Presentación
Desde una atalaya con privilegiadas vistas domina el mar azul Levanto, una ciudad mediterránea situada en la Liguria italiana. Pertenece a la provincia de La Spezia y está a dos pasos del Parque Natural de las Cinque Terre, zona bendecida por la naturaleza. La ubicación de Levanto, en la Riviera italiana, al noroeste del país, hace de ella una ciudad muy turística. Bien conocida por su su playa de arena blanca y olas bravas es un punto de reunión para los amantes de surf de todo el mundo. Pero si el litoral sorprende, no menos impresionante es el interior, tapizado de bosques y surcado de senderos para recorrer a pie en maravillosas rutas. Al atractivo natural hay que añadir su interesante historia, que se remonta a la época romana: Levanto es la combinación perfecta entre el paisaje natural y el paisaje “histórico”, que salpica de edificios medievales y renacentistas sus calles. Es una ciudad pausada donde el tiempo se detiene.
La localidad de Levanto pertenece (de mayor a menor) a la región Liguria, a la provincia La Spezia y al distrito Levanto.
La localidad de Levanto cubre 38 km², tiene 5.592 habitantes (censo 2008) y una densidad de 147,16 habitantes por km². La altitud mínima es de 3 m, la altitud máxima es de 3 m, la altitud media es de 3 m.
El actual alcade de Levanto es Maurizio Moggia.
El gentilicio para los habitantes de Levanto es levantesi. El nombre francés de la localidad es Levanto, el nombre inglés de la localidad es Levanto.
El Patrón de la localidad de Levanto es André. La página web de Levanto es http://www.comune.levanto.sp.it
Visitas destacadas
Levanto ofrece múltiples alternativas para disfrutar de un periodo vacacional. Su playa invita a tomar el sol, a bañarse en un agua azul turquesa de fondos muy limpios. De hecho, en la misma playa hay una escuela de buceo en la que se programan actividades para conocer estos tesoros submarinos. La diversión está asegurada tanto debajo del agua como en la superficie: la gran bahía de Levanto está protegida en el lado sur, pero cuando se dan las condiciones de viento y corrientes necesarias, se produce un fuerte oleaje. Este punto del Mediterráneo es uno de los lugares donde mejores olas hay de toda la costa. Hasta aquí llegan a remontarlas sobre una tabla de surf aficionados al deporte venidos de toda Europa. Otra opción muy recomendable es realizar una excursión en barco. La costa que recorre desde Portofino a La Spezia es una de las más bellas de Italia. Mítico litoral que ha sido fotografíado en decenas de películas y anuncios de televisión. Desde la perspectiva que da el mar se puede contemplar un paisaje de grandes crestas sobre las que se encaraman pueblecitos abigarrados de mil colores.
Caminar por las calles de Levanto es como detenerse en el pasado. El pueblecito de callejuelas estrechas y serpenteantes revela otra visión de su hermoso mar en cada esquina. Pero además reúne buenas muestras de arquitectura medieval, cuyos mayores exponentes son las murallas que acordonaban el casco histórico, el castillo y la Loggia o mercado. La historia se conserva a través de antiguos edificios religiosos y cívicos, así como de los museos que ofrecen un programa permanente para acercar al visitante a ese rico patrimonio. Dar un paseo por la Via dei Forni, con tiendas antiguas y villas aristocráticas, o visitar una exposición sobre el no tan lejano Levanto agrícola da una primera visión de lo que ha sido esta región italiana a lo largo de los siglos. Todavía se conservan parte de sus antiguas murallas y el castillo es del siglo XIII. La Iglesia de San Andrés, levantada en 1226 y ampliada en 1663, es un edificio con la fachada y el interior en el característico diseño bicolor a rayas, alternando bandas de mármol de Carrara y piedra negra local. Otro edificio religioso destacable es el Monasterio de las Clarisas, de principios del siglo XII. Y en el centro de Levanto, su Loggia, con una arcada y soportales. Es el corazón de la ciudad y data del siglo XIII.
A muy pocos kilómetros de Levanto se encuentra las Cinque Terre (los Cinco pueblos) una área protegida que engloba cinco localidades de la costa ligure italiana. En el año 1997 Le Cinque Terre fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad. Colgadas de promontorios a los largo de la costa, estas localidades brillan como mosaicos de colores entre el cielo y el mar. Excelentes destinos para disfrutar de sus playas y de largas caminatas por los senderos que conectan una a la otra. Se pueden visitar sin problemas en una sola jornada, pero es mucho más recomendable hacerlo pausadamente para contemplar con sosiego todos los encantos que ofrecen. Si se va a pasar unos días en la zona en temporada alta, podría ser difícil encontrar alojamiento a buen precio en cualquiera de estos pueblos, dado su gran popularidad turística. El que más hoteles concentra es Monterroso al Mare. Además de esta villa, los otros pueblos que forman las Cinque Terre son Vernazza, Manarola, Corniglia y Riomaggiore.
