Presentación
Mamaia está en un asombroso enclave geográfico. Este resort de Rumanía se encuentra rodeado de agua por dos de sus lados. No es una isla por tanto, se trata de una estrecha franja de playa que a un lado tiene el Lago Siutghiol ("Lago de Leche" en turco) y al otro, el Mar Negro. Por esta misma situación, Mamaia es uno de los centros turísticos más populares del país. Cuenta con numerosos hoteles, un casino, instalaciones deportivas, clubes nocturnos y locales de restauración que se encuentran a menos de 100 metros del mar. La ciudad más cercana es Constanta (Constanza). Entre ésta y Mamaia está el parque de atracciones de Satu Vacanta, que cuenta con una bolera, un bazar al aire libre y varios restaurantes. Todo está enfocado al ocio y al turismo, incluido el Festival anual de Música Pop que se celebra en verano en la localidad. En Mamaia están garantizados el descanso y la diversión a partes iguales.
Visitas destacadas
Si desde tierra el entorno natural de Mamaia ya es magnífico, lo es más aún desde el aire, con la perspectiva que da la altura. “Sobrevolando" la zona es como se puede contemplar en toda su dimensión la blanca y fina línea de tierra que separa el lago verde esmeralda del mar Negro, de un azul intenso. Un ascenso en el Telegóndola permite admirar esa panorámica. El telegóndola es una instalación de transporte por cable que recorre 2 kilómetros y tiene dos estaciones, la primera está en Pearl y la segunda en el Casino. El trayecto dura siete minutos, alcanzando una altura máxima de 50 metros. Cada cabina tiene capacidad para ocho plazas. Está acristalada y bien aislada, ya que de lo que se trata es de ofrecer una buena visibilidad que permita disfrutar de las magníficas vistas según va tomando altura. Es un magnífico reclamo para los visitantes y una de las mayores atracciones de este complejo turístico.
Estas características naturales especiales y el agradable ambiente del resort convierten Mamaia en una de las mejores playas de Rumanía. Se dice que esta zona es similar a ‘La Manga del Mar Menor’, en España, pues es un brazo de mar repleto de hoteles, restaurantes y tiendas. A diferencia de este lugar, el mar que baña Mamaia es mucho más frío que en el caso de la localidad murciana y además su playa no es de arena, sino de piedra. El suelo está repleto de piedrecitas de un tamaño considerable, una circunstancia que hay que tener en cuenta cuando se va a pasar el día a la playa para tener la precaución de llevar o alquilar una tumbona. En algunas zonas de la misma las piedras adquieren grandes dimensiones y esto también es parte de su atractivo, ya que forman “conjuntos escultóricos” de gran belleza, más aún en invierno cuando aguas y playa quedan cubiertos por el hielo adquiriendo siluetas caprichosas. En verano no hay que perderse el atardecer, con el Mar Negro bañando la costa. Un mar, que a pesar de su nombre, es tan azul como cualquiera. ¡Todo un espectáculo!
Es una de las ciudades portuarias mas antiguas e importantes de Rumanía y de Europa, encrucijada de conocidas rutas comerciales. Está a muy pocos kilómetros de Mamaria y de otros centros turísticos de la costa del Mar Negro, por lo que bien merece una visita que no dejará indiferente gracias a su rica herencia cultural e histórica. Fue fundada por los griegos, conquistada por los romanos y ocupada por el Imperio Otomano. Se convirtió en lugar floreciente durante el siglo XIII, cuando los comerciantes genoveses dominaban el Mar Negro. Todo ese pasado se refleja en el legado cultural, sus tesoros arqueológicos, monumentos históricos y sus ruinas históricas. En un recorrido por la ciudad no hay que dejar de visitar la Plaza de Ovidio, el complejo de Mosaicos Romanos junto al museo Nacional de Historia y Arqueología, la Catedral de San Pedro y San Pablo, el maravilloso edificio del Casino, uno de los emblemas de la ciudad, situado en el extremo del paseo marítimo, así como sus numerosos museos y tiendas. En los alrededores, campos de viñedos y el delta del río Danubio, un paraíso para las aves. Constanta se puede descubrir en dos o tres días de visita, porque lo ya mencionado es solo una pequeña parte de lo que se puede ver en la ciudad, como su valiosa mezquita o el Faro de los Genoveses.
