Presentación
Situada entre Bélgica y Alemania, pero perteneciente a los Países Bajos, se localiza la ciudad de Maastricht, una urbe antigua cuyos orígenes se remontan a los tiempos de los romanos, o incluso anteriores, a la época de los celtas. De hecho, Maastricht compite con la ciudad de Nijmegen en ser la más antigua de los Países Bajos. Hoy, con 119.664 habitantes contabilizados en el año 2011, es uno de los destinos turísticos más señalados de Holanda, en parte gracias a su precioso casco histórico. En Maastricht se respira un atractivo ambiente cosmopolita y multicultural que no tienen otras ciudades holandesas. Puede que sea por su cercanía a países como Bélgica o Alemania, de los que se encuentra francamente cerca, pero es la ciudad menos nórdica de los Países Bajos.
La localidad de Maastricht pertenece (de mayor a menor) a la provincia Limburg y al municipio Maastricht.
La localidad de Maastricht tiene 121.050 habitantes (censo 2012). La altitud media es de 49 m.
El actual alcade de Maastricht es Onno Hoes (People's Party for Freedom and Democracy) para el período 2010-en cours.
El gentilicio para los habitantes de Maastricht es moseno y el idioma oficial de Maastricht es Idioma neerlandés. El nombre francés de la localidad es Maastricht.
El Patrón de la localidad de Maastricht es San Servacio de Tongres. La página web de Maastricht es http://www.maastricht.nl
Visitas destacadas
Es el centro neurálgico de la ciudad de Maastricht, su plaza más famosa y la más concurrida y frecuentada tanto por turistas como por los propios residentes en Maastricht. Y no es para menos, ya que alberga alguno de los edificios más importantes de la ciudad. Como muestra, podemos citar la Basílica de San Servando o la iglesia de San Juan, además de un destacado teatro. Pero no son estos tesoros arquitectónicos los únicos encantos de la plaza Vrijthof. El simple hecho de pasear por este lugar histórico, que ha sido siempre un importante centro de reunión ya desde la Edad Media, es toda una experiencia. En la actualidad, la plaza está repleta de cafeterías que sacan sus terrazas al aire libre en cuanto el tiempo lo permite. Sentarse en cualquiera de ellas mientras se mira pasar la vida alrededor es una de las mejores cosas que pueden hacerse en Maastricht. Además, durante la temporada de verano se celebran en la plaza numerosos eventos culturales y lúdicos.
Considerada como una de las iglesias románicas más bellas de todo el país, la Basílica de Nuestra Señora de Maastricht se alza en la plaza del mismo nombre, en holandés Onze Lieve Vrouwebasiliek, que ha sido considerada como la más bonita del país. Está en el centro urbano de la ciudad y es un lugar precioso, recoleto y muy especial. La basílica, de culto católico, data del siglo XI y contiene importantes tesoros que la dotan de gran relevancia artística. Como la imagen de Nuestra Señora, Stella Maris, a la que se atribuyen propiedades curativas milagrosas, y que es la joya más célebre de la iglesia y uno de sus mayores atractivos. La Basílica de Nuestra Señora contiene, además, un tesoro importantísimo que incluye gran cantidad de objetos religiosos: prendas eclesiásticas de gran elegancia, pendones procesionales y numerosos objetos de plata. Además, también contiene reliquias y algunas obras de arte.
Es, seguramente, el museo más famoso de la ciudad, y está dedicado al arte, la artesanía y también a las antigüedades y a los tesoros arqueológicos. Fundado en 1884, su nombre traducido al español quiere decir “museo de los buenos niños” y procede del antiguo monasterio del siglo XVII, el Couvent de Bons Enfants, en el que estuvo albergado el museo en la primera mitad del siglo XX. Hoy se localiza en un edificio relativamente nuevo, de 1995, diseñado por el arquitecto Aldo Rossi, junto al río Mosa. Entre los tesoros artísticos que guarda, se cuenta una importante colección de arte antiguo, con pinturas, esculturas y otros objetos que datan entre los siglos X y XVIII, y un estupendo conjunto de obras de arte contemporáneo. En la sección de arte antiguo, merece una atención especial la pintura flamenca de los siglos XVI y XVII.
