Presentación
Druskininkai es una pequeña ciudad balneario del sur de Lituania, cerca de la frontera con Polonia y Bielorrusia, conocida por la calidad de sus aguas termales desde el siglo XIX. Muchos turistas la visitan desde Vilna, la capital de la república báltica, de la que la separan unos 130 km. Pero Druskininkai tiene mucho que ofrecer… El agua de ríos y lagos, las suaves colinas y los bosques de perennes son los elementos que caracterizan el paisaje de esta ciudad siempre verde, que en cien años ha sido parte de Lituania, Polonia, Bielorrusia, Rusia y la Unión Soviética. Quizá por eso conserva interesantes muestras de arquitectura de muy distinto sello, como iglesias ortodoxas o un puñado de edificios de estilo futurista construidos en la década de los 70. Su población asciende actualmente a 20.000 habitantes, pero se multiplica exponencialmente gracias al turismo que llega atraído por las propiedades terapéuticas de sus aguas. Un placer pasear por sus parques y darse un relajante baño en uno de sus spas…
La localidad de Druskininkai pertenece (de mayor a menor) al condado Alytaus y al municipio Druskininkų s..
La localidad de Druskininkai cubre 24 km², tiene 16.107 habitantes (censo 2001) y una densidad de 671,12 habitantes por km².
El actual alcade de Druskininkai es Ričardas Malinauskas.
El nombre francés de la localidad es Druskininkai, el nombre inglés de la localidad es Druskininkai.
La localidad de Druskininkai fue fundada en 1596. La página web de Druskininkai es http://www.druskininkai.lt
Visitas destacadas
La palabra Druskininkai deriva de la palabra lituana druska, que significa sal. Hace miles de años la zona estuvo anegada por las aguas del mar, que al retirarse dejaron múltiples capas de sal en la superficie. Con el pasao del tiempo, éstas penetraron profundamente en el subsuelo, y las aguas subterráneas se fueron abriendo paso por ellas. Pero la sal es sólo uno de los minerales disueltos en las aguas de los 12 manantiales de la ciudad que se usan en los balnearios y para beber. Calcio, sodio, potasio, bromina, hierro, magnesio y otros son los promotores de unas aguas que sirven para tratar el asma y otras afecciones digestivas, musculares, etc. Además, se ha comprobado que el suave microclima de la zona es otro factor sanador. También influye el elevado nivel de iones del aire que se respira allí, y la concentración de fitoncidas (compuestos químicos de las plantas que impiden el desarrollo de microorganismos patógenos) que desprenden los bosques de coníferas circundantes. Hay al menos 6 spas y sanatorios con tratamientos curativos a base de aguas termales y barros, de los cuales el Grand Spa Lietuva es el que tiene las instalaciones más al día.
La fama de sus aguas termales para tratamientos curativos se remonta al siglo XVIII, cuando el gran Duque de Lituania y Rey de Polonia, Stanisław August Poniatowski, declaró a Druskininkai enclave para la promoción de la salud. Pero el impulso definivito al termalismo llegó en 1837 de la mano de unos análisis sobre la composición química de sus aguas minerales del profesor Ignacy Fonberg, que revelaron sus bondades para la curación y el alivio de numerosas afecciones. Fue entonces cuando el emperador Nicolás I de Rusia dio el definitivo espaldarazo al desarrollo de esta bella ciudad-spa. Esta prosperidad alcanza su periodo de oro entre mediados del siglo XIX y principios del siglo XX: entre chorros de agua y barros también se multiplica la animación en la ciudad, donde tienen lugar desde conciertos a ballets y espectáculos culturales de todo tipo. Hoy ese esplendor, que sucumbió a la guerra y la ocupación, parece haber sido recuperado de nuevo en esta pequeña ciudad del Sur de Lituania…
Druskininkai es una ciudad rodeada de bosques. Estos son el origen de las formas de vida de la zona y su principal recurso natural. Una visita muy especial que ningún turista debe perderse es el Museo del Bosque Girios Aidas, un centro que pretende promover la cultura de la madera y el bosque por medio de la educación. Aunque nació en los años 70, un fuego lo devastó en 1992. Afortunadamente en 1933 se reconstruyó y amplió, siendo hoy tres veces más grande. Quizá el edificio más conocido sea su casa de madera típicamente báltica, en la que todo visitante se toma una foto. O la casa-árbol, del artista Algirdas Valavicius, que se encuentra suspendida entre los árboles y llena de Elfos, troles y brujas. A 3 km de Druskininkai se encuentra también el parque de ocio y de esculturas en madera Antanas Cesnulis, dedicado al artista del mismo nombre. Un molino de viento recibe al visitante, que puede desplazarse después hacia la casa de campo del artista y el arroyo junto al cual se encuentra una colección única, la del Hombre de los Lamentos, creada por el artista. De parecidas características es el Museo del Trabajo Manual Popular.
