Presentación
Tranquilidad y relax, un entorno natural único y un emplazamiento estratégico, bien comunicado con las cercanos “centros del arte” italianos. Todo esto ofrece la ciudad- balneario de Montecatini Terme, situada en el centro de la Toscana, en la provincia de Pistoia. Este distrito está formado por varios pueblos, encontrándose los más conocidos en el Valle de Nièvole. Sobre una de las colinas se alza la primitiva localidad, de origen medieval. Todos los municipios tienen una larga tradición turística debido a sus aguas termales, pero Montecatini es uno de los más representativos. No se puede considerar un simple resort, es mucho más que eso. Se trata de una ciudad con 21.038 habitantes y una oferta hotelera de primera categoría, por la que han pasado ilustres visitantes. Al atractivo de sus baños termales, se suma un paisaje típicamente mediterráneo y la posibilidad de conocer lo mejor del arte italiano sin desplazarse muchos kilómetros, ya que muy cerca se encuentran las grandes ciudades del arte: la acogedora Lucca, la apabullante Florencia y sus hermanas menores pero no menos interesantes, Siena y Pisa.
La localidad de Montecatini-Terme pertenece (de mayor a menor) a la región Toscana, a la provincia Pistoia y al distrito Montecatini-Terme.
La localidad de Montecatini-Terme cubre 17 km², tiene 20.024 habitantes (censo 2001) y una densidad de 1.177,88 habitantes por km². La altitud media es de 29 m.
El actual alcade de Montecatini-Terme es Giuseppe Bellandi.
El gentilicio para los habitantes de Montecatini-Terme es Montecatinesi. El nombre inglés de la localidad es Montecatini Terme.
Visitas destacadas
El gran desarrollo de Montecatini como ciudad balneario comenzó a principios del siglo XX. Lo que era una aldea de montaña se convirtió en la ciudad de Bagni de Montecatini, nombre que se sustituyó posteriormente por el actual. La elegancia señorial de Montecatini da idea de su fama como centro termal. Aunque desde el Renacimiento se conocían las virtudes de sus aguas, fue partir de 1900 cuando el lugar se puso de moda entre muchos personajes de la época que pasaban aquí largas temporadas. Montecatini Terme ha sido frecuentada por grandes músicos, pintores o escritores como Giuseppe Verdi, Pietro Mascagni Ruggero, Leoncavallo, o Luigi Pirandello, por poner solo algunos ejemplos. Pero la consagración definitiva de la ciudad vendría de la mano del gran modisto Christian Dior, que fijó en este centro toscano su residencia vacacional y que murió en él el 24 de octubre de 1957. Concretamente en el Grand Hotel & La Pace. Aunque las primeras instalaciones se remontan a los siglos XVI y XVII, entre los años 1765 y 1784 el gran duque Pietro Leopolo I hizo construir las Termas Leopoldinas. Las fuentes de agua sulfato-alcalinas y los lujosos spas siguen siendo en la actualidad una de las principales atracciones de Italia.
Montecatini concentra en su centro histórico un bello conjunto arquitectónico típico del siglo XX. El Parque de las Termas incluye, además de las mencionadas Leopoldinas, las del Tetttucio, de estilo belle Époque y con frescos de Giulio Bargellini, las Excelsior, de estilo Liberty, Regina y Rinfresco. En todas ellas se pueden disfrutar de tratamientos terapéuticos y de belleza completos. Otros edificios destacable son la Palazzina Regia, el Grand Hotel La Pace, ya mencionado, y el Kursaal. El Palazzo Comunale es el ayuntamiento de Montecatini Terme, una construcción clásica de estilo renacentista, cuyo autor es el arquitecto Raffaello Brizzi. En el interior, elaborados ventanales adornan un atrio de tres arcadas que hace las veces de loggia. Y en el primer nivel de los tres se puede ver los frescos del techo pintados por Galileo Chini, en estilo Liberty. También se puede admirar un cuadro del pintor mallorquín Joan Miró donado por el artista, que luce en el salón del Consejo. En el viale Diaz se halla la Academia de Arte y en un anexo, un pequeño museo con obras modernas y contemporáneas.