Horario: de martes a domingo, de 11:00 a 17:00 h. Lunes cerrado.
Tel.: +31 (43) 329 01 99.
Web: www.bonnefanten.nl
E-mail: info@bonnefanten.nl
Precio: entrada adultos, 7,50 €. Niños de 13 a 18 años, 3,50 €. Menores de 13 años, gratis.
En la famosa plaza de Vrijthof, la principal de la ciudad, se encuentra la basílica de San Servando, una iglesia católica muy destacada. Se trata de un edificio románico, aunque posee muchos elementos de otros estilos arquitectónicos. Está dedicada a San Servando que fue un misionero de origen armenio que murió en Maastricht en el siglo IV d.C. Su sepulcro, uno de los tesoros que guarda la basílica, es visitado por una gran cantidad de peregrinos. La leyenda que rodea la basílica cuenta que, tras la muerte de San Servando, se construyó una ermita sobre su tumba y que, con el paso del tiempo, aquella pequeña ermita se ha transformado en la basílica actual.
Tel: (0031) 043 321 2082.
Web: www.sintservaas.nl
Son uno de los tesoros de la ciudad. Un entramado laberíntico de cuevas que se ha ido produciendo debido a la extracción de marga en las minas de la zona. Hoy hay más de 20.000 túneles que pueden visitarse, ya que tiene solamente un interés turístico. Se cree que la explotación minera de esta parte de la ciudad comenzó ya en la época de los romanos, lo que dota a la minería de una larguísima tradición. Sin embargo, estas cuevas no han sido utilizadas únicamente para extraer su mineral. En tiempos de guerra eran también un importante refugio para los habitantes de Maastricht, incluso durante la Segunda Guerra Mundial. Hoy es posible visitar las cuevas, aunque siempre hemos de ir acompañados de un guía, y conviene entrar bien abrigado, pues la temperatura no sobrepasa los 10º C. Una curiosidad: en estas cuevas se han hallado destacados restos fósiles de gran antigüedad, algunos pertenecientes al Cretácico.
Se trata de una urbe situada no muy lejos de Maastricht, a unos 13 km., que tiene varios lugares de interés que visitar, como el Castillo de Valkenburg, situado en una colina, las antiguas minas de la zona y un balneario. También se pueden ver los restos de un pequeño fuerte de origen romano. Del castillo, destruido en el siglo XVII, quedan tan solo las ruinas, restos de las murallas y las dos puertas de entrada. Sin embargo, y a pesar de esto, merece la pena acercarse a verlo.
A unos 46 kilómetros de Masastricht se localiza la pequeña ciudad de Thorn, conocida como “el pueblo blanco” por sus típicas casas encaladas en el centro urbano. Se trata de un lugar pintoresco y especial al que merece la pena programar una excursión. Además del pueblo se puede visitar también la zona que lo rodea, de gran belleza natural. Thorn se enclava junto a los ríos Mosa y Witbeek, cerca de la calzada romana que conectaba Masastricht con la ciudad de Nijmegen.
Aunque pertenece ya a Bélgica, la ciudad de Lieja está muy cerca de Maastricht, a tan solo 34 km., por lo que puede convertirse en una alternativa interesante para hacer una excursión cultural. Lieja es una ciudad muy destacada a nivel académico y cultural, que posee una destacada universidad. Su patrimonio religioso es impresionante, con muchísimas iglesias y templos, como la catedral de Saint Paul o la Colegiata Saint-Barthélemy. También hay que visitar el Palacio de los Príncipes-Obispos de Lieja y el Museo Curtius de arqueología.
Esta ciudad belga, situada en la región flamenca del país, se localiza a solo 33 kilómetros de Maastricht y se perfila como un lugar muy interesante de los alrededores. Visitar su centro urbano, en el que se localizan algunos edificios de interés histórico, es uno de los mejores planes para hacer en Hasselt. Es obligado acercarse a la catedral de San Quentin, y recorrer el Grote Markt, la plaza del mercado central, y las calles aledañas que hacen gala de gran animación. De hecho, Hasselt ha sido calificada como “la ciudad más alegre de Flandes”.
