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Los orígenes de la ciudad
Tlalnepantla es una palabra náhuatl, para cuya traducción se debe partir el nombre en dos: Tla-li significa “tierra” y npantla “en medio”, lo que quiere decir “en medio de la tierra”. Otras localidades que rodean a Tlalnepantla y derivan de este mismo idioma son Totolapan al este, al oeste Tepoztlán y al sur, Tlayacapan. En el lugar donde se encuentra hoy Tlalnepantla existieron antes de la llegada de los españoles asentamientos de tribus Nahuatlacas y Tlahuicas. Los alrededores cuentan con numerosos vestigios de sus construcciones. A unos 7 kilómetros de distancia, en Teocaltitla, hay restos de un templo prehispánico, así como de antiguas murallas en el pueblo de Santiago, a unos 2 km. También en San Bartolomé, fundado por los Tlahuicas y conocido como “Cohamilpa”, a cuatro kilómetros al oeste de Tlalnepantla. Asimismo en el barrio de San Nicolás Tolentino (el Teopancasholtitla prehispánico) y en San Felipe. Todos estos asentamientos fueron unificados en el siglo XVI por los frailes agustinos en un nuevo emplazamiento donde hicieron levantar un convento: el de la Purificación de Tlalnepantla, el templo más importante de la ciudad y donde se llevan a cabo cada año las celebraciones de la feria principal.
El convento agustino de La Purificación
El mes de octubre de 1791 se bendijo la primera piedra que dio inicio a la construcción del templo principal, conocido también como de La Preciosa Sangre de Cristo y que desde entonces forma parte de lo que es el zócalo de la cabecera municipal. El convento es un edificio sencillo y delicioso, pintado en blanco y grana; el conjunto consta de un atrio de mediana dimensión y el templo tiene una torre de reloj en el centro de la fachada. Tranquilo y refrescado con plantas, el claustro, de una sola altura, contiene restos de pintura mural. La Purificación de Tlalnepantla forma parte de la denominada “ruta de los conventos”, reconocida en 1994 por la UNESCO como Patrimonio Mundial de la Humanidad por su alto valor histórico y arquitectónico. En este convento se llevan a cabo en la actualidad representaciones de teatro popular durante las ferias que se celebran cada año entre los meses de mayo y junio. Otra de las fiestas importantes está dedicada a San Bartolomé el 24 de agosto, en el barrio del mismo nombre.
Parque Nacional El Tepozteco
No se trata solo de una reserva natural, sino también de una importante área arqueológica localizada a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar y a 600 metros sobre el valle de Tepoztlán, que contiene yacimientos prehispánicos muy interesantes con restos de construcciones datadas entre los años 1150 y 1350 dC. Se encuentra al norte de Tlalnepantla, en el municipio de Tepoztlán, y se extiende sobre unas 24 mil hectáreas abarcando la sierra del mismo nombre. Entre la frondosa vegetación compuesta de pinos, encinos y oyameles típicos de la región se esconden magníficos complejos, como el dedicado a Ometochtli-Tepoxtécatl, deidad del pulpe, la fecundidad y la cosecha. O la construcción más sobresaliente, la pirámide Casa del Tepoztco, que con sus casi diez metros de alto domina la cúpula arbórea. Es una pirámide de dos cuerpos con una gran escalera con alfardas en su lado oeste. Una tercera construcción corona la cima, consta de dos salas, una a continuación de la otra. En esta pirámide se encontró el ídolo Dos Conejos, que representaba a Ometochtli y que fue destruido por los frailes en tiempos de la evangelización.
Riqueza botánica y faunística del parque
Declarado Parque Nacional el 22 de enero de 1937, El Tepozteco ofrece un importante atractivo turístico por su doble vertiente -naturaleza y vegetación- que hace del lugar un excelente punto de actividades deportivas y actividades al aire libre. La riqueza botánica está representada por oyameles (Abies religiosa), pinos (Pinus pseudostrobus y Pinus montezumae) y encinos (Quercus mexicana, Quercus crassipes y Quercus rugosa). En las partes bajas destacan especies como el venenillo (Sapium biloculare) y el pochote (Ceiba parvifolia). Existen gran variedad de plantas medicinales como el poleo, toronjil, arnica, tochete, tabaquillo, gordolobo, valeriana, etc. La fauna característica está formada por conejos (Sylvilagus floridans), coatís (Nasua nasua), tlacuaches (Didelphis virginiana), víboras de cascabel (Crotalus sp.), mofetas (Conepatus mesoleucus) y ardillas (Sciurus sp). Además, dentro de esta vasta superficie también está el volcán Chichinautzin, que con 3.400 metros es el pico más alto del parque. Se puede acampar, practicar excursionismo y realizar recorridos por la zona arqueológica. Se accede a este espacio natural por las ciudades de México o Cuernavaca desde la autopista México-Cuernavaca, hasta llegar a la desviación a Tepoztlán, un poblado pintoresco situado dentro del parque.
