Presentación
La ciudad suiza de Châtel-Saint-Denis pertenece al cantón de Friburgo, en el distrito de Veveyse. No tiene más de 6.150 habitantes (exactamente 6.131 personas censadas en 2012) y, sin embargo, es un célebre destino turístico entre los muchos con los que cuenta Suiza. Las preciosas montañas que lo rodean, situadas al borde de los Alpes de Friburgo, son las responsables, en parte, de que tantos turistas deseen acercarse a conocer Châtel-Saint-Denis, porque en su entorno los paisajes resultan impresionantes. En invierno es el lugar perfecto para esquiar y practicar deportes de nieve. En verano la zona ofrece un sinfín de posibilidades: senderismo, excursiones, rutas temáticas, cicloturismo, alpinismo, etc.
La localidad de Châtel-Saint-Denis pertenece (de mayor a menor) al cantón Fribourg, al distrito La Veveyse y al partido Châtel-Saint-Denis.
La localidad de Châtel-Saint-Denis cubre 47,9 km². La altitud mínima es de 701 m, la altitud máxima es de 2.007 m, la altitud media es de 1.208 m.
El gentilicio para los habitantes de Châtel-Saint-Denis es Châtelois y el idioma oficial de Châtel-Saint-Denis es Idioma francés. El nombre francés de la localidad es Châtel-Saint-Denis, el nombre inglés de la localidad es Châtel-Saint-Denis, el nombre español es Châtel-Saint-Denis.
La página web de Châtel-Saint-Denis es http://www.chatel-st-denis.ch
Visitas destacadas
Disfrutar de la maravillosa naturaleza de esta zona de Suiza es, seguramente, una de las mejores formas de pasar el tiempo en Châtel-Saint-Denis, pero no es la única. Hay otras muchas actividades interesantes y enriquecedoras que hacer como, por ejemplo, hacer una ruta por las iglesias de la ciudad. Châtel-Saint-Denis cuenta con un gran patrimonio religioso, y también artístico, al que merece la pena dedicar algún tiempo. Las autoridades municipales crearon un sendero que va de capilla en capilla y que explica las bondades de cada templo. Un recorrido muy didáctico que ocupará al turista durante unas dos horas y que comienza en la iglesia de Châtel-Saint-Denis. Se trata de un edificio del siglo XIX proyectado por Adolphe Fraisse en estilo gótico, con gran profusión de esculturas en el interior. Fue remodelada a mediados del siglo XX por el arquitecto Casimir Chillier. El segundo templo que se visita en la ruta es la Capilla del Instituto San Francisco de Sales. Era la antigua iglesia de Châtel-Saint-Denis, del siglo XIII. Tuvo que ser remodelada en el siglo XVII por culpa de un incendio que la dejó bastante deteriorada. El antiguo cementerio contiguo a la iglesia ha sido convertido en un jardín. También se puede visitar la Capilla Saint Roch, del siglo XVII, considerada Monumento Histórico; la Capilla de Nuestra Señora de la Scé y la Capilla de Fruence. Más información en la Oficina de Turismo de Châtel-Saint-Denis: tel. +41 (0) 21 948 84 56.
Les Paccots es un entorno maravilloso que pertenece a Châtel-Saint-Denis, y que se sitúa al este de la ciudad, a nada menos que 1.061 metros de altitud. Rodeado por altas montañas, en Les Paccots se ocultan tesoros naturales de gran belleza, como el llamado Lago de los Juncos, un profundo lago de montaña del que se cree que tiene más de 5.000 años de antigüedad. Es un lugar catalogado y cuidado por las autoridades, por ser un hábitat natural de reproducción de batracios. De hecho, son varias las especies vegetales protegidas y los animales poco comunes que residen en el Lago de los Juncos. Algunos ejemplos son el lirio de agua, la hoja rosolis o el cinquefoil. Entre las especies animales están especialmente protegidos el sapo común y una libélula en peligro de extinción. Para conocer este maravilloso paraje, nada mejor que realizar una excursión a pie de una media hora de duración, partiendo de Auberge du Lac des Joncs hasta llegar al lago. Otros parajes naturales que pueden y deben ser descubiertos en las inmediaciones de Châtel-Saint-Denis son el estanque Rathvel, un lugar protegido por su valor natural como hábitat para muchas especies autóctonas, y el macizo Niremont, de 1.500 metros de altitud. Este último presenta una rara mezcla de hábitats de gran belleza, desde verdes pastos a bosques recónditos.
