Presentación
Aunque se trata de un pueblo grande, más que de una ciudad, pues sólo tiene alrededor de 3.600 habitantes, Malcesine rebosa encanto por los cuatro costados. Está en la provincia de Verona, al norte de Italia, y uno de los rasgos más característicos de su centro urbano es el carácter medieval que destilan sus viejas calles y plazas, sus edificios históricos. Malcesine se emplaza a orillas del lago Garda, concretamente en su lado norte, lo que la convierte en uno de los destinos turísticos más señalados del país, ya que en verano son muchos los visitantes que se acercan hasta la zona atraídos por el entorno natural del lago y la posibilidad de practicar deportes al aire libre.
La localidad de Malcesine pertenece (de mayor a menor) a la región Veneto, a la provincia Verona y al distrito Malcesine.
La localidad de Malcesine tiene 3.748 habitantes (censo 2007). La altitud mínima es de 89 m, la altitud máxima es de 89 m, la altitud media es de 89 m.
El actual alcade de Malcesine es Valente Chincarini.
El gentilicio para los habitantes de Malcesine es malcesinesi. El nombre francés de la localidad es Malcesine, el nombre inglés de la localidad es Malcesine.
El Patrón de la localidad de Malcesine es san Benigno di Malcesine. La página web de Malcesine es http://www.comunemalcesine.it
Visitas destacadas
Es, sin duda, el edificio histórico más importante de la ciudad. Una impresionante fortaleza medieval que se alza sobre una elevación del terreno y que domina el paisaje de Malcesine. Aunque puede decirse que data del siglo III, época en la que pertenecía a la familia veronesa della Scala, existen indicios de que fue construido con anterioridad. Se cree que pudo ser edificado por los lombardos a mediados del primer milenio d. C. Además, en el interior de las murallas del castillo se encontraron restos de un enterramiento etrusco. Fue destruido y reconstruido varias veces a largo de la historia, hasta que pasó a formar parte del patrimonio de la familia della Scala, en el siglo XIII. Desde su magnífica torre se obtienen las mejores vistas de la ciudad y del lago, pero hay que tener cuidado con su campana, instalada allí desde 1442, y que repica con ensordecedor estruendo, por lo que es mejor no subir si va a sonar. Después de visitar el castillo, cita ineludible para el turista que pasa unos días en Malcesine, es posible entrar al Museo de Historia Natural que se alberga en su interior. Una curiosidad: en 1786 Goethe visitó la ciudad. Durante su estancia quedó tan impresionado por el castillo, que tomó notas e hizo bocetos para dibujarlo. El castillo Scaliger fue declarado Monumento Nacional en 1902.
Horario: del 1 de diciembre al 7 de enero, todos los días (excepto Navidad), de 9:30 a 16:00 h. Del 7 de enero hasta marzo, sábados y domingos, de 11:30 a 18:00 h. De marzo a noviembre, todos los días de 9:30 a 19:00h.
Malcesine cuenta con varias iglesias que merece la pena visitar. Una de las más destacadas, si no la más importante, es la iglesia de San Stefano, que está dedicada al santo patrono de la ciudad. Como está edificada en lo alto de un promontorio, es visible desde cualquier punto de la ciudad y también desde la misma orilla del lago. Las primeras noticias que se tienen de la existencia de esta iglesia datan del siglo IX, aunque las partes de estilo barroco del templo datan del siglo XVIII. El interior del templo contiene diversas obras artísticas muy interesantes, así como los altares de San Benigno y San Caro, de 1769, cuyos restos descansan en la iglesia, y el altar de la Virgen de los Siete Gozos, que data de 1771.
El Monte Baldo, la montaña que se alza imponente detrás del Castillo Scaliger, es uno de los alicientes por los que cientos de turistas se acercan hasta Malcesine, ya que se trata de un importante lugar para la práctica de un gran número de actividades y deportes al aire libre. Tiene 1.750 metros de altitud, y es uno de los montes más altos de la zona. En los alrededores de la ciudad, y con el Monte Baldo como centro de operaciones, puede practicarse ciclismo de montaña, senderismo, vuelo en parapente y un interminable repertorio de otras actividades lúdicas y deportivas. Y eso sólo en verano. En invierno, además, la zona cuenta con pistas de esquí para practicar los deportes de nieve. Desde la propia ciudad se puede acceder al Monte Baldo de forma fácil y sencilla, utilizando el teleférico giratorio desde el que se puede disfrutar de una vista panorámica completa de la zona. Solamente por estas increíbles vistas, ya merece la pena subir hasta el Monte Baldo en teleférico, lo que supone, además, una más que recomendable excursión. En la cumbre hay un interesante restaurante. Horarios de los trayectos: de 8:00 a 18:00, cada 30 minutos.
