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El casco antiguo otea el horizonte
Habitada desde el Neolítico y favorecida por su privilegiada situación y su clima suave,Vieste ha sido objeto de deseo de innumerables pueblos vecinos. Fundada por los daunos, formó parte del Imperio romano, fue invadida por godos y vándalos y posteriormente ocupada por bizantinos. En el siglo XI llegan a Vieste los normandos y con ellos un gran desarrollo económico. Es en esta época cuando el rey Federico II de Suevia hace reconstruir el burgo y el castillo. Asomado al mar sobre un promontorio de roca caliza, el burgo medieval de Vieste -blanco y abigarrado- luce en lo alto. Es un laberinto de calles estrechas, de arcos y fachadas encaladas, bien protegido del viento. Aquí se hallan la mayoría de los edificios importantes -la catedral, el castillo, varias iglesias- y también algunos de los más simbólicos, como la Chianga Amara, a la que se llega una vez atravesada la Piazza del Seggio, y que recuerda uno de los episodios más dramáticos de la ciudad. Una ciudad, que como todas las de la península de Gargano, conserva las marcas de su ajetreado pasado y de su rico mestizaje.
La Catedral y la Madonna di Merino
La basílica de Santa María Assunta, blanca, discreta y bella, ocupa el lugar donde en los tiempos remotos se levantaba el templo de Vesta. La construcción es la máxima expresión del románico de Apulia. Un sencillo edificio con un sugerente campanario de estilo barroco que evoca el sombrero de los cardenales. El templo original fue ampliado y modificado en los siglos posteriores. Sin embargo, su planta con tres naves que termina en un triple ábside es la original. El interior conserva admirables obras de arte del siglo XVI, como la escultura en madera de la Madonna di Merino. Dice la leyenda que esta talla se encontró en una playa entre Vieste y Peschici y fue disputada por los dos pueblos, ganando la contienda la segunda población. Cuando la estatua estaba ya cargada en un carro para ser transportada a Peschici, los caballos que tiraban de él se quedaron inmóviles, como si no quisieran partir de Vieste... Ante este hecho “insólito” los vecinos dedujeron que la Madonna deseaba quedarse en esta ciudad para siempre, respetando así su voluntad. Hoy se puede contemplar en la Capilla del Popolo de la catedral.
Ciudad fortificada
Un imponente castillo y numerosas torres defensivas recuerdan que en el pasado Vieste fue una ciudad bajo el peligro de la invasión. Objeto de reiteradas incursiones por parte de sarracenos y corsarios que surcaban el Mediterráneo, el castillo cumplía una imprescindible función defensiva. Mandado levantar en el siglo XI por el rey normando Federico II, es una construcción triangular con baluartes en sus vértices -muy al estilo del resto que jalonan la costa de la región-, reforzada posteriormente para repeler las continuas amenazas de la flota turca. Después de la guerra franco-española, al inicio siglo XVI, los españoles deciden construir numerosas torres de vigilancia como defensa ante nuevos ataques de las poblaciones del mar. Desde estas torres se lanzaban cañonazos como señal de alarma y muchas se utilizaron hasta finales del siglo XVIII. En cuanto al castillo, fue durante un tiempo un edificio militar, pero en la actualidad está cerrado al público, por lo que solo se puede ver desde fuera.
El Parque Nacional de Gargano
Creado en 1995 para proteger la riqueza de uno de los patrimonios naturales más fascinantes de Italia, el Parque Nacional de Gargano es un importante microcosmos biológico y geológico que cubre una superficie de 120.000 hectáreas, incluyendo dieciocho municipios de la provincia de Foggia. El Parque ofrece un paisaje costero de cimas redondeadas por la erosión de la piedra caliza y con infinidad de cuevas y dolinas creadas por la lluvia. También en la costa se han formado numerosas cavernas, acantilados, esculturas pétreas por la acción del mar, elemento que caracteriza al Parque. La zona reúne muy variados hábitats y gran riqueza de endemismos y fauna, sobre todo especies acuáticas y pelágicas que viven en el mar y en zonas lacustres, desde Lesina y la laguna de Varano a las islas Tremiti (otra de las joyas del Parque) o en los humedales -de Frattarolo al Lago Salso-. En el interior, selvas, como el Bosque de Umbra, uno de los mayores de Italia, con árboles centenarios: un lugar donde todavían quedan orquídeas silvestres y ciervos en libertad... Un auténtico paraíso en la Tierra.
