de 1.339,68 habitantes por km². La altitud media es de 789 m.
El nombre francés de la localidad es Ischia, el nombre inglés de la localidad es Ischia.
El punto más alto es Mont Époméo.
Visitas destacadas
Es uno de los monumentos más interesantes de la ciudad de Ischia y también de la isla. Una fortaleza antigua que se alza sobre un islote y que se conecta mediante un a especie de istmo con el viejo pueblo de Ischia Ponte, hoy un núcleo de la ciudad. En el lugar donde hoy está el castillo, se cree que hubo una primitiva construcción fortificada que sirvió de base al castillo actual. Este fue construido en el siglo XV, concretamente en el año 1438, por mandato de Alfonso V de Aragón. El castillo se edificó con el propósito de servir de defensa, dada su posición estratégica, aunque posteriormente fuese asumiendo un carácter nuevo a nivel político y cultural. Así, con el transcurrir del tiempo, el castillo se convirtió en el centro de la vida social de la isla. Allí se reunían los nobles con artistas, poetas y escritores, y se refugiaban en tiempos de guerra y asedio a la isla, algo frecuente en la época (allí podían refugiarse hasta 5.000 personas). Fue pasando el tiempo y, en torno al siglo XVIII, el castillo perdió esa relevancia que tuvo en el pasado, quedando aislado y relegado al olvido. Fue bombardeado en 1809 y después quedó abandonado hasta mucho tiempo después. Hoy merece una visita, ya que ha sido uno de los castillos más bellos y con más historia del país.
Se localiza, al igual que el Castillo Aragonés, en la parte de la ciudad conocida como Ischia Ponte, en un emplazamiento de gran belleza, junto al mar y a la bahía de Cartaromana (Vias Nuova Cartaromana). Se trata de una torre-fortaleza que también recibe el nombre de Torre de Guevara, y que fue construida por orden de Alfonso de Aragón en torno a 1433, con el objetivo de defender la isla de los frecuentes ataques que recibía. La torre pasó posteriormente a manos de la familia Guevara, de ahí su nombre, quien la retuvo hasta principios del siglo XIX. La explicación de su otro nombre, de por qué se llama Torre de Miguel Angel, es peculiar. Al parecer, se dice que el célebre artista italiano residió en este edificio cuando se enamoró de la poetisa Vittoria Colonna, quien estaba casada con el marqués español Francisco Ferrante d’Avalos. Se cuenta que entre el artista y Vittoria Colonna hubo una historia de amor platónico. También se dice que los frescos que hay pintados en la torre son obra de Miguel Angel, aunque no existen evidencias de ninguna de estas suposiciones, por lo que debemos dejar la historia en el terreno de la imaginación o de la leyenda. En la actualidad, la torre se emplea como un centro cultural en el que se organizan exposiciones artísticas, algunas de ellas muy destacadas.
Horario: todos los días, excepto el lunes. Tel.: (00 39) 081 3331 146. Precio: entrada gratuita.
El jardín de la Mortella, en italiano, o del Mirto, en español, se localiza en la antigua residencia del compositor Sir William Walton, quien residió en la isla tras la Segunda guerra Mundial junto a su esposa Lady Susana Walton. Comenzó entonces en Ischia y una época sublime en la que llegaron a la isla numerosos personajes públicos muy conocidos, muchos de ellos atraídos por los Walton, como Maria Callas, Vivien Leigh o Laurence Olivier, entre otros. En la actualidad esta maravillosa casa que acogió a tanto ilustre personaje es la sede de la Fundación Walton, y uno de los jardines más maravillosos que existen, que fue cuidado con esmero por Lady Susana, y que está abierto al público desde 1991. Se divide en diversos niveles. En la parte más alta hay un teatro al aire libre en el que se organizan conciertos de música de cámara. Quizás por la combinación de la música y la vegetación, o por la belleza del entorno en sí mismo, pero el jardín de la Mortella fue galardonado con el premio al Parque Más Hermoso de Italia en el año 2004. Y es que este jardín tropical es uno de los mayores encantos de Ischia, con sus plantas singulares, las coloridas flores y las muchas aves que residen aquí, algunas de ellas de gran belleza.
Horario: de abril a noviembre, martes, jueves, sábados y domingos, de 9:00 a 19:00 h. Precios: entrada adultos, 12 €. Niños entre 12 y 18 años, 10 €. Niños entre 6 y 12 años, 7 €. Menores de 5 años, gratis.