Localizado en el interior del Castillo Scaliger, el Museo de Historia Natural es uno de los lugares interesantes que visitar en la ciudad. Sobre todo, porque supone la mejor manera, sin duda, de descubrir las características de esta zona de Italia. El primitivo Museo de Historia Natural era un centro tradicional, dependiente del Museo de Historia Natural de Verona, en el que no faltaban las secciones habituales de Geología, Paleontología, Botánica, Zoología y Prehistoria. Durante la década de 1990 se inauguró toda una sección dedicada al Monte Baldo, en la que se celebraban exposiciones de especies de la fauna local, entre otras. En el año 2005 el Museo de Historia Natural fue revisado y entonces se determinó que había que reinterpretarlo y remodelarlo para conseguir un nuevo Museo de Historia Natural, que fuese más impresionante y llamativo para el visitante, sin abandonar el rigor y la exactitud que lo caracterizaba. Así, en mayo de 2008 nació el nuevo Museo de Historia Natural de Baldo y el Lago de Garda, que continúa ocupando parte de las instalaciones del Castillo Scaliger.
Es otro de los interesantes edificios históricos que pueden verse en Malcesine. Un increíble palacio construido a orillas del lago por la familia Della Scala a finales del siglo XIII y principios del XIV. Desgraciadamente, quedó destruido, a excepción de la estructura, por un incendio o un terremoto. Su entonces propietario era el veronés Francesco Mercanti. En 1477, el palacio fue reconstruido al estilo veneciano. Fue cambiando de dueños en varias ocasiones, hasta que en 1618 pasó a ser propiedad de la ciudad de Verona, quien pensaba utilizarlo como residencia para el funcionario que ostentase el cargo de Capitán del Lago. Más de dos siglos después, en el año 1854 la ciudad de Verona cedió el palacio a la ciudad de Malcesine, primero en parte y después, en 1897, de forma definitiva. Al igual que el Castillo Scaliger, el Palacio de los Capitanes fue declarado Monumento Nacional en 1902. Hoy alberga la biblioteca pública, y también se utiliza para la celebración de exposiciones y otros eventos culturales.
Situada a la orilla del lago que lleva su nombre, es una de las ciudades más turísticas de los alrededores, a 28 km. de Malcesine. Un lugar perfecto para los amantes de la naturaleza y la montaña. Algunas de las atracciones naturales que no puede perderse el visitante es la Rocca, un promontorio rocoso de unos 250 metros de altura en el que hubo una fortaleza en el siglo V, y que fue destruida después. Hoy es una zona maravillosa para practicar senderismo y estar en contacto con la naturaleza.
La villa de Bardolino es famosa por el estupendo vino que se elabora con las uvas cultivadas en las inmediaciones de la ciudad. Además, es otro de los varios enclaves turísticos que hay en el lago de Garda. Bardolino se localiza en la parte sur del lago, a 31 km. de Malcesine. Allí se encontraron vestigios de asentamientos prerromanos y romanos. Hoy es un típico pueblo de pescadores cuyos habitantes han vivido durante siglos dedicados a la elaboración del vino y del aceite de oliva. De hecho, en la pedanía de Cisano, cerca de Bardolino, está el Museo del Aceite de Oliva, en el que se hace un repaso del proceso de producción tradicional del oro líquido.
Otra de las ciudades turísticas del lago de Garda, a 29 km. de Malcesine, es Limone, situado en el lado noroeste del lago. Un pueblo asociado a los limones, tal y como su nombre hace pensar. Es el lugar perfecto para realizar una interesante excursión para conocer la naturaleza que rodea al lago. Los limoneros de la zona, responsables del nombre de la ciudad, fueron traídos hasta aquí por monjes que se establecieron en estas tierras en el siglo XIV. En los meses de verano se puede visitar el Museo del Limón.