El Snoras Snow Arena es un complejo de ocio cerrado ligado a los deportes de invierno en el que los visitantes pueden disfrutar esquiando incluso en los más calurosos días del verano. Es simbólico el perfil de la estructura de hormigón que alberga, y que procede de la era soviética. El lugar, abierto en agosto de 2011, dispone de las más completas infraestructuras y servicios: tres pistas de esquí, dos de ellas a cubierto (principal y especial para principiantes), y otra al aire libre que sólo se utiliza cuando la temperatura exterior es inferior a los 5ºC; un parque para practicar snowboard, remontes tipo telesilla y también pasillo eléctrico; parque de ocio para niños con capacidad para más de 250 pequeños y escuela de esquí que sigue el método austriaco… Por supuesto el complejo de nieve, que hace las veces de estación de esquí en la ciudad, ofrece también a los visitantes cafés, bares y un gran restaurante de tipo self service.
Cerca de Druskininkai está el mayor parque nacional de Lituania. Se trata del Parque Nacional Dzukija, con sus 55.900 hectáreas habitadas por casi 150 especies de flora y fauna amenazadas de extinción. Dentro del parque hay varios pueblos llenos de encanto, con sus casitas de labranza de madera y sus viejos artesanos dedicados a la cestería y a la cerámica negra… También se puede visitar un Museo Etnográfico, con colecciones muy interesantes recogidas desde 1991 en el perímetro del parque. Otra exposición interesante es la dedicada a la apicultura tradicional en los bosques de la zona usando troncos de árbol en vez de colmenas modernas. Existen otros espacios visitables más dentro del parque como el Museo del Genocidio, el Museo de Estudios Regionales de Merkine, la casa-museo del escritor Kreve-Mickevicius y el Museo de los Tártaros en la misma localidad… Los amantes de la pesca pueden dedicarse a su afición con material amateur en más de cuarenta lagos del parque y en los ríos Nemunas, Merkys, Ula y Gruda.
Construida entre 1861 y 1865, el pequeño edificio de madera azul que alberga la iglesia ortodoxa rusa es toda una sorpresa que alberga la ciudad lituana. Si el exterior es realmente de cuento, mucho más lo es el interior que cuenta con una espléndida imaginería (iconos) y pinturas de tipo religioso. Esta iglesia se rehabilitó totalmente tras el fin de la era soviética con el asesoramiento de expertos procedentes del Museo Heritage de San Petersburgo. Otra iglesia interesante es la iglesia escapular de Santa María Virgen.
Gruto Parkas es una exposición al aire libre de buena parte de las esculturas soviéticas que salpicaban los principales puntos de la ciudad. Una vez desmantelada la Unión Soviética y recuperada la independencia por los lituanos entre 1989 y 1991, las estatuas y conjuntos escultóricos relacionados con la ideología comunista fueron retirados y apilados en almacenes. Muchos habrían terminado destrozados o en chatarrerías. Pero la solución salomónica lanzada por el ministro de Cultura en 1998 fue abrir un concurso de ofertas para realizar una exposición cerca de la ciudad con todo este material desmantelado… La idea: mostrar el impacto negativo de la ideología soviética sobre el espíritu de Lituania.
