Presentación
La ciudad de Monza está situada en el río Lambro, un afluente del río Po. La ciudad está situada al norte de Italia, en la región de Lombardía, a solo 15 kilómetros de Milán. Mucho tiempo atrás, Monza perteneció a la provincia de Milán pero en el año 2009 la ciudad fue designada como capital de una provincia recién creada: Monza y Brianza.
Las relaciones entre Monza y Milán han sido complejas y ambiguas a lo largo de la historia. Por un lado, la proximidad física de Monza a una ciudad mucho más grande casi la hizo naturalmente dependiente de ella. Por otro lado, Monza es una antigua ciudad que se remonta a la edad temprana del siglo III aC y, como tal, fue muy ansiada y luchada para obtener su independencia y soberanía. A día de hoy, la ciudad de Monza, cuya población de casi 120.000 personas la convierte en la cuarta ciudad más grande de Lombardía, puede sentirse finalmente satisfecha: una antigua hermana pequeña alcanzó su deseado estatus de compañera capital.
La localidad de Monza pertenece (de mayor a menor) a la región Lombardia, a la provincia Monza e della Brianza y al distrito Monza.
La localidad de Monza tiene 122.712 habitantes (censo 2009). La altitud mínima es de 162 m, la altitud máxima es de 162 m, la altitud media es de 162 m.
El actual alcade de Monza es Roberto Scanagatti para el período 2012-2017.
El gentilicio para los habitantes de Monza es monzesi/munsciasch. El nombre francés de la localidad es Monza, el nombre inglés de la localidad es Monza.
El Patrón de la localidad de Monza es San Juan Bautista. La página web de Monza es http://www.comune.monza.it
Visitas destacadas
Los automóviles podrían no ser tan útiles en Monza en la mayoría de ocasiones pero hay un fin de semana al año y un lugar cerca de Monza donde los coches (coches muy particulares) lo son todo. Porque sea como sea la ciudad, ante todo y en primer lugar es una ciudad de acogida para las carreras de Formula 1 (y un antiguo hogar para el equipo de carreras Alfa-Romeo). Para entender lo importante que son para la ciudad las carreras en cuestión, debemos considerar los siguientes hechos: Autodromo Nazionale Monza donde tiene lugar el Grand Prix italiano de Fórmula 1 cada año y que acoge a 137.000 espectadores, que son más personas que la población total de la ciudad; y Parko di Monza, (donde se sitúa la pista) es dos veces más grande que el famoso Central Park de Nueva York. Todo lo que hay en Monza (y mucho de lo que hay en Milán) gira en torno a la Fórmula 1 durante ese fin de semana y no es de extrañar que durante los tres días de carreras se organice un servicio de transporte especial para llevar a los espectadores a la zona de carreras desde la estación central de Milán.
Dedicada al deporte de carreras y orgullosa de su pista de carreras, Monza cuenta aún con más atractivos tradicionales. Situada en Italia, un país donde el catolicismo está muy arraigado, en la ciudad abundan las iglesias. Por lo menos, la más respetada de todas es la Duomo di Monza, traducido al español como la Catedral Monza. En muchos casos la traducción es la correcta pero no en este, ya que Monza de hecho no cuenta con un alto asiento episcopal, sino que siempre ha formado parte de la Diócesis de Milán. Es por ello por lo que la otra traducción (la Basílica de San Juan Bautista) es más precisa. Existen varias peculiaridades con respecto a la basílica. Según la leyenda, es la responsable del nombre original latino de Monza (Modoetia) que consta de dos palabras latinas "modo" (ahora) y "etiam" (sí). Otra característica notable es su fachada frontal que combina dos estilos arquitectónicos: su estructura es románica pero su decoración es gótica.
Y eso no es todo, la "Duomo" definitivamente ha sido un trabajo en progreso durante siglos porque su interior es predominantemente barroco. La parte más famosa de la Basílica es sin duda la capilla de la reina Teodolinda.
