Presentación
Témara es una relajada ciudad costera situada justo al sur de la capital Rabat en la costa atlántica. Con una población de 250.000, la ciudad disfruta de bellas playas y un pequeño puerto, y está hermanada con la ciudad francesa de Saint-Germain-en-Laye. La ciudad fue fundada en el siglo XII por el sultán almohade Abd al-Mumin, que construyó aquí una bella mezquita. Gobernantes posteriores fortificaron la ciudad, y hoy el asentamiento tiene dos zonas industriales además de una escena social boyante en el centro. Los residentes hablan francés y árabe marroquí, así como idiomas bereberes. La divisa es el dirhma marroquí y el clima es caluroso en verano pero refresca significativamente en invierno.
La localidad de Témara pertenece (de mayor a menor) a la región Rabat-Salé-Zemmour-Zaër y a la provincia Skhirat-Témara.
La localidad de Témara tiene 225.497 habitantes (censo 2010).
El actual alcade de Témara es Mohamed Mellouki.
El nombre francés de la localidad es Témara, el nombre inglés de la localidad es Temara.
Visitas destacadas
Ningún viaje a Témara estaría completo sin pasar un tiempo explorando el litoral y empapándose con los rayos de sol en las playas de esta ciudad costera. Entreténgase por el pequeño puerto para ver los pequeños barcos pesqueros azules que llevan a los robustos pescadores marroquíes al océano Atlántico para cazar su cena. Los botes maniobran dentro y fuera del agua con antiguos tractores que parecen necesitar un arreglo constante. La playa de los contrabandistas (Contrabandiers) y la playa de arena dorada (Sables d'Or) son paradas ideales para las familias, ya que las suaves cuestas de la arena favorecen que los niños jueguen de forma bastante segura, y los vendedores de fruta, agua y juguetes de playa se abren camino por la arena. Traiga su propia sombrilla y mucha crema solar ya que el sol africano puede ser intenso. Cuando caiga la noche, pasee por La Corniche, el camino frente al mar que ofrece vistas increíbles de la puesta de sol. Y si visita en invierno, las rompedoras olas atlánticas y las gaviotas harán del paseo a la costa una experiencia vigorizante.
Justo en el corazón de la moderna Témara se encuentra la antigua casba, una fortificación militar construida por los gobernantes almohades de la ciudad al comienzo de su reinado en el siglo XII, y desarrollada por los consiguientes gobernantes hasta que Moulay Abdul-Aziz la completó hacia principios del siglo XX. Este lugar de 72 hectáreas contiene una bella mezquita antigua, el mausoleo de Sidi Lahcen y otros edificios históricos, todos dentro de sus murallas de 6,5 metros de altura. Las casbas una vez formaron el mismo corazón de las antiguas ciudades marroquíes, proporcionando un hogar palaciego al gobernante, un lugar privilegiado desde el que estudiar la zona que la rodea y un refugio en tiempos de asedio. La presencia de casbas elaboradas como la de Témara indica una gran riqueza, y de hecho, la dinastía almohade que la construyó fue una familia musulmana-bereber increíblemente rica que una vez gobernó gran parte de las montañas del Atlas. Pasee por este antiguo lugar donde las elevadas palmeras se asoman por encima de las almenas para sentir una parte de su fuerza.
Marruecos es famosa por sus asombrosos caballos árabes, con sus distintivas caras de bellos rasgos, orgullosos cuellos arqueados y su brillante pelaje castaño. El caballo bereber ligero y rápido también fue criado aquí por primera vez, y el pueblo bereber aún está inmensamente orgulloso de su velocidad y fiero carácter. La Escuela Real de Caballería de Témara es el hogar de un establo famoso mundialmente con algunos de los mejores caballos de Marruecos. En 2004 esta escuela celebró el 16º Campeonato Militar Mundial de deportes ecuestres, donde llegaron jinetes de los cuatro continentes para competir. Los establos tienen una capacidad cercana a los 300 caballos, y hay una escuela de equitación con 300 plazas, dos clases y diversas instalaciones equinas más, entre ellas una herrería, un taller de cuero y arreros y un sastre. Pase bajo la gran puerta de tres arcos de piedra de arenisca para experimentar la mejor equitación marroquí y admirar algunos de los caballos más bellos del país. La Escuela Real de Caballería también ofrece caminatas por la bonita costa atlántica, por lo que los novatos y los profesionales tendrán su ración equina. Explore las playas o diríjase tierra adentro, en cualquier caso se enamorará de estos asombrosos corceles.