Se trata de la segunda ciudad más grande de las que rodean el lago Garda, con sus cerca de 16.000 habitantes. A 18 km. de Malcesine, es una urbe de gran importancia histórica debido a su estratégica situación, que le permitía controlar la mitad norte del lago, así como las rutas comerciales que iban y venían atravesando los Alpes. En la ciudad no hay que perderse la Torre Apponale, del siglo XIII. Mide 34 metros de altura y durante la temporada estival se pueden subir sus 165 escalones hasta la parte más alta para disfrutar de las vistas. Arriba encontramos el Anzolim, una veleta con forma de angelito que es todo un símbolo de la ciudad.
¿Cómo llegar?
- Por carretera: es la forma más sencilla y definitiva de acercarse hasta Malcesine. Si se llega desde el oeste, lo mejor es tomar la autopista A4/E70, que une Venecia y Milán. Si se viene por el norte, hay que conducir por la autopista A22/E45 hasta la indicación de Lago di Garda Nord, llegar hasta Torbole, y después hasta Malcesine.
- En avión: si se viaja desde otros países más lejanos, lo más recomendable es llegar en avión. Se puede optar por varios aeropuertos. El Aeropuerto de Verona está a 86 km. de Malcesine. El de Bolzano, a 101 km. El Aeropuerto de Milán Linate, a 138 km. El Aeropuerto de Marco Polo, en Venecia, está a 181 km.
- En autobús: la ciudad está conectada por autobús con importantes ciudades italianas como Brescia, Verona o Trentino, entre otras.
- En tren: la estación de tren más cercana está en Rovereto, a 33 km. de Malcesine. Desde allí se puede tomar un autobús hasta la parte norte del lago. Otras dos estaciones de tren se localizan en las ciudades de Desenzano y Peschiera.
- En barco: existe la posibilidad de viajar de forma regular en barco o ferry entre las diferentes poblaciones que están a orillas del lago. La empresa Navigazione Laghi opera en la zona, ofreciendo servicio todo el año. - Transporte público y taxis: para conocer el centro de Malcesine no se necesita ningún medio de transporte, es posible hacerlo a pie. Pero si lo que se desea es moverse por la zona, no es aconsejable alquilar un coche, al menos en verano. Las vías de acceso a todas las ciudades y pueblos están repletas de otros vehículos y también de ciclistas, por lo que el conductor irá a parar de un atasco a otro. Malcesine se conecta con otros lugares de interés de los alrededores por líneas regulares de autobuses.
Presentación
Aunque se trata de un pueblo grande, más que de una ciudad, pues sólo tiene alrededor de 3.600 habitantes, Malcesine rebosa encanto por los cuatro costados. Está en la provincia de Verona, al norte de Italia, y uno de los rasgos más característicos de su centro urbano es el carácter medieval que destilan sus viejas calles y plazas, sus edificios históricos. Malcesine se emplaza a orillas del lago Garda, concretamente en su lado norte, lo que la convierte en uno de los destinos turísticos más señalados del país, ya que en verano son muchos los visitantes que se acercan hasta la zona atraídos por el entorno natural del lago y la posibilidad de practicar deportes al aire libre.
La localidad de Malcesine pertenece (de mayor a menor) a la región Veneto, a la provincia Verona y al distrito Malcesine.
La localidad de Malcesine tiene 3.748 habitantes (censo 2007). La altitud mínima es de 89 m, la altitud máxima es de 89 m, la altitud media es de 89 m.
El actual alcade de Malcesine es Valente Chincarini.
El gentilicio para los habitantes de Malcesine es malcesinesi. El nombre francés de la localidad es Malcesine, el nombre inglés de la localidad es Malcesine.
El Patrón de la localidad de Malcesine es san Benigno di Malcesine. La página web de Malcesine es http://www.comunemalcesine.it
Visitas destacadas
Es, sin duda, el edificio histórico más importante de la ciudad. Una impresionante fortaleza medieval que se alza sobre una elevación del terreno y que domina el paisaje de Malcesine. Aunque puede decirse que data del siglo III, época en la que pertenecía a la familia veronesa della Scala, existen indicios de que fue construido con anterioridad. Se cree que pudo ser edificado por los lombardos a mediados del primer milenio d. C. Además, en el interior de las murallas del castillo se encontraron restos de un enterramiento etrusco. Fue destruido y reconstruido varias veces a largo de la historia, hasta que pasó a formar parte del patrimonio de la familia della Scala, en el siglo XIII. Desde su magnífica torre se obtienen las mejores vistas de la ciudad y del lago, pero hay que tener cuidado con su campana, instalada allí desde 1442, y que repica con ensordecedor estruendo, por lo que es mejor no subir si va a sonar. Después de visitar el castillo, cita ineludible para el turista que pasa unos días en Malcesine, es posible entrar al Museo de Historia Natural que se alberga en su interior. Una curiosidad: en 1786 Goethe visitó la ciudad. Durante su estancia quedó tan impresionado por el castillo, que tomó notas e hizo bocetos para dibujarlo. El castillo Scaliger fue declarado Monumento Nacional en 1902.
