Presentación
Ayvalik sigue manteniendo el encanto de antaño. Este puerto pesquero turco bañado por el mar Egeo y rodeado de olivos y pinares ha sabido adaptarse a la llegada de turistas sin perder su identidad. La localidad fusiona las culturas griega y cretense, el legado de una historia caprichosa que todavía hoy se palpa en sus laberínticas calles. Ayvalik, con una población de algo más de 37.000 personas, tiene mucho que ofrecer al viajero; su clima mediterráneo, sus aguas transparentes y una gastronomía rica en productos del mar son su mayor reclamo. También es un excelente punto de partida para descubrir las más de veinte islas que conforman su archipiélago.
Huso horario: UTC +2 (UTC +3 en verano) Moneda: Lira turca
La localidad de Ayvalık pertenece (de mayor a menor) a la región Marmara, a la provincia Balıkesir y al distrito Ayvalık.
La localidad de Ayvalık tiene 36.027 habitantes.
El actual alcade de Ayvalık es Hasan Bülent Türközen.
El nombre francés de la localidad es Ayvalık.
La página web de Ayvalık es http://www.ayvalik.bel.tr
Visitas destacadas
Muchas de las mezquitas de Ayvalik son antiguas iglesias greco-ortodoxas. Tras la desaparición de la población griega fueron reconvertidas en templos islámicos y ahora son uno de los principales puntos de interés de la localidad. La más destaca es, sin lugar a dudas, la de Saatli o mezquita del reloj, la segunda más grande de Ayvalik. Situada en el barrio de Feyzipasa, fue erigida en la segunda mitad del siglo XIX y convertida al credo musulmán en 1928. Sin embargo, conserva todos los detalles originales, salvo las imágenes pictóricas. La torre del reloj, de la que toma su nombre, mide 24 metros, mientras que el minarete alcanza una longitud de 44 metros. En el casco antiguo encontramos también Çinarli, un formidable edificio neoclásico construido en 1790 y transformado en mezquita en el año 1923. Está situada en el barrio de Hamdibey, más concretamente en la calle de Alibey. Su fachada pintada de color rosa, con un minarete de cerca de 40 metros de altura, y la profusión de los detalles ornamentales la convierten en una de las paradas obligatorias del viajero que llega por primera vez a este pequeño puerto pesquero turco a orillas del mar Egeo.
El momumento de Izindeyiz Atam refleja la historia de Ayvalik y del país en general. Se erigió en honor de Mustafá Kemal Atatürk, fundador y primer presidente de la Turquía moderna. La estatua, de varios metros de altura, se encuentra en la plaza principal de la localidad, que también lleva su nombre. En ella, el militar que instauró el estado moderno y secular turco aparece con gesto solemne y traje de civil. Es imposible no percibir su presencia cuando se visita la plaza ni la importancia de su hazaña. El monumento fue construido en 1922, cuando las fuerzas turcas recuperaron la ciudad durante la guerra de la independencia. Tras la caída del Imperio otomano a manos de los Aliados durante la I Guerra Mundial, Atatürk lideró el Movimiento Nacional Turco que tenía como objetivo liberar a los territorios turco parlantes del antiguo Imperio. Para llevar a cabo su movimiento de resistencia ante los ejércitos ocupantes se apoyó en el pueblo, incluidos mujeres y niños. Tras su victoria fue proclamado presidente y acordó con el gobierno griego el intercambio masivo de población griega de Turquía por población turca de Grecia. En Ayvalik, la mayor parte de los nuevos habitantes llegaron desde Creta, Macedonia y Mitilene.
Perderse por el casco antiguo es la mejor forma de apreciar todo el encanto de esta pequeña localidad a orillas del mar Egeo. Si bien es cierto que Ayvalik carece de grandes monumentos o museos, su parte vieja conserva todas las características de un antiguo bazar otomano, aunque sin el burbujeante comercio de antaño. El laberinto de calles adoquinadas está flanqueado por casas de estilo griego; muchas de ellas son magníficos ejemplos de arquitectura neoclásica y llaman la atención por los trabajos sobre piedra y madera de sus fachadas. Igual de recomendable que pasear por el casco antiguo es visitar alguno de los mercados de la ciudad, famosa por sus productos lácteos, el tradicional pan Kepekli y la gran calidad de su aceite de oliva. Todos los jueves se celebra uno de los mayores mercados de la región, en el que se puede encontrar productos llegados de todos los pueblos vecinos. Si lo que se busca es el pescado más fresco, recién capturado en las aguas que bañan la localidad, hay que dirigirse al mercado de pescado que cada día se pone en pie en el puerto, cerca de los ferrys que salen hacia la isla de Cunda.
