Localidad de Marrakech (Marrakech-Tensift-Al Haouz)

marruecos

Presentación

Ruidosos zocos, vaporosas casas de baño, plata bereber, carros de burros, encantadores de serpientes…Marrakech es una experiencia embriagadora de principio a fin. La cuarta ciudad más grande de Marruecos, enclavada bajo las montañas nevadas del Atlas, Marrakech cuenta con un antiguo pasado que se remonta a los tiempos del neolítico. Hoy en día es una ciudad hermosa y caótica, apiñada con piscinas tranquilas y mercados frenéticos, mezquitas doradas y vendedores ambulantes de todo tipo. Increíblemente calurosa en verano y placenteramente cálida el resto del año, Marrakech utiliza convenientemente el GMT. La ciudad es una olla fundente de culturas, desde árabe hasta bereber, francesa, española o africana-saharaui, aunque solo los primeros tres idiomas se hablan con fluidez. La moneda es el dírham marroquí, utilizado para regatear a cada oportunidad.

La localidad de Marrakech pertenece (de mayor a menor) a la región Marrakech-Tensift-Al Haouz y a la provincia Marrakech.

La localidad de Marrakech cubre 230 km², tiene 1.174.550 habitantes (censo 2012) y una densidad de 5.106,74 habitantes por km². La altitud mínima es de 430 m, la altitud máxima es de 510 m, la altitud media es de 466 m.
El actual alcade de Marrakech es Fatima-Zahra Mansouri.
El gentilicio para los habitantes de Marrakech es marrakechí o marraquechí y el idioma oficial de Marrakech es Español. El nombre francés de la localidad es Marrakech, el nombre inglés de la localidad es Marrakesh, el nombre español es Marrakech.
La localidad de Marrakech fue fundada en 1062.

Visitas destacadas

Yamaa el Fna, la plaza más concurrida de África

Tan pronto como te aventures fuera de tu puerta en Marrakech, te encontrarás inexorablemente atraído por esta plaza masiva, que ha sido durante mil años el corazón latiente de la Medina (la antigua ciudad). Durante el día, hay vendedores de zumo de naranja y tatuadores de henna, encantadores de serpientes en trajes tradicionales y jóvenes con monos macacos bajo su control, todos intentando limpiar el dinero de los turistas. Las copas de metal estruendosas de los vendedores de agua y el repiqueteo de los carros de burros obstinados enfatizan el alboroto diario. Es recomendable ser firme en Yamaa el Fna, así que mantén tu sensatez y tus dírhams cerca. A medida que se acerca la noche, grandes multitudes descienden hasta la plaza para ver a los bailarines, magos y cuentacuentos tejer un increíble tapiz de sonido, llevando a la Unesco a reconocer las ricas y únicas tradiciones orales de la plaza como condición de Patrimonio Mundial en el año 2011. Entre los vendedores ambulantes de aceite de serpiente con una cura para todos los males también hay cientos de carros de comida donde el olor de la carne asada se alza en el aire. La acción tiene lugar entre las 09:00h y la 13:00h, aunque durante el ramadán tiene lugar aún más tarde.

Los zocos serpenteantes de la Medina

Si pensabas que la plaza Yamaa el Fna era agitada, intenta zambullirte en los varios zocos que hay al lado de la plaza. Son un laberíntico país de las maravillas de alfombras, cuero, zapatillas, artículos de plata, lámparas brillantes y especias. Hay distintos zocos especializados en diferentes productos, desde el zoco de olivas hasta el zoco de cerámica. Tazas de té enjoyadas de colores, cachimbas decoradas y caftanes adornados están todos expuestos, haciendo de los zocos un destino increíble para los fotógrafos o buscadores de baratijas. No tengas miedo de bromear y regatear, el primer precio dado es siempre mucho más caro y además se considera grosero no unirse a la diversión. Vale la pena visitar también las curtidurías, donde aprenderás cómo se fabrica el cuero tradicional. El lugar no es apto para cardíacos ni para aquellos de olfato sensible, que es el motivo por el cual te darán un ramito de menta. Los zocos pueden agobiarte y posiblemente te irás llevándote una alfombra que no sabías si la querías en realidad. Sin embargo, su energía, color y pasión son incomparables y totalmente adictivos. Oriéntate por la cúpula de la Mezquita Kutubía y no te perderás demasiado.

