Presentación
Situada en la provincia de Transilvania, en Rumanía, y muy cerca de la frontera con Valaquia, está la pequeña ciudad de Bran, en plenos montes Cárpatos Transilvanos. Tiene aproximadamente 5.300 habitantes, y es una ciudad muy turística, gracias a su entramado de calles antiguas y sus casas tradicionales. Pero lo que verdaderamente atrae a los visitantes es su castillo, también conocido como el Castillo de Drácula, si bien no parece ser cierto que la fortaleza perteneciese al tenebroso personaje que inspiró la novela de Bram Stoker. Además de este atractivo histórico y artístico, Bran posee un tesoro muy especial: su magnífico entorno natural, ya que junto a la ciudad pueden visitarse lugares increíbles como el Parque Natural Piatra Craiului o la interesante cueva Dâmbovicioara.
Visitas destacadas
Es, sin duda alguna, el monumento estrella de la ciudad y una de las razones por las cuales los turistas acuden a Bran. Y no es de extrañar ya que, en sí mismo, merece una visita. Se trata de una antigua fortaleza levantada en el año 1378 sobre un promontorio, para aprovechar así su función como torre de defensa y dotarlo de una mejor y más estratégica ubicación. Al parecer, fue construido sobre las ruinas de una fortaleza aún más antigua edificada por los Caballeros de la Orden Teutónica. El caso es que, por su arquitectura, su belleza y su magnífico estado de conservación, el Castillo de Bran (Str. General de Traian Mosoiu, 24) es hoy toda una atracción en la ciudad. Aunque se le ha conocido también como el Castillo de Drácula, realmente no tiene ningún vínculo con Vlad Draculea, personaje real que inspiró a Bran Stoker para imaginar al ficticio Conde Drácula, siendo el Castillo de Poenari donde residió realmente. Horario: de mayo a septiembre, lunes de 12:00 a 19:00 h. De martes a domingo, de 9:00 a 19:00 h. De octubre a abril, lunes de 12:00 a 17:00 h. De martes a domingo, de 9:00 a 17:00 h.
Tel.: (268) 237 700 / (268) 237 701.
Web: www.bran-castle.com
Email: office@bran-castle.com
Precio: entrada general, 6 €.
Después de visitar el Castillo de Bran y de admirar las muchas estancias y tesoros que guarda, el visitante no puede irse sin dar una vuelta por el Museo del Castillo de Bran, situado a las afueras de la fortaleza. Se trata de un museo en el que se guardan innumerables colecciones de objetos que tratan de dar a conocer a los turistas y visitantes que se acercan hasta allí cómo era la vida en Bran. Hay tesoros catalogados en el campo de la historia, el arte y la etnografía. Entre otras muchas cosas interesantes, se puede contemplar una completísima colección de armas blancas y de armas de fuego procedentes de la Edad Media, además de magníficas muestras de artes decorativas como muebles y objetos de cerámica y plata. También se guardan en el museo valiosas obras de arte, en especial esculturas y pinturas, así como una serie de trajes de época muy bien conservados.
Junto a la ciudad de Bran comienza la cordillera Piatra Craiului, sin duda la más espectacular de los Cárpatos. Unas montañas de piedra caliza que alcanzan los 6.560 metros de altitud. Visitar la zona es una de las cosas que no pueden dejarse de hacer cuando uno visita Bran. La cordillera ostenta hoy el título de Parque Natural Piatra Craiului y está rodeada de lagos glaciares, prados de alta montaña, escarpadas superficies verticales de roca e incluso bosques de abetos. Todos estos elementos van configurando un paisaje que impresiona al visitante por su belleza y su autenticidad. Desde algunos pueblos y ciudades como Bran se pueden realizar interesantes excursiones por estas montañas mágicas, disfrutando de sus parajes cársticos. Es el entorno perfecto para realizar interesantes excursiones de senderismo y otras actividades al aire libre como paseos a caballo, escalada, espeleología, etc. Parque Nacional Piatra Craiului.
