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La fundación junto al Irtysh
En medio de la estepa siberiana y muy cerca de los lagos salados de Koryakovskoye y Bolshoi Kalmakan, se encuentra esta ciudad que pertenece a un gran país, el noveno en extensión en el mundo, sin salida al mar, aunque con inmensos lagos. Es también la segunda nación en extensión de entre las antiguas Repúblicas Soviéticas, después de Rusia. Su clima continental de largos y fríos inviernos, en los que se puede llegar a los -47ºC, y veranos cálidos y secos, y en entorno natural, de planicies esteparias y semidesérticas, extreman la dureza de vida de la capital más antigua del norte del país, que hasta apenas hace un siglo era un pequeño núcleo poblacional que se dedicaba a la agricultura y al comercio de sal. Los kazajos surgieron en el siglo XV como grupos nómadas de las estepas que hablaban túrquico y practicaban el Islam. El Imperio Ruso colonizó la región y obligó al asentamiento de la población. En 1720 fue fundada la localidad a orilla del río Irtysh, que lo atraviesa. Previamente había sido el enclave militar de Koryakovsky y en 1861 se convierte en la ciudad de Pavlodar.
Un territorio rico en recursos minerales
En la segunda mitad del siglo XIX inicia su incipiente desarrollo industrial con la extracción de carbón en la zona de Ekibastuz y con la explotación de sal en los lagos salados. Pero no es hasta medicados de los 50 del pasado siglo, con la construcción del ferrocarril que permitía la comunicación de la ciudad con Ekibastuz, los Urales y el resto de Siberia, y el transporte de mercancías en barco en el río Irtysh, cuando el despegue económico es un hecho imparable, convirtiéndose Pavlodar en un importante centro industrial. Como consecuencia derivada de ello, se da un movimiento migratorio de la población de otras zonas de la antigua Unión Soviética, aumentando de manera proporcional la construcción de viviendas y llenándose la ciudad de fábricas de tractores, y producción de aluminio e industrias químicas. A finales de los 70 se construyó una refinería de petróleo, uno de los principales recursos naturales del país, que vive en la actualidad una etapa de fuerte crecimiento económico debido a las grandes reservas y exportación de crudo, así como de gas, metales ferrosos, productos químicos y maquinaria. Kazajistán también es un importante productor de cereales.
El centro urbano y sus arterias principales
El parque Lenin es el corazón de Pavlodar, presidido por una estatua del político y pensador ruso. No será la única en la ciudad, las reminiscencias de la antigua Unión Soviética siguen muy presenten en esta ciudad. Desde esta plaza sale la calle “Karl Marx”, que conduce a la Catedral Ortodoxa Rusa, el más importante centro religioso de dicha comunidad. En esta parte de la ciudad transitada por deliciosos tranvías de aire antiguo se pueden ver todavía típicas casitas de madera, pintadas en alegres colores -verdes y azules- con elementos decorativos resaltados de blanco. Pero las arterias más importantes son la calle Lenin y la calle Satpaev. En la primera se pueden ver algunos edificios de la época de los zares, así como el Museo Regional de Historia, el Teatro Dramático o el Museo Shamsutdinova, dedicado a la compositora kazaja que le da nombre. En la calle Satpaev se encuentra la primera mezquita de Pavlodar, levantada en 1905. Pequeña pero encantadora, es un lugar muy recomendable, ya que el interior está decorado por completo con mosaicos en colores azules y turquesa y con motivos de caligrafía árabe.
Mezquita de Maschour Zhusup Kopeev
La tradición turística de Pavlodadar es muy reciente, por lo que sorprende al viajero su riqueza monumental, sus numerosas mezquitas y también los bellos templos dedicados a otras confesiones religiosas, fruto del importante mestizaje étnico y cultural de la región. Algunas de estas edificaciones son realmente modernas y vanguardistas. Cabe destacar sin duda la más importante, la Mezquita Central de Pavlodar, que lleva el nombre de Maschour Zhusup Kopeev. Es un icono en el país y a ella peregrinan fieles de todas las partes del mismo. Se construyó en el 2001 y es la mezquita más grande de Kazajistán. De diseño un tanto “futurista”, tiene planta octogonal, por lo que la sala de oración es circular, y una cúpula muy singular verde turquesa. También cuenta con un “mihrab” tallado en madera y una gran lámpara suspendida del techo. Incluye una madrasa y una librería. Sus minaretes verdes, de 68 metros de altura, se ven desde toda la ciudad. El acceso se hace mediante una escalinata que, a modo de avenida, lleva hasta la entrada principal y está iluminada por farolas a ambos lados. La mezquita de Maschour Zhusup Kopeev no deja indiferente, por lo que es visita obligada en Pavlodar.