Muy cerca de Ischia Ponte encontramos la bahía Cartaromana, muy conocida por la belleza de su playa, y por la antigua historia que rodea la zona. Se cree que en la bahía existió, entre el siglo IV a.C. y el siglo I d.C., un asentamiento romano conocido como Aenaria, que hoy está sumergido bajo las aguas. Se han encontrado restos arqueológicos que indican la existencia de una villa con una vida comercial y artesanal bastante animada. También se demostró la existencia de aguas termales en la zona, que fueron usadas por los habitantes de esta villa con fines medicinales. Sin embargo, en esta época la isla mostraba una gran actividad sísmica y volcánica, y Aenaria desapareció en torno al año 150 d.C. sepultada por la lava de un volcán. Hoy la bahía Cartaromana es un lugar muy bello, en el que se emplaza la famosa Torre de Guevara y, muy cerca, el Castillo Aragonés. La playa, con vistas al castillo, es pequeña pero muy hermosa, aunque su acceso no es fácil y, para llegar hasta ella, hay que andar unos 30 minutos aproximadamente. Eso sí, el paisaje del trayecto es encantador, y la belleza de la playa merece el esfuerzo.
Se trata de uno de los lugares más interesantes, desde un punto de vista histórico, que pueden verse en Ischia. Para llegar hasta él es necesario salir hacia el este, por la carretera que rodea la isla (la carretera SS270) y muy cerca nos encontramos con el acueducto. Nada más verlo, pensaremos que es romano. De hecho, su diseño y su fabricación hacen pensar que se trata de un acueducto romano. Sin embargo, los historiadores han concluido que fue construido en una época mucho más posterior a los tiempos de la dominación romana de Ischia, nada menos que en el siglo XVI. Al parecer, en esta época Ischia Ponte era un pequeño pueblo llamado Celsa que se abastecía del agua de un manantial cercano a la Torre de Guevara. Sin embargo, esta fuente se secó y hubo que buscar otra forma de conseguir agua. Por eso se construyó el acueducto en pleno siglo XVI, para traer el agua desde Fiaiano hasta el pueblo de Celsa (a unos 500 metros de distancia). Hoy merece la pena acercarse a ver el acueducto. A pesar de no ser una obra de ingeniería romana, sorprende por su solidez y buena factura.
La iglesia del Socorro se localiza en Forio y es una de las más bonitas de toda la isla. Un pequeño templo que cautiva al visitante, no so0lo por su belleza, sino por el paisaje que se divisa desde ella, de encanto sublime. La iglesia está dedicada a Santa María de la Nieve, aunque toma su nombre del promontorio en el que está construida. Otro de los rasgos que definen esta iglesia es su fachada, muy especial, ya que está encalada en blanco. La mezcla de estilos arquitectónicos es patente tanto en el exterior como en el interior, combinándose elementos greco-bizantinos, árabes y mediterráneos. Entre los tesoros que pueden contemplarse dentro de la iglesia destaca una escultura de estilo catalán que data del siglo XVI.
Este pequeño pueblo del noroeste de la isla no tiene más de 4.600 habitantes. Sin embargo, es uno de los lugares más visitados por la belleza de su entorno y por los lugares de interés que alberga. Se localiza a los pies del monte Epomeo, el más alto de toda la isla, y guarda una iglesia del siglo XI que fue construida sobre los restos de una primitiva capilla paleocristiana. También puede visitarse en Lacco Ameno el Museo de Santa Restituta, con un gran legado prehistórico y antiguo que incluye algunas cerámicas griegas de los siglos VIII a II a.C.
En la costa norte de la isla está el pintoresco pueblo de Casamicciola, entre Lacco Ameno e Ischia Porto. Es famoso por sus aguas termales y por los muchos manantiales naturales que posee, aunque la propia ciudad merece una visita. Aunque no es demasiado grande (tiene unos 7.000 habitantes), en Casamicciola se respira un ambiente muy animado y especial, ya que está repleta de restaurantes y cafeterías, así como de atractivas tiendas. Por las virtudes de sus aguas termales, la ciudad ha atraído a grandes e ilustres personajes, así como a numerosos turistas ávidos de recibir los beneficiosos tratamientos en cualquiera de los muchos spa de la ciudad.