Aunque la Capilla de Teodolinda es la parte más importante de la Basílica, la posesión más importante de la Basílica es un objeto único conocido como la Corona de Hierro de Lombardía. La corona consiste de 6 segmentos de oro batido y 22 piedras preciosas en forma de cruces y flores pero es su parte central (una banda de hierro) la que le da su nombre. La leyenda cuenta que el hierro fue batido de un clavo de la Vera Cruz encontrada por Santa Elena, la madre del Emperador Constantino, durante su peregrinaje a Tierra Santa. Sacó los tornillos de la corona y los envió a su hijo que los utilizó con distintos propósitos, ambos decorativos y diplomáticos. Como resultado de esto último, varias partes de los clavos terminaron en manos de gobernantes y gente importante de la época. Uno de esos personajes fue la reina (entonces princesa) Teodolinda a la cual le incorporaron uno de estos clavos en su corona convirtiéndola en uno de los símbolos de poder real más importantes de la cristiandad. Más adelante, donó su corona a la iglesia colocando la Basílica en Monza. La elección de la Basílica como guardiana de la corona todavía aumenta más la importancia de Monza en el reino de Lombardía y más allá.
Teniendo en cuenta lo anterior, no es de extrañar que la fe y la religión hayan prosperado siempre en Monza. El centro histórico de la ciudad está lleno de iglesias medievales, entre ellas la Iglesia de Santa Maria al Carrobiolo del siglo XVI, la iglesia de San Pietro Martire y el Oratorio de San Gregorio del siglo XVII. La iglesia de Santa Maria delle Grazie, del siglo XV, se encuentra separada del resto debido a su nombre, aunque es mucho menos conocida que su homónima en Milán, donde se exhibe la obra maestra de Leonardo da Vinci "La última cena". Las siguientes dos iglesias son interesantes por contraste. Una de ellas, Santa Maria in Strada, está situada también en el centro de la ciudad y proporciona un ejemplo de una iglesia típica medieval construida a lo largo de los siglos. Su construcción empezó a mediados del siglo XIV y se sucedieron después varias adhesiones y restauraciones casi a lo largo de finales del siglo XIX. La Iglesia del Sagrado Corazón tiene un nombre igual de tradicional, pero su historia real es muy distinta. Está situada en Triante, un barrio de Monza y fue construida al estilo neoclásico en los años 1930 para satisfacer la creciente necesidad de la población local en un lugar de nave de guerra.
Aunque es de esperar que en una ciudad como Monza abunden las iglesias, la palabra "villas" no viene directamente a la mente y sin embargo tiene mucho sentido: reyes y gobernantes deben vivir en algún lugar y vivir en comodidad. De las 9 villas de Monza, la más famosa es Villa Reale construida entre 1777 y 1780 por el archiduque Fernando de Austria (en aquella época, Lombardía formaba parte del imperio austríaco). Era una espléndida finca en la que, aparte de un conjunto tradicional de habitaciones y construcciones tales como por ejemplo capillas y establos) incluía su propio invernadero e incluso un teatro. Una parte importante del complejo de la villa fue el Jardín Real diseñado por el arquitecto Jiuseppe Piermarini como jardín típico inglés. El residente más famoso de la villa, así como el más trágico, fue Humberto I, un rey italiano de finales del siglo XIX. El rey Humberto y la reina, Margarita de Saboya, vivieron en la villa durante 22 años, antes de que el rey, que era conocido por su postura conservadora en la política, fuera asesinado en 1900 por un anarquista en la entrada de los aposentos reales. Durante más de un siglo, la villa permaneció vacía pero desde el año 2011 se ha utilizado para albergar oficinas.
Siendo una ciudad anfitriona de la Fórmula 1, Monza ha creado una visita guiada única, "Monza Tiffosi Tour". La primera parte de la visita se centra en los coches de alta velocidad de todo el mundo e incluye una visita a la fábrica de coches y a varios museos de coches de Bolonia (la degustación de vino y vinagre y una visita a la granja Parmigiano Reggiano que cubre el aspecto culinario/cultural de la vida local es un extra). Cinco días en un histórico hotel de Como (una ciudad inmersa en la belleza natural del lago Como y de los Alpes), proporciona una profunda relajación a la vez que mantiene a los invitados a menos de una hora en coche de la pista de carreras.
Como era de esperar en una ciudad pequeña, las visitas más tradicionales tienen lugar en el centro de la ciudad y, por lo tanto, no se utilizan los autobuses. Por ejemplo, los tours en Segway ofrecen una visita de tres horas que cubre una variedad de atracciones turísticas como por ejemplo el mar Lambretto (un canal artificial del siglo XIV), las capillas de Santa Maria y Zavattari que representan el estilo gótico lombardo. El tour tiene lugar cada día, dos veces al día: a las 10h y a las 15h.
