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El Barrio de San Blas, artesanía e historia
Una de las zonas más bellas y pintorescas de la ciudad es el Barrio de San Blas, o Barrio de los Artesanos. Un precioso entramado de calles estrechas y recoletas plazas, que muestran una arquitectura especial, con casas de estilo español sobre las ruinas de construcciones del periodo inca. De hecho, en tiempos de los incas esta parte de la ciudad era un lugar muy relevante, donde residía la nobleza del pueblo quechua. Su nombre quechua era Toq’ocachi, que se traduce en español como “hueco de la sal”. En una de las plazas más bellas del barrio, la de San Blas, se alza la iglesia más antigua de Cuzco, que data de 1563 y que es conocida por su púlpito de madera tallada, de época colonial. El Barrio de San Blas, localizada muy cerca de la Plaza de Armas, está repleto de curiosas tiendas de artesanía en las que se pueden encontrar los productos más típicos de la imaginería, orfebrería, cerámica y madera tallada de esta zona del país. Resulta interesante visitar el barrio en sábado, ya que es cuando se celebra la feria artesanal, en la que también se puede encontrar el arte, la música y la gastronomía más típica de Cuzco. Se trata de un lugar acogedor y multicultural, en el que conviven personas de diferentes razas y culturas, lo que aporta un colorido y una atmósfera especial.
La Catedral de Cuzco
Es el templo religioso más importante de la ciudad, aunque no el más antiguo. Se alza en el lugar en el que antiguamente existió el palacio del Inca Wiracocha. La Catedral de Cuzco, también conocida como la Basílica de la Virgen de la Asunción, fue edificada en el siglo XVI, entre los años 1560 y 1664, y para ello se empleó piedra de canteras cercanas y bloques de granito rojo que pertenecieron a la fortaleza Sacsayhuamán. Aunque el estilo de la catedral es renacentista, sobre todo en la fachada, en el interior incluye algunos elementos característicos del gótico tardío, del barroco y del plateresco. El templo tiene tres naves, planta rectangular basilical y bóveda de crucería, un elemento propio del estilo gótico. De hecho, salta a la vista el eclecticismo que domina en su interior. Allí se pueden contemplar interesantes muestras de la mejor orfebrería local, bellos altares de madera tallada y pinturas pertenecientes a la Escuela Cusqueña. El conjunto de la catedral, que ocupa más de 3.950 metros cuadrados, se completa con el templo del Triunfo y el de la Sagrada Familia. El templo del Triunfo data de 1538, y es la parte más antigua de la catedral. El templo de la Sagrada Familia comenzó a construirse en 1723 y se terminó en 1735.
El Museo de Arte Precolombino MAP
Conocer la ciudad de Cuzco desde una dimensión cultural pasa de forma obligatoria por la visita del Museo de Arte Precolombino, también conocido como MAP, localizado en el histórico barrio de San Blas (en la Plaza Nazarenas). Allí se guardan importantes tesoros arqueológicos y obras de arte pertenecientes a la época precolombina que proceden de todos los lugares de Perú. Las piezas que se exponen en el museo pertenecen al periodo comprendido entre el año 1250 a.C. y 1532 d.C., y están organizadas en diez galerías diferentes. El MAP se ubica desde el año 2003 en la llamada Casa Cabrera, un edificio de estilo colonial que fue la residencia del virrey Hernández de Cabrera, del que toma su nombre. Antes de eso el edificio tuvo una larga historia. Se conservan en su interior algunos muros de origen inca. Además, en el edificio estuvo el convento de Santa Clara hasta el siglo XVII, cuando fue adquirida por don Jerónimo Luis de Cabrera y la Cerda. Tras una profunda restauración, la casona quedó lista para albergar el Museo de Arte Precolombino. La mayor parte de las piezas que guarda proceden del Museo Larco de Lima, fundado en 1926 en la capital peruana.
Horario: de lunes a domingo, de 9:00 a 22:00 h. Web: www.map.org.pe Precio: entrada general, 5,20 €.