Lavarse en los baños del Hammam Dar el-Bacha

Después de la sobrecarga sensorial de la Yamaa el Fna y los zocos, muchos visitantes están desesperados por calmarse, relajarse y disfrutar de un poco de consentimientos. Afortunadamente, Marruecos es famoso por sus hammams, baños de vapor árabes donde los locales acuden una vez por semana para lavarse y relajarse. El Hammam Dar el-Bacha es el baño tradicional más grande de la ciudad, con respiraderos en forma de estrella parpadeando en los fantásticos techos abovedados, un ambiente amigable y masajistas disponibles para ganarse un dinero extra. Todos los hammans públicos son del mismo sexo, ya que los visitantes van desnudos pero con la parte de abajo. Entra en tres baños, cada uno más caliente que el anterior, donde utilizarás jabón negro y un guante exfoliante para lavarte mientras que hablas con tus amigos. Si eliges pagar por un masaje, cuidado: tu masajista no escatimará en esfuerzos para fregar cada milímetro de tu vida. ¡Nunca habrás estado más limpio! Necesitarás traer tus propias toallas y artículos de aseo. Dirección: Calle Fatima Zohra Nº 20. Entrada: 10Dh. Horario de apertura: de 07:00h a 13:00h (hombres) y de 13:00h a 21:00h (mujeres).

La Maison de la Photographie: Museo de la Fotografía de Marrakech

Viaja en el tiempo con una escapada al Museo de la Fotografía de Marrakech donde casi 4.500 fotografías viejas de Marruecos traen el pasado a la vida. La colección es albergada en un ‘funduq’ renovado, un tipo de hotel para mercantes viajeros, en el corazón de la Medina. Los suelos de mosaico y altos techos hacen de este un fantástico escenario para un increíble rango diverso de imágenes que abarcan la historia de la fotografía de Marruecos. Las fotos de paisajes soñados, kasbahs de lodo rojo y lugares arqueológicos se juntan con retratos de hippies de los años 60 y fashionistas y bereberes con turbantes de los años 50 en sus campamentos de montaña. Imágenes de músicos en los patios de Tánger, jóvenes parejas francesas bailando en los hoteles y pastores de camellos en el duro Sáhara pintan una rica, variada y profunda foto de Marruecos. Entre los daguerrotipos, negativos de vidrios y otros documentos, también se encuentran los raros documentales en color de Marruecos en los años 50. El museo ofrece un rango de deliciosos almuerzos en su terraza panorámica. Dirección: Calle Fassi 46. Sitio web: www.maison-delaphotographie.com. Entrada: 40Dh. Horario de apertura: de 09:30h a 19:00h.

Palacio de la Bahía, una opulenta reliquia del ayer

La Bahía o Palacio ‘brillante’ fue construida en los años 1860 por Si Moussa, el gran visir del Sultán, que soñaba con crear el palacio más grande del mundo. Su trabajo preliminar fue desarrollado más tarde por el esclavo de color Abu Ahmed, que adquirió gran poder y riqueza, la cual utilizó para embellecer el edificio. Capturando cada esencia de la arquitectura islámica, las 160 habitaciones están completamente llenas de detalles: fuentes decoradas, pantallas talladas intrincadas, marquetería exquisita y ventanas vidrieras. La mayoría de las habitaciones están cerradas, pero aún puedes realizar un tour que incluye las habitaciones del harén de Abu Ahmed. Aunque los muebles fueron saqueados después de su muerte, aún se pueden ver los tapices de seda y las esculturas opulentas. En el exterior, columnatas sombreadas dan paso a los jardines amurallados, llenos de palmeras datileras e higueras, y un vasto patio pavimentado de mármol con influencias de diseño andaluz donde los dignatarios esperarían para ser visitados por el visir. El Ministerio de Asuntos Culturales marroquí todavía utiliza una parte del palacio. Dirección: Calle Riad Zitoun el-Jedid. Teléfono: +212 524389564. Entrada: 10Dh. Horario de apertura: de 09:00h a 16:30h.

