Presentación
Se halla tan cercano a la capital de Túnez (a tan solo 5 km) que Ben Arous bien podría ser un barrio de la misma, pero se trata de una importante ciudad industrial de 74.932 habitantes (según el censo de 2004) y una de las veinticuatro gobernaciones de Túnez, formando parte de una gran área urbana. La localidad tiene cuatro zonas: Ben Arous Este, Oeste, La Medina Nueva y Sidi Mosbah. Desde el punto de vista turístico, mira a la costa mediterránea desde el interior pero está “escoltada por dos grandes lagos” y su paisaje sigue siendo eminentemente agrícola, con una importante producción de uvas, vinos, verduras y frutas entre otros alimentos. Ademas es un centro cultural de importancia, realizándose aquí eventos que abarcan todo el año, como el famoso Festival Magrebí de teatro amateur, que también tiene una modalidad a nivel internacional, o el Abbés El Ubiani, sobre patrimonio cultural. La proximidad a Túnez hace de esta ciudad un lugar de visita obligada si se viaja al país africano.
La localidad de Ben Arous pertenece (de mayor a menor) a la gobernación Ben Arous y a la delegación Ben Arous.
La localidad de Ben Arous tiene 74.932 habitantes (censo 2004).
El actual alcade de Ben Arous es Seifallah Chérif.
El nombre francés de la localidad es Ben Arous.
La página web de Ben Arous es http://www.commune-benarous.gov.tn
Visitas destacadas
Este santo musulmán murió en Ben Arous en el año 1944. Según las creencias religiosas, era una figura milagrosa que podía devolver la fertilidad a las mujeres que no podían tener hijos. Por eso Ben Arous es en cierto modo un centro de peregrinación para pedirle al santo que obre el milagro. Además, con el nombre Sidi Fathallah se denomina a un barrio que pertenece a la delegación de Jebel Jelloud, unida administrativamente a la Gobernación de la Ben Arous. La llanura de Sidi Fathallah lleva el nombre del santo y su buena reputación para resolver casos imposibles. Esta llanura se extiende entre Jebel Kharrouba y Mégrine Hill y Radès. Su zaouia (edificio religioso musulmán que designa un lugar de meditación con salas para el estudio y posada para mendigos y peregrinos) fue el origen de la aldea, junto a la que pasa la carretera que une Túnez y Sousse. También es conocida por ser el escenario de la Batalla de Ad Decimum, que puso fin a la dominación de los vándalos con la victoria del general bizantino Belisario, el 13 de septiembre del año 533.
Después de la Primera Guerra Mundial y la época en que Túnez era protectorado francés, Ben Arous “se dividió” en dos zonas. La parte norte recibió el nombre de Fochville y se denominó Ben Arous a la zona noreste de la línea del ferrocarril. Está línea de trenes es muy importante y su construcción atrajo a la ciudad a numerosos trabajadores que se instalaron definitivamente en ella, por eso Fochville está poblada principalmente por empleados de la empresa de ferrocarriles de Túnez, cuya sede principal se encuentra en Sidi Fathallah, mientras que la segunda parte de la ciudad la habitan pequeños comerciantes, empleados e inmigrantes que trabajan en la ciudad de Túnez, algunos de los cuales adquirieron la nacionalidad francesa. Actualmente esta llanura tiene un carácter netamente industrial y aquí hay instaladas muchas empresas de manipulación de alimentos y numerosos talleres ferroviarios y de automóviles, lo que ha favorecido la construcción de urbanizaciones y el crecimiento de la ciudad, que cuenta con una buena red de transportes y servicios.
En la antigua medina se pueden ver edificios cuidadosamente encalados y resaltados por elementos ornamentales -azulejos con motivos geométricos y florales, cerramientos de forja- en toda la gama del azul: pastel, verdoso, índigo, marino, añil… devolviendo una imagen pulcra y luminosa de Ben Arous, con suelos empedrados de cantos rodados y arquitectura moderna que reproduce el modelo tradicional en sus casas, en sus edificios públicos y sus mezquitas. Es también una ciudad con la hospitalidad legendaria de los habitantes tunecinos. En la antigua medina hay locales en los que tomar un té verde con todo el ceremonial que conlleva. Y en la medina nueva encontraremos amplias avenidas, edificios de varios pisos, restaurantes y cafeterías que ofrecen las delicias de su repostería: el baklawa, pastel a base de varias láminas de pasta filo con mantequilla y nueces trituradas bañadas en miel o almíbar; el makroud, pastel de sémola de cuscús y miel, relleno de dátiles, El masfuf, plato típico tomado durante el Ramadán debido a su consistencia… Todo un placer para el paladar.