Islas Tremini
El archipiélago Tremini, frente a la costa de Gargano, está formado por seis islas mayores y numerosos peñascos. Las más cercanas son la de San Domino, San Nicola, Caprara y algo más alejadas, Pianosa, Pelagosa Grande y Pelagosa Piccola. Llegar hasta ellas y aislarse del mundanal ruido es todo un lujo. El turismo ecológico es aquí una alternativa altamente recomendable: de hecho no se necesita coche para recorrerlas: la más grande, San Domino, se puede cruzar en una caminata de media hora y es la única que tiene oferta de alojamientos turísticos. También es la más frondosa, con bosques de pinos, arrayanes, higueras...
La más pequeña y más salvaje de todo el archipiélago es la isla de Caprara (de la palabra alcaparra, abundante planta que todavía se da en ella). Es la única que se encuentra deshabitada, aunque en el pasado no lo estuvo. Hoy su vegetación es escasa y en su paisaje plano apenas despunta el Monte Grosso, de solo 53 metros. Está conectada a la principal isla de Tremiti por un servicio de barco. Las islas Tremini, son como dice su conocido apodo, las perlas del Adriático.
La Chianga amara, un triste recuerdo
No se puede hablar de Vieste y pasar por alto uno de los "monumentos" emblemáticos de la ciudad: la Chianga Amara. Durante los siglos XV-XVI numerosas incursiones sarracenas azotaron las costas de Puglia. En el casco histórico, muy cerca de la catedral, se encuentra una piedra en la que el sanguinario pirata Dragut Rais hizo decapitar en 1554 a 5.000 vecinos, todos aquellos que estuvieran enfermos o fueran ancianos y no pudieran ser vendidos como esclavos. Esta masacre se recuerda aún sobre el pequeño montículo que ha tomado el nombre de chianga amara en memoria de uno de los episodios históricos más dramáticos de Vieste.
El bosque Umbra, pulmón de Gargano
Con 10.426 hectáreas, Foresta Umbra es un magnífico y antiquísimo bosque enclavado en pleno corazón del Parque Nacional de Gargano. De una riqueza botánica y faunística impresionante, cuenta con una densa mata vegetal compuesta de arces, robles, pinos y preciosos hayedos... a 280 metros sobre el nivel del mar. Este es precisamente el árbol emblemático del parque -un haya de 30 metros de altura- y copa frondosa. Variedades de matorral y de flores, hasta 61 variedades de orquídeas, así como violetas, ciclámenes florecen en Umbra. El bosque está atravesado por catorce rutas perfectamente señalizadas que pueden realizarse a pie o en bicicleta. También hay un museo naturalista dedicado a este maravilloso espacio natural y un centro de información.
Las playas de Vieste
Agua cristalina, arena blanca... las playas de Vieste son todas "bandera azul" por su limpieza y calidad. Las más cercanas están junto a la ciudad, justo a los pies del promontorio calizo sobre el que se levanta. Son dos playas rectas y largas, con poco oleaje y muy aptas para el baño. A treinta metros de la Spiaggia del Castello (playa del castillo) apunta al cielo el singular monolito Pizzomunno, una roca vertical separada del acantilado que recuerda por su forma al famoso "Pan de Azúcar" de Río de Janeiro. El Pizzomunno es otro de los iconos de la ciudad, una fotografía de Vieste mil veces reproducida.
Ruta en barco por las grutas marinas
La erosión en la piedra caliza ha creado a lo largo de la región de Apulia un sugerente paisaje costero pespunteado por numerosas y bellas grutas, arcos y piedras “escultóricas” que se suceden hacia el sur, desde Vieste a Mattinata. Muchas de ellas guardan pequeños tesoros naturales -bahías o playas aisladas- escondidas bajo un bosque de pinos o en el interior de paredes verticales que caen a plomo sobre el mar. Desde la ciudad hay excursiones en barco que llevan hasta algunas de las más conocidas, con historias sorprendentes: Grota dei contrabbandieri, Arco de San Felice, Grota della sirene, grota dei due occhi, Grota dei pomodori...
Redactor :
Marion Rouillot