Druskininkai se unió en 2006 a la moda de los parques acuáticos con un centro con características algo diferenciadas. Cuenta con un espacio con las típicas atracciones de toboganes, piscinas de olas, de aguas bravas y de burbujas y un área especial para los más pequeños, tematizada con imágenes de la jungla, playas y grutas… Pero sobre todo es un espacio pensado para el relax y los tratamientos termales para adultos. Aquí hay saunas, baños de vapor, playa nudista y dos spas cada uno con su propia carta de tratamientos… Es posible alojarse dentro del complejo en el Hotel Aqua.
La ciudad está llena de grandes parques, bellos y cuidados, por los que pasear o hacer picnic. El bosque Miskas es el típico parque del Este de Europa lleno de grandes árboles y una intensa vida animal de ardillas, pájaros y erizos. Tiene varias rutas para recorren a pie o en bicicleta en verano, y con esquís de travesía en invierno. La Isla del Amor es un parque en pleno río Nemunas, al que hay que cruzar a nado o en barco. El Sveikatingumo Parkas es el típico ejemplo de parque de posguerra soviético rehabilitado con jardines japoneses, casa de baños... El parque de esculturas de Jaques Lipchitz’s está dedicado a este famoso escultor del siglo XX.
¿Cómo llegar?
En avión: Es la forma más usual de llegar a Lituania. El aeropuerto más cercano es el Aeropuerto Internacional de Vilna, la capital lituana. A poco más de 100 km de esta ciudad se encuentra Druskininkai. Son muchas las compañías aéreas que viajan a Vilna. Finnair es una de lasque hacen vuelos a Vilna desde Madrid y Barcelona, con escala en Helsinki. Air Baltico lo hace con escala en Riga. Lufthansa, con escala en Francfort… Y no son las únicas.
En autobús: Después se puede coger un autobús. Los hay de línea desde Vilna y Kaunas, que salen cada 1-2 horas entre las 5.30 y las 19.00 horas. Son dos las líneas de autbuses que operan en este trayecto: Kautra y Druskininki AP. El viaje dura 2 horas y media aproximadamente. También hay autobuses regulares desde Varsovia, la capital de Polonia.
Presentación
Druskininkai es una pequeña ciudad balneario del sur de Lituania, cerca de la frontera con Polonia y Bielorrusia, conocida por la calidad de sus aguas termales desde el siglo XIX. Muchos turistas la visitan desde Vilna, la capital de la república báltica, de la que la separan unos 130 km. Pero Druskininkai tiene mucho que ofrecer… El agua de ríos y lagos, las suaves colinas y los bosques de perennes son los elementos que caracterizan el paisaje de esta ciudad siempre verde, que en cien años ha sido parte de Lituania, Polonia, Bielorrusia, Rusia y la Unión Soviética. Quizá por eso conserva interesantes muestras de arquitectura de muy distinto sello, como iglesias ortodoxas o un puñado de edificios de estilo futurista construidos en la década de los 70. Su población asciende actualmente a 20.000 habitantes, pero se multiplica exponencialmente gracias al turismo que llega atraído por las propiedades terapéuticas de sus aguas. Un placer pasear por sus parques y darse un relajante baño en uno de sus spas…
La localidad de Druskininkai pertenece (de mayor a menor) al condado Alytaus y al municipio Druskininkų s..
La localidad de Druskininkai cubre 24 km², tiene 16.107 habitantes (censo 2001) y una densidad de 671,12 habitantes por km².
El actual alcade de Druskininkai es Ričardas Malinauskas.
El nombre francés de la localidad es Druskininkai, el nombre inglés de la localidad es Druskininkai.