El departamento provincial o “Gobernación” de Ben Arous cuenta con un buen número de ellas, tanto modernas como antiguas. La gran mezquita es una construcción contemporánea con un bello minarete antiguo, sobrio y sencillo. La mezquita Nakaa, está precedida por una escalera que la sitúa en alto, como una atalaya. Su pórtico con doble arco y pintado de amarillo da paso al interior; el exterior está coronado con una doble cúpula. Se encuentra en El Morouj 5.
La mezquita de El Kadim, cuya torre recuerda un faro, tiene una pared exterior jalonada de puertas árabes en dos tonos de azul.
La de Omar Ibn El Khattab está en Mhambia y presenta una forma de cubo con dos alturas, la segunda se sustenta sobre una base porticada de columnas. Anexo a este edificio, el alto minarete despunta con su sencilla y sobria torre. También cabe una mención para la mezquita Errahma-Fouchan, cuyo minarete decorado con profusión en colores azules y blancos destaca junto a un bello edificio de una sola planta, pórtico ornamentado de azulejos y rematado con una bonita cúpula estriada…
Ben Arous es una ciudad interior pero rodeada de agua. A poco más de 2 kilómetros al oeste se encuentra el lago Sabkhet sijoumi. A 5,3 kilómetros de Ben Arous hacia el norte está la ciudad de Radès, emplazada en la misma bahía del golfo de Túnez.
El puerto La Goullete, a dos pasos de esta localidad, es uno de los más importantes del país y el puerto “oficial” de la capital, conectando las ciudades de la bahía y los principales destinos del Mediterráneo. Es escala obligada de cualquier barco de crucero, escala que si se prolonga el tiempo necesario permitirá recorrer este pueblo de pescadores y de veraneantes locales, que cuenta con una fortaleza construida por Carlos V y una buena playa. El estrecho de La Goullete es también la puerta de salida al mar del lago de Túnez. Ubicado entre la capital del país y el golfo de Túnez, cubre un total de 37 kilómetros cuadrados, y en contraste con su tamaño, su profundidad es muy baja. Una vez fue el puerto natural de Túnez.
Situada en una colina sobre el golfo de Túnez, está la preciosa y turística villa de Sidi Bou Saïd. Es un lugar pintoresco y deslumbrante, de callecitas estrechas con escalinatas empedradas. Sus casas están ornamentadas con azulejos y ventanas decoradas al estilo local y con flores de colores que ponen una nota de la alegría mediterránea. Lo mejor es recorrerla a pie, disfrutando de su plaza principal, sus antiguos cafés (como el Café des Nates), sus tiendas de recuerdos y su portentoso faro, que data del siglo IX y se eleva escoltando la villa.
No se puede dejar de visitar una ciudad que tiene tanto que ofrecer y está tan cerca de Ben Arous. Túnez rezuma vida, especialmente su medina llena de olores, bullicio, tiendas y mercados. Es el corazón y centro neurálgico de una localidad que aúna tradición con modernidad, y que en su parte nueva ofrece un trazado urbanístico y arquitectónico de deliciosos edificios coloniales. También Túnez es el paraíso de las compras: objetos y productos de marroquinería, artesanía, textiles o cerámica a precios magníficos... y con el aliciente del “regateo”. No hay que perdérselo.
La ciudad de Cartago se encontraba en el noreste del Magreb, en el actual Túnez, cerca de la capital. Hoy quedan todavía las antiguas ruinas que ponen de manifiesto lo que fue este brillante centro cartaginés y una de las ciudades más florecientes del Imperio Romano. Todavía quedan en pie las Termas de Antonino Pio, con el mar Mediterráneo como fondo, restos de algunas importantes villas romanas, el famoso acueducto, calzadas, cisterna, necrópolis…
A unos 15 kilómetros hacia el sur de Ben Arous está el Parque Nacional de Boukornine, en las inmediaciones de la localidad de Hammam Lif. Hace 150 millones de años la región se encontraba bajo el mar, por eso se han encontrado numerosos fósiles marinos. Los cartagineses y romanos también dejaron rastros de su presencia y todavía se pueden ver en este lugar las ruinas del templo de Baal. Pero lo más importante es la rica biodiversidad del parque, hogar de muchas especies de animales y de plantas, algunas muy raras en Túnez, como la violeta persa, las orquídeas y los tulipanes salvajes.