Las cascadas de Ouzoud y los macacos

Escápate del caos de Marrakech con uno de los tours diarios que van hasta las Cascadas de Ouzoud, a 150km de la ciudad. Estas espectaculares cataratas caen desde las Grandes Montañas del Atlas en un arcoíris de neblina de rocío, donde puedes verlas de entre los olivos, granados y limeros y los pequeños molinos que los locales aldeanos utilizan para moler el grano. Las cascadas son también el hogar de los insolentes macacos, que acuden al río con frecuencia para beber.

La antigua ciudad caravana de Aït Benhaddou

Puede que reconozcas la fortaleza de lodo rojo de Aït Benhaddou, pues tiene la apariencia de una muy intrépida aventura del oeste de Hollywood. Situada en las antiguas rutas de caravanas de camellos que escapaban del Sáhara a Marrakech, el exótico edificio kasbah de Aït Benhaddou es el más impresionante de Marruecos. Álzate por las tranquilas y sinuosas calles de este lugar Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y serás recompensado con las hermosas vistas de las cumbres circundantes. Situada a menos de tres horas al sur de Marrakech, alquila un conductor o toma un autobús para llegar.

Esauira, la ciudad de los vientos

En algún lugar entre el puerto pesquero francés y la medina marroquí, la hermosa Esauira da al Atlántico, donde las aves marinas y los windsurfistas emplean los famosos vientos ‘alizee’. Una bienvenida cedida por la infinita energía de Marrakech, la famosa luz de Esauira atrae a los artistas en manada. Escucha la música gnawa, cena pescado fresco y compra la famosa joyería de plata. Autobuses turísticos, buses y taxis realizan el viaje de tres horas desde Marrakech.  

Cataratas y tajines en el Valle de Ourika

Si el calor del verano se hace demasiado pesado en Marrakech, dirígete al Valle Ourika adelantando a los guías de camellos a medida que entras en las montañas del Atlas. Allí, en las profundidades del valle encontrarás Setti Fatma, una ciudad de siete cataratas. Despierta el apetito escalando sobre las rocas y después come con gusto los legendarios tajines, guisos cocinados a fuego lento durante horas sobre carbón y servidos en mesas apiñadas en el lecho del río. Puedes alquilar un conductor en Marrakech que te llevará durante 30km a Ourika por unos 600Dh.

Redactor :

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Cifras

Código del país :
MA
Código postal :
40000
Latitud :
31.58924
Longitud :
-7.83876
Huso horario :
Africa/Casablanca
Universal Time :
UTC
Horario de verano :
N

Ciudades próximas

  • Chouiter ~2 km
  • Had Abadallah Rhiate ~7 km
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¿Cómo llegar?

Vuela directamente hasta el Aeropuerto de Marrakech-Menara desde una gran variedad de ciudades europeas, incluyendo Casablanca, el punto de conexiones de vuelos de América y Asia. Desde el Reino Unido salen muchos vuelos de bajo coste, incluyendo compañías como easyJet y Ryanair. También hay vuelos internos a y desde Agadir, Casablanca, Fez, Ouarzazate, Al Hoceima y Tánger. El aeropuerto está a 5km de la ciudad en un autobús regular con aire acondicionado por 30Dh, una mejor apuesta que la mafia de taxistas que hay a la salida del aeropuerto. Si quieres un taxi, debería costarte unos 40Dh, así que aléjate del edificio de la terminal para escapar del consorcio. Internamente, bastantes trenes básicos van hasta Casablanca, Rabat y Tánger. (Ver http://www.oncf.ma/ para más detalles). También hay compañías de autobuses de larga distancia. Algunas de las mejores son CTM, Pullman du Sud y Supratours. La Medina de Marrakech es sumamente caminable, aunque hay muchos autobuses y ‘pequeños taxis’. O puedes darlo todo y alquilar un carro de caballos en la plaza de Foucauld detrás de la Yamaa el Fna, por unos 80Dh la hora.  