La localidad de Druskininkai fue fundada en 1596. La página web de Druskininkai es http://www.druskininkai.lt
Visitas destacadas
La palabra Druskininkai deriva de la palabra lituana druska, que significa sal. Hace miles de años la zona estuvo anegada por las aguas del mar, que al retirarse dejaron múltiples capas de sal en la superficie. Con el pasao del tiempo, éstas penetraron profundamente en el subsuelo, y las aguas subterráneas se fueron abriendo paso por ellas. Pero la sal es sólo uno de los minerales disueltos en las aguas de los 12 manantiales de la ciudad que se usan en los balnearios y para beber. Calcio, sodio, potasio, bromina, hierro, magnesio y otros son los promotores de unas aguas que sirven para tratar el asma y otras afecciones digestivas, musculares, etc. Además, se ha comprobado que el suave microclima de la zona es otro factor sanador. También influye el elevado nivel de iones del aire que se respira allí, y la concentración de fitoncidas (compuestos químicos de las plantas que impiden el desarrollo de microorganismos patógenos) que desprenden los bosques de coníferas circundantes. Hay al menos 6 spas y sanatorios con tratamientos curativos a base de aguas termales y barros, de los cuales el Grand Spa Lietuva es el que tiene las instalaciones más al día.
La fama de sus aguas termales para tratamientos curativos se remonta al siglo XVIII, cuando el gran Duque de Lituania y Rey de Polonia, Stanisław August Poniatowski, declaró a Druskininkai enclave para la promoción de la salud. Pero el impulso definivito al termalismo llegó en 1837 de la mano de unos análisis sobre la composición química de sus aguas minerales del profesor Ignacy Fonberg, que revelaron sus bondades para la curación y el alivio de numerosas afecciones. Fue entonces cuando el emperador Nicolás I de Rusia dio el definitivo espaldarazo al desarrollo de esta bella ciudad-spa. Esta prosperidad alcanza su periodo de oro entre mediados del siglo XIX y principios del siglo XX: entre chorros de agua y barros también se multiplica la animación en la ciudad, donde tienen lugar desde conciertos a ballets y espectáculos culturales de todo tipo. Hoy ese esplendor, que sucumbió a la guerra y la ocupación, parece haber sido recuperado de nuevo en esta pequeña ciudad del Sur de Lituania…
Druskininkai es una ciudad rodeada de bosques. Estos son el origen de las formas de vida de la zona y su principal recurso natural. Una visita muy especial que ningún turista debe perderse es el Museo del Bosque Girios Aidas, un centro que pretende promover la cultura de la madera y el bosque por medio de la educación. Aunque nació en los años 70, un fuego lo devastó en 1992. Afortunadamente en 1933 se reconstruyó y amplió, siendo hoy tres veces más grande. Quizá el edificio más conocido sea su casa de madera típicamente báltica, en la que todo visitante se toma una foto. O la casa-árbol, del artista Algirdas Valavicius, que se encuentra suspendida entre los árboles y llena de Elfos, troles y brujas. A 3 km de Druskininkai se encuentra también el parque de ocio y de esculturas en madera Antanas Cesnulis, dedicado al artista del mismo nombre. Un molino de viento recibe al visitante, que puede desplazarse después hacia la casa de campo del artista y el arroyo junto al cual se encuentra una colección única, la del Hombre de los Lamentos, creada por el artista. De parecidas características es el Museo del Trabajo Manual Popular.
El Snoras Snow Arena es un complejo de ocio cerrado ligado a los deportes de invierno en el que los visitantes pueden disfrutar esquiando incluso en los más calurosos días del verano. Es simbólico el perfil de la estructura de hormigón que alberga, y que procede de la era soviética. El lugar, abierto en agosto de 2011, dispone de las más completas infraestructuras y servicios: tres pistas de esquí, dos de ellas a cubierto (principal y especial para principiantes), y otra al aire libre que sólo se utiliza cuando la temperatura exterior es inferior a los 5ºC; un parque para practicar snowboard, remontes tipo telesilla y también pasillo eléctrico; parque de ocio para niños con capacidad para más de 250 pequeños y escuela de esquí que sigue el método austriaco… Por supuesto el complejo de nieve, que hace las veces de estación de esquí en la ciudad, ofrece también a los visitantes cafés, bares y un gran restaurante de tipo self service.