Además de una completa red de senderos que tiene alrededor de 150 kilómetros y por la que es posible caminar contemplando bellos paisajes, la zona de Châtel-Saint-Denis cuenta con otro tipo de rutas temáticas, también muy especiales y didácticas. Se trata de otro tipo de excursiones, muchas pensadas para hacer en familia y prestando especial atención a los más pequeños. Como la ruta didáctica sobre el agua, que está señalizada con nueve paneles que explican un sinfín de cosas relacionadas con el tema. La ruta discurre en torno a la montaña Corbetta, donde se puede hacer un picnic para renovar fuerzas. Esta ruta ha sido galardonada con el Premio Estímulo Nivea 2014. Pero no es la única excursión temática que puede hacerse en la zona. Otra, muy interesante además, es la Ruta sobre la fabricación del queso Alp, tan típico de esta región. Se trata de una excursión de unos 5 km. (para lo que se invierte un total de unas 2 horas y media) donde se aprende cómo se elabora este queso y se visita la quesería Le Vuipay, con degustación incluida. Por último merece la pena destacar la ruta de los Tres Árboles, unos ejemplares que están registrado en el índice de árboles espectaculares de Friburgo. El sendero conecta distintos lugares, atravesando ríos y pequeñas aldeas, inmerso en un paisaje inolvidable.
El verano no es la única estación del año ideal para visitar Châtel-Saint-Denis. También lo es el invierno, cuando la nieve lo cubre todo con su manto blanco y se inaugura una nueva temporada de esquí en la estación de Les Paccots. Se trata de una estación pequeña, en la que existen 20 kilómetros de pistas y 11 remontes, 3 de ellos para niños, por lo que es un buen lugar para aprender a esquiar y después hacerlo en familia. La estación de Les Paccots se sitúa entre el lago Ginebra y Gruyère, antes de los Alpes de Friburgo, y es una zona estupenda para practicar el esquí y hacer rutas con raquetas de nieve. Los amantes de esta actividad disfrutarán de lo lindo en Les Paccots, ya que disponen de cinco rutas señalizadas con diferentes niveles de dificultad (incluyendo una para niños), que suman en total unos 25 kilómetros. En cuanto a los esquiadores, en la estación de Les Paccots hay escuelas de esquí para todos aquellos que no saben pero desean aprender las técnicas de este deporte de invierno. Se ofrecen clases de grupo o también individuales. La estación cuenta con más de 20 km. de cuestas para disfrute de los esquiadores, así como con una gran pista de hielo cubierta para patinadores, y con una gran oferta de hoteles y restaurantes para después del esquí.
En Châtel-Saint-Denis la diversión no es sólo para los mayores. Los niños tienen un sinfín de planes divertidos a los que dedicarse mientras están en la ciudad, además del esquí en invierno, y los deportes al aire libre en verano. Châte-Saint-Denis cuenta con una amplia zona recreativa con un gran espacio de juego para los más pequeños. Allí pueden encontrar una ruta temática, grandes animales, paneles educativos para aprender jugando, etc. Se trata de un área de juego creada especialmente para que los niños se diviertan desarrollando al máximo su imaginación. La zona incluye un espectacular estanque, además de un parque natural en el que habitan ciervos. En el parque se han instalado una decena de grandes estructuras de madera. También hay una ruta interactiva sobre animales y plantas. Cuando se inicia este camino, sólo es posible continuar si se responde correctamente a algunas preguntas sucesivas con que se van encontrando los niños. En cada parada hay una estructura de madera gigante con forma de animal. El campo de juego cuenta, además, con zona de picnic y un gran arenero para los más pequeños.
