Presentación
Sicilia es una maravilla del Mediterráneo. Una isla grande, hermosa, llena de tesoros por descubrir. Y en su costa este se esconde una de sus más preciadas perlas, Taormina, en la provincia de Mesina. Se alza en el monte Tauros como un balcón sobre el mar, con el famoso volcán Etna como telón de fondo, y tiene tanto que ofrecer, que es una ciudad eminentemente turística. Destaca su valioso y rico patrimonio histórico, y también sus maravillosas playas, una combinación que garantiza cultura, ocio y diversión. En verano, Taormina multiplica su población habitual (tiene en torno a 10.991 habitantes censados), y no es extraño, ya que durante los meses estivales vive su época de esplendor, con un sinfín de eventos culturales y artísticos.
La localidad de Taormina pertenece (de mayor a menor) a la región Sicilia, a la provincia Messina y al distrito Taormina.
La localidad de Taormina cubre 13 km², tiene 11.076 habitantes (censo 2010) y una densidad de 852,00 habitantes por km². La altitud mínima es de 0 m, la altitud máxima es de 425 m, la altitud media es de 204 m.
El actual alcade de Taormina es Mauro Passalacqua.
El gentilicio para los habitantes de Taormina es Taorminiens y el nombre local de la localidad es Ταυρομένιον / Tauromenion. El nombre francés de la localidad es Taormina, el nombre inglés de la localidad es Taormina.
El Patrón de la localidad de Taormina es San Pancracio. La página web de Taormina es http://www.comune.taormina.me.it
Visitas destacadas
Situado en un lugar muy especial de la ciudad, con espléndidas vistas del volcán Etna, el teatro griego es, quizás, el monumento más representativo de Taormina (Vía Teatro Greco, 40). De hecho, resulta sorprendente lo bien conservado que se encuentra, ya que es el monumento más antiguo de la ciudad. Se cree que fue construido en torno al siglo III a.C., y que su artífice fue Hiero II, tirano de Siracusa, ya que se han encontrado inscripciones grabadas con el nombre de su esposa Philistis. Posteriormente, en tiempos de los romanos, el templo fue restaurado, concretamente en el siglo II d.C., seguramente con la finalidad de utilizarlo para espectáculos de lucha de gladiadores. El Teatro Griego tiene 109 metros de diámetro y está repartido en nueve secciones, y rodeado por un pórtico doble. En el muro de detrás del escenario aún pueden verse alguna de las columnas que allí había, de estilo corintio. Las gradas tenían capacidad para 5.000 espectadores. De hecho, en cuestión de tamaño, es el segundo más grande de Sicilia, después del de Siracusa. Actualmente se utiliza, sobre todo en verano, para la celebración de diversos espectáculos y eventos culturales. Tel.: +39 094251001. Precio: entrada general, 6 €.
Es uno de los muchos tesoros arqueológicos que posee Taormina (Vía Iardinazzo). En los tiempos remotos de su construcción, durante la época romana (data del siglo II a.C.) fue una auténtica obra de ingeniería civil. Un colosal edificio de ladrillo, reforzado con grandes contrafuertes, donde se almacenaba en una gran cisterna las aguas procedentes de la montaña, con el objetivo de abastecer a la ciudad y de regar los campos de cultivo circundantes. Históricamente en la Antigua Roma, las naumaquias eran edificios que albergaban piscinas en las que se representaban batallas navales. En ocasiones, en el centro de estas piscinas, se construía una especie de isla, a la que se accedía por un puente, desde donde asistían al espectáculo los espectadores más reconocidos. Aunque en un principio se creyó que la naumaquía de Taormina estuvo destinada a este tipo de representaciones acuáticas, al parecer su objetivo era más bien el de acumular agua para los veranos más secos y calurosos. Hoy tan solo puede verse una pared de ladrillo de 122 metros de longitud por 5 metros de altura.