La Iglesia de la Compañía y la Plaza de Armas
Se trata de un templo de la Compañía de Jesús que fue construida en el siglo XVI en la famosa Plaza de Armas de la ciudad de Cuzco. Las obras se iniciaron en el año 1576, sobre lo que había sido el Amarucancha o palacio del inca Huayna Cápac. Lamentablemente, esta iglesia quedó destruida durante el terremoto de 1650. El templo fue reconstruido posteriormente, quedando terminada en 1688. La iglesia de la Compañía, como se la conoce popularmente, es un templo de estilo barroco colonial. Muestra una imponente fachada de piedra que asemeja un retablo, dadas sus muchas esculturas, y que exhibe una imagen de la Inmaculada Concepción. El templo posee dos capillas, la de Lourdes y la de San Ignacio de Loyola. En su interior destaca el altar mayor, de madera de cedro exquisitamente tallada y revestida de oro, y una colección muy relevante de lienzos coloniales firmados por artistas de la Escuela Cusqueña. La iglesia está ubicada en un lugar destacado de la Plaza de Armas, una de las más emblemáticas de Cuzco. Fue el centro político, social y religioso del Imperio Inca, y después de la conquista de la ciudad por los españoles, quedó rodeada de templos y grandes casonas. Hoy es uno de los lugares más turísticos de la ciudad.
El Coricancha y el Convento de Santo Domingo
Uno de los lugares de interés de Cuzco es el Convento de Santo Domingo, una construcción de estilo renacentista, con una imponente torre barroca. En el mismo emplazamiento en el que hoy se encuentra el convento de Santo Domingo, estuvo antes el Coricancha, el santuario dedicado al dios Sol más importante del Imperio Inca. La estructura de este templo antiguo sirvió como base para el convento. Coricancha significa “templo dorado” y se cree que recibió ese nombre porque sus muros fueron recubiertos con oro por los incas. Era un lugar sagrado en el que se adoraba al dios Inti, o Sol, y que alcanzó la máxima relevancia en la época inca. El Convento de Santo Domingo, perteneciente a la Orden de Predicadores, se construyó sobre el propio templo Coricancha, cuando esos terrenos fueron cedidos a la orden. Las obras de construcción del convento finalizaron en 1633. Muy poco tiempo después, en 1650, el terremoto que asoló Cuzco produjo en el convento serios daños, en la parte construida para el convento, quedando intacta la estructura inca. El convento se reconstruyó en la década de 1680. La iglesia del convento es muy bella. En su interior destaca la sillería del coro, bellamente tallada.
El Valle Sagrado de los Incas
En plenos Andes peruanos encontramos uno de los reductos naturales e históricos más bellos del país. Se trata del Valle Sagrado de los Incas, en el que se localizan diversos emplazamientos arqueológicos de gran interés cultural. Los incas poblaron este valle por sus ventajas geográficas y climáticas. Sus tierras eran ricas y productivas. Hoy se pueden visitar en el valle numerosos pueblos coloniales con una gran mezcla de culturas y tradiciones. El resultado es una excursión inolvidable que permite conocer la vida tradicional de estos pueblos indígenas: Chinchero, Písac, Urubamba… El valle es hoy un destacado destino de turismo rural y cultural que merece la pena conocer.
Moray, sitio arqueológico
No demasiado lejos de Cuzco se localiza el yacimiento arqueológico de Moray, a 38 km. de la ciudad. Se trata de una suerte de anfiteatro, que se compone de varios círculos concéntricos que van formando terrazas situadas a diferentes niveles. Está en el Valle Sagrado de los Incas y fue descubierto en el año 1932. Se cree que fue un lugar de experimentación agrícola para los incas, donde probaban cultivos a diferentes alturas, ya que la temperatura varía en las diversas terrazas y círculos concéntricos (hay hasta 2 y 3 ºC de diferencia). Es muy interesante visitar Moray en octubre, cuando los pueblos cercanos celebran allí el Moray Raymi, o Fiesta del Sol, bailando sus danzas populares de la tierra y la agricultura.
Tampumachay, el paraíso del agua
En lengua quechua significa “lugar de descanso”. Se trata de un sitio arqueológico ubicado a 8 km. de Cuzco, y que en tiempos de los incas fue el lugar de reposo del jefe del Imperio. Además, Tampumachay fue también un espacio destinado al culto al agua, y allí se construyó un complejo sistema de canales, acueductos y cascadas de agua que saltan entre las piedras del lugar, creando un paisaje realmente bello. También se cultivó en este lugar un jardín real que se regaba mediante una red de canales nada sencilla. La excursión a Tampumachay es una de las más gratificantes que pueden hacerse desde Cuzco.
La ciudad preincaica de Piquillacta
La ciudad arqueológica de Piquillacta sorprende por su importancia histórica, ya que se trata de los restos de una urbe que data de la época preincaica. Se localiza a unos 30 km. de Cuzco, y a nada menos que 3.250 metros de altitud sobre el nivel del mar. Piquillacta fue un importante centro de la cultura Huari, una ciudad estructurada geométricamente, con un concepto urbanístico muy avanzado para la época. Los edificios, realizados en piedra sin tallar y barro, mostraban formas cuadradas y rectangulares, y se agrupaban en calles rectas y ordenadas.
Redactor :
Anne Chabot