¿Cómo llegar?
- Por carretera: para llegar a Maastricht en coche existen dos autopistas señaladas: la A-2, que conduce a Amsterdam, así como a Bélgica y a Francia. Y la A-79, hacia Aquisgrán.
- En avión: tenemos varias opciones para llegar volando a Maastricht. Una de ellas es el Aeropuerto de Maastricht que, aunque no es muy grande, recibe algunos vuelos internacionales. Está a 13 km. del centro de la ciudad. Otras alternativas son el Aeropuerto de Amsterdam-Schiphol (a unas 3 horas de Maastricht en tren), el de Eindhoven (a hora y media de distancia) o el de Rotterdam (a dos horas y media). El aeropuerto belga de Lieja, a sólo media hora de distancia de Maastricht, puede ser una buena opción.
- En autobús: hay una buena red de autobuses regionales para viajar desde Maastricht a puntos de Holanda, Bélgica y Alemania.
- En tren: Maastricht es una ciudad perfectamente comunicada por tren con el resto del mundo. De hecho, éste es un medio de transporte muy utilizado en la zona. La ciudad posee dos estaciones a las que llegan trenes de ciudades holandesas como Amsterdam, La Haya o Nijmegen, entre otras. También hay trenes locales a las ciudades de los alrededores, así como trenes internacionales que enlazan Maastricht con lugares como Lieja y Bruselas, en Bélgica.
- Transporte público y taxis: una vez en la ciudad, no es recomendable alquilar un coche, dado que el centro urbano es zona peatonal y el aparcamiento es difícil y caro. Es mejor pasear y acceder a otras zonas de la ciudad utilizando el autobús, un transporte bastante eficiente y práctico. Las líneas de autobuses urbanos o Stadsbus recorren la mayor parte de la ciudad (el billete sencillo cuesta alrededor de 1 €).
Presentación
Situada entre Bélgica y Alemania, pero perteneciente a los Países Bajos, se localiza la ciudad de Maastricht, una urbe antigua cuyos orígenes se remontan a los tiempos de los romanos, o incluso anteriores, a la época de los celtas. De hecho, Maastricht compite con la ciudad de Nijmegen en ser la más antigua de los Países Bajos. Hoy, con 119.664 habitantes contabilizados en el año 2011, es uno de los destinos turísticos más señalados de Holanda, en parte gracias a su precioso casco histórico. En Maastricht se respira un atractivo ambiente cosmopolita y multicultural que no tienen otras ciudades holandesas. Puede que sea por su cercanía a países como Bélgica o Alemania, de los que se encuentra francamente cerca, pero es la ciudad menos nórdica de los Países Bajos.
La localidad de Maastricht pertenece (de mayor a menor) a la provincia Limburg y al municipio Maastricht.
La localidad de Maastricht tiene 121.050 habitantes (censo 2012). La altitud media es de 49 m.
El actual alcade de Maastricht es Onno Hoes (People's Party for Freedom and Democracy) para el período 2010-en cours.
El gentilicio para los habitantes de Maastricht es moseno y el idioma oficial de Maastricht es Idioma neerlandés. El nombre francés de la localidad es Maastricht.
El Patrón de la localidad de Maastricht es San Servacio de Tongres. La página web de Maastricht es http://www.maastricht.nl
Visitas destacadas
Es el centro neurálgico de la ciudad de Maastricht, su plaza más famosa y la más concurrida y frecuentada tanto por turistas como por los propios residentes en Maastricht. Y no es para menos, ya que alberga alguno de los edificios más importantes de la ciudad. Como muestra, podemos citar la Basílica de San Servando o la iglesia de San Juan, además de un destacado teatro. Pero no son estos tesoros arquitectónicos los únicos encantos de la plaza Vrijthof. El simple hecho de pasear por este lugar histórico, que ha sido siempre un importante centro de reunión ya desde la Edad Media, es toda una experiencia. En la actualidad, la plaza está repleta de cafeterías que sacan sus terrazas al aire libre en cuanto el tiempo lo permite. Sentarse en cualquiera de ellas mientras se mira pasar la vida alrededor es una de las mejores cosas que pueden hacerse en Maastricht. Además, durante la temporada de verano se celebran en la plaza numerosos eventos culturales y lúdicos.