En esta pequeña isla de Taormina, separada de la costa por una reducidísima distancia, alberga la playa más famosa de la ciudad. Una isla donada en 1806 por Fernando I de las Dos Sicilias a Pancrazio Ciprioti, entonces alcalde de Taormina. Después, en 1890, fue comprada por Lady Florence Trevelyan. Desde aquel momento fue pasando por diversas manos privadas, hasta que en 1984 el Ayuntamiento de Taormina decidió declarar Isola Bella como Monumentos de Interés Histórico Artístico. En 1998 fue declarada Reserva Natural y gestionada por el Fondo Mundial para la Naturaleza. La isla se emplaza en un lugar privilegiado, protegida por la bahía y las montañas. Su playa es internacionalmente conocida, debido al espectacular paisaje que la rodea. Para llegar hasta Isola Bella desde la ciudad es necesario coger un funicular Taormina-Mazzaro. La distancia entre la isla y la ciudad es tan pequeña que a veces, cuando la marea baja, Isola Bella se convierte en una península.
Se trata de uno de los más señoriales edificios de la ciudad. Una bella mansión de arquitectura catalana que fue construida en el año 1412, y que perteneció a la familia Ciampoli (en la portada principal se puede observar el escudo de la familia). Este palacio medieval se localiza en el centro de la ciudad antigua (Salita Palazzo Ciampoli). En lo que se refiere a su estilo arquitectónico, se reconoce fácilmente la influencia catalana y española, ya en su propia estructura. En la cara norte hay una única ventana en arco con un arquitrabe de lóbulos que forman adornos. La parte superior del palacio está decorada con pequeñas almenas triangulares. En los orígenes del palacio, delante de la fachada principal había un bello patio abierto, pero en la actualidad solamente se puede observar un portal con un arco de medio punto. En el año 1943, durante la Segunda Guerra Mundial, el bello palacio fue destruido en un bombardeo, aunque fue reconstruido con posterioridad. En los últimos años la construcción ha servido como hotel y como club nocturno. Precio: entrada gratuita.
El Duomo de Taormina, o la Catedral de San Nicolás, es una iglesia que recuerda a una fortaleza, por su sobriedad y sencillez. Es el templo más importante de la ciudad, aunque no el más grandioso, y fue construido en torno al año 1400 sobre las ruinas de una pequeña iglesia medieval. Está dedicada a San Nicolás de Bari. Su planta, simple y sencilla, posee forma de cruz latina con tres naves. La nave principal está sostenida por seis columnas compuestas por monolitos de mármol rosa de Taormina y capiteles decorados con hojas y escamas de pescado. El techo es de vigas de madera con ménsulas talladas con motivos árabes de aire gótico. Uno de los tesoros de la catedral es el portal principal con su gran rosetón renacentista, que fue reconstruido en 1636. La catedral se localiza en la llamada Piazza Duomo, en la que también está el Ayuntamiento de Taormina. En el centro de la plaza hay una fuente de 1635, obra de un discípulo de Montorsoli, que posee una escultura de un minotauro, el símbolo de la ciudad. Precio: entrada gratuita.
Acercarse a este maravilloso lugar es una de las cosas que no pueden dejar de hacerse cuando uno visita Taormina. Están a tan solo 17 km. de la ciudad y es una maravilla geológica donde las haya. Una formación volcánica de basalto que ha sufrido la erosión del río Alcántara durante años y años. El resultado es un cauce de unos 400 metros de largo por 5 metros de ancho cuyas paredes de color negro reflejan la luz creando efectos ópticos espectaculares. Para llegar a las gargantas se puede bajar recorriendo un sendero o en un ascensor. Remontando el río se llega a una piscina natural muy apetecible en verano.
Esta pequeña aldea de montaña se localiza a unos 5 km. de Taormina, por lo que se puede ir caminando, dando un agradable paseo. Aunque existe una ruta de autobuses que conecta Castelmola con la ciudad. Se trata de un pueblo pequeño y recoleto, con mucho encanto. A esa belleza propia que posee, hay que añadir la espectacularidad del paisaje que lo rodea. La combinación de ambos elementos resulta magistral. En Castelmola se puede disfrutar de unas increíbles vistas del entorno, con Taormina y el volcán Etna en el horizonte, y también de inolvidables paseos por sus calles sinuosas y estrechas.
Es una visita obligada. Una de las excursiones más solicitadas por los turistas que visitan Taormina. El Etna es uno de los pocos volcanes activos que existen en Europa (su última erupción fue en el año 2002). De hecho, no se puede subir hasta la cima, a más de 3.000 metros de altura, por los peligrosos gases que emana, aunque hay algunos otros cráteres más abajo que sí pueden verse. El monte Etna es el protagonista de un paisaje lunar, diferente, que merece la pena descubrir. Se pueden hacer numerosas rutas por la falda de la montaña.