Unidos mediante una línea férrea que enlaza una localidad con otra, los pueblos de Le Cinque Terre se pueden recorrer fácilmente en tren de cercanías. Un billete que cubre toda la zona permite descubrirla en un solo día subiendo y bajando en las distintas estaciones. Hay muy pocos kilómetros entre una y otra, por lo que si se desea, también se puede hacer el recorrido a pie. Monterosso al Mare es el pueblo más grande y el primero -de norte a sur de la costa- de las cinco localidades que conforman Cinque Terre. Es también el más visitado, principalmente porque cuenta con la única playa de arena, dividida en privada y pública.
Vernazza. Desde la estación se recorre una callejuela angosta con casas coloridas y típicas de la región, para desembocar en su delicioso puerto. Merece la pena ascender por la larga escalinata que sube hasta la torre del castillo y disfrutar de las vistas.
Corniglia está en lo más alto de la costa, por lo que desde la estación de tren es un largo ascenso hasta el pueblo. Una vez arriba, no hay mejor premio que un recorrido con calma, admirando el mar desde semejante atalaya.
Manarola posee un centro historico pintoresco y muy dinámico. Su playa no tiene arena, es de piedra con una piscina natural de agua profunda junto al pueblo. Hay que recorrerla poco a poco, saborearla y disfrutar de una ciudad llena de colorido.
Riomaggiore. Numerosas casas de colores empinadas en la montaña se extienden desde lo alto hasta el mar. Desde su pequeño pero precioso embarcadero y su malecón se observa el pueblo con toda la belleza de una postal.
Entre los pueblos de Cinque Terre hay senderos que los conectan desde el interior o la propia costa. El más fácil y conocido de todos ellos es el llamado “Sendero del Amor”, (en italiano la Via dell’amore), que va desde Riomaggiore a Manarola por todo el litoral, con el mar como horizonte. Este sendero es el camino que en el pasado hacían los trabajadores de los ferrocarriles para moverse entre estos dos núcleos de población. Hasta ese momento la única vía de comunicación era difícil y casi inexistente, hasta el punto de que en cada localidad se habla un dialecto diferente de la lengua ligure. En poco tiempo este romántico camino excavado en la roca, entre la montaña y el mar, se convirtió en lugar de encuentro de parejas de enamorados, bautizándose como la Vía del Amor. Hoy es uno de los más frecuentados, por su belleza y su facilidad, ya que es completamente llano. Cualquier época del año es recomendable para recorrer este camino, sin prisas y recreándose en el paisaje. Un consejo añadido: hacerlo cuando el sol está cayendo. Los atardeceres son memorables desde este privilegiado emplazamiento.
A 18,7 km de Levanto, La Spezia es una ciudad totalmente orientada al mar y a su importante puerto. También es un buen lugar para establecer el punto de partida desde el que recorrer los alrededores: además de su buenas conexiones con la costa y el interior, es una ciudad con todos los servicios y más baratas que otras zonas del litoral. Hoy está en proceso de reforma urbanística cuyo objetivo es integrar el Arsenal Militar a la ciudad. No hay mejor distracción que perderse entre las calles peatonales para acabar en su paseo marítimo, desde el cual se pueden contemplar magníficas vistas del Golfo dei Poeti. También es recomendable una excursión por las colinas que circundan la ciudad y sobre las cuales se asientan los barrios más antiguos y pintorescos, como Biassa, Campiglia y Marinasco.
Inspiración y hogar para poetas como Shelley o Lord Byron el nombre de este bellísimo golfo es un homenaje a tan románticos escritores, que ensalzaron las virtudes de la ensenada donde se encuentran La Spezia, Lerici, Tellaro, Porto Venere, la Isola Palmaria, San Terenzo, y otras pequeñas aldeas sobre el mar, rodeadas de verdes colinas. Napoleón también cantó las maravillas de esta zona natural, pero como buen estratega supo ver también sus potencialidades militares. De hecho, en años posteriores se construyó aquí unas importantes instalaciones militares que aún se conservan. Desde entonces, la actividad marítima y naval (marina mercante, astilleros y, más recientemente, turismo de cruceros) se ha convertido en el motor económico y social del Golfo de La Spezia.