El transporte en Marrakech

Aeropuerto internacional
Menara ~19 km

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Ruidosos zocos, vaporosas casas de baño, plata bereber, carros de burros, encantadores de serpientes…Marrakech es una experiencia embriagadora de principio a fin. La cuarta ciudad más grande de Marruecos, enclavada bajo las montañas nevadas del Atlas, Marrakech cuenta con un antiguo pasado que se remonta a los tiempos del neolítico. Hoy en día es una ciudad hermosa y caótica, apiñada con piscinas tranquilas y mercados frenéticos, mezquitas doradas y vendedores ambulantes de todo tipo. Increíblemente calurosa en verano y placenteramente cálida el resto del año, Marrakech utiliza convenientemente el GMT. La ciudad es una olla fundente de culturas, desde árabe hasta bereber, francesa, española o africana-saharaui, aunque solo los primeros tres idiomas se hablan con fluidez. La moneda es el dírham marroquí, utilizado para regatear a cada oportunidad.

La localidad de Marrakech pertenece (de mayor a menor) a la región Marrakech-Tensift-Al Haouz y a la provincia Marrakech.

La localidad de Marrakech cubre 230 km², tiene 1.174.550 habitantes (censo 2012) y una densidad de 5.106,74 habitantes por km². La altitud mínima es de 430 m, la altitud máxima es de 510 m, la altitud media es de 466 m.
El actual alcade de Marrakech es Fatima-Zahra Mansouri.
El gentilicio para los habitantes de Marrakech es marrakechí o marraquechí y el idioma oficial de Marrakech es Español. El nombre francés de la localidad es Marrakech, el nombre inglés de la localidad es Marrakesh, el nombre español es Marrakech.
La localidad de Marrakech fue fundada en 1062.

Visitas destacadas

Yamaa el Fna, la plaza más concurrida de África

Tan pronto como te aventures fuera de tu puerta en Marrakech, te encontrarás inexorablemente atraído por esta plaza masiva, que ha sido durante mil años el corazón latiente de la Medina (la antigua ciudad). Durante el día, hay vendedores de zumo de naranja y tatuadores de henna, encantadores de serpientes en trajes tradicionales y jóvenes con monos macacos bajo su control, todos intentando limpiar el dinero de los turistas. Las copas de metal estruendosas de los vendedores de agua y el repiqueteo de los carros de burros obstinados enfatizan el alboroto diario. Es recomendable ser firme en Yamaa el Fna, así que mantén tu sensatez y tus dírhams cerca. A medida que se acerca la noche, grandes multitudes descienden hasta la plaza para ver a los bailarines, magos y cuentacuentos tejer un increíble tapiz de sonido, llevando a la Unesco a reconocer las ricas y únicas tradiciones orales de la plaza como condición de Patrimonio Mundial en el año 2011. Entre los vendedores ambulantes de aceite de serpiente con una cura para todos los males también hay cientos de carros de comida donde el olor de la carne asada se alza en el aire. La acción tiene lugar entre las 09:00h y la 13:00h, aunque durante el ramadán tiene lugar aún más tarde.

Los zocos serpenteantes de la Medina

Si pensabas que la plaza Yamaa el Fna era agitada, intenta zambullirte en los varios zocos que hay al lado de la plaza. Son un laberíntico país de las maravillas de alfombras, cuero, zapatillas, artículos de plata, lámparas brillantes y especias. Hay distintos zocos especializados en diferentes productos, desde el zoco de olivas hasta el zoco de cerámica. Tazas de té enjoyadas de colores, cachimbas decoradas y caftanes adornados están todos expuestos, haciendo de los zocos un destino increíble para los fotógrafos o buscadores de baratijas. No tengas miedo de bromear y regatear, el primer precio dado es siempre mucho más caro y además se considera grosero no unirse a la diversión. Vale la pena visitar también las curtidurías, donde aprenderás cómo se fabrica el cuero tradicional. El lugar no es apto para cardíacos ni para aquellos de olfato sensible, que es el motivo por el cual te darán un ramito de menta. Los zocos pueden agobiarte y posiblemente te irás llevándote una alfombra que no sabías si la querías en realidad. Sin embargo, su energía, color y pasión son incomparables y totalmente adictivos. Oriéntate por la cúpula de la Mezquita Kutubía y no te perderás demasiado.

