Visitas destacadas
El Parque Conmemorativo de la Paz de Hiroshima
Si hay un acontecimiento que ha determinado la historia de Hiroshima ese es, sin duda el bombardeo atómico de 1945. El 6 de agosto de aquel año todo cambió en la ciudad. De hecho, las consecuencias nefastas de aquel desgarrador suceso están presentes incluso en la actualidad. Incluso a nivel turístico, uno de los lugares más emblemáticos de Hiroshima es el Parque Conmemorativo de la Paz, que rememora la horrible fecha y recuerda a las víctimas. Dentro de este parque, destaca la Cúpula Genbaku o Cúpula de la Bomba Atómica. Este edificio, construido en 1915, fue el más próximo al lugar en que explosionó la bomba que resistió el impacto. Sus ruinas se alzan hoy como un recuerdo de aquel horrible acontecimiento, y como un símbolo de paz. Con el tiempo, se erigieron en el Parque de la Paz otros edificios y construcciones en memoria de los muertos y heridos, como la Estatua de los Niños de la Bomba Atómica, el Cenotafio Conmemorativo, el Monte Conmemorativo de la Bomba Atómica (que incluye las cenizas de 70.000 víctimas no identificadas), la Campana de la Paz, o el Museo Conmemorativo de la Paz de Hiroshima. La Unesco declaró la Paz de Hiroshima Patrimonio de la Humanidad en el año 1996.
El Castillo de Hiroshima
Conocido también con el nombre de La Carpa, el Castillo de Hiroshima data de la década de 1590, y fue mandado construir por Hideyoshi Terumoto Mori en una llanura. Este emplazamiento indica que, más que una fortaleza defensiva, el castillo se construyó como un centro de poder. En torno a él fue creciendo la ciudad de Hiroshima (se localiza en 21-1 Moto-machi, Naka-ku). En el año 1931 el castillo fue declarado Tesoro Nacional. Durante la Segunda Guerra Mundial hizo las veces de cuartel militar, y aunque desgraciadamente fue destruido por la bomba atómica, el castillo se reconstruyó en 1958. En la torre principal, de cinco pisos, totalmente reconstruida se alberga hoy el Museo de Historia de la ciudad. Otras zonas del castillo que fueron rehabilitadas son una de las puertas principales y una armería, o yagura, donde se alberga una exposición sobre cómo se realizó la reconstrucción del castillo. Desde la parte más alta del castillo se divisa una panorámica increíble de la ciudad, que justifica por sí misma la visita.
Horario: de marzo a noviembre, de 9:00 a 18:00 h. De diciembre a febrero, de 9:00 a 17:00 h.
Tel.: +81 082 221 7512.
Precio: entrada adultos, 2,56 €. Niños, 1,28 €.
El Museo de Arte Contemporáneo de la Ciudad de Hiroshima
De todos los museos de arte que posee la ciudad de Hiroshima, este es el más recomendable para incluir en el programa de visitas culturales por la ciudad. Guarda una interesante colección de obras contemporáneas, y aunque algunas de ellas pertenecen a artistas occidentales mundialmente conocidos como, por ejemplo, Andy Warhol, lo que realmente merece la pena es ver el trabajo de los destacados artistas japoneses modernos que existen y cuyas obras se incluyen en la colección permanente. El Museo de Arte Contemporáneo de Hiroshima se fundó en el año 1989, en un edificio singular creado por el arquitecto Kisho Kurokawa. Se localiza en el Parque Hijiyama, que se enclava entre dos de los brazos que el río Ota extiende dividiendo la ciudad en varios sectores. Además de los fondos permanentes del museo, se organizan numerosas exposiciones temporales. Si el visitante se decide a acercarse a este museo podrá contemplar de forma gratuita en los jardines exteriores una exposición permanente de escultura.
Horario: de martes a domingo, de 10:00 a 17:00h. Lunes cerrado.
Tel.: 082 264 1121.
Web: www.hiroshima-moca.jp
E-mail: hcmca@hcmca.cf.city.hiroshima.jp
Precio: entrada adultos, 2,56 €. Niños, 1,20 €.