Construida en 1910 por el rey Carol I, la mezquita es la sede del Mufti, el líder espiritual de los 55.000 musulmanes (turcos y tártaros de origen) que viven a lo largo de la costa de la región de Dobrogea. El edificio fue diseñado por George Constantinescu siguiendo parámetros de la Mezquita de Konya, en Anatolia (Turquía). Combina elementos arquitectónicos neobizantinos y rumanos y está levantada en piedra, ladrillo y hormigón armado, moderno material utilizado en la cúpula de 25 metros de altura y de 8 metros de diámetro. Destaca su magnífico minarete de estilo neo-morisco de 47 metros de alto, desde el que se contempla una impresionante vista de la ciudad vieja y del puerto. Cinco veces al día el muecín sube 140 escalones hasta lo más alto de esta torre para llamar a los fieles a la oración. La fachada principal está levantada en piedra de Dobrogea combinada con incrustaciones de mármol negro y elementos dorados. En el interior, las columnas interiores se construyeron a partir de mármol de Câmpulunguna. Una de las piezas destacadas es la gran alfombra persa, regalo del Sultán Abdul Hamid. Tejida en el Centro de Artesanía Hereche en Turquía, es una de las más grandes de toda Europa.
Sobre un acantilado de Constanta luce este faro levantado entre 1858-1860 para recordar a los mercaderes genoveses que llegaron al Ponto Euxino (Mar Negro) en el siglo XIII. El faro tiene 8 metros de altura y es octogonal, con la parte superior rematada por una cúpula de metal. Está situado a la salida de St. Remus Opreanu dominando una panorámica de la ciudad vieja de Constanta. Es recomendable una caminata por el paseo marítimo que discurre a lo largo de la línea de la costa con el faro como horizonte y con bellas vistas al Mar Negro. En el mismo paseo hay un conjunto escultórico dedicado a uno de los novelistas, poetas y periodistas rumanos más importantes de todos los tiempos, Mihai Eminescu (1850–1889), junto al que aparece una figura femenina identificada con la de la poetisa romántica y amante de Eminescu, Verónica Micle. Otras teorías sostienen que este personaje es en realidad Calíope, conocida en la mitología griega por ser la musa de los poemas heróicos. El monumento se debe al escultor Oscar Han y la inauguración oficial tuvo lugar el 15 de agosto de 1934.
Junto con el Planetario y el Observatorio Astronómico, el Delfinario forma parte del Museo de Ciencias Naturales, un complejo situado en Mamaia Boulevard, en la intersección con la calle Soveja. Fue inaugurado el 1 de junio de 1972. Muestra un gran espectáculo cuyos protagonistas son los delfines, los leones marinos y los pingüinos. Una atracción muy recomendable para todo tipo de público, pero en especial para familias con niños. Es uno de los lugares más visitados de Constanta, tanto en verano como en invierno.
La historia nacional y el museo de arqueología de Constanta se inauguró en 1977 en el antiguo ayuntamiento de la ciudad. Cuenta con un patrimonio de más de 430.000 objetos, lo que muestra la variedad de asentamientos que poblaron esta tierra desde la Prehistoria hasta nuestros días.Cabe destacar una impresionante colección de piezas griegas y romanas en la planta principal, entre las que hay estatuas representativas, una de ellas, "Glykon - La serpiente fantástica", que data del siglo III aC, y otra de la "Diosa Fortuna y Pontos," dios del Mar Negro, protectores de la ciudad y el puerto.
El Museo de Arte exhibe más de 7.300 obras maestras de artistas rumanos contemporáneos, desde Theodor Aman y Nicolae Grigorescu a Ion Jalea y Corneliu Baba. Pinturas, esculturas, cerámica, porcelana, tapicería y muebles.
El Museo Ion Jalea cuenta con obras en bronce, mármol, piedra y yeso realizadas por este artista, precursor de la escultura moderna y contemporánea.
El Museo de Folk exhibe una selección de objetos representativos de la tradición de todas las regiones etnográficas de Rumania. Trajes típicos, joyas, interiores de las casas campesinas tradicionales y artículos para el hogar ilustran la forma de vida en diversas partes del país. En la planta baja se puede ver una valiosa colección de iconos pintados en los siglos XVIII y XIX.