¿Cómo llegar?
En avión: El aeropuerto internacional de Túnez-Cartago se encuentra muy próximo a esta última ciudad, ubicada al oeste. Opera vuelos con las principales ciudades del país y con otras de rango internacional.
En tren: La Société Nationale des Chemins de Fer Túneziens (SNCFT) brinda el servicio de trenes en Túnez –moderno y eficiente-, que vincula la capital con las mayores poblaciones del país. La ruta principal conduce a Gabès (muy cerca de Ben Arous) y pasa por Sousse, Sfax y Gafsa con ocho servicios diarios. También existe una línea ferroviaria de cercanías (TGM) que conecta la capital con los barrios periféricos del Norte del país.
En autobús: Los autobuses de la Societé National du Transport Interurbain son los únicos con aire acondicionado. Llegan a localidades como Sousse, Monastir, Sfax, El-Jem o Gabes. La estación principal se encuentra en la Avenida Cartago, 74. Horarios y precios en el teléfono: 71 905 433.
En coche: Se puede alquilar un coche en alguna de las oficinas que tienen las principales compañías en Túnez (sólo alquilan a mayores de 21 años). Otra opción es alquilar un vehículo 4 x 4, con o sin conductor, para hacer distintas excursiones. Desde el aeropuerto internacional de Túnez se puede llegar conectando las distintas autovías y carreteras en poco más de 15 minutos por la R21-N8-A1-C35
En taxi: Otra posibilidad interesante son los taxis compartidos o "louages". Suelen ser grandes turismos o furgonetas que tienen una ruta y una tarifa preestablecida. Funcionan bien. Tienen sus "estaciones" de salida en puntos céntricos y turísticos, el único inconveniente es que no parten hasta que están completos de pasajeros.
Presentación
Se halla tan cercano a la capital de Túnez (a tan solo 5 km) que Ben Arous bien podría ser un barrio de la misma, pero se trata de una importante ciudad industrial de 74.932 habitantes (según el censo de 2004) y una de las veinticuatro gobernaciones de Túnez, formando parte de una gran área urbana. La localidad tiene cuatro zonas: Ben Arous Este, Oeste, La Medina Nueva y Sidi Mosbah. Desde el punto de vista turístico, mira a la costa mediterránea desde el interior pero está “escoltada por dos grandes lagos” y su paisaje sigue siendo eminentemente agrícola, con una importante producción de uvas, vinos, verduras y frutas entre otros alimentos. Ademas es un centro cultural de importancia, realizándose aquí eventos que abarcan todo el año, como el famoso Festival Magrebí de teatro amateur, que también tiene una modalidad a nivel internacional, o el Abbés El Ubiani, sobre patrimonio cultural. La proximidad a Túnez hace de esta ciudad un lugar de visita obligada si se viaja al país africano.
La localidad de Ben Arous pertenece (de mayor a menor) a la gobernación Ben Arous y a la delegación Ben Arous.
La localidad de Ben Arous tiene 74.932 habitantes (censo 2004).
El actual alcade de Ben Arous es Seifallah Chérif.
El nombre francés de la localidad es Ben Arous.
La página web de Ben Arous es http://www.commune-benarous.gov.tn
Visitas destacadas
Este santo musulmán murió en Ben Arous en el año 1944. Según las creencias religiosas, era una figura milagrosa que podía devolver la fertilidad a las mujeres que no podían tener hijos. Por eso Ben Arous es en cierto modo un centro de peregrinación para pedirle al santo que obre el milagro. Además, con el nombre Sidi Fathallah se denomina a un barrio que pertenece a la delegación de Jebel Jelloud, unida administrativamente a la Gobernación de la Ben Arous. La llanura de Sidi Fathallah lleva el nombre del santo y su buena reputación para resolver casos imposibles. Esta llanura se extiende entre Jebel Kharrouba y Mégrine Hill y Radès. Su zaouia (edificio religioso musulmán que designa un lugar de meditación con salas para el estudio y posada para mendigos y peregrinos) fue el origen de la aldea, junto a la que pasa la carretera que une Túnez y Sousse. También es conocida por ser el escenario de la Batalla de Ad Decimum, que puso fin a la dominación de los vándalos con la victoria del general bizantino Belisario, el 13 de septiembre del año 533.