No se puede decir que se ha estado en Ayvalik si no se ha visto un atardecer desde Seytan Sofrasi, que traducido al español significa la “mesa del diablo”. Situado a unos ocho kilómetros del centro de la ciudad, en lo alto de una colina, desde aquí se puede disfrutar de una vista que corta la respiración sobre la ciudad y las veinticuatro islas de la región en medio de un mar azul intenso. La leyenda cuenta que el diablo llegó hasta este lugar en busca de una belleza similar a la del paraíso del que acababa de ser expulsado. Durante su ascenso dejó una huella, en la que hoy los visitantes lanzan monedas para pedir deseos. En temporada alta, entre los meses de julio a septiembre, existe un servicio de autobuses públicos que conducen a los turistas hasta Seytan Sofrasi. Si se prefiere se puede llegar en taxi, aunque lo más recomendable, si se está en forma y se tiene poca prisa, es recorrer a pie la distancia que lo separa del casco antiguo de Ayvalik. Para recuperarse del camino, hay varios establecimientos que sirven bebidas y platos sencillos a los viajeros.
La costa de Ayvalik alberga un buen número de playas en las que vale la pena disfrutar del excelente clima y las aguas cristalinas de este privilegiado rincón de Turquía. De hecho, la localidad cuenta con dos de las playas de arena más largas de todo el país, Altinova y Sarimsakli, esta última situada a tan sólo 5 kilómetros del centro de la ciudad, perfecta para ir con niños porque rara vez tiene corrientes y a la que se puede acceder fácilmente por carretera. Quizás lo único negativo que se puede decir de ella es que en los meses de julio y agosto, cuando se registra la máxima afluencia de turistas, procedentes en su mayoría de otros puntos de Turquía y de Europa del este, resulta difícil encontrar un sitio despejado donde colocar la toalla y disfrutar de un poco de tranquilidad. Por ello, para aquellos viajeros que buscan algo menos masificado, la localidad ofrece otras alternativas, como la playa de Badavut hacia el oeste, o, por qué no, cualquiera de las más de veinte islas que salpican el litoral de Ayvalik. Bañarse en sus aguas es sinónimo de unas vacaciones perfectas que, seguro, el visitante querrá repetir.
Con una superficie de 23 kilómetros cuadrados, Cunda (también llamada Alibey) es la más grande de todas las islas del archipiélago de Ayvalik. Está conectada con tierra firme a través de un puerte, aunque durante los meses de verano también se puede llegar hasta ella en barco. En el norte de la isla encontramos la reserva natural Patriça, una excursión muy recomendable si se quiere admirar la rica vegetación y dejarse llevar por la nostalgia de los pueblos griegos abandonados desde hace décadas y cubiertos ahora de flores salvajes. Todos los jueves Cunda celebra su mercado semanal con productos locales.
Desde Ayvalik también es posible visitar la isla griega de Lesbos, la tercera más grande de Grecia. Este lugar es conocido por su belleza y por ser la tierra de Safo, la poetisa de la antigüedad que escribía poemas de amor entre mujeres. Lesbos y Ayvalik están conectadas por un servicio de ferry. Si parte de la isla griega es posible hacer la excursión en el mismo día, pero si lo hace desde el puerto turco no tendrá más remedio que hacer noche. El precio por trayecto, cuya duración es de una hora y treinta minutos, es de 35 euros en temporada alta.
Otra de las visitas obligadas desde Ayvalik es la antigua Pérgamo, a apenas setenta kilómetros de distancia. Numerosas leyendas tratan de explicar el origen de esta ciudad cuyo nombre significa “ciudadela alta”, ya que se encuentra sobre una colina de 335 metros. Numerosas agencias organizan excursiones con guía desde Ayvalik a Pérgamo para visitar la acrópolis y sus tesoros, como el espléndido teatro, el más inclinado del mundo, o los templos de Trajano y Deméter. También quedan restos, aunque de menor importancia, de la biblioteca que Marco Antonio saqueó como regalo a su amada Cleopatra.