La calidad de las aguas termales de la isla de Ischia es algo indiscutible. Ya hemos hablado de los balnearios de Casamicciola, aunque existen manantiales y fuentes termales en otros emplazamientos. Como los Jardines termales de Poseidón, que se localizan en la bahía de Citara, en Forio. Se trata de nada menos que 22 piscinas termales cuya temperatura oscila entre los 28 y los 40ºC. También hay una sauna romana y una playa privada. En definitiva, un paraíso de relax en el corazón de un frondoso jardín de 60.000 metros cuadrados de extensión.
¿Cómo llegar?
- En avión: para llegar a la isla desde el extranjero, lo mejor es volar al Aeropuerto Internacional de Nápoles, y después tomar un ferry hasta Ischia Porto, o un hidroplano (que llegan a Ischia o a Casamicciola). El trayecto en ferry dura aproximadamente 90 minutos y en hidroplano, unos 409 minutos.
- En barco: desde las costas de Nápoles se puede llegar a la isla de Ischia en ferry, en trayectos que son operados por diversas empresas, y que salen de distintos lugares. Son unos 90 minutos de trayecto.
- Transporte público y taxis: la ciudad de Ischia se puede recorrer a pie, aunque para llegar hasta los lugares más alejados puede alquilarse una bicicleta. Para llegar a los otros municipios de la isla se puede recurrir al transporte público que consiste, básicamente, en varias líneas de autobús que conectan los lugares más importantes de la isla. Una buena idea es alquilar un coche, especialmente si deseamos recorrer todos los rincones de la isla. Esta opción nos dará una gran libertad de movimientos, a la hora de movernos por la isla de Ischia.
Presentación
Ischia es una isla que se localiza frente a las costas de Nápoles, en el mar Tirreno. Se trata de un emplazamiento muy turístico, que atrae a numerosos visitantes debido a su naturaleza volcánica de gran belleza, a sus impresionantes playas y a su benigno clima, cálido durante la mayor parte del año. Las buenas temperaturas hacen que la temporada turística se alargue en Ischia. La principal ciudad de la isla, del mismo nombre, posee aproximadamente 17.000 habitantes y se compone de dos núcleos diferenciados: Ischia Porto e Ischia Ponte. Además de conocer los tesoros de la ciudad de Ischia, hay otras muchas excursiones interesantes que hacer en la isla, como conocer los emplazamientos de Forio o Casamicciola, muy recomendables.
La localidad de Ischia pertenece (de mayor a menor) a la región Campania, a la provincia Napoli y al distrito Ischia.
La localidad de Ischia cubre 46,3 km², tiene 62.027 habitantes (censo 2009) y una densidad de 1.339,68 habitantes por km². La altitud media es de 789 m.
El nombre francés de la localidad es Ischia, el nombre inglés de la localidad es Ischia.
El punto más alto es Mont Époméo.
Visitas destacadas
Es uno de los monumentos más interesantes de la ciudad de Ischia y también de la isla. Una fortaleza antigua que se alza sobre un islote y que se conecta mediante un a especie de istmo con el viejo pueblo de Ischia Ponte, hoy un núcleo de la ciudad. En el lugar donde hoy está el castillo, se cree que hubo una primitiva construcción fortificada que sirvió de base al castillo actual. Este fue construido en el siglo XV, concretamente en el año 1438, por mandato de Alfonso V de Aragón. El castillo se edificó con el propósito de servir de defensa, dada su posición estratégica, aunque posteriormente fuese asumiendo un carácter nuevo a nivel político y cultural. Así, con el transcurrir del tiempo, el castillo se convirtió en el centro de la vida social de la isla. Allí se reunían los nobles con artistas, poetas y escritores, y se refugiaban en tiempos de guerra y asedio a la isla, algo frecuente en la época (allí podían refugiarse hasta 5.000 personas). Fue pasando el tiempo y, en torno al siglo XVIII, el castillo perdió esa relevancia que tuvo en el pasado, quedando aislado y relegado al olvido. Fue bombardeado en 1809 y después quedó abandonado hasta mucho tiempo después. Hoy merece una visita, ya que ha sido uno de los castillos más bellos y con más historia del país.