Si pensamos en Monza como en una ciudad de coches de alta velocidad y muchas iglesias, es fácil olvidarse de que estamos inmersos en la naturaleza. El Monza Parc, que es el corazón y el alma de la carrera de coches anual más importante de Italia, es a la vez una magnífica reserva natural. Sorprendentemente, un parque italiano considerado como el cuarto parque amurallado más grande de Europa, fue encargado por un francés, el hijastro de Napoleón Bonaparte, Eugenio Beauharnais, y ocurrió durante la ocupación francesa en el norte de Italia.
El parque es perfecto para practicar cualquier deporte o actividad de ocio y literalmente admirado por todo aquél que lo ve.
El Parque de Monza es una gran elección recreativa, pero solo una de las muchas opciones que ofrece Monza a sus residentes y visitantes. La zona está literalmente repleta de cursos de agua, tanto naturales como artificiales. El ejemplo más inmediato es el famoso lago de Como, uno de los lagos más profundos de Europa, una obra maestra natural de orígen glaciar y un refugio popular para la élite desde la antigüedad. Para aquellos que busquen un rincón pintoresco más a mano, existe una atracción artificial en forma de Canal Villoresi que se origina en el río Ticino y corre 86 kilómetros hacia el este hasta el río Add
¿Cómo llegar?
Debido a que Monza se encuentra cerca de Milán, llegar a Monza significa básicamente llegar primero a Milán, y existe una gran variedad de vuelos y trenes que llegan a Milán desde toda Europa. Una vez en Milán, puedes elegir llegar a Monza en tren (desde Garibaldi o la Estación Central) o en autobús (con cualquiera de las líneas 722, 723 o 724). Tanto los autobuses como los trenes llegan muy cerca del centro de la ciudad de Monza. Aquellos que viajen en coche deben tomar la autopista A-4 Torino-Milán-Venecia hasta la salida de Monza.
Desplazarse por Monza es realmente una experiencia en sí misma. La ciudad es de tamaño pequeño y como resultado, el transporte público no es tan popular. Por supuesto que existen los autobuses y para utilizarlos, debes comprar los billetes por adelantado y validarlos una vez que empieza el trayecto (un billete validado dura una hora) pero normalmente la gente prefiere caminar. Llegar hasta el centro de la ciudad a pie incluso desde los rincones más remotos no te llevará más de media hora.
Viajar en bicicleta es otra buena opción, ya que existen muchos carriles para bicicletas por toda la ciudad.
Presentación
La ciudad de Monza está situada en el río Lambro, un afluente del río Po. La ciudad está situada al norte de Italia, en la región de Lombardía, a solo 15 kilómetros de Milán. Mucho tiempo atrás, Monza perteneció a la provincia de Milán pero en el año 2009 la ciudad fue designada como capital de una provincia recién creada: Monza y Brianza.
Las relaciones entre Monza y Milán han sido complejas y ambiguas a lo largo de la historia. Por un lado, la proximidad física de Monza a una ciudad mucho más grande casi la hizo naturalmente dependiente de ella. Por otro lado, Monza es una antigua ciudad que se remonta a la edad temprana del siglo III aC y, como tal, fue muy ansiada y luchada para obtener su independencia y soberanía. A día de hoy, la ciudad de Monza, cuya población de casi 120.000 personas la convierte en la cuarta ciudad más grande de Lombardía, puede sentirse finalmente satisfecha: una antigua hermana pequeña alcanzó su deseado estatus de compañera capital.
La localidad de Monza pertenece (de mayor a menor) a la región Lombardia, a la provincia Monza e della Brianza y al distrito Monza.
La localidad de Monza tiene 122.712 habitantes (censo 2009). La altitud mínima es de 162 m, la altitud máxima es de 162 m, la altitud media es de 162 m.
El actual alcade de Monza es Roberto Scanagatti para el período 2012-2017.
El gentilicio para los habitantes de Monza es monzesi/munsciasch. El nombre francés de la localidad es Monza, el nombre inglés de la localidad es Monza.
El Patrón de la localidad de Monza es San Juan Bautista. La página web de Monza es http://www.comune.monza.it
Visitas destacadas
Los automóviles podrían no ser tan útiles en Monza en la mayoría de ocasiones pero hay un fin de semana al año y un lugar cerca de Monza donde los coches (coches muy particulares) lo son todo. Porque sea como sea la ciudad, ante todo y en primer lugar es una ciudad de acogida para las carreras de Formula 1 (y un antiguo hogar para el equipo de carreras Alfa-Romeo). Para entender lo importante que son para la ciudad las carreras en cuestión, debemos considerar los siguientes hechos: Autodromo Nazionale Monza donde tiene lugar el Grand Prix italiano de Fórmula 1 cada año y que acoge a 137.000 espectadores, que son más personas que la población total de la ciudad; y Parko di Monza, (donde se sitúa la pista) es dos veces más grande que el famoso Central Park de Nueva York. Todo lo que hay en Monza (y mucho de lo que hay en Milán) gira en torno a la Fórmula 1 durante ese fin de semana y no es de extrañar que durante los tres días de carreras se organice un servicio de transporte especial para llevar a los espectadores a la zona de carreras desde la estación central de Milán.