Considerada como una de las iglesias románicas más bellas de todo el país, la Basílica de Nuestra Señora de Maastricht se alza en la plaza del mismo nombre, en holandés Onze Lieve Vrouwebasiliek, que ha sido considerada como la más bonita del país. Está en el centro urbano de la ciudad y es un lugar precioso, recoleto y muy especial. La basílica, de culto católico, data del siglo XI y contiene importantes tesoros que la dotan de gran relevancia artística. Como la imagen de Nuestra Señora, Stella Maris, a la que se atribuyen propiedades curativas milagrosas, y que es la joya más célebre de la iglesia y uno de sus mayores atractivos. La Basílica de Nuestra Señora contiene, además, un tesoro importantísimo que incluye gran cantidad de objetos religiosos: prendas eclesiásticas de gran elegancia, pendones procesionales y numerosos objetos de plata. Además, también contiene reliquias y algunas obras de arte.
Es, seguramente, el museo más famoso de la ciudad, y está dedicado al arte, la artesanía y también a las antigüedades y a los tesoros arqueológicos. Fundado en 1884, su nombre traducido al español quiere decir “museo de los buenos niños” y procede del antiguo monasterio del siglo XVII, el Couvent de Bons Enfants, en el que estuvo albergado el museo en la primera mitad del siglo XX. Hoy se localiza en un edificio relativamente nuevo, de 1995, diseñado por el arquitecto Aldo Rossi, junto al río Mosa. Entre los tesoros artísticos que guarda, se cuenta una importante colección de arte antiguo, con pinturas, esculturas y otros objetos que datan entre los siglos X y XVIII, y un estupendo conjunto de obras de arte contemporáneo. En la sección de arte antiguo, merece una atención especial la pintura flamenca de los siglos XVI y XVII.
Horario: de martes a domingo, de 11:00 a 17:00 h. Lunes cerrado.
Tel.: +31 (43) 329 01 99.
Web: www.bonnefanten.nl
E-mail: info@bonnefanten.nl
Precio: entrada adultos, 7,50 €. Niños de 13 a 18 años, 3,50 €. Menores de 13 años, gratis.
En la famosa plaza de Vrijthof, la principal de la ciudad, se encuentra la basílica de San Servando, una iglesia católica muy destacada. Se trata de un edificio románico, aunque posee muchos elementos de otros estilos arquitectónicos. Está dedicada a San Servando que fue un misionero de origen armenio que murió en Maastricht en el siglo IV d.C. Su sepulcro, uno de los tesoros que guarda la basílica, es visitado por una gran cantidad de peregrinos. La leyenda que rodea la basílica cuenta que, tras la muerte de San Servando, se construyó una ermita sobre su tumba y que, con el paso del tiempo, aquella pequeña ermita se ha transformado en la basílica actual.
Tel: (0031) 043 321 2082.
Web: www.sintservaas.nl
Son uno de los tesoros de la ciudad. Un entramado laberíntico de cuevas que se ha ido produciendo debido a la extracción de marga en las minas de la zona. Hoy hay más de 20.000 túneles que pueden visitarse, ya que tiene solamente un interés turístico. Se cree que la explotación minera de esta parte de la ciudad comenzó ya en la época de los romanos, lo que dota a la minería de una larguísima tradición. Sin embargo, estas cuevas no han sido utilizadas únicamente para extraer su mineral. En tiempos de guerra eran también un importante refugio para los habitantes de Maastricht, incluso durante la Segunda Guerra Mundial. Hoy es posible visitar las cuevas, aunque siempre hemos de ir acompañados de un guía, y conviene entrar bien abrigado, pues la temperatura no sobrepasa los 10º C. Una curiosidad: en estas cuevas se han hallado destacados restos fósiles de gran antigüedad, algunos pertenecientes al Cretácico.