Se localiza, al igual que el Castillo Aragonés, en la parte de la ciudad conocida como Ischia Ponte, en un emplazamiento de gran belleza, junto al mar y a la bahía de Cartaromana (Vias Nuova Cartaromana). Se trata de una torre-fortaleza que también recibe el nombre de Torre de Guevara, y que fue construida por orden de Alfonso de Aragón en torno a 1433, con el objetivo de defender la isla de los frecuentes ataques que recibía. La torre pasó posteriormente a manos de la familia Guevara, de ahí su nombre, quien la retuvo hasta principios del siglo XIX. La explicación de su otro nombre, de por qué se llama Torre de Miguel Angel, es peculiar. Al parecer, se dice que el célebre artista italiano residió en este edificio cuando se enamoró de la poetisa Vittoria Colonna, quien estaba casada con el marqués español Francisco Ferrante d’Avalos. Se cuenta que entre el artista y Vittoria Colonna hubo una historia de amor platónico. También se dice que los frescos que hay pintados en la torre son obra de Miguel Angel, aunque no existen evidencias de ninguna de estas suposiciones, por lo que debemos dejar la historia en el terreno de la imaginación o de la leyenda. En la actualidad, la torre se emplea como un centro cultural en el que se organizan exposiciones artísticas, algunas de ellas muy destacadas.
Horario: todos los días, excepto el lunes. Tel.: (00 39) 081 3331 146. Precio: entrada gratuita.
El jardín de la Mortella, en italiano, o del Mirto, en español, se localiza en la antigua residencia del compositor Sir William Walton, quien residió en la isla tras la Segunda guerra Mundial junto a su esposa Lady Susana Walton. Comenzó entonces en Ischia y una época sublime en la que llegaron a la isla numerosos personajes públicos muy conocidos, muchos de ellos atraídos por los Walton, como Maria Callas, Vivien Leigh o Laurence Olivier, entre otros. En la actualidad esta maravillosa casa que acogió a tanto ilustre personaje es la sede de la Fundación Walton, y uno de los jardines más maravillosos que existen, que fue cuidado con esmero por Lady Susana, y que está abierto al público desde 1991. Se divide en diversos niveles. En la parte más alta hay un teatro al aire libre en el que se organizan conciertos de música de cámara. Quizás por la combinación de la música y la vegetación, o por la belleza del entorno en sí mismo, pero el jardín de la Mortella fue galardonado con el premio al Parque Más Hermoso de Italia en el año 2004. Y es que este jardín tropical es uno de los mayores encantos de Ischia, con sus plantas singulares, las coloridas flores y las muchas aves que residen aquí, algunas de ellas de gran belleza.
Horario: de abril a noviembre, martes, jueves, sábados y domingos, de 9:00 a 19:00 h. Precios: entrada adultos, 12 €. Niños entre 12 y 18 años, 10 €. Niños entre 6 y 12 años, 7 €. Menores de 5 años, gratis.
Muy cerca de Ischia Ponte encontramos la bahía Cartaromana, muy conocida por la belleza de su playa, y por la antigua historia que rodea la zona. Se cree que en la bahía existió, entre el siglo IV a.C. y el siglo I d.C., un asentamiento romano conocido como Aenaria, que hoy está sumergido bajo las aguas. Se han encontrado restos arqueológicos que indican la existencia de una villa con una vida comercial y artesanal bastante animada. También se demostró la existencia de aguas termales en la zona, que fueron usadas por los habitantes de esta villa con fines medicinales. Sin embargo, en esta época la isla mostraba una gran actividad sísmica y volcánica, y Aenaria desapareció en torno al año 150 d.C. sepultada por la lava de un volcán. Hoy la bahía Cartaromana es un lugar muy bello, en el que se emplaza la famosa Torre de Guevara y, muy cerca, el Castillo Aragonés. La playa, con vistas al castillo, es pequeña pero muy hermosa, aunque su acceso no es fácil y, para llegar hasta ella, hay que andar unos 30 minutos aproximadamente. Eso sí, el paisaje del trayecto es encantador, y la belleza de la playa merece el esfuerzo.