No hay que perderse este otro Parque Natural de 40 hectáreas que incluye un patrimonio ecológico de singular valor, hecho que le ha otorgado el mencionado título, y además reúne un patrimonio histórico y artístico excepcional, por el que ha sido declarado Patrimonio de la Unesco. Dentro del Parque está el promontorio de Porto Venere y las islas de Palmaria, Tino y Tinetto. Lugares todos ellos con una naturaleza casi intacta, con gran biodiversidad y cuyo paisaje agreste ofrece una apabullante belleza. El acceso a las islas se puede hacer gracias a un ferry que realiza la visita guiada.
Si la costa deja sin palabras, no menos hermosos son los valles interiores. Detrás del Golfo de los Poetas hasta los desfiladeros y montañas, se abre el profundo valle, Val di Vara. Un surco verde, largo y sinuoso, salpicado de antiguas aldeas y pueblos medievales ocultos en los bosques, como Varese Ligure, Pignone o Brugnato. Otro valle, la Val di Magra, ha sido apodado como "la tierra de los cien castillos" por sus numerosas fortalezas, sus iglesias y su magnífico patrimonio cultural escondido en Sarzana, Ameglia, Arcora, Vezzano Ligure...
¿Cómo llegar?
Por avión: Los aeropuertos internacionales más cercanos a Levanto son los de Génova (a 80 kilómetros) y Florencia (167 km). Numerosas compañías aéreas vuelan a estos dos destinos. Desde aquí se puede llegar a Levanto por carretera o en tren.
Información: aeropuerto de Génova: www.airport.genova.it. Aeropuerto de Florencia: www.aeroporto.firenze.it
En tren: Línea Torino-Genova-Roma con parada en Levanto. El tren Intercite va directo de la estación de Milano Centrale.
Los trenes interregionales entre Levanto y Cinque Terre salen cada hora con intervalos de cinco minutos. Los billetes tienen validez para 5, 10 o 20 km.
Más información: www.trenitalia.com Por carretera: autopista A12 Génova-Livorno, con salida a Carrodano-Levanto.
Presentación
Desde una atalaya con privilegiadas vistas domina el mar azul Levanto, una ciudad mediterránea situada en la Liguria italiana. Pertenece a la provincia de La Spezia y está a dos pasos del Parque Natural de las Cinque Terre, zona bendecida por la naturaleza. La ubicación de Levanto, en la Riviera italiana, al noroeste del país, hace de ella una ciudad muy turística. Bien conocida por su su playa de arena blanca y olas bravas es un punto de reunión para los amantes de surf de todo el mundo. Pero si el litoral sorprende, no menos impresionante es el interior, tapizado de bosques y surcado de senderos para recorrer a pie en maravillosas rutas. Al atractivo natural hay que añadir su interesante historia, que se remonta a la época romana: Levanto es la combinación perfecta entre el paisaje natural y el paisaje “histórico”, que salpica de edificios medievales y renacentistas sus calles. Es una ciudad pausada donde el tiempo se detiene.
La localidad de Levanto pertenece (de mayor a menor) a la región Liguria, a la provincia La Spezia y al distrito Levanto.
La localidad de Levanto cubre 38 km², tiene 5.592 habitantes (censo 2008) y una densidad de 147,16 habitantes por km². La altitud mínima es de 3 m, la altitud máxima es de 3 m, la altitud media es de 3 m.
El actual alcade de Levanto es Maurizio Moggia.
El gentilicio para los habitantes de Levanto es levantesi. El nombre francés de la localidad es Levanto, el nombre inglés de la localidad es Levanto.
El Patrón de la localidad de Levanto es André. La página web de Levanto es http://www.comune.levanto.sp.it
Visitas destacadas
Levanto ofrece múltiples alternativas para disfrutar de un periodo vacacional. Su playa invita a tomar el sol, a bañarse en un agua azul turquesa de fondos muy limpios. De hecho, en la misma playa hay una escuela de buceo en la que se programan actividades para conocer estos tesoros submarinos. La diversión está asegurada tanto debajo del agua como en la superficie: la gran bahía de Levanto está protegida en el lado sur, pero cuando se dan las condiciones de viento y corrientes necesarias, se produce un fuerte oleaje. Este punto del Mediterráneo es uno de los lugares donde mejores olas hay de toda la costa. Hasta aquí llegan a remontarlas sobre una tabla de surf aficionados al deporte venidos de toda Europa. Otra opción muy recomendable es realizar una excursión en barco. La costa que recorre desde Portofino a La Spezia es una de las más bellas de Italia. Mítico litoral que ha sido fotografíado en decenas de películas y anuncios de televisión. Desde la perspectiva que da el mar se puede contemplar un paisaje de grandes crestas sobre las que se encaraman pueblecitos abigarrados de mil colores.
