Presentación
Bratsk es una ciudad situada en Asia central, en plena Siberia rusa a las orillas del gran río Angara y muy cerca del mayor lago artificial del planeta, que lleva el mismo nombre de la localidad y al que los nativos llamar Mar de Bratsk. En origen, Bratsk era una fortaleza sobre el río Angará que fundaron en 1631 los cosacos. Bratski ostrog quiere decir "pueblo hermano" o, literalmente, "gente hermana”. La construcción de la presa y de una gran central hidroeléctrica en 1967 -la más potente en el mundo en aquella época- cambió el curso en la historia de la ciudad, convirtiéndose en una asentamiento para los trabajadores de la misma. Hoy Bratsk es una coqueta población que cuenta con buenos hoteles y servicios, además de ser un magnífico centro de operaciones desde donde conocer la increíble naturaleza que rodea esta ciudad, llena de bosques de coníferas e imponentes ríos.
La localidad de Bratsk pertenece (de mayor a menor) al distrito Siberia, a la región Irkutsk oblast y a la área Bratsk.
La localidad de Bratsk cubre 428 km², tiene 246.319 habitantes (censo 2010) y una densidad de 575,51 habitantes por km². La altitud media es de 450 m.
El actual alcade de Bratsk es Sergueï Serebrennikov.
El nombre francés de la localidad es Bratsk.
La página web de Bratsk es http://www.bratsk-city.ru
Visitas destacadas
Los primeros europeos en el área llegaron en 1623 con la intención de recaudar impuestos de la población local de Buriatia, así se conoce a los pobladores de la óblast (provincia) de Irkutsk, a la que pertenece Bratsk. Esto llevó a un establecimiento permanente y a la construcción de un ostrog (fortaleza) en 1636 en la intersección de los ríos Oka y Angará. Varias torres de madera de la fortaleza del siglo XVII se exhiben ahora en el museo del palacete de Kolomenskoy, a las afueras de Moscú. En 1690, un monasterio fue construido en el fuerte y a partir del siglo XVIII ya vivían quince comunidades en la zona con, al menos, 128 viviendas. En 1805, la recién creada komissarstvo Bratsk (unidad administrativa) tenía 5.210 habitantes. Durante la II guerra mundial hubo un aumento en la actividad industrial en Siberia. Parte de la industria soviética fue trasladada a las tierras al este de los Montes Urales y fue en 1967 cuando se construyó la gran presa de Bratsk (también llamada 50 años del Gran Octubre), que fue, hasta que en Canadá se inauguró Churchill Falls en el año 1971, la mayor del planeta. Anualmente, la central sigue siendo una de las más importantes del mundo.
La más grande fundición de aluminio del mundo también está en Bratsk, otra de sus principales fuentes de riqueza. Aunque la “cuota” que ha tenido que pagar este municipio por el gran desarrollo económico es un alto nivel de contaminación, problema cuya severidad se agrava según la dirección del viento. A pesar de ello, Bratsk es una ciudad dinámica, la tercera en número de habitantes en la óblast de Irkutsk, y dispone de buenas infraestructuras y servicios turísticos para ofrecer a los visitantes una estancia cómoda. También es un buen punto de partida para visitar el entorno natural que la rodea y que, sin duda, goza de mucho mayor encanto que la propia localidad. La provincia a la que pertenece está muy poco poblada (la densidad es de 3,5 habitantes por kilómetro cuadrado, mientras que el promedio de toda la Federación Rusa es de 8,7), la mayoría de los habitantes -2,77 millones- viven en núcleos urbanos y solo un 20,4% en zona rural. Bratsk cuenta con unos 256.000 habitantes. Es la tercera en población después del centro administrativo de la provincia (Irkutsk), a la que da nombre, con 594.500 habitantes, y de Angarsk, con 267.000.