Es otra de las ciudades turísticas de Sicilia, a 119 km. de Taormina, con muchísimos lugares interesantes que visitar. De hecho, su patrimonio arqueológico es realmente impresionante. Posee un espectacular anfiteatro romano y un teatro griego dignos de contemplarse. También hay que ver las catacumbas de San Giovanni, una red laberíntica de pasadizos subterráneos con unas 20.000 tumbas. Destaca el Museo del Papiro y el Museo Arqueológico Regional Paolo Orsi. La península de la Ortigia, el corazón de la primitiva ciudad fundada por los corintios, es otro de los lugares de visita obligada en Siracusa.
¿Cómo llegar?
- En avión: el Aeropuerto de Catania Fontanarossa es el más cercano a Taormina (está a 45 km.). Después se puede coger un autobús público hasta nuestro destino, que tarda unos 90 minutos. El billete cuesta 4 € y los autobuses salen con una frecuencia de una hora en temporada alta. - En autobús: existen líneas regulares de autobuses a Mesina y Catania.
- En tren: la estación de tren de Taormina, Giardini-Naxos, está junto a la costa, a dos kilómetros del centro urbano. Existe una línea de autobuses que la comunica con el centro. Hay trenes regulares a Catania y a Mesina.
- Por carretera: si se llega en coche a Taormina desde Roma el trayecto dura unas 8 horas. Se viaja por la autopista a Regio Calabria, hasta Villa San Giovanni, donde hay que tomar el ferry a Mesina, cruzando el Estrecho de Mesina. Después se toma la autopista en dirección a Catania, hasta la salida a Taormina.
- Transporte público y taxis: el centro urbano de Taormina es peatonal, por lo que la mejor opción para moverse por la ciudad es hacerlo a pie. Si se llega en coche, puede dejarlo junto a la playa y coger el autobús o el funicular hasta el centro. Para llegar a la playa desde el centro de Taormina hay un teleférico que funciona en verano de las 8:00 a la 1:00 h.
Presentación
Sicilia es una maravilla del Mediterráneo. Una isla grande, hermosa, llena de tesoros por descubrir. Y en su costa este se esconde una de sus más preciadas perlas, Taormina, en la provincia de Mesina. Se alza en el monte Tauros como un balcón sobre el mar, con el famoso volcán Etna como telón de fondo, y tiene tanto que ofrecer, que es una ciudad eminentemente turística. Destaca su valioso y rico patrimonio histórico, y también sus maravillosas playas, una combinación que garantiza cultura, ocio y diversión. En verano, Taormina multiplica su población habitual (tiene en torno a 10.991 habitantes censados), y no es extraño, ya que durante los meses estivales vive su época de esplendor, con un sinfín de eventos culturales y artísticos.
La localidad de Taormina pertenece (de mayor a menor) a la región Sicilia, a la provincia Messina y al distrito Taormina.
La localidad de Taormina cubre 13 km², tiene 11.076 habitantes (censo 2010) y una densidad de 852,00 habitantes por km². La altitud mínima es de 0 m, la altitud máxima es de 425 m, la altitud media es de 204 m.
El actual alcade de Taormina es Mauro Passalacqua.
El gentilicio para los habitantes de Taormina es Taorminiens y el nombre local de la localidad es Ταυρομένιον / Tauromenion. El nombre francés de la localidad es Taormina, el nombre inglés de la localidad es Taormina.
El Patrón de la localidad de Taormina es San Pancracio. La página web de Taormina es http://www.comune.taormina.me.it
Visitas destacadas
Situado en un lugar muy especial de la ciudad, con espléndidas vistas del volcán Etna, el teatro griego es, quizás, el monumento más representativo de Taormina (Vía Teatro Greco, 40). De hecho, resulta sorprendente lo bien conservado que se encuentra, ya que es el monumento más antiguo de la ciudad. Se cree que fue construido en torno al siglo III a.C., y que su artífice fue Hiero II, tirano de Siracusa, ya que se han encontrado inscripciones grabadas con el nombre de su esposa Philistis. Posteriormente, en tiempos de los romanos, el templo fue restaurado, concretamente en el siglo II d.C., seguramente con la finalidad de utilizarlo para espectáculos de lucha de gladiadores. El Teatro Griego tiene 109 metros de diámetro y está repartido en nueve secciones, y rodeado por un pórtico doble. En el muro de detrás del escenario aún pueden verse alguna de las columnas que allí había, de estilo corintio. Las gradas tenían capacidad para 5.000 espectadores. De hecho, en cuestión de tamaño, es el segundo más grande de Sicilia, después del de Siracusa. Actualmente se utiliza, sobre todo en verano, para la celebración de diversos espectáculos y eventos culturales. Tel.: +39 094251001. Precio: entrada general, 6 €.