Después de haber recorrido Châtel-Saint-Denis y Les Paccots, de haber esquiado por sus pistas y de haber disfrutado con sus paisajes, el turista puede plantearse realizar algunas excursiones interesantes por la zona. Una opción es, por ejemplo, visitar Lausanne, una ciudad suiza que se localiza 31 km. de Châtel-Saint-Denis, a orillas del lago Lemans. Se la conoce con el sobrenombre de Capital Olímpica ya que allí tiene se sede el Comité Olímpico Internacional. Cuenta con un pintoresco casco antiguo y con numerosos lugares de interés a nivel cultural, como museos y grandes teatros. La calle más famosa de Lausanne es la Rue de Bourg, repleta de edificios antiguos y preciosas tiendas.
La reserva natural de Entlebuch se localiza junto a los Alpes suizos, y comprende el gran valle del río Kleine Emme, entre Berna y Lucerna. Una zona maravillosa que fue catalogada como Reserva de la Biosfera por la Unesco en el año 2001. Aquí se puede disfrutar de unos paisajes verdaderamente espectaculares. Una zona de unos 400 kilómetros cuadrados en los que se combinan una gran variedad de escenarios naturales, desde zonas pantanosas, mesetas calcáreas y desbocados torrentes de agua, además de escarpadas montañas y mullidos pastos alpinos. En Entlebuch además de la contemplación del paisaje pueden realizarse numerosas actividades de ocio, como hacer senderismo o disfrutar en un balneario.
Es la capital de Suiza y una de las ciudades más importantes del país, como no podía ser de otra manera. Está a 75 km. de Châtel-Saint-Denis y merece la pena acercarse a conocerla. En 1983 la Unesco declaró el caso histórico de Berna Patrimonio de la Humanidad, por su bella arquitectura medieval, que tan bien se ha conservado a pesar del tiempo. Además de pasear por sus callejuelas admirando la ciudad, también merece la pena visitar la Catedral, la Torre del Reloj, el Ayuntamiento y el Palacio Federal. Una curiosidad: según el ranking de Mercer Quality of Living Survey del año 2011, Berna es la novena ciudad del mundo con mayor calidad de vida. En el año 2033, la ciudad alcanzó la sexta posición en este mismo ranking.
Este paradisíaco valle de 16 kilómetros de longitud situado junto al valle de Simmental, es una zona perfecta para pasar unas increíbles vacaciones tanto en invierno como en verano. Durante el invierno la zona ofrece un sinfín de posibilidades para los amantes del esquí alpino, así como recorridos nocturnos en trineo, excursiones con raquetas de nieve y juegos para niños. En verano la zona no es menos atractiva. Se pueden realizar innumerables excursiones por los más de 200 kilómetros de senderos que surcan la zona, así como visitar las pequeñas aldeas de montaña de la zona.
¿Cómo llegar?
- Por carretera: Châtel-Saint-Denis se enclava en una zona de montaña bien comunicada, en la autopista A12 que une Vevey y Bulle. También pasa cerca la carretera N2 entre Vevey y Berna. Aunque se trata de vías de montaña, las carreteras suizas están en un magnífico estado de conservación, por lo que llegar a la ciudad en coche puede ser una opción a tener en cuenta.
- En avión: el aeropuerto más cercano a Châtel-Saint-Denis es el de Ginebra, a 92 kilómetros. Después es posible viajar en autobús hasta la ciudad o alquilar un coche en el mismo aeropuerto, lo que es una buena idea. Otra alternativa es volar al Aeropuerto de Zurich, a 200 km. - En autobús: existe un servicio de autobús entre Châtel-Saint-Denis y Vevey, así como hasta Les Paccots.
- En tren: Châtel-Saint-Denis dispone de estación ferroviaria en la línea que une Palezieux con Bulle. Para viajar en tren hasta la ciudad se puede llegar primero a Lausanne, ciudad que está conectada por este medio de locomoción con el resto de Europa y, por supuesto, con la mayoría de ciudades destacadas de Suiza.
- Transporte público: moverse por la ciudad a pie no supone ningún problema, aunque conviene contar con un medio de transporte si se desea explorar la zona y los alrededores. Un coche de alquiler sería la alternativa perfecta.
