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El lugar perfecto para los deportes de nieve
Como hemos comentado, Špindlerův Mlýn es el destino de esquí más importante de la República Checa: como tal, la localidad celebra eventos relacionados con el deporte blanco de relevancia mundial todos los años. La zona de esquí recibe alrededor de setecientos cincuenta mil visitantes durante la temporada de invierno, lo que da fe de su calidad y popularidad. En la región hay varias estaciones de esquí: Svaty Pter-Hromovka, Medvedin, Horni Misecky, LV Davidovka y LV Labska. Además, hay dos telesillas: Horal y Krakonos. Por su parte, la Skiareal Špindlerův Mlýn gestiona cuatro teleféricos y once telesillas en Špindlerův Mlýn y Horni Misecky, así como veinticinco pistas, la mayor parte de ellas con sistemas de producción de nieve artificial. Y para amantes de la adrenalina, en Špindlerův Mlýn no solo hay esquí o snowboard: la región ofrece la posibilidad de disfrutar de actividades como la escalada, excursiones en quad… E incluso cuenta con una pista de bobsleigh de 1400 metros de longitud, abierta durante todo el año.
El río Elba y el Valle del Diablo
Si durante el invierno el esquí manda en Špindlerův Mlýn, en verano y el resto del año el senderismo es una de las actividades más apreciadas por muchos veraneantes. Desde el centro de la ciudad pueden hacerse fantásticas rutas que llevan a parajes llenos de belleza, a pocos kilómetros de distancia. Por ejemplo, la ruta conocida como “senda del Valle Blanco del Elba”, que parte del centro de Špindlerův Mlýn. Para recorrerla hay que seguir las marcas azules que suben corriente arriba junto al río Elba. La senda pasa junto al teleférico de Medvedin y gira a la izquierda, pasando después junto al chalet U Bileho Labe. Para volver a la ciudad, basta con seguir las marcas amarillas. A lo largo de esta ruta, el caminante tiene la posibilidad de recorrer también el sendero de Certuv dul (el Valle del Diablo), una senda educativa que comienza en el chalet y pasa por parajes maravillosos, terminando en Certova strouha (la Presa del Diablo), que tiene más de un siglo de antigüedad. Esta senda pasa por la zona segunda del Parque Nacional de las Montañas Gigantes, y permanece abierta en temporada de verano.
Senda de Harrach: la ruta de los glaciares
Otra hermosa caminata que se puede recorrer desde Špindlerův Mlýn es la senda de Harrach, recomendada por el organismo gestor del Parque Nacional de las Montañas Gigantes. En invierno la senda permanece abierta, pero solo en sus cuatro primeros kilómetros, hasta el río Pudlava (afluente del Elba). La ruta atraviesa el Valle del Elba y fue instituida por el Conde de Harrach, de quien obtiene su nombre, en 1879. También es conocida como “la ruta de los glaciares”. A lo largo del camino, los viajeros tendrán a sus pies el majestuoso río Elba (el más grande de la República Checa) y descubrirán rastros de actividad glaciar y testimonios de los primeros intentos de protección de la naturaleza en las Montañas Gigantes. Como muchas otras sendas, la ruta parte del centro de Špindlerův Mlýn y sigue las marcas azules. En esta senda, entre otras bellezas se puede admirar un glaciar de cinco kilómetros de longitud y una morrena de veinte metros de altura. La senda de 8,7 kilómetros de largo cruza el Elba y continúa por su otra orilla, atravesando antiguos bosques hasta llegar a la primera Reserva Natural de las Montañas Gigantes, establecida en 1904. El desnivel es de unos 500 metros.
El monte más alto de la República Checa
Las Montañas Gigantes (Krkonose) tienen su máxima altura en el monte Sněžka, un pico de forma piramidal que fue modelado por un glaciar allá por la Edad del Hielo. Hoy día, el Sněžka es un destino muy popular para senderistas y montañeros, ya que desde su cima se distinguen magníficas vistas de toda la República Checa y parte de Polonia. En su cima se alza la Capilla de San Lorenzo, de forma circular y construida en 1665. A la capilla le acompaña una estación meteorológica polaca y la nueva Oficina de Correos Checa, del año 2006, junto a la que se alza el antiguo y original edificio de correos, construido en 1899. El monte Sněžka fue coronado por primera vez en 1456 por un viajero veneciano que buscaba piedras preciosas. Aunque se han realizado distintas mediciones de su altura con resultados muy diferentes, las últimas han dado un resultado final de 1602 metros: más que suficiente para ser el pico más alto del país. Hay varias rutas para subir a la cima del Sněžka desde Špindlerův Mlýn, siendo la más corta de 10 kilómetros. También hay un teleférico que sube hasta la cima desde Pec pod Sněžkou, pueblo situado a unos 45 minutos en coche de Špindlerův Mlýn.