Es la primera sección del Museo de Ciencias Naturales Complex, ubicado en el Casino del paseo marítimo, inaugurado el 1 de mayo de 1958. La sección marina incluye especies de peces e invertebrados del mar Negro y de la cuenca mediterránea. Es la más grande y representativa del acuario, tanto por su capacidad como por la importancia de las especies que reúne. La sección de agua dulce presenta especies de invertebrados que pueblan los lagos costeros y las las aguas del Delta del Danubio. La sección exótica está también muy bien representada, con especies pertenecientes a diferentes ecosistemas de agua dulce de las zonas tropicales y subtropicales en los continentes de Asia, África, América y Oceanía.
¿Cómo llegar?
En avión El aeropuerto más cercano a Mamaia es el de Constanta, situado a unos 20 kilómetros del centro de la ciudad. Aeropuerto Internacional Mihail Kogalniceanu. Dirección: Tudor Vladimirescu 4. Tel: (241) 255.100 or 255.762
Web: www.mk-airport.ro
Las compañías aéreas con vuelos a Constanta son: Blue Air - www.BlueAir-web.com
Con vuelos directos a/desde Bruselas (Bélgica). Ryan Air - www.RyanAir.com
Con vuelos directos a/desde Bolonia y Pisa (Italia).
Desde el aeropuerto hay un autobús especial que opera dos veces al día y las paradas están cerca de la estación central (Gara CFR). Desde Constanta se puede llegar hasta Mamaria en coche particular o taxi.
En autobús: Numerosos autobuses conectan Constanta con el resto del país. El viaje desde la capital de Rumanía, Bucarest, dura alrededor de 3,5 horas por la autopista A2 de nueva construcción, también llamada "Autopista del Sol”. También hay varios autobuses diarios que salen desde Constanta a Estambul. La estación está situada a 200 metros de la de tren. El trayecto dura unas 12 horas, incluido el tiempo empleado en el paso de fronteras.
Los maxitaxis dejan en los centros turísticos al sur de Constanta desde la estación de tren.
En tren: La estación de tren de Constanta está bien comunicada con el resto del país. Hay cinco trenes diarios a/desde Bucarest durante la temporada baja y con mayor frecuencia en verano. El viaje dura entre 2,5 a 3 horas.
En barco: Constanta es uno de los puertos comerciales más grandes del Mar Negro y el tercero más grande de Europa. Desde aquí hay numerosas conexiones a ciudades de la costa del Mar Negro y otros destinos.
Presentación
Mamaia está en un asombroso enclave geográfico. Este resort de Rumanía se encuentra rodeado de agua por dos de sus lados. No es una isla por tanto, se trata de una estrecha franja de playa que a un lado tiene el Lago Siutghiol ("Lago de Leche" en turco) y al otro, el Mar Negro. Por esta misma situación, Mamaia es uno de los centros turísticos más populares del país. Cuenta con numerosos hoteles, un casino, instalaciones deportivas, clubes nocturnos y locales de restauración que se encuentran a menos de 100 metros del mar. La ciudad más cercana es Constanta (Constanza). Entre ésta y Mamaia está el parque de atracciones de Satu Vacanta, que cuenta con una bolera, un bazar al aire libre y varios restaurantes. Todo está enfocado al ocio y al turismo, incluido el Festival anual de Música Pop que se celebra en verano en la localidad. En Mamaia están garantizados el descanso y la diversión a partes iguales.
Visitas destacadas
Si desde tierra el entorno natural de Mamaia ya es magnífico, lo es más aún desde el aire, con la perspectiva que da la altura. “Sobrevolando" la zona es como se puede contemplar en toda su dimensión la blanca y fina línea de tierra que separa el lago verde esmeralda del mar Negro, de un azul intenso. Un ascenso en el Telegóndola permite admirar esa panorámica. El telegóndola es una instalación de transporte por cable que recorre 2 kilómetros y tiene dos estaciones, la primera está en Pearl y la segunda en el Casino. El trayecto dura siete minutos, alcanzando una altura máxima de 50 metros. Cada cabina tiene capacidad para ocho plazas. Está acristalada y bien aislada, ya que de lo que se trata es de ofrecer una buena visibilidad que permita disfrutar de las magníficas vistas según va tomando altura. Es un magnífico reclamo para los visitantes y una de las mayores atracciones de este complejo turístico.