Caminar por las calles de Levanto es como detenerse en el pasado. El pueblecito de callejuelas estrechas y serpenteantes revela otra visión de su hermoso mar en cada esquina. Pero además reúne buenas muestras de arquitectura medieval, cuyos mayores exponentes son las murallas que acordonaban el casco histórico, el castillo y la Loggia o mercado. La historia se conserva a través de antiguos edificios religiosos y cívicos, así como de los museos que ofrecen un programa permanente para acercar al visitante a ese rico patrimonio. Dar un paseo por la Via dei Forni, con tiendas antiguas y villas aristocráticas, o visitar una exposición sobre el no tan lejano Levanto agrícola da una primera visión de lo que ha sido esta región italiana a lo largo de los siglos. Todavía se conservan parte de sus antiguas murallas y el castillo es del siglo XIII. La Iglesia de San Andrés, levantada en 1226 y ampliada en 1663, es un edificio con la fachada y el interior en el característico diseño bicolor a rayas, alternando bandas de mármol de Carrara y piedra negra local. Otro edificio religioso destacable es el Monasterio de las Clarisas, de principios del siglo XII. Y en el centro de Levanto, su Loggia, con una arcada y soportales. Es el corazón de la ciudad y data del siglo XIII.
A muy pocos kilómetros de Levanto se encuentra las Cinque Terre (los Cinco pueblos) una área protegida que engloba cinco localidades de la costa ligure italiana. En el año 1997 Le Cinque Terre fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad. Colgadas de promontorios a los largo de la costa, estas localidades brillan como mosaicos de colores entre el cielo y el mar. Excelentes destinos para disfrutar de sus playas y de largas caminatas por los senderos que conectan una a la otra. Se pueden visitar sin problemas en una sola jornada, pero es mucho más recomendable hacerlo pausadamente para contemplar con sosiego todos los encantos que ofrecen. Si se va a pasar unos días en la zona en temporada alta, podría ser difícil encontrar alojamiento a buen precio en cualquiera de estos pueblos, dado su gran popularidad turística. El que más hoteles concentra es Monterroso al Mare. Además de esta villa, los otros pueblos que forman las Cinque Terre son Vernazza, Manarola, Corniglia y Riomaggiore.
Unidos mediante una línea férrea que enlaza una localidad con otra, los pueblos de Le Cinque Terre se pueden recorrer fácilmente en tren de cercanías. Un billete que cubre toda la zona permite descubrirla en un solo día subiendo y bajando en las distintas estaciones. Hay muy pocos kilómetros entre una y otra, por lo que si se desea, también se puede hacer el recorrido a pie. Monterosso al Mare es el pueblo más grande y el primero -de norte a sur de la costa- de las cinco localidades que conforman Cinque Terre. Es también el más visitado, principalmente porque cuenta con la única playa de arena, dividida en privada y pública.
Vernazza. Desde la estación se recorre una callejuela angosta con casas coloridas y típicas de la región, para desembocar en su delicioso puerto. Merece la pena ascender por la larga escalinata que sube hasta la torre del castillo y disfrutar de las vistas.
Corniglia está en lo más alto de la costa, por lo que desde la estación de tren es un largo ascenso hasta el pueblo. Una vez arriba, no hay mejor premio que un recorrido con calma, admirando el mar desde semejante atalaya.
Manarola posee un centro historico pintoresco y muy dinámico. Su playa no tiene arena, es de piedra con una piscina natural de agua profunda junto al pueblo. Hay que recorrerla poco a poco, saborearla y disfrutar de una ciudad llena de colorido.
Riomaggiore. Numerosas casas de colores empinadas en la montaña se extienden desde lo alto hasta el mar. Desde su pequeño pero precioso embarcadero y su malecón se observa el pueblo con toda la belleza de una postal.