El Carnaval y otras fiestas y tradiciones
Tanto el municipio de Tlalnepantla como todo el estado de Morelos es muy rico en acontecimientos festivos. El día de Pentecostés (en mayo o junio, según el calendario) tiene lugar la feria del pueblo en honor a la Preciosa Sangre de Cristo en el convento de La Purificación, pero si hay un acontecimiento colorista y popular en este estado mexicano es el Carnaval. Se caracteriza además por contener rasgos étnicos, históricos y de creencias populares. Los actos comienzan un fin de semana anterior al miércoles de ceniza y en cada ciudad hay Baile de Chinelos, danza tradicional que al ritmo del tambor y de los instrumentos de viento invita a la danza. Los bailarines brincan en un movimiento que los hace parecer marionetas. Jiutepec, Tlayacapan, Tepoztlán y Yautepec, son algunas de las localidades donde el Carnaval -y el Baile de Chinelos- está más arraigado de toda la zona. Los chinelos son personajes que aluden burlonamente a los españoles de la Época de la Colonia en México. Esta fiesta además viene acompañada de una rica oferta gastronómica, artesanal y comercial, así como de infinidad de eventos musicales, exposiciones de arte y muchas otras manifestaciones culturales.
Cultivo de Nopal Verdura
Tlalnepantla es uno de los mayores productores de esta variedad cactácea y abastece del producto a nivel nacional por su calidad y cantidad. El nopal verdura tradicionalmente ha sido de los alimentos de mayor consumo del pueblo mexicano. Ya sea fresco, en ensaladas, en la preparación de diferentes platos, o bien envasado en salmuera, vinagre y como mermelada. En los últimos años ha cobrado una particular importancia en la medicina por sus propiedades hipoglucemiantes. Como alimento, tiene una gran aceptación por su bajo costo y por otras propiedades, como lo fácilmente que lo digiere el organismo.
El equinoccio desde la pirámide de Tepoztlán
Esta localidad vecina de Tlalnepantla tiene un atractivo especial cuando cada 21 de marzo se celebra la llegada de la primavera. En este momento especial los habitantes se visten de blanco y suben a la pirámide de Tepozteco, construida en honor a Ometochtli Tepuztécatl y emplazada en las montañas que rodean la ciudad, para cargarse de la buena energía. El pueblo es tierra de misticismo, artesanía y clima inmejorable. También se puede tomar aquí un temascal (“baño de vapor” muy especial), experiencia conducida por un guía que va aplicando una serie de prácticas de índole terapéutica o ritual: masajes, hidroterapia, aromaterapia, cantos, visualizaciones, ejercicios de meditación y catarsis… de efectos purificadores.
Cuernavaca: una joya
La capital morelense está dotada de un paisaje lleno de colores y aromas que corresponde al florecimiento de buganvillas, jacarandas, tulipanes africanos, azucenas… Su centro histórico cuenta con hermosas plazas y construcciones de estilo colonial, entre las que destaca su catedral o el Palacio de Cortés, ubicado en un costado de la Plaza de Armas. El lado cosmopolita de la ciudad se encuentra también muy cerca del corazón urbano, con el Museo Brady, que contiene pintura, arquitectura, escultura etc. Próximo a esta ciudad primaveral se halla Teopanzolco, yacimiento arqueológico compuesto por once edificios que erigen estructuras piramidales de forma rectangular y que sirvieron de adoratorio a los dioses Huitzilopochtli y Tláloc.
La ruta de los conventos en el estado de Morelos
Se trata de un recorrido por once conventos del estado que incluye los siguientes: el convento franciscano de la Asunción en Cuernavaca, hoy en día mejor conocido como la Catedral; los conventos dominicos de la Natividad en Tepoztlá, el de Santo Domingo en Oaxtepec, el de San Juan Bautista en Tetela del Volcán y el de Santo Domingo en Hueyapan. También los conventos agustinos de San Juan Bautista en Tlayacapan, el de San Guillermo, en Totolapan, el de Santiago Apóstol, en Ocuituco, el de la inmaculada Concepción en Zacualpan y finalmente el de La Purificación, de Tlalnepantla.