Se trata de uno de los lugares más interesantes, desde un punto de vista histórico, que pueden verse en Ischia. Para llegar hasta él es necesario salir hacia el este, por la carretera que rodea la isla (la carretera SS270) y muy cerca nos encontramos con el acueducto. Nada más verlo, pensaremos que es romano. De hecho, su diseño y su fabricación hacen pensar que se trata de un acueducto romano. Sin embargo, los historiadores han concluido que fue construido en una época mucho más posterior a los tiempos de la dominación romana de Ischia, nada menos que en el siglo XVI. Al parecer, en esta época Ischia Ponte era un pequeño pueblo llamado Celsa que se abastecía del agua de un manantial cercano a la Torre de Guevara. Sin embargo, esta fuente se secó y hubo que buscar otra forma de conseguir agua. Por eso se construyó el acueducto en pleno siglo XVI, para traer el agua desde Fiaiano hasta el pueblo de Celsa (a unos 500 metros de distancia). Hoy merece la pena acercarse a ver el acueducto. A pesar de no ser una obra de ingeniería romana, sorprende por su solidez y buena factura.
La iglesia del Socorro se localiza en Forio y es una de las más bonitas de toda la isla. Un pequeño templo que cautiva al visitante, no so0lo por su belleza, sino por el paisaje que se divisa desde ella, de encanto sublime. La iglesia está dedicada a Santa María de la Nieve, aunque toma su nombre del promontorio en el que está construida. Otro de los rasgos que definen esta iglesia es su fachada, muy especial, ya que está encalada en blanco. La mezcla de estilos arquitectónicos es patente tanto en el exterior como en el interior, combinándose elementos greco-bizantinos, árabes y mediterráneos. Entre los tesoros que pueden contemplarse dentro de la iglesia destaca una escultura de estilo catalán que data del siglo XVI.
Este pequeño pueblo del noroeste de la isla no tiene más de 4.600 habitantes. Sin embargo, es uno de los lugares más visitados por la belleza de su entorno y por los lugares de interés que alberga. Se localiza a los pies del monte Epomeo, el más alto de toda la isla, y guarda una iglesia del siglo XI que fue construida sobre los restos de una primitiva capilla paleocristiana. También puede visitarse en Lacco Ameno el Museo de Santa Restituta, con un gran legado prehistórico y antiguo que incluye algunas cerámicas griegas de los siglos VIII a II a.C.
En la costa norte de la isla está el pintoresco pueblo de Casamicciola, entre Lacco Ameno e Ischia Porto. Es famoso por sus aguas termales y por los muchos manantiales naturales que posee, aunque la propia ciudad merece una visita. Aunque no es demasiado grande (tiene unos 7.000 habitantes), en Casamicciola se respira un ambiente muy animado y especial, ya que está repleta de restaurantes y cafeterías, así como de atractivas tiendas. Por las virtudes de sus aguas termales, la ciudad ha atraído a grandes e ilustres personajes, así como a numerosos turistas ávidos de recibir los beneficiosos tratamientos en cualquiera de los muchos spa de la ciudad.
La calidad de las aguas termales de la isla de Ischia es algo indiscutible. Ya hemos hablado de los balnearios de Casamicciola, aunque existen manantiales y fuentes termales en otros emplazamientos. Como los Jardines termales de Poseidón, que se localizan en la bahía de Citara, en Forio. Se trata de nada menos que 22 piscinas termales cuya temperatura oscila entre los 28 y los 40ºC. También hay una sauna romana y una playa privada. En definitiva, un paraíso de relax en el corazón de un frondoso jardín de 60.000 metros cuadrados de extensión.
¿Cómo llegar?
- En avión: para llegar a la isla desde el extranjero, lo mejor es volar al Aeropuerto Internacional de Nápoles, y después tomar un ferry hasta Ischia Porto, o un hidroplano (que llegan a Ischia o a Casamicciola). El trayecto en ferry dura aproximadamente 90 minutos y en hidroplano, unos 409 minutos.
- En barco: desde las costas de Nápoles se puede llegar a la isla de Ischia en ferry, en trayectos que son operados por diversas empresas, y que salen de distintos lugares. Son unos 90 minutos de trayecto.
- Transporte público y taxis: la ciudad de Ischia se puede recorrer a pie, aunque para llegar hasta los lugares más alejados puede alquilarse una bicicleta. Para llegar a los otros municipios de la isla se puede recurrir al transporte público que consiste, básicamente, en varias líneas de autobús que conectan los lugares más importantes de la isla. Una buena idea es alquilar un coche, especialmente si deseamos recorrer todos los rincones de la isla. Esta opción nos dará una gran libertad de movimientos, a la hora de movernos por la isla de Ischia.