Viaje atrás en el tiempo a través de las brumas de la historia paleolítica y neolítica con un viaje a la cueva de El Harhoura II. El Harhoura II forma parte de un complejo de cuevas junto a la costa entre Casablanca y Rabat. Este fascinante lugar está bien resguardado cerca de la bella playa de El Harhoura, entre Témara y Rabat. La cueva es particularmente importante para los arqueólogos por los hallazgos aquí encontrados de habitantes humanos primitivos, así como por la presencia de huesos humanos, yacimientos como caparazones y pruebas de herramientas de piedra y agricultura antigua. Los investigadores del clima también han fechado con carbón huesos de roedores encontrados en una sucesión de capas sedimentarias del suelo de la cueva, para aprender más sobre los periodos de aridez y humedad durante el pasado. Una razón por la que estos estudios son tan importantes es que han arrojado luz sobre la relación entre las variaciones climáticas y el éxito del Homo Sapiens en África, ayudándonos a entender cómo llegamos a dominar el mundo. Siga los pasos de nuestros ancestros y explore la zona alrededor de la cueva, ya que hay un bello bosque cercano.
Vuélvase loco en el zoo de Rabat, al noroeste de Témara y un destino obligatorio para quienes se alojen en la zona. El zoo alberga más de 1.200 especies de aves, 800 especies de mamíferos y muchos otros fantásticos amigos peludos y emplumados. Los amantes de los pájaros podrán acercarse a la poderosa águila dorada, conocer coloridos loros o maravillarse con las elegantes avestruces. Chimpancés e hipopótamos, cobras egipcias e imponentes elefantes, flamencos, jirafas y guepardos parecen estar en casa aquí, pero sorprendentemente también hay algunos animales no africanos: llamas de Perú, ponis de Shetland e incluso reses Angus irlandesas. También hay un zoo educativo donde los niños pueden acercarse para acariciar sedosas cabras de angora y graznantes ánades reales, y también aprender sobre la agricultura y la producción de carne. También hay una variedad de grandes aperitivos para cualquier bestia famélica con la que pueda viajar, así como diversos kioscos de comida que ofrecen de todo, desde algodón de azúcar y hamburguesas hasta pizza y helados. Puede planificar su visita y comprar una entrada por Internet en la página web http://rabatzoo.ma/ (en árabe y francés). Dirección: Annexe 23eme, Ceinture Vert, Cité Yacoub El Mansour, Rabat.
La romántica Casablanca está a sólo una hora en coche desde Rabat, y su despreocupado ambiente colonial francés, con actitud acogedora hacia los turistas y la bella medina la convierten en una favorita perenne de los turistas. Deténgase en Bouznika para nadar, hacer surf o jugar al golf si es lo que le gusta, o simplemente pase el rato en alguna elegante cafetería bebiendo té de menta. Está a sólo una hora en tren desde Rabat.
Justo a las afueras de Rabat se encuentra la fantástica necrópolis romana de Chellah, o Sala Colonia. Es el asentamiento humano más antiguo de la zona, situada en la boca del río Bou Regreg, donde los fenicios y cartagineses probablemente construyeron una asentamiento anterior, y es un batiburrillo de ruinas explorables y nidos de cigüeñas. Cada mes de junio se celebra aquí un fantástico festival de jazz, vea la página web para más información http://www.jazzauchellah.com/2010/accueil.php. La entrada cuesta 10Dh.
A sólo dos horas desde Témara, Fes es la capital espiritual y culinaria de Marruecos, ofreciendo una increíble arquitectura religiosa y la mayoría de tajines sublimes en un escenario agrícola exuberante. La ciudad es increíblemente antigua, datando de hace 1200 años, y tiene una actitud muy estoica ante el cambio. La antigua Fes es un desorden de colores y ruidos, especies y asnos, calor y polvo y completamente encantadora. Visite la curtidería o relájese en uno de los suntuosos hammam. Los trenes desde Rabat tardan dos horas y media y cuestan unos 75 - 100 Dh.