Presentación
La ciudad suiza de Châtel-Saint-Denis pertenece al cantón de Friburgo, en el distrito de Veveyse. No tiene más de 6.150 habitantes (exactamente 6.131 personas censadas en 2012) y, sin embargo, es un célebre destino turístico entre los muchos con los que cuenta Suiza. Las preciosas montañas que lo rodean, situadas al borde de los Alpes de Friburgo, son las responsables, en parte, de que tantos turistas deseen acercarse a conocer Châtel-Saint-Denis, porque en su entorno los paisajes resultan impresionantes. En invierno es el lugar perfecto para esquiar y practicar deportes de nieve. En verano la zona ofrece un sinfín de posibilidades: senderismo, excursiones, rutas temáticas, cicloturismo, alpinismo, etc.
La localidad de Châtel-Saint-Denis pertenece (de mayor a menor) al cantón Fribourg, al distrito La Veveyse y al partido Châtel-Saint-Denis.
La localidad de Châtel-Saint-Denis cubre 47,9 km². La altitud mínima es de 701 m, la altitud máxima es de 2.007 m, la altitud media es de 1.208 m.
El gentilicio para los habitantes de Châtel-Saint-Denis es Châtelois y el idioma oficial de Châtel-Saint-Denis es Idioma francés. El nombre francés de la localidad es Châtel-Saint-Denis, el nombre inglés de la localidad es Châtel-Saint-Denis, el nombre español es Châtel-Saint-Denis.
La página web de Châtel-Saint-Denis es http://www.chatel-st-denis.ch
Visitas destacadas
Disfrutar de la maravillosa naturaleza de esta zona de Suiza es, seguramente, una de las mejores formas de pasar el tiempo en Châtel-Saint-Denis, pero no es la única. Hay otras muchas actividades interesantes y enriquecedoras que hacer como, por ejemplo, hacer una ruta por las iglesias de la ciudad. Châtel-Saint-Denis cuenta con un gran patrimonio religioso, y también artístico, al que merece la pena dedicar algún tiempo. Las autoridades municipales crearon un sendero que va de capilla en capilla y que explica las bondades de cada templo. Un recorrido muy didáctico que ocupará al turista durante unas dos horas y que comienza en la iglesia de Châtel-Saint-Denis. Se trata de un edificio del siglo XIX proyectado por Adolphe Fraisse en estilo gótico, con gran profusión de esculturas en el interior. Fue remodelada a mediados del siglo XX por el arquitecto Casimir Chillier. El segundo templo que se visita en la ruta es la Capilla del Instituto San Francisco de Sales. Era la antigua iglesia de Châtel-Saint-Denis, del siglo XIII. Tuvo que ser remodelada en el siglo XVII por culpa de un incendio que la dejó bastante deteriorada. El antiguo cementerio contiguo a la iglesia ha sido convertido en un jardín. También se puede visitar la Capilla Saint Roch, del siglo XVII, considerada Monumento Histórico; la Capilla de Nuestra Señora de la Scé y la Capilla de Fruence. Más información en la Oficina de Turismo de Châtel-Saint-Denis: tel. +41 (0) 21 948 84 56.
Les Paccots es un entorno maravilloso que pertenece a Châtel-Saint-Denis, y que se sitúa al este de la ciudad, a nada menos que 1.061 metros de altitud. Rodeado por altas montañas, en Les Paccots se ocultan tesoros naturales de gran belleza, como el llamado Lago de los Juncos, un profundo lago de montaña del que se cree que tiene más de 5.000 años de antigüedad. Es un lugar catalogado y cuidado por las autoridades, por ser un hábitat natural de reproducción de batracios. De hecho, son varias las especies vegetales protegidas y los animales poco comunes que residen en el Lago de los Juncos. Algunos ejemplos son el lirio de agua, la hoja rosolis o el cinquefoil. Entre las especies animales están especialmente protegidos el sapo común y una libélula en peligro de extinción. Para conocer este maravilloso paraje, nada mejor que realizar una excursión a pie de una media hora de duración, partiendo de Auberge du Lac des Joncs hasta llegar al lago. Otros parajes naturales que pueden y deben ser descubiertos en las inmediaciones de Châtel-Saint-Denis son el estanque Rathvel, un lugar protegido por su valor natural como hábitat para muchas especies autóctonas, y el macizo Niremont, de 1.500 metros de altitud. Este último presenta una rara mezcla de hábitats de gran belleza, desde verdes pastos a bosques recónditos.
