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El Cabo Kidnappers, el hogar de los alcatraces
Al este de Hastings encontramos uno de los parajes naturales más maravillosos del país. Se trata del Cabo Kidnappers, el Cabo de los Secuestradores, en la parte sur de la Bahía de Hawke. Debe su nombre a un intento de secuestro perpetrado, al parecer, por los maoríes del lugar contra un miembro de la tripulación del capitán inglés James Cook, el primero que llegó a esta parte del país. Uno de los alicientes para conocer este maravilloso lugar es que alberga la mayor colonia de alcatraces del mundo, compuesta por alcatraces Saddle y Black Reef. Aunque está cerrada al público, la colonia de Black Reef puede verse desde una playa cercana. Una de las mejores experiencias que pueden vivirse en Hastings es planificar una excursión al Cabo Kidnappers, llegando hasta la playa. Además de disfrutar de la belleza de la costa, es posible ver a los alcatraces de cerca. Allí se reúnen nada menos que 25.000 ejemplares, algunos de los cuales, los adultos, pueden llegar a tener hasta dos metros de envergadura. Es una maravilla ver volar y zambullirse en el mar a estas impresionantes aves acuáticas.
Hastings Community Art Centre
Además de disfrutar de la maravillosa naturaleza que rodea Hastings, tampoco debe faltar en nuestra lista de cosas por hacer descubrir algunos de los centros de arte importantes que posee la ciudad. Y el Hastings Community Art Centre es uno de ellos. Resultará todo un placer salir a pasear por la ciudad hasta llegar a Russell Street South, 106, donde se localiza esta especial galería de arte en un edificio que muestra el estilo de las misiones españolas, muy frecuente en las calles de Hastings. Allí se puede disfrutar de la contemplación de una interesante muestra de pinturas, fotografías, esculturas y algunas obras de artesanía realizadas por los artistas locales de la Bahía de Hawke. El fondo artístico de la galería va cambiando cada dos semanas aproximadamente, y las obras pueden ser adquiridas en cualquier momento. Esto hace que la diversidad sea una de las constantes del HCAC. Uno de los objetivos del centro es, como no puede ser de otra manera, la promoción de los artistas locales y la difusión de su trabajo. Horario: de lunes a viernes, de 9:30 a 16:30 h. Sábados, de 10:00 a 2:00 h. Web: http://www.creativehastings.org.nz/
El Mercado de los Agricultores de Hastings
Las ricas llanuras que rodean la ciudad y su espléndido clima, cálido y benigno donde los haya, son las auténticas claves de la gran fama agrícola de Hastings que, no sólo es una gran productora de verduras, hortalizas y verduras, sino que, además, provee a la zona de productos de una calidad insuperable. Tanto es así, que el Mercado de los Agricultores de Hastings que se celebra cada domingo en la ciudad es todo un acontecimiento al que acuden residentes y turistas. Además de ser el más antiguo de la Isla Norte, es de los más importantes, ya que allí venden sus cosechas los productores locales: manzanas, peras, ciruelas, tomates, vino, nueces… Merece la pena darse una vuelta por el mercado, que cuenta con más de 70 puestos, aunque solamente sea para admirar la belleza de los expositores, rebosantes de color y aromas. Además, en verano suele haber artistas locales que amenizan el día con su música. El Mercado de los Agricultores de Hastings está abierto durante todo el año, si bien los productos que se comercializan van variando en función de la estación.
Horario: todos los domingos, de 8:30 a 24:30 h., en el A & P Showgrounds, Kenilworth Road. También funciona algunos sábados, de 9:00 a 13:00 h.
Los tótems de Hastings
En pleno centro de la ciudad, en la Plaza Cívica, encontramos uno de los lugares de interés artístico y cultural de la zona. Se trata de la exposición "Nga pou o Heretaunga", en la que se exhiben nada menos que 18 esculturas o postes de madera tallados que forman parte de la cultura ancestral de esta región. Cada uno de los Pou (que es la palabra maorí empleada para designar estos tótems) representa a una de las tribus de esta parte de Nueva Zelanda. Están tallados de forma muy artística, por lo que merece la pena contemplarlos sin prisa. Se utilizaban tradicionalmente para marcar lugares de importancia, así como para poner de manifiesto la relación que tenían las personas (“Tangata” en lengua maorí), con la tierra (“Whenua”). Los postes de madera que se muestran en “Nga pou o Heretaunga” han sido tallados por un equipo de 20 expertos ebanistas durante casi un año de trabajo. Cada uno representa a un “marae” o antepasado de una de las tribus, e incluye información sobre su genealogía o “whakapapa”. Estas especiales y singulares esculturas de madera, que forman parte del patrimonio cultural de la ciudad, nos acercan un poco más a la cultura maorí de la zona. Pueden verse durante todo el año en Hastings.