Lavarse en los baños del Hammam Dar el-Bacha

Después de la sobrecarga sensorial de la Yamaa el Fna y los zocos, muchos visitantes están desesperados por calmarse, relajarse y disfrutar de un poco de consentimientos. Afortunadamente, Marruecos es famoso por sus hammams, baños de vapor árabes donde los locales acuden una vez por semana para lavarse y relajarse. El Hammam Dar el-Bacha es el baño tradicional más grande de la ciudad, con respiraderos en forma de estrella parpadeando en los fantásticos techos abovedados, un ambiente amigable y masajistas disponibles para ganarse un dinero extra. Todos los hammans públicos son del mismo sexo, ya que los visitantes van desnudos pero con la parte de abajo. Entra en tres baños, cada uno más caliente que el anterior, donde utilizarás jabón negro y un guante exfoliante para lavarte mientras que hablas con tus amigos. Si eliges pagar por un masaje, cuidado: tu masajista no escatimará en esfuerzos para fregar cada milímetro de tu vida. ¡Nunca habrás estado más limpio! Necesitarás traer tus propias toallas y artículos de aseo. Dirección: Calle Fatima Zohra Nº 20. Entrada: 10Dh. Horario de apertura: de 07:00h a 13:00h (hombres) y de 13:00h a 21:00h (mujeres).

La Maison de la Photographie: Museo de la Fotografía de Marrakech

Viaja en el tiempo con una escapada al Museo de la Fotografía de Marrakech donde casi 4.500 fotografías viejas de Marruecos traen el pasado a la vida. La colección es albergada en un ‘funduq’ renovado, un tipo de hotel para mercantes viajeros, en el corazón de la Medina. Los suelos de mosaico y altos techos hacen de este un fantástico escenario para un increíble rango diverso de imágenes que abarcan la historia de la fotografía de Marruecos. Las fotos de paisajes soñados, kasbahs de lodo rojo y lugares arqueológicos se juntan con retratos de hippies de los años 60 y fashionistas y bereberes con turbantes de los años 50 en sus campamentos de montaña. Imágenes de músicos en los patios de Tánger, jóvenes parejas francesas bailando en los hoteles y pastores de camellos en el duro Sáhara pintan una rica, variada y profunda foto de Marruecos. Entre los daguerrotipos, negativos de vidrios y otros documentos, también se encuentran los raros documentales en color de Marruecos en los años 50. El museo ofrece un rango de deliciosos almuerzos en su terraza panorámica. Dirección: Calle Fassi 46. Sitio web: www.maison-delaphotographie.com. Entrada: 40Dh. Horario de apertura: de 09:30h a 19:00h.

Palacio de la Bahía, una opulenta reliquia del ayer

La Bahía o Palacio ‘brillante’ fue construida en los años 1860 por Si Moussa, el gran visir del Sultán, que soñaba con crear el palacio más grande del mundo. Su trabajo preliminar fue desarrollado más tarde por el esclavo de color Abu Ahmed, que adquirió gran poder y riqueza, la cual utilizó para embellecer el edificio. Capturando cada esencia de la arquitectura islámica, las 160 habitaciones están completamente llenas de detalles: fuentes decoradas, pantallas talladas intrincadas, marquetería exquisita y ventanas vidrieras. La mayoría de las habitaciones están cerradas, pero aún puedes realizar un tour que incluye las habitaciones del harén de Abu Ahmed. Aunque los muebles fueron saqueados después de su muerte, aún se pueden ver los tapices de seda y las esculturas opulentas. En el exterior, columnatas sombreadas dan paso a los jardines amurallados, llenos de palmeras datileras e higueras, y un vasto patio pavimentado de mármol con influencias de diseño andaluz donde los dignatarios esperarían para ser visitados por el visir. El Ministerio de Asuntos Culturales marroquí todavía utiliza una parte del palacio. Dirección: Calle Riad Zitoun el-Jedid. Teléfono: +212 524389564. Entrada: 10Dh. Horario de apertura: de 09:00h a 16:30h.