Se trata de una urbe situada no muy lejos de Maastricht, a unos 13 km., que tiene varios lugares de interés que visitar, como el Castillo de Valkenburg, situado en una colina, las antiguas minas de la zona y un balneario. También se pueden ver los restos de un pequeño fuerte de origen romano. Del castillo, destruido en el siglo XVII, quedan tan solo las ruinas, restos de las murallas y las dos puertas de entrada. Sin embargo, y a pesar de esto, merece la pena acercarse a verlo.
A unos 46 kilómetros de Masastricht se localiza la pequeña ciudad de Thorn, conocida como “el pueblo blanco” por sus típicas casas encaladas en el centro urbano. Se trata de un lugar pintoresco y especial al que merece la pena programar una excursión. Además del pueblo se puede visitar también la zona que lo rodea, de gran belleza natural. Thorn se enclava junto a los ríos Mosa y Witbeek, cerca de la calzada romana que conectaba Masastricht con la ciudad de Nijmegen.
Aunque pertenece ya a Bélgica, la ciudad de Lieja está muy cerca de Maastricht, a tan solo 34 km., por lo que puede convertirse en una alternativa interesante para hacer una excursión cultural. Lieja es una ciudad muy destacada a nivel académico y cultural, que posee una destacada universidad. Su patrimonio religioso es impresionante, con muchísimas iglesias y templos, como la catedral de Saint Paul o la Colegiata Saint-Barthélemy. También hay que visitar el Palacio de los Príncipes-Obispos de Lieja y el Museo Curtius de arqueología.
Esta ciudad belga, situada en la región flamenca del país, se localiza a solo 33 kilómetros de Maastricht y se perfila como un lugar muy interesante de los alrededores. Visitar su centro urbano, en el que se localizan algunos edificios de interés histórico, es uno de los mejores planes para hacer en Hasselt. Es obligado acercarse a la catedral de San Quentin, y recorrer el Grote Markt, la plaza del mercado central, y las calles aledañas que hacen gala de gran animación. De hecho, Hasselt ha sido calificada como “la ciudad más alegre de Flandes”.
¿Cómo llegar?
- Por carretera: para llegar a Maastricht en coche existen dos autopistas señaladas: la A-2, que conduce a Amsterdam, así como a Bélgica y a Francia. Y la A-79, hacia Aquisgrán.
- En avión: tenemos varias opciones para llegar volando a Maastricht. Una de ellas es el Aeropuerto de Maastricht que, aunque no es muy grande, recibe algunos vuelos internacionales. Está a 13 km. del centro de la ciudad. Otras alternativas son el Aeropuerto de Amsterdam-Schiphol (a unas 3 horas de Maastricht en tren), el de Eindhoven (a hora y media de distancia) o el de Rotterdam (a dos horas y media). El aeropuerto belga de Lieja, a sólo media hora de distancia de Maastricht, puede ser una buena opción.
- En autobús: hay una buena red de autobuses regionales para viajar desde Maastricht a puntos de Holanda, Bélgica y Alemania.
- En tren: Maastricht es una ciudad perfectamente comunicada por tren con el resto del mundo. De hecho, éste es un medio de transporte muy utilizado en la zona. La ciudad posee dos estaciones a las que llegan trenes de ciudades holandesas como Amsterdam, La Haya o Nijmegen, entre otras. También hay trenes locales a las ciudades de los alrededores, así como trenes internacionales que enlazan Maastricht con lugares como Lieja y Bruselas, en Bélgica.
- Transporte público y taxis: una vez en la ciudad, no es recomendable alquilar un coche, dado que el centro urbano es zona peatonal y el aparcamiento es difícil y caro. Es mejor pasear y acceder a otras zonas de la ciudad utilizando el autobús, un transporte bastante eficiente y práctico. Las líneas de autobuses urbanos o Stadsbus recorren la mayor parte de la ciudad (el billete sencillo cuesta alrededor de 1 €).