Además de sus baños, otra seña de identidad de Montecatini es su antiguo funicular, construido en 1898. En la época en la que se inauguró, el “Fonicolare” constituía todo un adelanto técnico. Hoy los dos trenes -de nombre Gigio y Gigia- hacen un trayecto de algo más de un kilómetro. Un paseo para llegar hasta arriba de la colina donde se encuentra enclavado Montecatini Alto. Pintados en un vibrante color rojo, los trenecillos ofrecen una panorámica maravillosa de esta ciudad señorial. También es recomendable un paseo por el Parco di Pinocchio di Collodi. Se puede visitar todos los días de 8 a 17 horas y está en el mismo distrito de Terme de Montecatini. Este municipio fue el pueblo natal de la madre de Carlo Lorenzini, el autor del cuento de Pinocho, y de ahí que el parque esté dedicado a este personaje de fábula. El lugar no es un centro de atracciones, como pudiera pensarse. Se trata de un agradable bosque que lleva por un recorrido literario a través del cuento, y que va narrándose mediante mosaicos, edificios y estatuas. Ideal para ir con niños y pasar una tarde divertida, porque, además, hay programas de actividades infantiles, títeres, etc.
Es el nombre del pueblo medieval originario, situado en lo alto de la colina frente a la ciudad-balneario. De ahí su apelativo, Montecatini Alto. Se trata de un delicioso conjunto de casas asomado a Valdinievole, desde el que se obtiene una inmejorable vista del paisaje toscano. Fue desplazado a “segundón” cuando Montecatini Terme empezó a crecer, pero su belleza y encanto bien merecen una visita. Se puede llegar hasta allí a pie, si se tienen ganas suficientes para subir la montaña, ya que el desnivel es elevado, o también por carretera. Pero lo más fácil y aconsejable es hacerlo en el funicular, que tarda apenas diez minutos y resulta de lo más divertido, especialmente si se va con niños. En Montecatini Alto hay numerosas tiendas, un casco antiguo animado, con la céntrica plaza Giusti llena de cafés, bares y restaurantes donde desgustar la rica cocina local. Desde este punto se puede subir a visitar las ruinas de la Rocca (la fortaleza) y muy cerca hay una iglesia prebostal con una torre de campanario de estilo románico. También aquí se encuentra la gruta Maoní, con interesantes formaciones calizas.
Si algo caracteriza esta región de Italia es su legado artístico. Es el más rico de toda la península y tiene los mejores ejemplos a muy pocos kilómetros de distancia de Montecatini Terme. Uno de ellos es la Villa Bellavista, típica construcción toscana. Un palacete con un precioso jardín, que se halla cerca Buggiano. Se puede visitar de lunes a viernes. El aspecto actual data de fecha posterior a 1673, año en que fue comprada por el marqués Francesco Feroni al gran duque Cósimo III. En la época de su máximo esplendor fue considerada como el edificio más bello de Italia después de la Reggia de Caserta. Además, su jardín renacentista cuenta con un lago central y una avenida de estatuas que nos transporta a tiempos pasados.
Mención aparte merecen las ciudades de Lucca, el pequeño tesoro de La Toscana; Pisa, centro universitario que ofrece mucho más que su archiconocida torre. Siena, con su maravillosa Piazza del Campo, Arezzo, o gran Florencia, el más bello rincón de Italia a decir de muchos. Numerosas agencias de viaje ofrecen interesantes visitas guiadas para conocer todos los tesoros que esconden.
Para quien disfrute con la botánica, una visita muy interesante y aromática es la del jardín de cítricos, situado en Pescia, la ciudad de las flores. Es uno de los más importantes de Italia, ya que reúne una cifra superior a doscientas ejemplares de árboles de distintas variedades: limoneros, naranjos, mandarinos, pomelos... En la visita se pueden degustar productos elaborados con estos frutos. El jardín del Bonsai, en el mismo municipio, en un museo que exhibe una completa selección de pequeños ejemplares, muchos de ellos superan los cien y doscientos años.
Si el norte de la Toscana es montañoso y verde, un verdadero paraíso del senderismo, con pueblos amurallados y valles pronunciados para recorrer a pie. El sur de la región es suave y apacible. Con olivos centenarios, cipreses y viñedos, muchos viñedos. Desde Montecatini Terme se pueden realizar diversas excursiones a las tierras del vino y visitar las bodegas donde se elaboran los vinos italianos, primeros que consiguieron su Denominación de Origen Controlada y Garantizada (DOCG). Además del famoso Chianti, otros cinco vinos ostentan el sello de garantía.