Es uno de los muchos tesoros arqueológicos que posee Taormina (Vía Iardinazzo). En los tiempos remotos de su construcción, durante la época romana (data del siglo II a.C.) fue una auténtica obra de ingeniería civil. Un colosal edificio de ladrillo, reforzado con grandes contrafuertes, donde se almacenaba en una gran cisterna las aguas procedentes de la montaña, con el objetivo de abastecer a la ciudad y de regar los campos de cultivo circundantes. Históricamente en la Antigua Roma, las naumaquias eran edificios que albergaban piscinas en las que se representaban batallas navales. En ocasiones, en el centro de estas piscinas, se construía una especie de isla, a la que se accedía por un puente, desde donde asistían al espectáculo los espectadores más reconocidos. Aunque en un principio se creyó que la naumaquía de Taormina estuvo destinada a este tipo de representaciones acuáticas, al parecer su objetivo era más bien el de acumular agua para los veranos más secos y calurosos. Hoy tan solo puede verse una pared de ladrillo de 122 metros de longitud por 5 metros de altura.
En esta pequeña isla de Taormina, separada de la costa por una reducidísima distancia, alberga la playa más famosa de la ciudad. Una isla donada en 1806 por Fernando I de las Dos Sicilias a Pancrazio Ciprioti, entonces alcalde de Taormina. Después, en 1890, fue comprada por Lady Florence Trevelyan. Desde aquel momento fue pasando por diversas manos privadas, hasta que en 1984 el Ayuntamiento de Taormina decidió declarar Isola Bella como Monumentos de Interés Histórico Artístico. En 1998 fue declarada Reserva Natural y gestionada por el Fondo Mundial para la Naturaleza. La isla se emplaza en un lugar privilegiado, protegida por la bahía y las montañas. Su playa es internacionalmente conocida, debido al espectacular paisaje que la rodea. Para llegar hasta Isola Bella desde la ciudad es necesario coger un funicular Taormina-Mazzaro. La distancia entre la isla y la ciudad es tan pequeña que a veces, cuando la marea baja, Isola Bella se convierte en una península.
Se trata de uno de los más señoriales edificios de la ciudad. Una bella mansión de arquitectura catalana que fue construida en el año 1412, y que perteneció a la familia Ciampoli (en la portada principal se puede observar el escudo de la familia). Este palacio medieval se localiza en el centro de la ciudad antigua (Salita Palazzo Ciampoli). En lo que se refiere a su estilo arquitectónico, se reconoce fácilmente la influencia catalana y española, ya en su propia estructura. En la cara norte hay una única ventana en arco con un arquitrabe de lóbulos que forman adornos. La parte superior del palacio está decorada con pequeñas almenas triangulares. En los orígenes del palacio, delante de la fachada principal había un bello patio abierto, pero en la actualidad solamente se puede observar un portal con un arco de medio punto. En el año 1943, durante la Segunda Guerra Mundial, el bello palacio fue destruido en un bombardeo, aunque fue reconstruido con posterioridad. En los últimos años la construcción ha servido como hotel y como club nocturno. Precio: entrada gratuita.
