Visitas destacadas
Zoológico de Wellington
Tigres, osos, monos, canguros y babuinos son solo algunas de las criaturas que encontrarás de cerca en el Zoológico de Wellington. En él hay una gran variedad de animales de varios continentes, incluyendo algunos de los nativos más raros de Nueva Zelanda! Haz el mono con capuchinos, gibones, monos araña, tamarindos y titíes pigmeos y ábrete paso en el hábitat nocturno del kiwi marrón y el réptil tuatara de Nueva Zelanda. Visita los grandes depredadores, el tigre de Sumatra en peligro de extinción o el guepardo y el león, antes de visitar la sección australiana para ver al extraño diablo de Tasmania y a los canguros adormilados. Sean, el oso malayo, fue rescatado de una tienda en Camboya, pero ahora es un elegante y feliz habitante del zoológico. Aprende más sobre los habitantes peludos, emplumados y escamosos con las muchas charlas que hay programadas diariamente. Oirás hablar sobre los esfuerzos de conservación de las criaturas en peligro de extinción y sobre cómo son atendidas por sus cuidadores. El zoo ofrece algunos encuentros únicos y privados con sus animales, aunque las entradas para estas interacciones son muy caras. Puedes entrar en la jaula de Charlie el guepardo y acariciar su pelaje, ayudar a los cuidadores a alimentar a los leones y pandas rojos, y compartir un posadero con un suricato. El Zoológico de Wellington está a tan solo unos minutos en coche desde Brooklyn.
El Colonial Cottage Museum
Descubre la Nueva Zelanda de antaño en esta casita rural de mediados del siglo diecinueve, ¡la más antigua de Nueva Zelanda! Escondida entre un jardín silvestre donde deambulan gallinas descendientes de las coloniales está la casa de estilo georgiano de la familia Wallis que emigró a Nueva Zelanda desde Inglaterra en 1857. William Wallis era carpintero y construyó la casa que albergó a su familia durante tres generaciones. Ésta casi fue derribada durante los años 70, pero se salvó por la campaña que hizo una nieta de William, la cual convirtió la casa en este museo que documenta la temprana vida colonial. El empapelado, los muebles y las decoraciones originales dentro de la casa datan de 1850 a 1890, y algunos, tales como la mesita auxiliar de pino kauri de la habitación principal fueron confeccionados por el propio William Wallis. Vale la pena visitar el jardín con sus flores silvestres, árboles frutales e incluso verduras coloniales. Olfatea las hierbas y degusta las frutas cultivadas a la antigua y ¡fertilizadas, naturalmente, por las gallinas manchadas domésticas! Puedes aprender más sobre la familia y la temprana vida de Nueva Zelanda con un tour turístico. En invierno, estos tours tienen lugar los fines de semana desde la hora de la comida en adelante y, en verano, todos los días. Los fines de semana, también realizan eventos musicales ocasionales abiertos al público. Para ello se debe pagar un pequeño coste para entrar que también incluye el estacionamiento.
Zealandia
Situado detrás del molino de viento de Brooklyn, este es uno de los santuarios de vida salvaje más innovadores de Nueva Zelanda. Una valla impide el paso a las plagas, por lo que la sorprendente diversidad de especies naturales de Nueva Zelanda está protegida dentro. Esto significa que puedes caminar entre las criaturas en el salvaje bosque, ¡sin muros! Empieza tu experiencia educativa en la Exposición, donde videos interactivos y demostraciones te dan información sobre la historia geográfica y natural de Nueva Zelanda. Zealandia consta de 200 hectáreas (495 acres) de valle arbolado y pantanos que explorar, con caminos de montaña para todos los niveles físicos. Verás al raro kiwi, al reptil tuatara, al pájaro hihi, al pájaro takahe y al insecto weta gigante, así como una sana población de murciélagos y endémicas anguilas y peces. Realiza un paseo guiado para aprender más sobre los bichos autóctonos o un tour en barco del lago inferior. Puesto que algunas de las criaturas son nocturnas, Zealandia también ofrece un tour nocturno donde puedes deambular por el parque con luz de antorcha y ver al kiwi poco moteado. Descansa tus piernas en el Café Rata, donde podrás disfrutar de una celebrada cena gourmet de Nueva Zelanda. Las entradas para el parque tienen un precio razonable y puedes pasarte todo el día explorándolo ya que está abierto de 10h a 17h. Los tours nocturnos cuestan más pero ¡tienes el parque para ti solo después de la puesta de sol!