Además de una completa red de senderos que tiene alrededor de 150 kilómetros y por la que es posible caminar contemplando bellos paisajes, la zona de Châtel-Saint-Denis cuenta con otro tipo de rutas temáticas, también muy especiales y didácticas. Se trata de otro tipo de excursiones, muchas pensadas para hacer en familia y prestando especial atención a los más pequeños. Como la ruta didáctica sobre el agua, que está señalizada con nueve paneles que explican un sinfín de cosas relacionadas con el tema. La ruta discurre en torno a la montaña Corbetta, donde se puede hacer un picnic para renovar fuerzas. Esta ruta ha sido galardonada con el Premio Estímulo Nivea 2014. Pero no es la única excursión temática que puede hacerse en la zona. Otra, muy interesante además, es la Ruta sobre la fabricación del queso Alp, tan típico de esta región. Se trata de una excursión de unos 5 km. (para lo que se invierte un total de unas 2 horas y media) donde se aprende cómo se elabora este queso y se visita la quesería Le Vuipay, con degustación incluida. Por último merece la pena destacar la ruta de los Tres Árboles, unos ejemplares que están registrado en el índice de árboles espectaculares de Friburgo. El sendero conecta distintos lugares, atravesando ríos y pequeñas aldeas, inmerso en un paisaje inolvidable.
El verano no es la única estación del año ideal para visitar Châtel-Saint-Denis. También lo es el invierno, cuando la nieve lo cubre todo con su manto blanco y se inaugura una nueva temporada de esquí en la estación de Les Paccots. Se trata de una estación pequeña, en la que existen 20 kilómetros de pistas y 11 remontes, 3 de ellos para niños, por lo que es un buen lugar para aprender a esquiar y después hacerlo en familia. La estación de Les Paccots se sitúa entre el lago Ginebra y Gruyère, antes de los Alpes de Friburgo, y es una zona estupenda para practicar el esquí y hacer rutas con raquetas de nieve. Los amantes de esta actividad disfrutarán de lo lindo en Les Paccots, ya que disponen de cinco rutas señalizadas con diferentes niveles de dificultad (incluyendo una para niños), que suman en total unos 25 kilómetros. En cuanto a los esquiadores, en la estación de Les Paccots hay escuelas de esquí para todos aquellos que no saben pero desean aprender las técnicas de este deporte de invierno. Se ofrecen clases de grupo o también individuales. La estación cuenta con más de 20 km. de cuestas para disfrute de los esquiadores, así como con una gran pista de hielo cubierta para patinadores, y con una gran oferta de hoteles y restaurantes para después del esquí.
En Châtel-Saint-Denis la diversión no es sólo para los mayores. Los niños tienen un sinfín de planes divertidos a los que dedicarse mientras están en la ciudad, además del esquí en invierno, y los deportes al aire libre en verano. Châte-Saint-Denis cuenta con una amplia zona recreativa con un gran espacio de juego para los más pequeños. Allí pueden encontrar una ruta temática, grandes animales, paneles educativos para aprender jugando, etc. Se trata de un área de juego creada especialmente para que los niños se diviertan desarrollando al máximo su imaginación. La zona incluye un espectacular estanque, además de un parque natural en el que habitan ciervos. En el parque se han instalado una decena de grandes estructuras de madera. También hay una ruta interactiva sobre animales y plantas. Cuando se inicia este camino, sólo es posible continuar si se responde correctamente a algunas preguntas sucesivas con que se van encontrando los niños. En cada parada hay una estructura de madera gigante con forma de animal. El campo de juego cuenta, además, con zona de picnic y un gran arenero para los más pequeños.