Las cascadas de Ouzoud y los macacos

Escápate del caos de Marrakech con uno de los tours diarios que van hasta las Cascadas de Ouzoud, a 150km de la ciudad. Estas espectaculares cataratas caen desde las Grandes Montañas del Atlas en un arcoíris de neblina de rocío, donde puedes verlas de entre los olivos, granados y limeros y los pequeños molinos que los locales aldeanos utilizan para moler el grano. Las cascadas son también el hogar de los insolentes macacos, que acuden al río con frecuencia para beber.

La antigua ciudad caravana de Aït Benhaddou

Puede que reconozcas la fortaleza de lodo rojo de Aït Benhaddou, pues tiene la apariencia de una muy intrépida aventura del oeste de Hollywood. Situada en las antiguas rutas de caravanas de camellos que escapaban del Sáhara a Marrakech, el exótico edificio kasbah de Aït Benhaddou es el más impresionante de Marruecos. Álzate por las tranquilas y sinuosas calles de este lugar Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y serás recompensado con las hermosas vistas de las cumbres circundantes. Situada a menos de tres horas al sur de Marrakech, alquila un conductor o toma un autobús para llegar.

Esauira, la ciudad de los vientos

En algún lugar entre el puerto pesquero francés y la medina marroquí, la hermosa Esauira da al Atlántico, donde las aves marinas y los windsurfistas emplean los famosos vientos ‘alizee’. Una bienvenida cedida por la infinita energía de Marrakech, la famosa luz de Esauira atrae a los artistas en manada. Escucha la música gnawa, cena pescado fresco y compra la famosa joyería de plata. Autobuses turísticos, buses y taxis realizan el viaje de tres horas desde Marrakech.  

Cataratas y tajines en el Valle de Ourika

Si el calor del verano se hace demasiado pesado en Marrakech, dirígete al Valle Ourika adelantando a los guías de camellos a medida que entras en las montañas del Atlas. Allí, en las profundidades del valle encontrarás Setti Fatma, una ciudad de siete cataratas. Despierta el apetito escalando sobre las rocas y después come con gusto los legendarios tajines, guisos cocinados a fuego lento durante horas sobre carbón y servidos en mesas apiñadas en el lecho del río. Puedes alquilar un conductor en Marrakech que te llevará durante 30km a Ourika por unos 600Dh.

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Longitud :
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Universal Time :
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Horario de verano :
N

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Vuela directamente hasta el Aeropuerto de Marrakech-Menara desde una gran variedad de ciudades europeas, incluyendo Casablanca, el punto de conexiones de vuelos de América y Asia. Desde el Reino Unido salen muchos vuelos de bajo coste, incluyendo compañías como easyJet y Ryanair. También hay vuelos internos a y desde Agadir, Casablanca, Fez, Ouarzazate, Al Hoceima y Tánger. El aeropuerto está a 5km de la ciudad en un autobús regular con aire acondicionado por 30Dh, una mejor apuesta que la mafia de taxistas que hay a la salida del aeropuerto. Si quieres un taxi, debería costarte unos 40Dh, así que aléjate del edificio de la terminal para escapar del consorcio. Internamente, bastantes trenes básicos van hasta Casablanca, Rabat y Tánger. (Ver http://www.oncf.ma/ para más detalles). También hay compañías de autobuses de larga distancia. Algunas de las mejores son CTM, Pullman du Sud y Supratours. La Medina de Marrakech es sumamente caminable, aunque hay muchos autobuses y ‘pequeños taxis’. O puedes darlo todo y alquilar un carro de caballos en la plaza de Foucauld detrás de la Yamaa el Fna, por unos 80Dh la hora.  

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