Cerca de Druskininkai está el mayor parque nacional de Lituania. Se trata del Parque Nacional Dzukija, con sus 55.900 hectáreas habitadas por casi 150 especies de flora y fauna amenazadas de extinción. Dentro del parque hay varios pueblos llenos de encanto, con sus casitas de labranza de madera y sus viejos artesanos dedicados a la cestería y a la cerámica negra… También se puede visitar un Museo Etnográfico, con colecciones muy interesantes recogidas desde 1991 en el perímetro del parque. Otra exposición interesante es la dedicada a la apicultura tradicional en los bosques de la zona usando troncos de árbol en vez de colmenas modernas. Existen otros espacios visitables más dentro del parque como el Museo del Genocidio, el Museo de Estudios Regionales de Merkine, la casa-museo del escritor Kreve-Mickevicius y el Museo de los Tártaros en la misma localidad… Los amantes de la pesca pueden dedicarse a su afición con material amateur en más de cuarenta lagos del parque y en los ríos Nemunas, Merkys, Ula y Gruda.
Construida entre 1861 y 1865, el pequeño edificio de madera azul que alberga la iglesia ortodoxa rusa es toda una sorpresa que alberga la ciudad lituana. Si el exterior es realmente de cuento, mucho más lo es el interior que cuenta con una espléndida imaginería (iconos) y pinturas de tipo religioso. Esta iglesia se rehabilitó totalmente tras el fin de la era soviética con el asesoramiento de expertos procedentes del Museo Heritage de San Petersburgo. Otra iglesia interesante es la iglesia escapular de Santa María Virgen.
Gruto Parkas es una exposición al aire libre de buena parte de las esculturas soviéticas que salpicaban los principales puntos de la ciudad. Una vez desmantelada la Unión Soviética y recuperada la independencia por los lituanos entre 1989 y 1991, las estatuas y conjuntos escultóricos relacionados con la ideología comunista fueron retirados y apilados en almacenes. Muchos habrían terminado destrozados o en chatarrerías. Pero la solución salomónica lanzada por el ministro de Cultura en 1998 fue abrir un concurso de ofertas para realizar una exposición cerca de la ciudad con todo este material desmantelado… La idea: mostrar el impacto negativo de la ideología soviética sobre el espíritu de Lituania.
Druskininkai se unió en 2006 a la moda de los parques acuáticos con un centro con características algo diferenciadas. Cuenta con un espacio con las típicas atracciones de toboganes, piscinas de olas, de aguas bravas y de burbujas y un área especial para los más pequeños, tematizada con imágenes de la jungla, playas y grutas… Pero sobre todo es un espacio pensado para el relax y los tratamientos termales para adultos. Aquí hay saunas, baños de vapor, playa nudista y dos spas cada uno con su propia carta de tratamientos… Es posible alojarse dentro del complejo en el Hotel Aqua.
La ciudad está llena de grandes parques, bellos y cuidados, por los que pasear o hacer picnic. El bosque Miskas es el típico parque del Este de Europa lleno de grandes árboles y una intensa vida animal de ardillas, pájaros y erizos. Tiene varias rutas para recorren a pie o en bicicleta en verano, y con esquís de travesía en invierno. La Isla del Amor es un parque en pleno río Nemunas, al que hay que cruzar a nado o en barco. El Sveikatingumo Parkas es el típico ejemplo de parque de posguerra soviético rehabilitado con jardines japoneses, casa de baños... El parque de esculturas de Jaques Lipchitz’s está dedicado a este famoso escultor del siglo XX.
¿Cómo llegar?
En avión: Es la forma más usual de llegar a Lituania. El aeropuerto más cercano es el Aeropuerto Internacional de Vilna, la capital lituana. A poco más de 100 km de esta ciudad se encuentra Druskininkai. Son muchas las compañías aéreas que viajan a Vilna. Finnair es una de lasque hacen vuelos a Vilna desde Madrid y Barcelona, con escala en Helsinki. Air Baltico lo hace con escala en Riga. Lufthansa, con escala en Francfort… Y no son las únicas.
En autobús: Después se puede coger un autobús. Los hay de línea desde Vilna y Kaunas, que salen cada 1-2 horas entre las 5.30 y las 19.00 horas. Son dos las líneas de autbuses que operan en este trayecto: Kautra y Druskininki AP. El viaje dura 2 horas y media aproximadamente. También hay autobuses regulares desde Varsovia, la capital de Polonia.