Vrchlabí, una ciudad llena de historia
Si bien la propia ciudad de Špindlerův Mlýn no puede presumir de monumentos de gran importancia o de museos de renombre, no hay que ir muy lejos para disfrutar de la cultura. A tan solo 15 kilómetros se encuentra Vrchlabí, una población situada cerca del nacimiento del poderoso río Elba. De hecho, es la primera ciudad en el curso fluvial. En Vrchlabí hay monumentos históricos y museos, pero también rutas y sendas para senderistas y amantes del cicloturismo. Para conocer la ciudad a fondo, nada mejor que acudir al Ayuntamiento de la ciudad, donde se encuentra el centro de información turística regional.
En Vrchlabí merece la pena visitar el Castillo (Virchlabí Chateau), edificado en el siglo XVI en estilo renacentista, y su precioso jardín, actualmente un parque natural con un pequeño lago artificial. También destacan en la ciudad el monasterio agustiniano barroco-clasicista, fundado en 1705, y la Iglesia de San Lorenzo, construcción neoclásica que sustituyó al templo gótico original.Por último, en esta ciudad también se encuentra el Museo “U čtyř domků”, ubicado en cuatro antiguas casas de estilo tradicional.
Castillo de Jilemnice: historias de persecución
A 23 kilómetros de Špindlerův Mlýn se encuentra la localidad de Jilemnice, cuyo monumento más célebre es sin duda su Castillo (Zámek, 75). El edificio original data del siglo XVI y fue construido por los condes de Krinecti. Más adelante, el castillo pasó a pertenecer a los Harants, y en 1701 la familia noble de los Harrach compró el inmueble. Los Harrach ampliaron el castillo y le dieron su forma definitiva en 1895, la que actualmente podemos admirar. Durante la II Guerra Mundial la propiedad fue confiscada y los Harrach pasaron a ser perseguidos por el régimen. Hoy día, el Castillo alberga el Krkonose Museum, dedicado a la historia del esquí. Tel.: +420 481 543 04
Más información: www.mestojilemnice.cz
El Museo del Vidrio en Harrachow
Cerca de Špindlerův Mlýn encontramos muchas localidades con lugares de gran interés para visitar. Por ejemplo, Harrachow, a tan solo 35 kilómetros de la ciudad. En esta localidad hay un lugar que merece una visita: el Museo del Vidrio (Harrachov, 95), en cuyas salas se pueden admirar obras realizadas con este delicado y bellísimo material a lo largo de los siglos. Harrachow es una población tradicionalmente vidriera, lo que queda patente en su museo, donde también se pueden ver exposiciones sobre la técnica de fabricación del vidrio, dioramas, escenografías… Atención al restaurante de la planta baja: es perfecto para degustar la cocina de la región en su versión más actual. Horarios: de lunes a viernes, de 9:00 a 17:00 horas. Sábados y domingos, de 9:00 a 13:00 horas. Más información: http://www.sklarnaharrachov.cz/muzeum.php
El Nacimiento del río Elba
Antes hemos comentado que la bella ciudad de Virchlabí se encuentra cerca del nacimiento del impresionante río Elba. Sin embargo, el lugar conocido como “Fuente del Elba” se encuentra en una cordillera de las Montañas Gigantes, a una altura de 1387 metros y en el lugar conocido como Labská Louka (Prado del Elba). En realidad, el auténtico nacimiento del Elba está algo más alejado, a unos 150-300 metros de este lugar; no es posible acceder a él por motivos conservacionistas. En el punto establecido como “nacimiento oficial” de cara al turismo se puede ver hoy día un muro construido en 1968, donde aparecen los emblemas de las ciudades más importantes por las que pasa el gran río.
Catarata de Pančavský, la caída de agua más alta de Bohemia
Sus 148 metros de altura (que dependiendo de la temporada pueden llegar a 162) convierten a esta impresionante catarata, situada a una altura de ente 1298 y 1150 metros sobre el nivel del mar, en la más alta de la región. La catarata está formada por cuatro cascadas sucesivas que forman el total, y surge del río Pančava, afluente del Elba. Este lugar fue un enclave muy popular a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, pero en nuestros días el acceso está restringido por motivos de conservación. Cerca de la catarata hay un mirador desde el que se ve claramente la parte superior de la caída de agua. También se obtienen buenas vistas desde el mirador de Ambrožova vyhlídka.
Redactor :
Marion Rouillot