Templos ortodoxos y católicos
La Catedral Ortodoxa de “Blagovestchensk”, o de la Anunciación es el templo por antonomasia del cristianismo ortodoxo en Pavlodar. Está situada al norte de la ciudad, río arriba. Se acabó de construir en 1999 gracias a la ayuda de distintas empresas de la ciudad de origen ruso. Es una bella construcción de ladrillo rojo rematada por cubiertas verdes y torres con cúpula de cebolla, del característico color dorado, que brillan con el sol del corto verano kazajo. También cuenta con nueve campanas que pesan entre los 4 kg a los 1.024 kg. La iglesia es muy armoniosa, rematada por un ábside con dos pequeñas capillas a los lados. Uno de los edificios más visitados en Pavlodar. La iglesia de Santa Teresa del niño Jesús representa a la comunidad católica en la ciudad. Levantada en 1978 con la aportación de los creyentes, el 25 de abril de 1997 la parroquia se trasladó a una nueva ubicación en la calle Suvorova 68. Santa Teresa del niño Jesús es un elegante y sencillo edificio de ladrillo con tres naves y se mantiene gracias a las donaciones de diversas organizaciones eclesiásticas alemanas, como Red Troisof Munich y las diócesis de Colonia “Kirche in Not" y "Missionsprokur Nürnberg”.
Herencia arquitectónica soviética
Pavlodar está salpicado de edificios característicos del constructivismo arquitectónico, reflejado en los materiales utilizados, como el acero y el hormigón armado, y en los diseños austeros y fríos, carentes de ornamentación y meramente funcionales. El más icónico de la ciudad fue durante mucho tiempo la Oficina central de correos, uno de los mejores ejemplos de lo expuesto. Otro es el edificio gubernamental, que tanto recuerda al de los Nuevos Ministerios español, ubicado en Madrid. El Obelisco en memoria de la victoria soviética en la Segunda Guerra Mundial todavía hoy es un importante símbolo. Y el Memorial Yertostik, un monumento de piedra caliza que se halla en el parque central, en el cruce la calle Lenin y Torajgyrova.
Teatros y museos de interés
Hay dos teatros en la ciudad y numerosos museos. El Teatro Dramático A.P.Chekhov es uno de ellos. Otro es el ZH Aimautov, que además de exhibir obras de importantes autores, cuenta con espectáculos de danza y música. También cuenta con interesantes museos, centros que acercan al viajero a la cultura y las costumbres del lugar y que pueden ser un buen “refugio” para el visitante cuando el frío es demasiado intenso. Destacan el museo regional de estudio local, G.N.Potanin, el Museo regional de literatura y artes Bukhar Zyrau y la casa-museo de P. Vasilyev.
Los parques y el río Irtish
Esta ciudad “verde” tiene nada menos que 33 parques. Parques que en invierno se cubren de nieve y en verano sirven de esparcimiento para sus habitantes, ávidos de recibir los escasos rayos que el sol que ofrece. También las márgenes del río Irtish son un buen lugar para relajarse y disfrutar con el entorno natural. Este curso fluvial, que significa río blanco, es el principal de los afluentes del río Obi, y cruza tres países. En Pavlodar cuenta con un bonito paseo e, incluso, ¡una playa! que congrega a muchos vecinos durante los meses de más calor. Desde el mirador que conduce a la orilla del río, la panorámica es de lo más romántica.
Locos por el fútbol… y el ajedrez
Es conocida la pasión “futbolera” de los habitantes de Pavlodar. El equipo de la ciudad, el Irtysh, ha sido cinco veces campeón de Kazajistán y sin duda es uno de los orgullos de esta localidad. El Irtysh juega en el Estadio Tsentralny. Deporte más reposado, también el ajedrez cuenta con buenos aficionados en la cuidad y, por extensión, en todo el país. La Federación organiza de manera regular competiciones locales y regionales con la participación de algunos de los grandes maestros, como Rinat Zhumabayev, Pavel Kotsur, Yuri Nikitin, Vladimir Grebenshikov, Yelena Ankudinova…