Club de golf, teatros, mercados y muchos restaurantes y bares de copas, además de una amplia programación de espectáculos como conciertos, ferias y festivales hacen de esa ciudad un lugar muy apetecible, que cubre una gran oferta de ocio. Para los más pequeños hay un parque temático llamado Termeland, con atracciones diversas destinadas a niños de todas las edades. También se pueden celebrar fiestas de cumpleaños. No es necesario pagar entrada, solo se abonan las atracciones que se disfruten. Una buena alternativa para divertirse en familia.
¿Cómo estar en Italia y no aprovechar para hacer shopping? Es casi imposible sustraerse a las tentaciones que ofrece la zona comercial en Montecatini Terme. En unas cuantas calles se concentran las firmas de alta costura más prestigiosas del mundo, tanto a nivel nacional como internacional. Por algo este centro vacacional siempre tuvo fama de atraer a la créme de la créme del mundo del glamour. Armani, Valentino, Kelvin Kline… ¿Quién da más? Perderse en este paraíso de las compras es una aventura fascinante. Eso sí, de la tarjeta de crédito pueden saltar chispas.
¿Cómo llegar?
En avión: A Montecatini Terme se puede llegar desde el aeropuerto Galilelo Galilei, de Pisa, a 62 km de distancia (unos 40 minutos en coche). www.pisa-aierport.com
El aeropuerto Amerigo Vespucci, en Florencia, está a 2 km (unos 28 minutos en coche). www.aeroporto.firenze.it
En tren: Servicios frecuentes para Pisa, Florencia y otras ciudades cercanas. Durante el día los trenes de Florencia (Santa María Novella) salen a Montecatini Centro cada 30 minutos.
Los diurnos de Pisa Centro salen a Montecatini Centro cada 60 minutos. No hay tren directo desde Pisa, se debe hacer transbordo en Lucca o Viareggio.
El billete se puede comprar en las agencias de viaje o en la misma estación. Si se quiere comprar por adelantado, consultar http://www.trenitalia.com.
Presentación
Tranquilidad y relax, un entorno natural único y un emplazamiento estratégico, bien comunicado con las cercanos “centros del arte” italianos. Todo esto ofrece la ciudad- balneario de Montecatini Terme, situada en el centro de la Toscana, en la provincia de Pistoia. Este distrito está formado por varios pueblos, encontrándose los más conocidos en el Valle de Nièvole. Sobre una de las colinas se alza la primitiva localidad, de origen medieval. Todos los municipios tienen una larga tradición turística debido a sus aguas termales, pero Montecatini es uno de los más representativos. No se puede considerar un simple resort, es mucho más que eso. Se trata de una ciudad con 21.038 habitantes y una oferta hotelera de primera categoría, por la que han pasado ilustres visitantes. Al atractivo de sus baños termales, se suma un paisaje típicamente mediterráneo y la posibilidad de conocer lo mejor del arte italiano sin desplazarse muchos kilómetros, ya que muy cerca se encuentran las grandes ciudades del arte: la acogedora Lucca, la apabullante Florencia y sus hermanas menores pero no menos interesantes, Siena y Pisa.
La localidad de Montecatini-Terme pertenece (de mayor a menor) a la región Toscana, a la provincia Pistoia y al distrito Montecatini-Terme.
La localidad de Montecatini-Terme cubre 17 km², tiene 20.024 habitantes (censo 2001) y una densidad de 1.177,88 habitantes por km². La altitud media es de 29 m.
El actual alcade de Montecatini-Terme es Giuseppe Bellandi.
El gentilicio para los habitantes de Montecatini-Terme es Montecatinesi. El nombre inglés de la localidad es Montecatini Terme.