Con una costa de gran belleza, no es extaño que Ayvalik se haya convertido en los últimos años en un destino turístico muy apreciado por los amantes del buceo, especialmente por aquellos aficionados a la fotografía submarina que saben apreciar la incomparable transparencia de sus aguas. En los fondos marinos que bordean la localidad encontramos una gran biodiversidad, con coral rojo, anémonas, morenas, pulpos e, incluso, caballitos de mar. Existen alrededor de 60 puntos de inmersión en Ayvalik y en las islas cercanas, pero los más famosos son los de Deli Mehmetler, Ezer Bey y Kerbela.
¿Cómo llegar?
La major manera para llegar hasta Ayvalik es por mar o por carretera. La localidad cuenta con un servicio de ferry con la isla griega de Lesbos, que también admite vehículos. Además, si viene con su propio barco, dispone de un puerto de recreo bien equipado que muchos califican como uno de los mejores de la zona. Ayvalik se encuentra a cinco kilómetros de la autopista Çanakkale-Esmirna y está conectada por taxi y autobús a Bergama (a una hora aproximadamente de distancia), Esmirna (dos horas y media aproximadamente) y Estambul (entre 9 y 5 horas de viaje en función de la ruta elegida). La estación de autobuses se encuentra en el centro de la localidad. Las estaciones de tren más cercanas se encuentran en Balikesir (a algo menos de dos horas desde Ayvalik) y Bandirma. Hasta ésta última se tardan cerca de tres horas y media, aunque luego hay una conexión en ferry rápido con Estambul. A unos cuarenta kilómetros de la localidad está el aeropuerto Balıkesir Koca Seyit, con vuelos tanto a Estambul como a Ankara, la capital turca. Algo más lejos, en Esmirna (a 175 kilómetros) está el aeropuerto internacional de Adnan Menderes. Si quiere desplazarse hasta la isla de Cunda puede hacerlo en los autobuses locales o también en el servicio de ferrys, aunque éste sólo funciona en los meses de verano.
Presentación
Ayvalik sigue manteniendo el encanto de antaño. Este puerto pesquero turco bañado por el mar Egeo y rodeado de olivos y pinares ha sabido adaptarse a la llegada de turistas sin perder su identidad. La localidad fusiona las culturas griega y cretense, el legado de una historia caprichosa que todavía hoy se palpa en sus laberínticas calles. Ayvalik, con una población de algo más de 37.000 personas, tiene mucho que ofrecer al viajero; su clima mediterráneo, sus aguas transparentes y una gastronomía rica en productos del mar son su mayor reclamo. También es un excelente punto de partida para descubrir las más de veinte islas que conforman su archipiélago.
Huso horario: UTC +2 (UTC +3 en verano) Moneda: Lira turca
La localidad de Ayvalık pertenece (de mayor a menor) a la región Marmara, a la provincia Balıkesir y al distrito Ayvalık.
La localidad de Ayvalık tiene 36.027 habitantes.
El actual alcade de Ayvalık es Hasan Bülent Türközen.
El nombre francés de la localidad es Ayvalık.
La página web de Ayvalık es http://www.ayvalik.bel.tr
Visitas destacadas
Muchas de las mezquitas de Ayvalik son antiguas iglesias greco-ortodoxas. Tras la desaparición de la población griega fueron reconvertidas en templos islámicos y ahora son uno de los principales puntos de interés de la localidad. La más destaca es, sin lugar a dudas, la de Saatli o mezquita del reloj, la segunda más grande de Ayvalik. Situada en el barrio de Feyzipasa, fue erigida en la segunda mitad del siglo XIX y convertida al credo musulmán en 1928. Sin embargo, conserva todos los detalles originales, salvo las imágenes pictóricas. La torre del reloj, de la que toma su nombre, mide 24 metros, mientras que el minarete alcanza una longitud de 44 metros. En el casco antiguo encontramos también Çinarli, un formidable edificio neoclásico construido en 1790 y transformado en mezquita en el año 1923. Está situada en el barrio de Hamdibey, más concretamente en la calle de Alibey. Su fachada pintada de color rosa, con un minarete de cerca de 40 metros de altura, y la profusión de los detalles ornamentales la convierten en una de las paradas obligatorias del viajero que llega por primera vez a este pequeño puerto pesquero turco a orillas del mar Egeo.