Horario: del 1 de diciembre al 7 de enero, todos los días (excepto Navidad), de 9:30 a 16:00 h. Del 7 de enero hasta marzo, sábados y domingos, de 11:30 a 18:00 h. De marzo a noviembre, todos los días de 9:30 a 19:00h.
Malcesine cuenta con varias iglesias que merece la pena visitar. Una de las más destacadas, si no la más importante, es la iglesia de San Stefano, que está dedicada al santo patrono de la ciudad. Como está edificada en lo alto de un promontorio, es visible desde cualquier punto de la ciudad y también desde la misma orilla del lago. Las primeras noticias que se tienen de la existencia de esta iglesia datan del siglo IX, aunque las partes de estilo barroco del templo datan del siglo XVIII. El interior del templo contiene diversas obras artísticas muy interesantes, así como los altares de San Benigno y San Caro, de 1769, cuyos restos descansan en la iglesia, y el altar de la Virgen de los Siete Gozos, que data de 1771.
El Monte Baldo, la montaña que se alza imponente detrás del Castillo Scaliger, es uno de los alicientes por los que cientos de turistas se acercan hasta Malcesine, ya que se trata de un importante lugar para la práctica de un gran número de actividades y deportes al aire libre. Tiene 1.750 metros de altitud, y es uno de los montes más altos de la zona. En los alrededores de la ciudad, y con el Monte Baldo como centro de operaciones, puede practicarse ciclismo de montaña, senderismo, vuelo en parapente y un interminable repertorio de otras actividades lúdicas y deportivas. Y eso sólo en verano. En invierno, además, la zona cuenta con pistas de esquí para practicar los deportes de nieve. Desde la propia ciudad se puede acceder al Monte Baldo de forma fácil y sencilla, utilizando el teleférico giratorio desde el que se puede disfrutar de una vista panorámica completa de la zona. Solamente por estas increíbles vistas, ya merece la pena subir hasta el Monte Baldo en teleférico, lo que supone, además, una más que recomendable excursión. En la cumbre hay un interesante restaurante. Horarios de los trayectos: de 8:00 a 18:00, cada 30 minutos.
Localizado en el interior del Castillo Scaliger, el Museo de Historia Natural es uno de los lugares interesantes que visitar en la ciudad. Sobre todo, porque supone la mejor manera, sin duda, de descubrir las características de esta zona de Italia. El primitivo Museo de Historia Natural era un centro tradicional, dependiente del Museo de Historia Natural de Verona, en el que no faltaban las secciones habituales de Geología, Paleontología, Botánica, Zoología y Prehistoria. Durante la década de 1990 se inauguró toda una sección dedicada al Monte Baldo, en la que se celebraban exposiciones de especies de la fauna local, entre otras. En el año 2005 el Museo de Historia Natural fue revisado y entonces se determinó que había que reinterpretarlo y remodelarlo para conseguir un nuevo Museo de Historia Natural, que fuese más impresionante y llamativo para el visitante, sin abandonar el rigor y la exactitud que lo caracterizaba. Así, en mayo de 2008 nació el nuevo Museo de Historia Natural de Baldo y el Lago de Garda, que continúa ocupando parte de las instalaciones del Castillo Scaliger.
Es otro de los interesantes edificios históricos que pueden verse en Malcesine. Un increíble palacio construido a orillas del lago por la familia Della Scala a finales del siglo XIII y principios del XIV. Desgraciadamente, quedó destruido, a excepción de la estructura, por un incendio o un terremoto. Su entonces propietario era el veronés Francesco Mercanti. En 1477, el palacio fue reconstruido al estilo veneciano. Fue cambiando de dueños en varias ocasiones, hasta que en 1618 pasó a ser propiedad de la ciudad de Verona, quien pensaba utilizarlo como residencia para el funcionario que ostentase el cargo de Capitán del Lago. Más de dos siglos después, en el año 1854 la ciudad de Verona cedió el palacio a la ciudad de Malcesine, primero en parte y después, en 1897, de forma definitiva. Al igual que el Castillo Scaliger, el Palacio de los Capitanes fue declarado Monumento Nacional en 1902. Hoy alberga la biblioteca pública, y también se utiliza para la celebración de exposiciones y otros eventos culturales.