Diríjase tierra adentro hacia Meknes en la carretera A2 y descubra una ciudad listada por la Unesco que está llena de sorpresas. La arquitectura es una mezcla armoniosa de estilos islámicos y europeos y en el siglo XVII fue una vez la capital de Marruecos. La relativa ausencia de turistas significa que disfrutará de unos precios razonables y menos líos, y desde Meknes sólo hay una pequeña distancia hasta las extraordinarias ruinas romanas de Volubilis. Los trenes desde Rabat tardan dos horas y media y cuestan unos 65 Dh.
¿Cómo llegar?
Témara es una de las dos ciudades dormitorio de Rabat, la capital marroquí, lo que la hace accesible desde el extranjero. Rabat está bien comunicada por tren, a cuatro horas desde Marrakesh, dos horas y media desde Fes y a sólo una hora desde Casablanca. Rabat también está muy bien conectada por autobús con rutas que van hasta casi cada ciudad del país, aunque muchos de estos autobuses no paran en la estación central de autobuses y por tanto necesitará práctica e ingenio para descubrir cuál es la parada correcta. La mayoría de turistas vuelan a la cercana Casablanca, ya que está ligeramente mejor conectada con destinos internacionales que el Aeropuerto Rabat-Salé, que sólo vuela a París, Ámsterdam, Madrid, Londres-Stansted y unos pocos destinos más pequeños. El Aeropuerto Internacional de Casablanca Mohammed V tiene una lista más amplia de destinos. Cuando viaje por Témara evite los taxis Mercedes Grand blancos, ya que son caros e inseguros comparados con los pequeños taxis azules, aunque en todo caso deberá insistir en que pongan el taxímetro. Evite conducir, ya que Marruecos tiene la segunda tasa más alta de accidentes de tráfico del mundo, aunque hay muchas zonas peatonales en la ciudad, como Corniche.
Presentación
Témara es una relajada ciudad costera situada justo al sur de la capital Rabat en la costa atlántica. Con una población de 250.000, la ciudad disfruta de bellas playas y un pequeño puerto, y está hermanada con la ciudad francesa de Saint-Germain-en-Laye. La ciudad fue fundada en el siglo XII por el sultán almohade Abd al-Mumin, que construyó aquí una bella mezquita. Gobernantes posteriores fortificaron la ciudad, y hoy el asentamiento tiene dos zonas industriales además de una escena social boyante en el centro. Los residentes hablan francés y árabe marroquí, así como idiomas bereberes. La divisa es el dirhma marroquí y el clima es caluroso en verano pero refresca significativamente en invierno.
La localidad de Témara pertenece (de mayor a menor) a la región Rabat-Salé-Zemmour-Zaër y a la provincia Skhirat-Témara.
La localidad de Témara tiene 225.497 habitantes (censo 2010).
El actual alcade de Témara es Mohamed Mellouki.
El nombre francés de la localidad es Témara, el nombre inglés de la localidad es Temara.
Visitas destacadas
Ningún viaje a Témara estaría completo sin pasar un tiempo explorando el litoral y empapándose con los rayos de sol en las playas de esta ciudad costera. Entreténgase por el pequeño puerto para ver los pequeños barcos pesqueros azules que llevan a los robustos pescadores marroquíes al océano Atlántico para cazar su cena. Los botes maniobran dentro y fuera del agua con antiguos tractores que parecen necesitar un arreglo constante. La playa de los contrabandistas (Contrabandiers) y la playa de arena dorada (Sables d'Or) son paradas ideales para las familias, ya que las suaves cuestas de la arena favorecen que los niños jueguen de forma bastante segura, y los vendedores de fruta, agua y juguetes de playa se abren camino por la arena. Traiga su propia sombrilla y mucha crema solar ya que el sol africano puede ser intenso. Cuando caiga la noche, pasee por La Corniche, el camino frente al mar que ofrece vistas increíbles de la puesta de sol. Y si visita en invierno, las rompedoras olas atlánticas y las gaviotas harán del paseo a la costa una experiencia vigorizante.