Visitas destacadas
El gran desarrollo de Montecatini como ciudad balneario comenzó a principios del siglo XX. Lo que era una aldea de montaña se convirtió en la ciudad de Bagni de Montecatini, nombre que se sustituyó posteriormente por el actual. La elegancia señorial de Montecatini da idea de su fama como centro termal. Aunque desde el Renacimiento se conocían las virtudes de sus aguas, fue partir de 1900 cuando el lugar se puso de moda entre muchos personajes de la época que pasaban aquí largas temporadas. Montecatini Terme ha sido frecuentada por grandes músicos, pintores o escritores como Giuseppe Verdi, Pietro Mascagni Ruggero, Leoncavallo, o Luigi Pirandello, por poner solo algunos ejemplos. Pero la consagración definitiva de la ciudad vendría de la mano del gran modisto Christian Dior, que fijó en este centro toscano su residencia vacacional y que murió en él el 24 de octubre de 1957. Concretamente en el Grand Hotel & La Pace. Aunque las primeras instalaciones se remontan a los siglos XVI y XVII, entre los años 1765 y 1784 el gran duque Pietro Leopolo I hizo construir las Termas Leopoldinas. Las fuentes de agua sulfato-alcalinas y los lujosos spas siguen siendo en la actualidad una de las principales atracciones de Italia.
Montecatini concentra en su centro histórico un bello conjunto arquitectónico típico del siglo XX. El Parque de las Termas incluye, además de las mencionadas Leopoldinas, las del Tetttucio, de estilo belle Époque y con frescos de Giulio Bargellini, las Excelsior, de estilo Liberty, Regina y Rinfresco. En todas ellas se pueden disfrutar de tratamientos terapéuticos y de belleza completos. Otros edificios destacable son la Palazzina Regia, el Grand Hotel La Pace, ya mencionado, y el Kursaal. El Palazzo Comunale es el ayuntamiento de Montecatini Terme, una construcción clásica de estilo renacentista, cuyo autor es el arquitecto Raffaello Brizzi. En el interior, elaborados ventanales adornan un atrio de tres arcadas que hace las veces de loggia. Y en el primer nivel de los tres se puede ver los frescos del techo pintados por Galileo Chini, en estilo Liberty. También se puede admirar un cuadro del pintor mallorquín Joan Miró donado por el artista, que luce en el salón del Consejo. En el viale Diaz se halla la Academia de Arte y en un anexo, un pequeño museo con obras modernas y contemporáneas.
Además de sus baños, otra seña de identidad de Montecatini es su antiguo funicular, construido en 1898. En la época en la que se inauguró, el “Fonicolare” constituía todo un adelanto técnico. Hoy los dos trenes -de nombre Gigio y Gigia- hacen un trayecto de algo más de un kilómetro. Un paseo para llegar hasta arriba de la colina donde se encuentra enclavado Montecatini Alto. Pintados en un vibrante color rojo, los trenecillos ofrecen una panorámica maravillosa de esta ciudad señorial. También es recomendable un paseo por el Parco di Pinocchio di Collodi. Se puede visitar todos los días de 8 a 17 horas y está en el mismo distrito de Terme de Montecatini. Este municipio fue el pueblo natal de la madre de Carlo Lorenzini, el autor del cuento de Pinocho, y de ahí que el parque esté dedicado a este personaje de fábula. El lugar no es un centro de atracciones, como pudiera pensarse. Se trata de un agradable bosque que lleva por un recorrido literario a través del cuento, y que va narrándose mediante mosaicos, edificios y estatuas. Ideal para ir con niños y pasar una tarde divertida, porque, además, hay programas de actividades infantiles, títeres, etc.
Es el nombre del pueblo medieval originario, situado en lo alto de la colina frente a la ciudad-balneario. De ahí su apelativo, Montecatini Alto. Se trata de un delicioso conjunto de casas asomado a Valdinievole, desde el que se obtiene una inmejorable vista del paisaje toscano. Fue desplazado a “segundón” cuando Montecatini Terme empezó a crecer, pero su belleza y encanto bien merecen una visita. Se puede llegar hasta allí a pie, si se tienen ganas suficientes para subir la montaña, ya que el desnivel es elevado, o también por carretera. Pero lo más fácil y aconsejable es hacerlo en el funicular, que tarda apenas diez minutos y resulta de lo más divertido, especialmente si se va con niños. En Montecatini Alto hay numerosas tiendas, un casco antiguo animado, con la céntrica plaza Giusti llena de cafés, bares y restaurantes donde desgustar la rica cocina local. Desde este punto se puede subir a visitar las ruinas de la Rocca (la fortaleza) y muy cerca hay una iglesia prebostal con una torre de campanario de estilo románico. También aquí se encuentra la gruta Maoní, con interesantes formaciones calizas.