Tel.: (268) 223 165
Web: www.pcrai.ro
Email: office@pcrai.ro
La ciudad de Bran cuenta con un entorno realmente privilegiado, especialmente para los amantes de la montaña que encontrarán en la zona numerosas oportunidades de disfrutar de bellos paseos en plena naturaleza. Además de las montañas del Parque Natural de Pietra Craiului, junto a Bran están los montes Bucegi, que pertenecen a los Alpes Transilvanos de los montes Cárpatos. Laderas escarpadas, paisajes alpinos… una región montañosa cuya visita resulta más que recomendable. La cima más alta es el Bucegi Plateau, donde se pueden contemplar figuras de roca como la Esfinge y Babele, que han sido moldeadas por los agentes climáticos con el transcurso de los años. El paso de Bran en los montes Bucegi delimita la frontera entre las provincias de Valaquia y Transilvania. En cuanto a la fauna, en estas montañas se encuentra uno de los últimos refugios en Europa de animales como los osos, los lobos y los linces. También se pueden ver jabalíes, rebecos, corzos y venados.
La cueva Dâmbovicioara es otro de los lugares de interés de Bran. Es un gran hallazgo, no solo para los aficionados a la espeleología, sino para todos aquellos que quieran contemplar una maravilla de la naturaleza que se originó en la era jurásica, nada menos. La cueva se formó por la acción del agua corriente que cortó y modeló la roca caliza. En la cueva se respira una ambiente húmedo y cálido, con una temperatura que no suele descender de los 10-12 ºC, y en su interior se nota una leve corriente de aire. Consta de una estancia bastante amplia y una galería de unos 555 metros de longitud. Aunque no es ni mucho menos de las cuevas más largas del país, sí es la más larga de la zona (en la que hay en torno a unas 50 cuevas), con pasillos que tienen unas dimensiones de unos 4 metros de anchura y 4 o 5 metros de altura. Uno de los alicientes de la cueva Dâmbovicioara son sus formaciones de piedra caliza, realmente sorprendentes. Pero los turistas también se acercan hasta allí por la belleza del paisaje exterior, junto a un río con pequeñas cascadas y zonas de rápidos.
Está a sólo 6 km. de Bran y es un precioso pueblo que se encuentra totalmente rodeado por montañas. Visitarlo le dará al visitante la idea de cómo es la vida en una típica ciudad de montaña de Rumanía, además de ser la puerta perfecta a un sinfín de excursiones de senderismo por la zona. En invierno, cuando se cubre de nieve, el pueblo adquiere una estampa mágica, como de cuento. Uno de los alicientes que tiene visitar Zarnesti es la tranquilidad que se respira en sus calles, que se mantienen ligeramente al margen del turismo que visita la zona.
A 30 kilómetros de Bran encontramos la ciudad de Brasov, uno de los lugares más turísticos de Rumania y muy recomendable si uno está descubriendo la zona. Fundada en 1211 por los Caballeros Teutónicos, es una ciudad de carácter medieval, con un casco antiguo muy hermoso y algunos ejemplos muy bellos de arquitectura barroca. El barrio más antiguo de la ciudad es el Barrio Schei, o Cartierul Schei. No hay que perderse la Iglesia Negra, o Biserica Neagra, la catedral gótica más grande de toda Rumania. Se llama así porque en 1689 el humo de un enorme incendio tiñó de negro sus paredes. A sólo 4 km. de Brasov se encuentra Poiana Brasov, donde hay una excelente pista de esquí.
Es la montaña más alta de Rumania y lo encontramos en los Montes de Fagaras, en plenos Cárpatos Meridionales. La excursión hasta la cima es realmente impresionante. Se puede acceder por varios senderos, procedentes de diversos lugares como el valle de Vistea, Podragu o Sambata, pero la localidad más cercana al pico es Victoria, en su cara norte. La razón por la que esta se convierte en una excursión más que recomendable es la riqueza y variedad del entorno. Y es que la flora de los Cárpatos, por ejemplo, reúne más de 1350 especies diferentes. Y lo mismo sucede con el paisaje mismo que alterna montañas, bosques, cataratas, formaciones rocosas, cuevas, etc. Una diversidad de elementos geológicos y naturales tan grande que resulta realmente espectacular.