Entre los pueblos de Cinque Terre hay senderos que los conectan desde el interior o la propia costa. El más fácil y conocido de todos ellos es el llamado “Sendero del Amor”, (en italiano la Via dell’amore), que va desde Riomaggiore a Manarola por todo el litoral, con el mar como horizonte. Este sendero es el camino que en el pasado hacían los trabajadores de los ferrocarriles para moverse entre estos dos núcleos de población. Hasta ese momento la única vía de comunicación era difícil y casi inexistente, hasta el punto de que en cada localidad se habla un dialecto diferente de la lengua ligure. En poco tiempo este romántico camino excavado en la roca, entre la montaña y el mar, se convirtió en lugar de encuentro de parejas de enamorados, bautizándose como la Vía del Amor. Hoy es uno de los más frecuentados, por su belleza y su facilidad, ya que es completamente llano. Cualquier época del año es recomendable para recorrer este camino, sin prisas y recreándose en el paisaje. Un consejo añadido: hacerlo cuando el sol está cayendo. Los atardeceres son memorables desde este privilegiado emplazamiento.
A 18,7 km de Levanto, La Spezia es una ciudad totalmente orientada al mar y a su importante puerto. También es un buen lugar para establecer el punto de partida desde el que recorrer los alrededores: además de su buenas conexiones con la costa y el interior, es una ciudad con todos los servicios y más baratas que otras zonas del litoral. Hoy está en proceso de reforma urbanística cuyo objetivo es integrar el Arsenal Militar a la ciudad. No hay mejor distracción que perderse entre las calles peatonales para acabar en su paseo marítimo, desde el cual se pueden contemplar magníficas vistas del Golfo dei Poeti. También es recomendable una excursión por las colinas que circundan la ciudad y sobre las cuales se asientan los barrios más antiguos y pintorescos, como Biassa, Campiglia y Marinasco.
Inspiración y hogar para poetas como Shelley o Lord Byron el nombre de este bellísimo golfo es un homenaje a tan románticos escritores, que ensalzaron las virtudes de la ensenada donde se encuentran La Spezia, Lerici, Tellaro, Porto Venere, la Isola Palmaria, San Terenzo, y otras pequeñas aldeas sobre el mar, rodeadas de verdes colinas. Napoleón también cantó las maravillas de esta zona natural, pero como buen estratega supo ver también sus potencialidades militares. De hecho, en años posteriores se construyó aquí unas importantes instalaciones militares que aún se conservan. Desde entonces, la actividad marítima y naval (marina mercante, astilleros y, más recientemente, turismo de cruceros) se ha convertido en el motor económico y social del Golfo de La Spezia.
No hay que perderse este otro Parque Natural de 40 hectáreas que incluye un patrimonio ecológico de singular valor, hecho que le ha otorgado el mencionado título, y además reúne un patrimonio histórico y artístico excepcional, por el que ha sido declarado Patrimonio de la Unesco. Dentro del Parque está el promontorio de Porto Venere y las islas de Palmaria, Tino y Tinetto. Lugares todos ellos con una naturaleza casi intacta, con gran biodiversidad y cuyo paisaje agreste ofrece una apabullante belleza. El acceso a las islas se puede hacer gracias a un ferry que realiza la visita guiada.
Si la costa deja sin palabras, no menos hermosos son los valles interiores. Detrás del Golfo de los Poetas hasta los desfiladeros y montañas, se abre el profundo valle, Val di Vara. Un surco verde, largo y sinuoso, salpicado de antiguas aldeas y pueblos medievales ocultos en los bosques, como Varese Ligure, Pignone o Brugnato. Otro valle, la Val di Magra, ha sido apodado como "la tierra de los cien castillos" por sus numerosas fortalezas, sus iglesias y su magnífico patrimonio cultural escondido en Sarzana, Ameglia, Arcora, Vezzano Ligure...
¿Cómo llegar?
Por avión: Los aeropuertos internacionales más cercanos a Levanto son los de Génova (a 80 kilómetros) y Florencia (167 km). Numerosas compañías aéreas vuelan a estos dos destinos. Desde aquí se puede llegar a Levanto por carretera o en tren.
Información: aeropuerto de Génova: www.airport.genova.it. Aeropuerto de Florencia: www.aeroporto.firenze.it
En tren: Línea Torino-Genova-Roma con parada en Levanto. El tren Intercite va directo de la estación de Milano Centrale.
Los trenes interregionales entre Levanto y Cinque Terre salen cada hora con intervalos de cinco minutos. Los billetes tienen validez para 5, 10 o 20 km.
Más información: www.trenitalia.com Por carretera: autopista A12 Génova-Livorno, con salida a Carrodano-Levanto.