Justo en el corazón de la moderna Témara se encuentra la antigua casba, una fortificación militar construida por los gobernantes almohades de la ciudad al comienzo de su reinado en el siglo XII, y desarrollada por los consiguientes gobernantes hasta que Moulay Abdul-Aziz la completó hacia principios del siglo XX. Este lugar de 72 hectáreas contiene una bella mezquita antigua, el mausoleo de Sidi Lahcen y otros edificios históricos, todos dentro de sus murallas de 6,5 metros de altura. Las casbas una vez formaron el mismo corazón de las antiguas ciudades marroquíes, proporcionando un hogar palaciego al gobernante, un lugar privilegiado desde el que estudiar la zona que la rodea y un refugio en tiempos de asedio. La presencia de casbas elaboradas como la de Témara indica una gran riqueza, y de hecho, la dinastía almohade que la construyó fue una familia musulmana-bereber increíblemente rica que una vez gobernó gran parte de las montañas del Atlas. Pasee por este antiguo lugar donde las elevadas palmeras se asoman por encima de las almenas para sentir una parte de su fuerza.
Marruecos es famosa por sus asombrosos caballos árabes, con sus distintivas caras de bellos rasgos, orgullosos cuellos arqueados y su brillante pelaje castaño. El caballo bereber ligero y rápido también fue criado aquí por primera vez, y el pueblo bereber aún está inmensamente orgulloso de su velocidad y fiero carácter. La Escuela Real de Caballería de Témara es el hogar de un establo famoso mundialmente con algunos de los mejores caballos de Marruecos. En 2004 esta escuela celebró el 16º Campeonato Militar Mundial de deportes ecuestres, donde llegaron jinetes de los cuatro continentes para competir. Los establos tienen una capacidad cercana a los 300 caballos, y hay una escuela de equitación con 300 plazas, dos clases y diversas instalaciones equinas más, entre ellas una herrería, un taller de cuero y arreros y un sastre. Pase bajo la gran puerta de tres arcos de piedra de arenisca para experimentar la mejor equitación marroquí y admirar algunos de los caballos más bellos del país. La Escuela Real de Caballería también ofrece caminatas por la bonita costa atlántica, por lo que los novatos y los profesionales tendrán su ración equina. Explore las playas o diríjase tierra adentro, en cualquier caso se enamorará de estos asombrosos corceles.
Viaje atrás en el tiempo a través de las brumas de la historia paleolítica y neolítica con un viaje a la cueva de El Harhoura II. El Harhoura II forma parte de un complejo de cuevas junto a la costa entre Casablanca y Rabat. Este fascinante lugar está bien resguardado cerca de la bella playa de El Harhoura, entre Témara y Rabat. La cueva es particularmente importante para los arqueólogos por los hallazgos aquí encontrados de habitantes humanos primitivos, así como por la presencia de huesos humanos, yacimientos como caparazones y pruebas de herramientas de piedra y agricultura antigua. Los investigadores del clima también han fechado con carbón huesos de roedores encontrados en una sucesión de capas sedimentarias del suelo de la cueva, para aprender más sobre los periodos de aridez y humedad durante el pasado. Una razón por la que estos estudios son tan importantes es que han arrojado luz sobre la relación entre las variaciones climáticas y el éxito del Homo Sapiens en África, ayudándonos a entender cómo llegamos a dominar el mundo. Siga los pasos de nuestros ancestros y explore la zona alrededor de la cueva, ya que hay un bello bosque cercano.