Después de haber recorrido Châtel-Saint-Denis y Les Paccots, de haber esquiado por sus pistas y de haber disfrutado con sus paisajes, el turista puede plantearse realizar algunas excursiones interesantes por la zona. Una opción es, por ejemplo, visitar Lausanne, una ciudad suiza que se localiza 31 km. de Châtel-Saint-Denis, a orillas del lago Lemans. Se la conoce con el sobrenombre de Capital Olímpica ya que allí tiene se sede el Comité Olímpico Internacional. Cuenta con un pintoresco casco antiguo y con numerosos lugares de interés a nivel cultural, como museos y grandes teatros. La calle más famosa de Lausanne es la Rue de Bourg, repleta de edificios antiguos y preciosas tiendas.
La reserva natural de Entlebuch se localiza junto a los Alpes suizos, y comprende el gran valle del río Kleine Emme, entre Berna y Lucerna. Una zona maravillosa que fue catalogada como Reserva de la Biosfera por la Unesco en el año 2001. Aquí se puede disfrutar de unos paisajes verdaderamente espectaculares. Una zona de unos 400 kilómetros cuadrados en los que se combinan una gran variedad de escenarios naturales, desde zonas pantanosas, mesetas calcáreas y desbocados torrentes de agua, además de escarpadas montañas y mullidos pastos alpinos. En Entlebuch además de la contemplación del paisaje pueden realizarse numerosas actividades de ocio, como hacer senderismo o disfrutar en un balneario.
Es la capital de Suiza y una de las ciudades más importantes del país, como no podía ser de otra manera. Está a 75 km. de Châtel-Saint-Denis y merece la pena acercarse a conocerla. En 1983 la Unesco declaró el caso histórico de Berna Patrimonio de la Humanidad, por su bella arquitectura medieval, que tan bien se ha conservado a pesar del tiempo. Además de pasear por sus callejuelas admirando la ciudad, también merece la pena visitar la Catedral, la Torre del Reloj, el Ayuntamiento y el Palacio Federal. Una curiosidad: según el ranking de Mercer Quality of Living Survey del año 2011, Berna es la novena ciudad del mundo con mayor calidad de vida. En el año 2033, la ciudad alcanzó la sexta posición en este mismo ranking.
Este paradisíaco valle de 16 kilómetros de longitud situado junto al valle de Simmental, es una zona perfecta para pasar unas increíbles vacaciones tanto en invierno como en verano. Durante el invierno la zona ofrece un sinfín de posibilidades para los amantes del esquí alpino, así como recorridos nocturnos en trineo, excursiones con raquetas de nieve y juegos para niños. En verano la zona no es menos atractiva. Se pueden realizar innumerables excursiones por los más de 200 kilómetros de senderos que surcan la zona, así como visitar las pequeñas aldeas de montaña de la zona.
¿Cómo llegar?
- Por carretera: Châtel-Saint-Denis se enclava en una zona de montaña bien comunicada, en la autopista A12 que une Vevey y Bulle. También pasa cerca la carretera N2 entre Vevey y Berna. Aunque se trata de vías de montaña, las carreteras suizas están en un magnífico estado de conservación, por lo que llegar a la ciudad en coche puede ser una opción a tener en cuenta.
- En avión: el aeropuerto más cercano a Châtel-Saint-Denis es el de Ginebra, a 92 kilómetros. Después es posible viajar en autobús hasta la ciudad o alquilar un coche en el mismo aeropuerto, lo que es una buena idea. Otra alternativa es volar al Aeropuerto de Zurich, a 200 km. - En autobús: existe un servicio de autobús entre Châtel-Saint-Denis y Vevey, así como hasta Les Paccots.
- En tren: Châtel-Saint-Denis dispone de estación ferroviaria en la línea que une Palezieux con Bulle. Para viajar en tren hasta la ciudad se puede llegar primero a Lausanne, ciudad que está conectada por este medio de locomoción con el resto de Europa y, por supuesto, con la mayoría de ciudades destacadas de Suiza.
- Transporte público: moverse por la ciudad a pie no supone ningún problema, aunque conviene contar con un medio de transporte si se desea explorar la zona y los alrededores. Un coche de alquiler sería la alternativa perfecta.