Las bellas playas de la Bahía de Hawke
De entre los muchos tesoros que guarda esta maravillosa tierra, destacan sus maravillosas playas, que se convierten en el principal aliciente para viajar hasta Hastings. Las dos playas más famosas de las inmediaciones de la ciudad son Ocean Beach y Waimarama. Dos inmensos arenales idílicos, perfectos para practicar deportes náuticos como el surf, o simplemente para tumbarse al sol sobre la arena dorada. Eso sí, siempre con protección solar, ya que allí el astro rey manda sus rayos de forma directa, por lo que conviene ser cuidadosos. Ocean Beach es una playa larga y casi salvaje. Aunque apenas cuenta con servicios, sí dispone de un equipo de salvavidas en temporada alta. La playa de Waimarama es más turística. Allí se puede nadar, pescar, hacer surf o, simplemente, caminar por la arena. Se trata de un lugar muy popular al que muchos residentes en la zona acuden para pasar el fin de semana. Otra playa interesante es la de Tangoio Beach, donde se puede practicar numerosas actividades recreativas como la pesca o el buceo. Cerca de esta playa está la reserva maorí de Whakaari Headland.
La playa de Waipatiki
Se trata de un lugar muy pintoresco al que merece la pena acercarse. Una franja de fina arena limitada por un frondoso bosque costero de gran belleza. Allí hay un área de acampada y picnic. Hace décadas esta era una zona bastante poblada, pero el terremoto de 1931 destruyó las viviendas que nunca volvieron a levantarse. Junto a esta playa está la Reserva Escénica Waipatiki, que comprende unas 64 hectáreas de terreno en el que abunda, además del matorral, las palmeras Nikau y otros árboles autóctonos propios de esta zona costera.
El Parque Onekawa en Napier
Este parque urbano es uno de los más bellos de la región. Se localiza en la ciudad de Napier, a 20 km. de Hastings, y es una zona recreativa muy visitada por los habitantes de esta parte del país, que se acercan hasta allí para pasar un día al aire libre o practicar algún deporte. El terreno que ocupa el parque tiene 8,57 hectáreas en las que se incluyen varias piscinas, un balneario, un gimnasio y diferentes pistas e instalaciones para jugar al tenis y al baloncesto. Los niños son también los protagonistas en el Parque Onekawa, ya que existen varias zonas de juegos infantiles y jardines en los que correr y saltar.
El Acuario Nacional de Nueva Zelanda
Inaugurado en 1976, este acuario es una de las atracciones más interesantes de Napier, a 20 km. de Hastings, por la oportunidad que brinda de conocer auténticos tesoros marinos propios del Océano Pacífico. La instalación estrella del acuario es el gran oceanario con su largo túnel transparente de 50 metros. Caminando por dicho espacio, el visitante asiste a un espectáculo natural de primer orden. En el Acuario Nacional de Nueva Zelanda pueden verse los grandes ejemplares marinos propios del país, incluidos todo tipo de peces tropicales y caballitos de mar. Más información en el tel.: +64 6 834 1404, y en http://www.nationalaquarium.co.nz
Los viñedos de Taradale
A menos de 9 kilómetros de distancia de Hastings se localiza la ciudad de Taradale, la ciudad de los viñedos. Allí se producen los mejores vinos de la región. De hecho, en la ciudad hay numerosas bodegas, que merece la pena visitar si planeamos una excursión a la ciudad. Degustar estos maravillosos vino será una manera estupenda de invertir el tiempo de ocio. La ciudad, que fue en origen un asentamiento maorí, hace gala hoy de un ambiente especial, muy apreciado por los turistas que se acercan a conocerla. En sus calles se reúnen boutiques de lujo, y restaurantes y cafeterías muy apetecibles.