Estas características naturales especiales y el agradable ambiente del resort convierten Mamaia en una de las mejores playas de Rumanía. Se dice que esta zona es similar a ‘La Manga del Mar Menor’, en España, pues es un brazo de mar repleto de hoteles, restaurantes y tiendas. A diferencia de este lugar, el mar que baña Mamaia es mucho más frío que en el caso de la localidad murciana y además su playa no es de arena, sino de piedra. El suelo está repleto de piedrecitas de un tamaño considerable, una circunstancia que hay que tener en cuenta cuando se va a pasar el día a la playa para tener la precaución de llevar o alquilar una tumbona. En algunas zonas de la misma las piedras adquieren grandes dimensiones y esto también es parte de su atractivo, ya que forman “conjuntos escultóricos” de gran belleza, más aún en invierno cuando aguas y playa quedan cubiertos por el hielo adquiriendo siluetas caprichosas. En verano no hay que perderse el atardecer, con el Mar Negro bañando la costa. Un mar, que a pesar de su nombre, es tan azul como cualquiera. ¡Todo un espectáculo!
Es una de las ciudades portuarias mas antiguas e importantes de Rumanía y de Europa, encrucijada de conocidas rutas comerciales. Está a muy pocos kilómetros de Mamaria y de otros centros turísticos de la costa del Mar Negro, por lo que bien merece una visita que no dejará indiferente gracias a su rica herencia cultural e histórica. Fue fundada por los griegos, conquistada por los romanos y ocupada por el Imperio Otomano. Se convirtió en lugar floreciente durante el siglo XIII, cuando los comerciantes genoveses dominaban el Mar Negro. Todo ese pasado se refleja en el legado cultural, sus tesoros arqueológicos, monumentos históricos y sus ruinas históricas. En un recorrido por la ciudad no hay que dejar de visitar la Plaza de Ovidio, el complejo de Mosaicos Romanos junto al museo Nacional de Historia y Arqueología, la Catedral de San Pedro y San Pablo, el maravilloso edificio del Casino, uno de los emblemas de la ciudad, situado en el extremo del paseo marítimo, así como sus numerosos museos y tiendas. En los alrededores, campos de viñedos y el delta del río Danubio, un paraíso para las aves. Constanta se puede descubrir en dos o tres días de visita, porque lo ya mencionado es solo una pequeña parte de lo que se puede ver en la ciudad, como su valiosa mezquita o el Faro de los Genoveses.
Construida en 1910 por el rey Carol I, la mezquita es la sede del Mufti, el líder espiritual de los 55.000 musulmanes (turcos y tártaros de origen) que viven a lo largo de la costa de la región de Dobrogea. El edificio fue diseñado por George Constantinescu siguiendo parámetros de la Mezquita de Konya, en Anatolia (Turquía). Combina elementos arquitectónicos neobizantinos y rumanos y está levantada en piedra, ladrillo y hormigón armado, moderno material utilizado en la cúpula de 25 metros de altura y de 8 metros de diámetro. Destaca su magnífico minarete de estilo neo-morisco de 47 metros de alto, desde el que se contempla una impresionante vista de la ciudad vieja y del puerto. Cinco veces al día el muecín sube 140 escalones hasta lo más alto de esta torre para llamar a los fieles a la oración. La fachada principal está levantada en piedra de Dobrogea combinada con incrustaciones de mármol negro y elementos dorados. En el interior, las columnas interiores se construyeron a partir de mármol de Câmpulunguna. Una de las piezas destacadas es la gran alfombra persa, regalo del Sultán Abdul Hamid. Tejida en el Centro de Artesanía Hereche en Turquía, es una de las más grandes de toda Europa.
Sobre un acantilado de Constanta luce este faro levantado entre 1858-1860 para recordar a los mercaderes genoveses que llegaron al Ponto Euxino (Mar Negro) en el siglo XIII. El faro tiene 8 metros de altura y es octogonal, con la parte superior rematada por una cúpula de metal. Está situado a la salida de St. Remus Opreanu dominando una panorámica de la ciudad vieja de Constanta. Es recomendable una caminata por el paseo marítimo que discurre a lo largo de la línea de la costa con el faro como horizonte y con bellas vistas al Mar Negro. En el mismo paseo hay un conjunto escultórico dedicado a uno de los novelistas, poetas y periodistas rumanos más importantes de todos los tiempos, Mihai Eminescu (1850–1889), junto al que aparece una figura femenina identificada con la de la poetisa romántica y amante de Eminescu, Verónica Micle. Otras teorías sostienen que este personaje es en realidad Calíope, conocida en la mitología griega por ser la musa de los poemas heróicos. El monumento se debe al escultor Oscar Han y la inauguración oficial tuvo lugar el 15 de agosto de 1934.