El Museo de Arte de Hiroshima
Es otro de los museos de arte destacados de la ciudad. Un centro cultural creado en el año 1978 por el Banco de Hiroshima para conmemorar su centenario, y que se estableció en el Parque Central de la ciudad, en un edificio circular que fue proyectado para tal fin. Merece la pena visitarlo, ya que posee un increíble legado artístico. La colección del museo guarda una gran cantidad de relevantes pinturas europeas, así como pinturas japonesas posteriores a la época Meiji. En cuanto a las obras europeas, destacan más de 90 pinturas de diferentes artistas de los últimos 150 años, entre las que merecen una especial atención las obras de los impresionistas franceses. Pueden contemplarse obras de Monet, Delacroix, Courbet, Corot, Renoir, Degas, Van Gogh o Picasso, entre otros. La otra parte de la colección del museo la componen cerca de un centenar de obras de artistas japoneses que van desde los inicios de la pintura moderna, en torno a finales del siglo XIX, hasta la actualidad. Ejemplos de ello son las obras de pintores como Kuroda Seiki y Kishida Ryusei.
Horario: todos los días, de 9:00 a 17:00 h.
Tel.: +81 082 223 2530.
Web: www.hiroshima-museum.jp
Precio: entrada adultos, 7,11 €. Niños, 1,42 €.
El jardín histórico de Shukkeien
Es uno de los jardines más destacados de la ciudad, que merece una visita por su belleza y espíritu especial. De hecho, conocer este maravilloso entorno vegetal supondrá un soplo de aire fresco, después de conocer los desastres de la guerra, tan presentes en la ciudad de Hiroshima. El jardín japonés Shukkeien (localizado en Kami-noborimachi, Naka-ku) se comenzó a construir en el año 1620 durante el periodo Edo, por lo que posee un gran valor histórico. Tuvo que pasar mucho tiempo, varios siglos, para que este maravilloso jardín pudiera ser contemplado por todo el mundo, ya que hasta 1940 no fue abierto al público. La familia propietaria entonces, la familia Asano, donó los jardines a las autoridades de la ciudad. Dado que se localiza bastante cerca del lugar en el que impactó la bomba atómica, el jardín quedó totalmente destruido. Sin embargo, fue reconstruido después y volvió a abrir sus puertas en el año 1951. Hoy pasear por el jardín Shukkeien es uno de los placeres que nos depara Hiroshima.
Horario: abre todos los días, de 9:00 a 18:00 h. De octubre a marzo, de 9:00 a 17:00 h.
Precio: entrada general, 1,77 €.
La isla de Miyajima
Miyajima, en la costa de Hiroshima, es uno de los lugares más bellos de Japón que, además se localiza a una distancia relativamente cercana (a 27 km.). Por eso, todos los turistas que llegan a Hiroshima programan una excursión para conocer esta isla maravillosa, que se ha considerado desde siempre un lugar sagrado. Tanto la isla como la ciudad están protegidas para que conserven ese estilo original de la etapa Edo. No hay que perderse el Ootorii (la puerta principal del templo sintoísta sumergida en el agua), el Santuario Itsukushima (catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco), el pabellón de madera Senjokaku o el templo budista Daisho-in, entre otras atracciones que posee la isla.
El Monte Misen, un tesoro por descubrir
Es una de las joyas de la isla de Mijayima, que a veces pasa desapercibida para muchos de los turistas que llegan hasta la zona. Es el punto más elevado de la isla, con sus 535 m. de altitud, y desde la cima se puede divisar toda la isla, y una gran parte de las islas del Mar de Seto. Para subir hasta el punto más alto se puede coger una telecabina de más de un kilómetro de longitud, y un teleférico de medio kilómetro. Una vez allí encontramos un mirador en el que merece la pena detenerse. Se puede seguir subiendo hasta una zona de templos llamada las “Siete Maravillas de Misen”. Una impresionante excursión!
Matsuyama y el balneario Dogo Onsen
Se trata de una gran ciudad, situada a unos 82 km. de Hiroshima. De hecho, es la urbe más grande de la región de Shikoku. Aunque tiene diversos lugares de interés, su mayor atractivo es el balneario Dogo Onsen, en el que puede disfrutarse en cualquier época del año de sus maravillosas aguas termales. Se cree que es el centro termal más antiguo de Japón. Aunque el clima de Matsuyama es bastante bueno todo el año, el verano es una buena época para visitar este lugar ya que las temperaturas son suaves, no demasiado calurosas, y además no llueve mucho.
La ciudad de Onomichi
Es una ciudad destacada situada a orillas del Mar Interior de Seto, próximo a Hiroshima (de la que dista en torno a 88 km.). Una de las características que hacen de Onomichi un lugar recomendado para hacer una visita turística, además de la belleza del entorno natural, es que posee numerosos templos y monumentos antiguos que merece la pena descubrir. Todos estos lugares se conectan por dos senderos que prometen un agradable paseo. La ciudad de Onomichi, y sus templos, tienen la particularidad de estar en un increíble buen estado de conservación, lo que hace la visita aún más interesante.
Redactor :
Marion Rouillot