Si algo caracteriza esta región de Italia es su legado artístico. Es el más rico de toda la península y tiene los mejores ejemplos a muy pocos kilómetros de distancia de Montecatini Terme. Uno de ellos es la Villa Bellavista, típica construcción toscana. Un palacete con un precioso jardín, que se halla cerca Buggiano. Se puede visitar de lunes a viernes. El aspecto actual data de fecha posterior a 1673, año en que fue comprada por el marqués Francesco Feroni al gran duque Cósimo III. En la época de su máximo esplendor fue considerada como el edificio más bello de Italia después de la Reggia de Caserta. Además, su jardín renacentista cuenta con un lago central y una avenida de estatuas que nos transporta a tiempos pasados.
Mención aparte merecen las ciudades de Lucca, el pequeño tesoro de La Toscana; Pisa, centro universitario que ofrece mucho más que su archiconocida torre. Siena, con su maravillosa Piazza del Campo, Arezzo, o gran Florencia, el más bello rincón de Italia a decir de muchos. Numerosas agencias de viaje ofrecen interesantes visitas guiadas para conocer todos los tesoros que esconden.
Para quien disfrute con la botánica, una visita muy interesante y aromática es la del jardín de cítricos, situado en Pescia, la ciudad de las flores. Es uno de los más importantes de Italia, ya que reúne una cifra superior a doscientas ejemplares de árboles de distintas variedades: limoneros, naranjos, mandarinos, pomelos... En la visita se pueden degustar productos elaborados con estos frutos. El jardín del Bonsai, en el mismo municipio, en un museo que exhibe una completa selección de pequeños ejemplares, muchos de ellos superan los cien y doscientos años.
Si el norte de la Toscana es montañoso y verde, un verdadero paraíso del senderismo, con pueblos amurallados y valles pronunciados para recorrer a pie. El sur de la región es suave y apacible. Con olivos centenarios, cipreses y viñedos, muchos viñedos. Desde Montecatini Terme se pueden realizar diversas excursiones a las tierras del vino y visitar las bodegas donde se elaboran los vinos italianos, primeros que consiguieron su Denominación de Origen Controlada y Garantizada (DOCG). Además del famoso Chianti, otros cinco vinos ostentan el sello de garantía.
Club de golf, teatros, mercados y muchos restaurantes y bares de copas, además de una amplia programación de espectáculos como conciertos, ferias y festivales hacen de esa ciudad un lugar muy apetecible, que cubre una gran oferta de ocio. Para los más pequeños hay un parque temático llamado Termeland, con atracciones diversas destinadas a niños de todas las edades. También se pueden celebrar fiestas de cumpleaños. No es necesario pagar entrada, solo se abonan las atracciones que se disfruten. Una buena alternativa para divertirse en familia.
¿Cómo estar en Italia y no aprovechar para hacer shopping? Es casi imposible sustraerse a las tentaciones que ofrece la zona comercial en Montecatini Terme. En unas cuantas calles se concentran las firmas de alta costura más prestigiosas del mundo, tanto a nivel nacional como internacional. Por algo este centro vacacional siempre tuvo fama de atraer a la créme de la créme del mundo del glamour. Armani, Valentino, Kelvin Kline… ¿Quién da más? Perderse en este paraíso de las compras es una aventura fascinante. Eso sí, de la tarjeta de crédito pueden saltar chispas.
¿Cómo llegar?
En avión: A Montecatini Terme se puede llegar desde el aeropuerto Galilelo Galilei, de Pisa, a 62 km de distancia (unos 40 minutos en coche). www.pisa-aierport.com
El aeropuerto Amerigo Vespucci, en Florencia, está a 2 km (unos 28 minutos en coche). www.aeroporto.firenze.it
En tren: Servicios frecuentes para Pisa, Florencia y otras ciudades cercanas. Durante el día los trenes de Florencia (Santa María Novella) salen a Montecatini Centro cada 30 minutos.
Los diurnos de Pisa Centro salen a Montecatini Centro cada 60 minutos. No hay tren directo desde Pisa, se debe hacer transbordo en Lucca o Viareggio.
El billete se puede comprar en las agencias de viaje o en la misma estación. Si se quiere comprar por adelantado, consultar http://www.trenitalia.com.