Después de la Primera Guerra Mundial y la época en que Túnez era protectorado francés, Ben Arous “se dividió” en dos zonas. La parte norte recibió el nombre de Fochville y se denominó Ben Arous a la zona noreste de la línea del ferrocarril. Está línea de trenes es muy importante y su construcción atrajo a la ciudad a numerosos trabajadores que se instalaron definitivamente en ella, por eso Fochville está poblada principalmente por empleados de la empresa de ferrocarriles de Túnez, cuya sede principal se encuentra en Sidi Fathallah, mientras que la segunda parte de la ciudad la habitan pequeños comerciantes, empleados e inmigrantes que trabajan en la ciudad de Túnez, algunos de los cuales adquirieron la nacionalidad francesa. Actualmente esta llanura tiene un carácter netamente industrial y aquí hay instaladas muchas empresas de manipulación de alimentos y numerosos talleres ferroviarios y de automóviles, lo que ha favorecido la construcción de urbanizaciones y el crecimiento de la ciudad, que cuenta con una buena red de transportes y servicios.
En la antigua medina se pueden ver edificios cuidadosamente encalados y resaltados por elementos ornamentales -azulejos con motivos geométricos y florales, cerramientos de forja- en toda la gama del azul: pastel, verdoso, índigo, marino, añil… devolviendo una imagen pulcra y luminosa de Ben Arous, con suelos empedrados de cantos rodados y arquitectura moderna que reproduce el modelo tradicional en sus casas, en sus edificios públicos y sus mezquitas. Es también una ciudad con la hospitalidad legendaria de los habitantes tunecinos. En la antigua medina hay locales en los que tomar un té verde con todo el ceremonial que conlleva. Y en la medina nueva encontraremos amplias avenidas, edificios de varios pisos, restaurantes y cafeterías que ofrecen las delicias de su repostería: el baklawa, pastel a base de varias láminas de pasta filo con mantequilla y nueces trituradas bañadas en miel o almíbar; el makroud, pastel de sémola de cuscús y miel, relleno de dátiles, El masfuf, plato típico tomado durante el Ramadán debido a su consistencia… Todo un placer para el paladar.
El departamento provincial o “Gobernación” de Ben Arous cuenta con un buen número de ellas, tanto modernas como antiguas. La gran mezquita es una construcción contemporánea con un bello minarete antiguo, sobrio y sencillo. La mezquita Nakaa, está precedida por una escalera que la sitúa en alto, como una atalaya. Su pórtico con doble arco y pintado de amarillo da paso al interior; el exterior está coronado con una doble cúpula. Se encuentra en El Morouj 5.
La mezquita de El Kadim, cuya torre recuerda un faro, tiene una pared exterior jalonada de puertas árabes en dos tonos de azul.
La de Omar Ibn El Khattab está en Mhambia y presenta una forma de cubo con dos alturas, la segunda se sustenta sobre una base porticada de columnas. Anexo a este edificio, el alto minarete despunta con su sencilla y sobria torre. También cabe una mención para la mezquita Errahma-Fouchan, cuyo minarete decorado con profusión en colores azules y blancos destaca junto a un bello edificio de una sola planta, pórtico ornamentado de azulejos y rematado con una bonita cúpula estriada…
Ben Arous es una ciudad interior pero rodeada de agua. A poco más de 2 kilómetros al oeste se encuentra el lago Sabkhet sijoumi. A 5,3 kilómetros de Ben Arous hacia el norte está la ciudad de Radès, emplazada en la misma bahía del golfo de Túnez.
El puerto La Goullete, a dos pasos de esta localidad, es uno de los más importantes del país y el puerto “oficial” de la capital, conectando las ciudades de la bahía y los principales destinos del Mediterráneo. Es escala obligada de cualquier barco de crucero, escala que si se prolonga el tiempo necesario permitirá recorrer este pueblo de pescadores y de veraneantes locales, que cuenta con una fortaleza construida por Carlos V y una buena playa. El estrecho de La Goullete es también la puerta de salida al mar del lago de Túnez. Ubicado entre la capital del país y el golfo de Túnez, cubre un total de 37 kilómetros cuadrados, y en contraste con su tamaño, su profundidad es muy baja. Una vez fue el puerto natural de Túnez.