Situada a la orilla del lago que lleva su nombre, es una de las ciudades más turísticas de los alrededores, a 28 km. de Malcesine. Un lugar perfecto para los amantes de la naturaleza y la montaña. Algunas de las atracciones naturales que no puede perderse el visitante es la Rocca, un promontorio rocoso de unos 250 metros de altura en el que hubo una fortaleza en el siglo V, y que fue destruida después. Hoy es una zona maravillosa para practicar senderismo y estar en contacto con la naturaleza.
La villa de Bardolino es famosa por el estupendo vino que se elabora con las uvas cultivadas en las inmediaciones de la ciudad. Además, es otro de los varios enclaves turísticos que hay en el lago de Garda. Bardolino se localiza en la parte sur del lago, a 31 km. de Malcesine. Allí se encontraron vestigios de asentamientos prerromanos y romanos. Hoy es un típico pueblo de pescadores cuyos habitantes han vivido durante siglos dedicados a la elaboración del vino y del aceite de oliva. De hecho, en la pedanía de Cisano, cerca de Bardolino, está el Museo del Aceite de Oliva, en el que se hace un repaso del proceso de producción tradicional del oro líquido.
Otra de las ciudades turísticas del lago de Garda, a 29 km. de Malcesine, es Limone, situado en el lado noroeste del lago. Un pueblo asociado a los limones, tal y como su nombre hace pensar. Es el lugar perfecto para realizar una interesante excursión para conocer la naturaleza que rodea al lago. Los limoneros de la zona, responsables del nombre de la ciudad, fueron traídos hasta aquí por monjes que se establecieron en estas tierras en el siglo XIV. En los meses de verano se puede visitar el Museo del Limón.
Se trata de la segunda ciudad más grande de las que rodean el lago Garda, con sus cerca de 16.000 habitantes. A 18 km. de Malcesine, es una urbe de gran importancia histórica debido a su estratégica situación, que le permitía controlar la mitad norte del lago, así como las rutas comerciales que iban y venían atravesando los Alpes. En la ciudad no hay que perderse la Torre Apponale, del siglo XIII. Mide 34 metros de altura y durante la temporada estival se pueden subir sus 165 escalones hasta la parte más alta para disfrutar de las vistas. Arriba encontramos el Anzolim, una veleta con forma de angelito que es todo un símbolo de la ciudad.
¿Cómo llegar?
- Por carretera: es la forma más sencilla y definitiva de acercarse hasta Malcesine. Si se llega desde el oeste, lo mejor es tomar la autopista A4/E70, que une Venecia y Milán. Si se viene por el norte, hay que conducir por la autopista A22/E45 hasta la indicación de Lago di Garda Nord, llegar hasta Torbole, y después hasta Malcesine.
- En avión: si se viaja desde otros países más lejanos, lo más recomendable es llegar en avión. Se puede optar por varios aeropuertos. El Aeropuerto de Verona está a 86 km. de Malcesine. El de Bolzano, a 101 km. El Aeropuerto de Milán Linate, a 138 km. El Aeropuerto de Marco Polo, en Venecia, está a 181 km.
- En autobús: la ciudad está conectada por autobús con importantes ciudades italianas como Brescia, Verona o Trentino, entre otras.
- En tren: la estación de tren más cercana está en Rovereto, a 33 km. de Malcesine. Desde allí se puede tomar un autobús hasta la parte norte del lago. Otras dos estaciones de tren se localizan en las ciudades de Desenzano y Peschiera.
- En barco: existe la posibilidad de viajar de forma regular en barco o ferry entre las diferentes poblaciones que están a orillas del lago. La empresa Navigazione Laghi opera en la zona, ofreciendo servicio todo el año. - Transporte público y taxis: para conocer el centro de Malcesine no se necesita ningún medio de transporte, es posible hacerlo a pie. Pero si lo que se desea es moverse por la zona, no es aconsejable alquilar un coche, al menos en verano. Las vías de acceso a todas las ciudades y pueblos están repletas de otros vehículos y también de ciclistas, por lo que el conductor irá a parar de un atasco a otro. Malcesine se conecta con otros lugares de interés de los alrededores por líneas regulares de autobuses.