Museo de Nueva Zelanda Te Papa Tongarewa
Este enorme museo de arte, historia natural y etnografía está situado justo en el Puerto de Wellington, permitiendo vistas sobre el agua a medida que bajas las escaleras de cada piso. El museo cuenta con varias exposiciones permanentes centradas en el multiculturalismo y la ciencia, así como varias exposiciones temporales. Aprende sobre el pueblo maorí en la demostración Mana Whenua. Aquí se encuentran tesoros culturales tales como canoas, una casa de encuentro y esculturas que ayudan a explicar la historia del viaje maorí a Nueva Zelanda, su conexión con la tierra y las luchas contra el colonialismo. No te pierdas la demostración del Bush City, donde podrás ver una recreación de los bosques de Nueva Zelanda de hace cientos de años. Presta atención a las luciérnagas en hábitats de cuevas húmedas. Los niños pueden probar su mano en una excavación arqueológica para descubrir la réplica de un fósil de dinosaurio. También cuenta con una exposición sobre el intacto calamar gigante encontrado en la Antárctica. ¡Este espécimen mide más de cinco metros de largo! Para los nuevos visitantes, los tours diarios son una opción genial para entender la conexión entre todas las exposiciones y además son relativamente baratos. La tienda del museo es un lugar fantástico para comprar algunos libros de los mejores escritores de Nueva Zelanda así como historias naturales, recuerdos y obras de arte únicos. Los fans del Señor de los Anillos pueden encontrar algunas baratijas bonitas en esta tienda.
Jardín Botánico de Wellington
Camina entre vegetación frondosa y macizos florecientes, disfruta de un picnic cerca del estanque en el Peace Garden y párate a oler las rosas del jardín Lady Norwood Rose. Este antiguo jardín, iniciado en 1868, es una alegría para los amantes de la naturaleza. Cuenta con una larga zona de bosque neozelandés nativo, así como con plantas exóticas, incluyendo una selección de la vecina Australia. Pasea por el desenfrenado color de la Begonia House y las coníferas originales en Druids Hill y Magpie Spur, plantadas aquí cuando se inició el jardín. Aprende sobre los muchos usos que tienen los maorís para el lino y disfruta de más de 50 especies en el jardín. Además de flora, verás muchas esculturas de artistas locales y un cementerio colonial de los primeros días del asentamiento de Wellington. En ocasiones, durante los meses de calor, en estos jardines tienen lugar eventos musicales. Puedes coger un tranvía desde el litoral hasta los jardines botánicos. Este tranvía ha funcionado durante más de cien años. El punto de entrega del tranvía es todo cuesta abajo, haciéndolo más accesible para los visitantes de edad avanzada. También situado entre los jardines está el Observatorio y Planetario Carter, donde puedes aprender sobre las estrellas del Hemisferio Sur en un espectáculo planetario.
Central Park
Entre Brooklyn y su vecino suburbio Mt.Cook, se encuentra la verde extensión de Central Park. Recorre el camino de Ohiro Road entre árboles musgosos y helechos, pasando por puentes hasta el parque infantil de Brooklyn Road. ¡A los niños les encantarán los juegos del parque y la atracción zorro volador de 50 metros de largo! Estate alerta a la abundante vida aviar del lugar. Central Park es un lugar histórico abierto desde 1915 y fue un campamento para más de 500 soldados americanos posicionados en Nueva Zelanda durante la Segunda Guerra Mundial. Central Park está justo al lado del Colonial Cottage Museum.
La Reserva Polhill
La Reserva Polhill eleva las pendientes que llevan al Sanctuary Valley (Valle del Santuario), donde empieza la reserva Zealandia. La reserva cuenta con varios senderos para caminar, desde senderos cortos de 700 metros hasta de dos horas en pendiente a través de arbustos y flores silvestres para alcanzar unas vistas espectaculares sobre Wellington. Por su proximidad a la reserva de vida salvaje de Zealandia, en la Reserva Polhill se dan crecientes observaciones de pájaros endémicos que se han convertido en raros en tierra firme de Nueva Zelanda debido a las plagas de especies como gatos y ratas. La reserva, y en particular el sendero Polhill Gully Track, también es popular entre los ciclistas de montaña. En la montaña hay situado un molino de viento, un buen lugar desde donde ver la ciudad.
Museo Nacional del Tatuaje de Nueva Zelanda
El tatuaje es una forma de arte que ha sido desarrollado durante mucho tiempo por el pueblo Maorí en Nueva Zelanda, quienes trajeron la práctica desde la Polinesia. Esta demostración documenta los patrones, herramientas y arte del tatuaje maorí, incluyendo los distintivos tatuajes faciales ‘moko’ que una vez fueron indicativos de posición social. Los ‘mokos’ se tatuaban por etapas durante toda la vida, cada vez que tenía lugar un evento importante. Este museo privado muestra fotografías de algunos de estos increíbles tatuajes, así como pinturas de famosos líderes y guerreros maoríes y está dirigido por un artista del tatuaje, cuya tienda, Underground Arts, está situada al lado. El museo está abierto todos los días a partir de las 12h y está situado en la Vivian Street de Wellington.
Owhiro Bay
Wellington es una ciudad que se extiende a lo largo de la costa, por lo que cuenta con muchos caminos costeros, playas y puertos por descubrir. Si te hospedas en Brooklyn, conduce hasta el final de la Ohiro Road para visitar Owhiro Bay, habitada una vez por el pueblo maorí. El paseo marítimo que lleva a la ciudad une Owhiro Bay con Island Bay y Houghton Bays, pero para vivir una verdadera experiencia, toma el sendero de media hora en dirección contraria hasta la Reserva Red Rocks. Estas increíbles rocas de óxido de hierro rojo son un lugar importante para el pueblo maorí. Más allá del sendero ¡se pueden observar focas en su hábitat natural en Sinclair Head!
Redactor :
Marion Rouillot