Situada en una colina sobre el golfo de Túnez, está la preciosa y turística villa de Sidi Bou Saïd. Es un lugar pintoresco y deslumbrante, de callecitas estrechas con escalinatas empedradas. Sus casas están ornamentadas con azulejos y ventanas decoradas al estilo local y con flores de colores que ponen una nota de la alegría mediterránea. Lo mejor es recorrerla a pie, disfrutando de su plaza principal, sus antiguos cafés (como el Café des Nates), sus tiendas de recuerdos y su portentoso faro, que data del siglo IX y se eleva escoltando la villa.
No se puede dejar de visitar una ciudad que tiene tanto que ofrecer y está tan cerca de Ben Arous. Túnez rezuma vida, especialmente su medina llena de olores, bullicio, tiendas y mercados. Es el corazón y centro neurálgico de una localidad que aúna tradición con modernidad, y que en su parte nueva ofrece un trazado urbanístico y arquitectónico de deliciosos edificios coloniales. También Túnez es el paraíso de las compras: objetos y productos de marroquinería, artesanía, textiles o cerámica a precios magníficos... y con el aliciente del “regateo”. No hay que perdérselo.
La ciudad de Cartago se encontraba en el noreste del Magreb, en el actual Túnez, cerca de la capital. Hoy quedan todavía las antiguas ruinas que ponen de manifiesto lo que fue este brillante centro cartaginés y una de las ciudades más florecientes del Imperio Romano. Todavía quedan en pie las Termas de Antonino Pio, con el mar Mediterráneo como fondo, restos de algunas importantes villas romanas, el famoso acueducto, calzadas, cisterna, necrópolis…
A unos 15 kilómetros hacia el sur de Ben Arous está el Parque Nacional de Boukornine, en las inmediaciones de la localidad de Hammam Lif. Hace 150 millones de años la región se encontraba bajo el mar, por eso se han encontrado numerosos fósiles marinos. Los cartagineses y romanos también dejaron rastros de su presencia y todavía se pueden ver en este lugar las ruinas del templo de Baal. Pero lo más importante es la rica biodiversidad del parque, hogar de muchas especies de animales y de plantas, algunas muy raras en Túnez, como la violeta persa, las orquídeas y los tulipanes salvajes.
¿Cómo llegar?
En avión: El aeropuerto internacional de Túnez-Cartago se encuentra muy próximo a esta última ciudad, ubicada al oeste. Opera vuelos con las principales ciudades del país y con otras de rango internacional.
En tren: La Société Nationale des Chemins de Fer Túneziens (SNCFT) brinda el servicio de trenes en Túnez –moderno y eficiente-, que vincula la capital con las mayores poblaciones del país. La ruta principal conduce a Gabès (muy cerca de Ben Arous) y pasa por Sousse, Sfax y Gafsa con ocho servicios diarios. También existe una línea ferroviaria de cercanías (TGM) que conecta la capital con los barrios periféricos del Norte del país.
En autobús: Los autobuses de la Societé National du Transport Interurbain son los únicos con aire acondicionado. Llegan a localidades como Sousse, Monastir, Sfax, El-Jem o Gabes. La estación principal se encuentra en la Avenida Cartago, 74. Horarios y precios en el teléfono: 71 905 433.
En coche: Se puede alquilar un coche en alguna de las oficinas que tienen las principales compañías en Túnez (sólo alquilan a mayores de 21 años). Otra opción es alquilar un vehículo 4 x 4, con o sin conductor, para hacer distintas excursiones. Desde el aeropuerto internacional de Túnez se puede llegar conectando las distintas autovías y carreteras en poco más de 15 minutos por la R21-N8-A1-C35
En taxi: Otra posibilidad interesante son los taxis compartidos o "louages". Suelen ser grandes turismos o furgonetas que tienen una ruta y una tarifa preestablecida. Funcionan bien. Tienen sus "estaciones" de salida en puntos céntricos y turísticos, el único inconveniente es que no parten hasta que están completos de pasajeros.