Entre la población de Bratsk hay gran cantidad de nativos de pueblos nómadas, lo que le otorga gran interés antropológico y cultural. La ciudad tiene varios lugares que merecen una visita, como su bullicioso mercado central, sus grandes parques y sus iglesias. Los nombres de la calles de esta ciudad, así como de otras siberianas, siguen siendo los de la época comunista. Al contrario que en Moscú o en San Petesburgo, que se rebautizaron cuando la Perestroika y la Glásnost dio por finalizado el comunismo a finales de los 90, en esta zona de la Federación Rusa se mantuvieron simplemente por un práctico tema de presupuesto: no había dinero para cambiar el nombre a las calles, y por ende, las direcciones de instituciones y empresas. Algo parecido sucedió con las estatuas que recordaban a las grandes figuras del marxismo y del comunismo. En la actualidad todavía se pueden ver en Bratsk muchas de ellas en pie, sobre todo las dedicadas a Lenin. Aunque la cuestión económica hoy no es un obstáculo para sustituirlas o eliminarlas, finalmente los gobiernos locales y provinciales decidieron dejarlas en el lugar por formar parte de la historia reciente de la ciudad.
Los veranos son hermosos en la zona de Bratsk. La mayoría de la gente tiene casitas de campo fuera de la ciudad con pequeños huertos donde cultivar verduras y frutas. En los ríos cercanos se puede ir a pescar y los bosques están repletos de setas y bayas. Si bien el invierno es durísimo y se pueden alcanzar los -33ºC, el entorno natural es realmente hermoso y permite realizar infinidad de actividades durante la primavera y el verano. La óblast de Irkutsk, a la que pertenece Bratsk, está entre las cuencas de los ríos Angará, Lena y Tunguska Inferior, una superficie cubierta de nieve gran parte el año que deja paso con el buen tiempo a una naturaleza desbordante con gran cantidad y variedad de flora y fauna, espectaculares parajes y bosques de un verde intenso y con un cielo azul, limpio y profundo. La privilegiada y estratégica situación a orillas del río Angará y muy próximo al bellísimo lago Baikal permite disfrutar de la pesca y de los deportes acuáticos. El “paseo marítimo” por el Mar de Bratsk lleva por sitios característicos como “La Montaña Calva”o "La Montaña del Monasterio”. También se puede hacer un viaje con lancha rápida por l río Angará, visitando aldeas ribereñas, calas, etc.
Toda la región de Siberia Oriental se caracteriza por un paisaje cubierto por la Taiga, o lo que es lo mismo, grandes extensiones de coníferas como abetos, pinos, alerces y abedules, resistentes a las bajas temperaturas. Muchos de estos árboles superan los 40 m de altura y forman densísimos bosques en los que habitan desde grandes mamíferos, como osos o venados, a raras aves, como el urogallo. La caza es una de las actividades desarrolladas en la zona, otra muy aconsejable son las rutas de senderismo, o los safaris fotográficos para ver de cerca -si hay suerte- la impresionante fauna de la la taiga: lobos, osos, venados, linces, alces, caribús… Se estima que el oso pardo de Rusia es en esta región más numeroso que en cualquier otro lugar del mundo. El lobo cubre enormes territorios, el corzo siberiano y el ciervo almizclero se encuentran en pequeños grupos ocultos en los bosques. El urogallo, el gallo lira, la perdiz, la becada son apreciadas aves. En cuanto a las acuáticas, hay más de cincuenta especies de patos y gansos… La Taiga es su paraíso natural en estado (casi) puro.
Esta aldea tradicional es uno de los atractivos turísticos de la zona. Consiste básicamente en una hilera de granjas antiguas de varios tipos y tamaños levantadas en madera, que representan las primeras estructuras usadas por los colonos rusos en esta parte de Siberia. La mayoría no son edificios originales, sino reconstrucciones que siguen fielmente el modelo antiguo. Al final de esta calle de pueblo, sobre su punto más alto, hay una torre cosaca de vigilancia de 1752, la más antigua de Bratsk. En esta aldea también se conocerá la cultura de los primeros pobladores (los Evencos). El pueblo está situado sobre el río Angará, sobre un cerro con una agradable vista a una parte del lago artificial, encima de la presa de la ciudad.
Bratsk cuenta con balnearios y spas donde se puede disfrutar del placer de un buen baño -una arraigada tradición siberiana- o de tratamientos de belleza y relajación al estilo “occidental”, con los más modernos medios. Hay programas muy variados, que combinan aeroterapia, hidroterapia y estética. La reflexologia, los masajes terapéuticos, la sauna y las rutas de senderismo por los bosques aledaños son también parte de las actividades programadas por estos centros, algunos de los cuales se encuentran ubicados a las orillas del “Mar de Bratsk”.