Dedicada al deporte de carreras y orgullosa de su pista de carreras, Monza cuenta aún con más atractivos tradicionales. Situada en Italia, un país donde el catolicismo está muy arraigado, en la ciudad abundan las iglesias. Por lo menos, la más respetada de todas es la Duomo di Monza, traducido al español como la Catedral Monza. En muchos casos la traducción es la correcta pero no en este, ya que Monza de hecho no cuenta con un alto asiento episcopal, sino que siempre ha formado parte de la Diócesis de Milán. Es por ello por lo que la otra traducción (la Basílica de San Juan Bautista) es más precisa. Existen varias peculiaridades con respecto a la basílica. Según la leyenda, es la responsable del nombre original latino de Monza (Modoetia) que consta de dos palabras latinas "modo" (ahora) y "etiam" (sí). Otra característica notable es su fachada frontal que combina dos estilos arquitectónicos: su estructura es románica pero su decoración es gótica.
Y eso no es todo, la "Duomo" definitivamente ha sido un trabajo en progreso durante siglos porque su interior es predominantemente barroco. La parte más famosa de la Basílica es sin duda la capilla de la reina Teodolinda.
Aunque la Capilla de Teodolinda es la parte más importante de la Basílica, la posesión más importante de la Basílica es un objeto único conocido como la Corona de Hierro de Lombardía. La corona consiste de 6 segmentos de oro batido y 22 piedras preciosas en forma de cruces y flores pero es su parte central (una banda de hierro) la que le da su nombre. La leyenda cuenta que el hierro fue batido de un clavo de la Vera Cruz encontrada por Santa Elena, la madre del Emperador Constantino, durante su peregrinaje a Tierra Santa. Sacó los tornillos de la corona y los envió a su hijo que los utilizó con distintos propósitos, ambos decorativos y diplomáticos. Como resultado de esto último, varias partes de los clavos terminaron en manos de gobernantes y gente importante de la época. Uno de esos personajes fue la reina (entonces princesa) Teodolinda a la cual le incorporaron uno de estos clavos en su corona convirtiéndola en uno de los símbolos de poder real más importantes de la cristiandad. Más adelante, donó su corona a la iglesia colocando la Basílica en Monza. La elección de la Basílica como guardiana de la corona todavía aumenta más la importancia de Monza en el reino de Lombardía y más allá.
Teniendo en cuenta lo anterior, no es de extrañar que la fe y la religión hayan prosperado siempre en Monza. El centro histórico de la ciudad está lleno de iglesias medievales, entre ellas la Iglesia de Santa Maria al Carrobiolo del siglo XVI, la iglesia de San Pietro Martire y el Oratorio de San Gregorio del siglo XVII. La iglesia de Santa Maria delle Grazie, del siglo XV, se encuentra separada del resto debido a su nombre, aunque es mucho menos conocida que su homónima en Milán, donde se exhibe la obra maestra de Leonardo da Vinci "La última cena". Las siguientes dos iglesias son interesantes por contraste. Una de ellas, Santa Maria in Strada, está situada también en el centro de la ciudad y proporciona un ejemplo de una iglesia típica medieval construida a lo largo de los siglos. Su construcción empezó a mediados del siglo XIV y se sucedieron después varias adhesiones y restauraciones casi a lo largo de finales del siglo XIX. La Iglesia del Sagrado Corazón tiene un nombre igual de tradicional, pero su historia real es muy distinta. Está situada en Triante, un barrio de Monza y fue construida al estilo neoclásico en los años 1930 para satisfacer la creciente necesidad de la población local en un lugar de nave de guerra.