Vuélvase loco en el zoo de Rabat, al noroeste de Témara y un destino obligatorio para quienes se alojen en la zona. El zoo alberga más de 1.200 especies de aves, 800 especies de mamíferos y muchos otros fantásticos amigos peludos y emplumados. Los amantes de los pájaros podrán acercarse a la poderosa águila dorada, conocer coloridos loros o maravillarse con las elegantes avestruces. Chimpancés e hipopótamos, cobras egipcias e imponentes elefantes, flamencos, jirafas y guepardos parecen estar en casa aquí, pero sorprendentemente también hay algunos animales no africanos: llamas de Perú, ponis de Shetland e incluso reses Angus irlandesas. También hay un zoo educativo donde los niños pueden acercarse para acariciar sedosas cabras de angora y graznantes ánades reales, y también aprender sobre la agricultura y la producción de carne. También hay una variedad de grandes aperitivos para cualquier bestia famélica con la que pueda viajar, así como diversos kioscos de comida que ofrecen de todo, desde algodón de azúcar y hamburguesas hasta pizza y helados. Puede planificar su visita y comprar una entrada por Internet en la página web http://rabatzoo.ma/ (en árabe y francés). Dirección: Annexe 23eme, Ceinture Vert, Cité Yacoub El Mansour, Rabat.
La romántica Casablanca está a sólo una hora en coche desde Rabat, y su despreocupado ambiente colonial francés, con actitud acogedora hacia los turistas y la bella medina la convierten en una favorita perenne de los turistas. Deténgase en Bouznika para nadar, hacer surf o jugar al golf si es lo que le gusta, o simplemente pase el rato en alguna elegante cafetería bebiendo té de menta. Está a sólo una hora en tren desde Rabat.
Justo a las afueras de Rabat se encuentra la fantástica necrópolis romana de Chellah, o Sala Colonia. Es el asentamiento humano más antiguo de la zona, situada en la boca del río Bou Regreg, donde los fenicios y cartagineses probablemente construyeron una asentamiento anterior, y es un batiburrillo de ruinas explorables y nidos de cigüeñas. Cada mes de junio se celebra aquí un fantástico festival de jazz, vea la página web para más información http://www.jazzauchellah.com/2010/accueil.php. La entrada cuesta 10Dh.
A sólo dos horas desde Témara, Fes es la capital espiritual y culinaria de Marruecos, ofreciendo una increíble arquitectura religiosa y la mayoría de tajines sublimes en un escenario agrícola exuberante. La ciudad es increíblemente antigua, datando de hace 1200 años, y tiene una actitud muy estoica ante el cambio. La antigua Fes es un desorden de colores y ruidos, especies y asnos, calor y polvo y completamente encantadora. Visite la curtidería o relájese en uno de los suntuosos hammam. Los trenes desde Rabat tardan dos horas y media y cuestan unos 75 - 100 Dh.
Diríjase tierra adentro hacia Meknes en la carretera A2 y descubra una ciudad listada por la Unesco que está llena de sorpresas. La arquitectura es una mezcla armoniosa de estilos islámicos y europeos y en el siglo XVII fue una vez la capital de Marruecos. La relativa ausencia de turistas significa que disfrutará de unos precios razonables y menos líos, y desde Meknes sólo hay una pequeña distancia hasta las extraordinarias ruinas romanas de Volubilis. Los trenes desde Rabat tardan dos horas y media y cuestan unos 65 Dh.
¿Cómo llegar?
Témara es una de las dos ciudades dormitorio de Rabat, la capital marroquí, lo que la hace accesible desde el extranjero. Rabat está bien comunicada por tren, a cuatro horas desde Marrakesh, dos horas y media desde Fes y a sólo una hora desde Casablanca. Rabat también está muy bien conectada por autobús con rutas que van hasta casi cada ciudad del país, aunque muchos de estos autobuses no paran en la estación central de autobuses y por tanto necesitará práctica e ingenio para descubrir cuál es la parada correcta. La mayoría de turistas vuelan a la cercana Casablanca, ya que está ligeramente mejor conectada con destinos internacionales que el Aeropuerto Rabat-Salé, que sólo vuela a París, Ámsterdam, Madrid, Londres-Stansted y unos pocos destinos más pequeños. El Aeropuerto Internacional de Casablanca Mohammed V tiene una lista más amplia de destinos. Cuando viaje por Témara evite los taxis Mercedes Grand blancos, ya que son caros e inseguros comparados con los pequeños taxis azules, aunque en todo caso deberá insistir en que pongan el taxímetro. Evite conducir, ya que Marruecos tiene la segunda tasa más alta de accidentes de tráfico del mundo, aunque hay muchas zonas peatonales en la ciudad, como Corniche.