A algo más de 600 kilómetros de Bratsk está Irkutsk, una de las mayores de Siberia. Su arquitectura singular le otorga gran atractivo, pasear por sus calles es como un recorrido en el tiempo. Un buen plan es caminar por el Bulevar Gagarin o llegar hasta la Plaza Kirov. O comprar en el mercado central y en las calles Marx o Lenin… Además cuenta con museos muy interesantes, como La Casa de los Decembristas, e iglesias como la Catedral de la Epifanía. Tampoco hay que dejar de ver el Teatro de Irkutsk, un bellísimo edificio centenario que fue renovado por completo en 1997-99.
Este magnífico río es navegable entre las poblaciones de Irkutsk y Bratsk. Tiene una longitud de 1.800 km y una anchura de casi un kilómetro. Es el único río de la zona cuya agua procede del cercano y formidable Lago Baikal. En el centro del nacimiento, que no se hiela ni con el frío más intenso, hay una roca de 1,5 m que se eleva sobre el agua y que ha dado pie a una de las más famosas leyendas populares. Recorrer el río en barco, rodeados de vegetación y bosques es un auténtico placer para los sentidos. La pesca, que cuenta con variedades autóctonas como el Taimén, del tamaño de un atún, es otro.
¿Cómo llegar?
Bratsk está conectado por vía aerea con las ciudades más importantes de la región y con Moscú. Está a unos 7 kilómetros de la ciudad. Dirección: Bratsk, Irkutsk District, 665711, Russia. Teléfono de información de vuelos: +7 3953 322 309. Sitio web: www.aerobratsk.narod.ru
En tren: Desde Moscú hay varias salidas al día a Irkutsk, la capital de la provincia. El trayecto oscila entre 14-16 horas y cuesta alrededor de 156 €. También se puede llegar hasta Irkutsk en el mítico tren Transiberiano. Desde Irkutsk hasta Bratsk se podrá ir por carretera o en avión. Más información sobre horarios y conexiones: https://www.russiantrains.com.
En coche: Desde Irkutsk hay unos 616.15 km por carretera, unas 7-8 horas aproximadamente.
En barco: La ciudad de Bratsk está conectada por el río Angará con Irkutsk. Hay salidas en barcos regulares o se puede ir en lancha rápida contratando el servicio en una agencia de viajes.
Presentación
Bratsk es una ciudad situada en Asia central, en plena Siberia rusa a las orillas del gran río Angara y muy cerca del mayor lago artificial del planeta, que lleva el mismo nombre de la localidad y al que los nativos llamar Mar de Bratsk. En origen, Bratsk era una fortaleza sobre el río Angará que fundaron en 1631 los cosacos. Bratski ostrog quiere decir "pueblo hermano" o, literalmente, "gente hermana”. La construcción de la presa y de una gran central hidroeléctrica en 1967 -la más potente en el mundo en aquella época- cambió el curso en la historia de la ciudad, convirtiéndose en una asentamiento para los trabajadores de la misma. Hoy Bratsk es una coqueta población que cuenta con buenos hoteles y servicios, además de ser un magnífico centro de operaciones desde donde conocer la increíble naturaleza que rodea esta ciudad, llena de bosques de coníferas e imponentes ríos.
La localidad de Bratsk pertenece (de mayor a menor) al distrito Siberia, a la región Irkutsk oblast y a la área Bratsk.
La localidad de Bratsk cubre 428 km², tiene 246.319 habitantes (censo 2010) y una densidad de 575,51 habitantes por km². La altitud media es de 450 m.
El actual alcade de Bratsk es Sergueï Serebrennikov.
El nombre francés de la localidad es Bratsk.
La página web de Bratsk es http://www.bratsk-city.ru
Visitas destacadas
Los primeros europeos en el área llegaron en 1623 con la intención de recaudar impuestos de la población local de Buriatia, así se conoce a los pobladores de la óblast (provincia) de Irkutsk, a la que pertenece Bratsk. Esto llevó a un establecimiento permanente y a la construcción de un ostrog (fortaleza) en 1636 en la intersección de los ríos Oka y Angará. Varias torres de madera de la fortaleza del siglo XVII se exhiben ahora en el museo del palacete de Kolomenskoy, a las afueras de Moscú. En 1690, un monasterio fue construido en el fuerte y a partir del siglo XVIII ya vivían quince comunidades en la zona con, al menos, 128 viviendas. En 1805, la recién creada komissarstvo Bratsk (unidad administrativa) tenía 5.210 habitantes. Durante la II guerra mundial hubo un aumento en la actividad industrial en Siberia. Parte de la industria soviética fue trasladada a las tierras al este de los Montes Urales y fue en 1967 cuando se construyó la gran presa de Bratsk (también llamada 50 años del Gran Octubre), que fue, hasta que en Canadá se inauguró Churchill Falls en el año 1971, la mayor del planeta. Anualmente, la central sigue siendo una de las más importantes del mundo.