El momumento de Izindeyiz Atam refleja la historia de Ayvalik y del país en general. Se erigió en honor de Mustafá Kemal Atatürk, fundador y primer presidente de la Turquía moderna. La estatua, de varios metros de altura, se encuentra en la plaza principal de la localidad, que también lleva su nombre. En ella, el militar que instauró el estado moderno y secular turco aparece con gesto solemne y traje de civil. Es imposible no percibir su presencia cuando se visita la plaza ni la importancia de su hazaña. El monumento fue construido en 1922, cuando las fuerzas turcas recuperaron la ciudad durante la guerra de la independencia. Tras la caída del Imperio otomano a manos de los Aliados durante la I Guerra Mundial, Atatürk lideró el Movimiento Nacional Turco que tenía como objetivo liberar a los territorios turco parlantes del antiguo Imperio. Para llevar a cabo su movimiento de resistencia ante los ejércitos ocupantes se apoyó en el pueblo, incluidos mujeres y niños. Tras su victoria fue proclamado presidente y acordó con el gobierno griego el intercambio masivo de población griega de Turquía por población turca de Grecia. En Ayvalik, la mayor parte de los nuevos habitantes llegaron desde Creta, Macedonia y Mitilene.
Perderse por el casco antiguo es la mejor forma de apreciar todo el encanto de esta pequeña localidad a orillas del mar Egeo. Si bien es cierto que Ayvalik carece de grandes monumentos o museos, su parte vieja conserva todas las características de un antiguo bazar otomano, aunque sin el burbujeante comercio de antaño. El laberinto de calles adoquinadas está flanqueado por casas de estilo griego; muchas de ellas son magníficos ejemplos de arquitectura neoclásica y llaman la atención por los trabajos sobre piedra y madera de sus fachadas. Igual de recomendable que pasear por el casco antiguo es visitar alguno de los mercados de la ciudad, famosa por sus productos lácteos, el tradicional pan Kepekli y la gran calidad de su aceite de oliva. Todos los jueves se celebra uno de los mayores mercados de la región, en el que se puede encontrar productos llegados de todos los pueblos vecinos. Si lo que se busca es el pescado más fresco, recién capturado en las aguas que bañan la localidad, hay que dirigirse al mercado de pescado que cada día se pone en pie en el puerto, cerca de los ferrys que salen hacia la isla de Cunda.
No se puede decir que se ha estado en Ayvalik si no se ha visto un atardecer desde Seytan Sofrasi, que traducido al español significa la “mesa del diablo”. Situado a unos ocho kilómetros del centro de la ciudad, en lo alto de una colina, desde aquí se puede disfrutar de una vista que corta la respiración sobre la ciudad y las veinticuatro islas de la región en medio de un mar azul intenso. La leyenda cuenta que el diablo llegó hasta este lugar en busca de una belleza similar a la del paraíso del que acababa de ser expulsado. Durante su ascenso dejó una huella, en la que hoy los visitantes lanzan monedas para pedir deseos. En temporada alta, entre los meses de julio a septiembre, existe un servicio de autobuses públicos que conducen a los turistas hasta Seytan Sofrasi. Si se prefiere se puede llegar en taxi, aunque lo más recomendable, si se está en forma y se tiene poca prisa, es recorrer a pie la distancia que lo separa del casco antiguo de Ayvalik. Para recuperarse del camino, hay varios establecimientos que sirven bebidas y platos sencillos a los viajeros.
La costa de Ayvalik alberga un buen número de playas en las que vale la pena disfrutar del excelente clima y las aguas cristalinas de este privilegiado rincón de Turquía. De hecho, la localidad cuenta con dos de las playas de arena más largas de todo el país, Altinova y Sarimsakli, esta última situada a tan sólo 5 kilómetros del centro de la ciudad, perfecta para ir con niños porque rara vez tiene corrientes y a la que se puede acceder fácilmente por carretera. Quizás lo único negativo que se puede decir de ella es que en los meses de julio y agosto, cuando se registra la máxima afluencia de turistas, procedentes en su mayoría de otros puntos de Turquía y de Europa del este, resulta difícil encontrar un sitio despejado donde colocar la toalla y disfrutar de un poco de tranquilidad. Por ello, para aquellos viajeros que buscan algo menos masificado, la localidad ofrece otras alternativas, como la playa de Badavut hacia el oeste, o, por qué no, cualquiera de las más de veinte islas que salpican el litoral de Ayvalik. Bañarse en sus aguas es sinónimo de unas vacaciones perfectas que, seguro, el visitante querrá repetir.