Uno de los enclaves más visitados por los turistas en Rumania es Sinaia, en la provincia de Prahova. Está a 50 km. de Bran y allí el visitante encontrará uno de los centros termales más importantes del país. También es el lugar idóneo para practicar deportes de invierno como el esquí. Cerca está el Castillo Peles, digno de descubrir, ya que es una de las obras de arquitectura renacentista alemana más bella de Europa. Fue construido en el año 1873 y está decorado con los mejores y más preciados objetos decorativos, desde vidrios de Murano hasta porcelana de Sevres.
¿Cómo llegar?
- Por carretera: la forma más fácil, rápida y cómoda de llegar a Bran es, sin duda, en coche. Desde Bucarest, a 187 km. de Bran, se ha de tomar la carretera DN1/E60 hasta Azuga, donde se cambia a la ruta DN73A hasta Rasnov. Allí se toma la DN73/E574 hasta Bran. En Rumanía, hay más de 198.600 kilómetros de carreteras en bastante buen estado, aunque no abundan las autopistas.
- En avión: llegar a Rumanía en avión es sencillo, ya que dispone de varios aeropuertos. Los más cercanos a Bran son: el aeropuerto internacional Henri Coanda (OTP) situado en Otopeni, Bucarest (a 119 km.); el aeropuerto Aurel Vlaicu (BBU) situado en Baneasa (a 126 km.), también en Bucarest, y el aeropuerto de Sibiu (a 139 km.).
- En tren: para llegar en tren desde Bucarest hasta Bran, primero hay que tomar un tren a Brasov, que tarda unas tres horas. Desde allí hay que coger un taxi o alquilar un coche hasta Bran, ya que allí no hay estación de ferrocarril.
- En autobús: existe una línea de autobuses regulares entre Brasov y Bran (a 30 km. de distancia, que salen aproximadamente cada 30 minutos. La tarifa es de 1,20 €.
- Transporte público y taxis: una vez en Bran, lo mejor es olvidarse del transporte público y recorrer la ciudad a pie. Pasear por sus calles será la mejor manera de tomarle el pulso y no perderse ni un solo detalle.
Presentación
Situada en la provincia de Transilvania, en Rumanía, y muy cerca de la frontera con Valaquia, está la pequeña ciudad de Bran, en plenos montes Cárpatos Transilvanos. Tiene aproximadamente 5.300 habitantes, y es una ciudad muy turística, gracias a su entramado de calles antiguas y sus casas tradicionales. Pero lo que verdaderamente atrae a los visitantes es su castillo, también conocido como el Castillo de Drácula, si bien no parece ser cierto que la fortaleza perteneciese al tenebroso personaje que inspiró la novela de Bram Stoker. Además de este atractivo histórico y artístico, Bran posee un tesoro muy especial: su magnífico entorno natural, ya que junto a la ciudad pueden visitarse lugares increíbles como el Parque Natural Piatra Craiului o la interesante cueva Dâmbovicioara.
Visitas destacadas
Es, sin duda alguna, el monumento estrella de la ciudad y una de las razones por las cuales los turistas acuden a Bran. Y no es de extrañar ya que, en sí mismo, merece una visita. Se trata de una antigua fortaleza levantada en el año 1378 sobre un promontorio, para aprovechar así su función como torre de defensa y dotarlo de una mejor y más estratégica ubicación. Al parecer, fue construido sobre las ruinas de una fortaleza aún más antigua edificada por los Caballeros de la Orden Teutónica. El caso es que, por su arquitectura, su belleza y su magnífico estado de conservación, el Castillo de Bran (Str. General de Traian Mosoiu, 24) es hoy toda una atracción en la ciudad. Aunque se le ha conocido también como el Castillo de Drácula, realmente no tiene ningún vínculo con Vlad Draculea, personaje real que inspiró a Bran Stoker para imaginar al ficticio Conde Drácula, siendo el Castillo de Poenari donde residió realmente. Horario: de mayo a septiembre, lunes de 12:00 a 19:00 h. De martes a domingo, de 9:00 a 19:00 h. De octubre a abril, lunes de 12:00 a 17:00 h. De martes a domingo, de 9:00 a 17:00 h.