La más grande fundición de aluminio del mundo también está en Bratsk, otra de sus principales fuentes de riqueza. Aunque la “cuota” que ha tenido que pagar este municipio por el gran desarrollo económico es un alto nivel de contaminación, problema cuya severidad se agrava según la dirección del viento. A pesar de ello, Bratsk es una ciudad dinámica, la tercera en número de habitantes en la óblast de Irkutsk, y dispone de buenas infraestructuras y servicios turísticos para ofrecer a los visitantes una estancia cómoda. También es un buen punto de partida para visitar el entorno natural que la rodea y que, sin duda, goza de mucho mayor encanto que la propia localidad. La provincia a la que pertenece está muy poco poblada (la densidad es de 3,5 habitantes por kilómetro cuadrado, mientras que el promedio de toda la Federación Rusa es de 8,7), la mayoría de los habitantes -2,77 millones- viven en núcleos urbanos y solo un 20,4% en zona rural. Bratsk cuenta con unos 256.000 habitantes. Es la tercera en población después del centro administrativo de la provincia (Irkutsk), a la que da nombre, con 594.500 habitantes, y de Angarsk, con 267.000.
Entre la población de Bratsk hay gran cantidad de nativos de pueblos nómadas, lo que le otorga gran interés antropológico y cultural. La ciudad tiene varios lugares que merecen una visita, como su bullicioso mercado central, sus grandes parques y sus iglesias. Los nombres de la calles de esta ciudad, así como de otras siberianas, siguen siendo los de la época comunista. Al contrario que en Moscú o en San Petesburgo, que se rebautizaron cuando la Perestroika y la Glásnost dio por finalizado el comunismo a finales de los 90, en esta zona de la Federación Rusa se mantuvieron simplemente por un práctico tema de presupuesto: no había dinero para cambiar el nombre a las calles, y por ende, las direcciones de instituciones y empresas. Algo parecido sucedió con las estatuas que recordaban a las grandes figuras del marxismo y del comunismo. En la actualidad todavía se pueden ver en Bratsk muchas de ellas en pie, sobre todo las dedicadas a Lenin. Aunque la cuestión económica hoy no es un obstáculo para sustituirlas o eliminarlas, finalmente los gobiernos locales y provinciales decidieron dejarlas en el lugar por formar parte de la historia reciente de la ciudad.
Los veranos son hermosos en la zona de Bratsk. La mayoría de la gente tiene casitas de campo fuera de la ciudad con pequeños huertos donde cultivar verduras y frutas. En los ríos cercanos se puede ir a pescar y los bosques están repletos de setas y bayas. Si bien el invierno es durísimo y se pueden alcanzar los -33ºC, el entorno natural es realmente hermoso y permite realizar infinidad de actividades durante la primavera y el verano. La óblast de Irkutsk, a la que pertenece Bratsk, está entre las cuencas de los ríos Angará, Lena y Tunguska Inferior, una superficie cubierta de nieve gran parte el año que deja paso con el buen tiempo a una naturaleza desbordante con gran cantidad y variedad de flora y fauna, espectaculares parajes y bosques de un verde intenso y con un cielo azul, limpio y profundo. La privilegiada y estratégica situación a orillas del río Angará y muy próximo al bellísimo lago Baikal permite disfrutar de la pesca y de los deportes acuáticos. El “paseo marítimo” por el Mar de Bratsk lleva por sitios característicos como “La Montaña Calva”o "La Montaña del Monasterio”. También se puede hacer un viaje con lancha rápida por l río Angará, visitando aldeas ribereñas, calas, etc.