Junto con el Planetario y el Observatorio Astronómico, el Delfinario forma parte del Museo de Ciencias Naturales, un complejo situado en Mamaia Boulevard, en la intersección con la calle Soveja. Fue inaugurado el 1 de junio de 1972. Muestra un gran espectáculo cuyos protagonistas son los delfines, los leones marinos y los pingüinos. Una atracción muy recomendable para todo tipo de público, pero en especial para familias con niños. Es uno de los lugares más visitados de Constanta, tanto en verano como en invierno.
La historia nacional y el museo de arqueología de Constanta se inauguró en 1977 en el antiguo ayuntamiento de la ciudad. Cuenta con un patrimonio de más de 430.000 objetos, lo que muestra la variedad de asentamientos que poblaron esta tierra desde la Prehistoria hasta nuestros días.Cabe destacar una impresionante colección de piezas griegas y romanas en la planta principal, entre las que hay estatuas representativas, una de ellas, "Glykon - La serpiente fantástica", que data del siglo III aC, y otra de la "Diosa Fortuna y Pontos," dios del Mar Negro, protectores de la ciudad y el puerto.
El Museo de Arte exhibe más de 7.300 obras maestras de artistas rumanos contemporáneos, desde Theodor Aman y Nicolae Grigorescu a Ion Jalea y Corneliu Baba. Pinturas, esculturas, cerámica, porcelana, tapicería y muebles.
El Museo Ion Jalea cuenta con obras en bronce, mármol, piedra y yeso realizadas por este artista, precursor de la escultura moderna y contemporánea.
El Museo de Folk exhibe una selección de objetos representativos de la tradición de todas las regiones etnográficas de Rumania. Trajes típicos, joyas, interiores de las casas campesinas tradicionales y artículos para el hogar ilustran la forma de vida en diversas partes del país. En la planta baja se puede ver una valiosa colección de iconos pintados en los siglos XVIII y XIX.
Es la primera sección del Museo de Ciencias Naturales Complex, ubicado en el Casino del paseo marítimo, inaugurado el 1 de mayo de 1958. La sección marina incluye especies de peces e invertebrados del mar Negro y de la cuenca mediterránea. Es la más grande y representativa del acuario, tanto por su capacidad como por la importancia de las especies que reúne. La sección de agua dulce presenta especies de invertebrados que pueblan los lagos costeros y las las aguas del Delta del Danubio. La sección exótica está también muy bien representada, con especies pertenecientes a diferentes ecosistemas de agua dulce de las zonas tropicales y subtropicales en los continentes de Asia, África, América y Oceanía.
¿Cómo llegar?
En avión El aeropuerto más cercano a Mamaia es el de Constanta, situado a unos 20 kilómetros del centro de la ciudad. Aeropuerto Internacional Mihail Kogalniceanu. Dirección: Tudor Vladimirescu 4. Tel: (241) 255.100 or 255.762
Web: www.mk-airport.ro
Las compañías aéreas con vuelos a Constanta son: Blue Air - www.BlueAir-web.com
Con vuelos directos a/desde Bruselas (Bélgica). Ryan Air - www.RyanAir.com
Con vuelos directos a/desde Bolonia y Pisa (Italia).
Desde el aeropuerto hay un autobús especial que opera dos veces al día y las paradas están cerca de la estación central (Gara CFR). Desde Constanta se puede llegar hasta Mamaria en coche particular o taxi.
En autobús: Numerosos autobuses conectan Constanta con el resto del país. El viaje desde la capital de Rumanía, Bucarest, dura alrededor de 3,5 horas por la autopista A2 de nueva construcción, también llamada "Autopista del Sol”. También hay varios autobuses diarios que salen desde Constanta a Estambul. La estación está situada a 200 metros de la de tren. El trayecto dura unas 12 horas, incluido el tiempo empleado en el paso de fronteras.
Los maxitaxis dejan en los centros turísticos al sur de Constanta desde la estación de tren.
En tren: La estación de tren de Constanta está bien comunicada con el resto del país. Hay cinco trenes diarios a/desde Bucarest durante la temporada baja y con mayor frecuencia en verano. El viaje dura entre 2,5 a 3 horas.
En barco: Constanta es uno de los puertos comerciales más grandes del Mar Negro y el tercero más grande de Europa. Desde aquí hay numerosas conexiones a ciudades de la costa del Mar Negro y otros destinos.