Tel.: (268) 237 700 / (268) 237 701.
Web: www.bran-castle.com
Email: office@bran-castle.com
Precio: entrada general, 6 €.
Después de visitar el Castillo de Bran y de admirar las muchas estancias y tesoros que guarda, el visitante no puede irse sin dar una vuelta por el Museo del Castillo de Bran, situado a las afueras de la fortaleza. Se trata de un museo en el que se guardan innumerables colecciones de objetos que tratan de dar a conocer a los turistas y visitantes que se acercan hasta allí cómo era la vida en Bran. Hay tesoros catalogados en el campo de la historia, el arte y la etnografía. Entre otras muchas cosas interesantes, se puede contemplar una completísima colección de armas blancas y de armas de fuego procedentes de la Edad Media, además de magníficas muestras de artes decorativas como muebles y objetos de cerámica y plata. También se guardan en el museo valiosas obras de arte, en especial esculturas y pinturas, así como una serie de trajes de época muy bien conservados.
Junto a la ciudad de Bran comienza la cordillera Piatra Craiului, sin duda la más espectacular de los Cárpatos. Unas montañas de piedra caliza que alcanzan los 6.560 metros de altitud. Visitar la zona es una de las cosas que no pueden dejarse de hacer cuando uno visita Bran. La cordillera ostenta hoy el título de Parque Natural Piatra Craiului y está rodeada de lagos glaciares, prados de alta montaña, escarpadas superficies verticales de roca e incluso bosques de abetos. Todos estos elementos van configurando un paisaje que impresiona al visitante por su belleza y su autenticidad. Desde algunos pueblos y ciudades como Bran se pueden realizar interesantes excursiones por estas montañas mágicas, disfrutando de sus parajes cársticos. Es el entorno perfecto para realizar interesantes excursiones de senderismo y otras actividades al aire libre como paseos a caballo, escalada, espeleología, etc. Parque Nacional Piatra Craiului.
Tel.: (268) 223 165
Web: www.pcrai.ro
Email: office@pcrai.ro
La ciudad de Bran cuenta con un entorno realmente privilegiado, especialmente para los amantes de la montaña que encontrarán en la zona numerosas oportunidades de disfrutar de bellos paseos en plena naturaleza. Además de las montañas del Parque Natural de Pietra Craiului, junto a Bran están los montes Bucegi, que pertenecen a los Alpes Transilvanos de los montes Cárpatos. Laderas escarpadas, paisajes alpinos… una región montañosa cuya visita resulta más que recomendable. La cima más alta es el Bucegi Plateau, donde se pueden contemplar figuras de roca como la Esfinge y Babele, que han sido moldeadas por los agentes climáticos con el transcurso de los años. El paso de Bran en los montes Bucegi delimita la frontera entre las provincias de Valaquia y Transilvania. En cuanto a la fauna, en estas montañas se encuentra uno de los últimos refugios en Europa de animales como los osos, los lobos y los linces. También se pueden ver jabalíes, rebecos, corzos y venados.
La cueva Dâmbovicioara es otro de los lugares de interés de Bran. Es un gran hallazgo, no solo para los aficionados a la espeleología, sino para todos aquellos que quieran contemplar una maravilla de la naturaleza que se originó en la era jurásica, nada menos. La cueva se formó por la acción del agua corriente que cortó y modeló la roca caliza. En la cueva se respira una ambiente húmedo y cálido, con una temperatura que no suele descender de los 10-12 ºC, y en su interior se nota una leve corriente de aire. Consta de una estancia bastante amplia y una galería de unos 555 metros de longitud. Aunque no es ni mucho menos de las cuevas más largas del país, sí es la más larga de la zona (en la que hay en torno a unas 50 cuevas), con pasillos que tienen unas dimensiones de unos 4 metros de anchura y 4 o 5 metros de altura. Uno de los alicientes de la cueva Dâmbovicioara son sus formaciones de piedra caliza, realmente sorprendentes. Pero los turistas también se acercan hasta allí por la belleza del paisaje exterior, junto a un río con pequeñas cascadas y zonas de rápidos.