Con una superficie de 23 kilómetros cuadrados, Cunda (también llamada Alibey) es la más grande de todas las islas del archipiélago de Ayvalik. Está conectada con tierra firme a través de un puerte, aunque durante los meses de verano también se puede llegar hasta ella en barco. En el norte de la isla encontramos la reserva natural Patriça, una excursión muy recomendable si se quiere admirar la rica vegetación y dejarse llevar por la nostalgia de los pueblos griegos abandonados desde hace décadas y cubiertos ahora de flores salvajes. Todos los jueves Cunda celebra su mercado semanal con productos locales.
Desde Ayvalik también es posible visitar la isla griega de Lesbos, la tercera más grande de Grecia. Este lugar es conocido por su belleza y por ser la tierra de Safo, la poetisa de la antigüedad que escribía poemas de amor entre mujeres. Lesbos y Ayvalik están conectadas por un servicio de ferry. Si parte de la isla griega es posible hacer la excursión en el mismo día, pero si lo hace desde el puerto turco no tendrá más remedio que hacer noche. El precio por trayecto, cuya duración es de una hora y treinta minutos, es de 35 euros en temporada alta.
Otra de las visitas obligadas desde Ayvalik es la antigua Pérgamo, a apenas setenta kilómetros de distancia. Numerosas leyendas tratan de explicar el origen de esta ciudad cuyo nombre significa “ciudadela alta”, ya que se encuentra sobre una colina de 335 metros. Numerosas agencias organizan excursiones con guía desde Ayvalik a Pérgamo para visitar la acrópolis y sus tesoros, como el espléndido teatro, el más inclinado del mundo, o los templos de Trajano y Deméter. También quedan restos, aunque de menor importancia, de la biblioteca que Marco Antonio saqueó como regalo a su amada Cleopatra.
Con una costa de gran belleza, no es extaño que Ayvalik se haya convertido en los últimos años en un destino turístico muy apreciado por los amantes del buceo, especialmente por aquellos aficionados a la fotografía submarina que saben apreciar la incomparable transparencia de sus aguas. En los fondos marinos que bordean la localidad encontramos una gran biodiversidad, con coral rojo, anémonas, morenas, pulpos e, incluso, caballitos de mar. Existen alrededor de 60 puntos de inmersión en Ayvalik y en las islas cercanas, pero los más famosos son los de Deli Mehmetler, Ezer Bey y Kerbela.
¿Cómo llegar?
La major manera para llegar hasta Ayvalik es por mar o por carretera. La localidad cuenta con un servicio de ferry con la isla griega de Lesbos, que también admite vehículos. Además, si viene con su propio barco, dispone de un puerto de recreo bien equipado que muchos califican como uno de los mejores de la zona. Ayvalik se encuentra a cinco kilómetros de la autopista Çanakkale-Esmirna y está conectada por taxi y autobús a Bergama (a una hora aproximadamente de distancia), Esmirna (dos horas y media aproximadamente) y Estambul (entre 9 y 5 horas de viaje en función de la ruta elegida). La estación de autobuses se encuentra en el centro de la localidad. Las estaciones de tren más cercanas se encuentran en Balikesir (a algo menos de dos horas desde Ayvalik) y Bandirma. Hasta ésta última se tardan cerca de tres horas y media, aunque luego hay una conexión en ferry rápido con Estambul. A unos cuarenta kilómetros de la localidad está el aeropuerto Balıkesir Koca Seyit, con vuelos tanto a Estambul como a Ankara, la capital turca. Algo más lejos, en Esmirna (a 175 kilómetros) está el aeropuerto internacional de Adnan Menderes. Si quiere desplazarse hasta la isla de Cunda puede hacerlo en los autobuses locales o también en el servicio de ferrys, aunque éste sólo funciona en los meses de verano.