El Duomo de Taormina, o la Catedral de San Nicolás, es una iglesia que recuerda a una fortaleza, por su sobriedad y sencillez. Es el templo más importante de la ciudad, aunque no el más grandioso, y fue construido en torno al año 1400 sobre las ruinas de una pequeña iglesia medieval. Está dedicada a San Nicolás de Bari. Su planta, simple y sencilla, posee forma de cruz latina con tres naves. La nave principal está sostenida por seis columnas compuestas por monolitos de mármol rosa de Taormina y capiteles decorados con hojas y escamas de pescado. El techo es de vigas de madera con ménsulas talladas con motivos árabes de aire gótico. Uno de los tesoros de la catedral es el portal principal con su gran rosetón renacentista, que fue reconstruido en 1636. La catedral se localiza en la llamada Piazza Duomo, en la que también está el Ayuntamiento de Taormina. En el centro de la plaza hay una fuente de 1635, obra de un discípulo de Montorsoli, que posee una escultura de un minotauro, el símbolo de la ciudad. Precio: entrada gratuita.
Acercarse a este maravilloso lugar es una de las cosas que no pueden dejar de hacerse cuando uno visita Taormina. Están a tan solo 17 km. de la ciudad y es una maravilla geológica donde las haya. Una formación volcánica de basalto que ha sufrido la erosión del río Alcántara durante años y años. El resultado es un cauce de unos 400 metros de largo por 5 metros de ancho cuyas paredes de color negro reflejan la luz creando efectos ópticos espectaculares. Para llegar a las gargantas se puede bajar recorriendo un sendero o en un ascensor. Remontando el río se llega a una piscina natural muy apetecible en verano.
Esta pequeña aldea de montaña se localiza a unos 5 km. de Taormina, por lo que se puede ir caminando, dando un agradable paseo. Aunque existe una ruta de autobuses que conecta Castelmola con la ciudad. Se trata de un pueblo pequeño y recoleto, con mucho encanto. A esa belleza propia que posee, hay que añadir la espectacularidad del paisaje que lo rodea. La combinación de ambos elementos resulta magistral. En Castelmola se puede disfrutar de unas increíbles vistas del entorno, con Taormina y el volcán Etna en el horizonte, y también de inolvidables paseos por sus calles sinuosas y estrechas.
Es una visita obligada. Una de las excursiones más solicitadas por los turistas que visitan Taormina. El Etna es uno de los pocos volcanes activos que existen en Europa (su última erupción fue en el año 2002). De hecho, no se puede subir hasta la cima, a más de 3.000 metros de altura, por los peligrosos gases que emana, aunque hay algunos otros cráteres más abajo que sí pueden verse. El monte Etna es el protagonista de un paisaje lunar, diferente, que merece la pena descubrir. Se pueden hacer numerosas rutas por la falda de la montaña.
Es otra de las ciudades turísticas de Sicilia, a 119 km. de Taormina, con muchísimos lugares interesantes que visitar. De hecho, su patrimonio arqueológico es realmente impresionante. Posee un espectacular anfiteatro romano y un teatro griego dignos de contemplarse. También hay que ver las catacumbas de San Giovanni, una red laberíntica de pasadizos subterráneos con unas 20.000 tumbas. Destaca el Museo del Papiro y el Museo Arqueológico Regional Paolo Orsi. La península de la Ortigia, el corazón de la primitiva ciudad fundada por los corintios, es otro de los lugares de visita obligada en Siracusa.
¿Cómo llegar?
- En avión: el Aeropuerto de Catania Fontanarossa es el más cercano a Taormina (está a 45 km.). Después se puede coger un autobús público hasta nuestro destino, que tarda unos 90 minutos. El billete cuesta 4 € y los autobuses salen con una frecuencia de una hora en temporada alta. - En autobús: existen líneas regulares de autobuses a Mesina y Catania.
- En tren: la estación de tren de Taormina, Giardini-Naxos, está junto a la costa, a dos kilómetros del centro urbano. Existe una línea de autobuses que la comunica con el centro. Hay trenes regulares a Catania y a Mesina.
- Por carretera: si se llega en coche a Taormina desde Roma el trayecto dura unas 8 horas. Se viaja por la autopista a Regio Calabria, hasta Villa San Giovanni, donde hay que tomar el ferry a Mesina, cruzando el Estrecho de Mesina. Después se toma la autopista en dirección a Catania, hasta la salida a Taormina.
- Transporte público y taxis: el centro urbano de Taormina es peatonal, por lo que la mejor opción para moverse por la ciudad es hacerlo a pie. Si se llega en coche, puede dejarlo junto a la playa y coger el autobús o el funicular hasta el centro. Para llegar a la playa desde el centro de Taormina hay un teleférico que funciona en verano de las 8:00 a la 1:00 h.