Está a sólo 6 km. de Bran y es un precioso pueblo que se encuentra totalmente rodeado por montañas. Visitarlo le dará al visitante la idea de cómo es la vida en una típica ciudad de montaña de Rumanía, además de ser la puerta perfecta a un sinfín de excursiones de senderismo por la zona. En invierno, cuando se cubre de nieve, el pueblo adquiere una estampa mágica, como de cuento. Uno de los alicientes que tiene visitar Zarnesti es la tranquilidad que se respira en sus calles, que se mantienen ligeramente al margen del turismo que visita la zona.
A 30 kilómetros de Bran encontramos la ciudad de Brasov, uno de los lugares más turísticos de Rumania y muy recomendable si uno está descubriendo la zona. Fundada en 1211 por los Caballeros Teutónicos, es una ciudad de carácter medieval, con un casco antiguo muy hermoso y algunos ejemplos muy bellos de arquitectura barroca. El barrio más antiguo de la ciudad es el Barrio Schei, o Cartierul Schei. No hay que perderse la Iglesia Negra, o Biserica Neagra, la catedral gótica más grande de toda Rumania. Se llama así porque en 1689 el humo de un enorme incendio tiñó de negro sus paredes. A sólo 4 km. de Brasov se encuentra Poiana Brasov, donde hay una excelente pista de esquí.
Es la montaña más alta de Rumania y lo encontramos en los Montes de Fagaras, en plenos Cárpatos Meridionales. La excursión hasta la cima es realmente impresionante. Se puede acceder por varios senderos, procedentes de diversos lugares como el valle de Vistea, Podragu o Sambata, pero la localidad más cercana al pico es Victoria, en su cara norte. La razón por la que esta se convierte en una excursión más que recomendable es la riqueza y variedad del entorno. Y es que la flora de los Cárpatos, por ejemplo, reúne más de 1350 especies diferentes. Y lo mismo sucede con el paisaje mismo que alterna montañas, bosques, cataratas, formaciones rocosas, cuevas, etc. Una diversidad de elementos geológicos y naturales tan grande que resulta realmente espectacular.
Uno de los enclaves más visitados por los turistas en Rumania es Sinaia, en la provincia de Prahova. Está a 50 km. de Bran y allí el visitante encontrará uno de los centros termales más importantes del país. También es el lugar idóneo para practicar deportes de invierno como el esquí. Cerca está el Castillo Peles, digno de descubrir, ya que es una de las obras de arquitectura renacentista alemana más bella de Europa. Fue construido en el año 1873 y está decorado con los mejores y más preciados objetos decorativos, desde vidrios de Murano hasta porcelana de Sevres.
¿Cómo llegar?
- Por carretera: la forma más fácil, rápida y cómoda de llegar a Bran es, sin duda, en coche. Desde Bucarest, a 187 km. de Bran, se ha de tomar la carretera DN1/E60 hasta Azuga, donde se cambia a la ruta DN73A hasta Rasnov. Allí se toma la DN73/E574 hasta Bran. En Rumanía, hay más de 198.600 kilómetros de carreteras en bastante buen estado, aunque no abundan las autopistas.
- En avión: llegar a Rumanía en avión es sencillo, ya que dispone de varios aeropuertos. Los más cercanos a Bran son: el aeropuerto internacional Henri Coanda (OTP) situado en Otopeni, Bucarest (a 119 km.); el aeropuerto Aurel Vlaicu (BBU) situado en Baneasa (a 126 km.), también en Bucarest, y el aeropuerto de Sibiu (a 139 km.).
- En tren: para llegar en tren desde Bucarest hasta Bran, primero hay que tomar un tren a Brasov, que tarda unas tres horas. Desde allí hay que coger un taxi o alquilar un coche hasta Bran, ya que allí no hay estación de ferrocarril.
- En autobús: existe una línea de autobuses regulares entre Brasov y Bran (a 30 km. de distancia, que salen aproximadamente cada 30 minutos. La tarifa es de 1,20 €.
- Transporte público y taxis: una vez en Bran, lo mejor es olvidarse del transporte público y recorrer la ciudad a pie. Pasear por sus calles será la mejor manera de tomarle el pulso y no perderse ni un solo detalle.