Toda la región de Siberia Oriental se caracteriza por un paisaje cubierto por la Taiga, o lo que es lo mismo, grandes extensiones de coníferas como abetos, pinos, alerces y abedules, resistentes a las bajas temperaturas. Muchos de estos árboles superan los 40 m de altura y forman densísimos bosques en los que habitan desde grandes mamíferos, como osos o venados, a raras aves, como el urogallo. La caza es una de las actividades desarrolladas en la zona, otra muy aconsejable son las rutas de senderismo, o los safaris fotográficos para ver de cerca -si hay suerte- la impresionante fauna de la la taiga: lobos, osos, venados, linces, alces, caribús… Se estima que el oso pardo de Rusia es en esta región más numeroso que en cualquier otro lugar del mundo. El lobo cubre enormes territorios, el corzo siberiano y el ciervo almizclero se encuentran en pequeños grupos ocultos en los bosques. El urogallo, el gallo lira, la perdiz, la becada son apreciadas aves. En cuanto a las acuáticas, hay más de cincuenta especies de patos y gansos… La Taiga es su paraíso natural en estado (casi) puro.
Esta aldea tradicional es uno de los atractivos turísticos de la zona. Consiste básicamente en una hilera de granjas antiguas de varios tipos y tamaños levantadas en madera, que representan las primeras estructuras usadas por los colonos rusos en esta parte de Siberia. La mayoría no son edificios originales, sino reconstrucciones que siguen fielmente el modelo antiguo. Al final de esta calle de pueblo, sobre su punto más alto, hay una torre cosaca de vigilancia de 1752, la más antigua de Bratsk. En esta aldea también se conocerá la cultura de los primeros pobladores (los Evencos). El pueblo está situado sobre el río Angará, sobre un cerro con una agradable vista a una parte del lago artificial, encima de la presa de la ciudad.
Bratsk cuenta con balnearios y spas donde se puede disfrutar del placer de un buen baño -una arraigada tradición siberiana- o de tratamientos de belleza y relajación al estilo “occidental”, con los más modernos medios. Hay programas muy variados, que combinan aeroterapia, hidroterapia y estética. La reflexologia, los masajes terapéuticos, la sauna y las rutas de senderismo por los bosques aledaños son también parte de las actividades programadas por estos centros, algunos de los cuales se encuentran ubicados a las orillas del “Mar de Bratsk”.
A algo más de 600 kilómetros de Bratsk está Irkutsk, una de las mayores de Siberia. Su arquitectura singular le otorga gran atractivo, pasear por sus calles es como un recorrido en el tiempo. Un buen plan es caminar por el Bulevar Gagarin o llegar hasta la Plaza Kirov. O comprar en el mercado central y en las calles Marx o Lenin… Además cuenta con museos muy interesantes, como La Casa de los Decembristas, e iglesias como la Catedral de la Epifanía. Tampoco hay que dejar de ver el Teatro de Irkutsk, un bellísimo edificio centenario que fue renovado por completo en 1997-99.
Este magnífico río es navegable entre las poblaciones de Irkutsk y Bratsk. Tiene una longitud de 1.800 km y una anchura de casi un kilómetro. Es el único río de la zona cuya agua procede del cercano y formidable Lago Baikal. En el centro del nacimiento, que no se hiela ni con el frío más intenso, hay una roca de 1,5 m que se eleva sobre el agua y que ha dado pie a una de las más famosas leyendas populares. Recorrer el río en barco, rodeados de vegetación y bosques es un auténtico placer para los sentidos. La pesca, que cuenta con variedades autóctonas como el Taimén, del tamaño de un atún, es otro.
¿Cómo llegar?
Bratsk está conectado por vía aerea con las ciudades más importantes de la región y con Moscú. Está a unos 7 kilómetros de la ciudad. Dirección: Bratsk, Irkutsk District, 665711, Russia. Teléfono de información de vuelos: +7 3953 322 309. Sitio web: www.aerobratsk.narod.ru
En tren: Desde Moscú hay varias salidas al día a Irkutsk, la capital de la provincia. El trayecto oscila entre 14-16 horas y cuesta alrededor de 156 €. También se puede llegar hasta Irkutsk en el mítico tren Transiberiano. Desde Irkutsk hasta Bratsk se podrá ir por carretera o en avión. Más información sobre horarios y conexiones: https://www.russiantrains.com.
En coche: Desde Irkutsk hay unos 616.15 km por carretera, unas 7-8 horas aproximadamente.
En barco: La ciudad de Bratsk está conectada por el río Angará con Irkutsk. Hay salidas en barcos regulares o se puede ir en lancha rápida contratando el servicio en una agencia de viajes.