Aunque es de esperar que en una ciudad como Monza abunden las iglesias, la palabra "villas" no viene directamente a la mente y sin embargo tiene mucho sentido: reyes y gobernantes deben vivir en algún lugar y vivir en comodidad. De las 9 villas de Monza, la más famosa es Villa Reale construida entre 1777 y 1780 por el archiduque Fernando de Austria (en aquella época, Lombardía formaba parte del imperio austríaco). Era una espléndida finca en la que, aparte de un conjunto tradicional de habitaciones y construcciones tales como por ejemplo capillas y establos) incluía su propio invernadero e incluso un teatro. Una parte importante del complejo de la villa fue el Jardín Real diseñado por el arquitecto Jiuseppe Piermarini como jardín típico inglés. El residente más famoso de la villa, así como el más trágico, fue Humberto I, un rey italiano de finales del siglo XIX. El rey Humberto y la reina, Margarita de Saboya, vivieron en la villa durante 22 años, antes de que el rey, que era conocido por su postura conservadora en la política, fuera asesinado en 1900 por un anarquista en la entrada de los aposentos reales. Durante más de un siglo, la villa permaneció vacía pero desde el año 2011 se ha utilizado para albergar oficinas.
Siendo una ciudad anfitriona de la Fórmula 1, Monza ha creado una visita guiada única, "Monza Tiffosi Tour". La primera parte de la visita se centra en los coches de alta velocidad de todo el mundo e incluye una visita a la fábrica de coches y a varios museos de coches de Bolonia (la degustación de vino y vinagre y una visita a la granja Parmigiano Reggiano que cubre el aspecto culinario/cultural de la vida local es un extra). Cinco días en un histórico hotel de Como (una ciudad inmersa en la belleza natural del lago Como y de los Alpes), proporciona una profunda relajación a la vez que mantiene a los invitados a menos de una hora en coche de la pista de carreras.
Como era de esperar en una ciudad pequeña, las visitas más tradicionales tienen lugar en el centro de la ciudad y, por lo tanto, no se utilizan los autobuses. Por ejemplo, los tours en Segway ofrecen una visita de tres horas que cubre una variedad de atracciones turísticas como por ejemplo el mar Lambretto (un canal artificial del siglo XIV), las capillas de Santa Maria y Zavattari que representan el estilo gótico lombardo. El tour tiene lugar cada día, dos veces al día: a las 10h y a las 15h.
Si pensamos en Monza como en una ciudad de coches de alta velocidad y muchas iglesias, es fácil olvidarse de que estamos inmersos en la naturaleza. El Monza Parc, que es el corazón y el alma de la carrera de coches anual más importante de Italia, es a la vez una magnífica reserva natural. Sorprendentemente, un parque italiano considerado como el cuarto parque amurallado más grande de Europa, fue encargado por un francés, el hijastro de Napoleón Bonaparte, Eugenio Beauharnais, y ocurrió durante la ocupación francesa en el norte de Italia.
El parque es perfecto para practicar cualquier deporte o actividad de ocio y literalmente admirado por todo aquél que lo ve.
El Parque de Monza es una gran elección recreativa, pero solo una de las muchas opciones que ofrece Monza a sus residentes y visitantes. La zona está literalmente repleta de cursos de agua, tanto naturales como artificiales. El ejemplo más inmediato es el famoso lago de Como, uno de los lagos más profundos de Europa, una obra maestra natural de orígen glaciar y un refugio popular para la élite desde la antigüedad. Para aquellos que busquen un rincón pintoresco más a mano, existe una atracción artificial en forma de Canal Villoresi que se origina en el río Ticino y corre 86 kilómetros hacia el este hasta el río Add
¿Cómo llegar?
Debido a que Monza se encuentra cerca de Milán, llegar a Monza significa básicamente llegar primero a Milán, y existe una gran variedad de vuelos y trenes que llegan a Milán desde toda Europa. Una vez en Milán, puedes elegir llegar a Monza en tren (desde Garibaldi o la Estación Central) o en autobús (con cualquiera de las líneas 722, 723 o 724). Tanto los autobuses como los trenes llegan muy cerca del centro de la ciudad de Monza. Aquellos que viajen en coche deben tomar la autopista A-4 Torino-Milán-Venecia hasta la salida de Monza.
Desplazarse por Monza es realmente una experiencia en sí misma. La ciudad es de tamaño pequeño y como resultado, el transporte público no es tan popular. Por supuesto que existen los autobuses y para utilizarlos, debes comprar los billetes por adelantado y validarlos una vez que empieza el trayecto (un billete validado dura una hora) pero normalmente la gente prefiere caminar. Llegar hasta el centro de la ciudad a pie incluso desde los rincones más remotos no te llevará más de media hora.
Viajar en bicicleta es otra buena opción, ya que existen muchos carriles para bicicletas por toda la ciudad.